Componentes no verbales y verbales en la comunicación Los componentes no verbales en cuanto a contenido a cuidar, según Miguel Costa y Carmen Serrat en su libro Terapia de Pareja, fundamentalmente, serían los siguientes: -Es necesario el contacto visual, su ausencia interfiere en la buena comunicación. -La expresión facial debe ser atenta y relajada en principio. -El uso de las manos para resaltar ciertos contenidos y la apertura de los brazos indican una actitud abierta y receptiva. -La postura del cuerpo, acercamiento, rigidez o inclinación hacia atrás o adelante, son indicadores de atención e interés hacia la otra persona o de enfado y rechazo. –El tono y volumen de la voz, demasiado alto puede incitar a una actitud defensiva, muy bajo exige demasiado esfuerzo y puede resultar poco efectivo. Debe adecuarse a lo que queremos expresar. El tono, si es monótono, provoca aburrimiento y distracción. Y al revés, las adecuadas inflexiones de la voz suscitan el interés de la otra persona. Las actitudes no verbales pueden indicar estados de ánimo y transmitir contenidos que pueden hasta cambiar el significado de la comunicación verbal. Los componentes verbales de la comunicación (interrupciones, paráfrasis, afirmaciones dogmáticas o exageradas, reiteraciones…) también suelen tener funciones significativas aparte de la mera expresión de contenidos. El fomentar estados emocionales positivos y receptivos a lo que queremos manifestar también dependerá de la buena o mala comunicación de determinados contenidos verbales. Cuáles son los errores más frecuentes en la comunicación en pareja Os presento en este blog una lista de los errores más frecuentes en la comunicación en pareja en cuanto a comunicación verbal: -1-Expresiones de estado de ánimo que encierran una acusación: “me enfadas”, “me deprimes”… en cambio expresar los sentimientos de forma que implique la asunción de la propia responsabilidad, puede ser beneficioso: “cuando dices eso me siento mal”, “cuando te comportas así , me provoca irritación…” -2- La comunicación de problemas de modo impreciso y generalizado: “no me ayudas en la casa”, “cada vez me haces menos caso o tienes menos detalles conmigo”, “no me entiendes” , “no me deseas”… este es el modo de describir que emplean las parejas en conflicto, lo que hace que el receptor del mensaje no sepa qué hacer en concreto, que es lo que desea verdaderamente su pareja que él o ella cambie en su comportamiento. -3-Adivinación del pensamiento: cuando la pareja lleva mucho tiempo en conflicto, su frustración hace que anticipe una respuesta no funcional y repetida en el otro. Cuando se la expresa, “adivinando” lo que el otro va a decir o a hacer , cierra el flujo a que el otro cambie. Por lo que la solución es ser específico. -4- Discutir para ganar, para llevar la razón, en lugar de hablar para “ganar, ganar… los dos”, llegar a acuerdos y negociar soluciones. -5-Utilizar afrentas, decepciones o errores del pasado, en lugar de centrarse en un problema concreto o expresar un deseo de cambio específico; escuchando los argumentos y sentimientos del otro, intentar imponerse usando fallos que nos alejan en el tiempo… Llevar en la mochila como armas arrojadizas, errores del pasado como si fueran granadas que arrojaremos si no logramos lo que queríamos. -6-Expresión desconectada o desviación del tema que nos ocupa en ese momento. Hay personas que empiezan hablando de un tema y acaban sacando a colación otros que nada tienen que ver. O cambian conscientemente de tema. -7-Déficit de lenguaje positivo y recompensante: Uno de los interlocutores omite alabar o reconocer las cualidades como persona del otro o los méritos de sus acciones. -8-Exceso de lenguaje positivo: uno de los interlocutores halaga en exceso al otro. -9-Hablar en exceso: uno de los interlocutores habla considerablemente más que el otro. -10-Hablar mucho menos de lo normal, no opinar ni proponer, tener una actitud pasiva e inexpresiva, incluso cuando el otro le demanda reiteradamente respuestas. -11-Respuesta demasiado rápida para la escucha y recepción adecuada de lo que el otro dice. -12- Respuesta demasiado lenta y forzada, demostrando poco interés o una actitud poco activa. -13-Interrupción: Uno de los dos interviene cuando el otro habla , pudiendo provocar que el otro se despiste o se canse y acabe rápido. -14- Rizar el rizo: esforzarse en clarificar, aclarar y discutir detalles irrelevantes. -15-Afirmaciones radicales o dogmáticas: “Todo o nada”, “blanco o negro”. -16-Discurso excesivamente emocional, para manipular al otro, con gritos, llantos,… -17-Déficit en reconocer la razón de la otra parte: no admitir los argumentos del otro, ni reconocer cuando uno se ha equivocado. -18-Contraquejas o contracríticas: responder a una queja o petición de cambio de una conducta con otra. -19-Dar demasiada o poca información al otro sobre el tema a tratar, cansándolo si es en exceso o no propiciando la resolución del problema o el acuerdo si es escasa. -20-Negarse a reconocer la parte de responsabilidad que a uno le corresponde y culpar al otro. Muchas de las conductas de ambos miembros de la pareja pueden llegar a realizarse como consecuencias de las conductas del otro. Según se utilicen, pueden contribuir al aprendizaje de conductas efectivas empleadas en la resolución de problemas o conductas inadecuadas que agraven los conflictos. El realizar comentarios positivos sobre la conducta deseable del otro servirá de reforzador para que el otro la mejore y repita y a la inversa. No debemos considerar «normal» , o que «está haciendo lo que debe», simplemente, sin valorarlo, porque contribuiremos a la extinción de esa buena conducta.