APORTE DEL BANCO DE DESARROLLO DE AMÉRICA LATINA AL INFORME SEÑALES DE COMPETITIVIDAD DE LAS AMERICAS 2014 El rol del emprendimiento y la innovación en una agenda de competitividad Por Michael Penfold y Rebeca Vidal América Latina ha sido parte de una tendencia global que durante la última década ha hecho surgir en los países en vías de desarrollo un crecimiento sostenido y mejoras incrementales, tanto económicas como sociales que se manifiestan, salvo algunas excepciones, en reducción de la pobreza y crecimiento económico. La pobreza moderada en la región disminuyó de más de 40% en el año 2000 a menos de 30% en 2010, con lo cual unos 50 millones de habitantes en América Latina salieron de la pobreza durante esa década1. En este marco, la región ha ido construyendo agendas orientadas a impulsar la competitividad, en esfuerzos que han arrojado aprendizajes y que aún cuentan con retos importantes, si se les compara con otras regiones como Asia, y que han venido apalancados en importante medida por los elevados precios de las materias primas que conforman el sector exportador tradicional de la región, así como por la incorporación de ciertas políticas apegadas a la disciplina fiscal. En líneas generales, los gobiernos de la región latinoamericana han ofrecido evidencias de un interés creciente en generar condiciones óptimas para impulsar la competitividad en sus países, con la intención de lograr mejoras en la situación económica y social de la población. En tal sentido, se han derivado algunas líneas de acción tendientes a mejorar la educación para la productividad, la atracción de inversiones, la transformación productiva y el impulso al emprendimiento y la innovación. Los casos de Colombia, Chile y Brasil, como se verá a continuación, destacan en este sentido, pues en ellos ha habido un desarrollo institucional marcado por el surgimiento de servicios de apoyo a la actividad productiva con alto potencial competitivo, acompañado de reformas regulatorias que respalden la sostenibilidad de tales iniciativas. El enfoque en iniciativas emprendedoras con características que permitan hacer aportes sustanciales en materia de generación de valor y creación de empleo es un aprendizaje que también se refleja en el diseño 1 Ferreira, F. y otros (2013): La movilidad económica y el crecimiento de la clase media en América Latina. Banco Mundial, Washington D.C. www.riacreport.org 1 de las iniciativas de apoyo de tales países latinoamericanos, que son los que cuentan con mayor desarrollo en sus ecosistemas emprendedores. Un esfuerzo por identificar la capacidad de las firmas por generar valor, así como altos niveles de productividad y empleo en sus etapas tempranas acompaña a estos esfuerzos institucionales2. Todos estos temas van de la mano y apuntan en una misma dirección. En la medida en que las acciones orientadas en cada ámbito de acción estén coordinadas y articuladas, los resultados serán mejores y más sostenibles. Por ejemplo, en el marco de una agenda de transformación productiva debe considerarse la formación técnica y la promoción de inversiones, así como la generación de emprendimientos e innovaciones que permitan reforzar los sectores o cadenas productivas que se deseen promover, con la intención de generar cambios reales en la estructura productiva y exportadora de un país y disminuir la dependencia de las materias primas. De igual manera, los programas para fomentar el emprendimiento y la innovación, al servicio de la agenda global de competitividad, deben alimentarse de esfuerzos de formación, como uno de los elementos de un ecosistema que permita capitalizar el ímpetu emprendedor latente en América Latina. Este ímpetu solamente puede transformarse en un mayor bienestar de la población en la medida en que los otros elementos del ecosistema se desarrollen de manera coordinada y sinérgica. Estos elementos, de acuerdo con el modelo de Daniel Isenberg, profesor de Babson College, una de las escuelas líderes en la formación de emprendimientos, están definidos en términos de políticas, financiamiento, cultura, servicios de apoyo, capital humano y mercados. Sin duda es posible citar experiencias interesantes que en América Latina se han suscitado, las cuales han tenido repercusión en el fortalecimiento de los ecosistemas de emprendimiento, tal como ocurre en los casos del Programa INNpulsa de Colombia, Startup Chile y el FINEP de Brasil, por ejemplo. Sin embargo, el alcance de estas iniciativas parcial, en tanto aún existe un reto importante por lograr articulación entre todos los actores, de manera que sea posible que las iniciativas emprendedoras de alto potencial y dinamismo puedan surgir y crecer efectivamente con el apoyo coordinado de los diferentes actores del ecosistema, tanto públicos como privados. 2 Álvarez, F. (2013): Transformación productiva y empresas de calidad. En: Emprendimientos en América Latina: desde la subsistencia hacia la transformación productiva. Reporte Economía y Desarrollo. CAF – banco de desarrollo de América Latina, Bogotá. www.riacreport.org 2 Adicionalmente, un aprendizaje que comienza a evidenciarse en la generación de políticas especializadas en años recientes tiene que ver justamente con el énfasis en emprendimientos de alto potencial y de base tecnológica, los que han demostrado contar con una mayor capacidad para generar empleo y dinamizar la economía en una proporción sustancialmente mayor que las iniciativas tradicionales generalmente asociadas con el emprendimiento de subsistencia o motivado por necesidad. Así, en el caso colombiano, por ejemplo, desde 2012 se creó el programa INNpulsa. El diseño de este programa se basó en la evidencia de un estudio en el cual participaron más de seis mil empresas, de las cuales 4,6% presentó crecimientos extraordinarios que llevó a este grupo a generar cerca de 75% de la utilidad operativa de toda la muestra3. De esta manera, se decidió centrar el programa en iniciativas de alto potencial, realizando una selección que permita establecer las empresas candidatas con mejores probabilidades de crecer y expandir su mercado, con base en las características comunes que fueron identificadas por el estudio realizado, teniendo la presencia de tecnología como uno de los criterios compartidos por esas unidades productivas de crecimiento extraordinario. El enfoque del programa no solamente considera un servicio financiero y no financiero a las empresas con alto potencial, sino que además persigue el desarrollo de capacidades técnicas de otras instituciones del ecosistema, llamadas acompañar a los emprendedores e innovadores en sus diferentes etapas de desarrollo. Emular la experiencia del ecosistema de Sillicon Valley, célebre por su capacidad sostenida para promover emprendimientos tecnológicos de alto impacto a nivel global, ha sido una de las motivaciones de ciertas iniciativas latinoamericanas, entre las cuales se encuentra Startup Chile, programa administrado por la Corporación de Fomento a la Producción, (CORFO), institución que actúa como banca de desarrollo y agencia de fomento. El programa Startup Chile hace converger la formación de emprendedores con el financiamiento y el acompañamiento de expertos para hacer seguimiento a las iniciativas e impulsarlas con una gran inversión de recursos públicos cuyo impacto aún es discutido entre algunos expertos que señalan que el impacto a nivel local es escaso en la medida en que los recursos se dirigen principalmente a emprendedores extranjeros que regresan a sus países al culminar el programa. Otros argumentan que los fondos de inversión resultan aún insuficientes para las necesidades de los emprendedores. El impacto se podrá medir de manera más exacta una vez que hayan transcurrido algunos años desde la implementación. 3 http://www.innpulsacolombia.com/ www.riacreport.org 3 Lo cierto es que la iniciativa chilena ha tenido un creciente reconocimiento internacional por su enfoque global, el cual le ha hecho capaz de captar talento innovador, proveniente de múltiples latitudes y asentar sus iniciativas al menos por un par de años en Chile y mejorando su capacidad para capturar fondos de inversión para sus iniciativas apoyadas Brasil, por su parte, cuenta con uno de los ecosistemas de emprendimiento más desarrollados de América Latina, abundante en programas e instrumentos públicos enfocados en capacitación, innovación, financiamiento, apoyo a exportaciones, promoción de inversiones, entre otros. La acción coordinada de estos instrumentos permite que en su conjunto sean capaces de expandir y ampliar la actividad del sector privado y el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas. Una de las instituciones protagonistas de este desarrollo en Brasil ha sido la Financiadora de Estudios y Proyectos (FINEP), agencia perteneciente al Ministerio de Ciencia y Tecnología que promueve la innovación, así como el desarrollo de la ciencia y la tecnología en este país. Conjuntamente con el Servicio Brasileño de Apoyo a Pequeñas y Medianas Empresas (SEBRAE) y el Banco de Desarrollo de Brasil (BNDES), FINEP representa uno de los ejes principales de servicios para el desarrollo de la actividad empresarial en sus diferentes etapas, integrando el financiamiento con la innovación en las empresas a través de fondos de capital semilla, de capital de riesgo y venture capital, y manteniendo una vinculación con los planes de desarrollo económico del país4. Estos tres casos emblemáticos de América Latina son sólo una muestra de los diversos programas y proyectos que se están realizando en la región en cuanto a la promoción de la innovación y emprendimiento y constituyen una referencia que muestra cómo es esencial integrar diferentes actores de manera de garantizar el seguimiento por etapas de las iniciativas empresariales con atención, tanto en las necesidades de formación como financiamiento y acceso a mercados. La tarea de articulación aún es larga en la región, pero se están dando pasos en la dirección correcta y es posible emular experiencias positivas en otros países para continuar con la tendencia de crecimiento y colocar al emprendimiento y la innovación al servicio de la agenda de competitividad de cada país. 4 Furtado, J. (2012): Desarrollo empresarial en Brasil. FINEP, apoyo a la innovación y el emprendimiento. Serie Políticas Públicas y Transformación Productiva. No. 5. CAF – banco de desarrollo de América Latina, Caracas. www.riacreport.org 4