El banquete Συμπόσιον, Sympósion (sym = junto, posion = acción de beber). Se refiere a la parte tras la comida o banquete, donde los comensales (generalmente, hombres) bebían al mismo tiempo que charlaban sobre diversos temas; las mujeres quedaban relegadas al entretenimiento (p.ej. flautistas). El tema de este diálogo platónico (385 – 370 a.C.) es el amor. El diálogo comienza con la interlocución de Apolodoro y un amigo de éste que le pide que le refiera lo que dijo Sócrates sobre el amor en el banquete dado por Agatón de Atenas, poeta trágico que quería celebrar su victoria en las fiestas Leneas. A éste banquete son invitados Fedro (joven), Pausanias, Erixímaco (físico = médico), Aristófanes (dramático), Alcibíades (quien llega de sorpresa al final del banquete) y Sócrates. Fedro: El amor es un dios y es un dios muy antiguo, pues ni los prosistas ni poetas han podido nombrar ni a su padre ni a su madre, lo que significa que no es fácil explicar su origen sin estudios. Es el dios que más favorece a los hombres, porque no tolera la cobardía de los amantes y los inspira a la abnegación. Es como un principio moral que gobierna la conducta surgiendo a todos los hombres la vergüenza de lo malo y la consecución el bien. “De manera que si por cualquier encantamiento un Estado o un ejército pudieran estar compuesto únicamente de amantes y de amados no existiría pueblo alguno que extremara tanto el horror al vicio y la emulación de la virtud”. [Esto me recuerda al intelectualismo moral de Sócrates: uno hace el mal porque ignora el bien; uno hace el mal porque no lo posee el amor]. Pausanias: Va a rebatir a Fedro con una distinción entre los tipos de Amor*. El Amor siempre va con Afrodita, es decir, con la Belleza (Afrodita es, entre otras cosas, diosa de la Belleza), luego el Amor está unido a lo Bello. Hay dos Afroditas, Afrodita Urania o celestial (no tiene madre) y Afrodita popular (hija de Zeus y de Dione). Hay, por tanto, dos amores correspondientes a las dos Afroditas: el de la celestial, se dirige a la inteligencia, y como el sexo masculino es el que más participa de la inteligencia, se dirige más a éste; el otro es de la popular, el amor sensual que se dirige a los sentidos, amor vergonzoso que es preciso evitar. Es el amor de la Afrodita celestial el que debe ser buscado y honrado por todos; este amor busca amar el alma y el alma, la virtud. El amor tiene por fundamento el intercambio de servicios recíprocos entre el amante y el amado a fin de hacerse mutuamente felices. Erixímaco: El amor no reside únicamente en el alma de los hombres, sino en todo ser; lo considera la unión y armonía de los contrarios (dialéctica de Heráclito). Aristófanes: Da un mito para explicar su teoría del amor. “La naturaleza humana era antes muy diferente de cómo es hoy en día. Al principio hubo tres clases de hombres: los dos sexos que subsisten hoy en día y un tercero compuesto de estos dos y que ha sido destruido y del cual solo queda el nombre” (andrógino: hombre y mujer juntos). *Ahora me refiero al Amor, pues queda establecido por Fedro que hablamos del dios griego, Eros. Los hombres eran dobles y las mujeres también (2 caras, 4 brazos, 8 piernas; tenían forma esférica (perfección)). Ellos eran producidos por el Sol; ellas por la Tierra y el sexo andrógino por la Luna, que participa de Sol y Tierra. Los dos primeros sexos eran creaciones sumamente perfectas que los dioses no podían dejarlos cometer hybris, así que Zeus los separó y acabó dándoles la forma de hoy en día. Entonces, los hombre dobles (himeneo = matrimonio) y mujeres dobles (tríbada) ahora separados buscaban incesantemente su otra mitad, para volver a ser unidad. Lo mismo sucede con los andróginos. La diferencia es que las dos primeras formas de amor son superiores, pues al no poder procrear, es un amor que busca el alma, la virtud mientras que la última busca la procreación, lo sensual. Además, el amor entre hombres es superior al de entre mujeres por ser este sexo el más proclive a lo inteligible, dado que el amor es la búsqueda de la virtud del alma. Es el único amor verdadero y durable. Aquí, el amor es considerado la unión de los semejantes frente a la de los contrarios de Erixímaco. [Cabe destacar varias cosas: 1º El amor se entiende no puramente sexual; de hecho, aquí Platón eleva el amor como amistad, familia, compañerismo, que es el que se da entre sexos iguales, y porque asocia el sexo, lo sensual, con una bajeza para el alma y su actividad intelectual. 2º Incluso en este plano sensual, el amor también es lícito y, más aún, común entre personas del mismo sexo, pues como hemos visto, el amor va ligado a la belleza o la búsqueda de ella, luego el amante busca un amado bello, sin importar el sexo]. Agatón: El amor es el más joven de los dioses pues escapa siempre de la vejez y va junto a la juventud. Es el más tierno y delicado porque reside en lo más delicado del hombre, el alma. Es sutil, porque penetra en todo. Es el más poderoso, pues incluso posee a Ares. Es el más temperante, pues la templanza consiste en gobernar todos los placeres y pasiones y el amor está por encima de todos ellos. El Amor es un dios hermoso (bello) y bueno. (Se trata de un discurso menos conceptual y más panegírico). Sócrates: Transmite las ideas de la extranjera Mantinea. Va a criticar el discurso de Agatón y para ello le pregunta hasta que éste ha de desdecirse de lo dicho. Lo primero es ver si el amor es un dios bello y bueno. Se ha establecido que el Amor, amar, es desear al amado. Pero lo que se desea, o bien le falta a uno, o bien lo tiene pero desea conservarlo en el tiempo, luego le falta a uno su conservación, tenerlo siempre. Por tanto, el Amor no posee lo bello ni lo bueno, sino que lo desea. Si no lo posee, no puede ser un dios, puesto que éstos son perfectos, bellos y buenos. Entonces, ¿qué es el Amor? Una realidad intermedia entre dioses y hombres, un demon, que conecta ambas naturalezas contrarias. Es hijo de Poros (Abundancia) y de Penía (Pobreza) y fue concebido el mismo día del nacimiento de Afrodita, por eso el amor busca lo bello. Como hijo de Penía, es pobre, vaga por el mundo, pero como hijo de Poros, se dirige y busca lo bueno, lo bello, la virtud. Entonces, el amor busca la belleza, la virtud eterna. Consecuentemente, busca la inmortalidad (única forma de que éste no perezca). La inmortalidad del cuerpo entendida como procreación de los antiguos andróginos o de hombre y mujer (a través de los hijos) o, más superior, la inmortalidad del espíritu, del alma, al transmitir la sabiduría que se posee al amado. Finalmente, Sócrates explica el proceso de elevación del amor: primero, se ama la belleza de un cuerpo concreto; luego, la de los cuerpos en general; luego, la belleza de un alma concreta; luego, la belleza de todas las almas; por último, la belleza en sí. *Ahora me refiero al Amor, pues queda establecido por Fedro que hablamos del dios griego, Eros. Alcibíades: Llega al final del diálogo, embriagado. Habla sobre Sócrates, sobre cómo éste es la encarnación del amante de la virtud, del amor bueno y bello y cómo no se rinde a lo sensual y, en concreto, a él mismo. *Ahora me refiero al Amor, pues queda establecido por Fedro que hablamos del dios griego, Eros.