Subido por Laura Duque

181560147006

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Ciencias Holguín
ISSN: 1027-2127
[email protected]
Centro de Información y Gestión Tecnológica de
Holguín
Cuba
Postulados y perspectivas para la gestión
local de riesgos
Hardy-Casado, Virginia; Vilariño-Corella, Carlos; Montesinos-López, Osval
Postulados y perspectivas para la gestión local de riesgos
Ciencias Holguín, vol. 25, núm. 3, 2019
Centro de Información y Gestión Tecnológica de Holguín, Cuba
Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=181560147006
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Ciencias Holguín, 2019, vol. 25, núm. 3, Julio-Septiembre, ISSN: 1027-2127
Ciencias Técnicas
Postulados y perspectivas para la gestión local de riesgos
Postulates and perspectives for the risks local management
Virginia Hardy-Casado 1
Universidad de Holguín, Cuba
[email protected]
Redalyc: https://www.redalyc.org/articulo.oa?
id=181560147006
Carlos Vilariño-Corella 2
Universidad de Holguín, Cuba
[email protected]
Osval Montesinos-López 3
Universidad de Colima, México
[email protected]
Recepción: 21 Febrero 2019
Aprobación: 19 Junio 2019
Publicación: 31 Julio 2019
Resumen:
El perfeccionamiento de la gestión local de riesgos demanda una revisión exhaustiva de los elementos que la caracterizan y la
enriquecen desde diferentes postulados y perspectivas; el presente estudio asume ese reto. Mediante la revisión y el análisis de las
fuentes bibliográficas relacionadas, combina métodos estadísticos como el análisis factorial y el de componentes principales con
técnicas y herramientas como la tormenta de ideas, y matrices de consulta y concertación. Finalmente se logran identificar tres
factores latentes asociados a las perspectivas estratégica, sistémica e integrada, las principales variables asociadas a cada uno de ellos,
las relaciones que se establecen entre sus elementos, y las cualidades esenciales de la gestión local de riesgos.
Palabras clave: Gestión local, Riesgos, Desastres.
Abstract:
e perfecting of the local step of risks demands an exhaustive revision of the elements that they characterize her and they enrich
from different postulates and perspectives. e present study assumes that challenge, by means of revision and the analysis of the
bibliographic related sources, combining statistical methods like the factor analysis and the one belonging to principal components
with techniques and tools like brainstorming, and the consultations to specialists and experts. e strategic, systemic and integrated
perspectives, the principal variables correlated to each one as a result manage to identify three latent correlated factors themselves
theirs, the relations that become established between the elements, and the essential attributes of the local step of risks.
Keywords: Local management, Risks, Disaster.
Los desastres son eventos naturales, socionaturales y antropogénicos que limitan el desarrollo, demandan
recursos financieros y humanos que deben ser transferidos en función de su prevención, mitigación, respuesta
Notas de autor
1
Dra.C. Virginia Hardy-Casado [email protected]. Ingeniera Electricista, Máster en Gestión de la ciencia e innovación, Profesora Auxiliar del
Departamento de Desarrollo Local de la Facultad de Ciencias Empresariales y Administración en la Universidad de Holguín.
2
Dr.C. Carlos Vilariño-Corella [email protected]. Ingeniero Industrial, Doctor en Gestión de la ciencia, tecnología y medio ambiente, Profesor
Titular del Departamento de Desarrollo Local de la Facultad de Ciencias Empresariales y Administración en la Universidad de Holguín.
3
Dr.C. Osval Montesinos-López [email protected]. Ingeniero Físico, Doctor en Ciencias Técnicas, Profesor investigador y docente de la
Facultad de Telemática en la Universidad de Colima, México.
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Virginia Hardy-Casado, et al. Postulados y perspectivas para la gestión local de riesgos
y recaban la recuperación de los daños después de su impacto. En las últimas décadas el incremento en
frecuencia, magnitud e intensidad de los riesgos de desastres ha provocado una alta preocupación por el
tema a escala internacional, y demanda la revisión y actualización constante de sus fundamentos teóricos y
metodológicos, en particular en el ámbito local.
La gestión de riesgos es un proceso planificado, concertado, participativo e integral de reducción de las
condiciones de riesgos de desastres de una comunidad, de una región o de un país. Este proceso está ligado
íntimamente a la búsqueda de su desarrollo sostenible y requiere la intervención integral de cada uno de los
actores involucrados (Chuquisengo y Gamarra, 2001). Otros autores insisten que su principal atributo es el
carácter procesual. (Banco Interamericano de Desarrollo, 2016).
La finalidad de este proceso social es la previsión, la reducción y el control permanente de los factores
de riesgos de desastre en la sociedad, alineadas e integradas a las pautas de desarrollo humano, económico,
ambiental y territorial (Lavell, 2011). La gestión de riesgos por procesos en (Narvaéz, Lavell y Pérez 2009),
ofrece elementos que clarifican, organizan y estructuran las tecnologías para el ciclo completo de (prevención,
mitigación, preparación, respuesta y recuperación) que se enriquecen en (PREDECAN, 2009), con las fases
de dirección y coordinación, conocimiento, educación e información, planificación, asignación de recursos,
ejecución y control.
Desde la construcción social de riesgos se reconoce que la interrelación dinámica y cambiante de amenazas
y vulnerabilidades tiene una sedimentación básicamente sociológica. Por tanto, la dimensión social en
los análisis de riesgos adquiere una posición jerárquica, aquí lo participativo resulta elemento clave. La
participación es vista como la acción individual y comunal y por extensión al quehacer de las organizaciones e
instituciones incluyendo a las gubernamentales, en procesos de información, consulta y concertación para la
toma de decisiones. Otros autores (Teo et al.,2015) incluyen los elementos del empoderamiento y la equidad
de género, en calidad de ejes transversales al ciclo de gestión de riesgos.
Se precisa, además, incidir de manera integral ante todos los factores y actores que intervienen en la
generación de riesgos. Lo integral significa para (Cardona et al. 2010) incluir a los factores económicos,
ambientales y sociales con enfoque holístico, mientras que para (Lavell et al. 2003) la integralidad se alcanza
cuando se realiza una gestión con carácter correctivo y prospectivo, una planificación proactiva y reactiva y
la adaptación planificada y anticipada. Ambas perspectivas se complementan y son asumidas por los autores
de la presente investigación.
(Olcina, 2010), los aspectos estratégicos se abordan en con énfasis en las herramientas de la planeación y el
ordenamiento territorial y a través del análisis de escenarios. Para otros autores (Cutter et al., 2010; Cardona y
Carreño, 2011), la definición y uso de indicadores compuestos resulta vital para elevar la eficacia en la gestión.
El principal atributo de la gestión de riesgos es su contribución al desarrollo local (Bosomworth et
al., 2016), que se expresa mediante la descentralización en la toma de decisiones, y sobre todo en la
complementariedad entre los niveles de gobernanza (PREDECAN, 2009). Estos elementos se relacionan
directamente con la gestión local de riesgos.
La gestión local de riesgos comprende un nivel territorial particular de intervención, los parámetros
específicos que la definen se refieren a un proceso que es altamente participativo por parte de los actores
sociales locales y apropiado por ellos, muchas veces en concertación y coordinación con actores externos de
apoyo y técnicos. Esos actores sociales externos pueden ser integrantes de dependencias gubernamentales o
de organismos independientes, como asociaciones civiles que tienen como propósito la reducción de riesgos
y vulnerabilidades. (Lavell, Mansilla y Smith, 2003).
La diversidad de planteamientos sobre este tipo de gestión hace confusa la identificación de los elementos
clave y las relaciones que se establecen entre ellos, de manera tal que permita su caracterización, lo que
constituye el objetivo del presente artículo al encontrar en los fundamentos teóricos las regularidades
necesarias para esclarecer este particular. La importancia de esta tarea radica en dotar a los directivos,
decisores, gestores e investigadores relacionados con el tema de una propuesta que contribuye a clarificar
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perspectivas, cualidades y criterios que cualifiquen a la gestión de riesgos a desarrollar desde los territorios,
ecosistemas, ciudades y comunidades.
Materiales y métodos
En el desarrollo de la investigación se utilizaron métodos teóricos y empíricos, técnicas y herramientas de
trabajo grupal y matrices de consulta y consenso.
Se distinguen del nivel teórico: el histórico-lógico para valorar el desarrollo de los conceptos y
fundamentaciones teóricas en las últimas décadas; el análisis y síntesis para el tratamiento y resumen de la
información que permitió enriquecer el bagaje teórico y apropiarse de la lógica adecuada para la contrastación
con otros métodos; y el de inducción-deducción, que permitió realizar generalizaciones y llegar a nuevas
conclusiones acerca del objeto de investigación.
Del nivel empírico, se realizaron entrevistas a informantes clave, y una revisión profunda de la bibliografía
especializada; se diagnosticaron diferentes aspectos de la gestión local presentes en las conceptualizaciones y
postulados de la gestión de riesgos.
Se utilizaron métodos estadísticos descriptivos e inferencial, en particular, el análisis factorial exploratorio
y comprobatorio, y el de componentes principales para identificar las características, los elementos esenciales
y los nexos internos asociados a los tres factores latentes identificados.
El estudio bibliométrico para conocer el desarrollo del tratamiento del tema y su tendencia partió de
la caracterización de los registros bibliográficos de artículos científicos relativos a la temática. A partir de
indicadores bibliométricos se determinó el comportamiento de las publicaciones por años, los autores, las
instituciones y los países con mayor productividad. La revisión de 125 registros de los últimos 50 años en
las bases de datos ScienceDired, Springer y Scielo, permitió definir que es a partir de la década de los 90s del
pasado siglo que se desarrolla la mayor producción científica en este campo. La tendencia resultante que se
expresa a través del coeficiente de determinación R2 pronosticado fue del 75,7 % lo que indica un adecuado
ajuste del modelo predictivo. (Figura 1)
FIGURA 1.
Publicaciones sobre gestión local de riesgos en ScienceDired, Springer y Scielo 1977-2016
de-Zayas y Hardy (2016)
Se realizó la selección de 73 conceptos y posturas epistemológicas para el análisis en el periodo
comprendido entre 1996-2016. Las fuentes consultadas se corresponden con resultados de tesis doctorales,
normas nacionales e internacionales, libros y artículos publicados en bases de datos indexadas Scopus,
Scielo y publicaciones de organismos internacionales como la Estrategia Internacional para la Reducción
de Desastres, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, Cruz Roja y Media Luna Roja y La Red
Latinoamericana de Estudios de Desastres.
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La selección de los ítems o variables para el análisis parte de los elementos clave de las conceptualizaciones
de la gestión propiamente dicha, los elementos característicos de lo local y del desarrollo local y de las
acotaciones especificadas por estudiosos de riesgos de desastres. Vale destacar que no fueron incorporados
los términos siguientes: preparación, prevención, mitigación, reducción, rehabilitación, recuperación y
adaptación a riesgos por estar estrecha y directamente vinculadas al ciclo de reducción de riesgos de desastres,
ampliamente aceptado por la comunidad científica, la presencia de estos términos rebasa el 85% en los 73
fundamentos teóricos analizados, por lo que se asumen como invariantes.
De esta manera, se identifican 22 variables como resultado del proceso de consenso en taller de lluvias de
ideas con 15 especialistas. En la tabla 1 se presenta el nombre de cada una de ellas y la representación que se
le asigna para su tratamiento estadístico. Queda así establecida una matriz de datos binarios -la presencia de
la variable en la propuesta de cada autor asume el valor de 1 y su ausencia el valor de 0- con 73 individuos
y 22 items.
TABLA 1.
Variables seleccionadas para el análisis de las conceptualizaciones de gestión local de riesgos
Elaboración propia
Para el tratamiento estadístico se selecciona al Análisis Factorial (AF) que es un método estadístico
multivalente que permite identificar la estructura que subyace en una matriz de datos y analizar las
interrelaciones entre variables sin exigir la distinción entre variables dependientes e independientes. A través
del AF se puede tanto reducir el número de variables como identificar un conjunto de dimensiones o factores
latentes a los cuales se asocian dichas variables; conforma una nueva matriz de datos que pueden representar
con bajo nivel de distorsión al objeto estudiado. Se distinguen dos tipos de análisis factorial: el análisis factorial
exploratorio (AFE) y el análisis factorial confirmatorio (AFC).
En la primera etapa generalmente no se tiene una clara noción de la estructura y de las relaciones entre
los datos de la matriz obtenida, con el propósito de evaluar este fenómeno se adopta una postura puramente
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experimental y se aplican el Análisis factorial exploratorio (AFE) y el análisis de componentes principales
(ACP). El AFE permite determinar el número mínimo de factores comunes capaces de reproducir, de un
modo satisfactorio, las correlaciones observadas entre las variables y reconoce que cada ítem presenta una
varianza compartida con otros ítems, llamada también varianza común o comunalidades, otra varianza no
compartida propia de este ítem, y por último la varianza del error de medición de la variable.
En el ACP no se realizan distinciones entre la varianza específica y la compartida. Su objetivo es maximizar
la varianza explicada; así, el factor que mejor explica la dimensión analizada (el que representa mayor
variabilidad) se convierte en el primer componente principal y así sucesivamente. Se trata de una técnica que
permite sintetizar la información y favorece la reducción de las dimensiones para encontrar componentes
que expliquen la mayor parte de la varianza total.
Para este análisis se siguió la metodología propuesta por Ferrando y Anguiano-Carrasco (2010) que
consiste en la realización de las siguientes etapas: análisis preliminar de adecuación de los datos; estimación
del modelo; evaluación del ajuste y obtención de la solución transformada (rotación).
Análisis factorial exploratorio.
Una matriz de datos para un análisis factorial es idónea cuando pueda dar respuesta a condiciones como la
parsimonia y la interpretabilidad teórica. La factibilidad del procedimiento se calcula generalmente mediante
las pruebas Kaiser-Myer-Olkin (KMO) que analiza los coeficientes de correlación entre las variables siendo
mejor cuando resulte cercano a 1y la prueba de esfericidad de Barlett, a través de la cual podemos evaluar
si el modelo es significativo y aceptamos la hipótesis nula, es decir, se puede aplicar el análisis factorial si pvalor<0,05.
La primera prueba arroja un resultado del KMO de 0.53, y la segunda, la prueba de esfericidad de Barlett
resulta con un Ji-cuadrado de 6809.621, df= 231 con un nivel de significancia menor a 0.0001, por lo que
se concluye que la muestra es adecuada bajo el segundo criterio, pero no bajo el primero. Sin embargo, es
importante resaltar que el KMO fue creado para variables continuas, por ello cuando se aplica para variables
binarias -como es este caso- muchas veces no resulta significativa ya que la matriz de correlación de variables
binarias no es tan fuerte como la resultante de variables continuas, por ello a pesar de que no es significativo el
KMO, se considera que es razonable hacer un análisis factorial exploratorio o confirmatorio con estos datos.
Se establece el valor de 0.30 para incluir un elemento en un factor y un eigenvaluede autovalor 1.00 para
retener el factor.
El menor número de factores necesario para maximizar la explicación de esa varianza se corresponde con
los factores latentes y determina el total de elementos a extraer. Existen diversos criterios para determinar
el número de factores a conservar, algunos de los más utilizados son: los juicios de valor del investigador
partiendo de la idea previa y el conocimiento acumulado a partir del bagaje teórico-metodológico y la regla
de Kaiser, que calcula los valores propios de la matriz de correlaciones R y toma como número de factores
el número de valores propios superiores a la unidad. En la práctica el número de factores responde a la
relación n/3 o n/5, donde n es el número de variables. Teniendo en cuenta lo planteado se decide realizar
la exploración con diferente número de factores 3, 4, 5, 6 y 7 utilizando los métodos Varimax y Oblimix. Se
sugiere que el número mínimo de ítems que debe configurar un factor debe ser mayor de tres, ya que con
un número más reducido es claro que matemáticamente encontraremos un número de factores cercano al
número de variables.
Resultados
Como resultado de los análisis efectuados se confirma que: se cumplen las condiciones antes especificadas
para el caso de 3 factores latentes. La distribución de las variables de acuerdo a la rotación con método el
Varimax resulta más pertinente desde el punto de vista teórico que con Oblimix, por lo que se selecciona el
primero
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Como resultado de los análisis efectuados se confirma que: se cumplen las condiciones antes especificadas
para el caso de 3 factores latentes. La distribución de las variables de acuerdo a la rotación con método el
Varimax resulta más pertinente desde el punto de vista teórico que con Oblimix, por lo que se selecciona el
primero para la siguiente fase del procedimiento. Se logra un modelo factorial donde se representa el dominio
de estudio que explica el 54.3% de la varianza total, garantizando que cada uno de los factores tenga suficientes
ítems para lograr una buena consistencia interna.
Como resultado de la rotación con tres factores se obtiene la matriz de componentes rotados. Para
interpretarlos, se examinan las saturaciones que muestran cada uno de los ítems que los configuran y se
seleccionan aquellos que exhiben valores superiores a 0,32. De ahí se desprende que el ítem p8 (sostenibilidad)
no responde al criterio de selección pre-establecido y es eliminado. Los restantes 21 items se rotaron en
búsqueda de aquellos, cuyos valores de los estadísticos no resultaran pertinentes a la descripción del modelo.
Como resultado se identifica que los ítems p20 asociado al factor 1 y p1 perteneciente al factor 3 alcanzan
valores de la proporción P(>|z|) elevados (P20=0.113 y P1= 0.221) superiores a 0.05 por lo que se realiza su
eliminación en el factor correspondiente.
Finalmente se realizó una nueva rotación Varimax para los 19 items resultantes cuyos estimadores se
presentan en la tabla 2.
TABLA 2.
Estimadores estadísticos de las 19 variables finales.
Elaboración propia con soware libre R-13
Las pruebas de validación que muestran la confiabilidad de los resultados obtenidos en el ACP, son los
valores referidos a las comunalidades, ya que permite establecer qué porcentaje de la varianza se explica,
y si ésta tiene un nivel importante de representación. Para el caso de este estudio, todos los valores de las
comunalidades resultan cercanos o superiores a 0.500 (valor mínimo exigido), por lo que se validan los valores
extraídos de las 19 variables consideradas.
En la figura 2 se muestran las relaciones entre los indicadores y factores a tres del modelo de análisis factorial
confirmatorio. Al primer peso de cada factor se le ha fijado el valor de 1 para su identificación. Partiendo de
que son tres los factores se analizan 42 parámetros (16 pesos, 3 covarianzas o correlaciones entre factores,
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19 umbrales y 3 varianzas factoriales) los que se estiman con 149 grados de libertad. Como las variables
son categoriales se requiere la determinación de los umbrales para clasificar sus respuestas, siendo suficiente
establecer un umbral para cada variable. (Kismiantini et al.,2014)
La interpretación de los tres componentes principales, se realiza con el uso simultáneo de los siguientes
conceptos: los coeficientes de correlación, entre cada variable original y cada una de las componentes
obtenidas (denominadas cargas factoriales) cuyo valor fuera mayor a 0.5, y la matriz de correlaciones entre
las variables originales y la rotación de los factores.
Para asignar el nombre o etiqueta a la componente principal, se procede al análisis que permitiera detectar
cuáles son las variables originales que están más correlacionadas; el proceso de agrupación de las variables
originales en torno a la componente, no solo facilita su interpretación, sino que también permite determinar
el nombre de la componente.
En este caso, el primer factor o componente incluye variables como: innovación, actores locales,
normativo-jurídico, carácter integral, programas y proyectos, financiación, información y comunicación,
políticas, y equidad y género. Este factor exhibe la mayor proporción de la varianza explicativa. Siendo las
variables innovación, normativo-jurídico y equidad y género las que alcanzan las mayores cargas factoriales.
Desde la perspectiva teórica los autores consideran que la variable carácter integral puede servir de pivote
para nombrar a este factor de esta manera la primera componente se denomina integral-innovativa.
El segundo factor resultante agrupa a las variables autogestión, estrategias, capacidades, saberes y
tradiciones y cultura, siendo los ítems capacidades y recursos, y conocimientos los de mayor peso factorial.
De ahí que se denomine al factor como estratégico-resiliente. En torno a la componente tres se aglomeran las
variables: sistemas, relaciones, gobernabilidad, participación y concertación. Este factor se denomina como
sistémico-participativo. Finalmente, la representación gráfica del AF y del ACP se exhibe en la figura 3.
FIGURA 3.
Representación de los componentes asociados de la gestión local de riesgos.
Elaboración propia
El resumen de los aportes de cada componente al constructo se refleja en la tabla 4.
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TABLA 4.
Denominación y aportes de cada factor a la gestión local de riesgos
Elaboración propia
Análisis factorial confirmatorio
Los métodos más utilizados en la literatura son el de los Mínimos Cuadrados Ordinarios (MCO) y el de
Máxima Verosimilitud (MV) y se usa el test Chi-cuadrado de bondad de ajuste para evaluar la hipótesis falsa,
aunque existen otros indicadores de bondad de ajuste que permiten evaluar el error de aproximación y el
grado de ajuste del modelo cuando el tamaño de la muestra no resulta grande.
Siguiendo la recomendación de (Kismiantini et al., 2014), es viable el uso de tres índices adicionales tales
como: el índice de ajuste comparativo (CFI), la raíz cuadrada del error medio cuadrático (RMSEA) y el
residual de la raíz media cuadrática estandarizada (SRMR). Para los datos categóricos, recomienda utilizar la
raíz cuadrada media ponderada (WRMR) en lugar del SRMR.
Si se tiene en consideración que el CFI obtenido es de 1,000≥0,95; la RMSEA calculada es de 0,000≤ 0,08
y se sostiene incluso dentro de los valores establecidos para un 90% de intervalo de confianza ya que alcanzó
0,051≤ 0,08 y que el WRMR resultó 0.878≥0,85; queda demostrado que el ajuste del modelo resulta bueno
y adecuado.
Conclusiones
El resultado del análisis factorial y de componentes principales es coherente con valoraciones conceptuales
y permite declarar como postulados relevantes: el primero asociado a la jerarquía en el factor integralinnovativo de los elementos normativos y jurídicos que permiten la institucionalidad de la gestión, la equidad
y el género; y a la innovación como ente dinamizador de los procesos.
El segundo, se vincula a la perspectiva estratégica donde se privilegian los recursos y capacidades para
absorber, resistir, rehabilitar y transformar el entorno. Estas capacidades están asociadas tanto a los medios de
subsistencia como a los intangibles como el conocimiento, en consonancia con los nuevos modelos de gestión
desde el enfoque de la resiliencia.
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El tercero, privilegia y resalta el carácter sistémico de la gestión de riesgos y ubica a la participación
ciudadana activa como elemento decisivo del proceso de gestión. El modelo resultante del análisis factorial
y de componentes principales contribuye no solo a identificar los elementos clave y sus relaciones, sino sirve
de insumo para concretar la modelación teórica y matemática de la gestión local de riesgos.
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