Comunidades microbianas de plantas: Aprender de la naturaleza para la agricultura Ana Fernández Jiménez Francisco Martín Martínez Esperanza Tapia Rodriguez Jose Manuel Azogue Respeto Valeria Gea Cotes Amai Marta Cervera Diedhiou Índice 1. Introducción 2. Objetivos 3. Metodología 4. Planta-microorganismos 4.1. Microorganismos presentes en la rizosfera 4.2. Mutualismo en la raíz de las plantas y simbiosis micorrícica 5. Fijadoras de nitrógeno (leguminosas y no leguminosas) 6. Estimulación de crecimiento de plantas 7. Aplicaciones prácticas en agricultura 8. Factores que influyen en la composición de comunidades (desafíos y obstáculos basados en la agricultura) 9. Conclusión 10. Bibliografía 1.- Introducción Este trabajo se enfoca en la interacción entre las plantas y las comunidades microbianas, destacando su importancia en la agricultura contemporánea. Desde las asociaciones simbióticas con hongos micorrízicos hasta la fijación de nitrógeno por bacterias especializadas, exploramos cómo estas relaciones pueden mejorar la salud, el crecimiento y la productividad de los cultivos. Las comunidades microbianas son una herramienta clave para promover prácticas agrícolas sostenibles y avanzar hacia un futuro más saludable y productivo. 2.-Objetivos del trabajo Este trabajo se enfoca en el estudio y aplicación de comunidades microbianas para mejorar la agricultura. Aprovecha la adaptación de las plantas a la interacción con microorganismos, como micorrizas y bacterias fijadoras de nitrógeno, para potenciar la absorción de nutrientes, resistencia a enfermedades y tolerancia al estrés. El objetivo es optimizar la producción agrícola reduciendo la dependencia de químicos, ya que las raíces están rodeadas de distintos microorganismos (bacterias, virus y hongos) y mitigando impactos ambientales. Esto abre nuevas posibilidades para enfrentar desafíos alimentarios globales, aprovechando el conocimiento sobre la naturaleza y promoviendo prácticas agrícolas sostenibles. 3.- Metodología Buscadores empleados: -https://scholar.google.es/schhp?hl=es -https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov Palabras clave utilizadas: mutualismo, micorrícica, microorganismos, fijadores, nitrógeno, biofertilización, fertilización, suelos,... (Las mayoría de estos términos han sido buscados en inglés aunque también en español) Se han elegido los artículos según lo que se quería comentar en cada apartado. *No encontramos gran cantidad de artículos para elegir. 4.- Planta-microorganismo La relación entre las plantas y los microorganismos es fundamental para el funcionamiento saludable de los ecosistemas y el desarrollo de las plantas. En un equilibrio simbiótico, las raíces de las plantas establecen asociaciones con microorganismos beneficiosos, como hongos micorrícicos y bacterias fijadoras de nitrógeno. Estas interacciones promueven la absorción de nutrientes, mejoran la resistencia a enfermedades y fortalecen la capacidad de las plantas para adaptarse a condiciones ambientales cambiantes. Además, algunos microorganismos descomponedores contribuyen al ciclo de nutrientes al descomponer materia orgánica muerta, liberando nutrientes esenciales para las plantas. Esta relación simbiótica entre plantas y microorganismos es esencial para la sostenibilidad de los ecosistemas y la salud de la vegetación en general. 4.1.- Microorganismos presentes en la rizosfera Para entender la diversidad y los microorganismos presentes en la rizosfera nos basamos en un estudio realizado (Ling, N., Wang, T. et Kuzyakov, Y., 2022 ) .En las comunidades microbianas, las especies altamente interconectadas se dividen en compartimentos que interactúan cada vez más profundamente entre sí que con otros grupos. Las redes bacterianas de la rizosfera son más complejas que las del suelo a granel. Dado que estos componentes pueden interpretarse microscópicamente, una explicación es la diversidad de nichos más evidente en la rizosfera global y local. La modularidad es uno de los principales problemas de las redes biológicas y la gran diversidad de la rizosfera revela topologías muy complejas. Aunque es más flexible, la red bacteriana que se encuentra en la rizosfera es menos estable debido a su estabilidad a corto plazo en comparación con la estabilidad del suelo a granel. La rizosfera y la calidad del suelo se caracterizan por diversos mecanismos de control bacteriano: factores de esporulación y sistemas toxina-antitoxina. Las condiciones para la esporulación son altas en el suelo y los sistemas de toxina-antitoxina son abundantes en la rizosfera. Durante el crecimiento de las plantas, las raíces liberan rápidamente muchas sustancias que aparecen en la rizosfera, y estas sustancias controlan el crecimiento y la actividad de los microorganismos. La esporulación es más común en suelos secos pero menos común en arrozales. Por lo tanto, en suelo seco, la formación de esporas bacterianas se debe más a la estabilidad del medio ambiente, mientras que en los campos de arroz, la formación de esporas bacterianas no es muy importante debido a la diferencia de humedad que afecta la expansión del moco. Los genes relacionados con la latencia/esporulación aumentaron significativamente durante la sequía. El sistema toxina-antitoxina consta de genes que codifican proteínas de la toxina que inhiben el crecimiento celular y antitoxinas que combaten la toxina. Se piensa que el ARNr en procariotas puede estar involucrado en la ejecución de procesos metabólicos no autótrofos. Los organismos tróficos poseen muchos ribosomas y logran un crecimiento rápido al retener muchas copias de ARNr en sus genes. La rizosfera es el hogar de muchos organismos eutróficos (p. ej. es decir, Bacteroidetes y Proteobacteria), determinado por altos recuentos de secuencias genéticas de ARNr asociados con ellos. Esto confirma que los grupos dominantes en la rizosfera son bacterias de rápido crecimiento, especialmente Proteobacteria y Bacteroidetes. Las células oligotróficas poseen menos operones que las células eutróficas. El número de operones de ARNr es menor en la microbiota oligotrófica, lo que muestra un rápido crecimiento y estabilidad poblacional. El número de copias de los operones de ARNr aumenta con la disponibilidad de recursos. Los gristrofos abundan cuando los recursos abundan, como los sitios y la rizosfera donde las plantas producen productos fotosintéticos para producir carbono y energía utilizable. Como interfaz entre las raíces y el suelo, la rizosfera contiene una población grande y diversa de bacterias que regulan el potencial de carbono y nitrógeno del suelo. Debido al aumento de factores derivados de plantas, los genes relacionados con la conversión de C y N son más activos en la rizosfera, lo que resulta en un mayor número de patógenos y crecimiento de la rizosfera. La rizosfera es responsable de casi todas las funciones del ciclo del nitrógeno (excepto la nitrificación), y el alcance de su influencia depende en gran medida del grupo de plantas. La digestión ocurre en condiciones aeróbicas, pero debido a que las raíces y los microorganismos consumen más oxígeno que la mayoría de los suelos, a menudo se pierde oxígeno. Las actividades relacionadas con la descomposición y transformación de compuestos orgánicos, como celulólisis, xilanólisis, ligninólisis, ureolisis y quitinólisis, son generalmente más intensas en la rizosfera, reflejando la mayor abundancia y actividad de bacterias que degradan estas sustancias. Los genes de oxidación de metanol y metilotrofía son mucho más abundantes en la rizosfera que en el suelo a granel (excepto en arrozales). La metilotrofía es mayor en la rizosfera, pero en suelos de arroz esta diferencia se suaviza debido al microambiente aeróbico alrededor de las raíces de arroz y la alta dilución de C reducido disponible en el agua. Los grupos funcionales de plantas, como gramíneas y hierbas, tienen características distintas y llenan nichos específicos. Las gramíneas tienen sistemas de raíces mucho más densos, raíces más finas y mayor biomasa de raíces que las hierbas, acelerando el ciclo de nutrientes por la intensa descomposición de la hojarasca y la rizodeposición. Por tanto, los grupos funcionales de las plantas son responsables de las funciones de la rizosfera. Particularmente en la rizosfera, las plantas están expuestas a miles de patógenos , incluyendo bacterias , hongos y virus. Los patógenos vegetales y los organismos fijadores de nitrógeno (como los rizobios, etc.) Se enriquecen en la rizosfera porque su reproducción y actividad dependen de la presencia de materia orgánica en la planta en la que ingresan. La rizosfera, la región del suelo influenciada por las raíces de las plantas, es un entorno dinámico. En este entorno, el microbioma, que consiste en microorganismos del suelo, experimenta cambios rápidos tanto en términos de ubicación como de tiempo. 4.2.- Mutualismo en la raíz de las plantas y simbiosis micorrícica La simbiosis micorrícica representa una fascinante colaboración mutualista entre las plantas y los hongos. En este proceso, las raíces de las plantas se asocian con las hifas de ciertos tipos de hongos micorrícicos. Esta relación simbiótica proporciona beneficios sustanciales tanto para las plantas como para los hongos involucrados. Las hifas micorrícicas, al extenderse en el suelo, forman una red que aumenta significativamente la superficie de absorción de nutrientes de las raíces de las plantas. Esta extensión micorrícica eficiente facilita la captación de agua y minerales esenciales, como fósforo y nitrógeno, que a menudo son limitados en el suelo. La planta, a su vez, suministra al hongo compuestos orgánicos, como carbohidratos, que son productos de la fotosíntesis. Esta asociación mutualista es fundamental para el desarrollo saludable de muchas plantas. Al mejorar la capacidad de absorción de nutrientes, las plantas experimentan un crecimiento más robusto y una mayor resistencia a enfermedades. Además, la presencia de hongos micorrícicos puede conferir una mayor tolerancia a condiciones adversas del suelo, como altas concentraciones de sal. La simbiosis micorrícica no solo beneficia a las plantas individuales, sino que también desempeña un papel crucial en la ecología de los ecosistemas. Facilita la recirculación de nutrientes en el suelo y contribuye a la salud general de la comunidad vegetal. En resumen, la simbiosis micorrícica ejemplifica cómo las asociaciones mutualistas en el reino vegetal son esenciales para la sustentabilidad y la vitalidad de los ecosistemas. 5. Fijadoras de nitrógeno La mayoría de las moléculas biológicas están compuestas de nitrógeno. El nitrógeno se encuentra distribuido ampliamente en la naturaleza de forma gaseosa,líquida o sólida además puede aparecer libre o en combinaciones. Gran parte de los organismos son incapaces de metabolizar el nitrógeno,por esto, debe de ser previamente transformado por las plantas en productos absorbibles para los organismos. Además el crecimiento de las plantas tiene una relación muy íntima con la presencia del nitrógeno es por esto que la importancia del nitrógeno en la agricultura es tan alta,aumenta el crecimiento y productividad de las cosechas ,mientras,cuando se produce una ausencia de dicho elemento los rendimientos del cultivo son más bajos. Fijación del nitrógeno: es un proceso químico ,en el cual, el nitrógeno molecular que hay presente en el aire va a convertirse en amonio o en nitratos gracias a una serie de reacciones redox. Estos productos se incorporan a la biosfera y pueden ser así utilizados por las plantas. ·Hay dos tipos de fijación del nitrógeno: -Fijación abiótica son los procesos químicos espontáneos donde se forman óxidos por la combustión de compuestos orgánicos un ejemplo sería una descarga eléctrica.El ser humano puede sintetizar amoniaco por el método de Haber-Bosch. -Fijación biológica :realizada por organismos que pueden aprovechar el nitrógeno directo de la atmósfera a través de bacterias formando nódulos o en vida libre. Los nódulos son estructuras radiculares que resultan de la asociación simbiótica entre la planta y la bacteria, en esta asociación la planta consigue el nitrógeno asimilable que le es necesario para su crecimiento y desarrollo y la bacteria obtendrá de la planta protección y malato (forma ionizada del ácido málico) es un compuesto implicado y esencial en el ciclo de Krebs. La fijacion del nitrogeno en vida libre es realizado por ejemplo por bacterias del género Azotobacter(en ambientes extremos) o algunos microorganismos del género Clostridium que pueden fijarlo en condiciones anaerobias.Esta fijación es más relevante en ecosistemas acuáticos aquí implicados las Cianobacterias,que son los fijadores acuáticos más importantes,bien en vida libre o en simbiosis( Anabaena con el helecho Azolla). Remarcando sobre la fijación biológica encontramos dos tipos de simbiosis entre bacterias pueden ser: ·Con plantas leguminosas: Las bacterias fijadoras del nitrógeno que realizan una simbiosis con estas plantas son muy abundantes destacamos las del género Rhizobium (en general rizobios) y Azorhizobium con una diferencia significativa entre ambas, mientras la primera conduce a la formación de nódulos radicales y no puede fijar nitrógeno de forma independiente, la segunda los nódulos se presentan en el tallo y sí pueden crecer con nitrógeno atmosférico en su forma libre.Dentro de dichos nódulos se produce la reducción el nitrógeno atmosférico en amonio ,este sí es asimilable para las plantas produce beneficios ya que contrarresta la pérdida de nitrógeno por lixiviación o desnitrificación. La asociación simbiótica entre el rizobio y la leguminosa es muy específica , basada en una respuesta quimiostática y una unión específica a los pelos radicales antes de la formación del nódulo. Veamos ahora el proceso altamente específico dónde se forman los nódulos llamado nodulación: ·Nodulación: La nodulación es el proceso por el cual entran en simbiosis y forman los nódulos. Primero la bacteria reconoce a la planta y se adhiere a los pelos radicales.Esto hace que la planta excrete flavonoides e isoflavonoides que inducen a las bacterias a la expresión de los genes nod.Los pelos se curvan y se crea un tubo de infección,por el cual entran las bacterias,desplazándose hasta las células de la raíz principal.En este punto,las bacterias y las células vegetales se multiplican formandose el nodulo radical.La planta deforma morfologicamente a la bacteria y controla su capacidad de división.Ahora la bacteria se llama bacteroide y en conjunto con la célula vegetal simbiosoma.Es dentro de estos últimos en los nódulos maduros donde se produce la fijación de nitrógeno. La fijación del nitrógeno ocurre dentro de los nódulos pero se produce gracias a la presencia del complejo nitrogenasa: ·Nitrogenasa: La nitrogenasa es el sistema proteico capaz de hacer la fijación de nitrógeno,tan importante para el resto de seres vivos. Este sistema,es muy sensible al oxígeno,lo que hace que se hayan desarrollado ciertos sistemas evolutivos para proteger la reacción de éste.Está compuesta de dos partes,la ferroproteinda y la molibdoferroproteina .En el nódulo maduro,en el citosol de la célula vegetal,se sintetiza la proteína leghemoglobina. Esta proteína atrapa el oxígeno que hay alrededor,manteniendo constante y baja la concentración dentro del bacteroide,es decir,actúa como tampón de oxígeno. ·Con plantas no leguminosas: Se produce una asociación entre plantas actinorrizas, son angiospermas pueden ser árboles o arbustos pertenecientes a 8 familias distintas dónde encontramos ,por ejemplo, la familia Rosaceae y bacterias pertenecientes al género Frankia(Actinobacteria , una bacteria gram-positiva que crea unas hifas muy similares a las de los hongos a las que se les conoce como ̈ falsas hifas ̈ ). Esta asociación es menos específica ya que los nódulos son extremos celulares deformados(vesículas) no se produce un reconocimiento tan peculiar como el anteriormente visto en la simbiosis de Rhizobium-leguminosa.En estos nódulos se produce la fijación del nitrógeno, estos presentan unas estructuras gruesas que protegerán la nitrogenasa del oxígeno , permitiendo así a las bacterias del género Frankia fijar el nitrógeno en presencia de oxígeno haciendo esta simbiosis igualmente eficiente y obteniendo un interés esencial en la agricultura. 6.- Estimulación de crecimiento de plantas Alrededor de la planta, hay muchos microorganismos, hongos, bacterias y virus, aunque la mayoría se encuentran alrededor de las raíces, en la rizosfera. Los microorganismos más estudiados que ayudan al crecimiento son las rizobacterias promotoras del crecimiento vegetal (PGPM, sus siglas en inglés). Las plantas y estos microorganismos viven en simbiosis.Los microorganismos se adentran en el tejido cortical de la planta, y en la mayoría de casos, dentro de las células de estas. Los microorganismos pueden promover el crecimiento de las propias raíces o de la parte aérea de la planta, y lo pueden hacer de forma directa, creando metabolitos que estimulen el crecimiento de la planta, o de forma indirecta, siendo antagonistas de microorganismos perjudiciales para la planta. La mayoría de microorganismos que habitan en la rizosfera son bacterias.Un estudio analizó la rizosfera de dos cultivos de palmera datilera, Khalas y Sukkari, y encontró que el 62% y el 86% de los microorganismos respectivamente eran bacterias.Otro estudio demuestra como las plantas de Banana Berangan muestran un aumento en el contenido de clorofilas, biomasa y en el crecimiento de brotes y raíces después de la inoculación con Bacillus sphaericus y Azospirillum. También encontramos hongos entre los microorganismos más importantes, como, Trichoderma, Penicillium, Esclerotium y Fusarium. Estos solubilizan el fósforo del suelo, y hace biodisponible a otros nutrientes para la planta.También producen fitohormonas y ayudan a la planta a atrapar más agua. Dentro de los PGPM hay microorganismos que también ayudan a las plantas a sobrevivir en ambientes o temporadas hostiles; por ejemplo, modulando el crecimiento de las raíces en función cuanta agua haya en la zona, así como microorganismos que se usan en la bioaumentación como fitorremedio, poniendo a disposición de la planta sustancias tóxicas como metales pesados.Estreptomyces produce antibióticos,inhibiendo el crecimiento de bacterias,hongos u otros microorganismos patógenos del suelo.Otros aumentan el éxito de las semillas al germinar, como Azospirillum y Rhizobium, que puede aumentar el éxito hasta en un 20%. 7.- Aplicaciones prácticas en agricultura Las comunidades microbianas están compuestas por un conjunto de distintos microorganismos (virus, bacterias, hongos y arqueas) que conviven juntos para realizar determinadas funciones en un entorno concreto, ya que la funcionalidad de estas comunidades microbianas es indispensable para la productvidad agrícola y la sostenibilidad ambiental. Las comunidades microbianas contribuyen al rendimiento y estado general del suelo, son encargadas en la fijación de nitrógeno en el suelo mediante la abundante energía lumínica por la formación de nitritos y nitratos; y mediante la actividad microbiana selecta del suelo donde los mircoorganismos absorben el nitrógeno atmosférico y lo convierten en amonio, siendo un aporte favorable para el rendimiento y crecimiento de las plantas; Por otro lado, los hongos micorrízicos forman asociaciones simbiótcas con las raíces, entre otras funciones que pueden desempeñar estas comunidades microbianas. Estos microorganismos además sirven de biomarcadores, indicando si hay algún tipo de contaminante en ese suelo. Señala en caso de que las haya, las posibles interacciones entre el contaminante y el organismo; así como la medición de efectos subletales y detección de efectos tempranos para conducir al agricultor a medidas de prevención y/o remediación. Por otro lado, presenta limitaciones ya que se ven afectados por las variables ambientales entre otros factores. Estos biomarcadores pueden ser sometidos a análisis químico para ser usado como reflejo de la salud del ambiente, en este caso el suelo. Con la aplicación de estas pruebas es posible relacionar la extensión de las respuestas biológicas con el grado de deterioro ecológico en el ecosistema estudiado (suelo). Optando por la sostenibilidad y la operatividad de las comunidades microbianas, surge el término de biofertilización, siendo un proceso empleado por numerosos agricultores en el que se mejora la disponibilidad de nutrientes del suelo además del rápido crecimiento de las plantas a través del uso de microorganismos citados anteriormente; dicho de otro modo, sustituir el uso de agroquímicos por productos orgánicos. Los biofertilizantes aumentan la materia orgánica del suelo, cada vez van siendo más usados por las personas dedicadas a la agricultura ya que dan lugar a procesos rápidos, consumen poca energía, no resultan contaminantes para el medio ambiente, incrementan la fertilidad del suelo y proporcionan protección frente a microorganismos fitopatógenos, al aportar microorganismos beneficiosos que ayudan a mantener un equilibrio ecológico por medio de la liberación de nutrientes inorgánicos ha aumentado la fertilidad de los suelos de cultivo. El uso indiscriminado de fertilizantes químicos ha causado pérdidas en la productividad de los suelos donde se realizan prácticas agrícolas comúnmente incorrectas ya que pueden derivar en la degradación de propiedades biológicas, físicas y químicas del suelo. 8.- Factores que influyen en la composición de comunidades Las comunidades microbianas de plantas tienen una gran importancia en el desarrollo de la agricultura. Estas se encargan de determinar la velocidad de recuperación de un suelo deteriorado o la ganancia o pérdida de fertilidad. Ciertos microorganismos como pueden ser los hongos y las bacterias fijadoras de nitrógeno mejoran la disponibilidad de nutrientes puesto que al descomponer la materia orgánica liberan nutrientes esenciales o incluso forman asociaciones simbióticas con las raíces ayudando así a la absorción y aumentando su resistencia y crecimiento. También juegan un papel clave en la protección contra patógenos. La composición de comunidades microbianas se ven afectadas por la interacción de diferentes factores como son ; la calidad del suelo en función de la disponibilidad de nutrientes y pH ya que son decisivos en la proliferación tanto de hongos como de bacterias, la erosión del suelo y la pérdida de biodiversidad que hace que se reduzca la disponibilidad de hábitats para los microorganismos. Las condiciones ambientales y la actividad humana mediante el uso de fertilizantes, pesticidas y cultivos pueden alterar la actividad de los microorganismos. Las condiciones climáticas como son la humedad o la temperatura también afectan a la diversidad y actividad de los microorganismos. La sequedad y las altas temperaturas pueden afectar reduciendo la disponibilidad de nutrientes y a la descomposición de la materia orgánica, lo contrario que sucede en condiciones más frescas y húmedas. A día de hoy el cambio climático supone un reto para la agricultura sostenible, este afecta a la disponibilidad de agua y nutrientes debido a la escasez y a los cambios en los patrones de precipitación. También participa en la presencia de enfermedades y plagas ya que las condiciones climáticas pueden crear un ambiente propicio para su propagación y esto hace que aumente la necesidad de utilizar productos químicos que tendrán un impacto negativo a largo plazo y en el crecimiento de los cultivos. La actividad humana es decisiva en la composición de las comunidades microbianas. En el caso del uso de fertilizantes cuya función es proporcionar nutrientes esenciales para el desarrollo de la planta, un mal o excesivo uso puede causar un desequilibrio que afecte al funcionamiento del sistema puesto que estos fertilizantes pueden minimizar el contenido de materia orgánica de muchos suelos agrícolas y afectan tanto a los microorganismos perjudiciales como a los beneficiosos por tanto pueden alterar el sistema. En el caso de los pesticidas que en primera instancia son utilizados para controlar plagas también pueden llegar a afectar a las comunidades microbianas eliminando así organismos que son clave para el desarrollo de estas comunidades o generar problemas de contaminación en el suelo, en el agua la biota o en sedimentos a través de descarga de sustancias tóxicas a los sistemas lagunares y vías de drenaje. Por último, el tipo de cultivo también influye en estas comunidades. Cada especie de planta establece asociaciones diferentes con microorganismos por lo que la diversidad de comunidades microbianas está relacionada con la diversidad de plantas de un sistema. Esta diversidad es imprescindible para garantizar el ciclo de los nutrientes, los procesos de descomposición de la materia orgánica, la mineralización o la mejora de la estructura del suelo.Por ello la elección o la rotación de diferentes cultivos constituyen sistemas má saludables y sostenibles que ayudan a mantener la diversidad microbiana y evitan la propagación de patógenos. Otra forma más inusual de influir en las comunidades microbianas es la recuperación de estas comunidades mediante la restauración de la salud del ecosistema con la introducción de microorganismos en un entorno específico. Esta técnica busca mejorar las funciones biológicas actuando en varios frentes. En la descomposición de contaminantes, en la estimulación del sistema inmunitario, en la fijación de nutrientes, en la producción de metabolitos, compitiendo contra patógenos o especies perjudiciales y estableciendo relaciones simbióticas con otros organismos fomentando así la actividad microbiana .Cabe decir que esta técnica es utilizada en ecosistemas afectados por la contaminación o cambios ambientales. Para abordar estos obstáculos que influyen en la composición de comunidades microbianas hay que adoptar prácticas más saludables que promuevan el equilibrio del suelo y la diversidad microbiana. Esta preocupación por una agricultura más sostenible que sea capaz de mantener la producción en comparación a las técnicas convencionales de cultivos y que mejore la calidad del suelo impulsa propuestas como; La agricultura ecológica que apoya a las comunidades microbianas por el mínimo uso de químicos, la utilización de abonos, residuos animales y vegetales, por su capacidad para mejorar la salud de la planta y los suelos agrícolas. Evitar la labranza excesiva para conservar la estructura del suelo, el desarrollo de prácticas de pastoreo planificado para estimular el suelo o la incorporación de microorganismos beneficiosos que promueven el crecimiento y combaten patógenos. Pero la implementación de una agricultura respetuosa con las comunidades microbianas supone varios desafíos. Entre ellos, las condiciones del mercado, la demanda suele favorecer a las prácticas intensivas por querer obtener rendimientos altos e inmediatos lo que también puede resultar en el uso excesivo de antibióticos y pesticidas . Los costos iniciales también pueden ser un desafío puesto que no todo el mundo tiene los medios para realizar esa transición, y el poco conocimiento o falta de comprensión sobre la importancia de las comunidades microbianas y el acceso limitado a las tecnologías o la información también son una limitación. Para poder superar estos obstáculos son necesarias nuevas políticas agrícolas, más educación e investigación y apoyo para que se puedan producir las transiciones. 9.- Conclusión En resumen, este estudio ha puesto de manifiesto la importancia crítica de las comunidades microbianas en la agricultura, cumpliendo con los objetivos establecidos al explorar las relaciones simbióticas y su impacto en la salud del suelo. La comprensión de estas interacciones ofrece oportunidades para una agricultura más sostenible y resiliente, destacando la necesidad de implementar prácticas que fomenten la diversidad microbiana y promuevan la salud a largo plazo de nuestros ecosistemas agrícolas. Estos hallazgos abren la puerta a una transformación positiva en la forma en que cultivamos nuestros alimentos, priorizando la armonía con la naturaleza y garantizando la seguridad alimentaria futura. 10.- Bibliografía Kaur, S., Campbell, B. J., & Suseela, V. (2022). Root metabolome of plant-arbuscular mycorrhizal symbiosis mirrors the mutualistic or parasitic mycorrhizal phenotype. New Phytologist, 234, 672-687. https://nph.onlinelibrary.wiley.com/doi/pdf/10.1111/nph.17994 Ling, N., Wang, T., & Kuzyakov, Y. (2022). Rhizosphere bacteriome structure and functions. Nature Communications, 13, 836. https://www.nature.com/articles/s41467-022-28448-9 Andrews, M., & Andrews, M. E. (2017). Specificity in Legume-Rhizobia Symbioses. 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