El concepto de Filosofía - Preuniversitario| Ciudad de San Felipe

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El concepto de Filosofía
¿Tiene la vida humana un sentido? ¿Qué podemos conocer? ¿Es posible que
nuestros sentidos nos engañen? ¿El ser humano es libre o sus actos están determinados por
Dios o el destino? ¿Cómo debemos actuar? ¿Por qué algunas personas encuentran hermoso
lo que otras encuentran feo? ¿Existe Dios? ¿El mundo es eterno, o tuvo un comienzo y
tendrá fin? Es posible que alguna vez te hayas hecho preguntas como éstas. Tal vez te haya
preocupado alguno de estos temas, pero no otros. Preguntarse, dudar, buscar respuestas
con curiosidad, a veces con angustia, son características propias de los seres humanos. Sin
embargo, las urgencias de la vida cotidiana, o la convicción de haber encontrado una
respuesta satisfactoria pueden hacer que olvidemos tales preguntas.
El pensamiento filosófico exige abandonar la actitud cotidiana que acepta lo dado sin
revisarlo, para asumir una actitud crítica que cuestione lo obvio (lo que se da por supuesto
o se considera evidente). La Filosofía indaga reflexivamente los problemas, e intenta realizar
esta búsqueda de modo preciso y riguroso, fundado en argumentos racionales. Sin embargo,
toda respuesta filosófica es a su vez, susceptible de discusión y análisis, porque no hay
soluciones únicas y definitivas a los problemas filosóficos.
Pero la búsqueda filosófica no queda limitada a cada uno, sino que se expresa en el
marco de un diálogo respetuoso con otros. En el diálogo nos reconocemos mutuamente y
precisamos nuestros puntos de vista a través del intercambio de ideas. El diálogo filosófico
dura ya más de veinticinco siglos, y estamos invitados a participar en él a través de la
reflexión crítica sobre las ideas de los filósofos de todas las épocas.
Podemos ahora mencionar algunos rasgos propios del conocimiento filosófico: es un
conocimiento crítico, porque duda, cuestiona y analiza todo lo que el sentido común
considera evidente u obvio; racional, porque se fundamenta mediante razones, es decir, se
apoya sobre argumentos y nunca sobre una autoridad (sea ésta una iglesia, un partido
político, una escuela filosófica, etc.); reflexivo, porque se vuelve sobre sí mismo (por
ejemplo, considera la cuestión misma de "qué es la Filosofía"), y radical, porque es una
búsqueda reflexiva que no da por concluida ninguna cuestión; la mirada crítica investiga no
sólo aquello que se afirma, sino también sus supuestos o fundamentos, lo que le sirve de
base o apoyo (en este sentido, "radical" se vincula con "raíz").
Guía de educación a distancia Bs As. Secretaría de Educación del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina,
año 2000.
Lee atentamente el siguiente texto de Bertrand Russell:
"Bueno será considerar […] cuál es el valor de la filosofía y por qué debe ser estudiada. Es
tanto más necesario considerar esta cuestión, ante el hecho de que muchos, bajo la
influencia de la ciencia o de los negocios prácticos, se inclinan a dudar que la filosofía sea
algo más que una ocupación inocente, pero frívola e inútil, con distinciones que se quiebran
de puro sutiles y controversias sobre materias cuyo conocimiento es imposible. […] De hecho
el valor de la filosofía debe ser buscado en una larga medida en su real incertidumbre. El
hombre que no tiene ningún barniz de filosofía va por la vida prisionero de los prejuicios que
derivan del sentido común, de las creencias habituales en su tiempo y en su país, y de las
que se han desarrollado en su espíritu sin la cooperación ni el consentimiento deliberado de
su razón. Para este hombre el mundo tiende a hacerse preciso, definido, obvio; los objetos
habituales no le suscitan problema alguno y las posibilidades no familiares son
desdeñosamente rechazadas. Desde el momento en que empezamos a filosofar hallamos,
por el contrario, […] que aun los objetos más ordinarios conducen a problemas a los cuales
sólo podemos dar respuestas muy incompletas. La filosofía, aunque incapaz de decirnos con
certeza cuál es la verdadera respuesta a las dudas que suscita, es capaz de sugerir diversas
posibilidades que amplían nuestro pensamiento y nos libran de la tiranía de la costumbre. Así
el disminuir nuestro sentimiento de certeza sobre lo que las cosas son aumenta en alto grado
nuestro conocimiento de lo que pueden ser; rechaza el dogmatismo algo arrogante de los
que no se han introducido jamás en la región de la duda liberadora y guarda vivaz nuestro
sentido de la admiración presentando los objetos familiares en un aspecto no familiar.[…]
Para resumir nuestro análisis sobre el valor de la filosofía: la filosofía debe ser
estudiada, no por las respuestas concretas a los problemas que plantea, puesto que, por lo
general, ninguna respuesta precisa puede ser conocida como verdadera, sino más bien por
el valor de los problemas mismos; porque estos problemas amplían nuestra concepción de lo
posible, enriquecen nuestra imaginación intelectual y disminuyen la seguridad dogmática que
cierra el espíritu a la investigación; pero, ante todo, porque por la grandeza del Universo que
la filosofía contempla, el espíritu se hace a su vez grande, y llega a ser capaz de la unión con
el Universo que constituye su supremo bien."
Russell, B. Los problemas de la filosofía. Colombia, Grupo Editor Quinto Centenario. Ed. Labor, 1995; pp.129-135.
Russell,
Bertrand
(1872-1970)
Filósofo,
matemático, escritor, filólogo, educador inglés.
Nacido dentro de la aristocraciabritánica, Russell
siempre se resistió a seguir las rígidas
convenciones de su clase y su época. Estudió en
Cambridge, donde también fue profesor. En
colaboración con A. Whitehead escribió los tres
gruesos volúmenes de Principia Mathematica, en
los que intentaban reducir la Matemática a la
Lógica. En 1916 fue despedido de Cambridge por
su activismo antibélico contra la Primera Guerra
Mundial. Por el mismo motivo estuvo preso seis
meses en 1918. Fue un crítico de las ideas
religiosas, y un defensor de los derechos de las
mujeres.
A partir de su lectura, realice las siguientes actividades:
1. ¿Cuál es la tesis que Russell desea sostener en este texto?
2. Señala cuál (o cuáles) de las características de la Filosofía que enumeramos
anteriormente son consideradas por Russell. Justifica tu respuesta.
¿Es la Filosofía una ciencia?
Dijimos anteriormente que la filosofía era un conocimiento crítico, pero esta expresión
“saber critico”, abarca tanto la ciencia cuanto la filosofía; ambas se mueven en la crítica como
en su “medio” natural. Mas si, la amplitud y profundidad de la filosofía son máximas, habrá de
decirse ahora que la función crítica alcanza en la filosofía su grado también máximo.
En efecto, si bien la actitud científica es actitud crítica, su crítica tiene siempre alcance
limitado, y ello en dos sentidos. De un lado, porque la ciencia es siempre ciencia particular,
esto es, se ocupa tan sólo de un determinado sector de entes, de una zona del ente bien
delimitada –la matemática, sólo de los entes matemáticos, no de los paquidermos; la
geografía, de las montañas, ríos, etc., no de las clases sociales. El físico, por ejemplo, asume
entonces una actitud crítica frente a sus objetos de estudio –las leyes del movimiento, las
propiedades de los gases, la refracción de la luz, etc.-, y en este terreno no acepta nada
porque sí, sino sólo sobre la base del más detenido examen, de las comprobaciones e
inferencias más seguras, e incluso siempre debe estar dispuesto a revisar sus conclusiones y
a desecharlas si fuera necesario. Pero por aquí aparece la segunda limitación: dado que la
ciencia se ocupa solamente de un determinado sector de entes, y no de la totalidad, no
puede preguntarlo todo, no puede cuestionarlo todo, y por lo tanto siempre tendrá que partir
de, y apoyarse en, supuestos: la ciencia es un saber con supuestos que simplemente
admite.
El término “supuesto” es un compuesto del prefijo “sub”, que significa “debajo”, y del
participio “puesto”, de manera que “supuesto” quiere decir literalmente “lo que está puesto
debajo” de algo, como constituyendo el soporte o la base sobre la cual ese algo se asienta. Y
bien, el hombre de ciencia procede siempre partiendo de ciertos supuestos –creencias,
afirmaciones o principios- que no discute ni investiga, que admite simplemente sin ponerlos
en duda ni preguntarse por ellos, y que no puede dejar de aceptar en tanto hombre de
ciencia, porque precisamente su investigación comienza a partir de ellos, sobre la base de
ellos. El físico no puede dedicarse a su ciencia si no comienza por suponer que hay un
mundo real independiente de los sujetos que lo conocen (realidad del mundo exterior), ni sin
suponer que hay algo que se llama movimiento, y algo que se llama tiempo. El físico no se
pregunta propiamente por nada de esto: si efectivamente hay o no un mundo real material, o
qué sea en sí mismo el movimiento, o el espacio, o el tiempo; sino que todo ello constituye
para él un conjunto de supuestos necesarios a partir de los cuales procede. El físico dirá que
el espacio recorrido por un móvil es igual al producto de la velocidad por el tiempo; pero para
ello es preciso que de por sentado el movimiento, el espacio y el tiempo: todo esto el
científico lo sub-pone, lo “pone” como base o condición de su propia actividad sin
preguntarse por ellos mismos (de manera parecida a como supone los números, cuyo
estudio no le compete al físico, sino al matemático).
La filosofía, en cambio, observará que respecto a la realidad del mundo exterior
pueden plantearse dificultades muy graves (…). Toda ciencia parte del hecho de que el
hombre tiene esa facultad llamada “razón”, es decir, de que el hombre, para pensar
científicamente, tiene que valerse de los principios ontológicos –identidad, contradicción, etc.y el científico emplea constantemente estos principios, pero sin examinarlos, porque tal
examen es asunto propio de la filosofía. La ciencia, por último –para referirnos al supuesto
más general de todos-, parte del supuesto de que hay entes; en tanto que el filósofo
comienza por preguntarse: “¿por qué hay ente, y no más bien nada?”
CARPIO, Adolfo. “Principios de Filosofía. Una introducción a su problemática.” Ed. Glauco 2003.
Actividad:
Sintetiza con tus palabras qué es lo que hace que ciencia y filosofía se asemejen, pero
a su vez se diferencien.
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