Subido por Mercedes Amador

El plan de Dios para nuestra restauración y salvación

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El plan de Dios para nuestra restauración y salvación
vinieron al otro lado del mar, a la región de los gadarenos. Y
cuando salió él de la barca, en seguida vino a su encuentro, de
los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo, que tenía su
morada en los sepulcros, y nadie podía atarle, ni aun con
cadenas. Porque muchas veces había sido atado con grillos y
cadenas, mas las cadenas habían sido hechas pedazos por él, y
desmenuzados los grillos; y nadie le podía dominar. Y siempre,
de día y de noche, andaba dando voces en los montes y en los
sepulcros, e hiriéndose con piedras. Cuando vio, pues, a Jesús
de lejos, corrió, y se arrodilló ante él. Y clamando a gran voz, dijo:
¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro
por Dios que no me atormentes. Porque le decía: Sal de este
hombre, espíritu inmundo. Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y
respondió diciendo: Legión me llamo; porque somos muchos. Y le
rogaba mucho que no los enviase fuera de aquella región. Estaba
allí cerca del monte un gran hato de cerdos paciendo. Y le
rogaron todos los demonios, diciendo: Envíanos a los cerdos para
que entremos en ellos. Y luego Jesús les dio permiso. Y saliendo
aquellos espíritus inmundos, entraron en los cerdos, los cuales
eran como dos mil; y el hato se precipitó en el mar por un
despeñadero, y en el mar se ahogaron. Y los que apacentaban
los cerdos huyeron, y dieron aviso en la ciudad y en los campos.
Y salieron a ver qué era aquello que había sucedido. Vienen a
Jesús, y ven al que había sido atormentado del demonio, y que
había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio cabal; y
tuvieron miedo.
Marcos 5:1-15
antes de conocer a Cristo, muchos de nosotros éramos igual a este hombre, con un yugo de
pecado que nos tenía muertos espiritualmente, hiriéndonos a nosotros mismos con
resentimiento en nuestro corazón
Como se puede apreciar en la lectura, muchas veces lo sujetaron con cadenas y las rompía. De
forma similar, nosotros no queríamos estar sujetos a la ley de Dios o el yugo de Cristo en
nuestras vidas, en el cual está la verdad
Jesús dijo . Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de
corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
Mateo 11:29-30
Hoy en día sigue ocurriendo lo mismo, a muchas personas escuchan la Palabra, pero no
quieren estar sujetos a la ley de Dios o el yugo de Cristo, porque se rehúsan abandonar las
prácticas a las que están acostumbrados. Pero resulta que el alcoholismo, el cigarrillo, la
drogadicción y las prácticas similares, son las que los tienen verdaderamente atados y
encadenados a la humanidad en estos tiempos.
El Único que puede romper las cadenas de vicios o cualquier tipo de ataduras se llama
Jesucristo, al igual que este hombre fue liberado, Cristo en este tiempo también trae libertad a
quien venga a él.
Por lo tanto, podemos decir que quizás por ignorancia o porque no habíamos abierto nuestro
corazón a Dios, queríamos llevar esa vida que nos seguía lastimando y dañando al igual que el
hombre de esta historia.
Pero por otro lado, pudimos ver la misericordia de Dios en nosotros, como también la tuvo con
este hombre, por el cual fue exclusivamente a este pueblo de Decápolis, llamado Gadara para
liberarlo de la opresión demoníaca que lo tenía cautivo.
Jesús tiene el poder de transformar nuestras vidas también. Si estamos luchando con cualquier
forma de opresión, no hay necesidad de sentirnos sin esperanza. En Jesús, encontramos la
esperanza y la liberación que necesitamos.
deja que el poder de Jesús transforme tu vida . Recordemos que Jesús es el único que puede
traer la verdadera libertad y sanidad a nuestras vidas.
La situación desesperada en la que se encontraba el endemoniado Gadareno era muy
complicada si nos imaginamos por un momento. El versículo 5 de Marcos 5 nos dice que
"siempre, noche y día, andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, e hiriéndose con
piedras".
Ezoic
Imaginen por un momento a este hombre, viviendo en completa soledad, encerrado en los
sepulcros, y herido a sí mismo. Él había perdido toda su humanidad y no tenía control sobre su
propia vida. Los demonios habían tomado el control y lo habían arrastrado a la oscuridad.
Y cuántos de nosotros también hemos experimentado esa misma sensación de soledad y
desesperación, sintiendo que no tenemos ningún control sobre nuestras vidas. A veces,
podemos sentir que nuestros problemas son demasiado grandes y que no hay solución a la
vista.
Pero en la historia del endemoniado Gadareno, vemos que Jesús está dispuesto a intervenir.
Jesús se acercó a él y lo liberó de su opresión. Si Jesús pudo liberar a este hombre de la peor
opresión que pudiera existir, ¿no puede Él también liberarnos de nuestras cargas?
Hermanos y hermanas, no importa cuán desesperada sea nuestra situación, siempre hay
esperanza en Jesús. Él está dispuesto a intervenir en nuestras vidas y llevarnos a la libertad y a
la paz que anhelamos. Si estamos luchando con cualquier forma de opresión, les animo a
poner nuestra confianza en Jesús y a dejar que Él nos libere de nuestras cargas.
Por último quiero hablarles sobre la respuesta del endemoniado Gadareno liberado. Después
de que Jesús expulsó a los demonios y lo liberó, el Gadareno experimentó una transformación
radical en su vida. En los versículos 14-20 de Marcos 5, vemos cómo el Gadareno comenzó a
vivir una vida completamente diferente después de encontrarse con Jesús.
En primer lugar, vemos que el Gadareno fue sanado físicamente. Antes de su encuentro con
Jesús, estaba desnudo y cortándose con piedras. Pero después de ser liberado, estaba vestido
y en su sano juicio. Esto muestra cómo Jesús no solo nos libera de las opresiones espirituales,
sino que también puede sanar nuestras heridas físicas.
Quizás hoy te encuentres en una situación similar a la del endemoniado gadareno, sintiendo
que no hay esperanza para ti. Pero te animo a que mires a Jesús, a quien podemos acudir con
confianza. Él es nuestro libertador y salvador. Incluso si has estado luchando durante años, Él
puede cambiar tu vida en un instante.
No importa cuál sea tu lucha, si pides ayuda a Jesús, Él puede darte la liberación que necesitas.
Así que hoy te invito a que te acerques a Él, a que le confíes tus problemas y tus cargas, y a que
experimentes la libertad que sólo Él puede dar
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