Subido por leuzealejandra1979

JACQUES LACAN ESTADIO DEL ESPEJO PROFESORA

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JACQUES LACAN
(1901-1981)
“El estadío del yo cómo formador de la función del yo tal cómo se
nos revela en la experiencia psicoanalítica”.
ESTADIO DEL ESPEJO
(6-18 M. INMADUREZ DEL SISTEMA NERVIOSO).
Fenómeno que consiste en el reconocimiento por el niño de su imagen
en el espejo. Se sitúa la constitución del Yo unificado en la
dependencia de una identificación alienado con la imagen especular
y hace de él la sede del desconocimiento. Es el advenimiento del
narcisismo en el pleno sentido del mito (es decir, que lacan toma del
Narcisismo de Freud).
En el tiempo pre-especular el niño se vive cómo despedazado; no hay
ninguna diferencia entre su cuerpo y el de la madre, entre él y su
mundo exterior.
El niño sostenido por su madre reconocerá luego su imagen. Se puede
ver al niño observándose en el espejo, volviéndose para mirar el
medio reflejado. Su mímica y jubilo atestiguan una especie de
reconocimiento de su imagen en el espejo.
Cómo una identificación imaginaria; cómo la transformación
producida en un sujeto cuando asume una imagen. Esta imagen es
capaz de un efecto formador.
La imagen especular es la que le da al niño la forma intuitiva de su
cuerpo así cómo la relación de su cuerpo con la realidad circundante.
El niño va a anticipar imaginariamente la forma total de su
cuerpo.
Es el reconocimiento de su madre el que, a partir de un “eres tu”
dará un “soy yo”. El niño puede asumir cierta imagen de sí mismo
atravesando los procesos de identificación. Lo que sucede con la
identificación en el espejo es que el niño no se ve nunca con sus
propios ojos, sino con los ojos de la persona que lo ama o lo
detesta. Para que el niño pueda apropiarse de esta imagen,
interiorizarla se requiere que LO SIGNIFIQUEN “este sos vos”, el
gran Otro (aquí la madre).
Llama la atención del texto es justamente el título mismo, Lacan dice
“el estadio del espejo aparece cómo formador de la función del
yo”. Lo que nos está diciendo Lacan es que el yo es el resultado de
una identificación con una Gestalt. Entonces el Yo es algo a
construir; no existe un yo natural o con el cual se nace. Es algo a
construir; ¿cómo se constituye? Lacan dice que es por este pasaje
por el estadio del espejo en donde se adquiere identificación yoica.
Va a decir Lacan; “Acaso haya entre ustedes quienes recuerden el
aspecto del comportamiento del que partimos, iluminados por un
hecho de psicología comparada. La cría de hombre, a una edad en que
se encuentra por poco tiempo, pero todavía a tiempo, superado en
inteligencia instrumental por el chimpancé, reconoce ya sin embargo
su imagen en el espejo cómo tal”.
Interesante, Lacan dice que el bebé es superado en inteligencia
instrumental por algunas especies animales. Aca hace referencia al
chimpancé. O sea, podríamos decir que un chimpancé es más
inteligente instrumentalmente que un chico de un año y medio- dos
años. Esto es por experiencias (ej: encierro del chimpancé).
Lacan dice que el chimpancé supera inicialmente al ser humano en
inteligencia instrumental. Sin embargo, el cachorro humano muy
pequeño aun siendo superado por el chimpancé en esta inteligencia
instrumental puede hacer algo que ningún animal logra, que es su
reconocimiento en el espejo. Un chico desde muy pequeño puede
reconocer su imágen en el espejo.
Lo que parecería por un lado que es una desventaja para el ser humano
en relación a otras especies, que es el tiempo que necesitamos para
lograr nuestra autonomía cómo sujetos; es nuestra ventaja. Si
necesitamos el largo período constitutivo es porque vamos
adquiriendo las herramientas que nos posibilitan esa autonomía.
La primera dice Lacan es este reconocimiento de la propia imagen en
el espejo. ¿Y que pasa cuando el chico descubre la imagen del
propio cuerpo en el espejo? Dice Lacan hay una sorpresa y júbilo
porque es una imagen que viene de afuera, pero en la cual el chico se
reconoce. O sea que la primera imagen que tenemos de nosotros
mismos viene del exterior. Por eso la imagen en el espejo tiene esta
condición de fascinante, que cautiva, que lo deja cómo atrapado al
sujeto. Porque justamente él no es esa imagen inicialmente. La
imagen funciona cómo un anticipo; algo a lograr.
Esa primera imagen cuando el chico la puede reconocer, la
reconoce, pero la reconoce cómo proviniendo de otro. O sea que lo
que el chico ve es otro, pero ese otro soy yo. Esto es lo paradójico; el
chico ve a otro y ese otro es el yo. No hay nada en la imagen que le
diga que ese es él. Al contrario, podríamos decir que ese no es el, pero
cuando el chico capta la imagen dice “ese soy yo”. A pesar de que en
la imagen no hay nada que le diga efectivamente que ese es él. No hay
una correspondencia entre la imagen del cuerpo y su yo, lo que él
puede reconocer cómo propio.
Es difícil pensarlo, porque cuando nos vemos todos los días en el
espejo lo que vemos es nuestra imagen y lo que decimos es esa soy
yo. ejemplo: “uy que cara que tengo hoy”. Si, la cara que tengo no es
otra, pero parece que yo esperaba encontrar otra. La que encuentro si
bien me reconozco, pero no era la que esperaba. (DISTANCIA)
Esa distancia entre el yo y la imagen puede ser mínima o muy
importante. Ejemplo: en la anorexia, es el ejemplo paradigmático para
pensar la distancia entre el sujeto y su imagen. La anoréxica se ve
siempre gorda.
Entonces, en principio esta imagen cuando el chico ve por primera
vez la imagen, esa imagen no es nada. Después en un segundo
momento es una imagen de él. Lacan va a decir que esa imagen es
enajenada, alienada, paranoica (PARAINOICA, COMO DE
AFUERA)
Paranoia no en el sentido psicopatológico sino en su sentido
etimológico; paranoesis que quiere decir que el conocimiento viene
de afuera. O sea, el yo es otro. Por eso hablamos de una imagen
enajenada, alienada, conceptos que hacen referencia a que la imagen
viene de otro.
El bebe cuando se reconoce en la imagen trata de captar esta imagen,
pero lo que se produce es exactamente a la inversa; él es captado por
la imagen, él es cautivado y fascinado por esa imagen. Se reconoce
retratado en esa imagen, pero sí se encontró y se reconoció es porque
esa imagen no la tenía desde antes.
Por eso Lacan va a decir que el yo es tardío, tiene que pasar un
tiempo para que el sujeto se reconozca en esa imagen. El yo es
producto de un desarrollo, nadie nace con yo. Esto es lo que dice
Freud en Introducción al narcisismo “no hay nada comparable al
yo desde el inicio, el yo debe ser desarrollado. Es necesario un
nuevo acto psíquico”. Entonces no se nace con yo, y si se produce
un júbilo en el encuentro con esta imagen es porque no la tenía. Ahora
tiene una unidad que carecía inicialmente.
¿Cómo es esa unificación inicial? Lacan va a hablar de una
anticipación perceptual imaginaria. Que es diferente a lo que le llega
cómo información de su propio cuerpo. ¿Qué le llega al bebe
inicialmente? Conformación del cuerpo, lo que se llama las
sensaciones propioceptivas. Le llegan estímulos que él siente cómo
total y absolutamente desorganizados, desordenados, anárquicos.
El bebe no puede decir “muevo un brazo, muevo una pierna”, no tiene
ese control neuromotor todavía, porque le falta el desarrollo para eso.
Sin embargo, aparece esta imagen de su yo que le anticipa su unidad,
su unificación. El chico antes de tener un control motor de su cuerpo,
ya puede reconocer su imagen en el espejo.
TESIS CENTRAL DE LACAN EN ESTE TRABAJO. LA
ANTICIPACIÓN IMAGINARIA QUE IMPLICA LA IMAGEN EN
EL ESPEJO.
Entonces, esa imagen unificante a la que Lacan le va a dar el valor de
una Gestalt; en el sentido de una buena forma. Es esta posibilidad de
completamiento que hacemos los humanos cuando tenemos una
percepción. (Ej: los 3 puntos).
La imágen del espejo que habla Lacan tiene este valor gestáltico.
El espejo anticipa esta unidad para el sujeto. Donde no es dada no hay
unidad, el espejo nos da la unidad.
Lacan va a sustituir ese estadio del espejo entre los 6 y 18 meses
donde comienza a constituirse este yo. Entonces, tenemos primero
la fragmentación después la unificación. Pero este cuerpo original
fragmentado lo podemos pensar cómo fragmentado a partir de que se
logra la unidad. O sea, es siempre resignificado. Se resignifica la
fragmentación cuando se logra la unidad. Entonces lo fragmentado es
una lectura retroactiva que se hace en relación a la unificación.
En los llamados brotes psicóticos se suelen dar los primeros brotes
que son esa aparición súbita del delirio, de la alucinación, que suele
aparecer en la adolescencia, 12-13 años. Una de las características de
ese brote psicótico es que el sujeto no reconoce su imagen unificada
en el espejo; se mira en el espejo y ve un brazo, por un lado, la pierna,
por el otro. Perdió el sujeto esa unidad que había conseguido
trabajosamente. En los brotes psicóticos esa unidad se pierde, esa
fragmentación vuelve a aparecer. Ejemplo: el cisne negro.
Entonces está Gestalt que logra unificar lo fragmentado.
IMAGO:
● Forma antigua de hablar de imágen.
● Lacan: PRIMERA IMAGEN CONSTITUTIVA DEL YO.
“El hecho de que su imagen especular sea asumida jubilosamente por
el ser sumiso todavía en la impotencia motriz y la desentendencia de
la lactancia que es el hombre en este estadio enfant, nos parecerá por
lo tanto que manifiesta en una situación ejemplar la matriz simbólica
en la que el yo se precipita en una forma primordial antes de
objetivarse en la dialéctica identificación con el otro, y antes que el
lenguaje la restituya en universal su función de sujeto”.
¿Qué quiere decir esto? Que si el chico puede identificarse con la
imagen el otro le devuelve, (cuidado: el espejo no solamente cómo
ese espejo en el que nosotros nos miramos cotidianamente; el espejo
es la imagen que le es devuelta al sujeto desde el lugar del otro).
Entonces, si esta imagen le es devuelta al sujeto desde el lugar del
otro es porque existe esto que se llama una matriz simbólica. O
sea, el sujeto se constituye imaginariamente pero dentro de esa matriz
simbólica que es anterior a este juego imagino que realiza el chico con
la madre.
Podemos pensar esta matriz simbólica como el deseo de la madre
por el hijo que antecede a la llegada del hijo al mundo. Retomando
“el yo se precipita en una forma primordial. Esta forma por lo demás
debería más bien designarse cómo YO IDEAL, si quisiéramos hacerla
entrar en un registro conocido en el sentido en que será también el
tronco de las identificaciones secundarias. Pero el punto importante
es que esta forma sitúa la instancia del yo aún desde antes de su
determinación social en una línea de ficción” . Lacan nos está
diciendo que esta identificación especular lo que va a producir es
la formación del yo ideal.
Les recuerdo, en introducción al narcisismo se plantea que el yo ideal
es justamente esta identificación que hace el Yo con una imágen
idealizada de sí (o sea sería la identificación con esa perfección que
se les atribuye inicialmente al bebe; lo que Freud llamaba este texto
“The majesty the baby”: su majestad él bebe. Entonces la
identificación del chico con su majestad él bebe es lo que Freud llama
yo ideal. Ahora esta identificación está de alguna manera en una
relajación de dependencia con lo que Freud llama el ideal del yo. Si
la madre ve a su hijo cómo perfecto y maravilloso es porque
inicialmente funciona en ella algo del orden de una idea que es
justamente el deseo de este hijo. No importa cómo sea él bebe cuando
nace; la madre ya lo piensa cómo perfecto. Incluso antes de que nazca;
ya lo imagina con ciertos atributos
Se constituye este ideal del yo que dice Lacan que va a ser la
matriz para todas las futuras identificaciones del sujeto; las
identificaciones edípicas, adolescentes, etc; tienen cómo matriz
inicial esta primera identificación. Entonces se establece aquí, una
dialéctica en el estudio del espejo que Lacan va a decir que es
anticipatoria. Cuando el chico todavía tiene una insuficiencia motora
sin embargo ya puede anticipar su imagen cómo unificada.
Esta imagen anticipatoria, (imago) va a adquirir cierta autonomía e
inercia. Esto quiere decir que el Yo le va a creer más a esta imagen
que tiene de sí mismo que a lo que uno podría decir “la realidad”.
Ejemplo: anoréxica, no importa lo que le digamos ella va a verse
siempre gorda. Va a tener un cuerpo cadavérico y se va a ver gorda.
Porque le cree a esa imagen constitutiva.
Ejemplo más cotidiano, miramos una foto de nosotros cuando éramos
chicos y decimos “esa soy yo”. Sin embargo, alguien podría decir “no,
no soy esa yo, soy yo hace 10-15-20 años, ahora yo no soy así”. O sea
hay algo que permanece a lo largo del tiempo que nos posibilita esta
sensación de reconocimiento del propio yo más allá de los cambios
que se producen a través del tiempo. Hay algo de esa imagen
constitutiva, matriz de todas las identificaciones que se conservan de
alguna manera igual a sí mismo a lo largo del tiempo. Entonces hay
una ilusión de identidad de que esa imagen nos representa.
El concepto de identidad, que a los psicólogos les gusta tanto, no es
un concepto psicoanalítico. En psicoanálisis hablamos de
identificaciones no de identidad. La identidad no existe o existe sólo
cómo una ilusión; ese soy yo, pero no deja de ser una ilusión.
Entonces, la relación del sujeto con su propio cuerpo está mediada por
esta imago. No somos el cuerpo; tenemos un cuerpo, porque
nuestro cuerpo no nos pertenece total y absolutamente, sino que
es una relación mediada en principio con esta imago. Vamos a ser
lo que la imago nos dice que somos.
Esta diferencia que nos parece tan natural entre el adentro y el afuera,
no es tan natural, sino que también hay que constituirla. Porque el
adentro y el afuera está constituido justamente desde afuera; todo lo
que me pertenece o que está dentro de mi cuerpo soy yo, lo que no
está por fuera. Esto que parece tan natural hay que construirlo. Y hay
casos graves en la psicopatología que esto se pierde (el adentro y el
afuera). Ejemplo: cuando alguien dice escucho voces en mi cabeza
que me hablan. Ahí se perdió esta distancia del adentro y afuera.
Entonces la imago del yo respecto del cuerpo nunca corresponde
totalmente; nunca hay armonía absoluta entre las dos imágenes.
Siempre hay una distancia entre la imago y el cuerpo. Ya que cada
vez que nos queremos relacionar con el cuerpo lo hacemos a través
de la imago. Dicho de otro modo; NO HAY AJUSTE ENTRE LO
QUE ES Y LO QUE SE QUIERE SER.
“La función del estadio del espejo se nos revela entonces cómo un
caso particular de la función de lo imago que es establecer una
relación del organismo con su realidad, o cómo se ha dicho del
mundo interno con el mundo externo”. Acá usa unas palabras en
alemán en innenwelt (mundo interno) y umwelt (mundo externo).
“Pero esta relación con la naturaleza está alterada en el hombre
porque hay una verdadera prematuración específica del nacimiento
en el hombre”.
Lacan dice que hay una prematuración, o sea nacemos biológicamente
inmaduros. El ser humano es la única especie que nace incompleta. El
ser humano necesita aproximadamente dos años para terminar su
desarrollo del sistema neurológico. Lo que va a posibilitar esta imagen
unificante es justamente que el sujeto pueda reconocer su propia
imagen en el espejo, pueda de alguna manera pensar “ese soy yo”,
antes de que termine de desarrollar su sistema neurológico, antes de
tener su control motor de su cuerpo.
Cuando nosotros en psicoanálisis hablamos de cuerpo, ¿de qué
hablamos? De zonas erógenas, de autoerotismo, pulsión, de
parcialidad, de anarquía, de bordes del cuerpo. O sea, hablamos de
cuerpo, hablamos de agujeros del cuerpo. Pero en cambio cuando
hablamos del yo hablamos de narcisismo, del yo ideal, de este imago
unificante. O sea, hay una escisión entre la imagen y lo que soy: “Soy
eso, ese pedazo de cuerpo, agujeros en zonas erógenas”. Pero la
imagen no dice eso, me vende una imagen fascinante que me captura,
Una imagen que me unifica, y que me hace creer que lo que viene de
afuera es lo más propio mio. Por eso va a decir Lacan que el yo nunca
es dueño en su propia casa, cree serlo, pero no lo es. La realidad del
sujeto es justamente esta discordancia.
Cuando estudiamos Freud hablábamos de libido del yo y libido del
objeto. De eso estamos hablando ahora. Cuando el Yo se constituye
empieza a funcionar una dinámica libidinal que rodea, que le
enviste a la imago. Pero desde esa imagen ya captada los objetos de
amor que le van a interesar a ese cuerpo no los elige el cuerpo; los
elige el yo. Entonces aparecen un sinfín de objetos que están cargados
por esta libido yoica.
Entonces cuando se dice libido del Yo y libido del objeto podríamos
relativizar esta diferencia y decir que en última instancia todo es
objeto de la libido porque el Yo, y esto lo dice Freud, es el primer
objeto de la libido y desde ahí parten lo que Freud dice los seudópodos
hacia los objetos. Entonces el Yo es un objeto, la imago es un objeto,
y Lacan va a decir que este Yo es la imbecilidad mental del ser
humano. Porque cuando estamos instalados en el yo lo único que
puede hacer el yo es mirarse a sí mismo. Y mirar desde el Yo estos
objetos que son cómo Yo. Entonces el” the majesty the baby” que
habla Freud es eso que llamamos narcisismo primario, responde dice
Freud a la reminiscencia del narcisismo de los padres, que ahora se
actualiza con el cuerpo del hijo. Dicho de otro modo; si los padres
quieren al hijo es porque están reviviendo su propio amor por sí
mismos. Entonces hay una discordancia entre lo que el sujeto es y lo
que percibe anticipadamente cómo es su forma de estar en el cuerpo.
Y se necesita de la constitución del yo para que se constituyan los
objetos. O sea que los objetos tampoco son los objetos dados en el
mundo, naturales. No hay objetos naturales, los objetos también se
constituyen.
Habíamos dicho que también la imago fascinaba porque, punto clave
de lo que plantea Lacan acá, en el bebe lo que parece es la fascinación
que ejerce la imago porque viene a velar la indefensión, el
desgarramiento original de todo ser. Entonces hay fascinación cuando
nos miramos en el espejo y decimos ese soy yo. Ahora el chico
representa también una promesa; la promesa de la unidad. O sea, le
representa lo que va a ser pero que todavía no es.
"Este desarrollo es vivido como una dialéctica temporal que proyecta
decisivamente la historia, la formación del individuo. El estadio del
espejo es un drama cuyo empuje interno se precipita de la
Insuficiencia a la anticipación. Y que para el sujeto preso de la ilusión
de la identificación espacial maquina las fantasías que se sucederán
desde una Imagen fragmentada del cuerpo hasta una forma que
llamaremos ortopédica de su totalidad - y hasta la armadura por fin
asumida de una Identidad enajenante que va a marcar con su
estructura rígida todo su desarrollo mental. Así la ruptura del círculo
del mundo interno al mundo externo engendra la cuadratura
inagotable de las re-aseveraciones del yo”. Acá con ortopédico lo
que Lacan está diciendo es que la imagen es ortopédica. Esa imago
del yo, esa imago unificante es ortopédica. Ortopédico: mediante un
artificio se completa su cuerpo, por ejemplo, porque algo le falta.
Por eso Lacan dice que apoyarnos en la imagen del yo es la
imbecilidad mental del ser humano; porque cuando nos apoyamos en
el Yo nos creemos total y absolutamente completos. Lacan dice que
el Yo siempre es ortopédico, siempre viene a completar algo faltante.
La imago se constituye como ortopédica, lo faltante es la unificación.
O sea que la identificación a esa primera imagen unificante a esa
primera imago que constituye lo que Lacan llama el yo ideal; eso es
ortopédico.
Esto que argumenta Lacan que sirve para pensar también la diferencia
entre el humano y el animal. Los animales constituyen naturalmente
su imagen; hay un aspecto imaginario en muchas especies animales
pero que es natural. No necesita de nada ortopédico, Los humanos
necesitamos de algo ortopédico.
Lacan menciona el ej. de las palomas, si las alimentamos, cuidamos,
pero si desde el comienzo mismo de la vida no le damos la posibilidad
de la visión de otra paloma no hay desarrollo de las gónadas sexuales;
o sea no va a ser una paloma que tenga capacidad de reproducción.
Estamos hablando de animales, donde podemos suponer que el
desarrollo es total y absolutamente natural, sin embargo, fíjense que
ese desarrollo que lo podemos pensar como total y absolutamente
natural sin embargo requiere de determinadas condiciones para su
desarrollo; la visión de otro (…. no se ve en la imagen).
¿En el sujeto humano cómo funciona esto? Los humanos también
necesitamos de determinadas condiciones para el desarrollo. Por eso
decíamos que esta constitución imaginaria del sujeto se va a estar
dentro de lo que Lacan llama la matriz simbólica. Necesitamos de
condiciones simbólicas para que se desarrolle este yo imaginario.
O sea que la libido yoica para desarrollar se necesita de determinadas
condiciones. Para que se desencadene la libido en sujeto se necesitan
determinadas condiciones. Ahora; esas condiciones a diferencia del
animal que son naturales acá no son naturales son simbólicas. Están
constituidas en relación a la historia, al momento social, a la cultura,
etc. Por lo tanto, las configuraciones psíquicas que van a
desencadenar las tendencias libidinales del sujeto no son universales.
Lo único universal que encontramos para ese desencadenamiento es
esta imago del cuerpo que es la condición para la constitución
narcisista. Para las otras constelaciones imaginarias que van a
desencadenar el proceso libidinal del sujeto no hay respuestas
universales. Podemos preguntarnos qué determina que para un sujeto
se necesite una determinada imagen y no otras. ¿Por qué para alguien
lo desencadenante puede ser por ejemplo un zapato y para otro puede
ser un collar de perlas rojas? El desencadenamiento de la imagen es
total y absolutamente singular, van variando de sujeto en sujeto. Son
organizaciones que están arraigadas en la constitución de ese sujeto,
que por supuesto está en relación al momento
histórico de la cultura.
¿Y qué es lo que organiza a esas imágenes? Lacan va a decir que lo
que las va a organizar es la estructura significante. Esa es la matriz
simbólica en la cual se constituye lo imaginario. La estructura
significante es lo que organiza el desencadenamiento libidinal. La
estructura significante que, como cualquier estructura, es un sistema
de relaciones.
Dicho de otro modo; si digo la palabra mesa ustedes podrán imaginar
lo que quieran, pero en lo que nos entendemos es en el concepto de
mesa. Ahora, lo que desencadena el proceso libidinal son las
imágenes que dependen de la estructura significante. Porque si no
existe ese orden dado por la estructura significante lo que vamos a
encontrar es el cuerpo despedazado, la angustia. Ahora bien, si está
funcionando ese sistema de relaciones, que es la estructura
significante, de ahí entonces se va desprender este mecanismo por el
cual la libido va en búsqueda de los objetos.
El proceso libidinal es lo que va a desencadenar la Imagen. La Imagen
es el soporte de ese desencadenamiento
Volvamos al ejemplo de la mesa, si yo digo mesa alguien puede
imaginar una mesa llena de comida o una mesa llena de libros, o una
escena sexual sobre la mesa. O sea, son distintos desencadenamientos
libidinales a partir de una estructura significante . Porque todos
tenemos el concepto de mesa, pero a su vez hay una imagen que se
produce a partir de ese ordenamiento significante que eso es lo
singular. ¿Por qué cada uno puede imaginarse algo distinto? Bueno,
de esto justamente se ocupa el psicoanálisis. Porque se produce ese
desencadenamiento singular y propio de cada sujeto a partir de una
estructura significante que le da el marco a ese desencadenamiento.
Es la matriz simbólica de ese desencadenamiento. (….Continúa con
una oración más pero no se ve en la imagen).
Hay un momento que Lacan lo va a llamar un viraje en el estadio del
espejo. Lacan dice “es un viraje del yo especular al yo social”. Es
decir, que ahora va a ser el otro el soporte ortopédico de la imago y
cada vez que se relaciona con un semejante, con otro de la misma
edad; lo que este semejante le va a aportar es el soporte de su propia
imagen. Por eso Lacan habla de un viraje del yo especular al yo social
que es también lo que se conoce como el fenómeno transitivista.
Ejemplo: si hay dos chicos jugando (año y medio) juntos y si a un
chico le pegan o le pasa algo o se cae y llora, el otro chico también
llora y va a decir que el se cayó, o que a él le pegaron o que a él le
pasó lo mismo que al otro. ¿está mintiendo? No, no está mintiendo,
sino que se está produciendo esto que Lacan llama fenómeno de
transitivismo o el pasaje del yo especular al yo social. Que es que
el semejante le sirve de soporte a su imago. Nuevamente podemos
decir; el yo es otro.
Este transitivismo infantil, esta captura por la imago del otro es lo que
produce también que el chico por ejemplo, empiece a hablar en tercera
persona (llamarse por nombre o como lo llaman). ¿Por qué se llaman
a sí mismos en tercera persona?
Porque es la forma en que ellos han sido nombrados por otro.
Ahí tenemos las dos cuestiones; la matriz simbólica significante (ellos
se llaman a sí mismo como han sido llamados por el otro), y también
tenemos este fenómeno imaginario en donde ellos están identificados
con esa imagen que proviene del otro (cuando el chico dice el nene;
es el nene para el otro. Es el nene para la madre supongamos en primer
lugar). O sea se identifica a esos significantes y a esos imagos que
provienen siempre desde el lugar del otro. Este comenzar a hablar en
tercera persona nos da una prueba de este funcionamiento que tiene el
chico inicialmente. Por eso también a este momento Lacan lo llama
el viraje paranoico (lo que proviene del afuera). Entonces, así como
aparecen estas identificaciones con el otro, también van a aparecer las
relaciones de rivalidad con el otro.
Resumiendo
El texto trata centralmente de una . Dicho de otro modo, el chico
reconoce su unidad corporal antes de poder coordinar sus
movimientos corporales, es decir, poder decir muevo esta mano
muevo esta pierna.
Entonces en esta oposición entre la anticipación perceptual y
prematuración es que vamos a encontrar una matriz de todo lo
que podríamos llamar la temporalización del sujeto. O sea, en este
tiempo que va desde la insuficiencia La anticipación es que se
produce una hiancia (palabra francesa que hace referencia a una
abertura distancia) entre el cuerpo y la imago (primera imagen
constitutiva que logra el niño de sí mismo)
¿Cómo se verifica esta distancia entre el cuerpo y la representación
que hay del propio cuerpo?
Claramente lo vemos en la anorexia, la anorexia es alguien que se ve
siempre gorda puede estar pesando 30 kg y ella va a decir que está
gorda. Hay distancia entre lo qué perceptualmente se puede verificar
y la representación que tiene el sujeto de su propio cuerpo. Es decir,
siempre en mayor o menor medida hay distancia entre el cuerpo y la
imago.
Entonces, esta distancia, este tiempo que va de la insuficiencia la
anticipación podemos decir que es estructurante del sujeto.
Tenemos una unidad corporal que el niño logra, pero tal cual se puede
verificar en los esquemas ópticos las llamamos una unidad virtual. El
chico se identifica a una imagen virtual de sí. Y lo que se opone a
esta imagen virtual es la fragmentación. Recordemos que en el
psicoanálisis el tiempo es siempre tiempo de re significación, si
hablamos de un desplazamiento y fragmentación anterior a la
Constitución virtual. Esto es lo que se conoce como el fantasma de la
fragmentación.
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