Evaluación Psicopedagógica y Modelos de Intervención en la Orientación Psicopedagógica

Evaluación Psicopedagógica y Modelos de Intervención en la Orientación
Psicopedagógica
Evaluación psicopedagógica
Proceso de recogida y análisis de información relevante, proporcionada por el
alumnado, los familiares, el profesorado…, en el que se analiza la situación de una alumna
o un alumno que presenta algún tipo de dificultades.

Orienta respecto a la toma de decisiones para optimizar y favorecer el desarrollo
personal del estudiante y su proceso de enseñanza–aprendizaje, realizando los
ajustes necesarios.

Permite entender mejor al niño/a y aporta información que podemos transmitir al
tutor y a las familias para que estos, a su vez, puedan comprenderle mejor y
ayudarle.
Pérez Juste (2000): “la evaluación es «el acto de valorar una realidad que forma
parte de un proceso, cuyos momentos previos son los de fijación de las características a
valorar y la recogida de información de calidad sobre las mismas y cuyas etapas posteriores
son la toma de decisiones en función del juicio emitido.”
Resolución del 30 de Abril de la Dirección General de la Renovación
Pedagógica del MEC (1996): “el proceso de recogida y análisis de la información
relevante, relativa a los distintos elementos que intervienen en el proceso de enseñanza y
aprendizaje para identificar las necesidades educativas de determinados alumnos que
presentan dificultades en su desarrollo personal o desajustes respecto al currículo escolar
por diferentes causas para fundamentar y concretar las decisiones respecto a la respuesta
curricular y el tipo de ayudas que precisan para progresar en el desarrollo de las distintas
capacidades”.
La evaluación psicopedagógica se debe producir en equipo, tanto en la fase de
obtención de datos como en la aplicación de estrategias y en la resolución de problemas
psicopedagógicos (Psicología, pedagogía, profesorado).
Funciones de la evaluación psicopedagógica:

Comprobar el estado de desarrollo y la evolución o progreso del alumnado en su
proceso general de aprendizaje.

Identificar qué aspectos interfieren en el proceso de maduración y en el de
aprendizaje.

Iniciar el proceso de toma de decisiones sobre la elección del tipo de escolarización
más adecuada para el alumno con necesidades educativas especiales (NEE), con la
propuesta de ayudas necesarias, orientaciones al centro y al profesor-tutor.

Función preventiva, permite dar respuesta al alumnado, con lo cual se minimizan
los posibles desajustes o retrasos que se pueden dar en su desarrollo personal o en
sus adquisiciones o competencias curriculares.

Seguimiento: no se puede limitar a un momento determinado y puntual; se requiere
un seguimiento, adaptando en todo momento los aspectos educativos a las
necesidades y características del alumnado.
Nota: Se debe ser muy prudente a la hora de interpretar los datos obtenidos con la
evaluación psicopedagógica, porque podrían condicionar el desarrollo de este alumnado.
Jamás se debe caer en el error de etiquetar a ningún niño o niña. Hay que cuidar el lenguaje
y la manera en que se explica al profesorado la necesidad especial del alumno/a. También
hay que dar pautas claras para que la integración y la inclusión se hagan realidad.
Fases:
1. Recogida de información: planificar como se va a llevar a cabo. Determinar los
instrumentos y recursos, uso de tres recursos: observación directa, entrevistas,
pruebas concretas.
2. Valoración y diagnóstico: luego de analizar o interpretar los datos antes recogidos,
se delimita el problema, justificándolo. El diagnóstico se ha de entender como una
descripción detallada de las necesidades pedagógicas del alumnado (qué es capaz de
hacer, qué ayudas precisa).
3. Toma de decisiones: devolución de la información a familiares y tutores, se
establece el plan de acción, el cual es se escoge teniendo en cuenta diversas
alternativas en conjunto con el análisis de las ventajas o inconvenientes de cada uno.
4. Aplicación del plan de acción: se debe establecer con cada uno de los implicados
las medidas a tomar y asegurarse de que éste se cumple.
5. Seguimiento y evaluación de los resultados: se deben comunicar los resultados
tanto a los familiares como al profesor tutor y, en su caso, al profesorado
especialista, así como establecer acuerdos. El seguimiento es importante porque
informa acerca de si la línea elegida en el plan de acción es la más adecuada o si no
está dando los resultados previstos, También es importante recoger los datos de
cómo ha funcionado para observar las intervenciones más eficaces, cuáles han sido
y por qué.