Jesús y el endemoniado El planeta está poseído por los demonios de Satanás, Dios le entregó este mundo al enemigo ya que Adán y Eva eligieron a Satanás y aceptaron su consejo, despreciando a Dios. Las consecuencias de esa elección hoy nosotros las vivimos. En la biblia se relata la historia de unos hombres con aspectos terribles que estaban endemoniados. Al menos se nombra a uno de ellos que presentaba un despojo de sus facultades y deseos, ya que eran manipulados por los demonios que residían en su cuerpo haciendo lo que deseaban con ese hombre. Cristo llega a la tierra de Gadara con una clara misión de rescatar a ese hombre, ya que dicha comarca en la que residían en su mayoría no judíos lo rechazaban y no le prestaban mayor ayuda. Cristo sabía que debía liberar a ese hombre y que este endemoniado estaba deseoso de encontrar una salida de su condición de esclavo. 26 Y arribaron a la tierra de los gadarenos, que está en la ribera opuesta a Galilea. 27 Al llegar él a tierra, vino a su encuentro un hombre de la ciudad, endemoniado desde hacía mucho tiempo; y no vestía ropa, ni moraba en casa, sino en los sepulcros. 28 Este, al ver a Jesús, lanzó un gran grito, y postrándose a sus pies exclamó a gran voz: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes. 29 (Porque mandaba al espíritu inmundo que saliese del hombre, pues hacía mucho tiempo que se había apoderado de él; y le ataban con cadenas y grillos, pero rompiendo las cadenas, era impelido por el demonio a los desiertos.) 30 Y le preguntó Jesús, diciendo: ¿Cómo te llamas? Y él dijo: Legión. Porque muchos demonios habían entrado en él.31 Y le rogaban que no los mandase ir al abismo.32 Había allí un hato de muchos cerdos que pacían en el monte; y le rogaron que los dejase entrar en ellos; y les dio permiso.33 Y los demonios, salidos del hombre, entraron en los cerdos; y el hato se precipitó por un despeñadero al lago, y se ahogó. 34 Y los que apacentaban los cerdos, cuando vieron lo que había acontecido, huyeron, y yendo dieron aviso en la ciudad y por los campos. 35 Y salieron a ver lo que había sucedido; y vinieron a Jesús, y hallaron al hombre de quien habían salido los demonios, sentado a los pies de Jesús, vestido, y en su cabal juicio; y tuvieron miedo.36 Y los que lo habían visto, les contaron cómo había sido salvado el endemoniado. 37 Entonces toda la multitud de la región alrededor de los gadarenos le rogó que se marchase de ellos, pues tenían gran temor. Y Jesús, entrando en la barca, se volvió. 38 Y el hombre de quien habían salido los demonios le rogaba que le dejase estar con él; pero Jesús le despidió, diciendo: 39 Vuélvete a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas www.necesitoacristo.com[Escriba www.necesitoacristo.com texto] Página 1 ha hecho Dios contigo. Y él se fue, publicando por toda la ciudad cuán grandes cosas había hecho Jesús con él. Lucas 8:26-39 Muchas veces uno se pregunta, ¿cómo se puede llegar a tener un acercamiento a Cristo? y transmitir esa relación de Cristo con cada uno de nosotros a otras personas que no lo conocen. La respuesta que resuena con más fuerza a la luz de la historia del endemoniado gadareno es la experiencia. Existen otras herramientas como la predicación, la verdad única de las revelaciones de apocalipsis o la mente cultivada y moderna para entregar un mensaje actual e interesante, pero la biblia ha demostrado que eso no basta para alcanzar a las personas que requieren de Jesús en sus vidas, sino compartir la experiencia de Cristo en tu vida a otros. Cristo logró compartir a los discípulos una vida intachable de amor, por lo que necesitaban del cariño de Dios. Este amor entregado al endemoniado de Decápolis muestra la misericordia de una persona que viajó por medio de una tormenta (Lucas 8:23) para alcanzar a una alma, que por ese amor expresado se convertiría en una prueba viviente del amor de Dios. Sin vivir la experiencia de cómo Dios te ha salvado a ti, no podrás vivir la experiencia de salvar a otros. Jesús quería que ese endemoniado fuera el testamento viviente del poder de Dios para cambiar vidas desde el interior de nuestros corazones y hacerlos hijos de él por siempre. Como hijos de Dios estamos siendo llamados a traer a la vida, las almas que el enemigo quiere arrebatar de los brazos de Cristo. Muchas personas en el mundo vivieron y viven entre los muertos aun estando en vida, así como el endemoniado estaba siempre cerca de los cementerios y los muertos, su naturaleza lejos de Cristo lo hacía un muerto de entre los vivos. “El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida”1 de Juan 5:12 El énfasis parece ser este: Si no estás espiritualmente muerto, tu deber es ir a predicar el reino de Dios. Deja el entierro de los que están físicamente muertos a aquellos que están espiritualmente muertos. ¡Miserable de mí! ¿Quién me libertará de este cuerpo de muerte? Romanos 7:24 La pregunta, ¿cómo uno se puede acostumbrar a vivir entre los muertos? Y la verdad es que no es tan difícil una vez que te acostumbras. Los humanos somos personas de costumbres y mientras estas se arraiguen a nosotros será difícil que nos incomoden. Esto sucede de la misma manera que la típica historia de la rana. Dicha rana estaba muy feliz dentro de una charca metálica, si, una charca metálica mejor llamada olla. Su charca poco a poco comenzó a calentarse, pero como había tanta paz y se encontraba solitariamente feliz, decidió quedarse. Pasó el tiempo y luego de calentarse más y más la olla se comenzó a darse cuenta que no estaba en un apacible charco, sino siendo parte de una comida. En ese punto, ya era muy difícil arrancar. www.necesitoacristo.com[Escriba www.necesitoacristo.com texto] Página 2 Es así como el enemigo nos expone constantemente a su miseria, al sexo ilícito, el robo, la deslealtad para que primero condenemos estos actos y al pasar el tiempo sean tan comunes que no nos de miedo cometerlos de vez en cuando, en casos “justificados”. Para cuando ya estamos dentro de la basura, ya nada nos separa de esa sensación de satisfacción, el problema es que no nos damos cuenta que de las cosas que una vez rehuíamos, hoy están siendo parte de nuestras prácticas más deseadas. Un hombre dijo: “Las cadenas de un mal hábito son demasiado débiles para sentirse hasta que son demasiado fuertes para romperse”, justamente es la verdad. Tenemos tantas luchas perdidas, tantas pequeñas batallas que hemos perdido la moral de batallar, esto llega a un momento tal que estamos a merced de nuestros enemigos. Dios está de nuestro lado y desea que nos aferremos a él, a sus promesas dejadas en la biblia y que por sobre todo le entreguemos nuestros deseos, sueños y vidas por completo para sacarnos de este cuerpo de muerte y entregarnos la vida eterna, junto a él, nuestros amados y nosotros. “…cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo. Y él se fue, publicando por toda la ciudad cuán grandes cosas había hecho Jesús con él.” Dios te bendiga. www.necesitoacristo.com www.necesitoacristo.com[Escriba texto] Página 3