TEORIA DEL DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD Y DE LA DINAMICA DE LA CONDUCTA DE ROGERS Y LAS CONTRIBUCIONES DE MASLOW A lo largo de la historia de la psicología, son muchos los psicólogos que han formulado teorías de la personalidad. Abraham Maslow, junto a Carl Rogers son los máximos exponentes de lo que se conoce como la tercera fuerza de la psicología, el humanismo, que es, sin duda, una de las corrientes de pensamiento más importantes de la psicología. Esta corriente surgió en contraposición con el Psicoanálisis freudiano que veía a la persona desde sus conductas problemáticas y el Conductismo que visualizaba a la persona como seres pasivos, es decir, que no tenían demasiadas opciones de influir en el entorno. A diferencia de aquellas escuelas, el humanismo ve a la persona desde una visión holística y positiva, donde el centro de atención es la experiencia subjetiva del sujeto. Las personas son seres con un rol activo que tienen la capacidad de desarrollarse y dar forma a sus mundo interno y externo. Su instinto básico y su dignidad residen en la confianza que se tienen en sí mismos, porque el ser humano es visto como un individuo dueño de su propia realización. Maslow estaba más preocupado en aprender sobre qué hace a la gente más feliz y lo que se puede hacer para mejorar el desarrollo personal y la autorrealización. Como humanista, su idea era que las personas tienen un deseo innato para autorrealizarse, para ser lo que quieran ser, y que cuentan con la capacidad para perseguir sus objetivos de manera autónoma si se encuentran en un ambiente propicio. Para aspirar a las metas de autorrealización, antes han de cubrirse las necesidades anteriores como la alimentación, la seguridad, etc. Por ejemplo, solo nos preocupamos de temas relacionados con la autorrealización si estamos seguros que tenemos un trabajo estable, comida asegurada y unas amistades que nos aceptan. Tanto las teorías de Rogers como las de Maslow se centran en las elecciones individuales, y ninguna de las dos sostiene que la biología es determinista. Ambos enfatizaron el libre albedrío y la autodeterminación que tiene cada individuo para convertirse en la mejor persona que puedan llegar a ser. Junto a Abraham Maslow, Rogers se centró en el potencial de crecimiento de individuos sanos y contribuyó enormemente a la comprensión del self (el “sí mismo” , el “Yo”). Abraham Maslow - Mini Biografía Es uno de los psicólogos mas importantes del siglo XX. Su teoría, conocida como la “Pirámide de las jerarquías de las necesidades humanas”, surge de la idea de que las acciones de los seres humanos nacen de la motivación dirigida hacia el objetivo de cubrir ciertas necesidades. Antes de interesarse por la psicología, primero estudió derecho en la City College de Nueva York (CCNY). Tras casarse con Berta Goodman, su prima mayor, se mudó Wisconsin para asistir a la universidad de esa ciudad. Fue aquí donde comenzó a estudiar psicología. Trabajó con Harry Harlow, famoso por sus experimentos con crías de mono y el comportamiento del apego. Tras graduarse y doctorarse en esta disciplina, volvió a Nueva York para trabajar con E.L. Thorndike en la Universidad de Columbia, donde empezó a interesarse en la investigación de la sexualidad humana. Comenzó a dar clases en el Brooklyn College y entró en contacto con muchos psicólogos europeos que llegaban a Estados Unidos, por ejemplo, Adler y Fromm. Maslow añade a la teoría de Rogers su concepto de las necesidades. Su teoría gira en torno a dos aspectos fundamentales: nuestras necesidades y nuestras experiencias. En otras palabras, lo que nos motiva y lo que buscamos a lo largo de la vida y lo que nos va ocurriendo en este camino, lo que vamos viviendo. Es aquí donde se forma nuestra personalidad. De hecho, Maslow es considerado uno de los grandes teóricos de la motivación. La teoría de la personalidad de Maslow tiene dos niveles. Uno biológico, las necesidades que tenemos todos y otro más personal, que son aquellas necesidades que tienen que son fruto de nuestros deseos y las experiencias que vamos viviendo. Sin duda, Maslow se asocia al concepto de autorrealización, porque en su teoría habla de las necesidades que tenemos las personas de desarrollarnos, de buscar nuestro máximo potencial.Y es que, según éste, las personas tienen un deseo innato para autorrealizarse, para ser lo que quieran ser, y tienen la capacidad para perseguir sus objetivos de manera autónoma y libre. Según Maslow, el modo en el que un individuo enfoque su autorrealización se corresponderá al tipo de personalidad que manifieste en su día a día. Eso implica que para Maslow la personalidad está relacionada con los aspectos motivacionales que tienen que ver con los objetivos y las situaciones que vive cada ser humano. Las implicaciones de esto son claras: para estudiar la personalidad hay que conocer también el contexto en el que habitan las personas y el modo en el que este responde a las necesidades motivacionales de los individuos. Maslow piensa que las personas que logran satisfacer sus necesidades de autorrealización son personas autorrealizadas y afirma que menos del 1% de la población pertenecen a esta clase de individuos. Características de las personas autorrealizadas: Muestran un nivel alto de aceptación de sí mismos Perciben la realidad de manera más clara y objetiva Son más espontáneas Piensan que las causas de los problemas son externas Disfrutan de la soledad Tienen una mentalidad curiosa y creativa Disfrutan de experiencias cumbre Generan ideas genuinas Tienen un gran sentido del humor Poseen un gran espíritu crítico y se rigen por valores éticos Son respetuosas y humildes Son tolerantes, no tienen prejuicios y disfrutan de la presencia de los demás La pirámide de Maslow forma parte de una teoría psicológica que inquiere acerca de la motivación y las necesidades del ser humano: aquello que nos lleva a actuar tal y como lo hacemos. Según Maslow, nuestras acciones nacen de la motivación dirigida hacia el objetivo de cubrir ciertas necesidades, las cuales pueden ser ordenadas según la importancia que tienen para nuestro bienestar. Es decir, que Maslow proponía una teoría según la cual existe una jerarquía de las necesidades humanas, y defendió que conforme se satisfacen las necesidades más básicas, los seres humanos desarrollamos necesidades y deseos más elevados. A partir de esta jerarquización se establece lo que se conoce como Pirámide de Maslow. Las necesidades han de ir cubriéndose para poder aspirar al nivel superior. Por ejemplo, si no tenemos las necesidades fisiológicas cubiertas no podemos aspirar a las necesidades de afiliación. En el nivel superior se encuentran las necesidades de autorrealización. Es esta jerarquía la que según Maslow marcaba el modo en el que la personalidad se adapta a las circunstancias, dependiendo de cada situación vivida. Se trata, en definitiva, de una concepción de la personalidad que abarca aspectos psicológicos muy extensos y que va más allá del enfoque psicométrico que dominaba en su época. En la pirámide de Maslow, se habla acerca de las necesidades instintivas y hace una distinción entre: necesidades “deficitarias” (fisiológicas, de seguridad, de afiliación, de reconocimiento) que se refieren a una carencia y de “desarrollo del ser” (autorrealización) que hacen referencia al quehacer del individuo. Satisfacer las necesidades deficitarias es importante para evitar consecuencias o sentimientos displacenteros. Las necesidades del “desarrollo del ser”, por su parte, son importantes para el crecimiento personal, y no tienen que ver con el déficit de algo, sino con el deseo de crecer como persona. Así pues, la pirámide de Maslow tiene 5 niveles de necesidades: Pirámide de Maslow: la jerarquía de las necesidades humanas Carl Rogers, en su teoría de la personalidad, pone énfasis en la libertad de los individuos a la hora de tomar el rumbo de sus vidas. Dice que la personalidad de las personas puede analizarse según como se acerca o se aleja de lo que considera un individuo altamente funcional. Rogers afirmaba que todas las personas podían conseguir sus objetivos y deseos en la vida y cuando lo hacían, la auto-actualización había tenido lugar. A estas personas que son capaces de auto-actualizarse las llamaba personas plenamente funcionales, es decir, que tienen contacto con el aquí y ahora, con sus experiencias subjetivas y sus sentimientos, están en continuo proceso de crecimiento y cambio y prestan atención al proceso de valoración orgánica. Rogers identificó cinco características de la persona plenamente funcional: 1- Apertura a la experiencia Aceptan tanto las emociones positivas como las negativas. Las emociones negativas no son negadas, sino examinadas (en lugar de recurrir a mecanismos de defensa del yo). Si una persona no puede abrirse a sus propios sentimientos, no se puede abrir a la actualización del yo. 2- Vivencia existencial Estar en contacto con las diferentes experiencias tal y como ocurren en la vida, evitando los prejuzgamientos y las preconcepciones. Incluye ser capaz de vivir y apreciar de forma plena el presente, no estar siempre mirando al pasado o al futuro. Esto no significa que no debamos aprender de lo que nos ocurrió en el pasado o que no debamos planificar cosas para el futuro. Simplemente, debemos reconocer que el presente es lo que tenemos. 3- Confianza en nuestro organismo Hay que prestar atención y confiar en los sentimientos, instintos y reacciones viscerales. Debemos confiar en nosotros mismos y hacer aquello que creemos que es correcto y que surge de forma natural. Rogers se refiere con esto a la confianza que debemos tener en el propio yo, indispensable para estar en contacto con la autoactualización. 4- Creatividad Incluye la habilidad para ajustarse y cambiar buscando nuevas experiencias. 5- Libertad experiencial Las personas plenamente funcionales están satisfechas con sus vidas, ya que las experimentan con un verdadero sentido de libertad. Rogers afirma que la persona que funciona plenamente reconoce el libre albedrío en sus acciones y asume las responsabilidades de las oportunidades que se le brindan. La teoría humanista del desarrollo de la personalidad de Carl Rogers enfatiza la importancia de la tendencia hacia la autorrealización en la formación del auto concepto. Rogers identificó el auto-concepto como el marco sobre el que la personalidad se desarrolla. Rogers rechazó la naturaleza determinista del psicoanálisis y el conductismo y afirmó que nos comportamos como lo hacemos debido al modo en que percibimos nuestra situación: “Ya que nadie más sabe cómo percibimos, nosotros somos los más expertos en nosotros mismos”. Rogers creía que las personas son buenas y creativas de forma inherente, y que se vuelven destructivas solo cuando un auto-concepto pobre (la imagen que tenemos de nosotros mismos) o las limitaciones exteriores invalidan el proceso de alcanzar el potencial. El término auto concepto hace referencia a la descripción que una persona realiza de sí misma a través del uso de adjetivos y reflexiones que remiten a sus capacidades, sus virtudes, su talento, sus habilidades, los rasgos del modo de ser, las cualidades propias... es decir, todos aquellos matices que una persona identifica como propios cuando se describe a sí misma. El auto concepto se expresa a través del lenguaje, es un análisis descriptivo que una persona puede compartir con otra. Desde el punto de vista afectivo y emocional, la autoestima hace referencia al sentimiento de aprecio que un ser humano tiene hacia sí mismo. Es decir, remite a cómo te sientes contigo mismo. Tanto el auto concepto como la autoestima están vinculados con el tipo de relación que una persona tiene consigo misma, sin embargo, el auto concepto tiene un componente más cognitivo, mientras que la autoestima es la visión subjetiva, emocional. El auto concepto es la imagen que tenemos de nosotros mismos, la autoestima es la valoración subjetiva de dicha imagen. Según el auto concepto que tengamos de nosotros mismos, nuestra autoestima será mas alta o más baja. https://www.youtube.com/watch?v=2A5WhsRjoCQ https://youtu.be/2A5WhsRjoCQ De acuerdo a Carl Rogers (1959), las personas tienen el propósito de buscar congruencia (equilibrio) en tres áreas de sus vidas: la auto estima, la autoimagen o imagen de si mismo y el Yo ideal. Ellas quieren sentir, experimentar y comportarse de formas que son consistentes con la autoimagen. Cuanto más cercana están la autoimagen y el yo ideal, más consistentes y congruentes son las personas y más valor creen que tienen. Este equilibrio se consigue con la auto-actualización, que es inherente a todo ser vivo: “el organismo tiene una tendencia y un esfuerzo básicos para actualizarse, mantenerse y enriquecer las experiencias del propio organismo” (Rogers, 1951, p. 487). La auto-actualización es imposible si estas tres imágenes, especialmente la autoimagen y el Yo ideal, no se solapan. A esto se le llama una visión incongruente de uno mismo y, en este caso, el rol del terapeuta sería transformar esta visión en una más congruente, ajustando la percepción que la persona tiene de la imagen de sí mismo y su autoestima, así como construyendo un Yo ideal más realista para que pueda conseguirse más fácilmente. Rogers acuñó el término “tendencia a la actualización”, que se refiere al instinto básico que tienen las personas a llegar a su capacidad máxima. A través del enfoque centrado en la persona y de investigaciones científicas, Rogers formó su teoría del desarrollo de la personalidad. “Creo que la buena vida no es un estado fijo. No es, desde mi punto de vista, un estado de virtud o satisfacción, nirvana o felicidad. No es una condición en la que el individuo esté ajustado o actualizado. La buena vida es un proceso, no un estado. Es una dirección, no un destino. La dirección es aquella que ha sido seleccionada por todo el organismo, aquella en la que hay libertad psicológica para moverse en cualquier dirección” Rogers, 1961 TEORIA DEL DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD - Carl Rogers A. CARACTERISTICAS DEL NIÑO 1. Percibe su experiencia como si fuera la realidad. Su experiencia es su realidad. 2. Sistema innato de actualización de las potencialidades de su organismo (todo ser vivo). 3. Funciona como un todo organizado, una estructura, una “Gestalt”. 4. Experiencia proceso continuo de valoración organismica (concede valor + a experiencias que percibe como favorables para su preservación y valor – a las que no). 5. Busca las experiencias que percibe como + y evita las que percibe como – . B. EL DESARROLLO DEL YO Por la tendencia a la diferenciación, una parte de la experiencia se simboliza en la conciencia y se describe como experiencia del yo. A consecuencia de la interacción entre el organismo y el medio, esta conciencia de existir aumenta y se organiza cada vez más para formar la noción de yo. C. LA NECESIDAD DE CONSIDERACION POSITIVA A medida que la noción de yo se desarrolla y se exterioriza, se desarrolla también la necesidad de consideración positiva, que es: UNIVERSAL: existe en todo ser humano. AMBIGUA: el individuo tiene que basarse en inferencias relativas al campo de experiencias de los demás. (satisface esta necesidad en los demás y obtiene la satisfacción de esta necesidad por medio de los demás) BILATERAL: (reciproca) se da cuenta de que satisface esta necesidad en los demás y satisface, por lo mismo, su propia necesidad. La consideración positiva de las personas-criterio puede convertirse en una fuerza directiva y reguladora más fuerte que el proceso de valoración organismico, o sea, el sujeto puede llegar a preferir las direcciones que proceden de esas personas a las que proceden de sus propias experiencias. D. DESARROLLO DE LA NECESIDAD DE CONSIDERACION POSITIVA DE SI MISMO Las satisfacciones o frustraciones que acompañan a las experiencias relativas al yo, pueden ser sentidas independiente de la consideración positiva de los demás. La consideración positiva sentida así se llama consideración positiva de sí mismo. Es una necesidad adquirida que resulta de la asociación entre: experiencias relativas al yo y satisfacción de la necesidad de consideración + Si el individuo siente la presencia o ausencia de consideración positiva, independiente de las valoraciones de los demás, se ha convertido en su propia persona criterio. Complejo de Consideración es cuando la consideración + de sí mismo que acompaña una experiencia determinada, tiende a comunicarse al conjunto de experiencias que se relacionan con el yo, o sea, con la imagen del yo. E. DESARROLLO DE UN MODO DE VALORACION CONDICIONAL Cuando las experiencias de sí mismo de un sujeto son juzgadas por ciertas personas criterio como dignas / no dignas, la consideración positiva del sujeto respecto de sí mismo se hace igualmente selectiva. Cuando una experiencia relativa al yo es buscada o evitada únicamente porque es percibida como más o menos digna de consideración de sí mismo, decimos que ese individuo ha adquirido un modo de valoración condicional (corresponde a la noción de introyección – “que viene de afuera”). Cuando la conducta está guiada por factores introyectados, su función de valoración se vuelve condicional. F. DESARROLLO DEL DESACUERDO ENTRE EL YO Y LA EXPERIENCIA A causa de la necesidad de consideración positiva de sí mismo, el individuo percibe su experiencia de modo selectivo, en función de las condiciones a las que se ha sometido. a) las experiencias que están conformes con esas condiciones son percibidas y simbolizadas correctamente en la conciencia. b) las experiencias que son contrarias a estas condiciones son deformadas para hacerlas adecuadas a tales condiciones o interceptadas a la conciencia (rechazadas). Por eso, no todas las experiencias se simbolizan correctamente en la conciencia, ni se incorporan a la noción de yo. Por esta percepción selectiva hay un estado de incongruencia o de desacuerdo entre el yo y la experiencia y aparece cierto grado de vulnerabilidad y mal funcionamiento psíquico. F. DESARROLLO DEL DESACUERDO ENTRE EL YO Y LA EXPERIENCIA “El individuo pierde, pues, el estado de integración característico de su infancia, como consecuencia de la perdida de su función de valoración “organismica”. A partir del momento en que la valoración de su experiencia es condicional, la noción de yo lleva consigo elementos deformados que no representan correctamente la experiencia y también tiene elementos que no están incorporados a la noción de yo. El individuo no es, pues, capaz de funcionar como una persona perfectamente integrada y unificada. En su experiencia se forman como “facciones” que tienden a amenazar la estructura del yo. Para mantener esta estructura, el individuo debe recurrir al uso de defensas. La consecuencia es que la conducta esta regulada por el yo y por ciertos elementos de experiencia que no están incorporados a la estructura del yo. La personalidad esta dividida, con todo lo que esta falta de unidad implica de tensiones y desequilibrio funcional. Esto es lo que, según mi opinión, constituye el estado de alienación de sí mismo: el individuo no ha sido sincero consigo mismo, con el significado “organismico” de su experiencia. Para conservar la consideración positiva de los demás, ha falsificado ciertas experiencias vividas y se ha representado estas experiencias con el grado de valor que tenían para los demás.Todo eso es un proceso involuntario, natural - y trágico – comenzado en la infancia.” Carl Rogers G. DESARROLLO DE CONTRADICCIONES EN LA CONDUCTA El conflicto entre el yo y la experiencia da lugar a un conflicto a nivel de la conducta. a) ciertas conductas son conformes a la noción de yo (mantienen, actualizan y revalorizan el yo). Conductas correctamente simbolizadas en la conciencia. b) ciertas conductas tratan de mantener, actualizar y revalorizar sectores de la experiencia que no están representadas en la estructura del yo. Estas conductas no están reconocidas por el sujeto como en relación con el yo o son deformadas para hacerlas conformes al yo. (CONDUCTA NEUROTICA). H. LA EXPERIENCIA DE AMENAZA Y EL PROCESO DE DEFENSA Las experiencias no conformes a la estructura del yo o a la valoración de sí mismo son reconocidas al nivel de la subcepción como amenazadoras. Un estado de angustia se apodera del individuo. Esto es, en esencia, la definición de amenaza. El proceso de defensa consiste en la percepción selectiva, en la deformación de la experiencia y/o en la interrupción parcial o total de ciertas experiencias. Este proceso trata de defender el estado de acuerdo entre: experiencia total estructura del yo condiciones de valoración. Las consecuencias del proceso de defensa son: rigidez perceptual (por la necesidad de deformar) simbolización incorrecta (por la omisión o deformación) percepción selectiva EJEMPLOS DE CONDUCTAS DEFENSIVAS: “No.Yo no me equivoco.” (deforma la experiencia para que se vuelva conforme a la imagen del yo). “Yo soy una bella princesa y todos los hombres me adoran.” (se refugia en sus fantasías, crea un mundo artificial que revalora el yo pero deja completamente de lado la realidad: fabulación). “Mi espíritu es puro pero usted me mete en la cabeza cosas horribles.” (cuando una experiencia deformada o negada es expresión de una necesidad fuerte, el “organismo” se suele arreglar para satisfacerla por algún medio de expresión indirecto: proyección o incluso fenómeno paranoico) EL PROCESO DE DERRUMBAMIENTO Y DESORGANIZACION PSIQUICA Si existe un estado de desacuerdo entre el yo y la experiencia y si, este desacuerdo queda desvelado de modo repentino e innegable: el proceso de defensa no tendrá ninguna fuerza. El sujeto siente este estado de desacuerdo al nivel de la “subcepción” y se vuelve ansioso. La intensidad de la angustia es proporcional a la amplitud del sector del yo afectado por la amenaza. Como el proceso de defensa no tiene fuerza, la experiencia queda correctamente simbolizada. Ante el choc de esta toma de conciencia, se produce un estado de desorganización psíquica. Por este estado de desorganización el individuo suele manifestar un comportamiento incongruente, extraño e inestable, determinado algunas veces por experiencias que forman parte de la estructura del yo y otras veces por experiencias que no forman parte. Atención: Si el consultante tiene que afrontar experiencias que todavía no es capaz de asimilar, se puede producir un estado de desorganización o derrumbamiento psíquico caso sus defensas resulten insuficientes y la estructura del yo se desintegre. J. EL PROCESO DE REINTEGRACION Es el restablecimiento del acuerdo entre el yo y la experiencia. Para que el proceso de defensa pueda deshacerse y una experiencia percibida como amenazadora pueda ser simbolizada correctamente y asimilada a la estructura del yo, hace falta que: el sujeto valore su experiencia de modo menos condicional. el nivel de consideración positiva incondicional de sí mismo aumente. La Consideración Positiva Incondicional manifestada y efectivamente comunicada al sujeto por una persona-criterio es uno de los medios para lograrlo: La comunicación efectiva de esa C.P. I. se logra por medio de la comprensión empática. La percepción, por parte del sujeto, de esta C.P. produce la reducción de las condiciones que afectan su función de valoración. Esta percepción produce igualmente un aumento de la C.P.I. de si mismo. El nivel de la angustia disminuye, el proceso de defensa se deshace y las experiencias sentidas como amenazadoras se vuelven susceptibles de ser simbolizadas correctamente y asimiladas a la estructura del yo. 3. Si se cumple lo anterior, el sujeto es: Menos sensible a las experiencias amenazadoras; La conducta defensiva es menos frecuente; El acuerdo entre el yo y la experiencia aumenta; Aumenta la consideración positiva de los demás y la consideración de sí mismo; La conducta se basa cada vez más en un proceso de valoración “organismica” y el individuo funciona cada vez mejor. La teoría del proceso de reintegración dispone de las mismas proposiciones relativas al proceso de la terapia (p. 219). O sea, la personalidad se reintegra o se restablece cuando se dan ciertas condiciones. https://youtu.be/HqsIpz17wAY Referencias Bibliográficas: ROGERS, Carl & KINGET, Marian. Psicoterapia y Relaciones Humanas. Teoría y Practica de la Terapia no Directiva. Tomo I. Ediciones Alfaguara. Madrid, Barcelona. 1967. Luza, R., Psicología de la Personalidad, Arequipa, Perú. 2005. Martinez, F. S. La Teoría Humanista de la Personalidad de Carl Rogers. Pais