Clara, la detective. En el parque que está al final de la calle, Eva y su pandilla se suelen juntar por las tardes cuando no hay escuela o cuando hay pocos deberes y le queda tiempo libre. Prefieren juntarse allí que quedarse en casa a ver la tele. Son una buena pandilla: se conocen desde pequeños y van todos a la misma escuela, menos Clara que va a un colegio alemán porque su padre es de Berlín y quiere que pueda hablar con su familia. También están Anita, Marcos y Juani. Juegan al fútbol o al basket, en la cancha que está detrás de la plaza o a veces se quedan sin hacer nada especial hablando y contando chistes o chismes de la escuela y del barrio. Pero desde hace unas semanas tienen un nuevo juego: ha sido idea de Anita. A Anita le encanta leer, sobre todo estos libros donde grupos de niños son como detectives y descubren culpables de robos o de crímenes. Ha leído mucho de éstos y un día, propuso a la pandilla imitar a esos personajes. Al principio a Marcos no le pareció una idea muy buena: “¡Pero si en este barrio nunca pasa nada! ¿Qué vamos a investigar? Eso son fantasías y cosas de escritores” -dijo Marcos. Anita le contestó que ella también sabía que en los libros se exageraba mucho y que ellos no podían encontrar criminales, pero que podrían descubrir secretos del barrio haciendo como los detectives: observando, apuntando y preguntando a la gente. Al final, se animaron y decidieron primero hacer una lista con personas extrañas del barrio, personas de esas, que nadie conocía ni sabía a qué se dedicaban. Así, al cabo de algunos días, Marcos descubrió que su vecino, un viejo barbudo que todo el mundo consideraba como un pobre solitario, era en realidad un especialista muy famoso en todo el mundo que había escrito decenas de libros sobre arte egipcio. Lo más divertido fue cuando Juani y Clara se dedicaron a seguir, sin ser vistos, a un chico de su edificio que, según decían sus padres, estaba a punto de terminar la carrera de derecho en la universidad. Descubrieron que sólo había aprobado dos materias de primer año y que, en realidad, iba a clases de dibujo en la escuela de Bellas Artes. Lo que quería era ser pintor y no abogado, pero no se atrevía a llevarle la contraria a sus padres. Clara ya había sospechado de él porque iba siempre con grandes carpetas, pero las escondía en el sótano antes de subir a su casa. Ese día, la pandilla decidió darle a Clara el premio a la mejor detective: le regalaron una lupa. Cuestionario. Nivel 1 ¿Dónde se reúnen Eva y su pandilla? ¿Qué hacen en el parque Eva y su pandilla? ¿Qué libros le gusta leer a Anita? ¿Qué descubrió Marcos? ¿Qué secreto descubrieron Juani y Clara? ¿Viven todos en el mismo barrio? Nivel 2 ¿Van todos a la misma escuela? ¿Por qué? ¿La Plaza está detrás o delante de la cancha? Juani vive en el mismo edificio que uno de los miembros de la pandilla, ¿de cuál? Nivel 3 ¿Por qué juega la pandilla a ser detectives? ¿Por qué le han dado a Clara el premio a la mejor detective? ¿El chico que estudiaba derecho, ¿para qué escondía las carpetas en el sótano? ¿Qué quería ser en realidad?
