El desarrollo infantil Los primeros siete años S E R I E G A T E W A Y N Ú M E R O Recopilación de artículos publicados en el boletín de la Asociación Waldorf para la Primera Infancia de Norteaméricar 3 El desarrollo infantil Los primeros siete años S E R I E G A T E W A Y N Ú M E R O Recopilación de artículos publicados en el boletín de la Asociación Waldorf para la Primera Infancia de Norteamérica 3 La editorial desea expresar su agradecimiento a los anteriores y actuales editores de Gateways: Joan Almon, Nicola Tarshis y Stephen Spitalny. Este libro es una colección de ensayos y artículos que aparecieron originalmente en Gateways y otras publicaciones. Todos ellos se reproducen con la autorización de los autores. Redactora de la edición inglesa: Susan Howard Directora editorial: Lydia Roberson Ilustración de portada: Richard Neal Diseño de portada: Dale Hushbeck Presentación y diseño: Sheila Harrington Diseño gráfico: Erica Merkling y Julie Stunden Edición de texto: Sandy Milczarek Apoyo administrativo: Patti Regan, Melissa Lyons y Anne Jimenez © Copyright Asociación Waldorf para la Primera Infancia de Norteamérica, 2004 Publicado en Estados Unidos por la Asociación Waldorf para la Primera Infancia de Norteamérica 285 Hungry Hollow Road, Spring Valley, NY 10977 Esta publicación ha sido posible gracias a la subvención del Fondo Curricular Waldorf. ISBN 978-0-979623-21-9 10 9 8 7 6 5 4 3 2 1 Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida sin la autorización por escrito de la editorial, a excepción de breves citas incluidas en artículos o análisis críticos. Índice Fases del desarrollo en los primeros siete años Las leyes de la infancia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . por Dr. Helmut von Kügelgen 3 Fases del desarrollo en la primera infancia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . por Freya Jaffke 6 El niño pequeño desde el nacimiento hasta los siete años . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . por Dennis Klocek 12 Nacimiento, infancia y los primeros años de vida El desarrollo del niño: Embriología desde la concepción al nacimiento . . . . . . . . . . . por Bruno Callegaro 25 Dar sentido a la verticalidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . por Bonnie y William River-Bento 35 El milagro de la adquisición del lenguaje . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . por Dra. Michaela Glöcklerr 38 Movimiento, gesto y lenguaje en la vida del niño pequeño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . por Bronja Zahlingen 42 Apoyar el desarrollo de la mano humana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . por Ingun Schneider 46 Hacia el desarrollo humano: La base fisiológica del sueño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . por Lisa Gromicko 55 Sentar la base física del Alma Consciente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . por Dra. Jenny Josephson 65 Desarrollo de la conciencia: Imitación, juego y aprendizaje Fuerzas de crecimiento y fuerzas de fantasía: Entender la conciencia del sueño del niño pequeño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . por Dra. Michaela Glöckler 71 El papel vital del juego en la infancia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . por Joan Almonl 83 La genialidad del juego . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . por Sally Jenkinson 94 Entender la imitación mediante un análisis mas profundo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . por Joop van Dam 100 Preparación para el jardín de infancia y la escuela Preparación para el jardín de infancia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . por Dra. Elisabeth Jacobi El nacimiento de lo etérico: La transformación de las fuerzas de crecimiento en fuerzas de pensamiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . por Dra. Michaela Glöckler 109 111 Preparación para primer grado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . por Joan Almon 118 Recomendaciones para la preparación de primer grado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . por Nancy Foste 131 Colaboradores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 138 Fases del desarrollo en los primeros siete años Las leyes de la infancia por Dr. Helmut von Kügelgen forma al niño, al igual que el nerviosismo, los actos sin sentido y los arrebatos de ira. La infancia se rige por leyes sublimes y exige la humanidad y abnegación del mundo adulto. Por esta razón, el niño pequeño plantea un gran reto para nuestra conciencia intelectual moderna. ¿Debemos proteger el ámbito de la infancia de los expertos, cuyas ideas no nacen del amor ni de la percepción? ¿Debemos prohibir la experimentación invasiva, que altera y por consiguiente supone una afrenta al destino humano? ¿No debería seguir siendo nuestra responsabilidad para con nuestros hijos prever con reverencia antes de atrevernos a exigirles algo, o antes de apartarnos y abandonarlos a su suerte? Independientemente de cómo actuamos, formamos a los niños a nuestra propia imagen: no es su conciencia, ni siquiera el alma, que aún no ha extendido sus alas para echar a volar, sino las circunvoluciones del cerebro, las sutiles vibraciones de las glándulas, hígado, sistema circulatorio sobre las que influimos. Por tanto, los factores hereditarios no son los principales responsables de la similitud entre padres e hijos; más bien, los niños pequeños no son aún capaces de protegerse conscientemente de las influencias externas. Estas impresiones penetran hasta la médula; sus reacciones se reflejan, por ejemplo, en cambios en el color de la piel o en problemas digestivos. Los primeros días de la vida de un niño, como descubren cada vez más psicólogos, dejan una profunda huella porque las impresiones iniciales crecen con el cuerpo del niño, del mismo modo que las cicatrices o los tejidos sanos. La segunda ley nace del amor, un hábito sagrado que cada individuo trae consigo: el aprendizaje se produce por medio de la imitación, que incluye las impresiones que el entorno deja sobre los niños. Un acto de amor, aunque fuera simplemente un acto de relaciones sexuales, convocó al ser del niño y preparó un cuerpo como morada física. Desde el amoroso mundo espiritual de los no nacidos, el niño trae un sentimiento de confianza ilimitada en la bondad de nuestro mundo. De este modo, existe el deseo de imitarlo todo y todo se convierte en parte del niño a través de la imitación; los gestos, las actitudes internas, la conducta externa, el lenguaje que utilizamos Como consecuencia, la primera ley de la infancia es que todo el cuerpo del niño pequeño es un órgano sensorial, expuesto a cualquier impresión. El niño es sumamente sensible al entorno inmediato. Una sonrisa, una expresión de amor, una palabra tierna (inigualables fuentes de calidez y fuerza), los colores, formas, disposición de las cosas, y los pensamientos positivos de las personas en su entorno; todo ello moldea y da 3 del niño. ¿De qué sirve adquirir conocimientos y más conocimientos si la persona no tiene imaginación y es incapaz de formular juicios y llevar a cabo esas ideas con responsabilidad? y los pensamientos que albergamos. Imitación es la palabra mágica en la educación del niño hasta los nueve o diez años, cuando es sustituida gradualmente por otras formas de aprendizaje. El hábito del niño de imitarnos, rebosante de confianza y también de expectativas, nos exhorta a ser dignos de esa imitación. No son los sermones, sino las acciones significativas las que moldean un cerebro que puede concebir ideas significativas. La falta de consistencia tiene el efecto contrario. Hay tres tipos de sustento diferentes que nutren a los niños y se convierten en parte de ellos: la comida, el aire que respiran y las impresiones sensoriales del mundo que los rodea. Por lo tanto, la quinta ley es: preste atención a la calidad. Prepare cuidadosamente las comidas, utilizando tantas frutas y verduras saludables de temporada y del entorno local como sea posible. Una actitud de gratitud por nuestro pan de cada día aumenta su valor; la indiferencia, complacencia y la falta de buenos modales lo reducen. En la familia debe haber una alternancia entre las actividades al aire libre y en interiores, dormir y estar despiertos, momentos serios y momentos de alegría, domingos y días laborables. Todos estos factores contribuyen esencialmente a la calidad de las impresiones sensoriales que el niño asimila de su entorno. ¿Deben tener juguetes mecánicos o las piedras, conchas, bloques de construcción y piezas de tela que estimulan la imaginación? ¿Deben llevar ropa interior de lana o sintética? ¿Ha desaparecido la intuición de que los niños pequeños no deben estar delante de la televisión (¡Ni siquiera para ver los programas infantiles!)? Los cochecitos deben montarse de modo que los niños puedan sentirse tranquilos al ver el rostro del adulto, dado que la exposición a una avalancha de impresiones de la calle que los niños no pueden asimilar solo contribuye a ponerlos nerviosos. Debemos tener siempre presente que todo lo que los niños no pueden asimilar o es de mala calidad no hace sino debilitarlos. Los niños nos obligan a hacer una reflexión crítica de nuestro mundo adulto. Desde su punto de vista, se podría hablar largo y tendido sobre la calidad de nuestras ciudades, el ritmo diario de nuestra vida exterior y la riqueza de nuestra vida interior. Los niños nos exigen humanidad. Estas consideraciones nos llevan a la tercera ley, que sigue siendo de gran importancia en los primeros años de escolarización y una dolorosa experiencia para el niño con dificultades durante los exámenes: las fuerzas del crecimiento y la memoria (representación visual) son idénticas. Abrumados por conocimientos pedantes, los niños son despojados de las fuerzas formativas necesarias para desarrollar y fortalecer sus cuerpos en crecimiento. Este es el motivo por el que los niños más precoces tienen un aspecto pálido y débil, y los niños que participan en juegos imaginativos tienen complexiones saludables. ¿Por qué hemos de sobrecargar a los niños pequeños con las banalidades de la vida cotidiana? Muy pronto aprenderán a diferenciar entre grueso y delgado, redondo y cuadrado, o entre el bombero y el policía, y no tendrán ninguna dificultad al hacerlo. Lo más importante durante los primeros siete años de vida es estimular la imaginación creativa del niño a través del juego y las actividades prácticas. A esta edad, más que a ninguna otra, observamos lo siguiente: el niño aprende a ser humano de otros seres humanos. ¿Qué ocurre si se ignora esta cuarta ley? Si el padre o profesor sustituye sus propias historias, juegos, esfuerzos y fracasos por libros, material didáctico o incluso la televisión, priva al niño de lo más importante que puede ofrecerle: el contacto humano. Percibir la personalidad detrás de las actividades que el niño observa despierta a su vez la propia personalidad 4 Esta ley se manifiesta de nuevo claramente en los tres períodos de siete años previos a la edad adulta. Hasta la edad escolar, e incluso un poco después, los niños deben hacer las cosas a fin de comprenderlas, aprendiendo a través del juego y de su propia experiencia. Hasta la pubertad, deben aprender a través de la experiencia y mediante la conversación. Lo que se ha aprendido ya no se incorpora; en cambio, los sentimientos empiezan a echar a volar poco a poco. Durante la pubertad, deben desarrollar un vivo interés por el destino de la gente, tanto cerca como lejos, ampliando sus horizontes más allá de su propio país. Es ahora, basándose en sus propias diversas experiencias, cuando los jóvenes comienzan a formar sus propias opiniones. Al llegar a este punto, han cruzado el umbral de la infancia a la juventud. Surgen con fuerza el amor por la verdad, la ciencia y las responsabilidades y obligaciones elegidas libremente y el impulso de poner en práctica sus propias ideas, dando lugar a decisiones sobre su carrera y vida adulta. Ahora la tarea es pensar antes de actuar. La voluntad y el pensamiento, después de una intensificación de su intermediario, el sentimiento, establecen una nueva relación mutua. ¿A qué edad pasan a ser nuestros contemporáneos? Al principio, aún viven en el anterior estado de conciencia de ensueño de la humanidad; más adelante, con toda seguridad nos adelantarán, pues les corresponde recoger el testigo de la nueva generación. Pero en ningún momento son adultos en miniatura. Deben fortalecerse progresivamente para las tareas de nuestro siglo y equiparse para asumir sus cargas. Esta educación debe proceder paso a paso. Ofrecer a los niños demasiado poco de lo que necesitan para su edad, u ofrecérselo demasiado pronto, crea problemas desde el principio. Por eso la sexta ley a considerar es: el desarrollo requiere tiempo, cada paso se basa en el anterior. En los primeros dos o tres años, este desarrollo avanza a pasos agigantados. Los niños aprenden más durante este período que durante su posterior formación laboral o en la universidad. La fuerza de voluntad para mantenerse erguido y aprender a andar va seguida del despertar del niño a sentimientos que se expresan en la comunicación verbal. Solo a partir de entonces se pronuncia la primera palabra que se piensa y no se imita: la palabra “Yo”. Este triple desarrollo continúa durante los primeros siete años del desarrollo infantil. En primer lugar, los niños deben familiarizarse con la gravedad, que pone a prueba su voluntad a cada paso que dan. A continuación, yendo más allá de la mano extendida de las palabras, expresan los primeros indicios del alma. Comienza un diálogo con la naturaleza y el mundo de los cuentos de hadas y una exploración del aspecto social e imaginativo-artístico del lenguaje. Finalmente (entre los cinco y los siete años), uniendo las palabras y el lenguaje de gestos, el niño formula los primeros pensamientos, creando nuevas palabras y filosofías de un modo que solo es posible en los niños. Lo que ya existe en los niños pequeños crece con ellos a medida que maduran. Así pues, la última ley es proteger la infancia. Protegerla de la experimentación, del desarrollo prematuro, de avalanchas de estímulos, de todo lo que contribuye a debilitar la capacidad de imaginar del niño. Proteger la infancia como fuente de bienestar físico, fuerza interior, identidad propia, tolerancia social. Si no llenamos la infancia de alegría y calidez, juegos imaginativos y experiencias significativas, estamos sembrando de obstáculos el camino al desarrollo sano. 5 Fases del desarrollo en la primera infancia: Tareas y objetivos para padres y educadores por Freya Jaffke del inconsciente. Si su actividad se ve afectada, entonces la voluntad humana se debilita o incluso se inhabilita. El impulso de la voluntad se halla más plenamente y con mayor fuerza en el movimiento de las extremidades que en ninguna otra área. La alegría espontánea y caprichosa del movimiento en los niños pequeños es un buen ejemplo de ello. Así Steiner combina esta región “inferior” y la denomina sistema metabólico de las extremidades. Para ser capaces de fomentar el desarrollo del niño en lugar de perturbar o impedirlo con un comportamiento deficiente, debemos familiarizarnos y entender estas etapas del desarrollo. Este hecho se basa en la investigación anatómica según la cual el cuerpo que el niño hereda de sus padres no representa una forma más pequeña del adulto. El cuerpo del niño se está transformando para alcanzar su propia meta. Se percibe claramente la presencia de una Voluntad, una individualidad, que no es idéntica al cuerpo que se ha heredado. En Soul Economy and Waldorf Education, Lecture VII (Rudolf Steiner, Anthroposophic Press, 1986)) se describen tres etapas distintas de desarrollo durante los años previos a que un niño esté preparado para el primer grado, o sea hasta el séptimo año. Los procesos vitales del organismo y su formación no pueden explicarse adecuadamente por las reacciones químicas de las sustancias del cuerpo. Los expertos antropólogos reconocen la actividad de las fuerzas formativas. Rudolf Steiner las denomina fuerzas formativas o vitales. Sus efectos en la configuración del organismo y en los procesos fisiológicos son evidentes. Sin embargo, la actividad presente es invisible a simple vista y solo se revela a través de métodos suprasensoriales de observación, como describe Steiner en la cuarta y quinta conferencias de Soul Economy. Describe cómo las fuerzas formativas están completamente ocupadas al comienzo de la vida humana con la formación del organismo. Luego, a medida que los órganos alcanzan su forma final, estas fuerzas quedan gradualmente libres de esta tarea y se transforman en fuerzas del alma-espíritu: las de la memoria, la imaginación, la fantasía y el poder del pensamiento. Todas ellas indican una formación Steiner observó que el organismo humano se divide en tres áreas. Dado que las percepciones sensoriales llegan al cerebro a través del sistema nervioso, Steiner llama a esta asociación de funciones centradas en la cabeza el sistema nervioso sensorial. Es la base física del pensamiento. Una segunda y mayor área consiste en la conexión entre el ritmo de la respiración y el latido del corazón, en cuyas variaciones sutiles se manifiesta la vida afectiva. Se llama sistema rítmico y tiene su centro en la zona del pecho. Los órganos del metabolismo realizan su trabajo en lo profundo 6 al aprender a caminar. Observamos cómo a partir del lenguaje universal del balbuceo el niño descubre cada vez con mayor seguridad y control el sonido preciso de su lengua regional. Vemos cómo se desarrolla una actividad claramente diferenciada y significativa a partir de los primeros pasos siguiendo a los adultos y empezando a imitar su comportamiento. y configuración espiritual. De este modo, el desarrollo infantil consiste esencialmente en el nacimiento y el desarrollo gradual de estas fuerzas. Si queremos entender a un niño en los primeros siete años de vida, debemos examinar minuciosamente los pasos individuales del desarrollo. Pero antes de hacerlo, tengamos presente el conjunto de la situación del niño pequeño al principio de la vida. En todos estos procesos podemos ver cómo la individualidad se esfuerza por adentrarse en el cuerpo y adueñarse de él. Todas las impresiones del entorno que el niño experimenta actúan también en estrecha colaboración durante este proceso de formar el ser humano interior. Las impresiones penetran en el niño desde el exterior a través de los sentidos. En los niños pequeños, el centro de su ser o individualidad las digiere interiormente de dos maneras: a través del comportamiento imitado y por el desarrollo de los aún inacabados órganos. Para empezar, deben coincidir tres cosas para que se produzca un nacimiento. En primer lugar, las dos secuencias hereditarias de los padres se unen para crear un cuerpo. Luego se incorpora al cuerpo un ser de alma-espíritu, una individualidad humana. A pesar de su integridad externa, este cuerpo físico sigue estando inacabado en muchos sentidos. Los distintos órganos internos aún no han alcanzado su forma diferenciada y definitiva. En el sistema de las extremidades, se observa una falta de diferenciación: movimientos caóticos e involuntarios. En el sistema nervioso sensorial, el niño sigue siendo completamente vulnerable. El niño pequeño nace desprotegido en su nuevo entorno. Todo su cuerpo actúa como un único órgano sensorial, conectando de forma indiscriminada el mundo exterior con el interior. Podemos compararlo con el ojo. El ojo en sí no ve, solo transmite. Vemos a través de los ojos. Así, el cuerpo del niño es un órgano sensorial para la individualidad, para el ser del alma-espíritu de los humanos. La tarea del niño en los primeros seis a siete años, años a los que tiene derecho para este fin, es adueñarse de su cuerpo interior y desarrollar su diferenciación hasta que esté listo para ir al colegio. Más adelante, cuando el proceso de formación de los órganos ha concluido prácticamente y solo se produce crecimiento, su cuerpo está dispuesto como un “instrumento” útil. La individualidad del alma-espíritu que había unido el cuerpo físico al nacer, después de varias etapas de desarrollo, comienza a manifestarse plenamente en forma externa a través de este cuerpo sin ser obstaculizado por el mismo. Las impresiones exteriores penetran en el niño a través de los sentidos, mientras que la actividad interna de formar los órganos se mueve hacia el exterior. Este trabajo conjunto de las impresiones exteriores y la configuración interior se manifiesta en la maravillosa capacidad de imitar con la que nace todo niño sano. Cada observación se absorbe primero en profundidad, captada por la voluntad, y luego, como un eco, reaparece de nuevo en el comportamiento del niño. ¿Cómo podemos observar la unión de la individualidad al cuerpo? Vemos cómo los movimientos involuntarios de patalear del niño se vuelven cada vez más ordenados y centrados mediante su incansable voluntad de estar activo. Vemos cómo alcanza la posición erguida y cómo desarrolla una relación con el equilibrio del mundo De este hecho se desprenden dos importantes tareas para padres y educadores. La primera es un gesto de protección. Siempre que sea posible, debemos elegir con cuidado entre las impresiones 7 dedos del pie. Aunque afectan a todo el cuerpo, se concentran durante la primera etapa de la vida, desde el nacimiento hasta aproximadamente los dos años y medio, en la formación de los órganos en el sistema nervioso sensorial. Durante este período el niño adquiere tres de las capacidades humanas más importantes: adquirir la verticalidad frente a la gravedad; caminar; y más tarde el habla, que es un requisito indispensable para pensar. El niño solo aprende todas estas capacidades a través de la imitación. Varios ejemplos trágicos en la historia han demostrado que los niños no adquieren estas capacidades humanas cuando crecen rodeados solo de animales. Eso demuestra claramente que la humanidad solo puede aprenderse de seres humanos. del entorno que presentamos al niño. Es preferible que el niño esté rodeado de sonidos familiares, apacibles y felices, de voces normales y canto, y no de conmoción y disputas. También debemos proteger al niño de todo tipo de aparatos técnicos como la radio, televisión, casetes, vídeos, etc. En la habitación del niño, son preferibles las cunas y paredes de un color suave, por el efecto relajante de los tejidos y el papel pintado para niños, cubiertos de flores y animales. Al viajar en coche, el niño debe ir sentado de modo que pueda ver a su madre, en lugar de sobreestimular sus sentidos exponiéndolo al tráfico de la calle. La segunda gran tarea consiste en guiar al niño paso a paso en la vida, permitiéndole aprender sobre la vida de por vida. Esto se consigue principalmente prestando atención de forma significativa y metódica a una capacidad con la que el niño ha nacido —la imitación— en lugar de mediante una enseñanza inteligente. De la edad del gateo al despertar del “yo” en la edad de la independencia ¿Cómo se muestran activos los niños en esta primera etapa de la vida? Esto presupone que cuando los adultos hacemos un esfuerzo por ser buenos ejemplos de seres humanos, conseguimos despertar impulsos en el niño a través de nuestras actividades; es decir, no podemos enseñar al niño a imitar. Es una cuestión de voluntad y la propia voluntad del niño debe captarlo. Podemos ser conscientes de nuestro propio comportamiento: cómo hacemos nuestro trabajo en el hogar y el jardín, cómo hablamos con otras personas, cómo nos preocupamos por los demás, cómo organizamos y cuidamos de nuestro entorno. El niño asimila todo profundamente en sus propios procesos formativos corporales. Incapaz de distinguir entre comportamientos significativos y absurdos, incorpora a sus propias actividades lo que ve en sus representantes de la vida, que es el papel que asumimos en el proceso de la educación. Tan pronto como el niño puede gatear o impulsarse hacia adelante, comienza a explorar su entorno familiar, y surgen peligros. Sigue a su madre y quiere hacer todo lo que ella hace. Se divierte haciendo ruido con las cazuelas, tapas y cucharas, mete las manos en el agua del lavado, saca la colada y la vuelve a meter, dejando charcos por todas partes. Trajina con la escoba, esparciendo la suciedad en lugar de recogerla en el medio en un pequeño montón, se lleva con gran entusiasmo los objetos que acaban de ser colocados en un determinado lugar a cualquier otro lugar. Y todo lo hace bajo el lema: “Johnny también” o “¡Yo también!” Le encanta moverse y mantenerse tan ocupado como sea posible con los enseres del hogar, pero sin entender el objeto y fin del trabajo del adulto que, por supuesto, avanza muy lentamente. Sin estos ayudantes tan voluntariosos, el trabajo de los adultos terminaría mucho antes. Pero eso solo es cierto desde un El comportamiento imitativo del niño pasa por tres etapas distintas en los primeros seis a siete años. Está sujeto a las fuerzas que forman los órganos que, comenzando por la zona de la cabeza, actúan en todo el cuerpo hasta la punta de los 8 se encuentran los órganos rítmicos (corazón y pulmones). En este momento, aparecen en el niño dos nuevas capacidades que claramente le brindan una nueva relación con su entorno. Estas capacidades son la fantasía infantil y la memoria. Los siguientes son algunos ejemplos de juego en niños que se han desarrollado de forma saludable: punto de vista, porque el progenitor se ha ocupado no solo de la casa, el jardín o las labores manuales, sino que al mismo tiempo ha realizado también una labor educativa. Esto debería reconocerse en la conciencia educativa de hoy en día. Además de conectar impulsivamente con el entorno, también hay momentos en los que el niño permanece con devoción cerca de su madre, por ejemplo, cuando ella está pelando manzanas o trabajando con hilo y aguja. Hay momentos en los que se mantiene ocupado en su área de juegos, llenando y vaciando cestas, construyendo y derribando torres, cantando y empujando el cochecito de las muñecas. Aquí es importante prestar mucha atención a la calidad de los materiales de juego. Los mejores objetos son los que se encuentran en la naturaleza o que solo han sido ligeramente modificados a mano (Toymaking with Children, Jaffke, 1988). En su estrecha relación con estos objetos, dejarán impresiones sobre el niño en formas naturales y orgánicas, y esto contribuye a estimular los procesos de formación de los órganos internos del niño. “Los juguetes que solo constan de formas matemáticas muertas tienen un efecto desolador y mortífero sobre las fuerzas formativas del niño” (La educación del niño, Rudolf Steiner). • Un niño de cuatro años tiene delante de él sobre la mesa pequeños trozos redondos de ramas de árboles, y me pregunta: “¿Quieres un refresco, cerveza o zumo de manzana?” • Una niña de cuatro años toma un pedazo de corteza, coloca dos piedras encima y dice: “Tengo un barco con un hombre al timón”. Luego se acerca a mi mesa y pregunta: “Te he traído unos trozos de chocolate. ¿Los quieres?” y pone las piedras delante de mí. A continuación, la corteza se convierte en el tejado de la casa de un enanito. • Un pequeño banco al principio fue la cocina de una muñeca, luego se convirtió en el comedero de un animal al colocarlo de lado y, boca abajo, primero fue la cama de una muñeca y luego parte de un tren. Estos ejemplos muestran que los niños de esta edad son capaces de cambiar las cosas en su entorno, utilizándolas con distintos fines en ciertos casos y, con la ayuda de la fantasía, convirtiéndolas en cosas nuevas. Los niños ven los objetos, quizás solo recordándolos vagamente, y su imaginación completa todos los detalles necesarios. El requisito es que los niños ya hayan experimentado dichas cosas anteriormente. Si un niño no ha visto nunca un barco, o solo ha visto uno en un libro ilustrado, no puede incorporarlo a sus juegos. El niño pasa por un primer momento de verdadera crisis cuando despierta por primera vez el sentido del “Yo” durante la Edad del Desafío. Experimenta su propia voluntad cada vez más, pero ahora debe aprender a adaptarla a su entorno. Mientras que antes siempre decía: “Yo también”, ahora dice: “No quiero”. Del tercer al quinto año: Fantasía y juego espontáneo Una característica del juego a esta edad es que se ve estimulado por causas externas. Por esta razón, es preferible que los materiales de juego disponibles puedan transformarse; que sean incompletos y lo suficientemente simples para que la imaginación del niño, recordando los Observemos ahora la segunda etapa, el período entre los tres y los cinco años. Las fuerzas vitales o formativas, que hasta ahora han estado activas principalmente en la zona de la cabeza, se concentran durante esta segunda etapa en la parte central del cuerpo, donde cabe destacar 9 sistema metabólico y de las extremidades. Los niños se vuelven cada vez más hábiles y diestros hasta las yemas de los dedos. detalles, pueda trascender los objetos disponibles y completarlos. La imaginación necesita este tipo de actividades a fin de no estancarse. Todo depende del trabajo interior. Muchos niños, especialmente aquellos que jugaban de un modo enriquecedor y creativo, atraviesan una segunda crisis durante el quinto año. Por primera vez, experimentan un verdadero aburrimiento. Puede que el niño se acerque y le diga: “No sé qué hacer”. Es como si hubiera agotado su fantasía y de repente no tuviera más ideas. La fantasía necesita ahora un descanso y no debemos recurrir a ella recordando al niño los bellos juegos de ayer. Podemos ayudar a reforzarla mucho más haciendo que el niño participe en nuestro propio trabajo, por ejemplo, pelando manzanas, secando los platos, barriendo, horneando, cosiendo. Después de un tiempo, a veces después de solo unos días, surgen en el niño nuevos impulsos para el juego. Se ha producido un cambio. El estímulo para el juego ya no proviene solo de los objetos externos, sino que ahora proviene cada vez más del interior. Esto significa que ahora el niño guarda en su imaginación una imagen interna de los acontecimientos pasados, y puede sacarlos a relucir mientras juega, independientemente del lugar, tiempo o personas. “Así como los músculos de la mano crecen firmes y fuertes al ejecutar la labor que les corresponde, también el cerebro y los demás órganos del cuerpo físico humano quedan orientados hacia un correcto desarrollo si reciben de su entorno las impresiones correctas” (La educación del niño, Rudolf Steiner). Llama la atención de inmediato que el juego está lleno de cambios. Siempre imitan los acontecimientos diarios, y se producen muchos cambios espontáneos, a menudo sin ninguna conexión. A los niños siempre se les ocurre algo nuevo. Al observarlo, muchos adultos pueden desesperarse y creer que los niños son incapaces de concentrarse en el juego. Pero la concentración a esta edad radica en la continuidad del juego que, entre los tres y los cinco años, se caracteriza de este modo. Sin duda, de vez en cuando surge de este juego un gran desorden e incluso caos, pero podemos llamarlo un caos significativo, porque afecta continuamente a los niños de tal manera que los mantiene estimulados e interesados. A partir de los cinco años, esto ya cambia por sí solo. Por supuesto, el adulto debe planificar suficiente tiempo después del juego para limpiar y participar dando ejemplo para que se convierta en un hábito indiscutible y alegre en lugar de una carga que se ordena de forma esporádica, casi abrumadora, a la que uno debe enfrentarse solo. A los niños de cinco y seis años les encanta sentarse juntos, hablando y haciendo planes para sus juegos. Por ejemplo, construyen un restaurante y hacen servilletas, menús y carteras con trozos de tela doblada. Preparan un bufet frío y presentan a las ovejitas laneras como pescado. Un niño, que vende las bebidas, tiene delante un gran tronco con ramitas (es su “auténtica cerveza de barril”), y puede servir cualquier tipo de bebida que le pidan. En otra ocasión, organizan un consultorio médico con agujas, estetoscopios, vendas y una sala de espera donde las telas dobladas son las revistas. Del quinto al séptimo año: Imágenes de la fantasía y juego planificado La tercera etapa importante del desarrollo en los primeros siete años comienza alrededor del quinto año. El sistema rítmico libera progresivamente las fuerzas que ha utilizado para formar los órganos y ahora están activas en el Otros temas típicos del juego son: el camión de la basura, la ambulancia con una luz roja, la escuela, el taller de carpintería, el camión de los bomberos, el teleférico, la instalación telefónica, el 10 de su trabajo y que, al mismo tiempo, acompañan apaciblemente a los niños en sus juegos. El juego creativo depende más de un ambiente de trabajo apacible y alegre que de muchas palabras inteligentes, sugerencias para el juego o instrucciones de cualquier tipo. El trabajo de los adultos debe “elevar” a los niños; estos deben ocupar su lugar en el sentido más amplio, aunque no estén directamente involucrados en el trabajo. Esto parece una contradicción, pero refleja la experiencia de todas las madres que llevan su costurero o tabla de planchar a la habitación de los niños y que irradian calma e interés mientras trabajan, o todos los padres que realizan su trabajo en el jardín, patio o sótano. Lo más importante es que las personas que rodean al niño hagan una vida rítmica y ordenada, que les guste trabajar y estén dispuestos a asumir una gran parte del trabajo. ¡El niño pequeño es un imitador! El adulto recibe la recompensa y agradecimiento tácitos por sus esfuerzos de parte de los niños que son capaces de jugar de una forma gratificante sentando las bases para la vida posterior en estas primeras etapas. buzo de gran profundidad y muchos más. Su juego se vuelve cada vez más planificado. Pero eso no significa que no puedan cambiarlo de pronto si a uno de los niños se le ocurre una emocionante idea. Los niños de esta edad no necesitan juguetes más lujosos y complicados. Son preferibles los materiales de juego que pueden adaptarse al crecimiento del niño. Su relación con los materiales está cambiando. Antes del quinto año, los materiales estimulan las ideas. Después del quinto año, primero surge una idea imaginativa, luego llega el esfuerzo por encontrar y crear algo aceptable con los materiales de juego que corresponden a la imaginación. Ahora la fantasía, que anteriormente se había desarrollado de un modo tan intenso, comienza a funcionar de nuevo. Hoy en día, ya no es una cuestión de rutina que los niños puedan jugar de un modo espontáneo y entusiasta correspondiente a su nivel de desarrollo. Esto no se debe tanto a los niños como a la inmensa influencia que sufren desde todos lados a partir de la más tierna infancia. Por ejemplo, los juguetes complicados, con muchos detalles tecnológicos, impiden que los niños se sientan satisfechos con cosas tan aparentemente simples como los objetos de la naturaleza, telas, ramas de madera, etc. Un niño sano prefiere ser el centro del juego que un mero observador de perfectos instrumentos técnicos. La fascinación por ese tipo de juguetes desaparece rápidamente y deja tras de sí un vacío y un deseo de más. En retrospectiva, las tareas del educador pueden descubrirse fácilmente a partir de todas las descripciones anteriores. Podemos resumir los objetivos de la siguiente manera: lo más maravilloso que puede suceder en la infancia es que el niño pueda captar cada etapa del desarrollo y atravesarla de una manera saludable, y que sea capaz de practicar y cobrar fuerza durante cada desafío particular. Cuando el cuerpo esté plenamente formado y pase por su primer cambio alrededor de los siete años, el niño se dedicará a sus tareas escolares con la misma alegría, fuerza y entusiasmo por el aprendizaje que mostró anteriormente por el juego y estará a la altura de sus exigencias. Una de nuestras tareas más importantes es organizar el espacio, en casa y en el jardín de infancia, para satisfacer la necesidad del juego creativo. Esto significa sobre todo crear un mundo adecuado para la imitación, con adultos que participan activa y resueltamente, que disfrutan 11 El niño pequeño desde el nacimiento hasta los siete años por Dennis Klocek denominar el principio del Ego. Podemos pensar en el Ego como una lente, pero es una lente selectiva que aplica ciertas fuerzas del cosmos a un centro. Trae las fuerzas de la periferia y las integra en lo que podríamos llamar un centro relativo. Lo hace principalmente a través de las puertas de los sentidos. La formación de la vida sensorial en el entorno del embrión está realmente orquestada por lo que más tarde se llamará la organización del ego desde el lado físico o, desde un lado cósmico, el verdadero yo. La organización del ego en el embrión es la respuesta física de la materia a las fuerzas organizadoras del cosmos, pero estas respuestas físicas se basan en pautas de sensaciones que potencialmente existen en los confines del cosmos. Podríamos decir que las sensaciones son la materia prima del cosmos. Ningún fisiólogo puede realmente explicar las sensaciones utilizando un modelo Me gustaría abordar un tema difícil en la obra de Rudolf Steiner. Podríamos decir que se trata de la pregunta: ¿Qué es lo etérico? Esta es una pregunta difícil porque el nacimiento de un niño al mundo, el nacimiento del cuerpo físico de un niño, está acompañado de las fuerzas etéricas del cosmos que han estado trabajando durante nueve meses para formar una especie de cúpula, un espacio, en el que todos los patrones de los órganos y vías endocrinas, diferenciales de calor y frío, membranas, secreciones –todas estas reacciones químicas tan complejas– deben coordinarse e integrase de alguna manera en un mismo espacio, con muy poco margen de error. Si realmente pensamos en el milagro de organización que se necesita para llevar el embrión a término, es anonadante. Pero es algo que sucede a diario. Observamos este gran milagro y casi lo damos por hecho. Ese proceso del devenir del ser humano a partir de la nada hasta convertirse en algo está liderado y apoyado por las fuerzas etéricas. El embrión en su conjunto está rodeado de las fuerzas cósmicas del Ego: las fuerzas del destino, karma, factores hereditarios, formar parte de una determinada raza y encarnarse en un área geográfica particular. ego astral etérico físico Todas esas fuerzas son una especie de filtro, muy lejos en el cosmos, que podríamos 12 Esto parece una perspectiva contradictoria, pues en un caso las fuerzas etéricas aniquilarían la forma humana, y desde otra perspectiva las fuerzas etéricas existen como la fuente de las fuerzas escultóricas, de la creación de la forma. Parece contradictorio, hasta que desarrollamos la perspectiva de que cada “cuerpo” como el Ego, el cuerpo astral, el cuerpo etérico —cada cuerpo sutil— tiene una dimensión cósmica y una dimensión terrenal. En la dimensión terrenal, estas fuerzas cósmicas, que realmente existen en la periferia del cosmos, están bajo el hechizo, por así decirlo, del ser del Ego y se concentran en un centro relativo. A partir de ahí estas fuerzas cósmicas comienzan a crear forma. Empiezan a crear la posibilidad de la edificación y el mantenimiento de la forma. La edificación de la forma es obra de las fuerzas musicales. mecánico y químico. Aunque conocemos todos los instrumentos y vías fisiológicas que recorren las sensaciones, cuando abordamos la cuestión en embriología de cómo la sensación forma el embrión, nadie lo sabe, pero la mayoría coincide en que la sensación forma el embrión. Hace poco leí un artículo en el Sacramento Bee sobre una nueva tesis de que, sí, las neuronas crecen. Durante muchos años se ha supuesto que el ser humano está dotado de cierto número de neuronas, y eso es todo para el resto de la vida. Se ha descubierto que en las aves cantoras, parte del cerebro se atrofia cada temporada para poder aprender una nueva canción. Se consideraba que un ser humano ya tenía una dotación completa de neuronas y que no podían desarrollarse nuevos patrones neuronales. El investigador que determinó esto hace veinte años ahora ha cambiado su postura. Ahora dice: Sí, es cierto, se pueden desarrollar nuevas neuronas, incluso a edad avanzada, pero depende de los efectos del entorno. Esto es investigación puntera, pero es exactamente lo que Rudolf Steiner decía hace años. Las fuerzas musicales proporcionan a lo nuevo un lugar para manifestarse. Podríamos decir que la creación del patrón previamente determinado de la propia forma y su descomposición son obra de las fuerzas etéricas. Cuando el lado cósmico de estas fuerzas celestes cae bajo la influencia de un ser del Ego, surge la posibilidad del despertar de un cuerpo de carne. El niño pequeño existe como un ser espiritual —viviendo entre seres espirituales como un Ego cósmico— y emprende un viaje por las estrellas y los planetas, recogiendo los impulsos de las estrellas y planetas que se convertirán finalmente en las funciones y las formas del cuerpo humano. Los seres humanos recorren el camino hacia la encarnación. Toman estas fuerzas celestiales y, a través de los actos de Lucifer y Arimán, concentran estas fuerzas celestiales en un centro relativo hasta tal punto que surge y se mantiene la ilusión de un ser independiente. Podríamos decir que el Ego actúa, a través de las puertas de los doce sentidos, como una especie de filtro o lente para la fuerza cósmica. Dentro de esa puerta de los sentidos en el organismo se encuentra la acción del "cuerpo astral cósmico, el movimiento de los planetas —delante de las estrellas fijas— creando bucles, bolsas, ángulos y formas específicas. En ese reino de lo cósmico astral se encuentra lo que podríamos llamar el ámbito etérico personal o etérico individualizado. Son esas fuerzas etéricas individualizadas a las que Rudolf Steiner se refiere a menudo cuando usa la expresión fuerzas etéricas formativas. Son las fuerzas etéricas las que dan forma. Las fuerzas etéricas, propiamente dichas, son realmente fuerzas cósmicas. Según Rudolf Steiner, si colocáramos la forma humana en las fuerzas etéricas puras y cósmicas, se desintegraría; sería aniquilada. Esto no significa que el ser encarnado ya no tenga un ser cósmico trascendente. Solo significa que el ser del Ego ha concentrado tanto la ilusión del ser independiente que los adversarios han conseguido acceder a él a través de la puerta de la 13 que cuando volvamos, tendremos otros tres puntos de vista que no hemos logrado entender por cada encarnación. materia. La materia se incorpora a estas fuerzas celestiales como una imagen de determinadas regiones del cosmos en los pulmones, el hígado, los riñones, el corazón, los huesos, los sentidos y todas las interacciones entre los órganos vitales y los órganos sensoriales. Todo ello ofrece al ser humano la posibilidad de convertirse en otro pequeño universo. El humano en potencia está plenamente dotado de fuerzas cósmicas, pero han sido individualizadas de tal forma que el ser que ocupa este nuevo cuerpo tiene la clara impresión de que él o ella es el centro del universo. La actividad del Ego que pone de relieve todo un reino estrellado también pone de relieve los otros cuerpos sutiles. En los otros cuerpos sutiles, las fuerzas etéricas individualizadas podrían llamarse fuerzas etéricas terrenales, o fuerzas etéricas personales. Estas fuerzas etéricas personales tienen la propiedad de ser similares a las plantas. Las plantas tienen dos modos fundamentales de acción: crecen y luego se descomponen. El crecimiento y la descomposición son las propiedades de la vida. La vida crece agregando una unidad tras otra. Eso es el crecimiento. Lo paradójico es que la vida también se descompone agregando una unidad tras otra. Esto es porque si seguimos agregando y agregando, de pronto las dimensiones físicas del ser exceden su capacidad para mantener la integridad de la vida. Esto no tiene nada de malo, pero el plan original era que, tan pronto como surgiera esta percepción, el ser humano tendría inmediatamente la percepción complementaria de que nuestra singularidad intrínseca es lo que tenemos en común con cualquier otro ser que diga: “Yo”. Según Rudolf Steiner, ese era el plan original. La función del ser humano era oscilar entre esos dos estados de conciencia como una especie de válvula de seguridad alternativa entre el cosmos y la Tierra, para permitir la respiración entre un cosmos periférico y un cosmos céntrico. El cuerpo etérico del niño, bajo la influencia del Ego encarnado en el nacimiento físico, se convierte en una especie de lente o agente focalizador que toma parte del éter cósmico —las estrellas, podríamos decir, o la luz de las estrellas— y reúne las cualidades de la tierra, el agua, el aire y el fuego que existen en las diferentes constelaciones. A medida que el sol recorre el Zodíaco, mes a mes, brinda a los éteres que envuelven la tierra las cualidades sucesivas de tierra, agua, aire y fuego. En física esto se conoce como la ley de las superficies mínimas. Significa que si algo crece demasiado, tiene que romperse en pedazos. Imagine un globo; inflamos un globo, lo inflamos y seguimos inflándolo. Mientras seguimos inflando el globo, solo estamos inflando el globo. Nosotros hacemos lo mismo; crecemos. Pero de pronto sucede algo. Mientras la masa del ser crece al cubo (tres dimensiones), la superficie solo crece al cuadrado (dos dimensiones), y algo tiene que ceder. La membrana superficial se rasga y el organismo vuelve a un estado más económico; el organismo forma un comité. En lugar de intentar resolver todo en el Colegio de Profesores, formamos comités y les encargamos que crezcan. Es exactamente el mismo proceso. Lo que sucede en nuestra vida social no es sino la ley de superficies mínimas. El Ego encarnado, que es una imagen del sol en movimiento a través del cosmos, concentra en un centro relativo en el embrión un campo de fuerzas de las que el embrión forma parte durante nueve meses. Los tres meses restantes, podríamos decir, son la razón por la que volvemos, porque en realidad no podemos captar la imagen completa de todo el cosmos en una encarnación. De modo En el ámbito biológico, esto limita el tamaño del crecimiento de una célula específica. La célula de un elefante o una ballena es del 14 crecimiento cósmicas originales es que de pronto la materia escapa de las fuerzas de crecimiento ahora individualizadas, como la estela de un barco. Hay una especie de turbulencia. A medida que las fuerzas de crecimiento forman un espacio, la materia entra en ese espacio y lo ocupa. Entonces lo que queda es la materia y las fuerzas de crecimiento se retiran a la periferia para crear otra capa de vida en la que la materia pueda manifestarse. Así es como crecen los árboles desde el cámbium. El cámbium se encuentra en la periferia, que es donde está la vida. mismo tamaño que la célula de un ratón; no hay diferencia. Simplemente son más numerosas. El tamaño de una célula está limitado por su capacidad para mantener la integridad entre el centro de la célula y la periferia de la célula. Esta es la imagen de los Tronos (los Espíritus de la Voluntad), los Quiriotetes y los Espíritus del Movimiento. El crecimiento que puede ocurrir dentro de una célula es limitado, hasta que la membrana se rasga, y entonces la célula atraviesa un proceso de cambio a un tamaño más pequeño, como dos células. Aquí encontramos los Exusiais. Entonces la célula puede mantener su integridad. Estas son imágenes que podríamos llamar las leyes de lo etérico, y lo regulan todo, desde las células individuales en su cuerpo a los gobiernos y las revoluciones sociales. Son imágenes de los mismos principios y provienen de la primera fase de la evolución en el Viejo Saturno. En las enseñanzas de Rudolf Steiner, las fuerzas etéricas tienen dos parámetros. Portan las fuerzas vitales, las fuerzas de crecimiento, desde la periferia. En el organismo humano, en la periferia encontramos los sentidos: ver, oír, degustar y tocar. Las fuerzas vitales –a través de los sentidos, de las sensaciones– llegan al niño pequeño desde la periferia: la luz de las estrellas fluye a través de las puertas de los sentidos; eso es vida cósmica. Las fuerzas, la vida cósmica, forman los órganos siguiendo los patrones cósmicos de las estrellas, de tierra, agua, aire y fuego; forman el pulmón, el hígado, el riñón y el corazón. El patrón particular de cada órgano específico es una imagen de cómo los elementos actúan en esa esfera particular. El pulmón es una imagen de la tierra, la forma en que el carbono de la tierra se une con otras sustancias y luego se disuelve, por ejemplo. Estas fuerzas vitales de la periferia entran en contacto con los niños pequeños a través del entorno, a través de lo que oyen, ven, tocan y degustan. El estado de ánimo de los adultos que rodean a los niños también lleva estas fuerzas vitales a sus envolturas. Los niños pequeños tienen una especie de clarividencia atávica sobre cómo los seres humanos o los animales han organizado estas fuerzas cósmicas. No escuchan tanto el contenido de lo que se dice como la intención, el estado de ánimo elemental del que habla. Observan cómo las curvas del rostro del orador cobran vida, cómo sus extremidades reflejan su movilidad interna, y a partir de ahí los niños desarrollan sus propios órganos desde el nacimiento hasta los siete años. Esta es una idea En el diagrama anterior, he dibujado un círculo hecho de líneas, que representa lo que Rudolf Steiner llama las fuerzas planares del reino etérico. Dice que las fuerzas etéricas llegan al organismo como planos de luz desde la periferia. La vida llega al organismo desde la periferia, desde el cosmos. El crecimiento también llega al organismo desde la periferia. Pero dentro del transformado cuerpo etérico de las fuerzas etéricas formativas, estas fuerzas de crecimiento están tan individualizadas que se entrelazan con las propiedades físicas de la materia que se incorpora a ellas. El resultado de las fuerzas de 15 con los otros temperamentos. Necesitan tener una iniciación a la escuela de los seres elementales. importante: lo que se encuentra en el entorno del niño desde el nacimiento a los siete años es lo que realmente forma sus órganos vitales, a través de las puertas de los sentidos. Estos órganos vitales se alimentan de las impresiones sensoriales del entorno. La iniciación elemental que vive el niño es la formación de sus órganos vitales como un proceso de gestación en el período desde el nacimiento hasta los siete años. Esa iniciación ocurre a través de las sensaciones que reciben de su entorno. Como consecuencia, su principio educativo es la imitación. Imitan lo que encuentran en el entorno que les rodea. Enseñar mediante el ejemplo es la forma más eficaz de educar desde el nacimiento hasta los siete años, porque este es el imperativo biológico a esa edad. Las fuerzas etéricas formativas tienen un impacto directo en el ser físico. No se produce ningún otro proceso cognitivo, aparte del hecho de que el cosmos sigue activo en la gestación de un cuerpo etérico. Las sensaciones que experimentan los niños nutren directamente sus órganos vitales. Ahora, en el niño desde el nacimiento hasta los siete años, el cuerpo físico nace y el Ego introduce el cuerpo etérico en el cuerpo físico, pero el cuerpo etérico aún no se ha liberado, sigue activo de un modo cósmico. Podríamos decir que se está gestando en el niño desde el nacimiento hasta los siete años. Considera las impresiones, las impresiones de la vida, que le llegan, y forma los órganos internos conforme a los dictados del cosmos: ahora debes formar un hígado, ahora debes formar un pulmón, ahora debes formar un corazón. Podríamos pensar que esos órganos se crean y completan en el embrión, pero no es así. Son como semillas en el feto que nace a término y siguen desarrollándose. Necesitan evolucionar en la tierra para realmente experimentar cómo las fuerzas etéricas cósmicas atraviesan el reino de los planetas y configuran y crean las formas terrenales del cuerpo. Este proceso es una iniciación que los niños pequeños experimentan antes del cambio de los dientes para que, más adelante, cuando adquieran su temperamento kármico, cuando nazca el cuerpo etérico, puedan adquirir un temperamento particular durante un tiempo y luego abandonarlo para poder integrarlo Ahora, en el siguiente diagrama, he intentado mostrar a un niño desde el nacimiento hasta los siete años, y Rudolf Steiner, en Balance in Teaching, ofrece una imagen muy interesante. Las fuerzas musicales y escultóricas cooperan Rudolf Steiner afirma que la zona de la cabeza es el área que recibe estas fuerzas vitales cósmicas. Esto se debe a que la cabeza es donde más se concentra la puerta a los sentidos. Se produce un influjo de estas fuerzas etéricas cósmicas principalmente a través del oído y la vista, un constante influjo bajo la actividad del Ego que va unida a ellas. Una parte del 16 los procesos que denomina de edificación. En otros puntos, afirma que el cuerpo astral es una fuente de enfermedades, lo que puede parecer contradictorio. Debemos ser muy precisos al utilizar estos términos porque en realidad no son contradictorios en absoluto. Estos conceptos simplemente requieren decir de antemano: Esto es a lo que me refiero en este momento concreto. ego cósmico está creando la organización del Ego, que finalmente será el instrumento y las fuerzas vitales del Ego cósmico parcialmente encarnado. Este Ego cósmico o ser verdadero está construyendo la organización del ego, uniéndose con parte de las fuerzas etéricas formativas y poniéndolas en contacto con lo físico. Es como si el ser verdadero atrajera las fuerzas etéricas hacia abajo, concentrándolas en lo físico. Mientras eso sucede, la actividad se centra principalmente en la zona de la cabeza. El niño desde el nacimiento hasta los siete años tiene una cabeza muy grande porque es su antena, como podríamos decir de un modo gracioso, porque la antena resuena con la señal y la señal llega del cosmos. Eso es lo que permite al niño atraer las fuerzas cósmicas a través de las puertas de los sentidos. Están focalizadas en la cabeza, como una imagen del cosmos. En el niño desde el nacimiento a los siete años, domina el cuerpo etérico, el cuerpo etérico en gestación. El cuerpo físico se construye de acuerdo con ese patrón de gestación, pero hay una especie de turbulencia en la gestación. Es como la experiencia de las mujeres que han dado a luz, su vida sufre cierta turbulencia durante ese período. Lo mismo sucede con el niño desde el nacimiento a los siete años. Hay turbulencia en el cuerpo que se está gestando; podríamos decir una turbulencia etérica. Esa turbulencia etérica se manifiesta en la fluctuación entre “Sí, soy como un ángel” y “Ahora no soy como un ángel”, que se produce entre el nacimiento y los siete años, a veces de la noche a la mañana, otras veces de día en día o de hora en hora. La fluctuación alterna entre las fuerzas cósmicas más dinámicas y ciertos patrones de hábitos fijos realmente encarnados. Esto se debe a que el cuerpo etérico, cuando cae a la tierra y se convierte en terrenal, es una fuente de hábitos. Cuando estos patrones queden libres más adelante, durante el nacimiento de lo etérico, serán la fuente del temperamento. Entonces el temperamento se convierte en un problema para el Ego, porque las fuerzas etéricas en su interior se establecen mediante el hábito y aún no tienen acceso a los patrones cósmicos necesarios para mantener el organismo. Cuando queremos cambiar un hábito, es muy difícil hacerlo porque el cuerpo etérico, desde muy temprano, está formado por determinados patrones de las sensaciones. Las fuerzas terrenales que recibe este ser joven a través de las sensaciones del entorno forman patrones en los órganos vitales, que más adelante se convierten en la disposición temperamental. Las fuerzas cósmicas entran por la cabeza y fluyen hacia abajo desde la cabeza al resto del cuerpo. No están presentes del mismo modo que en el niño mayor, porque en el niño pequeño el ego solo se ha encarnado parcialmente en las fuerzas etéricas. Las fuerzas etéricas no se han liberado aún porque el cuerpo etérico no ha nacido todavía, pero están presentes y activas para crear los órganos vitales y completar su formación. Entonces la imagen es esta: el cosmos actúa a través de los sentidos desde la periferia, formándolos de un modo cósmico. Las fuerzas que construyen, forman y estructuran se hallan ocultas en la música, el habla y en lo que se observa en el entorno del niño. Además, estas fuerzas etéricas que entran en contacto con las fuerzas terrenales también se destruyen y descomponen, porque el cuerpo etérico, como ya se ha mencionado, es similar a las plantas. La planta crece y se descompone; eso es lo que hace. Ahora llegamos a una de las partes de mayor dificultad de Balance in Teaching, donde Rudolf Steiner propone que el cuerpo astral, a través de las fuerzas musicales, crea 17 Estas imágenes son útiles cuando intentamos imaginar la disposición de un niño, el estado de ánimo de un niño, desde el nacimiento hasta los siete años. Como educadores, ¿qué podríamos realmente buscar? Aunque aún no existe una respuesta temperamental porque los temperamentos no han llegado a formarse, observamos el inicio de una respuesta temperamental en la formación de determinado órgano en el niño de edad preescolar. Aparecen los primeros indicios del temperamento en el órgano del cuerpo que vela por la vida: el hígado. Hay una forma de explicarlo que creo es de gran utilidad: la diferencia entre una suspensión y una solución. Si intentamos comprender la actividad de las fuerzas etéricas formativas, podemos pensar en términos de lo que es una suspensión. En una suspensión, encontramos la materia suspendida en un medio líquido. Independientemente de lo finas que sean las partículas, incluso después de pulverizarlas repetidamente, si dejamos que se asienten durante un rato, la materia finalmente se separa de la suspensión y se convierte en un precipitado en el fondo del recipiente. Esa es la fluctuación entre forma y descomposición. Cuando un ser empieza a manifestarse, utiliza las fuerzas periféricas como una especie de plano o plantilla para cobrar forma. Esas fuerzas formativas son pura vida y aún no han atraído a la materia. Esa es la función del agua. El hígado está conectado directamente a las fuerzas etéricas de formación y descomposición, de creación y desaparición; esa es la vida del hígado. En el feto, el hígado y el timo son, con diferencia, los principales órganos metabólicos del cuerpo durante todo el desarrollo prenatal. Si nos fijamos en la evolución biológica de los reinos inferiores de animales cuyo principal órgano es el hígado, tenemos que pasar por muchos filos hasta llegar a los crustáceos. El primer animal en el que toda la cavidad corporal está prácticamente ocupada por el hígado es el cangrejo de río. El característico gesto vital del cangrejo de río es: ahora crezco, ahora me escondo. Continúa creciendo, y crece tanto que está sometido a la ley de superficies mínimas. La piel se abre, y este ser tan suculento sale de la piel abierta y encuentra un agujero en el que esconderse, hasta que forma otro caparazón para no ser tan apetitoso. Así pues, muestra un aspecto de crecimiento, un aspecto de desarrollo y también un aspecto de "Me encierro y me meto en mi agujerito". Este es el ritmo de hígado, que es una imagen del sol, aun cuando el hígado está relacionado con Júpiter. El ritmo del sol es de día y noche; es decir, descomposición (día) y crecimiento (noche). Pero luego, a través de la formación continua y la acción del Ego concentrado en un centro relativo, se atrae la materia y cobra forma como sustancia. Una vez que se forma, la materia queda sujeta a las leyes de la tierra. Empieza a desarrollarse y abrirse, y entonces, debido a la ley de las superficies mínimas, la membrana de la periferia se distorsiona, seguido del colapso de los sistemas. El sistema que se ha formado se descompone en fragmentos cada vez más pequeños. Eso es la descomposición: los fragmentos vuelven a la tierra. En el lenguaje de la alquimia, esto se llama “proceso de la sal”. La sal parece disolverse y el agua la mantiene en un estado de levedad. Luego el agua se evapora y la sal vuelve a aparecer igual que se vertió. En términos químicos, eso es una suspensión. En una verdadera solución, la sal no volvería a separarse del líquido. La sal, que no vuelve a precipitarse, sería la actividad de las fuerzas musicales. Esto es lo que Rudolf Steiner denomina “edificación”; lo que nosotros podríamos llamar cocción. Para ello, ha de llevarse la materia a un nivel de levedad cada vez mayor. Lo que podríamos llamar el humor del hígado, o incluso el humor del cangrejo, es el origen de las fluctuaciones del estado de ánimo del niño. Es dulce, encantador, delicado y apacible, y luego se da la vuelta y golpea a su 18 órgano que es una formación atrofiada de la cabeza. Al leer esto por primera vez, pensamos: “¿Qué significa eso?” Si nos fijamos en la imagen que presenté antes de cómo la cabeza recibe las fuerzas cósmicas a través de las sensaciones, y luego nos fijamos en el hígado y su papel en la biología, el hígado aparece en el embrión como un brote del sistema digestivo y comienza a actuar, recibiendo impulsos del mundo a través de la comida digerida que sale de los intestinos y la linfa. Podríamos decir que escucha las sensaciones del mundo en esos fluidos. El hígado se encuentra en medio de toda esa linfa con todos estos alimentos, y lo recoge. En ese mar de linfa hay tremendas sensaciones que actúan a través de los fluidos linfáticos siguiendo los patrones de sensación en el sistema nervioso simpático del niño. Rudolf Steiner conecta el sistema nervioso simpático al cuerpo etérico, y es en ese cuerpo etérico donde se registran las conmociones al sistema. El sistema nervioso simpático devuelve el equilibrio a un sistema que se ha sobrecargado, estresado o conmocionado. Por lo tanto el sistema nervioso simpático, especialmente en el sistema metabólico, está conectado a los movimientos de las extremidades. Reacciona a los movimientos súbitos en las sensaciones, brusquedad, dureza, tosquedad; todo ello queda registrado en la fisiología del niño, especialmente en los órganos metabólicos, como una especie de perturbación etérica. El sistema metabólico tiene entonces que segregar a la linfa todo tipo de secreciones reactivas que llevan al hígado a decir: “¿Qué es eso? ¿Esto está bien? ¿Es correcto? ¡Algo va mal!” hermano pequeño en la cabeza con un muñeco. Y uno se pregunta: “¿Cómo puede ser?” Cuando el hígado domina la conciencia, se produce un gran crecimiento y luego se encierra por completo, se retrae, descansa y esconde la cabeza; incluso se podría decir que se produce una depresión. Si no respondemos y armonizamos estas fuerzas desde el nacimiento a los siete años, si no hay un ritmo diario, el hígado en la edad adulta intentará regresar a una etapa de desarrollo donde pueda buscar en su entorno las fuerzas que le permitan alcanzar su arquetipo cósmico. Buscará en su entorno las fuerzas rítmicas que le permitan volver a conectar con su vida. A menos que esto se desarrolle y promueva en el entorno del niño desde el nacimiento hasta los siete años, el humor del hígado impregnará el resto del desarrollo temperamental en la escuela primaria y más adelante estallará en la escuela secundaria, y entonces se convertirá en depresión durante los momentos del alma intelectual. Esa es la raíz de la depresión. La depresión es una especie de sed de sensaciones rítmicas, de sensaciones libres de amenazas y que pueden asimilarse o, incluso podríamos decir, digerirse como vida. Como educadores, debemos tener cuidado de que las sensaciones fuertes no lleguen antes de que el niño pueda digerirlas. Las sensaciones tampoco deben transformarse en conceptos abstractos para el niño pequeño, porque tan pronto como los niños pequeños se enfrentan a ideas abstractas, forman una especie de caparazón alrededor de sus fuerzas vitales. Esto sucede incluso en los adultos. Así las imágenes, movimientos y sonidos en el entorno del niño desde el nacimiento hasta los siete años deben presentarse de un modo rítmico con una impresión muy clara del cambio de día a noche y de estación a estación, porque el hígado escucha ese tipo de fuerza etérica y rítmica como una especie de digestión cósmica de las sensaciones. Podríamos decir que el hígado está estresado. Está constantemente pensando que algo va mal. Lo que debería pensar es: “Me pregunto qué está sucediendo hoy en Júpiter”. Eso es lo que el hígado espera. Si no percibe nada de Júpiter, si simplemente percibe que las glándulas suprarrenales y el sistema nervioso simpático están expulsando secreciones que son un estímulo y una respuesta al estrés ambiental, En sus conferencias de fisiología, Rudolf Steiner ofrece una imagen del hígado como 19 corporales son una especie de modelo del movimiento predeterminado del patrón de estímulo y respuesta: una parte por millón de adrenalina en la sangre que sale de los riñones y de inmediato todo el cuerpo reacciona con el instinto de huida o lucha durante quince minutos. La secreción es un movimiento individual: una sustancia que es un movimiento cósmico concentrado. El niño desde el nacimiento hasta los siete años actúa según los patrones de sus secreciones. Esto es lo que dice Rudolf Steiner: el entorno afecta a los órganos. El órgano vital intenta adaptarse a la sensación personalizada, pero el mejor modo para hacerlo es produciendo secreciones; una imagen de un movimiento creativo, la secreción como la imagen del movimiento penetra en la sangre. El niño entonces escucha su propio proceso de encarnación a través del cuerpo etérico. Es un niño del cosmos desde el nacimiento hasta los siete años y actúa según el patrón de estímulo y respuesta en el órgano que produce las secreciones. Eso, en el lenguaje de la antroposofía y en pedagogía, se llama fantasía. el hígado incorpora ese estrés a la formación de las proteínas, porque el hígado es un órgano etérico de formación vital. Porque es un órgano etérico, un órgano escultórico. Lo que esculpe son las proteínas que se convertirán más tarde en hígado, pulmón, riñón, corazón, etc. Lo hace escuchando la música cósmica y luego dando a las sustancias que llegan a él formas útiles para esa fisiología específica. Por lo tanto, en cierto modo, es similar a una cabeza atrofiada. Lo que escucha es la música de las esferas. Utiliza esa música para crear pequeñas imágenes de Júpiter (hígado), Saturno (huesos) y Venus (riñón) en el cuerpo. Por tanto, en Balance in Teaching y en otros escritos, Rudolf Steiner habla del hígado como un órgano característico que el profesor de jardín de infancia realmente necesita tener en cuenta. El conjunto de la fisiología y de la vida interior del alma que trae a la Tierra el niño desde el nacimiento hasta los siete años se basa en una clarividencia interna sobre lo que sucede en las secreciones de los fluidos del cuerpo. El Ego se adentra hacia el niño encarnado. En su vida interna el niño comienza a tener recuerdos de vivir entre las estrellas. El entorno afecta a los sentidos. Es vagamente consciente, pero no plenamente consciente, de cómo las sensaciones del entorno llegan y se reflejan en el cuerpo físico. Las sensaciones ambientales vuelven a rebotar hacia lo cósmico astral porque el cuerpo etérico es muy flexible y fluido. La música de las esferas y lo cósmico astral dicen: “No sé qué es esto; ¡tómalo tú!” y vuelven a enviar a lo etérico los patrones personalizados de las sensaciones del entorno, y de pronto el cuerpo etérico se ve atrapado en una fluctuación entre lo cósmico astral y el cuerpo físico. La vida de fantasía del niño se ve impulsada por las sensaciones que afectan al cuerpo etérico, ese cuerpo etérico terrenal que crea las secreciones como imágenes de los patrones formativos cósmicos. Si se comportan mal, el profesor observa el entorno y trata de crear — especialmente para el hígado— una especie de masaje rítmico del hígado. Día tras día, se presentan los temas y luego se avanza poco a poco, siempre construyendo de una forma rítmica y dejando reposar las imágenes más claras. Cuanto más clara sea la imagen, mejor puede captarla el hígado. El hígado tiene una conciencia muy apagada. Podríamos decir que no es tremendamente consciente de sí mismo, pero es muy consciente de lo que le llega. Si se extirpan tres cuartas partes del hígado, aún puede regenerarse. Eso es una tremenda energía vital. La característica de la vida es que crece y se El cuerpo etérico no sabe qué hacer con las fuerzas personalizadas. Así que lo que hace es crear un pequeño modelo móvil de este movimiento oscilante. Este modelo entonces se llama adrenalina, testosterona, secreción de la tiroides o jugos digestivos. Las secreciones 20 Cuando sucede esto en el entorno del niño, no habrá un deseo de imágenes cuando tenga treinta y cinco años. No sucumbirá a la tentación de esforzarse por superar a los demás inundándose de sensaciones. La gran dificultad de los adultos actualmente es intentar transformar sus sentidos. descompone, pero no es demasiado consciente. Durante el período desde el nacimiento a los siete años, una gran energía vital fluye a través de los sentidos del niño. La fantasía surge en el niño como respuesta a estas sensaciones. El educador que observa el entorno y el ritmo de las sensaciones dispone de una gran ventaja para poder sanar esos ritmos del hígado de despertar y dormir y soñar de día en día. Esta conferencia se impartió el 21 de febrero de 2000, como parte de una serie. Se reproduce aquí con la amable autorización de Rudolf Steiner College Press, que publica la serie bajo el título «Knowledge, Teaching and the Death of the Mysteries». 21 Nacimiento, infancia y los primeros años de vida El desarrollo del niño: Embriología desde la concepción al nacimiento desde una perspectiva antroposófica por Bruno Callegaro Del Waldorf Journal Project #2 Lo que es nuevo es precisamente esta actividad del pensamiento. Solo ha sido posible durante aproximadamente los últimos cien años, desde finales del siglo XIX. Supone la capacidad moderna de trascender de un modo consciente el umbral entre lo que los sentidos pueden percibir y lo que es extrasensorial. La embriología es una ciencia moderna. Fue en el Renacimiento cuando ciertos investigadores como Leonardo da Vinci empezaron a mostrar un vivo interés por el tema. Entre doscientos y trescientos años más tarde, la evolución del pensamiento y la investigación de fundamental importancia realizada por Goethe, Olken, Carus y otros sentaron las bases para el estudio de la embriología y el concepto de metamorfosis asociado a él. La investigación sistemática en la embriología solo se consolidó a partir de 1940. La reproducción es un proceso de la vida biológica, como la respiración, la circulación sanguínea, la digestión, etc. La maduración de espermatozoides y óvulos es una particular especialización del proceso de reproducción. La reproducción es constante. Por ejemplo, la piel se renueva constantemente, la mucosa intestinal, la sangre y el pelo crecen continuamente. La reproducción penetra todo el organismo a diferentes ritmos: la mucosa intestinal se renueva cada cuatro días, la piel cada cuatro semanas, la sangre cada cien días. Las sustancias más lentas son los nervios. Necesitan aproximadamente siete años para regenerarse por completo. Esta nueva posibilidad científica ofreció al público la capacidad de participar activamente en el estudio del intervalo en el que se produce la transformación invisible entre dos fenómenos visibles, puesto que durante las exploraciones de embarazo o después de abortos espontáneos solo pueden encontrarse fenómenos aislados. No podemos observar directamente el desarrollo continuo tal y como se describe en los libros de texto. Lo único que vemos son “instantáneas” microscópicas. Este es el resultado de una actividad —una transformación invisible, o metamorfosis— en el intervalo entre dos formas visibles. Las películas que muestran este desarrollo continuo son un intento de demostrar la transformación de un modo gráfico. Pero se mantiene siempre invisible y solo puede comprenderse a través de la actividad del pensamiento. En esta intensa actividad de renovación, hay una que es específica: la formación de los gametos (células reproductivas maduras, masculinas y femeninas). Este es el único caso en que un organismo biológico se divide en masculino y femenino. Los gametos se forman en los órganos genitales, en las gónadas de los ovarios o los testículos. Esta intensa regeneración de fluido 25 de las características de la forma. La palabra cromosoma significa “filamento de color”: son las estructuras que más se prestan a la coloración durante la preparación de las células para su examen bajo el microscopio. Los genes son partes conceptuales de los cromosomas que se distribuyen de forma arbitraria a lo largo de esos filamentos. Su nombre proviene de la palabra génesis y significa “creación divina”. El Creador quiere ser encontrado en la estructura biológica más pequeña. La división celular (mitosis) es un proceso importante de la reproducción. Las células se dividen mediante la mitosis a diferentes ritmos. La meiosis es la forma especial de división celular en las gónadas, una excepción especializada que no se encuentra en ninguna otra parte. celular es la materia; de hecho es el contenido de un organismo. Sin embargo, la conservación de la forma se puede encontrar en los arquetipos invisibles. Salen del cuerpo astral y actúan en el cuerpo vital, guiados por la individualidad, por el “yo”. La aparición de la forma se mantiene siempre a través de arquetipos constitutivos que permanecen ocultos a la percepción sensual. Las células de un cuerpo humano no están aisladas sino que se encuentran en los tejidos, rodeadas de fluidos, cadenas y filamentos. El cuerpo humano es de 75 a 95% líquido, dependiendo de la edad y el órgano. Los tejidos humanos tienen una estructura delicada y frágil porque cuentan con relativamente poco material firme dentro de una gran cantidad de fluido. Las sustancias están transformándose constantemente en los tejidos. Confinada por la piel, cada célula es una colección organizada de materia en un líquido. Es como una gota viva que respira, se expande y luego se concentra. Hay un momento de máxima expansión (cuando el fluido se diluye) y un momento de máxima concentración (cuando el fluido se condensa). La célula alterna entre el estado diluido y extendido y el estado concentrado, espeso y viscoso. Solo podemos observar los cromosomas como filamentos de proteína en la fase más concentrada, y en ese momento adoptan una forma característica. Como células, los cromosomas palpitan, se expanden, concentran y luego se disuelven. Esta disolución equivale a la transformación de la célula en caos. Se abre a la potencia de las fuerzas formativas, perdiendo su forma anterior a fin de crearse a sí misma nuevamente. Así es como la forma se mantiene viva y se garantiza la reformación de células y tejidos, según la situación y las necesidades. En el proceso de la mitosis, la célula se duplica y divide de tal modo que surgen dos nuevas células que se asemejan cuantitativamente. El proceso de la meiosis se compone de dos fases: la primera es una mitosis y la segunda es una división sin la duplicación anterior. El resultado final es que de una célula inicial, se crean cuatro que, sin embargo, solo contienen la mitad del material genético. Este proceso se refiere a la formación de espermatozoides en los testículos. Con la formación y maduración de los óvulos en los ovarios se produce un único óvulo de cada célula ancestral, y no cuatro, porque las otras se disuelven como cuerpos polares durante el proceso. Tras la maduración, los gametos se excretan a través de la eyaculación de esperma o el sangrado menstrual, y mueren. El óvulo y el espermatozoide solo pueden seguir viviendo de un modo y con una forma distintos, como óvulo fertilizado, cuando tiene lugar la fecundación. Los gametos en sí no son fértiles. Expiran después de su larga y complicada maduración si no se produce la fecundación. Sin embargo, con la fecundación alcanzan simultáneamente un nuevo nivel cualitativo de vida; no mueren. Sirven como base de desarrollo para la formación de un nuevo Los cromosomas, como otras estructuras celulares, son el resultado de la condensación de arquetipos formativos en la materia y no causas 26 cuerpo humano; midiendo aproximadamente 0,1 milímetros, es perceptible a la vista. Esta célula todavía no es un óvulo maduro porque la segunda fase de la meiosis solo se completa durante una posible fecundación. Si no se produce la fecundación, esta célula inmadura muere y es expulsada del cuerpo de la mujer durante la menstruación, junto con el revestimiento usado del útero. organismo que es biológica y materialmente diferente del organismo madre, donde se formó el óvulo, y del organismo padre, donde se formó el espermatozoide. La diferenciación que ocurre en la secuencia genética y los gametos (células reproductivas): Al igual que los gametos, después de su larga maduración, abandonan el organismo y perecen como células estériles y no aptas biológicamente, pueden determinarse otras cualidades diferenciadoras. ¿Cuáles son sus cualidades diferenciadoras y su función en el proceso reproductivo? El óvulo es una célula turbia que no dispone de capacidad de movimiento. Descansa en el folículo que lo rodea y se desplaza hacia el útero por la acción peristáltica de la trompa de Falopio. Esto llega después de un período de crecimiento de dos semanas en el intervalo entre la última menstruación y la ovulación. Luego hay otras dos semanas de crecimiento entre la ovulación y la siguiente menstruación. El óvulo se transforma en caos por su diferenciación y su amplia gama de potencial químico. En este estado de caos, es especialmente sensible y abierto a los arquetipos cósmicos. A partir de la cuarta semana de embarazo, el desarrollo masculino también comienza por la construcción orgánica común, una fase durante la cual se desarrollan los gametos masculinos, el esperma o espermatozoides. Los órganos masculinos se desarrollan hacia el exterior, hacia delante y hacia abajo. Se mantiene la simetría entre el lado derecho y el izquierdo. Comencemos con el óvulo. Ya en la cuarta semana del embarazo, en el embrión, comienza la construcción orgánica de lo que más tarde se convertirá en los órganos reproductivos del niño y las primeras células que se desarrollarán como células sexuales. Al principio esta construcción es común a ambos sexos y aún no está diferenciada. Tras la cuarta semana de embarazo, si el embrión se desarrolla como organismo femenino, esta composición biológica se desarrolla unilateralmente hacia el interior, hacia atrás y hacia arriba y pierde las otras direcciones espaciales. Sin embargo, se mantiene la simetría entre el lado derecho y el izquierdo. A continuación se desarrollan los ovarios, así como el útero, las trompas de Falopio y la vagina. La larga maduración de los óvulos se inicia ya en los ovarios en la cuarta semana de embarazo, pero se mantendrán en reposo entre la primera y segunda fase de la meiosis hasta la pubertad. El proceso rítmico de la ovulación comienza en la pubertad cuando cada mes se desprende un óvulo de los ovarios: un mes del lado derecho y al mes siguiente del izquierdo. Durante las horas de ovulación se produce un aumento localizado de la temperatura alrededor del ovario. Un óvulo maduro es una de las mayores células del La maduración de los espermatozoides también se mantiene en reposo hasta la pubertad. Sin embargo, después de la pubertad, la formación de esperma no es rítmica ni regular, y con cada eyaculación —que puede ocurrir varias veces al día y está influida por la estimulación sensual— se expulsan y mueren miles de espermatozoides maduros. La temperatura reducida de los testículos, que están fuera del cuerpo, es esencial para la fertilidad masculina. Los espermatozoides son las células más pequeñas del organismo humano. 27 trompas de Falopio y se desplaza hacia el útero por su acción peristáltica. El esperma está altamente diferenciado y bien formado. Tiene una estructura cristalina y, debido a su alto grado de cristalización, muy poco potencial químico. El esperma son células transparentes con su propia capacidad de movimiento (desorganizado, sin dirección y rápido). Estas son cualidades terrenales. Por lo tanto, queda claro que con la separación de los sexos aparece una especie de unilateralidad, una polarización extrema entre las células reproductivas masculinas y femeninas. Al finalizar el proceso, cada gameto es biológicamente inviable y muere. La siguiente tabla muestra una comparación de la polarización: El óvulo se enfría ligeramente durante este proceso. Los espermatozoides del semen se acercan al óvulo. Su trayectoria va desde la vagina hacia el útero. El esperma llega desde el exterior, de una temperatura más baja, y se calienta mientras avanza. Esa es la primera fase de la fecundación y ocurre antes de que las dos células entren en contacto. El estado indiferenciado, caliente, caótico del óvulo es diferenciado y enfriado por el esperma. Con la unión de estas dos corrientes genéticas se forma un organismo de calidez. Se superan las polaridades de frío y calor unilateral y extremo. La individualidad, el “yo”, forma el organismo de calidez a partir del equilibrio que surge. La siguiente fase es la unión de los gametos o células reproductivas. Miles de espermatozoides rodean el óvulo y en ese momento comienza una rotación rítmica que dura aproximadamente treinta y seis horas. Se inicia un resplandor bioquímico. Todavía no se ha producido la penetración por el espermatozoide, pero se ha formado un organismo de luz, acompañado por un movimiento ordenado y armonioso. Esa es la segunda fase de la fecundación. Ahora, la individualidad del niño ha superado el estado turbio e inerte del óvulo, así como el estado transparente, autónomo, de movimiento desordenado de los espermatozoides, y vuelve a desarrollar un organismo de luz/movimiento a partir del equilibrio. La tercera fase es lo que tradicionalmente se conoce como fecundación, pero en realidad es el tercer proceso. Un espermatozoide penetra el óvulo, y su membrana externa se aísla químicamente del organismo madre. Mujer Hombre ____________________________________ Uno Miles Maduración lenta Maduración rápida Grande Diminuto Regularidad Irregularidad Rítmico Arrítmico Caos Forma Dentro Fuera Detrás Delante Arriba Abajo Caliente Frío Turbio Transparente Inmóvil, inerte Capacidad de movimiento Potencial químico Cristalizado ____________________________________ El proceso de fecundación se inicia con un aumento localizado de la temperatura durante la ovulación. Una vez al mes, entre la última y la siguiente menstruación, a mitad del ciclo menstrual, se produce un aumento de temperatura rítmico en el organismo madre. En esa calidez de la ovulación, se desprende un óvulo junto con el folículo que lo rodea. La última fase de maduración del óvulo comienza fuera del ovario. El óvulo liberado llega a una de las Se inician los primeros procesos de inmunidad. Los otros espermatozoides mueren y se disuelven. El óvulo atraviesa su última maduración pasando por un proceso de mayor 28 Aquí encontramos un organismo que en un polo ha formado una vejiga llena de fluido intercelular, mientras que en el otro polo se condensan las células de la mórula ya desaparecida. Durante el proceso de caída, aparece una polarización entre el grosor de la célula y la ligereza del fluido. Esto cambia la forma del organismo. Si el blastocito no fuera una totalidad viva individualizada, sino una esfera inorgánica, estallaría en la membrana mucosa o volvería al espacio uterino. Sin embargo, está incrustado en la pared uterina, como si fuera un acto de aceptación o recepción. El organismo atraviesa ahora una nueva metamorfosis, y la actividad interna del organismo se retrae sobre sí misma, y cae en cierta pesadez pero con una flotabilidad equilibrante. Se ha formado un nuevo fluido en el polo donde las células estaban agrupadas. Es transparente, rico en sílice y pobre en materia orgánica: el líquido amniótico. El fluido que se forma durante el descenso del blastocito es más espeso, químicamente activo y rico en material: el fluido del saco vitelino. Entre ellos se encuentra el disco embrionario a partir del cual se formará el cuerpo del embrión. Estos dos fluidos son los dos primeros órganos que envuelven al embrión. En este cuarto acto de individualidad se ha superado la separación del espacio típica de los órganos sexuales femeninos así como masculinos. Con la implantación se decide una ubicación geográfica. Se forma un organismo físico que está sujeto a las leyes de peso y levedad y a las dimensiones espaciales. indiferenciación y caos y por la secreción del llamado cuerpo polar, un concentrado de material celular endurecido que es incapaz de mantener la vida. En este momento de intensa actividad entre el óvulo y las determinaciones diferenciales del espermatozoide se produce un rejuvenecimiento del óvulo. El espermatozoide pierde su estructura cristalina, se hincha, expande y luego se disuelve en el plasma de la célula fecundada. Se ha formado un óvulo fecundado: una célula biológica y genéticamente completa. A continuación esta célula se divide por primera vez (mitosis), y luego se producen otras divisiones de forma rítmica. Aún no hay crecimiento, solo divisiones de células en progresión geométrica: una célula se convierte en dos, luego cuatro, ocho, dieciséis, treinta y dos, etc. La mórula se forma mientras está todavía dentro de la trompa de Falopio (como una pequeña mora o frambuesa). Este organismo no resplandece y no tiene capacidad de movimiento propia. Toda la actividad es ahora químicobiológica y se ha desplazado al organismo interno de luz. El organismo ha superado las polaridades del caos potencial. Un cristal se forma y crea un organismo químico a partir del equilibrio, un nuevo acto de individualidad. La cuarta fase de la fecundación es la implantación en la mucosa uterina que se ha acumulado en las dos semanas después de la menstruación y alcanzado un punto máximo de desarrollo en el momento de la ovulación. Sin la fecundación (y el principio del embarazo), la membrana mucosa volvería a deteriorarse y el tejido muerto sería expulsado con la siguiente menstruación. Con la implantación, que es una actividad del niño, el avanzado estado de la mucosa y la situación hormonal se mantienen hasta el nacimiento. La mórula sigue dentro de la trompa de Falopio (derecha o izquierda) y luego sale para poder caer al útero entre el quinto y el séptimo día después de la concepción. Durante esta primera experiencia de “caída” (peso, pesadez), la mórula se remodela en blástula o blastocito. La fecundación, acompañada de los cuatro actos de individualidad que crean equilibrio, ha superado la tendencia extremadamente unilateral a la desemejanza y la separación de los sexos, y en una semana y cuatro fases ha formado un organismo individual provisto de inmunidad, un organismo de cuatro facetas dado que posee las cualidades de calor, luz y movimiento, y está definido biológica/químicamente y física/geográficamente. La última fase de la 29 se forma a partir de ciertas características propias, y esta composición lo distingue de otros que están formados de igual forma por los mismos componentes y propiedades pero con distintas configuraciones. Este es el cuerpo físico espiritual: el propio cuerpo físico dentro de su ser espiritual. Los sentidos aún no pueden percibirlo porque todavía no está impregnado de materia. fecundación, la implantación, es también la primera fase de formación del amnios. La fecundación y las formas orgánicas que le siguen son los resultados visibles de la discordia entre el material genético y la constitución individual del niño encarnado. El aumento localizado de la temperatura durante la ovulación del organismo madre es la primera actividad acogedora, genética y orgánica con la que se encuentra el individuo, el niño que desea encarnarse. Crea un puente desde la secuencia genética terrenal a la individualidad y su constitución, que ya fue preparado antes de la concepción. Esta constitución individual de cuatro facetas ha provocado el encuentro entre un padre y una madre de una línea de antepasados y, desde el momento de la fecundación, comenzará a penetrar la secuencia genética, fusionando, dominando y transformando el organismo para convertirlo en una herramienta de su propio destino. El entusiasmo por el desarrollo de la humanidad se une al calor como un agente orgánico; de hecho, es la calidez de lo orgánico. Los arquetipos jerárquicos de la voluntad actúan con la luz y con un movimiento ordenado. La actividad química de las células y las divisiones de las células está subordinada a estos arquetipos que las graban en la materia y, a través de esta conexión orgánica, la materia se transforma con el paso del tiempo. El destino individual que quiere moldearse a sí mismo adopta así una forma y deja huellas de sus actos sobre la tierra en las dimensiones del espacio. La constitución individual se prepara en un mundo que es inaccesible a la observación sensorial, el mundo que se encuentra en el intervalo entre las formas visibles. Una gota de entusiasmo en el mar de la voluntad es lo que aviva la motivación individual para encarnarse y comenzar una nueva vida. Este “mundo de medianoche” previo a la concepción es la principal experiencia de desarrollo espiritual hasta después de la muerte. Es una conciencia de los objetivos del desarrollo humano en el momento actual y una creciente concentración entusiasta en la tarea de alcanzar esos objetivos en sus redes kármicas sobre la tierra. Este entusiasmo por llevar a cabo los actos humanos actúa como un imán y atrae la voluntad hacia el atento interés de todas las jerarquías espirituales. Un cuerpo de luz estelar diferenciada —un cuerpo de las estrellas o cuerpo astral— envuelve este núcleo de entusiasmo espiritual. La voluntad de las jerarquías por participar con su presencia en la creación humana de los individuos es tan fuerte que el universo está en peligro de quedarse vacío. Pero gracias a la sanación y regeneración de las fuerzas cósmicas de la reproducción, el efecto de las estrellas se mantiene como una envoltura alrededor del núcleo de la individualidad y los propios seres permanecen constantes en el universo. Un nuevo cuerpo, una nueva envoltura cósmica o etérica, ahora también forma parte de la constitución individual. Cada “yo” individual La formación del amnios embrionario comenzó con la última fase de la fecundación: la implantación. El disco embrionario, un disco celular de dos capas en el centro de la esfera que se incrustó en la mucosa uterina, reposará otras dos semanas durante la formación del amnios. El saco vitelino es un órgano químicamente activo, espeso y turbio. Está confinado por uno de los dos discos embrionarios llamado endodermo o piel interna. Sus funciones son la nutrición y el metabolismo. El amnios es un órgano transparente y vítreo. Dotado de luz y fuerzas formativas, es químicamente inactivo. Está a su vez confinado por la otra capa del disco embrionario, el 30 este organismo. Desde el 17º día hasta el final de la cuarta semana, la individualidad moldea el organismo que rodea al disco embrionario hasta que queda cuidadosamente reorganizado como cuerpo embrionario. ectodermo o piel externa. El alantoides (con forma de salchicha) es otro órgano del amnios, fuera del saco vitelino y diferenciado como una protuberancia, que tiene las funciones de eliminación y desintoxicación. Toda la superficie esférica externa que está en contacto directo con la mucosa uterina, junto con el organismo madre, constituye el cuarto órgano del amnios. Este cuerpo contiene todos los órganos que servirán como herramientas de individualidad después del nacimiento. A finales del primer mes, la individualidad ya ha creado su propio organismo de una sola vez. La individualidad no solo existe en relación con el espacio, sino también con el tiempo; la rotación y el resplandor de 36 horas en la segunda fase de la fecundación, el día de la implantación, etc. Cada mes de embarazo tiene su propia característica subyacente. Durante el embarazo, el niño experimenta por primera vez el transcurso del año. El nacimiento se produce al final del tercer trimestre de este primer año. Los primeros tres meses después del nacimiento también pertenecen al embarazo porque la individualidad debe lidiar por primera vez con las condiciones terrenales y su fisiología madura dependiendo de lo que vive en su entorno. Más adelante el corion se convierte en la placenta. Este órgano actúa como mediador entre los dos organismos, la madre y el feto. Durante el embarazo, los factores hereditarios —el pasado— se encuentran en el organismo madre; este es el organismo de cuatro facetas presente en el niño. A su vez, este organismo lleva o envuelve en su interior un tercer organismo que se convertirá en el organismo para el futuro. Durante el embarazo, la individualidad del niño lo desarrollará para el período posterior al nacimiento. Los cuatro órganos envolventes (amnios embrionarios) modelan un organismo completo con estas cuatro funciones sistemáticas: a) Nutrición, metabolismo – Saco vitelino b) Transparencia, forma – Amnios c) Eliminación, desintoxicación - Alantoides d) I ntercambio con el entorno, circulación – Placenta (Corión) El desarrollo de los órganos embrionarios en los amnios comienza el 17º día después de la concepción. Hasta entonces el disco embrionario permanece en reposo y la actividad de creación se produce en los amnios. El disco embrionario se compone inicialmente de dos pieles, el ectodermo y el endodermo, que confinan el saco vitelino y el saco amniótico. Este organismo aún carece de sistema motor, el sistema de las extremidades. Este se encuentra en el cuerpo del embrión, pero empezará a desarrollarse y madurar después del nacimiento en su lucha con las fuerzas terrenales. En el medio, entre estos cuatro órganos envolventes, se encuentra el disco embrionario en reposo hasta el 17º día después de la concepción. El primer gesto perceptible de la remodelación del disco embrionario ocurre en el ectodermo alrededor del 17º día. Aparece una marca en el punto donde se desarrollará el polo de la cabeza, como si un dedo invisible hubiera dejado una huella. A partir de aquí la cavidad neural crece desde el polo de la cabeza. Esta muesca, además de la cavidad neural, determina la orientación anatómico-espacial: derecha/izquierda, es decir, la simetría lateral, caudal, dorsal y ventral. La cavidad neural La fecundación se completa durante la primera semana. Termina con la implantación, la fase que incluye la formación de los órganos envolventes. Al finalizar la tercera semana, se ha formado el organismo en el que vivirá la individualidad hasta el nacimiento (amnios). El disco embrionario se encuentra en el centro de 31 Aquí, fuera del cuerpo embrionario, comienza la formación de la sangre. Islas de sangre fluyen al vitelo y penetran en el cuerpo. Siguen ciertas trayectorias de flujo delimitadas por el mesodermo y convertidas en vasos sanguíneos. Dos vasos principales, al principio fuera del cuerpo, se forman en el corazón, delante de lo que será la caja torácica y la garganta justo debajo de la cabeza en desarrollo. Sin embargo, antes de que la caja torácica se cierre por completo, el corazón entra en ella y la ocupa. se convierte más adelante en el tubo neural, encerrando así el líquido amniótico que, a partir de entonces, envolverá el sistema nervioso como líquido cefalorraquídeo. Aparecen los primeros rudimentos de la médula espinal y las vértebras. Más adelante, la espalda recuerda al ectodermo del disco embrionario. La zona sensible alrededor de la cuarta vértebra torácica es una memoria de la zona que rodea esa primera impresión. La forma de disco se vuelve alargada y muestra una tendencia a formarse como el tubo neural. Entre el ectodermo y el endodermo se forma una piel intermedia, el mesodermo. Ahora la tendencia del endodermo y del saco vitelino a una formación redonda crea una forma esférica y se interioriza en el cuerpo. La vejiga urinaria y los órganos sexuales se forman a partir del alantoides junto con el endodermo y el saco vitelino. Sin embargo, los riñones se forman a partir del sistema nervioso: su estructura inicial se encuentra en la parte posterior del cerebro. Esta estructura se desarrolla en el cerebro justo debajo de la piel, en dos filas de pequeñas perlas a lo largo de la médula espinal hasta la zona dorsal. Las perlas cerca de la cabeza degeneran y las de la zona dorsal se envuelven, adoptando una forma esférica sin perder su simetría lateral. Esto provoca una tendencia neural en proximidad al sistema metabólico. Hay dos tendencias de formación polar claramente definidas. Cronológicamente, la primera es la formación de la piel y el sistema nervioso sensorial del ectodermo y tiene una forma lineal, alargada y orientada hacia el exterior. La última formación por orden cronológico crea la estructura de los sistemas digestivo y metabólico desde el endodermo y tiene una forma esférica, redonda y orientada hacia el interior. En el medio por orden cronológico, entre las tendencias lineal y redonda, actúan las ondas rítmicas del mesodermo, mediando entre las tendencias polares opuestas. Por último, la tendencia circular crea la típica forma redonda y circular del rostro embrionario. Del mismo modo, desde el endodermo se desarrolla un tubo, aunque interiorizado: la estructura del tracto digestivo desde la boca hasta el ano con todos los órganos que le corresponden. El contenido de este tubo digestivo es el vitelo y el embrión está completamente rodeado de líquido amniótico. El tejido conjuntivo, los músculos y el cartílago se forman a partir del mesodermo. Por un lado, este tejido conjuntivo ocupa el espacio entre el sistema nervioso, los órganos sensoriales y la piel y, por otro lado, el de los sistemas digestivo y metabólico. El corion es la esfera periférica de los amnios embrionarios y se convierte en la placenta. Los pulmones se forman a partir de una protuberancia del tracto digestivo. Al dividirse por la mitad, los pulmones asumen una triple simetría con la ramificación de los bronquios y el sistema alveolar dentro de la caja torácica: derechaizquierda, cefálico-caudal, frontal-trasera. Esto provoca una tendencia metabólica en proximidad al sistema nervioso. La formación de las manos comienza simultáneamente a la formación de los pulmones, e inmediatamente después se forman los pies, luego los antebrazos y pantorrillas y por último la parte superior de los brazos y los muslos. Los pulmones se forman junto con las extremidades. Después del nacimiento, trabajan juntos durante la vida en la tierra y en el aire. Al finalizar la cuarta semana, todas las estructuras de los órganos embrionarios están formadas. Este proceso se completa en aproximadamente diez 32 días. Durante las tres semanas anteriores se completaron la fecundación, implantación y formación de los órganos envolventes. • Durante el quinto mes, se rellenan las zonas internas del organismo y se desarrolla la caja torácica, el gesto de Leo. El nacimiento normalmente se produce al final del tercer trimestre. El cuarto trimestre son los primeros tres meses de vida fuera del organismo de la madre. Entonces tienen lugar importantes procesos de maduración y reestructuración de los órganos. Estos procesos requieren contacto con la gravedad y la atmósfera fuera del vientre, pero siguen considerándose procesos que pertenecen al embarazo. Es importante conocer las características de cada uno de los doce meses. • Durante el sexto mes tienen lugar importantes procesos de maduración. A partir de este mes el cuerpo exhibe una creciente resistencia orgánica para sobrevivir un posible parto prematuro, el gesto de Virgo. • El séptimo mes trae nuevas dificultades de carga y pesadez para la mujer embarazada. El niño practica el equilibrio y la postura, el gesto de Libra. • El octavo mes puede traer consigo el peligro de intoxicación mutua, la primera batalla con la materia terrenal, la cercanía de la muerte en el momento del nacimiento, el gesto de Escorpio. Estos cuatro meses intermedios están dedicados a la formación interna: el torso. • La cercanía del nacimiento supone también enfrentarse a la tierra, a la voluntad que se sirve de las extremidades, la respiración, la introducción gradual de la nutrición y la digestión, aprender a dormir y el cambio de los estados de conciencia, la maduración del organismo de calidez. Estos procesos maduran después del nacimiento con los gestos formativos de Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis. • El primer mes conlleva una síntesis de todos los componentes de los órganos envolventes y el cuerpo. Con la mirada puesta en el pasado, es una aceptación global del universo y la primera asimilación de totalidad. Con la ayuda de las indicaciones de Rudolf Steiner para la euritmia, podemos reconocer el gesto formativo de Aries. • El segundo mes muestra la asimilación de la movilidad del universo, los primeros movimientos internos, el comienzo de la fisiología. La “mirada” se centra en el presente y el futuro, el universo de ahora en esta vida, el gesto formativo de Tauro. • Durante el tercer mes, la individualidad empieza a experimentar el cuerpo. A continuación se producen las primeras experiencias táctiles. Las manos y los pies se tocan, los dos lados se tocan, el gesto formativo de Géminis. • Durante el cuarto mes, la inmunidad y resistencia del cuerpo están tan estructuradas y desarrolladas que podemos reconocer el gesto formativo de Cáncer, aislarse del entorno. La prioridad en estos primeros cuatro meses es la formación a partir del universo, empezando por la cabeza. Los últimos meses del embarazo así como los primeros meses de la vida están dedicados a los primeros ejercicios de calistenia para las extremidades y el metabolismo en combinación con las fuerzas terrenales. Estas características de los doce meses del año pueden servir como una orientación y nos ayudan a conocer el estado de ánimo psicológico de la madre y el niño durante el embarazo. La contribución orgánica de la madre al parto son las contracciones rítmicas de los músculos, cuya intensidad y características cambian en el momento del nacimiento. 33 vez ya ha dormido, se produce la excreción del meconio. No son heces todavía, sino rastros del vitelo que contenía el intestino. En la tercera fase del nacimiento, el niño comienza a utilizar el sistema digestivo y metabólico. Con la primera micción tenemos un signo externo de que el niño, en una cuarta fase, ha activado los órganos de excreción y desintoxicación. El alantoides muere. El organismo retiene un vestigio del alantoides muerto como un filamento graso, el ligamento paraumbilical. Normalmente la primera fase del nacimiento aparece con la colocación de la cabeza del niño en la abertura del canal de parto desde el cuello uterino hacia la vagina. Es la expresión de la voluntad del niño por enfrentarse a la tierra. Una vez más, el polo de la cabeza, el sistema nervioso, es el primero. La individualidad del niño, que aún radica en los órganos envolventes, comienza a abandonarlos para pasar a los órganos del cuerpo. El primer paso es la muerte del líquido amniótico cuando se rompe el saco amniótico. La actividad nervioso-sensorial ahora comienza a pasar a la cabeza. La cabeza busca el camino hacia el exterior y, como resultado, la frente del niño entra en contacto con el hueso pélvico de la madre. El nacimiento consta de cuatro fases, al igual que la fecundación. La individualidad capta poco a poco los cuatro principales sistemas funcionales. El nacimiento va acompañado de la muerte de los cuatro órganos envolventes que quedarán atrás. El nacimiento tiene un pasado (excreción del líquido amniótico, movimiento de la cabeza y maduración del sistema nervioso), un presente (la primera respiración, cambios en el corazón y la circulación, y la muerte de la placenta) y un futuro (excreción del meconio y el comienzo de la maduración del sistema metabólico, que no se completará en la vida). Y, como recuerdo de la mortalidad, un “aguijón venenoso”, el ligamento paraumbilical permanece en el organismo después del nacimiento. En esos momentos el niño se encuentra completamente solo y no podemos ayudarlo desde el exterior. El niño debe encontrar el llamado hipomoclio, que es una búsqueda de equilibrio entre la vida en el vientre, su pasado, y alcanzar la tierra, su objetivo y su futuro. También se llama hipomoclio al punto de equilibrio en una balanza. En el momento del nacimiento, el gesto de la cabeza del niño es una exagerada posición hacia abajo de la barbilla para liberar la frente de modo que la cabeza puede desplazarse hacia arriba: este es el primer gesto de rectitud y verticalidad. Verá la luz del mundo. Después de superar este primer obstáculo, nace el cuerpo, generalmente de cabeza. Más adelante, serán siempre las extremidades las que llevan a cabo la voluntad y dirigen el movimiento. Después del nacimiento, la cabeza alcanza un estado de reposo, se coloca en la parte superior, con ligereza. La madre toma al niño en brazos. En la segunda fase, el niño empieza a respirar y experimenta una serie de cambios y maduraciones en el sistema cardiovascular. Comienza a utilizar el sistema medio del nuevo organismo. El cordón umbilical ahora deja de pulsar, la placenta muere y se expulsa. Horas después del nacimiento, cuando el niño lleva pañales, tal La individualidad ya no tiene un organismo esférico en su entorno. Ahora comienza a tener su propio organismo como centro que controla y domina paso a paso durante al menos los próximos dieciocho a veintiún años. La tarea de los adultos consiste en formar y actuar como los nuevos órganos envolventes, apoyar la individualidad en el entorno de su propio cuerpo y ayudar con los esfuerzos por individualizar el organismo recién nacido. Todavía habrá muchos nacimientos distintos de la individualidad y muchas muertes de lo que fue heredado en el posterior transcurso del desarrollo que, de ahora en adelante, debe ir acompañado educativa y pedagógicamente. 34 Dar sentido a la verticalidad por Bonnie y William River-Bento del torso necesarios para la estabilidad en posición erguida y podrá soportar su propio peso. Cuando consideramos la encarnación como un proceso continuo de la infancia en lugar de simplemente un acontecimiento físico durante el nacimiento, extendemos nuestra responsabilidad como adultos más allá de la paternidad. Todos los cuidadores y profesores de la primera infancia participan en la encarnación del niño. Este hecho complica el proceso de encarnación, pero también ofrece al niño recursos y oportunidades ocultas. Nuestro reto actual es educarnos a nosotros mismos en un proceso que antiguamente era un desarrollo natural, pero que hoy en día se ve amenazado en varios sentidos. Todo el proceso de darse la vuelta para ponerse boca abajo y luego alcanzar la verticalidad en la tierra es un paso vital en el desarrollo del ego. Por medio de estos intrincados movimientos, el niño entra en contacto con su ser y con la tierra en una relación correcta. La estabilidad del torso, la estabilidad en el alma y la estabilidad en el recipiente que recibe al ser humano esencial y único, estos son los dones de estos primeros movimientos en las dimensiones del espacio. La verticalidad es un logro milagroso para el niño, pero también supone el comienzo de una nueva serie de retos. Es necesario aprender la geografía del cuerpo y la orientación en el espacio. La adquisición de estas habilidades requiere una delicada interacción entre el cuerpo en movimiento y los sentidos. En los primeros meses de vida, el bebé depende por completo de los demás para moverse en el espacio. Aunque las manos y los pies pueden moverse, no tienen la fuerza suficiente para mover el torso a una distancia perceptible. Esta dependencia disminuye en el tercer y cuarto mes, y el bebé “juega” con el movimiento de su propio cuerpo mediante una progresión constante de movimientos, que culminan en el gateo y la exploración del mundo que le rodea. El sentido de bienestar, que es una sensación orgánica de las funciones vitales, ayuda a establecer una relación saludable con los planos terrenales. El mundo exterior entra y penetra en la cabeza a través de los portales de los sentidos. La cabeza es la parte más alta de nuestro organismo, y el aire que respiramos, la luz que recibimos y la comida que ingerimos pueden considerarse como nutrición, que llega desde arriba y desciende hacia el cuerpo. Cuando El niño, mientras está tumbado boca arriba en el plano horizontal, extiende sus manos hacia arriba, y las agita y estira en perpendicular al cuerpo. Las extremidades guían al niño hacia la verticalidad. Si el niño pasa suficiente tiempo tumbado boca arriba, desarrollará los músculos 35 las extremidades se moverán libremente. Este movimiento externo se refleja en expresiones humanas tales como: “Por un lado, lo veo así, aunque por otro lado, es así”. Estas expresiones revelan una naturaleza superior del pensamiento sobre los conceptos. A través de un desarrollo sano del movimiento, el niño desarrolla el lenguaje de una clara articulación de los conceptos. esto funciona de una forma sana, los nutrientes brindan a las extremidades el poder de moverse en el espacio. Observe cómo el niño da sus primeros pasos en el espacio para agarrar algo en el mundo que le rodea. Intenta aferrarse al mundo con su ser del ego, para comenzar su propia digestión del mundo que le rodea. Cuando examinamos los procesos digestivos desde un punto de vista fenomenológico, no podemos evitar maravillarnos con el recorrido de todo lo que ha de ser digerido. Al comer, debemos levantar la comida, moverla horizontalmente, hacerla rodar por todos los planos al masticar, y luego descender. Observe cómo recorre los espacios interiores. Hace un recorrido similar al de los objetos que están al alcance del niño. A medida que el niño perfecciona su marcha, adquiere una sensación de dominio en su equilibrio. El sentido del equilibrio no es un fenómeno estático sino dinámico, que madura en el niño cuando es verdaderamente capaz de alcanzar un estado de reposo. Este sentido está profundamente conectado al plano frontal; influyen tanto el espacio delantero como el trasero. Aunque la mayoría de nuestros sentidos están orientados hacia el espacio frontal, también tenemos un misterioso espacio trasero. Sin él podríamos vernos atraídos hacia cada impresión sensorial que encontramos en el mundo; el espacio trasero nos ofrece un contrapeso a esa atracción hacia el mundo que nos rodea. Podemos, en un sentido físico y metafórico, dar la espalda al mundo y escuchar nuestra propia respuesta al mismo. Ahora imaginemos a un niño agarrando una roca falsa de plástico. Parece granito, tiene el aspecto de ser pesada, pero cuando la agarra con su mano sale volando, porque todo su cuerpo se preparaba para levantar el peso. Se sorprende y aprende a no confiar en sus sentidos. ¿Podemos trazar una analogía con el cuerpo y la digestión? ¿Sabe el cuerpo cuándo lo están engañando? ¿Asimila la digestión los alimentos modificados químicamente como auténticos? Durante este período de la infancia, se adquiere la confianza en la veracidad del mundo exterior e interior. El concepto de “roca” es cierto cuando el niño la toca y está seguro de sus ideas sobre las fuerzas de tierra. La sensación de seguridad en la habilidad conceptual se basa en una digestión saludable. Pensemos en un niño agitado, inquieto, que se mueve constantemente y no encuentra la paz en esa “escucha” interior. Estos niños, cada vez más numerosos y que a menudo decimos padecen un trastorno relacionado con la atención, muestran un perfil psicológico inquietante. Tienden a mostrar desconfianza hacia el mundo que les rodea, una carencia de verdadera autonomía y una incapacidad para mantener la iniciativa en cualquier tarea que no sea de su interés estrictamente personal. Ahora observemos cómo el niño se adentra en el mundo a su alrededor. Sus movimientos vacilantes y titubeantes se articulan gradualmente en los equilibrados movimientos transversales y el desplazamiento del peso de la marcha humana. Balanceándose hacia adelante y hacia atrás, el peso y el equilibrio alternan sobre la línea media sagital. El niño experimenta la izquierda y la derecha y poco a poco el centro, desde el cual En los estudios realizados por Bonnie sobre trastornos relacionados con la atención, con frecuencia descubre que estos niños tienen un historial de infecciones de oído en la primera infancia. Estas van acompañadas de tratamientos 36 verticalidad, agarrar el mundo y lograr escuchar apaciblemente— debemos aprestarnos con un profundo conocimiento de estas fuerzas. Con ese conocimiento protegemos a los niños de las mismas fuerzas que amenazan con arrebatarles estos ritos de paso y encarnación. Pensemos en las fuerzas que urgen a los padres a colocar a su hijo en un aparato que “brindará” al niño una experiencia vertical pero que inhibe su capacidad de agarrar el mundo y reduce el sentido del niño de paz y escucha. Debemos responder a este fuerte impulso con un conocimiento alegre y cariñoso de la carta de derechos del niño, que podría comenzar de este modo: “Todos los niños tienen derecho a explorar alegre y libremente la experiencia de estar en un cuerpo y en el espacio que les rodea; y a través de una auténtica experiencia de su entorno, llegará a confiar en el mundo y a sentir su ser sagrado y autónomo, viviendo en un templo de estabilidad y escucha apacible”. con antibióticos y todo tipo de intervenciones como colocar tubos en los oídos. Estos niños han sufrido una auténtica alteración en su capacidad para lograr un verdadero equilibrio y en su capacidad para aprender a escuchar. Cuando nos adentramos más allá del oído medio y hasta el oído interno, vemos dos órganos maravillosos: el aparato vestibular y la cóclea, unidos en el “vestíbulo” por el principal nervio craneal de salida, el nervio vestibular. Este nervio transmite los impulsos que sirven para informarnos sobre los sonidos que oímos y el espacio que ocupamos. De manera concertada, sirven para establecer la capacidad humana de mantener el equilibrio y la audición. Por consiguiente, vemos que el equilibrio y la audición actúan en estrecha relación. Para no “caer” en algo, necesitamos escuchar y distinguir correctamente. Para proteger y guiar las grandes hazañas que el niño debe llevar a cabo —alcanzar la 37 El milagro de la adquisición del lenguaje por Dra. Michaela Glöcklerr su lenguaje igual que lo hace un niño muy pequeño: todo es bonito o no bonito, sí o no. Esta niña de trece años hablaba así, empezando la frase con “sí” o “no” y luego dando una simple indicación de lo que le gustaba o no le gustaba. ¿Qué tienen en común caminar, hablar y pensar? No se codifican en nosotros de un modo fijo como ciertas cosas que están determinadas genéticamente. Por el contrario, surgen del interior del niño por un proceso de imitación. Estas capacidades solo pueden desarrollarse si el niño participa en ciertas actividades. Los diferentes aspectos del habla se desarrollan en diferentes partes del cerebro. Por ejemplo, el primer idioma, la lengua materna, se desarrolla en una zona del cerebro, pero los idiomas posteriores se desarrollan en otra zona. Por ejemplo: una mujer que había aprendido un dialecto alemán como lengua materna más tarde aprendió a hablar “alto alemán”. Después de un accidente que afectó su cerebro, perdió el uso del alto alemán, pero seguía usando el dialecto, porque esa parte del cerebro no había sufrido lesiones. En otros casos de lesión cerebral la víctima puede entender el lenguaje pero no es capaz de hablarlo. Por ejemplo: una niña de trece años que, por negligencia criminal, no aprendió a hablar. La tuvieron encerrada y creció muda, la encontraron cuando tenía trece años, y su capacidad intelectual era inferior a la de un niño de dos años. Durante los dos años siguientes aprendió mucho. Desarrolló la capacidad de hablar, pero era una forma de hablar inusual. Si quería decir: “No me gusta el color de las paredes”, se expresaba diciendo: “No – color pared”. Su habla se limitaba a frases de dos palabras. Era diestra, pero tenía el centro del habla en el lado derecho, en lugar del izquierdo. Esto es bastante inusual, porque en el 97% de las personas el centro del habla, conocido como área de Broca, está en el lado izquierdo del cerebro. Normalmente el niño aprende a utilizar este centro del habla a través de la imitación, pero esta niña ya no tenía la capacidad de desarrollar el centro a través de la imitación. En cambio, el lenguaje se desarrollaba en otra parte del cerebro, en el lado derecho, y allí no podía desarrollarse plenamente. Desarrollaba Hay un fuerte elemento de asombro que surge cuando consideramos el habla y su desarrollo. La adquisición del lenguaje no es un proceso hereditario, sino un proceso de aprendizaje. ¿Cuáles son las condiciones previas para que un niño aprenda a hablar? Es una cuestión complicada, porque hay muchos elementos fundamentales del habla, todos los cuales necesitan desarrollarse. Las consonantes 38 Aproximadamente una cuarta parte de los niños en edad preescolar tienen dificultades para hablar, pero la mayoría de ellos las superan por sí solos. Para cuando llegan a la adolescencia, solo del uno al dos por ciento tendrá todavía problemas. En la mayoría de los niños, los problemas desaparecen entre los cinco y los seis años. Otros dejarán de tener problemas con el cambio de dientes, de modo que a los ocho o nueve años la mayoría ya no tendrá dificultades en el habla. y las vocales, por ejemplo, tienen cualidades distintas. El elemento de las vocales expresa lo que sentimos, mientras que las consonantes están más directamente relacionadas con el mundo sensorial exterior. Cada sílaba contiene ambos elementos, de modo que cada sílaba crea un puente desde el ser al mundo. Rudolf Steiner decía que el cuerpo astral es el portador del sentido del habla, pero para hablar y entender el habla necesitamos la capacidad de pensar y el funcionamiento del ego. No es un asunto sencillo. También son necesarias ciertas partes físicas del cuerpo para la formación del habla. El timbre o la calidad del habla está relacionado con el flujo de aire a través de la laringe que, por sus propias características, es un órgano muy complicado. Contiene un gran número de pequeños músculos, tantos músculos como se pueden encontrar en el resto del cuerpo. La laringe es como una pequeña persona, una miniatura de todo el ser humano en movimiento. A nivel físico, también hay que tener en cuenta la forma de la boca, con su paladar, dientes y lengua. Un libro recomendable para ayudar a entender esta imagen es Erziehung Ist Kunst de Wolfgang Schad (sin traducción). Cuando nos fijamos en la forma de la boca, nos damos cuenta de que guarda una estrecha relación con la capacidad de hablar. Por ejemplo, el simio no puede hablar porque su boca no está formada para el habla. La boca del simio sobresale hacia adelante cuando se desarrolla, mientras que la boca humana crece hacia atrás cuando aparece el segundo juego de dientes y muelas. La parte delantera de la boca de un niño pequeño y de un adulto tiene una forma muy parecida. Wolfgang Schad da una imagen de las diferencias lingüísticas en el continente africano y en China. En África, desde Túnez a Ciudad del Cabo, encontramos unos setecientos idiomas diferentes en uso, sin contar los dialectos que también son numerosos. En cambio, en todo el enorme territorio chino, solo hay presente un lenguaje. Además, China ha tenido una lengua escrita desde tiempos remotos, mientras que en África inicialmente no se desarrolló un lengua escrita. En África, la palabra hablada tiene gran importancia: está llena de magia. En China, la lengua escrita es de gran importancia, y esta es la misma en todo el país. El lenguaje escrito de los periódicos chinos utiliza alrededor de cuatro mil caracteres. Existen más caracteres, pero a nivel de periódicos cuatro mil son suficientes para la expresión. La gente de toda China puede leer el mismo periódico y entenderlo. Aunque pronuncien los caracteres de un modo diferente, los leen y entienden del mismo modo. El idioma chino se basa en imágenes, y los caracteres prácticamente no han cambiado con el paso del tiempo. El idioma se ha diversificado y modificado, pero mantiene la continuidad suficiente para que los textos de miles de años de antigüedad puedan aún leerse con facilidad. En cambio, solo los eruditos pueden leer los textos en lengua alemana escritos en el alemán antiguo de la Edad Media. Cada continente tiene sus propias cualidades de vida anímica, y estas se reflejan en su desarrollo del lenguaje. En China, podemos ver una tierra unida A partir del segundo año de vida, el niño experimenta un desarrollo continuo del habla. Todas las partes de la boca contribuyen al desarrollo del habla, y si una parte se ve afectada negativamente, puede afectar a la forma del habla en mayor o menor grado. El habla se desarrolla en el niño mientras la boca se está desarrollando. 39 formas de trabajar con el lenguaje que ayudan a convertir el habla humana en habla cósmica. Por ejemplo, podemos trabajar en nuestra relación con las palabras de uso cotidiano del lenguaje y aprender a amarlas, a liberarlas. Los pobres palabras que se utilizan todos los días han dejado de brillar. Podemos amarlas y darlas color. Entonces se reirán de nuevo. por el lenguaje en el que las viejas formas pueden mantenerse vivas en el presente. El pensamiento y el habla están estrechamente vinculados en China, mientras que en África, el habla está más en consonancia con el movimiento. En el continente africano con sus setecientos idiomas, las relaciones sociales son de gran importancia. Allí se ha desarrollado intensamente la cualidad básica del amor, así como el sentimiento social por los demás. En África todo esto fluye con gran intensidad en el cuerpo astral. Es parte de la imagen de África, mientras que China presenta una imagen muy distinta. El habla es nuestra amiga. Si nos sentimos deprimidos, podemos tomar un poema, aunque sea muy sencillo, y analizarlo palabra a palabra. Podemos pronunciar las palabras de distintas formas, con fuerza o dulzura, por ejemplo. Podemos escuchar lo graciosas que suenan cuando se pronuncian con una calidad que no concuerda con las palabras. Es difícil captar y expresar las cualidades internas de las palabras. En el desarrollo del niño, vemos cómo el lenguaje se desarrolla de varias maneras durante las distintas etapas de crecimiento del niño. Entre los siete y los catorce años, a los niños les encanta jugar con el lenguaje. Hacen chistes y juegos de palabras. Es un momento en que el lenguaje es extremadamente importante. Rudolf Steiner ofreció a los profesores muchas indicaciones sobre el lenguaje. La Dra. Glöckler cree que alrededor del 70% de los problemas de disciplina en los grados de primaria pueden resolverse mediante una mayor conciencia del lenguaje. En cambio, alrededor del 70% de los problemas de disciplina en el jardín de infancia pueden resolverse mediante una mayor conciencia del movimiento. Es muy importante que hablemos bien a los niños. Debemos limpiar nuestro órgano del habla igual que nos lavamos los dientes cada mañana, de modo que podamos hablar correctamente a los niños de diferentes edades. El habla existe en lo más profundo de nuestro ser y guarda relación con nuestro propio “yo” o Ego. En el paraíso, se pidió a Adán que nombrara a todas las criaturas. La memoria del paraíso perdura en nuestra habla. Encontrar nuestro ser interior está relacionado con este proceso de dar nombres. Parte del misterio del “yo” es que nace y se encarna a través de una serie de identificaciones. Durante la primera infancia, nos identificamos con una actividad como lavar los platos y la adoptamos mediante la imitación. En los grados de primaria, nos identificamos con el mundo de la esfera del alma a través del amor. En la adolescencia, nos identificamos a nivel de pensamiento a través del interés. El “yo” se encarna a través de estas tres esferas de interés. Al atravesar esas esferas, el “yo” trasciende su naturaleza física y descubre su naturaleza espiritual. El adolescente experimenta un aspecto distinto del lenguaje. Busca el significado, y algunas veces siente que falta significado. Esto puede suponer una crisis para el individuo. La euritmia les resulta de gran ayuda para volver a encontrar el significado en el lenguaje. Tenemos que esforzarnos por encontrar sentido en el lenguaje a fin de ayudar a los estudiantes. Es importante que los niños conozcan a un adulto que hable con una conciencia del Ego. Hay En la Palabra, existe una tremenda fuerza creativa que puede vivir en nuestro interior. El conjunto de la creación del mundo está en nosotros y puede despertar más plenamente cuando trabajamos con la Palabra. La palabra oscureció por la caída del hombre, pero podemos 40 Un poema para comenzar a enseñar las lenguas antiguas aportar nuevas ideas y voluntad a la esfera del habla. Es nuestra tarea como profesores aportar nuevas cualidades al habla para que brille con una nueva conciencia. Esto es de gran ayuda para los niños cuando intentan encontrar su propio Ego. Si reactivamos en nuestro interior el arquetipo de Adán, que tenía la facultad de dar nombre a las cosas, entonces esta recién descubierta facultad del habla actúa sobre los niños de forma creativa. Rudolf Steiner A quien comprende el sentido del habla al espíritu y alma del mundo. Al que oye la voz del alma el mundo se revela como un ser. Quien experimenta la voz del espíritu recibe el mundo con la fuerza de la sabiduría. Quien es capaz de amar el habla recibe su propio poder. Así acudiré a mi corazón y sentidos y en el amor me hallaré a mí mismo por primera vez a través de él.. El lema de hoy en día debería ser el lenguaje cariñoso. 41 Movimiento, gesto y lenguaje en la vida del niño pequeño por Bronja Zahlingen y deslizarse. Quiere dar vueltas y girar y bailar para luego volver a descansar una y otra vez sobre su querida Madre Tierra. Los niños tienen precisamente esa experiencia en el juego de corro para los más pequeños: Los primeros tres años Rebosamos de respeto y asombro cuando consideramos cómo cada individuo humano, después de llegar del mundo espiritual, es capaz de sentirse tan cómodo con la vida en la tierra en los primeros años. A través de las tres etapas importantes del desarrollo —caminar, hablar y aprender a pensar— cada niño se abre a las condiciones de su entorno físico, anímico y espiritual objetivo. Es como las olas que rompen en la orilla, la interacción constante de flujo y reflujo a orillas del mar. Se vuelve a experimentar todo el desarrollo de la tierra con las cambiantes fases de la metamorfosis. Al corro de la patata comeremos ensalada la que comen los señores naranjitas y limones. Alupé, alupé, sentadita me quedé. De inmediato lo repiten una y otra vez. A los niños también les encanta salir corriendo — lejos — hasta que, cuando ya se han cansado, dan media vuelta y vuelven corriendo contentos a los brazos protectores de su madre. O cuando se caen, quisieran llorar, pero vuelven a levantarse, igual que las pequeñas margaritas de la pradera. Tras una intensa lluvia las margaritas quedan aplastadas, pero con el primer rayo de sol levantan la cabeza hacia la luz. De ahí la costumbre de las madres inglesas de decir: “Up a daisy” si sus hijos tropiezan o se caen y, al oírlo, los niños vuelven a levantarse tan contentos. Después de lograr alcanzar estos pasos, alrededor de los tres años el niño puede sentirse y nombrarse a sí mismo: “Yo”. El niño humano, corona de la creación, que se eleva por encima de los reinos de la naturaleza por medio de estas habilidades, lo hace para actuar y sentir un cariñoso apego hacia estos reinos. El niño aprende a confiar en la gravedad de la tierra y sus sustancias, y aprende a superarla activamente por medio de sus propias fuerzas superiores si le ayudamos con nuestro ejemplo y protección. Su agitada voluntad desea ir en todas las direcciones. Quiere mantenerse erguido, mantener el equilibrio entre arriba y abajo y caminar. Quiere unirse a los elementos al correr, saltar, brincar Además podemos mecerlos, primero suavemente en la cuna, medio soñando con canciones dulces, como transportados por las olas del agua de la vida. Luego este movimiento se hace más intenso cuando cabalgan sobre una rodilla: 42 Con los brazos y las manos, el niño adquiere una nueva área de expresión: la de su propio ser; con el gesto puede revelar una calidad interior de la expresión, más parecida al alma. Los gestos arquetípicos de expansión y contracción, abrirse y cerrarse en amplitud y estrechez, apretar y aflojar, son gestos fundamentales en la vida que se llevan a cabo rápida o lentamente, con suavidad o con fuerza. Los verdaderos gestos humanos de trabajo y todas las actividades visibles se encuentran en los juegos infantiles, así como en los gestos de las cosas en su entorno que han adoptado una forma permanente. Estos también se imitan en las fuerzas del alma y de crecimiento, por lo que tienen un efecto fortalecedor o destructivo. Así es como cabalgan las damas, al paso, al paso, al paso; Así es como cabalgan los caballeros, al trote, al trote, al trote; Así es como cabalgan los granjeros, al galope, al galope, al galope; Y cuando llegan a un seto, ¡saltan! Y cuando llegan a un lugar resbaladizo — se espantan, espantan, espantan, ¡Y al suelo van! Cuando los niños son un poco mayores, realizan ese movimiento de balanceo al columpiarse, de forma cada vez más atrevida: arriba y abajo entre el cielo y la tierra. En los juegos infantiles hay movimientos realmente magníficos y alegres, en los que la capacidad de mantenerse erguidos y moverse rítmicamente ayudan a superar el lastre de la gravedad. “Peso mucho cuando me siento”, dijo un joven colegial cuando participaba en una conversación de adultos sobre el peso corporal. Los niños verdaderamente saben expresar sus pensamientos de una forma precisa y maravillosa. El gesto precede al desarrollo del lenguaje. De hecho, va unido a la formación del centro del habla en el cerebro. Esto también se desarrolla en correspondencia con el uso de la mano derecha o izquierda. Gestos como empujar, agacharse, tocar, agarrar y soltar ayudan a desarrollar y formar los sonidos del habla. La fluctuación entre abrir y cerrar, apretar y aflojar se desarrolla en conjunto con el ritmo de la respiración, y esto afecta a la formación de las cuerdas vocales y otros órganos del habla. Los dientes, labios, lengua, paladar y laringe también influyen en esto. La percepción exterior y la disposición interior comienzan a formarse delicadamente como gesto del alma. La forma de moverse de cada niño —la solidez o inconsistencia, la indecisión o seguridad de sus pasos— revela mucho sobre la naturaleza de su voluntad. Al reconocer esto, podemos ayudar a equilibrar y armonizar al niño. Una vez que el niño ha alcanzado la posición erguida y puede mantener el equilibrio, los brazos y las manos quedan libres y puede aferrarse al mundo que le rodea de muchas maneras. Esto es realmente único en el ser humano, porque el animal, todavía limitado por su organización física, debe utilizar sus extremidades delanteras por completo al servicio del cuerpo; pues estas deben sostenerlo y nutrirlo. Los seres humanos podemos realizar diferentes tipos de actividad. Podemos trabajar con nuestras manos como artistas, podemos saludar y amenazar, dar y tomar, rezar y bendecir. Ahora, además de llorar, el niño puede decirnos cada vez con más claridad cómo se siente utilizando palabras y el habla. Al profundizar en nuestro estudio de las ricas y variadas afirmaciones de Rudolf Steiner sobre el habla humana, su origen y efecto, también cobramos una mayor conciencia de que nos unimos a lo espiritual en el mundo por medio del habla. Cuando el habla sobrepasa la esfera individual, físico-anímica, nos conduce a una esfera de mayor alcance: la palabra formativa y creativa. Aquí nos fijamos con el más profundo agradecimiento en la esencia de la euritmia y su inherente poder formativo y curativo. 43 La lengua materna es tan necesaria y nutritiva para el alma del niño como lo es la leche materna para su cuerpo. El niño se acostumbra poco a poco a los sonidos y los gestos del lenguaje, las revelaciones del ritmo y la importancia de las palabras. El niño experimenta fácilmente el significado de una palabra sobre todo de un modo pictórico y no como sentido y concepto abstracto. Para el niño, es la naturaleza diversa, colorida y variable de la vida misma. El lenguaje es una fuente de alegría y vitalidad cuando se expresa abundante y rítmicamente. Un juego de dedos: Hay innumerables canciones, poemas y rimas para los niños, tanto alegres como serios, en el lenguaje cotidiano y en forma más poética. Estos constituyen una verdadera cornucopia a disposición de los padres y educadores para un uso moderado. A continuación se muestran algunos ejemplos: Giramos, giramos, en un gran círculo. Así bailamos, así bailamos y así cantamos. Nos movemos, de un lado a otro, por este prado. Por doquier, dentro y fuera, por nuestra valiente reina. Diez hombrecitos, sentados bajo un árbol. El corto y el gordo asienten así. El ágil y el rápido giran y bailan. El largo y el fuerte vienen corriendo. Los lindos cantan a un anillo de oro. Los bebés tropiezan y ríen y saltan. Callen pequeños, acuéstense y descansen, arropados en la cuna como pájaros en un nido. – H. Diestel Un poema en inglés antiguo: Pim, pam, pum—¿hará el balde cataplum? Ata, lata, pata, ¿Dónde está el perro? ¿dónde está la gata? El perro se tumba junto al caño para poder darse un buen baño. La gata se sienta a la ventana lamiéndose el pelo cada mañana. Pim, pam, pum, peras, la señora sube las escaleras. ¿Qué le trae a la gatita? ¡Una pelota muy bonita! Una bola de lana blanca del casón que es igual que un pequeño ratón. ¿Y qué le trae a su perrito? Un collar dorado muy bonito, un bello collar muy especial con el nombre del perrito delante y detrás. Pim, pam, pum, fuera, este mi cuento era. – Christian Morgenstern O más reflexivo: Canción del sol Yo soy el Padre Sol que sostiene la tierra, durante el día claro y la noche entera. Yo la sujeto y con mi luz la ilumino, para que brote vida en todos los caminos. Piedra, planta, animal y hombre mi calor abriga, y mi luz acogen. Abre tu corazón como una flor, ¡y mis rayos penetrarán en su interior! Abre tu corazón, querido niño, para brillar juntos desde la tierra. – Christian Morgenstern Hoy en día caemos con facilidad y rapidez en lo banal e incluso en lo fantástico, que carece de toda verdad interior. Algunos ejemplos de esto son los cómics, que ofrecen a los niños un completo absurdo. Incluso muestran saliendo de sus bocas los llamados bocadillos, y estos a menudo contienen ruidos primitivos (puf, uf, etc.). 44 cariñoso y amabilidad y un lenguaje lleno de verdad. En el tono del lenguaje, también se encuentra un gesto; podemos acariciar con las palabras, además de explicar y señalar las cosas. Podemos suavizar lo que se ha vuelto rígido y darle una nueva forma de vida. Por supuesto, la Palabra debe a veces descender desde la poesía hasta el nivel de la prosa, pero por lo menos debería tener sentido y estar al servicio de la Vida. Si solo se utiliza como mera información, el alma se queda con las manos vacías, sin simpatía por los demás, de tal manera que no se suscitan el sentimiento e interés social. Un poeta ya nos ha advertido: El inmenso empobrecimiento de las cada vez menores fuerzas vitales de la naturaleza y la intelectualización de toda nuestra vida cultural amenazan a los niños de hoy. Nuestra civilización técnica y automatizada está muy alejada de la naturaleza viva de los niños pequeños. Los medios arruinan sus sentidos, que necesitan desarrollarse sobre todo mediante el uso activo y la experiencia. Los medios falsifican y destruyen el acceso directo a la vida real, a los gestos humanos, al lenguaje y a la experiencia inmediata de otra individualidad. Si el alma habla así, entonces ya no es el alma la que habla. – Schiller Es más, actualmente imprimimos muchas palabras que solo sirven de un modo artificial como armazón vacío para la publicidad y los beneficios. Al mismo tiempo, las palabras e imágenes de los mejores poetas y pintores se distorsionan y deforman, y miran fijamente a los transeúntes desde las carteleras y kioscos. Afortunadamente, a veces el niño todavía es ingenuo y tiene la suficiente fantasía para llegar a sus propias conclusiones, como el niño de primer grado que ya sabe leer un poco, y entonces pregunta en casa: “Di, Madre, ¿qué es una ola desnuda?” La madre evidentemente se encuentra con una gran dilema para responderle, cuando el hijo resuelve el asunto por sí mismo diciendo: “Ah, ya sé. ¡Es una ola sin espuma!” Hay muchos niños hoy en día que sufren problemas al moverse, porque pasan demasiado tiempo sentados en el coche, y observan e imitan el movimiento mecánico que ven por todos los lados. Por eso caminan con gestos rígidos, automáticos, o corren imitando los ruidos de un motor. No hay tiempo ni oportunidad para hacer una pausa, para observar o escuchar nada más delicado y sutil. Hoy en día nos encontramos muchos niños básicamente inteligentes, amables, de buen carácter que de pronto, sin causa aparente, no pueden dejar de moverse, tirar y empujar, y que, a veces, también parecen estallar con ruidos extraños. La vida del pensamiento se desarrolla progresivamente en sus diversas formas mediante el uso del lenguaje y la formación de palabras y frases. Nos lleva paso a paso a la abstracción y la conceptualización, pero este proceso está reservado para una etapa posterior del desarrollo (similar al modo en que se lleva a cabo todo el desarrollo del lenguaje). El lenguaje no tiene por qué volverse rígido o duro, sino que debe superarse hasta alcanzar nuevas imaginaciones y niveles superiores. Debemos encontrar un principio consciente, creativo y artístico, igual que encontramos la ingenuidad en el lenguaje creativo y formativo de un niño. El niño, cuya inclinación natural es adaptar su propia naturaleza anímica a la del adulto, necesita gestos llenos de afecto La atención curativa para el movimiento, gesto y lenguaje será cada vez más necesaria a medida que alcancemos un mayor y más profundo conocimiento de la verdadera naturaleza de la individualidad humana en cuerpo, alma y espíritu. También desarrollaremos nuevas capacidades creativas para reemplazar nuestros desaparecidos instintos. Solo de esta manera podremos ayudar a crear un futuro humano adecuado para y por los niños. 45 Apoyar el desarrollo de la mano humana por Ingun Schneider comienza temprano estos días dado que los niños cada vez más pequeños miran fijamente a las pantallas mientras sus manos no hacen nada o mueven palancas de mando o pulsan botones de forma automática. ¿Está relacionado el aumento en casos de síndrome de túnel carpiano y otras dolencias por tensión muscular en cuello, hombros y brazos con el modo en que utilizamos nuestras manos? Las manos de un músico moviéndose con elegancia sobre las teclas del piano, los dedos de un joven estudiante tocando la flauta dulce, o las manos de un escultor creando formas artísticas con la arcilla; todas estas situaciones muestran la calidad exclusivamente humana de la mano. Observemos las manos de una madre acariciando a su bebé, una pareja de ancianos dándose la mano, o una mano dando una amistosa palmada sobre un hombro; las manos pueden ofrecer libremente consuelo, transmitir amor, así como dar y recibir obsequios de servicio. Además de estas actividades sinceras y creativas, la mano humana desarrolla varias capacidades prácticas, principalmente durante las actividades de la infancia y la juventud. Con precisión y fuerza, la mano puede utilizar un destornillador, una sierra o un martillo; puede hacer girar un trompo, coser un botón, pintar un delicado cuadro y escribir con una pluma o un lápiz. Cómo utilizamos las manos puede no parecer un tema importante en la educación del niño, pero la mano humana tiene un potencial que no tiene ninguna otra "mano" animal1. Las manos son los órganos más creativos y abnegados del ser humano, porque nuestras manos son libres de ofrecer servicio a los demás, de nutrir y de cuidarnos2. El desarrollo de la mano con sus habilidades motoras finas tan necesarias para poder escribir, dibujar y otras actividades artísticas escolares es un tema que los padres y educadores de hoy en día olvidan con frecuencia. Muchos profesores observan que los niños sujetan el lápiz o crayón de un modo incómodo, pero no necesariamente conectan este modo tenso de sujetar el lápiz con el desarrollo sensorial y motor de la mano y del sistema postural. En el mundo actual lleno de pulsadores, la maravillosa capacidad de la mano de adquirir destreza ha tomado un carácter reglamentado y manipulador en lugar de su derecho natural, una agilidad viva y creativa. ¿Siguen los ojos con atención lo que hacen las manos cuando los dedos pulsan el teclado, mueven el ratón, o pulsan botones en cualquier otra máquina? Esta falta de conexión entre los ojos y las manos La mano y el brazo son, por supuesto, solo una parte del todo. Pero el todo está presente 46 niño tiene un sistema nervioso intacto y recibe de su entorno las oportunidades adecuadas, tratará de usar sus manos de un modo cada vez más complejo. Por supuesto, la forma en que el niño se relaciona con su entorno depende en gran medida del propio niño. El ser humano no está determinado exclusivamente por factores hereditarios y su entorno6. en la parte. Si nos fijamos en la mano vemos el tranquilo centro de la palma con cinco delicados dedos irradiando hacia fuera. La poderosa base de la palma puede considerarse como el aspecto de la voluntad en la mano, el centro de la palma como el aspecto de la sensación y los dedos como la parte del pensamiento. La mano, el brazo y el hombro son una trinidad en sí mismos. La mano está relacionada con el sistema nervioso sensorial, conectada con el pensamiento; el brazo equilibra en el centro, relacionado con nuestra vida afectiva, mientras que la voluntad está presente en el hombro. Mientras, el ojo dirige los movimientos finos y amplios de mano, brazo y hombro. Por tanto, el ojo abarca el pensamiento, el sentimiento y la voluntad3; muestra vitalidad. El sentido de la vida está conectado con el pensamiento4. Dado que el sentido de la vida ayuda a expresar los pensamientos en las acciones, equilibra (con el apoyo del sentido del equilibrio) lo que hace el brazo y pone el hombro en movimiento (el sentido de automovimiento); por ejemplo, al apuntar con una flecha o una lanza a un blanco. Los movimientos de los ojos en sus cuencas son muy similares a los movimientos del hombro (la parte superior del brazo en la enartrosis de la articulación del hombro). Cuando un niño de catorce meses señala un objeto o , esto es el precursor de una persona joven estrechando la mano al tiempo que establece contacto visual5. Si los cuidadores del bebé le brindan la oportunidad de acostarse boca arriba durante las horas que pasa despierto, se puede observar cómo hace girar las manos en el aire por encima de la cara, como si sus manos estuvieran jugando con los rayos de luz. La atenta conexión de los ojos con lo que las manos están haciendo durante esta apacible actividad proporciona una magnífica base para futuras conexiones entre ojos y manos. El bebé siente los movimientos de sus manos a través de su sentido de automovimiento (propiocepción). Observa el juego de claroscuros mientras sus manos y dedos cambian de posición, siente que sus manos se encuentran en la línea media vertical, ofreciéndole una primera experiencia de los dos lados de su cuerpo y llevando con el tiempo al desarrollo de la integración bilateral. Esta actividad aparentemente simple de las manos del bebé puede ser crucial para el desarrollo de la destreza manual. Si el bebé pasa la mayor parte del día en brazos o apoyado en asientos para bebé, cochecitos, columpios, andadores, mecedoras o cualquier otro artilugio, no tendrá la oportunidad de levantar los brazos de ese modo y mover con gracia las manos y dedos mientras los ojos conectan con esa actividad. Si colocamos al bebé en una sillita o cochecito, le resultará muy difícil levantar las manos para poder "acariciar los haces de luz" mientras observa atentamente cómo se mueven sus manos; simplemente no lo hará si lo mantenemos en una posición erguida. Carla Hannaford, en Smart Moves: Why Learning Is Not All in Your Head, señala otro inconveniente de colocar al bebé en una posición El desarrollo de la mano en la infancia El recién nacido sano se aferra con tanta fuerza que soporta su peso al agarrarse de modo reflejo con las dos manos a los dedos del médico que lo levanta. Poco a poco, durante el primer año de desarrollo, las manos del bebé aprenden a soltar el dedo que estimula el reflejo de prensión y entonces puede agarrar intencionadamente los objetos que desea. El proceso por el cual un niño adquiere habilidad para usar las manos de un modo cada vez más controlado es universal; si el 47 para comer de una forma tensa e incómoda. Algunos también evitan tocar con las palmas la sustancia con la que están trabajando mientras realizan actividades manuales o preparan la masa, por ejemplo; se puede observar cómo utilizan las puntas de los dedos mientras trabajan con las manos, evitando que las palmas toquen cualquier cosa. erguida: "Estos asientos mantienen al bebé en un ángulo de cuarenta y cinco grados que inhibe los movimientos musculares activos del cuello o de los músculos centrales (del abdomen y la espalda). Aunque los ojos del bebé miran al frente, dado que se inhibe el movimiento, el bebé no desarrolla activamente la visión". Durante los primeros meses el reflejo de prensión sigue siendo provocado por los receptores táctiles (sentido del tacto) en la palma; poco a poco la prensión se vuelve más relajada. El proceso que permite a la mano relajar el reflejo de prensión conlleva movimientos de motricidad gruesa en el suelo. Normalmente, a los tres o cuatro meses, el bebé ya se da la vuelta y se tumba boca abajo. Poco después empieza a empujar con las manos para poder levantar la cabeza, grande y pesada, y los hombros para poder mirar a su alrededor desde esta nueva posición. La presión que esto ejerce sobre sus manos, a medida que se abren progresivamente mientras empuja hacia el suelo, ofrece un firme estímulo táctil en sus palmas. Dado que este estímulo táctil se produce mientras lleva el peso sobre las palmas, no puede responder simplemente cerrando los dedos alrededor de esta sensación táctil; la respuesta de prensión desaparece naturalmente. Esta presión en las palmas continúa mientras gatea sobre las manos y rodillas. Alrededor del quinto mes, el bebé puede conscientemente, aunque todavía con dificultad, soltar un objeto. A medida que el bebé aprende a estirar los dedos, se desarrolla la coordinación entre doblar y estirar. A los ocho meses puede soltar fácilmente un objeto cuando la mano descansa sobre una superficie y al año puede soltar el objeto en el aire. Ahora controla la función de agarrar y soltar. Los juegos de dar y tomar ayudan a este desarrollo. Cuando el bebé de ocho meses a un año se divierte tirándolo todo al suelo, está practicando esta capacidad. También experimenta cuánto tarda un objeto en caer al suelo —aprendiendo de modo subconsciente a medir las distancias por el sentido del oído y qué tipo de sonido hace el objeto al chocar con el suelo— aprendiendo de modo subconsciente la densidad de distintas sustancias. El niño absorbe sutilmente estas lecciones de "física aplicada"7. Una vez más, siempre y cuando los sentidos funcionen adecuadamente y haya suficientes oportunidades para manipular objetos de distintas formas, pesos y texturas en el entorno, el desarrollo de la prensión sigue una secuencia determinada. Inicialmente el bebé agarra un objeto solo si toca la palma de su mano; los tres dedos cubitales (dedos meñique, anular y corazón) se doblan sobre la palma (prensión cubito-palmar). Al principio el dedo índice y el pulgar no llegan a formar parte de esta acción. Cuando el niño agarra con una mano, la otra apretará de forma simultánea, por reflejo. Después de unos meses, empieza a utilizar el dedo índice y el pulgar y vemos una prensión radio-palmar. Alrededor del quinto mes, puede Cuando pedimos a un niño en edad escolar que gatee como un bebé, a menudo vemos que los dedos se doblan, ya que el niño no deja caer todo su peso sobre las palmas de las manos. A veces el niño coloca los nudillos de las manos cerradas en puño en el suelo mientras gatea, evitando por completo poner las palmas en contacto con el suelo. En ambas situaciones el niño probablemente no ha pasado suficiente tiempo gateando sobre manos y rodillas, ni empujando hacia el suelo mientras se tumbaba boca abajo cuando era bebé; sigue activo un reflejo palmar residual. Estos son normalmente los niños que sujetan el lápiz, crayón y utensilios 48 de la mano, es necesario que hayan madurado los patrones tempranos del movimiento. Esta maduración ocurre naturalmente mientras el bebé o niño pequeño se da la vuelta, se contorsiona, se arrastra (boca abajo, haciendo fuerza con los dedos gordos del pie para empujar), gatea (a cuatro patas), anda, trepa y finalmente corre dentro de un espacio que es seguro y que proporciona suficientes oportunidades para un movimiento libre de obstáculos (a excepción de las carreras de obstáculos en las que los niños deben lograr pasar, haciendo contorsiones, arrastrándose como una oruga, trepando y rodando). Este desarrollo motor grueso es igualmente importante ya que proporciona la base postural para el desarrollo de una forma de sujetar el lápiz relajada y madura. Del mismo modo, la integración del reflejo de prensión (mencionado anteriormente) ocurre de forma natural mientras el bebé o niño pequeño se arrastra y gatea, y mientras utiliza las manos para actividades cada vez más complejas. utilizar ambas manos a la vez para agarrar objetos. Finalmente el bebé puede utilizar las puntas de todos los dedos (las yemas de los dedos) contra la yema del pulgar para agarrar, sin tener que apretar el objeto contra la palma. La coordinación de los dedos mejora y poco a poco el bebé puede utilizar una mano sin que la otra haga un movimiento correspondiente, a menos que el movimiento conlleve nuevas secuencias de movimiento o nuevos objetos. Utilizando las yemas de todos los dedos se desarrolla la habilidad de usar solo las yemas de los dedos índice y pulgar mediante la práctica y la exposición a una variedad de objetos a manipular. Cuando el bebé quiere agarrar un objeto, la secuencia del desarrollo para estirar y agarrar también sigue un patrón determinado. Al principio brazo, mano y dedos se estiran al máximo antes de agarrar el objeto, estirándose demasiado en relación con el tamaño del objeto. A medida que mejora la coordinación, el estiramiento se producirá en el último momento, y la mano se abrirá solo lo suficiente para agarrar ese objeto en particular. El desarrollo del control postural durante el primer año Cuando el bebé tiene un año, puede recoger un pequeño guisante de la bandeja de su silla utilizando una prensión en pinza; agarra el guisante entre las yemas de los dedos índice y pulgar, se lo mete en la boca y lo suelta. Poco después lo agarra entre la punta del dedo índice y la punta del pulgar, una prensión en pinza superior, y puede recoger el pequeño objeto sin apoyar la mano sobre la superficie de la mesa. Cuando está tumbado boca arriba, el bebé no necesita usar los sentidos o músculos para controlar su postura; la superficie sobre la que está acostado lo sujeta completamente. Por lo tanto puede dedicarse por completo a lo que están haciendo sus manos mientras se mueven libremente por encima de su cara. Poco a poco, a medida que aumenta el control de los músculos posturales, de la cabeza hacia abajo, adquiere la capacidad de mover el cuerpo con movimientos de motricidad gruesa. Primero levanta la cabeza en sentido contrario a la gravedad, ya sea desde una posición de decúbito supino o decúbito prono. Finalmente se da la vuelta, de boca arriba a boca abajo y viceversa, siempre que se le ofrezca la oportunidad de pasar el tiempo suficiente tumbado boca arriba. Otro factor en el desarrollo de las habilidades motoras finas es la integración de los patrones tempranos del movimiento. Por ejemplo, es difícil para un niño cuyos movimientos de cabeza están íntimamente conectados a los movimientos de la mano utilizar las tijeras o sujetar el lápiz de un modo relajado. Para que la cabeza y el tronco actúen como bases estables, centradas y relajadas que apoyan las actividades motoras finas 49 agarrar otro. Finalmente puede sostener un objeto con una mano, mientras que la otra mano intenta alcanzar otra cosa. Más adelante puede arrastrarse hacia adelante sobre el estómago, utilizando las manos y piernas como un lagarto humano, para alcanzar un juguete que atrae su atención. De algún modo descubre cómo impulsarse hasta quedar sentado; adquiere un mayor equilibrio cuanto más se cae, vuelve a erguir el tronco y luego se queda sentado agitando los brazos arriba y abajo con gran deleite. Cuando ha mejorado su equilibrio al sentarse, adquiere la estabilidad de tronco suficiente para poder alcanzar un juguete, agarrarlo y manipularlo ya sin caerse. Esta estabilidad del tronco es esencial como base para que en las manos se desarrollen las habilidades motoras finas. Las etapas del desarrollo del movimiento que llevan al niño a mantenerse erguido y caminar por su propio esfuerzo son características del ego ayudando al individuo a adaptarse a su cuerpo y a un espacio tridimensional. Si al bebé se le ha permitido alcanzar estas etapas arquetípicas de maduración en su cuerpo por su propio esfuerzo, sin la interferencia del entorno, el ego puede dejar una huella más profunda que si recibe continuamente ayuda de quienes le rodean8. Los pasos necesarios para este desarrollo arquetípico del movimiento también conducen a un control gradual del sistema postural. Cuando se esfuerza por sí mismo, el bebé se prepara gradualmente para asumir cada nueva habilidad. Su equilibrio es más estable, su sistema postural adquiere un mayor control: no está a merced de tensiones innecesarias para compensar su incapacidad de percibir lo que le indica cada uno de sus sentidos posturales. Con el paso de los meses, el bebé descubre cómo ponerse a cuatro patas desde una posición sentada o acostada, y entonces se balancea hacia adelante y hacia atrás en esta posición. Con este balanceo hacia adelante y hacia atrás, desarrolla la capacidad de gatear a cuatro patas hacia adelante y hacia atrás. Como ya sabemos, la capacidad de incorporarse hasta ponerse de pie y luego a caminar, primero apoyándose en los muebles y luego libremente, es universalmente humana. Mientras se arrastra, gatea y camina, el niño explora, averigua y crea una impronta o mapa interno de un espacio tridimensional. Esta conexión con el espacio es fundamental para el desarrollo de futuras habilidades en el colegio, no solo para los juegos, gimnasia, danza y deportes, sino con el fin de orientarse en la página bidimensional al escribir, calcular y leer. Cómo dibujan y escriben los niños Un niño de 18 meses "dibujando" (haciendo garabatos) con un lápiz de color lo sujeta con la mano cerrada en un puño (prensión palmar transversal), con la punta hacia abajo (del lado del dedo meñique), con la muñeca ligeramente flexionada y el antebrazo en posición levemente supina; los movimientos del hombro y/o tronco producen el movimiento del lápiz sobre el papel (o la pared). Durante el desarrollo gradual del control postural, inicialmente el bebé solo puede realizar una función a la vez. Al principio el bebé puede tumbarse boca arriba y agarrar un objeto; cuando se da la vuelta y puede tumbarse boca abajo, intenta levantar la cabeza y estabilizar su postura antes de poder agarrar un juguete. Una vez que puede sentarse, se dedica a estabilizar su postura en esta posición antes de agarrar un objeto; finalmente puede tomar un objeto, soltarlo y Un niño de dos a tres años sujeta el lápiz de color de una forma algo distinta: ahora la punta del lápiz está del lado del pulgar, el dedo índice comienza a enderezarse y colocarse sobre el lápiz, separado de los otros tres dedos que todavía sujetan el lápiz como una unidad (prensión palmar transversal incompleta); el antebrazo está boca abajo y la muñeca no se flexiona; los 50 dedos que crean los movimientos de la escritura, mientras que la extensión de la muñeca mueve el lápiz por la página hacia la derecha. Una vez más, el hombro, codo, antebrazo y muñeca actúan como articulaciones estabilizadoras. El tronco y la cabeza se mantienen en posición neutral, sin inclinarse o torcerse a un lado, ni doblarse sobre el trabajo en la mesa. movimientos de los hombros y el tronco aún guían el movimiento al dibujar. Las pinturas con forma de bloques apilables no se sujetan así; el niño sujeta el crayón en bloque apretando con todos los dedos con una prensión palmar transversal completa, muy parecido a cómo los niños más pequeños sujetan los lápices de color. Después de los cuatro años la mayoría de los niños pueden sujetar el lápiz o crayón mediante la oposición del pulgar a los dedos índice y corazón, con los dedos anular y meñique flexionados, comenzando a estabilizar la mano. Mientras los dedos anular y meñique se ocupan de estabilizar la mano contra el dibujo o superficie para escribir, se desarrolla longitudinalmente en la mano un arco sutil desde la muñeca al espacio entre la base de los dedos anular y corazón. (Al igual que el pie, la mano tiene dos arcos, uno transversal y otro longitudinal, que forman una cruz). Poco a poco, pequeños movimientos de las articulaciones interfalángicas y metacarpofalángicas comienzan a controlar los movimientos del lápiz o crayón. El hombro, codo, antebrazo y muñeca actúan como articulaciones estabilizadoras, junto con los músculos centrales del abdomen y la espalda, proporcionando apoyo y una base firme desde la que pueden operar los movimientos más finos de la mano y los dedos. Actividades que contribuyen al desarrollo de la mano En las casas y aulas de hoy en día, podemos observar que muchos niños de escuela primaria no han completado el desarrollo normal del movimiento de la mano. Algunos niños necesitan mucho trabajo para ponerse al día, mientras que para otros es suficiente ofrecer más oportunidades para practicar la motricidad fina. Es recomendable comprobar la agudeza visual si el niño en edad escolar tiene serias dificultades con las habilidades motoras finas; la hipermetropía o la miopía pueden afectar el desarrollo de la coordinación ojo-mano. Cuando las manos actúan más como patas, al niño puede beneficiarle un masaje de manos regular e incluso el movimiento pasivo de los dedos con rimas o canciones; y de paso, ¡dele también un masaje en los pies y juegue con ellos! Para cuando el niño tiene cinco o seis años, el desarrollo de la mano ha madurado hasta el punto en que ya puede comer y dibujar sujetando el lápiz de una forma madura, parecida a la de los adultos. Al escribir, la mano madura descansa sobre su lado, estabilizada por los dedos anular y meñique. El lápiz o crayón se sujeta de una manera relajada y elegante con los extremos de los dedos pulgar e índice curvados el uno frente al otro sobre el crayón, apoyándose en el lado de la falange distal del dedo medio por debajo del crayón. El extremo superior del crayón o lápiz se apoya sobre la base del dedo índice. Los músculos intrínsecos de la mano producen movimientos en las articulaciones pequeñas de la mano y Debemos transmitir a los profesores en formación, así como a los padres, la importancia de la participación de los niños en actividades de motricidad fina para ofrecerles la oportunidad de recuperarse en ese desarrollo. Sugiero crear un rincón de manualidades en casa donde los niños en edad escolar tengan acceso a una variedad de artículos de arte y manualidades con los que crear un número ilimitado de tarjetas, regalos, obras de arte y objetos útiles. Provea este rincón de artículos como cera de abeja, plastilina, arcilla, arcilla para cocer, papel de seda, pegamento, tijeras, cartulinas de colores, crayones y lápices, acuarelas, papel blanco normal de diferentes espesores y tamaños, palillos de madera o bambú, 51 quieren ayudar, pero la oportunidad para educar los sistemas sensorial y motor es irrepetible. El niño no solo perfecciona la maduración de la mano, sino que desarrolla muchas facultades importantes al abrir un frasco o botella, hacer girar un grifo apretado, batir un huevo a mano mientras sostiene el cuenco con la otra mano, cascar (y finalmente separar) un huevo, escurrir un trapo mojado, lavar una cazuela sucia, doblar con cuidado una camiseta, limpiar el polvo debajo de un jarrón que levanta con la otra mano, barrer el suelo de la cocina (con movimientos de barrido en la línea media vertical), rallar la zanahoria con una mano mientras con la otra sostiene firmemente el rallador, cortar rodajas de manzana y naranja, medir la harina, amasar el pan a mano, meter la masa de hojaldre en el molde, cascar nueces o cualquiera de las actividades del hogar. papel de origami, hilos de distintos espesores y colores, agujas de coser, de tejer y de ganchillo, fieltro, herramientas de cardado, purpurina, papel de encaje, papel de arroz y texturizado, cuentas de distintos tamaños y formas, tiras y retales de cuero, retazos de tela, cordón y cuerda. Por ejemplo, los niños pueden tejer cinturones con los dedos, crear piezas planas con el fieltro de lana que se pueden utilizar como manoplas o salvamanteles, coser un monedero de fieltro, plegar figuras de origami o atar las cuerdas con distintos nudos. Manipular el fieltro y modelar grandes trozos de cera o arcilla es particularmente útil para los niños que tienden a mantener las manos en puño. También es importante, aunque se debe supervisar inicialmente, el acceso a piezas de madera, clavos, tornillos y algunas herramientas como martillo, sierra, alicates y destornillador, que pueden aprender a utilizar. Las actividades de jardín, como cavar, rastrillar, sembrar, escardar y cosechar son experiencias muy valiosas, no solo para el desarrollo sensorial y motor de las manos, dedos, brazos y todo el cuerpo, sino también para aprender sobre la naturaleza y de nuestra interdependencia con ella. Actualmente ignoramos incluso con mayor frecuencia el desarrollo de los pies; pensamos en los pies como algo obvio y nos sorprendemos cuando nos duelen, o sufrimos problemas de pies planos o dedos en martillo. Sin embargo, el potencial de las capacidades de los pies es tal que personas que han perdido el uso de las manos pueden realizar la mayoría de las funciones de las manos con los pies, como cepillarse los dientes, escribir, dibujar y pintar. Nuestra cultura tradicional de la infancia incluye juegos de pies tales como "Este cerdito fue al mercado" como recordatorio de que el desarrollo de los pies no debe descuidarse ni darse por hecho. Los juegos de dar palmadas con los pies, en los que el padre toma los pies del bebé y los mueve hacia arriba y hacia abajo por los tobillos, mueve los dedos o da palmadas con las plantas de los pies, mientras canta una canción infantil, deleitan a los niños pequeños y les ayudan a conectar con sus pies. Finalmente el niño puede recoger pequeños objetos, pañuelos o canicas con los dedos de los pies y ponerlos en una cesta. Caminar de puntillas como las hadas, de tacón o sobre la parte exterior de las plantas de los pies como los Una forma divertida y estimulante de ayudar al desarrollo de la motricidad fina es aprender a comer con palillos chinos. Podemos hacer que un niño pequeño intente comer con los palillos de cualquier manera, y luego a partir de los cinco años mostrar al niño cómo se sujetan los palillos en los países donde la gente los utiliza a diario. Se sujetan de modo que los dedos anular y meñique mantienen el palillo de abajo en la base de la "cuenca" entre el pulgar y el dedo índice, mientras que la punta del pulgar junto con los dedos índice y corazón permiten mover el palillo de arriba contra el palillo fijo de abajo. No hay que olvidar la importancia de hacer que los niños pequeños y en edad escolar participen en todas las actividades de la casa, especialmente la cocina. Por supuesto, todo lleva mucho más tiempo cuando los pequeños 52 de discernir casi tan bien como los ojos. Si no usamos los dedos, si durante la infancia nos convertimos en “ciegos de los dedos”, esta vasta red de nervios se empobrece, lo que representa una pérdida enorme para el cerebro y merma el desarrollo integral del individuo. Este tipo de daño puede compararse con la ceguera. Tal vez peor, porque una persona ciega puede simplemente no ser capaz de encontrar tal o cual objeto, mientras que los ciegos de los dedos no pueden entender su significado y valor interior. Si desatendemos el desarrollo y adiestramiento de los dedos de nuestros hijos y la capacidad para crear formas de los músculos de la mano, entonces olvidamos desarrollar su comprensión de la unidad de las cosas; mermamos sus facultades creativas y estéticas. Quienes dieron forma a nuestras tradiciones ancestrales siempre lo entendieron. Pero hoy en día, la civilización occidental, una sociedad obsesionada con la información que sobrevalora la ciencia y subestima el verdadero valor, lo ha olvidado todo. Nuestros valores se han deteriorado. La filosofía de nuestra educación se centra en la ciencia y nuestros colegios están programados con ese fin. Estos colegios no tienen tiempo para el potencial creativo de la mano y los ágiles dedos, y eso obstaculiza el desarrollo integral de nuestros hijos, y de toda la comunidad. gnomos, o quitarse un calcetín por debajo del pie, tirando de él mientras los dedos se doblan y estiran, son otras ideas para ayudar al desarrollo del pie y los dedos del pie. Rudolf Steiner recordaba a los primeros profesores Waldorf que es importante observar los pies de los niños cuando sus manos tienen problemas para escribir. Sugirió que se enseñara a los niños en edad escolar a escribir con los pies (el niño utiliza el pie del lado dominante). Los profesores que han usado este método han notado que la escritura de los niños verdaderamente mejora y que los dedos y manos no están tan tensos. Hoy en día se permite a los niños pasar demasiadas horas delante de videojuegos, equipos informáticos y pantallas de televisión, lo que dificulta el pleno desarrollo de la motricidad fina de las manos y el control postural. Muchos adultos creen que la interacción de los videojuegos y otras actividades electrónicas en las que los niños usan los dedos para activar botones y palancas es suficiente para el desarrollo de la coordinación ojo-mano y las habilidades motoras finas. Pero compare estos movimientos de la mano con los que usan los niños cuando participan en algunas de las actividades propuestas anteriormente. ¿Quién quiere que la mano se desarrolle para realizar menos movimientos hábiles y posiblemente convertirse en la extensión de una máquina? Insto encarecidamente a todos los adultos que trabajan con niños que asuman la tarea de apoyar el desarrollo adecuado de la mano. La mano, con su capacidad para crear y dar libremente, es lo que nos hace verdaderamente humanos. Una nota sobre los lápices de color y las pinturas con forma de bloque Intente dibujar con un crayón en bloque y luego con un lápiz de color, y notará la diferencia en su propia postura y en el dibujo. ¿Cuál parece crear más tensión en los hombros, el cuello y la mano? ¿Cuál es la historia del crayón en bloque? No había crayones en bloque en la época de Rudolf Steiner; no se "inventaron" hasta la década de 1950. Varios profesores Waldorf jubilados me han dicho que dos profesores de arte en una El catedrático Matti Bergström, neurofisiólogo y autor finlandés, dice lo siguiente sobre los movimientos de motricidad fina de la mano y los dedos: El cerebro descubre lo que los dedos exploran. La densidad de las terminaciones nerviosas en las yemas de los dedos es enorme. Son capaces 53 mi observación, trabajan con mayor cuidado y dibujan más formas arquetípicas. escuela Waldorf del norte de Alemania diseñaron los crayones en bloque para su uso artístico en los grados superiores. Fueron pensadas como un medio de ampliar las técnicas artísticas una vez que la técnica de dibujo sombreado se dominara en los tres primeros grados. Los niños de jardín de infancia y primeros grados aún no podían hacer este tipo de dibujos, dado que el desarrollo de la mano, muñeca, brazo todavía está madurando. Los niños pequeños dibujan normalmente formas de línea: al principio líneas garabateadas, luego "bolas de lana", círculos, espirales, triángulos y cuadrados, que son más fáciles de dibujar con lápices de colores que con bloques. Los crayones en bloque retrasan el desarrollo de la motricidad fina de la mano, dificultan el dibujo de estas formas arquetípicas de los dibujos en la primera infancia y hacen que muchos niños completen apresuradamente un dibujo al cubrir el papel con trazos rápidos y amplios. Cuando sujetan un crayón en bloque los niños de cinco o seis años suelen poner la mano boca abajo. Los dedos anular y meñique doblados ofrecen muy poca estabilidad, por lo que la mano no se apoya completamente y el movimiento del crayón por el papel está guiado principalmente por el brazo moviéndose a la altura del codo y el hombro y/o el tronco inclinándose o torciéndose hacia los lados. Es una imagen muy diferente de la mano que sostiene un lápiz de color; recuerda más a un niño pequeño que mueve el crayón por la página con la ayuda de todo el brazo y/o tronco. Nota para quienes no estén familiarizados con la terminología anatómica: las falanges son los huesos de los dedos y las articulaciones interfalángicas son las articulaciones entre esos huesos. Las articulaciones metacarpofalángicas se encuentran entre los huesos de las manos (metacarpianos) y las falanges proximales (las más cercanas a la palma de la mano). Las falanges distales son las de las puntas de los dedos (más alejadas de la palma). Al colocar el antebrazo boca abajo la palma queda hacia abajo, mientras que con el antebrazo boca arriba la palma queda hacia arriba. NOTAS: Wilson, Frank. The Hand: How Its Use Shapes the Brain, Language, and Human Culture (Nueva York: Pantheon, 1998). 2 Steiner, Rudolf. Practical Advice to Teachers, conferencias 4 y 7 (Rudolf Steiner Press, 1996). 3 Susan Greenfield. The Human Brain: A Guided Tour (Nueva York: Basic Books, 1998). 4 Steiner, Rudolf. Man as a Being of Sense and Perception (Londres: Rudolf Steiner Press, 1981); Karl König, A Living Physiology; Albert Soesman, Our Twelve Senses (Hawthorne Press, 1999). 5 Wilson, The Hand. 6 Dra. Michaela Glöckler “Human Biography and Its Genetic Instrument,” Volumen IV, Número 2, Junio 1999, Research Bulletin, Instituto de Investigación de Educación Waldorf. 7 Stephen Edelglass, et al. The Marriage of Sense and Thought (Lindisfarne, 1997). 8 Audrey McAllen. The Extra Lesson (Sacramento, CA: Rudolf Steiner College Press, 1998); Joan Salter, The Incarnating Child (Hawthorne Press, 1990); Magda Gerber, Your Self Confident Baby (John Wiley and Sons, 1998). Hoy en día muchos profesores de jardín de infancia que usan lápices de colores en las aulas han observado que los niños crean dibujos más universales y característicos de su edad, con mayor presencia de los arquetipos mencionados. En mi trabajo con estudiantes de segundo grado, he notado que dedican más tiempo a hacer dibujos de persona-casa-árbol cuando usan lápices de colores en lugar de crayones en bloque. Según 1 54 Hacia el desarrollo humano: La base fisiológica del sueño 1 por Lisa Gromicko primaria a través de los sentidos cognitivos activos, por ejemplo, presupone un buen desarrollo de los nervios, sentidos, cerebro y los sentidos inferiores de la voluntad (vida, tacto, movimiento y equilibrio) en la primera infancia.4 Los primeros años de crecimiento son cruciales. Y si nos fijamos con más detalle en esta enorme labor del joven ser humano, descubrimos que el único momento en que se produce el crecimiento físico es durante el sueño. Además, el sueño es el único momento en el que el cuerpo renueva sus fuerzas y se recupera de las exigencias del día. Por lo tanto, ¿por qué los niños no duermen todo el tiempo? El niño prospera si existe un ritmo regular entre la voluntad que actúa durante el día cuando está despierto y la voluntad que edifica el organismo en desarrollo durante el sueño. Entonces, el cuerpo puede convertirse en el instrumento que el niño anhelaba ya antes de nacer. – Norbert Glas, MD2 El cuerpo humano es realmente una obra inacabada, incluso en la edad avanzada. Tenemos la capacidad de crecer, desarrollar y crear a lo largo de la vida, pero todo depende de las bases que se sienten en el período comprendido entre el nacimiento y los siete años aproximadamente, cuando el niño empieza a perder los dientes de leche. Durante este período se forma la base de nuestra humanidad. “El desarrollo del cuerpo físico entre el nacimiento y el cambio de dientes es la base para el desarrollo del alma consciente, ese elemento del ser-alma en el que se revela el yo por primera vez, entre los treinta y cinco y los cuarenta y dos años” (McAllen) Los niños pequeños son seres sensoriales por completo. Podemos incluso retroceder y decir que las sensaciones dan forma al embrión.5 Las fuerzas vitales fluyen a través de las puertas de los sentidos. Más adelante el ego (el “yo”) organiza estas fuerzas cósmicas como materia física. Se establecen así los múltiples sistemas fisiológicos. (Los órganos neurosensoriales, el cerebro y el sistema nervioso solo pueden estimularse para cobrar una mejor forma durante los primeros ocho a nueve años. A partir de entonces cesa su actividad formativa.6 Los sistemas circulatorio, metabólico y óseo requieren más tiempo). “El sistema nervioso se desarrolla a través del movimiento físico”.7 El bebé y el niño pequeño De hecho, a lo largo de la vida, cada acción humana, cada impulso transformado en acción, cada pensamiento y palabra se pronuncia y está limitada por el cuerpo físico que se desarrolla durante los primeros siete años de vida. La capacidad del niño para aprender en la escuela 55 Según Rudolf Steiner, aunque el tiempo total dedicado al sueño es más corto, la evolución de la vida del sueño es más importante en muchos aspectos que la de la vida en vigilia. “Para la condición entera del ser humano, sobre todo para alcanzar y mantener la salud y por lo tanto para la vida terrenal en su conjunto...”12 El cuerpo físico es el recipiente para los elementos superiores del ser humano. El cuidado tierno y la reverencia por su desarrollo abre la puerta al destino del niño. Los niños conocen a sus ángeles mientras duermen.13 se dedican totalmente al entorno, extendiéndose en él y consumiendo cada detalle de la vida que detectan a través de los sentidos. Cada color, olor, sonido, sabor, textura, palabra, forma, actividad e incluso el estado de ánimo de los demás; todo se asimila. “Cada estímulo psíquico pasa por la circulación, la respiración, la digestión. Cuerpo, alma y espíritu siguen siendo una unidad. Por esta razón cada estímulo del entorno pasa directamente a la naturaleza corporal del niño”.8 Pero, “...dado que aún no es capaz de captar y digerir de un modo consciente las impresiones sensoriales, estas pueden penetrar sin trabas directamente al organismo del niño”.9 Sin embargo, esto es lo que constituye la base del desarrollo físico. Todo lo que el niño recibe a través de los sentidos se convertirá en el cuerpo físico del niño. También es la razón por la cual ofrecer protección y cuidados, así como evitar la sobreestimulación, es tan importante para proporcionar experiencias saludables. “Las agresiones al sistema nervioso sensorial mientras se está formando causan el mismo daño que la encefalitis”.10 Las impresiones sensoriales del día se absorben durante el sueño, formando el contenido que lo etérico utiliza para desarrollar el cuerpo físico y al mismo tiempo, para recuperar las fuerzas vitales esenciales. ¿Cómo sucede esto? El principal órgano de lo etérico es el hígado. Es el órgano metabólico dominante en el feto (con el timo) y en todos los procesos de crecimiento durante la vida. “Es donde se forman sustancias en general, y el origen de la sustancia humana. Desde el punto de vista de las sustancias, el proceso de convertirse en hombre se produce en el hígado”.14 Durante el sueño, el alimento (impresiones) de los sentidos se digiere literalmente a través del metabolismo y luego se transforma en la formación física de los órganos, vías del cerebro, nervios, sentidos, sistema endocrino, circulatoriorítmico, sentidos inferiores, digestión, sistema óseo: toda la constitución física. Esto ocurre bajo la dirección del ego a través de las fuerzas etéricas (de la vida). Las fuerzas etéricas dan vida, forma, energía y salud al cuerpo, actuando enérgicamente en el sistema inmunológico y en todos los procesos de crecimiento y reparación. Estas son las fuerzas que dominan desde el nacimiento hasta el cambio de dientes.11 Sin embargo, también sabemos que es durante el sueño cuando se renueva el propio cuerpo etérico. Esto parece contradictorio, pero el proceso de renovación se debe a la naturaleza cósmica del cuerpo vital etérico y al reino espiritual del sueño. El hígado también es tremendamente importante en el niño pequeño ya que es la base orgánica de la voluntad. Su correcto desarrollo tiene amplias consecuencias en la vida del individuo. “Como debe saberse, el hígado no es meramente el órgano descrito por la fisiología moderna; es fundamentalmente el órgano que brinda al ser humano el valor para transformar un acto pensado en un hecho consumado”.15 Para los niños en edad escolar, un patrón de sueño saludable también ayuda los procesos metabólicos responsables de “procesar lo que se ha comprendido hasta el punto en que la memoria pueda retenerlo”.16 Los procesos restaurativos-revitalizantes del hígado relacionados con el crecimiento se producen durante el sueño profundo. Sus 56 destruyendo su vida”.18 La fase de descomposición catabólica (durante las horas de vigilia) de la vesícula-hígado es un proceso destructivo que es necesario para la conciencia. La encarnación del individuo en sustancia terrenal requiere fuego o calor (para transmitir el Ego) y aire. A partir del nacimiento, esta condición se crea durante la descomposición de combustión oxidativa de las sustancias formativas (preparadas por el hígado durante el sueño), liberando calor. (El niño no puede regular la temperatura de su organismo hasta aproximadamente los nueve años). La fase de vigilia/descomposición está relacionada con el sistema nervioso sensorial, cuyo funcionamiento y desarrollo adecuado conducen finalmente a las capacidades de pensamiento que comienzan tras el cambio de dientes. En ese momento, las fuerzas de crecimiento formativo se transforman en fuerzas intelectuales. El sistema nervioso solo puede descansar, repararse y regenerarse durante el sueño. Durante las horas de vigilia, “no hay ninguna posibilidad de crecimiento de nuevas células”.19 Las fuerzas destructivas de la conciencia (sistema nervioso sensorial) están equilibradas por las fuerzas reparadoras del sueño (sistema metabólico del hígado). El sistema rítmico media entre estos dos sistemas. El ciclo rítmico de sueño y vigilia ayuda el crecimiento humano y la conciencia. funciones son similares a las plantas en el ser humano y siguen un ciclo rítmico de sueño y vigilia, lo cual es muy importante. El sistema nervioso simpático recibe las sensaciones del día y el metabolismo las imita o reacciona a ellas (si son estresantes), segregando a la linfa las sustancias de respuesta de los órganos afectados. Estas secreciones pueden ser jugos gástricos, insulina, adrenalina, cortisol (hormonas del estrés), epinefrina, etc. Estas son detectadas por el hígado y forman una especie de registro de estímulos de flujos que, a través de los procesos de creación de lo etérico durante el sueño, se transforman en el pulmón, corazón, riñón, sistema nervioso, cerebro, el propio hígado, etc. Los carbohidratos se sintetizan en azúcares (glucógeno), que luego se almacenan en el hígado durante su fase de asimilación nocturna, comenzando aproximadamente a las 3:00pm y alcanzando su nivel máximo aproximadamente a las 3:00am Durante el día estos azúcares almacenados se convierten en glucosa en sangre para las actividades conscientes, comenzando a las 3:00am, a través de la influencia catabólica (descomposición) de la vesícula biliar sobre el hígado hasta aproximadamente las 3:00pm Aquí, podemos observar la importancia de acostarse temprano: 6:30-8:00pm para los niños y 9:0010:00pm para los adultos. Permanecer despiertos hasta tarde hace que el hígado abandone su actividad de acumulación prevista para el día siguiente y empiece a transformar glucógeno en glucosa para obtener energía, obteniendo así “energías renovadas” (especialmente los niños). Esto explica la sensación de cansancio a la mañana siguiente y la batalla fisiológica durante todo el día por mantenerse despierto.17 “Todo lo que presenta una naturaleza rítmica contiene una fuerza especial”.20 El ritmo es el equilibrio entre los procesos vitales de reposo y movimiento. El representante fisiológico de este equilibrio es el corazón, el principal órgano del sistema rítmico. El sistema cardiovascular, en particular el corazón, es el mediador entre el sistema nervioso sensorial y el sistema metabólico. En la dinámica de estos tres sistemas fisiológicos, podemos observar los ritmos interrelacionados de dormir, respirar, nacimiento y muerte. En los actos de contracción de despertar, inspiración y sístole hallamos las tendencias de encarnación del sistema nervioso. “La vida continúa durante el sueño, y las fuerzas que permanecen activas y creativas durante el estado de vigilia obtienen su fortaleza y renovación de lo que reciben durante el sueño... El ser humano que no renueva sus fuerzas debilitadas durante el sueño sin duda alguna está 57 Entonces puede resultar muy difícil calmarse y dormirse. Cuanto más falto de sueño esté un niño, más excitable estará, y en estas condiciones algunos niños están constantemente en distintos estados de excitación. Las hormonas del estrés que se producen en respuesta a la excitación ponen a prueba el hígado, aumentan la presión arterial, la respiración y el ritmo cardíaco, así como muchos otros procesos, que el corazón debe mediar como centro del sistema rítmico. Con el paso del tiempo, esto puede hacerse patológico y de ahí el aumento actual de las enfermedades cardiovasculares (rítmicas). La “pérdida del centro”23 (Steiner) es un grave problema de nuestro tiempo, ya que representa la pérdida del ser de los hombres. A nivel fisiológico, el órgano más afectado es el corazón. Pero también espiritualmente hablando, el corazón es el órgano que está más relacionado con el ego, con el “yo”.24 En los actos de expansión al dormir, de expiración y diástole hallamos las tendencias de excarnación del metabolismo. (En realidad, los sentidos nerviosos están relativamente apagados, fríos y mortecinos. En comparación, el sistema metabólico está en pleno movimiento activo). El ritmo existe como tercer estado, como consecuencia de la existencia opuesta de reposo y movimiento. Esto conlleva la posibilidad de libertad. En el corazón humano, lo terrenal y lo cósmico están íntimamente unidos... Entre reposo y movimiento, espacio y tiempo, tendencia a la forma y a la sustancia; sístole y diástole. La experiencia del ego humano puede convertirse en libertad experimentada en el interior... El músculo cardíaco se encuentra entre ambos, por un lado corresponde a un sentido y por otro a la capacidad del alma semiconsciente; el pensamiento consciente se basa en el sistema nervioso sensorial y la voluntad inconsciente en el sistema metabólico.21 Muchas enfermedades graves del corazón en adultos, así como otros numerosos padecimientos, tienen que ver con la prolongada reacción interna del cuerpo físico a las influencias de estrés, emociones, deseos, ira (es decir, las fuerzas de lo astral) que dañan los procesos vitales. La sobreestimulación, junto con la falta de sueño y ritmo, ponen en peligro el desarrollo físico saludable de los niños pequeños, creando las condiciones en la edad adulta para sufrir deficiencias de los procesos vitales, y, en algunos casos, una creciente dificultad para dominar las fuerzas astrales. El desarrollo incorrecto del ritmo del hígado (sueño-vigilia) es particularmente perjudicial en los niños. Es entonces posible que la persona permanezca inactiva a pesar de sus buenas intenciones. Si a pesar de un desarrollo inicial correcto, el hígado no se forma correctamente, entonces se desarrolla un defecto de la voluntad que se expresa en el deseo del niño de hacer algo que no llega a ejecutar el impulso de voluntad sino que permanece anclado en el pensamiento. (Steiner) Esta realización del hígado como órgano de la voluntad es de gran El ritmo es verdaderamente el portador de la vida (Steiner). El desarrollo saludable del corazón y el sistema rítmico es esencial para la vida y es la base física para el desarrollo de la vida afectiva a partir de la adolescencia. La falta de un estilo de vida rítmico ejerce una gran presión sobre el corazón como órgano central del ritmo. La excesiva estimulación, ahora parte integrante de la vida moderna, crea un estrés interno, inconsciente, a menudo constante, que lleva a respuestas fisiológicas de “lucha o huida”. El metabolismo, por medio de las glándulas suprarrenales, produce hormonas del estrés como adrenalina, cortisol, dopamina y noradrenalina como resultado de la tensión en el sistema nervioso.22 En los niños pequeños, la fatiga produce la misma respuesta metabólica, provocando desvelo, irritabilidad, y un sentimiento generalizado de nerviosismo. 58 la hora en que fallecen los seres humanos. Estos efectos rítmicos de la esfera de fuerzas moldean importantes procesos vitales, incluso durante la formación del embrión, y ejercen una gran influencia sobre la naturaleza del ser humano, como una pulsación que actúa desde el exterior impregnando el marco básico de la constitución humana.27 importancia para la educación, la psiquiatría y la terapia.25 Existen muchos ritmos cósmicos y biológicos que afectan al ser humano. Por ejemplo, la esfera de la vida rítmica del organismo terrenal fue descrita por el científico Gunther Wachsmuth (189 –1963), quien la denominó la “esfera de la respiración”.26 Esta esfera de las fuerzas (etéricas) de la vida terrenal afecta a los patrones atmosféricos, meteorológicos y a toda la vida en el planeta. Su existencia suprasensorial se expresa en varios fenómenos interesantes. La “onda de presión atmosférica semidiurna” acaricia la tierra rítmicamente dos veces en cada período de 24 horas, desplazándose como una poderosa ola alrededor del planeta. Esto ocasiona altas presiones a las 9:00am y 9:00pm (aspiración) y bajas presiones a las 3:00am y 3:00pm (exhalación). También tienen lugar acontecimientos eléctricos y magnéticos correlativos. El potencial eléctrico entre la atmósfera y la superficie de la tierra, así como las oscilaciones del campo magnético de la tierra, tienen los mismos puntos o fases altos y bajos respectivos. Además, las brújulas señalan hacia un norte magnético que se desvía notablemente hacia el este a las 9:00 y a las 3:00 regresa hacia el oeste. La Dra. Michaela Glöckler, doctora en medicina, habla de los mismos ritmos fisiológicos del niño en edad escolar cuando afirma: “En el colegio, los niños tienden a estar atentos por la mañana, pero luego están cansados entre la 1:00 y las 2:30pm, cuando experimentan una brusca caída de su actividad fisiológica. Por la tarde, hay un segundo punto álgido cuando están felices y les gusta mantenerse activos, y luego una segunda caída antes de la noche cuando quieren dormir”.28 Cada uno de estos ritmos se corresponde con el ritmo de sueño-vigilia del hígado. “Durante el sueño, el organismo regresa a las actividades que se producen al comienzo de su desarrollo, en el período embrionario y primera infancia. En estado de vigilia, predominan los procesos que se producen al final del desarrollo humano, los procesos de envejecer y morir”.29 En consideración a un desarrollo físico saludable, no podemos dejar de subrayar que los niños necesitan largos períodos de reposo y sueño. De hecho, debido al creciente ritmo de vida, ahora es necesario dormir más que nunca para contrarrestar la tensión fisiológica en el cuerpo del niño. “Un ligero pero constante déficit de sueño suele llegar a tener efectos crecientes y tal vez a largo plazo en la función cerebral... Algunas dificultades de aprendizaje y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) pueden atribuirse en parte a la privación de sueño”.30 (Curiosamente, el TDAH se trata con medicamentos estimulantes). También disminuye la función inmunitaria. Además, el desarrollo de los sentidos inferiores se ve seriamente afectado. El sentido vital del niño disminuye por la falta El ritmo de la esfera de las fuerzas influye sobre la vida humana. El ser humano es más eficiente por la mañana, de las 8:00 a las 10:00. A partir del mediodía nos sentimos aletargados, hasta aproximadamente las 3:00. A continuación, comienza una fase de despertar mental que alcanza un punto álgido alrededor de las 9:00 p. m, y desaparece más tarde por la noche. Cuando un ser humano está dormido no suele percibir cómo se repite la crisis a las 3:00am, pero es la hora en que los trabajadores nocturnos tienen mayor dificultad para mantenerse despiertos. Esta disminución de la energía también se refleja en el hecho de que con frecuencia es 59 la siesta varía según la hora del día. Las siestas de la mañana incluyen más sueño de movimientos oculares rápidos (MOR) y ayudan a la maduración del cerebro (en los primeros años de vida). Esta siesta es la primera en eliminarse. de sueño. A través del sentido de la vida, el niño puede experimentar una sensación de bienestar en su cuerpo, que el mundo es bueno. “En el sentido de la vida experimentamos todos los procesos metabólicos, todas las fuerzas que desarrollan y forman nuestro cuerpo. Todo esto se experimenta como una especie de bienestar, siempre que nos encontremos bien. Para nosotros el sentido de la vida es un sentimiento feliz, una experiencia feliz”.31 Pero es el sentido del tacto, el sentido de “forma corporal y extensión”, el que más sufre la falta de sueño. “La sensación que tenemos de estar encerrados en una envoltura se debe a los procesos que tienen lugar durante el sueño”. Sin la adecuada sensación de “límite” que proporciona el sentido del tacto, el niño queda expuesto o “vulnerable” y, en consecuencia, hipersensible y torpe en el espacio.32 La siesta de la tarde incluye más sueño NMOR, que es más importante para la recuperación física.35 El sueño NMOR (tranquilo) se caracteriza por ondas cerebrales lentas de gran amplitud, respiración profunda y regular, ritmo cardiaco lento y rítmico, algo de tono muscular y presión arterial más baja que en estado de vigilia. Al aumentar la edad se experimenta un mayor porcentaje de esta fase. El sueño MOR se caracteriza por ondas cerebrales irregulares de alta frecuencia, sacudidas musculares involuntarias, rápidos movimientos de los ojos asociados con sueño, respiración poco profunda, ritmo cardiaco rápido y presión arterial variable. Los bebés y niños pequeños pasan casi la mitad del tiempo de sueño en MOR, que se correlaciona con el crecimiento físico.36 Los niveles de hormona de crecimiento (GH) aumentan considerablemente durante el sueño37, pero algunos estudios muestran que los niveles de GH se reducen con un nivel alto de cortisol (una hormona del estrés), reafirmando la necesidad indicada anteriormente de proteger el sistema nervioso en desarrollo de los niños pequeños, proporcionando más horas de sueño. Entonces, ¿cuántas horas de sueño necesitan los niños?33 Recién nacido 16 horas De 8 meses a 1 año 15 horas Año y medio a 2 años 14 horas 4 a 5 años 12 horas 6 a 7 años 11 horas 8 a 9 años 10-11 horas 10 años 10 horas 14 años Al menos 8 horas (dependiendo de los períodos de crecimiento acelerado) Los niños que no duermen siesta tienen altos niveles de hormonas del estrés que también causan irritabilidad y un aumento del nivel de alerta. La siesta debe durar al menos 30 minutos (es preferible una hora) y es recomendable dormir en un lugar estático (no en un coche, mecedora, etc.). Las siestas de la tarde deben terminar a las 2:30 o 3:00pm a más tardar. El hígado comienza a esa hora su fase reparadora nocturna y dormir después de las 3:00 desplaza el sueño nocturno, haciendo que el niño tenga dificultades para conciliar el sueño a las 7:00 o 8:00pm Según Philip Incao, doctor en medicina: “Cuantas más Para los niños pequeños, estas horas de sueño incluyen las siestas. Las siestas son sumamente beneficiosas. “Las largas siestas en el momento adecuado hacen que el niño se sienta descansado... Una siesta perdida es sueño perdido para siempre”.34 Los niños no compensan las siestas por la noche, del mismo modo que no compensan haber dormido bien por la mañana. Son seres del sol y están más sanos cuando se acuestan temprano y “se levantan con el sol”. Las siestas ofrecen al sistema nervioso del niño un descanso muy necesario. El tipo de sueño durante 60 transformación de la sustancia, ya sea a través de la digestión de los alimentos o las impresiones sensoriales, se produce a nivel fisiológico por medio del metabolismo del hígado durante el sueño. horas de sueño antes de la medianoche, mejor. El sueño después de las 3:00am es menos reparador por el ritmo del hígado, que entra en su modo alerta, estimulante de la voluntad (un flujo de la bilis más activo) aproximadamente entre las 3:00am y las 3:00pm”.38 Es interesante que para los niños, cuanto más regular es el sueño, más fácil les resulta quedarse dormidos. “Los niños que no están excesivamente cansados duermen mucho mejor y más apaciblemente por la noche”, escribe Norbert Glas, doctor en medicina.39 ¿Cómo enseñamos a los niños a dormir bien? La imagen de la respiración de Audrey McAllen es la clave. Aprender a dormir es aprender a respirar. Sin descanso, el ser humano está continuamente inhalando. Realmente estamos hablando de una función rítmica. El ritmo es vida, respiración, fuente de vida; nunca es exactamente igual, pero es regular. El sistema rítmico (cardiovascular) de los niños pequeños aún no se ha desarrollado, pero la salud y la formación de toda la fisiología depende del ritmo. El ritmo debe dejar su huella en los primeros años desde el exterior. El niño aprende a dormir con adultos que comprenden la gran importancia del sueño. Los niños de tres a seis años todavía necesitan una siesta de una a tres horas. Un niño de cinco a seis años puede dejar la siesta si se acuesta temprano con regularidad, alrededor de las 7:00pm, y no muestra signos de privación de sueño, que en los niños son lo contrario de lo que muestran los adultos. En lugar de bostezar y estar más callados, los niños se muestran más agitados. Inda Schaenen, autora de The 7 O’Clock Bedtime, presenta sólidos argumentos para acostarlos a las 7:00pm y dice que una vez que el padre determina cuántas horas de sueño necesita el niño, esa necesidad no es negociable.40 Aunque algunos no pueden dormir, a todos los niños, incluidos los que no duermen, les beneficia tener una hora de descanso obligatoria. Ser capaz de hacer una pausa (estar quieto y en silencio) es una habilidad que es poco frecuente incluso en muchos adultos. Los niños necesitan desesperadamente aprenderla. Como siempre, el adulto requiere un grado razonable de firme convicción interna para garantizar al niño lo que necesita. Hoy en día suele ser necesario hacer sacrificios para crear un estilo de vida rítmico que permita un ritmo pausado. Esto incluye controlar cuándo el niño duerme y se despierta, los horarios de las comidas y de los juegos, limitar la estimulación, consistencia, previsibilidad; un ritmo lento y regular con descansos a intervalos regulares.43 La calidad de las impresiones sensoriales que se ingieren durante el día también tiene una enorme influencia en la capacidad del niño para dormir. Las comidas pesadas después de las 3:00pm son una carga para el hígado, que comienza entonces su fase regenerativa nocturna. Un ritual especial cada noche antes de acostarse, como una vela con una historia sencilla y una oración o poema, es una excelente forma de favorecer el sueño. Esta formación del día, semana, mes y año por el adulto crea hábitos en el niño pequeño que forman literalmente los sistemas fisiológicos (especialmente el sistema rítmico), así como futuros hábitos y la capacidad de adaptación. De este modo se desarrolla una vida con hábitos de sueño que ofrecen una base para dormir más. El niño vive de forma “Antes de los nueve años, lo más importante es que los niños aprenda a dormir bien”41 (Steiner). Audrey McAllen describe dormir como un “ritmo respiratorio entre el alma-espíritu y el cuerpo terrestre”. Añade que aprender a dormir y aprender a comer, “tomar una sustancia y transformarla, una acción del ego”, son los dos “factores educativos más importantes” en la vida de los niños pequeños.42 Como hemos visto, la 61 segura dentro de unos límites reales y forma una especie de envoltura que genera confianza, felicidad y un desarrollo saludable de los sistemas nervioso sensorial, rítmico y metabólico. Esto sienta las bases para las capacidades superiores del pensamiento, el sentimiento y la voluntad.44 El sueño ofrece procesos de crecimiento y renovación de la vida y crea el puente para llegar a ser verdaderamente humano. Köhler, Henning. Working with Anxious, Nervous, and Depressed Children. Fair Oaks, CA: Asociación de Escuelas Waldorf de Norteamérica, 2000. Bibliografía Schaenen, Inda. The 7 O’Clock Bedtime. Nueva York: Harper Collins, 2001. König, Karl. A Living Physiology. Gran Bretaña: Camphill Books, 1999. McAllen, Audrey E. Sleep. Gloucestershire, Reino Unido: Hawthorne Press, 1981. Poplawski, Thomas. “Etheric? Astral? Ego? An Esoteric View of the Human Being and Its Value in the Education of the Child.” Renewal. A Journal for Waldorf Education, Primavera/Verano 2002. Aeppli, Willi. The Care and Development of the Human Senses. Sussex, Reino Unido: Steiner Waldorf Schools Fellowship, 1993. Spitalny, Stephen. “Characterizing and Balancing Polarities: Some Thoughts and Themes.” Gateways. Un boletín de la Asociación Waldorf para la Primera Infancia de Norteamérica, Primavera/Verano 2002. Falck-Ytter, Harald. Aurora. The Northern Lights in Mythology, History, and Science. Gran Bretaña: Bell Pond Books, 1999. Steiner, Rudolf. An Outline of Occult Science. Hudson, NY: Anthroposophic Press, 1972. Fried, Richard. 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The Care and Development of the Human Senses (Sussex, Reino Unido: Steiner Waldorf Schools Fellowship, 1993), p. 64. 16 Steiner, Rudolf. Balance in Teaching (Spring Valley, NY: Mercury Press, 1982), p. 34. 17 Johnson, Susan R. “The Importance of Sleep,” You and Your Child’s Health (Fair Oaks, CA: Raphael House). 18 Steiner, Rudolf. An Outline of Occult Science (Hudson, NY: Anthroposophic Press, 1972), pp. 48-49. 19 Glöckler. A Healing Education, p. 46. 20 Aeppli p. 68. Glöckler, Michaela. “The Birth of the Etheric,” A Deeper Understanding of the Waldorf Kindergarten, Volumen 2 (Waldorf Kindergarten Association of North America, 1993), p. 30. 21 Husemann y Wolff, pp. 319, 323. 22 Weissbluth, Marc. Healthy Sleep Habits, Happy Child (Nueva York, NY: Random House, Inc., 1999), pp. 64-65. Steiner, Rudolf. Understanding Young Children. Extractos de conferencias de Rudolf Steiner, compilados para su uso por profesores de jardín de infancia. (Stuttgart, Alemania: Asociación Internacional de Jardines de Infancia Waldorf, 1975), p. 61. 23 Husemann y Wolff, p. 390. 24 Husemann y Wolff, p. 394. 25 Husemann y Wolff, p. 214. 26 Falck-Ytter, Harald. Aurora. The Northern Lights in Mythology, History, and Science (Gran Bretaña: Bell Pond Books, 1999), p. 109. 27 Falck-Ytter, pp. 109-111. 28 Glöckler, A Healing Education, pp. 59-60. 29 Steiner, Rudolf e Ita Wegman. Extending Practical Medicine (Londres: Rudolf Steiner Press, 1996), p. 63. 30 Weissbluth, pp. 47-48. 31 König, Karl. A Living Physiology (Gran Bretaña: Camphill Books, 1999), p. 107. 32 Köhler, Henning. Working with Anxious, Nervous, and Depressed Children (Fair Oaks, CA: Asociación de Escuelas Waldorf de Norteamérica, 2000), pp. 58-59. 5 6 7 8 Klocek, Dennis. “The Young Child from Birth to Seven,” Gateways: Un boletín de la Asociación Waldorf para la Primera Infancia de Norteamérica, Primavera/Verano 2001, Nº 40, p. 4. Glöckler, Michaela. A Healing Education. How Can Waldorf Education Meet the Needs of Children? (Fair Oaks, CA: Rudolf Steiner College Press, 2000), p. 47. 9 Aeppli, p. 47. 10 Spitalny, Stephen. “Characterizing and Balancing Polarities—Some Thoughts and Themes,” Gateways. Boletín de la Asociación Waldorf para la Primera Infancia de Norteamérica, Primavera/Verano 2002, Nº 42, p. 13. 11 Poplawski, Thomas. “Etheric? Astral? Ego? An Esoteric View of the Human Being and its Value in the Education of the Child,” Renewal. A Journal for Waldorf Education, Volumen II, no. 1, (Primavera/ Verano 2002), pp. 11-12. 12 Steiner, Rudolf. The Driving Force of Spiritual Powers in World History (Gran Bretaña: Bookprint International Ltd. Inglaterra, 1972), pp. 3, 14. 13 von Kügelgen, Helmut. “Working with the Angels, the Archangels, and the Archai,” A Deeper Understanding of the Waldorf Kindergarten, 63 33 Fried, Richard. Conferencia: “Sleep and the Young Child”. Escuela Waldorf de Kimberton, 7 de octubre de1999. 34 Weissbluth, pp. 27, 208. 35 Weissbluth, p. 25. 36 Jensen, David. The Principles of Physiology (Nueva York: Appleton-Century-Crofts, 1976), p. 433. 37 Jensen, p. 1031. 38 Carta de Philip Incao, 24 de mayo de 2002. 39 Glas, p. 76. 40 Schaenen, Inda. The 7 O’Clock Bedtime (Nueva York: Harper Collins, 2001), p. 6. 64 41 Glöckler, Michaela. “Forces of Growth and Forces of Fantasy,” A Deeper Understanding of the Waldorf Kindergarten, Volumen 2 (Waldorf Kindergarten Association, 1993), p. 47. 42 McAllen, p. 24. 43 Glöckler. “Forces of Growth and Forces of Fantasy.” “Ayudamos al niño a dormir por la noche si le ayudamos a estar bien despierto durante el día. Esto sucede mediante las actividades cargadas de propósito que el adulto realiza en presencia del niño durante el día. El niño necesita sentirse guiado con claridad y propósito durante el día. Entonces experimenta una verdadera calma durante la noche.” 44 Steiner, Rudolf. Physiology and Therapeutics (Spring Valley, NY: Mercury Press, 1986), p. 33. Sentar la base física del Alma Consciente por Dra. Jenny Josephson Cómo podemos apoyar el desarrollo del niño entre el nacimiento y los siete años para que el Alma Consciente pueda desarrollarse plenamente entre los treinta y cinco y cuarenta y dos años? Esta es una cuestión de desarrollo actual que trabaja en pro del futuro. Podemos considerar tres importantes principios. ahora con el fin de hacer más adelante, y debemos responsabilizarnos de lo que se observa. Reflejando el macrocosmos tanto a nivel general como individual, el cuerpo físico es un templo al que debemos mostrar reverencia y el máximo cuidado. La sabiduría del cuerpo humano es muy superior a la sabiduría individual. El estado del niño y su relación con sus propios elementos superiores Es especialmente importante observar los gestos del niño; por ejemplo, su forma de caminar. Esto puede formar parte de la evaluación nocturna cuando podemos empezar a observar el ser esencial. Esto es vivir en el umbral entre lo que se manifiesta a los sentidos y lo espiritual. La humanidad ha cruzado este umbral sin saberlo y encuentra constantemente experiencias límite; existe el riesgo de perder el control del pensamiento, el sentimiento y la voluntad. Al nacer, el cuerpo físico es inmaduro y falto de control. Los otros cuerpos se encuentran en forma embrionaria. El niño vive en un mundo creado; las cosas simplemente existen. Este es el mundo del Dios Padre o gran Dios, “los mandamientos”. El niño y el mundo son uno. Poco a poco, surge la independencia, pero dentro de nuestro cuerpo físico, el mundo de la infancia está escrito. Esto abarca también a las personas en nuestro mundo, junto con sus cualidades interiores. Donde cada gesto cuenta, la interioridad puede aportar espiritualidad a cualquier gesto. Podemos tomar conciencia en cada acto, incluyendo ser tan hábiles como sea posible. Podemos reconocer en cada individuo a un hijo de Dios. El cuidado y el amor pueden impregnar todo lo que hacemos, y entonces las cosas no caerán en la destrucción. Cuando las personas nos unimos en una relación de amor, creamos una arquitectura espiritual en la que volveremos a encontrarnos después de la muerte. Mantener La relación de cuerpo y alma entre el nacimiento y los siete años El alma es como un embrión en el niño. Percibe e incorpora sobre sí misma los procesos corporales físicos que más adelante se transformarán en procesos del alma. Debemos examinarlos con atención. El alma observa 65 naturaleza del alma/espíritu se comunique con el mundo físico. estos pensamientos a lo largo de nuestras vidas es la tarea de la edad del Alma Consciente. Tacto: Con este sentido, experimentamos el “Aquí termino”: nuestro propio límite. Esto lleva a la confianza en uno mismo, en el mundo y en el destino. El principio del cambio Debemos recordar que buena parte del desarrollo futuro es inevitable. En el transcurso de la vida, el Alma Consciente aprende mediante la superación. Debemos permitir que el niño supere situaciones y no apresurarnos siempre a apartarlo de los problemas. Bienestar: Pone de relieve la relación del todo con las partes y que el todo es mayor que la suma de las partes. A veces tenemos que sacrificar el destino personal por la comunidad en general. Nos debatimos entre las llamadas del karma personal y profesional. Debemos cultivar en el niño el placer de aprender. Cuando las lecciones son más personales, más individuales, entonces entramos en el ámbito de las enfermedades de la infancia, como el sarampión, las paperas, la tos ferina y la varicela. Debemos dar tiempo a las enfermedades y a la alegría de la recuperación. Movimiento: Despierta la conciencia de la actividad propia. El movimiento lleva a los hechos, que son irreversibles. Después de cada día de la creación, Dios vio que era bueno. Tenemos la responsabilidad de hacer lo que debemos, porque podemos. (En el jardín de infancia, a partir de los cinco años, animamos al niño a pasar de lo que quiere hacer, a lo que debe hacer). Si existe una discapacidad física, hay que luchar por lograr el movimiento. El cambio significa sacrificio. La fiebre en los niños pequeños es un fuego de sacrificio: arde para avanzar. El mundo adulto tiene miedo de la fiebre y tiende a juzgar las enfermedades en lugar de escucharlas. Puede que el niño necesite pasar por enfermedades a fin de provocar cambios. El niño puede estar bien, pero su entorno es terrible. Las enfermedades de los niños pequeños pueden estar relacionadas con nosotros. La pregunta que puede hacerse es: “¿Quién tiene que cambiar, el niño o yo?” Equilibrio: Podemos mantenernos erguidos en el espacio tridimensional. El equilibrio también ofrece la capacidad de sopesar los extremos de nuestra alma, las polaridades de Lucifer y Arimán. Podemos intentar mantener un estado de equilibrio, incluso cuando la vida que nos rodea está desequilibrada. Los niños necesitan extremidades fuertes (estas extremidades están al servicio de las fuerzas de la Voluntad). Es una tragedia que caminar ya no forme parte de la vida diaria y que a menudo no sea seguro dejar que los niños corran con plena libertad. El movimiento puede tener muchas cualidades; por ejemplo, propósito, generosidad. El jardín de infancia es un lugar para practicar las habilidades motoras. La euritmia en el jardín de infancia es una dimensión extra y un don para el futuro de los individuos y la humanidad en su conjunto, pues equilibra los movimientos mecánicos que nos rodean hoy en día. Existen dos peligros. El primero es la tecnología médica donde Arimán interviene y se lleva la enfermedad. El segundo es la arrogancia bajo la excusa de que la enfermedad es necesaria. En este caso, Lucifer se impone de otra manera. A nivel terapéutico, ambas partes deben concentrarse en una unión de extremos, lo cual es un aspecto del Alma Consciente. ¿Cómo podemos trabajar? Durante los primeros siete años, los cuatro sentidos inferiores son especialmente importantes para el desarrollo del niño y para el Alma Consciente. Estos sentidos corporales son portales para que la 66 es difícil; esto se puede interpretar como una metáfora. En la famosa escuela de equitación de Viena, llevan a los caballos jóvenes a pastos rocosos y luego de regreso a Viena, donde logran realizar movimientos casi imposibles, porque han aprendido a mantener el equilibrio sobre un terreno difícil. Los niños necesitan también experimentar las diferentes cualidades del movimiento; por ejemplo, las habilidades motoras finas necesarias en la costura, los juegos de dedos, el modelado. La euritmia es también un gran don. Estos sentidos pueden fortalecerse y utilizarse de un modo consciente al servicio del desarrollo espiritual. Muchos de los ejercicios de Rudolf Steiner comienzan con la percepción sensorial. Si no cultivamos los sentidos, estamos obstaculizando el desarrollo humano. Resulta difícil experimentar los sentidos puesto que actúan en conjunto, pero podemos observar cada uno de ellos individualmente. (En su libro Nobody Nowhere, Donna Williams describe su experiencia con el autismo. Cada sentido era como una perla colgada de un hilo, pero no actuaban juntos. En un segundo libro, Somebody Somewhere, describe de una forma conmovedora su descubrimiento con esta experiencia). Con estos sentidos se sientan las bases para las cualidades del alma. De ellos surge la certeza del yo; por ejemplo, del tacto, de la experiencia del “yo”. El tacto introduce la experiencia de las limitaciones. Los niños ahora necesitan desesperadamente nuevas formas de límites, porque ya no se mantienen por tradición. Nosotros mismos necesitamos tomar conciencia para apoyarlos; por ejemplo, coherencia y puntualidad. La puntualidad une tiempo y espacio, que son las cualidades de la encarnación. Este autocontrol ofrece a nuestros hijos nuevas posibilidades. Los límites en el comportamiento son necesarios para refrenar a los niños. Los niños ponen nuestros límites a prueba constantemente. Luego cambian y esperan que los límites cambien. Los adultos necesitan una voluntad férrea para atender a los niños de hoy en día, además de un enfoque artístico y creativo de la disciplina. El bienestar es la base para comprender que el todo es mayor que la suma de las partes. Es necesario que haya plenitud en el ambiente del jardín de infancia. Lo que decimos y hacemos debe formar un todo; tenemos que decir la verdad y recordar que los niños son muy literales. Debemos intentar que las preguntas que les hacemos y nuestras respuestas a sus preguntas sean apropiadas. El pensamiento, el sentimiento y la voluntad son partes de un todo, un trébol de tres hojas, y el trébol de cuatro hojas supone la incorporación del ego. Disponemos de poco tiempo con el niño en el jardín de infancia. Por lo tanto es imperativo ponernos en contacto con los padres para desarrollar el potencial de nuestro trabajo. El niño necesita desesperadamente esta cooperación que luego puede envolverlo en consistencia. El movimiento ofrece libertad, pero también responsabilidad. ¿Qué es el movimiento? En su libro, Under the Eye of the Clock, Christopher Nolan, que sufría de parálisis, explora esta pregunta. “¿Cómo domino mi cuerpo? ¿Puede moverse un paralítico?” A partir de estas preguntas nos guía hacia el tema de un movimiento más espiritual e interior. Los niños necesitan extremidades fuertes para permanecer erguidos aun cuando el terreno Esta oración es para un niño que está lejos o especialmente necesitado: Señor, apoya tu cabeza sobre su hombro, háblale al oído, susúrrale al corazón, muéstrale el camino a seguir. 67 Desarrollo de la conciencia: Imitación, juego y aprendizaje Fuerzas de crecimiento y fuerzas de fantasía: Entender la conciencia del sueño del niño pequeño por Dra. Michaela Glöckler Si le preguntáramos a una planta: “¿Quién eres?”, me diría: “Soy un cerezo silvestre”. Si pregunto a Susan: “¿Quién eres?” Me diría: “Soy Susan”. Experimentamos la vida, pero no nos centramos en ella. No somos conscientes de ella. Nadie diría: “Soy un ser viviente; estoy vivo”. La metamorfosis de las fuerzas de crecimiento en fuerzas de fantasía e imaginación Vamos a analizar dos aspectos del desarrollo de lo etérico: la cualidad de las fuerzas de crecimiento y las fuerzas artísticas. Existe también un tercer aspecto que se centra en cómo estas fuerzas y cualidades surgen en la conciencia del niño. Para ser consciente de estas fuerzas del crecimiento temprano, es recomendable retroceder en el tiempo a nuestra propia infancia y al humor con que contemplábamos el mundo, sus colores, olores, luz, etc. ¿Cuáles son nuestros recuerdos más queridos? ¿Están relacionados con la luz y la sombra, la calidad de la madrugada o de la noche? ¿Están relacionados con los sueños? En los propios sueños, existe una gran diferencia entre los sueños de los niños y los de los jóvenes en la pubertad. Recordar la propia infancia resulta muy útil para atender a los niños en el jardín de infancia. Lo mismo sucede con nuestros pensamientos. No nos centramos en nuestros pensamientos, aunque nos sentimos orgullosos de nuestra inteligencia. En Philosophy of Spiritual Activity, Rudolf Steiner describe el pensamiento como una actividad inconsciente de nuestra vida interior. En este sentido, la cualidad de la vida y de nuestros pensamientos es idéntica. Tienen la misma naturaleza inconsciente. En cuanto a la vida, se caracteriza por el hecho de que todas las piezas encajan en un todo. No es posible entender una función aislada de un organismo o el funcionamiento de un único órgano aislado. Únicamente tiene sentido en relación con el todo, la vida es una fuerza integradora. El estómago de un animal sobre la mesa de disección no está vivo y solo puede revelar los secretos de su forma física. Solo podemos entender plenamente su naturaleza viva cuando está funcionando dentro del animal. Podemos decir que el todo es mucho mayor que la suma de sus partes. Si una parte se ve perturbada, el conjunto se ve perturbado. Cuando nos fijamos en el ámbito de la vida y el ámbito de los pensamientos, vemos un aspecto de ambos que es similar en todo, idéntico. Es que existe una total abnegación en ambos casos. ¿Qué es la vida? Vemos a organismos vivos como las plantas que crecen, las criaturas que se arrastran, saltan y brincan. Vemos a los seres humanos, a nosotros mismos, vivos. 71 Durante los primeros años, el niño piensa con las fuerzas de crecimiento. Toda la forma de pensar del niño está conectada con el crecimiento. En esta primera parte de la vida, las fuerzas etéricas están a nuestro servicio creando un cuerpo sano. En esto hay un egoísmo natural, ya que utilizamos nuestras fuerzas etéricas en beneficio propio. Nos centramos en nuestras propias necesidades, y eso es natural en esta primera etapa de la vida que dura hasta los veinte años. Lo mismo sucede cuando nos fijamos en nuestros pensamientos. Los conceptos, palabras y descripciones se entretejen para formar una imagen. Si nos fijamos en una planta, por ejemplo, nos centramos en los pétalos, colores, hojas, etc. El modo en que están integrados crea la planta. Lo mismo sucede con nuestros pensamientos. No podemos pensar en un solo pensamiento. Si pensamos “pequeño”, por ejemplo, debemos pensar en algo aún más pequeño y algo de mayor tamaño. De lo contrario, “pequeño” no tiene ningún significado. Tenemos que ver las relaciones. De esta manera los pensamientos tampoco existen aislados. Forman parte de un todo. Las fuerzas de la vida y el pensamiento son las fuerzas inadvertidas y abnegadas que actúan en nuestro interior. En la segunda parte de la vida, de los veinte a los cuarenta años, se produce un cambio hacia una actitud desinteresada por la cual pensamos más en los demás y les apoyamos. Observamos a las madres, profesores y otras personas que, alrededor los cuarenta o cincuenta años, empiezan a prestar atención a los demás. Se vuelven más objetivos y son buenos asesores. Otras personas siguen siendo más egoístas, y esto puede llegar a ser destructivo e incluso convertirse en patológico. No se hacen mayores de una forma natural, porque las personas mayores tienen la posibilidad de regalar, de prescindir. Esta actitud es una dinámica interna de cómo piensa la persona. La persona mayor puede olvidarse de sí misma y pensar en los demás. El siguiente diagrama muestra el crecimiento y declive de las fuerzas físicas. Consolidación de la actividad Crecimiento físico Las fuerzas etéreas se retraen; falta de regeneración en el cuerpo físico Desde el punto de vista etérico, las cosas son muy distintas del físico. Entre los cuarenta y los sesenta años, las fuerzas físicas actúan cada vez más por su propia cuenta mientras que las fuerzas etéricas se retraen. No están disponibles para la vitalidad y regeneración del cuerpo físico. ¿Dónde van las fuerzas etéricas cuando se retraen de lo físico en las personas mayores? Se transforman en pensamientos. Lo etérico aporta cierto equilibrio entre el individuo y la sociedad así como entre las partes del cosmos. Por ejemplo, hay una profunda relación entre la planta y el sol a pesar de que se encuentran lejos el uno del otro. La planta es como un órgano del sol y la tierra juntos. Es como el misterio de la vida. Todas las plantas y animales y la tierra juntos son un organismo. Nosotros también somos parte de este todo viviente, y cuando inhalamos y exhalamos, estamos participando en todo lo que nos rodea. La vida espiritual crece Nuestros pensamientos también pueden conectar con objetos muy lejanos, como la relación de la planta con el sol. Podemos pensar en cómo se comportan las estrellas más lejanas. Declive físico 72 puede comenzar la actividad del pensamiento. En las personas mayores, tenemos la imagen opuesta. Se orienta muy poco hacia la reconstrucción de lo físico, y la mayor parte de las fuerzas están disponibles para participar en la actividad espiritual. Podemos pensar en las jerarquías y en cómo crearon el cosmos. Podemos pensar en las leyes de las matemáticas y las ciencias superiores. Nuestro pensamiento puede penetrar en todo. Hay un momento, alrededor de los tres años, cuando el niño se dice “yo” a sí mismo. Entonces surge la vida del pensamiento. Había un niño de tres años llamado Simeón que aún no podía decir “yo”. Una de sus tías dijo: “Ay, no puede pronunciar la ‘s’ correctamente. Si pudiera, podría decir ‘yo’”. Simeón oyó esto, se enfadó y dijo: “¿Por qué dice eso? Simeón puede decir ‘yo’”. Después de esto no volvió a decir “yo” hasta tres semanas más tarde, cuando pintó una imagen de fuego y alguien le preguntó quién la había pintado. Contestó: “Yo lo hice. Yo, yo”. Después de esto, de nuevo olvidó decir “yo”. Lo etérico queda libre para pensar Fuerzas etéricas actuando a nivel físico Infancia Durante las tres semanas siguientes lo decía de vez en cuando. Mostraba un tierno despertar del “yo”. Esta es una palabra que no se puede aprender, incluso cuando dice: “Simeón puede decir yo”, no se da cuenta, solo lo repite. Requiere un despertar, un tierno despertar a la escucha de los sonidos del alma, la cual habita cada vez más en el interior del ser. Requiere descubrir la realidad, y luego un día, surge el pensamiento. Edad adulta Edad avanzada Podemos ver las fuerzas etéricas de la vida totalmente centradas en nuestra constitución, son egoístas, en el buen sentido de la palabra. El sistema inmunológico es la más pura expresión de la actividad del ego a nivel etérico. (Representa nuestra “individualidad biológica”). Las fuerzas etéricas están al servicio de nuestro ego para que el ego se pueda crear. Lucha contra el mundo exterior para impedir que entren sustancias externas como alérgenos o sangre del tipo incorrecto. El sistema inmunológico lucha contra el mundo para servir al ego, para reforzarlo. Los pensamientos están relacionados con los demás y adquieren significado con respecto a los demás. Hay situaciones en que un trozo de tiza tiene un gran valor, un valor superior a miles de dólares, porque en un contexto determinado es sumamente necesario. Nunca podemos decir que uno de nosotros o uno de nuestros pensamientos es más importante que otro. Todos tienen importancia en relación con los demás. La lemniscata es la imagen de lo etérico pasando por el punto medio de transformación y avanzando hacia el exterior. Da la vuelta de nuevo y vuelve a entrar en el interior. El centro o cruce de la lemniscata es el punto de la metamorfosis. Las fuerzas de crecimiento pasan por ese punto y se convierten en algo totalmente distinto; es decir, se transforman en fuerzas de pensamiento. Las fuerzas de crecimiento, que miraban hacia adentro, son ahora fuerzas de pensamiento, que miran hacia afuera. En los niños, el cuerpo físico está creciendo, y casi todas las fuerzas vitales se orientan hacia el interior para el crecimiento y regeneración física. Queda poco margen para pensar y eso ocurre solo de forma gradual en los primeros años. Alrededor de los seis o siete años, queda libre una mayor proporción de las fuerzas vitales, y entonces 73 como las formas de la astronomía y las formas abstractas. En nuestro interior habita todo un mundo de formas. También disponemos del habla con sus múltiples facetas. ¿Qué podemos expresar con palabras? Podemos usar el lenguaje para expresar nuestros sentimientos. Al escuchar podemos alcanzar la calidad musical del lenguaje, y podemos adentrarnos en los sentimientos de otra persona. También podemos controlar la voluntad a través del lenguaje. Los profesores lo saben; pueden pronunciar una sola palabra y se hace el silencio en el aula. La vida de los pensamientos solo tiene sentido cuando mira hacia afuera para entender el mundo, cuando se orienta hacia el exterior. Si pensamos demasiado en nosotros mismos, enfermamos. Existe el misterio de cómo mantener sano el cuerpo físico, que está relacionado con la vida del pensamiento. Si durante el día nuestros pensamientos salen al mundo, luego pueden volver a nosotros por la noche y ayudarnos a desarrollar nuestros cuerpos. Normalmente nos regeneramos por la noche. Sin embargo, si pensamos demasiado en nosotros mismos durante el día, centrando demasiado nuestros pensamientos en nosotros mismos, durante el sueño estos pensamientos pueden tener un efecto destructivo en nuestro cuerpo físico. Crear en el mundo de la música, la forma y el habla es una parte esencial de nuestra vida interior, nuestra actividad del alma. ¿De dónde proviene y cuáles son sus relaciones con el cuerpo físico? ¿Cómo se relacionan las actividades físicas y las actividades del alma? Leonardo da Vinci es muy conocido como el artista de La última cena. Rudolf Steiner habla a menudo de este cuadro y dice que si alguien del planeta Marte viniera y contemplara esta obra, entendería intuitivamente la trayectoria del desarrollo humano en la tierra. El arte puede revelar las cualidades más profundas del desarrollo interno, y este cuadro lo ha captado de forma inigualable. Aunque Leonardo era ingeniero y también versado en medicina, escribió un libro para introducir a los pintores al arte de la pintura. Incluye un fragmento sobre cómo el pintor puede controlarse para ser cada vez más artista y dejar de ser un pintor principiante. La diferencia que señala es que el pintor inexperto siempre se reproduce a sí mismo en sus pinturas, mientras que el pintor más experimentado puede reflejar la existencia del mundo en su arte. Todos llevamos una gran sabiduría en nuestro interior, la sabiduría del Estudio del Hombre, debemos sacarla a relucir en nuestra vida del pensamiento. Cuando nos reunimos en conferencias, en charlas, debates y talleres, tenemos la oportunidad de llevar nuestros pensamientos de la esfera inconsciente a la esfera consciente. Juntos podemos dar un paso adelante. Desarrollo del alma y actividad artística Todos llevamos la música en nuestro interior. Cada uno de nosotros cuenta con dos octavas y los cantantes tienen tres octavas. Esta es la música en nuestro interior, pero también viven en nuestro interior otras formas de arte. Tenemos la posibilidad de hacer dibujos de formas y otras actividades que nos acercan a las formas del mundo mineral, el mundo vegetal y el mundo animal. Nos aportan formas humanas, así El pintor principiante permite que el alma se exprese, y el alma está acostumbrada a desarrollar el cuerpo. En el cuerpo, el alma se reproduce a sí misma. Está acostumbrada a hacerlo y continúa haciéndolo en la actividad de la pintura. 74 hace constantemente en la investigación física, pero el secreto de la vida es la síntesis. Rudolf Steiner descubrió este gran secreto de la vida: la vida es integradora y sintetizadora. Todas las partes se relacionan entre sí, actúan para crear un todo. Resulta lógico, entonces, que el pintor inexperto lo exprese y, en cierto sentido, se reproduzca a sí mismo sobre el lienzo. En una situación terapéutica, vemos cómo el enfermo se reproduce a sí mismo en la pintura. Puede resultar útil dejar que lo haga un par de veces a efectos de diagnóstico, pero permitir que continúe no es saludable, ya que puede reforzar la enfermedad. Las leyes de la composición actúan de un modo integrador en nuestro interior. Todo el cuerpo es una composición en sí. Todas las artes habitan en nuestro interior de formas ligeramente distintas. La música no habita en nosotros del mismo modo que la pintura y el modelado. Si modelamos o pintamos, no intentamos dejar espacios entre los colores o las formas, pero dejamos espacios en la música. La música habita en la discontinuidad, en los espacios o intervalos entre las notas. Hay algo vivo entre las notas. Es un aspecto importante de la música, y, además, la música habita en el tiempo y no en el espacio. Además, la música habita en la tensión entre dos interlocutores. Tomamos la cuerda del monocordio, que se mantiene tensa, y la dividimos en intervalos. El sonido musical no podría existir sin la tensión. La música habita en la armonía y en la discordia, en la tensión y en la relajación. El artista experimentado va más allá de este deseo de reproducirse a sí mismo. Quiere reflejar el ser del mundo, de Dios, de la naturaleza, en el arte. El artista experimentado quiere alcanzar este ser y permitir que impregne su arte. Leonardo podía alcanzar el ser de Cristo y revelarlo, su lenguaje, su contenido más íntimo, a través de su arte. Por eso un individuo de otro planeta podría entender tanto sobre el desarrollo humano en la tierra, contemplando La última cena. Pintar así requiere un sacrificio, alejarse de la autoexpresión y dirigirse hacia la expresión de algo superior. Dicha pintura es una oración a Dios para poder traer algo superior al mundo a través del arte. ¿Qué leyes están presentes en las artes? La vida comenzó con actividad plena; la vida surgió de la vida. No hubo gallina o huevo al principio. Estaban todos juntos, porque la vida es compleja. Es un sistema vivo y no surge de un pequeño elemento o parte. Las leyes físicas se ocupan de los aspectos físicos; las ciencias físicas analizan las cosas. Existen diferentes leyes relativas al todo integrado, la composición. Rudolf Steiner dice que la actividad de integración proviene del ámbito artístico. ¿Dónde podemos encontrar algo similar en la constitución del ser humano? ¿Dónde encontramos los espacios y la capacidad de tomar proporciones como hacemos en la música? En cuanto a espacios, pensemos en la mano con los dedos separados. No hay nada entre los dedos y por eso podemos mantener las manos tan activas. En el embrión, la mano está rellena de una sustancia en forma de membrana. Más tarde surgen los dedos y se retrae la membrana, hay un espacio libre y la “música” entra. Si esto no sucede, es necesaria una intervención quirúrgica para liberar los dedos. Si saco un poco de sangre de mis venas, por ejemplo, sería una ilusión pensar que es igual que la sangre en mi cuerpo. De inmediato comienza a deteriorarse o descomponerse. Al cabo de dos horas, la constitución de la sangre cambia por completo. Sin embargo, es una sustancia física y es posible analizar cada elemento. Pueden separarse todos los componentes de la sangre y pueden distinguirse diferentes sustancias. Esto se Cuando buscamos proporción en el cuerpo humano, podemos empezar por el intervalo de la quinta. En la quinta, hay una bella proporción de 75 volver a verla al día siguiente. Como adultos, podríamos pensar: “Ahora que ya conocemos la obra, sería estupendo que cambiara un poco, ver diferentes variaciones mañana”. Podemos contrarrestar esta tendencia diciéndonos que es bueno repetir las cosas y asumirlo como un ejercicio. Pero para un niño pequeño, es totalmente distinto. El niño la conoce y no la conoce. Conoce la repetición, y esto continúa hasta que se establece la memoria abstracta. La memoria abstracta surge entre los seis y los ocho años. 2:3. Esto también se observa en la fisiología del ser humano. En el lado derecho del pecho, el pulmón tiene tres partes, mientras que en el izquierdo solo tiene dos. Hay un estado de la respiración en el propio cuerpo de 2:3. En la música, esto se conoce como la quinta. Podríamos considerar otras relaciones matemáticas en el cuerpo, porque todo el cuerpo puede expresarse en números: dos ojos, dos orejas, etc. Podemos describir todo el sistema nervioso sensorial mediante relaciones de 1:2. Otro ejemplo matemático del cuerpo es el ángulo del corazón. El eje medio del corazón se encuentra en un ángulo con el eje central del cuerpo. Por término medio, crean un ángulo de 23.5 grados. Este es el mismo ángulo de la tierra con el sol sobre la eclíptica. No hay un solo detalle del cuerpo que no esté repleto de sentido y orden, e integrado en las leyes de los números, proporciones y música. El mundo de la música se encuentra en todo nuestro cuerpo. En cada nacimiento, experimentamos que una fuerza queda libre para vivir en un mundo nuevo. Cuando nace el cuerpo astral alrededor de los catorce años, nace el mundo del sentimiento y puede actuar en el mundo astral. El ego nace alrededor de los veintiún años. Este es el mundo del ser interior, y ahora podemos relacionarnos de ser interior a ser interior. Antes de este nacimiento podíamos conocer el ser astral, etérico o físico de los demás. Ahora podemos conocernos mutuamente a un nivel más profundo. Podemos llegar al centro del ser y establecer contacto allí. Ahora consideremos el crecimiento del ser humano en los primeros veintiún años. Nacimiento de lo etérico Nacimiento de lo astral Si nos preguntamos qué fuerzas aportan estos momentos de nacimiento del alma, entonces vemos que cada cuerpo se revela a sí mismo en su propia esfera. Todos los gestos del alma expresan sus intenciones en el cuerpo. El cuerpo revela todos nuestros sentimientos, pensamientos y voluntad. Todos ellos encajan en las leyes de la composición, y estas son las mismas que las leyes del arte. Necesitamos años para estudiar las leyes de la música, para darnos cuenta de que las leyes de la música son las leyes del cuerpo astral y de una vida emocional muy complicada. Asimismo, podemos estudiar las leyes del habla y comprender las leyes del ego, las leyes de la pintura y las leyes de lo etérico, y las leyes del modelado y las leyes de lo físico. Nacimiento del ego Durante este período experimentamos el nacimiento de un cuerpo cada siete años. ¿Qué significa esto? ¿Cuál es el propósito de estos cuerpos? El nacimiento físico significa que el cuerpo físico queda libre para vivir en el propio mundo físico. El cuerpo se mueve y vive independientemente en el mundo físico. El nacimiento de lo etérico significa que lo etérico queda libre en el mundo etérico. Observamos este momento del nacimiento cuando el niño comienza a vivir en la memoria abstracta. La memoria abstracta no puede existir antes de la vida independiente de lo etérico. Por ejemplo, podemos ver una obra de marionetas un día y Consideremos las leyes del ego. Si un niño llora y no deja de moverse, y no encontramos 76 normal. Luego llega el último estiramiento del pecho, primero en sentido transversal y luego de delante hacia atrás. Hay muchos cambios durante la adolescencia, pero no todos se producen a la vez. Son sucesivos, dando a los adolescentes un aspecto extraño e inacabado. ningún motivo, entonces tenemos la sensación de que el niño se mueve sin las fuerzas del ego de un modo hipercinético. Cuando el niño está realmente presente, actúa de una manera diferente. Asimismo, si bebemos demasiado alcohol, el ego se retrae y perdemos el equilibrio, porque el poder del ego es el poder del equilibrio. Damos tumbos. Cuando el ego está presente, podemos decir: “Yo soy” y esto puede ser la fuerza dominante en nosotros. Podemos inculcar “Yo soy” y “Lo haré” en cada pensamiento. Entonces hacemos solo lo que queremos, lo que nosotros mismos hemos decidido hacer. Nos identificamos con todo lo que hacemos, lo cual es típico de esta clase de poder del ego. El crecimiento del adolescente no es continuo ni armonioso. Comienza por los pies y avanza hacia arriba. El pobre niño de once años tiene los pies muy grandes. Al mirar a un adolescente uno tiene la sensación de que cada parte crece por su cuenta. Es como si cada parte fuera una nota separada y no pudiéramos ver la composición completa. No todas las notas están presentes. La barba crece en parches, no toda de una vez. Los pechos maduran de manera desigual, a menudo creciendo de uno en uno. Es como si un director de orquesta llamara a un instrumento tras otro. Al final, llama a todos ellos para tocar juntos. El crecimiento parece gracioso si no vemos el proceso musical en acción. El arte del habla lo representa maravillosamente, porque integra las leyes musicales y esculturales. Todas las leyes físicas están presentes, y podemos observarlas en la forma en que articulamos las consonantes con la lengua, los dientes, etc. Las leyes de lo astral están presentes en la música del lenguaje. Cada lenguaje tiene su propia música. Las vocales habitan exclusivamente en esta música, y por lo tanto las vocales no pueden modelarse. No resonarán. El habla armoniza la música y el modelado. En el habla unimos los cuerpos astral y físico. El poder integrador del ego es el poder de la palabra. A partir de los veintiún años, cuando el ego está presente, podemos conscientemente hablar y decir: “Sí, quiero esto” o “No, no quiero eso”. Hasta llegar a la madurez, no podemos conscientemente hablar así. Estos fenómenos no son típicos de los años preescolares. El primer período de crecimiento es muy armonioso. Durante los primeros nueve años, la santidad está presente en el crecimiento. El desarrollo físico del niño es normalmente armonioso, pero su vida emocional, su pensamiento y su voluntad aún necesitan de nuestro cuidado y atención. Estas son cualidades que aún no han nacido en el niño. Alrededor del niño existe un entorno embrionario. ¿Con qué ojos se me permite contemplar esto? Observar las fuerzas no nacidas del ser humano es como contemplar el útero del alma. Debemos representar las fuerzas del ego del niño para que el crecimiento sea armónico y saludable. Somos parte de la actividad de cuidar y madurar. Entre los catorce y los veintiún años, entre la pubertad y la madurez, el cuerpo cambia considerablemente. Durante estos años, el cuerpo encuentra una armonía totalmente nueva. En la adolescencia, alrededor de los quince o dieciséis años, todavía hay una gran falta de armonía. El adolescente se ve a sí mismo y tiene la sensación: “Todos los adultos del mundo parecen estar en armonía, menos yo”. Observa su delgado pecho y no puede imaginar que llegue a tener un aspecto Pensemos en nuestra propia actividad del alma en términos musicales cuando conocemos a otra persona. Si es una persona que nos gusta, experimentamos el humor de la escala mayor en nuestro interior. Sentimos: “Ah, bien, aquí 77 una edad temprana y se refleja en los sentidos. La actividad es importante durante estos años, porque al cuerpo físico le gusta moverse, estar activo, ser hábil y adaptarse al mundo. Los niños disfrutan de mantenerse activos durante todo el día. Cuando están activos, cualquier obstáculo les duele, por lo que hacer lo que les gusta es una delicia para ellos. Esas cosas existen en la vida del niño, mientras que todo lo demás está todavía en desarrollo. viene una persona que me hace feliz”. Si viene otra persona hacia nosotros, podemos sentirnos enfermos, tensos y retraídos. ¿Por qué sentimos esta disonancia? Si me sitúo en una nueva posición en relación con esta persona, entonces surge una nota nueva, una nota que puede transformar la disonancia en armonía. Cada nota necesita dos interlocutores que actúan como los dos extremos fijos del monocordio. Sin ellos no puede producirse ninguna nota. No responsabilice a la otra persona de las consecuencias de la falta de armonía, culpabilizándola. Usted es un interlocutor y la tensión existe entre los dos, tal como existe entre los dos extremos del monocordio. El niño experimenta los acontecimientos de un modo distinto al nuestro. Como adultos maduros, asimilamos las cosas en nuestra vida anímica. El niño pequeño aún no puede hacerlo. Si el niño pequeño tiene un problema o se conmociona, a menudo se orina, la experiencia “se termina”, mientras que los adultos contenemos la experiencia. Si el niño siente alegría, empieza a dar saltos. Todo el cuerpo quiere participar en la alegre experiencia. Los adultos no solemos expresar nuestra alegría con todo el cuerpo, excepto en los partidos de fútbol cuando damos saltos. Entonces podemos experimentar el partido como los niños; pero generalmente, si algo nos llena de alegría, sonreímos o nos reímos. Es como un pequeño salto. En una obra de marionetas observamos una hermosa composición de imágenes en movimiento, voz y música. Si se narrara en clave de drama, despertaría emociones aisladas. Eso no es posible para el niño pequeño, porque a esta edad aún no ha surgido ese desarrollo de la vida interior. No queremos despertarlos, los niños pequeños necesitan interacciones armoniosas. El desarrollo de la conciencia del niño Al recordar nuestra infancia y niñez, ¿qué pensábamos y cómo actuábamos? Recuerdo sentirme despierto en todos los aspectos de la vida anímica cuando era niño. Sentía dolor, sufrimiento y deleite. El niño pequeño ya tiene un ego y emociones, pero no en forma desarrollada. Alrededor de los veinte años, el ego nace y se mantiene libre en el mundo, pero todas las fuerzas ya existen a una edad más temprana en un estado inmaduro. Pensemos en la percepción sensorial y su relación con la esfera del alma. Cuando leemos las biografías de personajes importantes, como Proust, y consideramos sus experiencias de la infancia, podemos observar que cuando eran niños tuvieron intensas impresiones sensoriales. Los niños experimentan el ambiente de una fiesta o las vacaciones de un modo muy intenso. A los treinta años, regresé a un lugar de vacaciones que adoraba durante la niñez. Intenté no entristecerme, pero mi experiencia como adulto fue mucho más mediocre que lo que recordaba de mi infancia. La casa era muy pequeña; el establo para los animales no era nada especial. Incluso las flores de la pradera, el cielo y el agua parecían normales y sin el esplendor que les otorga la memoria del niño. Cuando intentamos formar una imagen de lo que está presente y listo para utilizarse libremente en el niño pequeño, vemos que el niño está totalmente presente en el cuerpo físico y sus sentidos están completamente despiertos. Estos pueden utilizarse y desarrollarse en la primera infancia. La imitación está presente a 78 sueño? El cuerpo astral y el ego abandonan los cuerpos físico y etérico, y habitan en la esfera del Cosmos. El niño, con su inmadura vida anímica, no duerme bien de esta manera. Lo astral y el ego están demasiado involucrados en lo físico y etérico. Dormir de forma que lo astral y el ego queden libres de lo físico y etérico requiere que el cuerpo etérico haya nacido. Esto no sucede hasta los siete años, pero tendrán que pasar varios años más para que el cuerpo etérico liberado quede firmemente establecido. A partir de los siete años, lo astral y el ego pueden comenzar a alcanzar la esfera astral pura durante el sueño, y entonces la vida del pensamiento puede desconectarse durante ese momento. En la infancia, la vida de los pensamientos y la vida de los sentidos aún constituyen una unidad. No están divididos todavía. Por lo tanto, la experiencia de los sentidos es muy intensa. Es también la razón por la que los niños pueden imitar y entender inmediatamente lo que ocurre. Saben intuitivamente cuando algo va mal. Pueden entender intuitivamente sus experiencias sensoriales en el momento en que se producen. Como adultos, necesitamos entender pensando en la experiencia posteriormente. Más adelante, cuando despierte la memoria abstracta, el niño podrá separar las impresiones sensoriales del pensamiento. Este es un paso importante porque, para aprender algo, las percepciones sensoriales deben separarse del pensamiento. La conciencia del niño se desarrolla por etapas. A los tres años, surge una nueva autoconciencia cuando el niño se percibe a sí mismo como un “yo” separado de los demás. A los nueve años, hay una crisis en el desarrollo cuando el niño percibe su “yo” a un nivel más profundo. Existe una autosensibilidad, y el niño siente: “Estoy solo, soy una personalidad”. Antes, se percibe a sí mismo como parte de su entorno, aunque con una creciente autoconciencia. Entre los ocho y diez años, siente una mayor separación. Se siente separado de su madre y padre, y en secreto piensa que no son sus verdaderos padres. Tal vez pregunte: “¿Estás seguro de que soy tu hijo? ¿No me confundisteis con otro al nacer?” La percepción del mundo del niño es muy diferente a la del adulto, porque ve la vida del pensamiento entretejida con su entorno. Por ejemplo, mira un rincón oscuro y ve cómo se mueven las sombras. Experimenta el significado interior de la oscuridad. Algo salta desde la oscuridad, y el niño se asusta. Corre hacia su madre, que enciende la luz y dice que allí no hay nada. El niño es a menudo incomprendido a un nivel más profundo, pero le consuela que la madre es suficientemente fuerte para traer luz a la oscuridad. El niño tiene ambas experiencias; es incomprendido y se consuela al mismo tiempo. Debemos entender que cada pensamiento es una realidad viva para el niño. Ve la flor y experimenta la realidad interna de la flor; ve el ser de la flor. El niño experimenta no solo el aspecto externo sino también el “interno”, el ser interior o del objeto que percibe. El niño no está despierto como el adulto. No puede separar lo interior de lo exterior y pensar en uno de los dos por separado. No está completamente despierto ni tampoco dormido. Su conciencia está entre ambos, como en un sueño. Sin embargo, dentro de esa conciencia está atento al mundo y lo asimila todo. Ahora cambia la vida del sueño y el niño pequeño deja de tener pesadillas. El niño comienza a dormir más profundamente. Durante estos primeros nueve años, el niño se despierta por la noche con miedos y visiones porque lo astral y el ego están todavía muy cerca. El niño está medio despierto por la noche y sueña en el mundo elemental. Como adultos, atravesamos rápidamente esta esfera, y si estamos lo suficientemente cansados no nos vemos perturbados por ella. El niño pequeño no puede dormir bien, pero tampoco puede estar bien despierto. Está en un estado intermedio. Intentemos comprender mejor el sueño y la vigilia. ¿Qué sucede en el adulto durante el 79 Hay un proceso constante de transformación del inconsciente en consciente. El inconsciente encierra una gran sabiduría. Un adulto despierto puede experimentar el aspecto consciente de la vida del pensamiento al aprender, pero no puede experimentar de forma espontánea el aspecto inconsciente de los pensamientos. Un adulto en sueños tiene una intuición y se da cuenta de algo de forma espontánea. Una persona despierta puede identificar qué cosas son buenas para ella, a partir del proceso de conocer esas mismas cosas cuando está despierta. Un adulto en sueños puede intuir qué es y no es bueno, pero no puede explicarlo. En esa persona lo astral y el ego están demasiado ligados a lo físico y etérico. Se necesita valor para estar despierto como adulto, para desarrollar una personalidad independiente. Muchas personas tienen miedo y no quieren una conciencia adulta despierta. El niño experimenta la sabiduría, pero no de un modo despierto. No puede juzgar, analizar o demostrar las cosas. En cambio, tiene una capacidad para la fantasía que no es sino experimentar una pequeña parte de esta sabiduría, que queda libre de las fuerzas del crecimiento y está accesible como fantasía. La conciencia de los sueños del niño se puede malinterpretar fácilmente. Un padre puede decir: “Mi hijo está interesado en todo el mundo: la tecnología, la naturaleza, etc. Está muy despierto al mundo, no tiene nada de soñador”. Pero el niño pequeño vive profundamente en el mundo que le rodea. Vive a través de los sentidos y percibe todas las cualidades del mundo. No está despierto para pensar sobre el mundo de manera abstracta como el adulto, pero está asimilando el mundo activamente a través de los sentidos junto con el pensamiento. Por la noche está más despierto que nosotros. Durante el día, está más dormido que nosotros. Consciente Donde el inconsciente se hace consciente Inconsciente El niño vive en la esfera de las imágenes y la sabiduría, pero mezclado totalmente con la percepción sensorial. En un palo ve el mundo entero. Con el palo y un trozo de hilo puede ser un pescador, un sacerdote o muchas otras cosas. Trabaja con el mundo de las fuerzas del crecimiento que se liberan gradualmente y reaparecerán en el alma, primero como fuerzas de la fantasía, más adelante como imaginación y a continuación como fuerzas del pensamiento. ¿Cómo podemos ayudar al niño durante esta etapa? Rudolf Steiner dice que, antes de los nueve años, lo más importante es ayudar a los niños a dormir bien. Dado que los niños están más despiertos que nosotros durante la noche, puede ser útil para algunos niños dejar encendida una lamparita nocturna. Esto proporciona cierto aspecto diurno durante la noche para que no se sientan demasiado solos cuando se despiertan entre sueños. Todos los seres vivos tienen un componente espiritual. Los seres elementales son los fundamentos espirituales de las cosas y son realidades del pensamiento. También existen fuerzas destructivas en todos los seres vivos. La muerte es innata a todo ser vivo; cada célula contiene en su interior un aspecto de la muerte. Podríamos considerar que es un ser perverso, un También ayudamos al niño a dormir por la noche si le ayudamos a estar bien despierto durante el día. Esto sucede mediante las actividades cargadas de propósito que el adulto realiza en presencia del niño. El niño necesita sentirse guiado con claridad y propósito, entonces experimenta una verdadera calma durante la noche. 80 hacia la vigilia. No necesitamos empujarlos demasiado rápido, sino guiarlos hacia ella. Si no han experimentado plenamente la conciencia del sueño de la primera infancia, cuando son adultos miran hacia atrás y buscan este paraíso perdido. Buscan la experiencia del sueño a través de las drogas, por ejemplo. Todos hemos tenido algo similar a una experiencia con la droga durante la infancia, cuando los colores, imágenes, etc., eran tan vivos y podíamos vivir plenamente en ellos. Ahora podemos experimentarlo de otro modo como personas despiertas. ser destructivo, pero necesitamos la destrucción para que la nueva vida pueda nacer. Si nada muriera, no podría nacer nada. Se produce un equilibrio entre las fuerzas generadoras de vida y las fuerzas generadoras de muerte. Solo el ser humano es capaz de desequilibrarse entre estas dos polaridades. A través de nuestro ego, necesitamos vivir de una manera equilibrada, manteniendo la armonía entre la vida y la muerte. Cuando el niño aprende a caminar durante el primer año, encuentra su primer equilibrio del ego. Durante su segundo año, encuentra su equilibrio social en el habla. Durante su tercer año, encuentra su equilibrio espiritual en el pensamiento. Al encontrar su ego o “yo”, encuentra este equilibrio espiritual, este equilibrio en el pensamiento. Rudolf Steiner describe la fantasía de esta manera: “El alma es capaz de retraer cierta energía para otros fines, y este es el poder de la fantasía: el poder natural del crecimiento transformado en una fuerza anímica”. (Understanding Young Children, p. 75) Para el niño sumergido en la fantasía de la conciencia del sueño, la vida es como estar en un teatro en el que los buenos pensamientos aparecen como seres elementales buenos y los malos pensamientos aparecen también gracias a la labor de las fuerzas destructivas. Estas fuerzas destructivas siempre están presentes en la naturaleza, actuando en los procesos de la digestión, por ejemplo. Aparecen en el niño con tanta realidad como una experiencia externa de los sentidos. Crean un tipo específico de conciencia del sueño para el niño. Todo el desarrollo del ego es parte de un amplio proceso de búsqueda del equilibrio. Si seguimos viviendo de una forma cada vez más desequilibrada como vivimos hoy en día, sin balance entre la actividad física y espiritual, no será posible para la tierra y el ser humano perdurar durante mucho tiempo. No podemos responsabilizar de este equilibrio a ningún dios. Para esto debemos fijarnos en nosotros mismos. Hay muchos programas de formación espiritual destinados a reactivar una vieja etapa de la conciencia del sueño, que teníamos cuando éramos niños. No es difícil avanzar en esta dirección, porque vive en todos nosotros. Es hermoso ser niño, y es comprensible que muchos adultos prefieran esto y quieran ser más como los niños en lugar de ser plenamente adultos. Como adultos, podemos alcanzar una nueva fase de vigilia y no necesitamos recurrir a métodos que reactivan la fase del sueño de la infancia. Recurrir a las drogas, al alcohol, depender de gurús o utilizar ciertas técnicas espirituales nos hace retroceder en lugar de avanzar. En estos tiempos, la conciencia del sueño del niño se ve fuertemente afectada por las fuerzas destructivas, y surge el miedo. Hay un fuerte elemento de miedo en los niños de hoy en día. Actualmente el niño vive en el mundo de la tecnología y cada evento tecnológico se basa en la destrucción. La electricidad, por ejemplo, se crea a partir de la destrucción de la tierra. Extraer petróleo o gas de la tierra es siempre un proceso de destrucción, incluso cuando lo utilizamos para construir algo. Debemos buscar siempre el equilibrio de la energía. Si utilizamos aerogeneradores, ¿tenemos un saldo positivo o un saldo negativo de destrucción? O si nos sentamos Podemos ofrecer a los niños la bella seguridad de la conciencia del sueño y guiarlos suavemente 81 problemas de sueño en niños menores de siete años. Hay cierta frialdad en los niños. A veces es física y puede corregirse, pero a menudo reside en la conciencia de la destrucción que asusta a los niños. A menudo quieren meterse en la cama de sus padres durante los primeros nueve años, y esto puede incluso ser útil para el niño. Puede ser un pequeño remedio (pero el niño no debe ser expuesto a las actividades sexuales de los adultos, porque esa es una experiencia demasiado intensa para ellos y puede conducir a otros problemas). en una sala iluminada por una luz de 100 vatios y no hacemos nada, tal vez sería mejor no hacer nada en la oscuridad. Por supuesto, debemos utilizar las fuerzas de la tecnología si son para fines constructivos. Si utilizamos la lavadora, se utiliza mucha energía, lo cual es destructivo, pero podemos equilibrarlo haciendo algo que valga la pena con el tiempo que nos ahorra. Encontrar este equilibrio a los elementos destructivos de la tecnología es uno de los retos morales de nuestro tiempo. Cuando el desequilibrio hacia la destrucción es excesivo, surge el miedo, un miedo de los seres elementales de la destrucción. Esto sucede cuando no hay un equilibrio de seres constructivos, y los niños son muy sensibles a este desequilibrio. Les da miedo. Lo que realmente necesitan los niños es que la familia encuentre el equilibrio adecuado entre las fuerzas constructivas y destructivas en el hogar. También es útil que surja en el hogar una vida religiosa que pueda aportar equilibrio a todos los procesos, que parecen carecer de sentido si no se entienden a la luz de la comprensión interior. Durante los últimos veinte años, por primera vez en la humanidad, estamos observando 82 El papel vital del juego en la educación infantil por Joan Almon fascinante observar cómo juegan juntos los niños de distintos países. Aunque no puedan hablar una sola palabra del idioma del otro, pueden jugar juntos durante horas Se adentran en una esfera común donde las diferencias externas del idioma y la cultura son pequeñas comparadas con las inmensas similitudes arraigadas en el afán interno del niño por jugar La capacidad de jugar es uno de los principales criterios de la salud mental. – Ashley Montagu La naturaleza universal del juego Durante más de 30 años de trabajo con niños pequeños, familias y profesores en jardines de infancia Waldorf por todo el mundo, he observado una característica constante de la infancia: el juego creativo es una actividad central en la vida de los niños sanos. El juego ayuda a los niños a entretejer todos los elementos de la vida, a medida que los van experimentando. Es una salida para la plenitud de su creatividad y una parte absolutamente esencial de su infancia. Las cualidades únicas de cada niño se ponen de manifiesto en su forma de jugar. Surgen algunas diferencias culturales, porque los niños imitan lo que ven a su alrededor y lo representan. Pero existen importantes cualidades universales en el juego. Por ejemplo, los niños de tres años de todo el mundo juegan de manera similar; su juego difiere del de los niños de cinco o seis años de edad. Aunque el juego es un aspecto constante de la vida saludable de los niños, no resulta fácil definir el juego. Prefiero considerarlo como un manantial burbujeante de salud y creatividad dentro de cada niño y, de hecho, dentro de cada ser humano. A veces este manantial parece dejar de fluir, pero permanece en el corazón de cada ser humano y, con un poco de esfuerzo, los obstáculos pueden eliminarse y el espíritu creador y lúdico puede volver a fluir. Esto puede suceder a cualquier edad. Cuando los niños pequeños están enfermos, a menudo dejan de jugar durante unos días. En cuanto están mejor, sus padres notan que la chispa del juego brilla de nuevo en sus ojos. En general, los niños crecen y prosperan cuando pueden jugar de un modo creativo. Si dejan de jugar durante un largo período de tiempo, pueden sufrir un retroceso e incluso deprimirse o mostrar signos de otras enfermedades. La naturaleza universal del juego es evidente. Podemos hablar del lenguaje del juego que une a los niños pequeños de todo el mundo. Es 83 a la semana, arte una vez a la semana, y algunas otras asignaturas. En el condado de Montgomery, Maryland, cerca de Washington DC, me han dicho que la palabra “juego” no figura en ninguna parte en el plan de estudios para jardín de infancia. El juego es de vital importancia en la vida de un niño. Esta afirmación está respaldada por décadas de investigaciones, algunas de las cuales se describen en este artículo. A pesar de su importancia en el desarrollo saludable de los niños, el juego —en el sentido abierto y creativo en el que utilizo el término— se encuentra gravemente amenazado en Estados Unidos y muchos otros países. Se está excluyendo de la vida de los niños por varias razones. Mencionaré cuatro: 3. Este enfoque académico a la enseñanza infantil se introduce a una edad cada vez más temprana. Ahora se espera que los niños de tres y cuatro años de edad participen en muchas más actividades de lectura y escritura temprana que antes. Head Start, el programa federal de Estados Unidos para niños de bajos ingresos, se vio obligado a revisar su plan de estudios este año para dedicar más tiempo a la alfabetización temprana y menos tiempo al juego. Se evaluará el progreso general de los niños y los programas serán evaluados según el rendimiento de los niños. Puesto que es difícil, aunque no imposible, evaluar cómo juegan los niños, la evaluación normal se centra en cuántas letras y números conocen los niños, y cuántas etapas básicas de alfabetización y aritmética han completado. 1. Los niños han pasado a depender del entretenimiento electrónico: televisión, vídeos y equipos informáticos. En Estados Unidos, los niños pasan de tres a cinco horas diarias frente a una pantalla fuera del horario escolar. Esto deja poco tiempo o ganas para el verdadero juego. Cuando los niños que están expuestos a los medios juegan, su juego está normalmente plagado de personajes e historias de los medios. A los niños les resulta cada vez más difícil inventar sus propias historias creativas en el juego, porque su imaginación se ve rebasada por lo que han visto en la pantalla. En casos extremos, los niños se obsesionan con estas imágenes en la pantalla y no permiten ningún cambio en la historia que están representando. 4. La cantidad de tiempo dedicada a los deportes y otras actividades organizadas para los niños pequeños ha aumentado considerablemente en los últimos treinta años, empezando por los preescolares, de modo que los niños tienen poco tiempo para sus propias actividades de juego. 2. Los programas de jardín de infancia en Estados Unidos hacen tanto hincapié en enseñar a leer y escribir, conocimientos básicos de aritmética y otras disciplinas académicas que muchos niños no tienen tiempo para jugar en el jardín de infancia. Muchos jardines de infancia ahora son de jornada completa. En el típico jardín de infancia público de seis horas de la zona de Nueva York o Washington, por ejemplo, los niños pasan noventa minutos al día haciendo ejercicios de alfabetización temprana, sesenta minutos de matemáticas, y treinta minutos de ciencias. Tienen aproximadamente treinta minutos para jugar al aire libre, pero no tienen tiempo para jugar dentro. Tienen música una vez El Dr. Alvin Rosenfeld, destacado psiquiatra infantil y del adolescente que se interesa por la desaparición del juego y del tiempo en familia, citaba recientemente las siguientes estadísticas: Este estilo familiar cargado de actividades ha conseguido penetrar en cada aspecto de nuestra vida familiar. En los últimos veinte años, el tiempo dedicado a actividades deportivas estructuradas se ha duplicado, las actividades infantiles no estructuradas han disminuido un 50%, las conversaciones en el hogar son mucho menos frecuentes, las comidas familiares han disminuido un 33% y las vacaciones en familia han disminuido un 28% (Rosenfeld, 2004). 84 Dada la importancia del juego para el desarrollo físico, social, emocional y mental de los niños, la desaparición del juego sin duda tendrá graves consecuencias durante la infancia y durante toda la vida del niño. De hecho, hay una creciente preocupación sobre qué clase de sociedad estamos creando si una generación de niños crece sin el juego y sin el pensamiento creativo que surge de este. ¿Puede sobrevivir la democracia si muere el pensamiento creativo? Una investigación en Alemania en la década de 1970 demostró que los niños de cuarto grado que habían asistido a jardines de infancia orientados al juego sobrepasaban en desarrollo físico, social, emocional y mental a aquellos que habían estado en jardines de infancia de orientación académica. Los resultados fueron tan concluyentes que Alemania volvió a dar una orientación lúdica a todos los jardines de infancia. (Der Spiegel, pp. 89-90) He observado la disminución constante del juego en los últimos treinta años, pero me quedé atónita por una reciente llamada de una asesora en una escuela primaria cerca de Washington. Había estado hablando con una clase de primer grado y había usado la palabra “imaginación”. Cuando se quedaron mirándola sin comprender, explicó su significado, pero los niños aún parecían confundidos. Les ofreció un ejemplo de su propia infancia cuando le encantaba jugar a la Mujer Maravilla. Se ponía una capa, les dijo, y corría colina abajo cerca de su casa con los brazos extendidos, fingiendo que volaba. “Eso es la imaginación, cuando finges ser alguien que no eres”, explicó a los niños. En Estados Unidos se cita a menudo la investigación de la Fundación High/Scope en Ypsilanti, Míchigan. Allí, 69 niños de bajos ingresos de entre tres y cuatro años de edad, considerados en riesgo de futuro fracaso escolar, fueron divididos en tres grupos. Uno de ellos, llamado el grupo de High/Scope, participaba en un programa con muchas actividades iniciadas por los niños, incluido el juego. Otro, denominado grupo de Instrucción Directa, recibía principalmente lecciones en materias académicas. El tercero, llamado Programa de Guardería, era una combinación de los otros dos. Cuando los niños crecieron, los que habían estado en los programas High/Scope y Guardería tuvieron un éxito significativamente mayor, tanto en la escuela como en la vida, que los niños del programa de Instrucción Directa. A la edad de quince años, se observaron los siguientes resultados: “Pero no sabemos cómo hacer eso”, dijo un niño, y todos los demás asintieron con la cabeza. Ni un solo niño de esa clase de primer grado sabía qué era el juego imaginativo. ¿Qué dice la investigación sobre el juego? En un primer momento, los tres enfoques educativos mejoraron sustancialmente el rendimiento intelectual de los niños pequeños, con un aumento de veintisiete puntos en el promedio de coeficiente intelectual de los niños en los tres grupos. No obstante, a los quince años, los estudiantes en el grupo de High/Scope y del Programa de Guardería… mostraban solo la mitad de la actividad delictiva que los estudiantes del grupo de Instrucción Directa. (High/Scope) Ha habido muchas investigaciones sobre el juego desde hace varias décadas. En general, la investigación muestra fuertes vínculos entre el juego creativo y el desarrollo físico, cognitivo, social y del lenguaje. Según la investigadora Sara Smilansky, los niños que muestran una mayor capacidad para los juegos de simulación social también muestran más imaginación y menos agresión y una mayor capacidad para usar el lenguaje tanto para hablar como para entender a los demás (Smilansky, p. 35). 85 desarrollo del cerebro. No parece que esta nueva investigación presente conclusiones radicalmente nuevas sobre el juego y el aprendizaje. Más bien confirma que los elementos esenciales de una infancia saludable, incluida la formación de relaciones basadas en la confianza con los adultos que los cuidan y la exploración del mundo a través del juego, el movimiento, el lenguaje y las actividades prácticas, son realmente esenciales. Para cuando los niños crecieron y cumplieron veintitrés años, la investigación continuaba señalando un nivel de éxito mucho mayor para aquellos que habían podido jugar en la guardería. Los grupos de High/Scope y Programa de Guardería mostraban avances por encima del grupo de Instrucción Directa en diecisiete variables distintas. En un momento en que cada vez más jóvenes estadounidenses terminan en la cárcel, creo que es especialmente importante tener en cuenta que el grupo de Instrucción Directa tenía un número significativamente mayor de detenciones por delitos graves que los otros dos grupos. También habían recibido más años de educación especial por trastornos emocionales, y su nivel de escolarización no alcanzaba el de los jóvenes del grupo de High/ Scope. Los investigadores del cerebro nos recuerdan constantemente que el cerebro no es un órgano aislado del cuerpo. Está conectado a todo lo demás: el lenguaje, el movimiento, las experiencias sociales y emocionales. Por tanto, cuando las actividades cotidianas estimulan las manos, los ojos, los oídos y el corazón, también se estimula el cerebro. El Dr. Frank Wilson, neurólogo de la Universidad de Stanford especializado en trabajar con artistas escénicos con problemas en las manos, señala que una zona extraordinariamente amplia del cerebro está ligada a la mano humana. Por lo tanto, si queremos estimular el cerebro, debemos hacer que los niños participen en actividades prácticas. Le preocupa que los niños hoy en día usan las manos principalmente para utilizar los equipos informáticos. No considera que esto sea un verdadero aprendizaje práctico y le preocupa que el cerebro no disponga de suficientes estímulos de verdadera importancia. Wilson dice: “A mi juicio, cualquier teoría de la inteligencia humana que ignore la interdependencia de la función cerebral y la mano, los orígenes históricos de esa relación o el impacto de esa historia en la dinámica del desarrollo en el hombre moderno, es sumamente engañosa y estéril” (Wilson, p. 7). Un reciente estudio realizado por Rebecca Marcon de la Universidad del Norte de Florida, en el que se hizo un seguimiento a niños de diferentes programas preescolares hasta el cuarto grado, obtuvo resultados similares a los de High/ Scope. Aquellos que habían asistido a programas orientados al juego donde predominaban las actividades iniciadas por el niño obtuvieron mejores resultados académicos que aquellos que habían asistido a programas de orientación académica (Marcon). Cabe pensar que este tipo de investigación por sí sola debería convencer a educadores, padres y responsables políticos de que es absurdo —e incluso peligrosamente malsano— sumergir a niños de tres y cuatro años en programas de instrucción directa. Sin embargo estos programas están ganando adeptos en Estados Unidos. El Presidente y el Congreso han fijado los más altos niveles de rendimiento académico para los niños de Head Start y han respaldado una legislación que haría que todos los programas de preescolares avancen en esta dirección. Jane Healy, experta del aprendizaje que ha escrito ampliamente sobre el desarrollo del cerebro y sobre el uso de los equipos informáticos en la infancia, hace hincapié en la necesidad de que los niños se muevan y participen en la Una investigación reciente analiza cómo aprenden los niños pequeños en cuanto al 86 naturaleza y en la vida. Al nacer, el cerebro tiene la capacidad de aprender a caminar, correr, saltar y hacer muchas otras cosas. Pero la capacidad en el cerebro solo se desarrolla si el niño puede hacer estas cosas y no solo observa cómo se hacen en la pantalla. El cerebro espera ser despertado, pero necesita un ambiente multisensorial y enriquecido para despertarse (Healy, p. 177). matemático, que se ocupa de las relaciones entre las cosas, no puede aprenderse escuchando a los adultos hablar de ello. La investigación experimental sobre el juego muestra una fuerte relación entre el juego, el aumento de la comprensión matemática y la mejora del rendimiento matemático” (HirshPasek y Golinkoff, p. 220). Es importante destacar que un ambiente enriquecido no significa un ambiente sobreestimulante. Significa un entorno habitualmente enriquecido. Mi experiencia es que los niños prosperan cuando se les proporciona espacio para jugar dentro y al aire libre y se sienten reconfortados al saber que hay cerca un adulto atento, a ser posible dedicado a tareas como la jardinería, la carpintería, cocinar o limpiar. Estas actividades cotidianas estimulan el juego infantil. Añada unos materiales básicos para el juego como troncos, piedras, telas y cuerdas, con las que pueda crear sus propios juguetes, con materiales artísticos para la autoexpresión y unas cuantas historias, canciones y versos, y pronto tendrá un niño inmerso en el juego. Como se mencionó anteriormente, Sara Smilansky encontró pruebas sólidas de que los niños que eran capaces de participar en juegos sociodramáticos, es decir, que podían jugar con los demás en actividades de simulación, también mostraban mayores avances en muchas formas del lenguaje y desarrollo social. También descubrió que los niños más adelantados en el juego desarrollaban una mayor imaginación y eran menos agresivos (Klugman y Smilansky, p. 35). El desarrollo de habilidades para resolver problemas también se ha relacionado con el juego. Un tipo de estas habilidades se llama “convergente”, donde existe una única solución a un problema. El otro es “divergente”, donde existen muchas formas posibles de resolver un problema. Ambos son necesarios en la vida, el primero es lo que se mide en la mayoría de los tests estandarizados, que tienen una sola respuesta correcta para cada pregunta. Cada vez más, esta es la forma de pensar para la cual educamos a los niños. Pero en la vida normalmente es necesario el segundo tipo. Las complejas cuestiones sociales, políticas y económicas rara vez tienen una única respuesta bien definida. La falta de estímulos, como por ejemplo he visto en jardines de infancia muy pobres de África, es un problema, pero también lo es la sobreestimulación, que veo en casi todos los jardines de infancia en Estados Unidos. Los niños necesitan un ambiente tranquilo y apacible, lleno de seres humanos afectuosos que crean una sensación de seguridad, realizan actividades significativas y proporcionan a los niños una cantidad razonable de materiales que puedan utilizarse de múltiples maneras. En Einstein Never Used Flash Cards, los autores describen un trabajo de investigación sencillo pero impresionante. Un grupo de niños de tres años, encabezado por una niña llamada Amala, recibió materiales convergentes con los que jugar, incluidos rompecabezas y otros juguetes que solo tienen un modo de uso correcto. El grupo de Michael recibió Algunas investigaciones muestran una relación directa entre el juego y el desarrollo de las habilidades matemáticas. Ranald Jarrell de la Universidad de Arizona señala que “el juego es vital para el desarrollo del pensamiento matemático en los niños. A diferencia de otras formas de conocimiento, el conocimiento 87 de juego en su vida. Por el contrario, cuando entrevistó a ganadores del premio MacArthur “al genio”, un prestigioso galardón otorgado a individuos creativos en numerosos ámbitos por la Fundación John D. y Catherine T. MacArthur, descubrió que casi todos tenían un rico historial de juego desde la infancia. bloques y otros materiales de juego divergentes que se pueden utilizar de muchas maneras. A continuación, se pidió a ambos grupos que construyeran un pueblo con cuarenta y cinco piezas de los materiales de juego que el grupo de Michael había estado utilizando. Los investigadores observaron a ambos grupos para ver cuántas estructuras construían y cuántos nombres creaban para sus estructuras. El grupo de Michael construyó más estructuras y creó una mayor variedad de nombres para las mismas. Cuando tenían algún problema con la tarea no se daban por vencidos, sino que encontraban nuevas soluciones. Utilizaban la técnica de ensayo y error. En total, Brown entrevistó a unas 8.000 personas. Lo que le dijeron confirmó su conclusión de que el juego sano y variado en la infancia es necesario “para el desarrollo de la empatía, el altruismo social y...un repertorio de comportamientos sociales que permite al jugador enfrentarse al estrés, fomenta la curiosidad, es un importante catalizador del aprendizaje y, a través de una larga experiencia con la imaginación lúdica, ofrece a los individuos que se sienten enojados alternativas para no actuar de forma impulsiva y violenta” (Stuart Brown, sitio web). “El grupo de Amala actuaba de una forma muy distinta”, escribieron los autores. “Después de haber jugado con los juguetes convergentes que tenían una única respuesta correcta, se quedaban atascados y hacían lo mismo una y otra vez cuando no podían resolver un problema divergente. También se dieron por vencidos con mayor rapidez que el grupo de Michael. Era como si hubieran aprendido que los problemas tienen una única respuesta…” Los autores señalan que en el colegio generalmente se enseña a los niños a responder a las preguntas correctamente. Pero el juego enseña a los niños a pensar de forma independiente. Si queremos que los niños crezcan con capacidades creativas, entonces el juego es esencial. Los autores se preguntan: “¿De dónde proviene la creatividad?”. “Del juego: el juego libre y abierto de toda la vida, sin supervisión ni estructura” (Hirsh-Pasek y Golinkoff, pp. 223224). Investigación con animales que relaciona el juego con el desarrollo del cerebro Algunos investigadores han estudiado la relación entre el juego y el tamaño del cerebro. John Byers, de la Universidad de Idaho, comparó a los juguetones wombats con los más dóciles osos koala y descubrió que los wombats tenían mayores cerebros en proporción a su peso corporal. Cuando él y otros investigadores hicieron un seguimiento de los índices de crecimiento del cerebro desde la infancia hasta la madurez en diferentes tipos de animales, encontraron correlaciones entre los períodos de crecimiento rápido del cerebro y los períodos de juego más activo (citado en Furlow, 2001). Stuart Brown, un psiquiatra que por aquel entonces trabajaba en Texas, estudió una relación similar entre el juego y la creatividad en la edad adulta. Entrevistó a reclusos que cumplían condenas por asesinato o conducción muy agresiva que había resultado en una muerte y descubrió que estos reclusos no tenían un historial Todavía no hay ninguna certeza en cuanto a porqué el juego y el tamaño del cerebro van unidos. Una explicación es que los períodos más activos de juego podrían estar correlacionados con los momentos en que más sinapsis se están formando en el cerebro. Las sinapsis son las 88 con niños muy enfermos en hospitales donde a menudo no se sabía si sobrevivirían o no. Se dio cuenta de que a veces entraba en la habitación de un niño muy enfermo, pero el niño tenía por primera vez un brillo juguetón en los ojos. Observó sistemáticamente que esto era una señal de la recuperación de la salud (Brown, Foro del Estado del Mundo). conexiones que se desarrollan entre las neuronas adyacentes. Otra explicación es que el juego podría estimular el desarrollo de la mielina, una sustancia grasa que permite a los nervios transmitir información más compleja que cuando no están revestidos de tal sustancia. Los investigadores tienden a ser cautos en sus conclusiones y también señalan que tal vez no exista una correlación directa entre el juego y el crecimiento del cerebro. Ambos podrían verse estimulados por otros factores como el metabolismo. Es necesario seguir investigando, pero mientras tanto existe una convicción creciente de que el juego y el crecimiento del cerebro están de hecho relacionados. Muchos otros expertos del juego también señalan la relación entre la salud general de los niños y su habilidad para jugar. Marc Bekoff afirma que el juego es un signo de desarrollo saludable. Y añade: “Cuando dejan de jugar, algo anda mal”. Afirma que nos hemos convertido en una “sociedad sin juego” y apunta a problemas como el predominio de los deportes organizados sobre el juego espontáneo y el hecho de que la escuela empiece cada vez más temprano y esté cada vez más orientada a los exámenes. Si continúan estas tendencias, habrá menos probabilidades de que los niños tengan tiempo para jugar en el futuro (citado en Furlow, 2001). Marc Bekoff, de la Universidad de Colorado, estudió a los cachorros del coyote durante el juego. Descubrió que su comportamiento era mucho más variado e impredecible que el de los adultos. Argumenta que actuar de esta manera activa muchas partes del cerebro y que sus cerebros reciben muchos estímulos de su comportamiento en el juego. Bekoff concluye que “el juego crea un cerebro con una mayor flexibilidad del comportamiento y un mayor potencial para aprender más adelante”. También sostiene que “la gente no ha prestado suficiente atención a la proporción del cerebro que se activa por el juego”. Añade que durante el juego se produce un enorme desarrollo cognitivo (citado en Furlow). Bryant Furlow, en un artículo para New Scientist, expresa su preocupación por la relación entre el juego y la salud mental: “Los niños destinados a sufrir enfermedades mentales como la esquizofrenia al convertirse en adultos, por ejemplo, participan en muy pocos juegos sociales a una edad temprana. Pero, ¿puede la falta de juego afectar la creatividad y la capacidad de aprendizaje de los niños normales?”. Nadie lo sabe con seguridad, pero hay una creciente preocupación de que el juego está desapareciendo de la infancia y que esto afectará a la salud física, social y emocional de los niños. Furlow señala que cuando “a las crías de rata se les niega la oportunidad de jugar, desarrollan un neocórtex más pequeño y pierden la capacidad de aplicar las reglas sociales cuando interactúan con sus pares” (Furlow, 2001). La relación entre el juego y la salud Como profesora de preescolar, me sorprendía con qué frecuencia los padres me decían cosas como: “Mi hijo estaba enfermo, pero no era nada grave. No dejaba de jugar”. O puede que dijeran: “Estaba muy enferma y ni siquiera jugaba”. Asociaban inconscientemente el juego con la salud. Esto encierra una gran sabiduría. El psiquiatra Stuart Brown confirmó esta relación. Cuando era un joven residente trabajó 89 de un problema más generalizado: el crecimiento de un tipo de autismo social causado por demasiadas horas mirando a las pantallas en lugar de interactuar con otros seres humanos durante el juego, así como otros factores. Esta situación aún no está documentada y debe investigarse. Consecuencias para el futuro Si el juego libre e imaginativo continúa desapareciendo de la infancia, preveo varios resultados adversos: • Un aumento de las enfermedades mentales que comienzan en la infancia. • Dificultades en cómo los niños socializan y se comunican entre sí, incluyendo una mayor agresividad en las relaciones sociales. • Un cambio en el desarrollo del pensamiento con pérdida del pensamiento divergente y un énfasis creciente en el pensamiento convergente. El ejemplo anterior de Amala y Michael mostraba cómo el juego creativo está relacionado con el pensamiento divergente abierto. Si no desarrollamos este tipo de pensamiento exploratorio y abierto, ¿cómo podemos abordar los problemas sociales, políticos, económicos y ecológicos de hoy en día? En la actualidad hay pocas cuestiones complejas que puedan resolverse con una simple respuesta correcta o incorrecta. La mayoría son mucho más complicadas y requieren un proceso de ensayo y error y la voluntad de seguir avanzando a pesar de las dificultades hasta llegar a la mejor solución posible. Me preocupa que, sin oportunidades de juego abierto e imaginativo, nuestros hijos no sean capaces de pensar creativamente cuando sean mayores. Los procesos democráticos modernos requieren un pensamiento divergente complejo y, sin él, aumenta la tendencia a favorecer los procesos autoritarios de toma de decisiones, donde una persona dice lo que está bien o lo que está mal. Es posible que nos convirtamos en una sociedad con un enfoque limitado a la resolución de problemas. Cuando las situaciones no son fáciles de resolver, podemos ser más propensos a recurrir a la agresión y la violencia, en lugar de la resolución de problemas complejos. Ya existe una seria preocupación por el aumento de las enfermedades mentales en la infancia, incluyendo depresión, trastornos de hiperactividad y trastornos de ansiedad. La Organización Mundial de la Salud de Naciones Unidas informa que en el año 2020 los trastornos neuropsiquiátricos infantiles aumentarán proporcionalmente en más del 50% a nivel internacional, para convertirse en una de las cinco causas más frecuentes de morbilidad, mortalidad y discapacidad entre los niños (Surgeon General, 2001). También hay una creciente preocupación entre profesores, psicólogos, etc. por la disminución de las capacidades sociales de los niños. En general, los países tecnológicamente desarrollados ponen tanto énfasis en los logros intelectuales que se olvidan de la importancia de las habilidades sociales. Ahora vemos situaciones extremas, cuya causa aún se desconoce, como el aumento en el síndrome de Asperger y otras formas de autismo. El estado de California informó sobre un aumento del 210% en los casos de autismo entre 1987 y 1998, y la edad media de los pacientes se redujo de quince a nueve años. (Departamento de Servicios de Desarrollo de California, p. 10) Muchos opinan que el aumento en los casos de autismo puede ser emblemático No puedo evitar preguntarme si los políticos que promueven la alfabetización temprana y otras formas de instrucción directa para los niños de tres a seis años simplemente ignoran la importancia del juego, o si prefieren una población cuyo pensamiento creativo y capacidades sociales han sido mermadas. Dicha población podría tener dificultades para participar en una sociedad diversa y democrática, y podría optar por un gobierno de mano dura. 90 No cabe duda de que estos avances deberían mostrarse en las áreas académicas, dado que muy pocos programas evalúan el progreso de los niños en desarrollo social y emocional. La Alianza para la Infancia emitió un comunicado, firmado por importantes educadores y profesionales de la salud y distribuido en el Senado y otras autoridades gubernamentales, en el que expresaba su preocupación . (Alianza para la Infancia) Recuperar el juego Se pueden adoptar muchas medidas para restablecer el juego en la vida de los niños, pero mencionaré algunos ejemplos: 1. Los principales educadores, profesionales de la salud y otros defensores de la infancia necesitan trabajar juntos para examinar el papel del juego en la infancia y las amenazas a las que se enfrenta. Sus conclusiones deben ser difundidas lo más ampliamente posible, haciendo hincapié en qué necesitan los niños para un desarrollo saludable. 2. Los padres, educadores y profesionales de la salud necesitan convertirse en activistas en nombre de los niños y participar directamente en el desarrollo de enfoques saludables a la educación de la primera infancia. La formación de comisiones de destacados expertos debe llevarse a cabo tan pronto como sea posible, porque en estos momentos muchos países están a punto de eliminar el juego en la educación infantil en favor de la instrucción directa de materias académicas para los niños pequeños. La experiencia en los Estados Unidos es que, una vez que se produce este cambio, es muy difícil revertir el proceso. Estados Unidos ofrece educación académica para los niños de cinco años en jardines de infancia desde hace treinta años. No hay pruebas de que haya funcionado, y hay una gran preocupación de que haya causado un gran daño. No obstante, en lugar de admitir el fracaso, las autoridades insisten ahora en que empecemos a enseñar a leer por medio de la instrucción directa a niños de tres y cuatro años. Creen que cuanto más joven se empieza, mejor, a pesar de que las investigaciones y la experiencia demuestran lo contrario. Actualmente, en Estados Unidos y en otros países, los políticos están involucrados en el ámbito de la educación de la primera infancia e insisten en que los programas para la primera infancia fomenten la alfabetización temprana y la aritmética a expensas de las actividades iniciadas por el niño. Esto debe contrarrestarse con un activismo de base y otras formas de activismo en cada comunidad y en cada programa de preescolar y jardín de infancia. La investigación y la experiencia muestran claramente lo que realmente necesitan los niños pequeños para un desarrollo equilibrado y saludable. Es hora de que los frutos de esa investigación y experiencia se apliquen a todos los ambientes de la primera infancia. Hacer cualquier otra cosa es fomentar una educación deficiente en los niños. 3. Desarrollar campañas de educación pública a gran escala para ayudar a los padres y profesionales a entender la importancia del juego y cómo fortalecer el juego de los niños. En 2002, la Comisión de Salud, Educación, Trabajo y Pensiones del Senado elaboró una ley para apoyar los programas preescolares para niños de tres y cuatro años. Ese apoyo económico es muy necesario, pero la ley levantó una gran polémica. En parte, exigía avanzar hacia un enfoque holístico de la educación en la primera infancia, pero también hacía reiterados llamamientos a la alfabetización temprana y ofrecía bonificaciones a los estados que pudieran demostrar avances en preparación para preescolar. La mayoría de los profesores de educación infantil en EE.UU., por ejemplo, reciben poca o ninguna formación acerca de ayudar a los niños a jugar. Dado que los patrones de juego de los niños ya sufren alteraciones, a menudo no es suficiente animar a los niños a que jueguen. Los profesores y los padres necesitan talleres, literatura, vídeos 91 1996. Partes de este artículo son adaptaciones de un artículo que aparecía en el libro All Work and No Play, Sharna Olfman, editorial Praeger, 2003. y otras herramientas educativas para que puedan apoyar a los niños en el juego. 4. Los padres y líderes de la comunidad necesitan trabajar juntos para crear espacios de juego seguros para los niños. Bibliografía Alianza para la Infancia. “Children from birth to five: A statement of first principles on early education for educators and policymakers.” Consultado el 29/01/03 en el sitio http: //allianceforchildhood.com/ projects/play/ index.htm Los niños necesitan espacios de juego donde puedan correr por la hierba, rodar por las colinas y, si es posible, jugar en un arroyo o fuente. Tales espacios de juego requieren supervisión por parte de adultos, ya sea remunerada o voluntaria. Del mismo modo que ahora los padres se ofrecen voluntariamente para entrenar a los niños en los deportes, es posible animarlos para que se ofrezcan a supervisar los espacios de juego libre y recibir formación sobre cómo hacerlo. Un punto de partida sería organizar un día de juegos en un barrio o comunidad (Asociación Internacional por el Derecho del Niño a Jugar). Brown, Stuart. State of the World Forum, Whole Child Roundtable, San Francisco, 1999. _____. “About Us: Stuart Brown, Founder of the Institute for Play.” Consultado el 14.3.04 en el sitio http://www.instituteforplay.com/ 13stuart_brown. htm Departamento de Servicios de Desarrollo de California. Changes in the population of persons with autism and PDDs in California’s developmental services system: 1987-1998. A report to the legislature, 1999. Consultado el 29.1.03 en el sitio http://www.dds. cahwnet.gov/ autism/pdf/autism_report_1999.pdf Conclusiones Der Spiegel. Revista alemana, No. 20, 1977. La investigación y la experiencia demuestran una fuerte relación entre la capacidad del niño para jugar y su desarrollo integral: físico, social, emocional e intelectual. Existen motivos para estar profundamente preocupados de que, a medida que el juego desaparece de la infancia, los niños se ven afectados en todos estos ámbitos. En muchos países, el juego se está reduciendo y los primeros indicios de tal sufrimiento se hacen evidentes. Sin embargo, los países se apresuran a eliminar el juego de la vida de los niños, en la creencia errónea de que los niños de tres a seis años están listos y preparados para recibir instrucción directa en alfabetización temprana y otras materias académicas. Por el bien de los niños, y por el bien de la sociedad de la que forman parte, es preciso invertir esta tendencia y restablecer el juego como elemento esencial para una infancia saludable. Furlow, Bryant. “Play’s the Thing,” New Scientist, No. 2294, p. 28, 2001; http:// archive.newscientist.com/ secure/article/article.jsp?rp=1&id=mg17022944.600. Healy, Jane. Failure to Connect. Nueva York: Simon and Schuster, 1998. Resumen de High/Scope. “Different effects from different preschool models: High/Scope preschool curriculum comparison study.” Extraído de los trabajos de L.J. Schweinhart & D.P. Weikart, et al. Consultado el 29.1.03 en el sitio http:// www. highscope.org/Research/curriccomp.htm Hirsh-Pasek, Kathy y Roberta Michnik Golinkoff. Einstein Never Used Flash Cards. Nueva York: Rodale, 2003. Asociación Internacional por el Derecho del Niño a Jugar, Estados Unidos. “What Is a Playday?” Consultado el 10.3.04 en el sitio http: //www.ipausa.org/playday. htm Marcon, Rebecca A. “Moving up the grades: Relationship between preschool model and later school success.” Early Childhood Research and Practice, 4, (1), [Versión electrónica], Primavera 2002. Muchas de estas ideas se presentaron en una conferencia en el Congreso Internacional de Profesores Waldorf en Dornach, Suiza, en abril de 92 Montagu, Ashley. Growing Young. Nueva York: McGrawHill, 1981. Smilansky, Sara. “Sociodramatic play: Its relevance to behavior and achievement in school.” En E. Klugman & S. Smilansky (Eds.), Children’s Play and Learning. Nueva York: Teacher’s College Press, 1990. Olfman, Sharna. All Work and No Play: How Educational Reforms Are Harming Our Preschoolers. Westport, CT: Praeger, 2003. Surgeon General. Resumen de conferencia sobre salud mental en los niños. Departamento de Salud y Servicios Humanos, 2001. Consultado el 29.1.03 en el sitio http://www.surgeongeneral.gov/ topics/cmh/ childreport.htm#sum Rosenfeld, Alvin, doctor en medicina. De una charla en la Rodeph Shalom School, Nueva York; enviado a la Alianza por el Dr. Rosenfeld el 27 de febrero de 2004. Wilson, Frank. The Hand. Nueva York: Pantheon, 1998. 93 La genialidad del juego por Sally Jenkinson Unido en 1994, conciliaba de forma temporal los polos opuestos de trabajo/juego al afirmar de manera algo paradójica: “El juego es el trabajo serio de la infancia”. Por fin alguien ofrecía un bienvenido apoyo al juego, se reconocía que los niños podían trabajar y jugar al mismo tiempo, un principio que los educadores de la primera infancia conocen desde hace mucho tiempo. Confirmaba la idea de que aunque gran parte del juego de los niños es alegre y lleno de encanto, también es serio y digno, con una profundidad y dimensión que exige nuestra paciente observación y respeto. En el emotivo y a veces desgarrador libro de George Eisen, Children and Play in the Holocaust, Huizinga afirma: “El juego es un fin en sí mismo. El concepto de juego, como tal, es de un orden superior al de la seriedad. Porque la seriedad tiene por objeto excluir el juego, mientras que el juego puede incluir la seriedad” (Eisen, 1990, p.7). Eisen argumenta que, incluso en esas lamentables circunstancias, los niños solo eran capaces de jugar de un modo serio. Que aún necesitaran jugar es tal vez el testimonio más conmovedor de la importancia del juego: socava la noción del juego como actividad puramente frívola. El propio Eisen considera el juego de esos niños —sus juegos entre las sombras— uno de los misterios de esa trágica época. Genio: Asistente, espíritú tutelar, etcétera (OED) Utilizando estudios y publicaciones recientes, este artículo revela parte de la profundidad, amplitud y complejidad del juego infantil. Traza un paralelismo entre el juego creativo de la primera infancia y nuestra relación con el arte, la literatura y el teatro ya como adultos maduros. Presenta el argumento de que la imaginación es al mismo tiempo un vehículo para la creatividad humana y una fuerza social vital que nos acerca, a través del pensamiento empático y la imitación, a la esfera del otro. Sostiene que negar a los niños el derecho a jugar es correr el riesgo de deprivación cultural, social y personal. Pese a la existencia de numerosos y excelentes libros y artículos sobre la importancia del juego infantil, la palabra “juego” aún se interpreta, al menos en el léxico de los responsables de políticas educativas, como el negativo o polo opuesto del trabajo. El juego es considerado como un eufemismo de participación ociosa y frívola, o de no hacer nada; mientras que el trabajo sugiere una actividad seria, con propósito. El trabajo es digno, el juego es mera diversión. Start Right: Document on Nursery Education, redactado por Sir C. Ball y publicado en el Reino 94 en el trabajo de Lowenfeld, Drummond, Selleck y otros, yo diría que parte de lo que los niños representan en sus juegos es una expresión indiferenciada de lo que más tarde denominamos arte, literatura y teatro. En una especie de metamorfosis perpetua, los niños pasan rápidamente de lo fantástico a lo cotidiano y viceversa en el drama interminable de “el juego”. Juegan según los mueve el espíritu; el mismo espíritu acompañante, me permito sugerir, que más tarde inspira nuestra expresión creativa como adultos. ¿Jugar con propósito? Hace tres años que se publicó Start Right, y de pronto se utilizan un nuevo conjunto de objetivos, resultados y criterios de evaluación. Un cambio drástico en el pensamiento pedagógico ha convertido al trabajo en el principal impulso educativo y una vez más en el orden del día. Niños que jugáis al trabajo serio de la infancia: ¡Cuidado! La apremiante necesidad de cumplir los objetivos significa que, para muchas instituciones, el juego se margina por completo o se utiliza exclusivamente como una herramienta de aprendizaje. El modelo cognitivo de “aprender jugando”, que exige que los hijos orienten su juego hacia resultados predeterminados y específicos, tiene claras ventajas educativas; los niños realmente disfrutan aprendiendo de este modo y como método de adquisición de conocimientos, funciona. Sin embargo, una dieta basada en solo este tipo de juego “precocinado” puede privar al niño de la frescura, nutrición y vitalidad del juego abierto, elegido libremente, y al final embotar el paladar. Como bien sabe todo buen observador del juego, la gran fascinación por el juego verdaderamente creativo es su imprevisibilidad. Los giros inesperados y en ocasiones sorprendentes que constituyen el diario viviente de los juegos de cada día demuestran el alcance, la profundidad y la pura energía de la imaginación infantil que, durante el juego libre, “avanza simultáneamente en varios niveles del pensamiento” (Lowenfeld, 1935, p. 177). Utilizar el juego como medio para alcanzar un fin es hasta cierto punto olvidarse de lo que realmente puede aportarnos, como si leyéramos la mejor literatura únicamente para intentar mejorar nuestra ortografía. Un incidente en mi propio jardín de infancia muestra que en la infancia no existe una clara distinción entre el arte y el juego. Un niño pequeño había ido a ver un delfín durante el fin de semana, una experiencia que le había conmovido intensamente. El lunes por la mañana, llegó al jardín de la infancia como un poeta que sufre bajo su musa, con un ferviente deseo de expresar y recrear sus pensamientos y sentimientos y revivir su experiencia. Con gran seguridad, tomó un largo velo azul, lo extendió en el suelo, se tumbó sobre él boca abajo, cruzó los pies para formar una cola y ondeó suavemente las piernas hacia arriba y hacia abajo. Estaba tan enfrascado y su imitación era tan perfecta que casi se podía escuchar el chapoteo del agua a sus pies. Me sentí como si estuviera presenciando la creación de un poema corporal o una bella instalación artística. Era el homenaje personal de un niño pequeño al delfín que tanto le había impresionado. ¿Quién sabe dónde comienza el arte y termina el juego? En el arte de su juego, su cuerpo y velo se convirtieron en pintura, paleta y lienzo mientras, a su manera infantil, expresaba su profunda experiencia de un modo exquisito. El arte de jugar y el juego como arte Nuestra investigación En un reciente estudio a pequeña escala para el Instituto de Educación Steiner Waldorf, pedimos a un grupo de estudiantes que observara Lo que los niños hacen cuando juegan es un tema complejo y fascinante. Inspirándome 95 cooperativo de la imaginación. Inventaban y voluntariamente adoptaban nuevos sistemas de creencias en un proceso que Coleridge entendía como: “Esa suspensión voluntaria y momentánea de la incredulidad que constituye la fe poética” (Biographia Literaria, Ch. 13). a los niños mientras jugaban libremente. Nuestro objetivo era descubrir a qué jugaban realmente y clasificar varios de los distintos tipos de juego. Uno de los estudiantes de posgrado, Edward Marks, observó a un grupo de doce niños en el jardín de infancia Ringwood Waldorf. Aunque este tipo de estudios se presta a la subjetividad, Edward se esforzó por ser riguroso y respetuoso en sus métodos. No interfería, ni siquiera para hacer preguntas, ya que consideraba que cualquier participación por su parte podía afectar y alterar sutilmente el juego. También era consciente de que los niños tienen un instinto infalible para saber cuándo están siendo observados y, o bien actúan para su público o se encierran en sí mismos, por lo que se mantenía ocupado con alguna pequeña tarea, como coser, y tomaba notas discretamente. Su objetivo era ser una presencia amable, sin molestar a los niños. El juego creativo duraba poco más de hora y media cada mañana y, durante un período de once días, Edward pudo observar casi diecisiete horas de juego ininterrumpido. Durante este período documentó un total de cincuenta y cuatro temas, todos ellos iniciados por los niños. El profesor también intervino lo menos posible, ofreciendo tan solo sugerencias y orientación práctica cuando parecía absolutamente necesario. A veces jugaban a un tema y luego lo dejaban, para retomarlo más tarde, en algunas ocasiones al día siguiente. Interpretaban los temas de varias formas, incluyendo el juego sociodramático, a solas, exploratorio, juegos con líderes y seguidores y juegos que seguían un guión (por ejemplo, Peter Pan y Wendy aparecieron brevemente). También hacían muchas representaciones de historias con marionetas, en las que destacaban la narrativa, el diálogo y la escenografía. Las marionetas que se caían volvían a colocarse y recibían la orden del autor de quedarse quietas. Los niños normalmente daban un nombre a sus juegos para definir el tema y señalar el comienzo de un juego en particular. Asignar un nombre al juego también permitía a todos adentrarse en la misma esfera imaginativa. Se asignaban los roles y los personajes se definían y perfeccionaban a medida que avanzaba la acción. Este proceso de definición era muy importante para ellos; similar al uso literario de títulos, encabezamientos de capítulo y delimitación de personajes, ayudaba a los niños a establecer un marco de significado para la narrativa de su juego. “Somos ratones traviesos, ¿vale?” era el título y capítulo inicial de un juego. Más adelante se añadían conocimientos específicos, como la comida de los ratones y sus amenazas (¡Queso y gatos!). Otros capítulos incluían los ratones montando en un coche (con una cesta como volante), ratones yendo a comprar comida y, por supuesto, gatos persiguiendo a ratones. La siguiente lista es una selección de algunos de los temas: caballos y señores, fábrica de quesos, fábrica de papel, nave espacial y dragón, casa muy grande o castillo, casas oscuras (con farol), viaje en coche (como ratones), cocinar, planchar, trenes y motores, bosque, cafetería, escuela, serpientes (mamás, papás, hermanos serpientes, etc.), insectos, pescar, barco transbordador, muñeca bebé, mago de la casa oscura, muñeca casera “que hace pis”, muchos visitantes, ir de compras y gatitos. Los temas fluían entre sí, con la participación de diferentes grupos de niños en diferentes momentos, y dejando que la inspiración para el juego alternara en una especie de sueño Era necesario establecer no solo definiciones comunes, sino también un acuerdo sobre lo que era permisible dentro de cada juego 96 lúdico del “objeto encontrado”, que brindó nuevas formas de ver a los adultos; algo que podríamos aprender igualmente de nuestros hijos, si los observáramos. en particular. Dos niños mantuvieron una conversación sobre si una casa, que ya habían construido, podía convertirse o no en un castillo. Tras largas deliberaciones, finalmente llegaron a mutuo acuerdo y decidieron que sí podía. Estas importantes negociaciones sociales no suceden en la soledad del pupitre o mesa de trabajo. Además de dar vida a los objetos, los niños de Ringwood, a veces solos y a veces juntos, también creaban mundos imaginarios. David Cohen (Cohen, 1987, p. 109) ofrece un precioso ejemplo de mundo imaginario, o paracosmos, llamado Gondal. Este mundo, creado por Charlotte y Emily Brontë, estaba lleno de oficiales militares irresistiblemente románticos. Las hermanas Brontë creían que habían aprendido a concebir personajes y tramas interesantes a través de sus juegos juveniles con Gondal. Resulta innecesario señalar que las fuentes de inspiración que desembocan en las creaciones de estos mundos de la infancia proceden de la misma rica veta que más adelante explotamos cuando escribimos historias o poemas. Después de todo, es la imaginación la que crea la mejor literatura, no la capacidad de escribir las letras. Algunos juegos eran breves; por ejemplo, un trozo de madera se convirtió en un saxofón que el niño tocaba hábilmente con gestos que recreaban fielmente su observación original, hasta el más mínimo detalle. Otros juegos eran prolongados y complejos, los niños creaban una serie de mundos que, aún llenos de fantasía, representaban un todo coherente, cada uno con su propia estructura simbólica y conjunto de accesorios. Normalmente se elegía un punto determinado que servía como entrada a una serie de versiones distintas del juego de “casa”. Este umbral se convertía en el signo y símbolo acordado de límite y propiedad. La santidad de la puerta como característica fundamental en los juegos de casa parece ser una característica universalmente reconocida. Entrar por cualquier otra vía está simplemente prohibido; si los niños comienzan a entrar a través de las paredes, esto generalmente indica el colapso del juego. Esta era una de las muchas reglas autoimpuestas y aceptadas por el grupo. La actividad del juego también contaba con el apoyo de una serie de accesorios más tangibles. En la sintaxis de su juego, estos accesorios físicos actuaban como metáforas instantáneas, adaptables y sumamente intercambiables; las castañas se convirtieron en cerillas, las cuerdas en serpientes, un trozo de madera del tamaño de una mano se convirtió en un teléfono móvil. Emplear la posibilidad de la imaginación libre para ir más allá de los confines de una situación difícil ha sido también un don que ha salvado la vida de muchas personas en cautividad o en la clandestinidad, como han declarado Brian Keenan, John McCarthy y muchos otros. Las palabras de Eisen hablan por todos ellos: “Con la ayuda de la fantasía podían demolerse simbólicamente los confines físicos de una pequeña habitación o bunker” (Eisen 1996, p. 72). En el estudio de Ringwood, la mayoría de los juegos se centraban en que los niños actuaban como alguien o algo diferente. Yo diría que es aquí donde el genio del juego comienza a despertar la sensibilidad social y la intuición a un nivel muy profundo a través de la actividad lúdica de la empatía imaginativa. Algunos ejemplos del estudio: “Puedes ser una niña mayor” (¿Cómo se sienten y actúan las niñas mayores?); “Soy el tripulante de una nave espacial” (¿Cómo se La capacidad de dotar a un objeto de un orden de existencia distinto es un verdadero talento de la infancia. El niño se convierte en creador del objeto de juego e invierte algo de sí mismo en su creación; ha buscado y encontrado algo, tal vez un reflejo de su propio don creativo. Picasso reflejó esta actividad infantil con el arte 97 Tina Bruce da un ejemplo de un niño que comienza a explorar, a través de la imitación no sentimental, los muy diversos pensamientos, sentimientos y experiencias de otra persona. “Una niña nueva que se llamaba Jo se incorporó a una clase de guardería. Jo tenía un brazo artificial. Dos de las niñas, Nadia y Jody, quedaron fascinadas cuando se lo quitó a la hora de los cuentos porque no quería tenerlo puesto todo el tiempo. Por la tarde, las niñas jugaron juntas, y Nadia era Jo. A través del juego, Nadia se adentró en un mundo distinto al suyo, en el que no tenía brazos. Utilizó todo lo que sabía sobre el uso de los brazos y llegó a comprender a Jo desde una nueva perspectiva” (Bruce, 1994, p. 117). comportaría el tripulante de una nave espacial? ¿Qué temores puede albergar? ¿Cómo se enfrentaría a los problemas?); “Esta es la puerta de mi jardín de infancia” (Ahora puedo ser tan amable o desagradable como mi propio profesor); “¿Eres un ratón?” “No, soy un príncipe” (Así que tienes que tratarme de forma muy diferente); “¿Qué puedo ser yo?” (¡Lo que quieras!). Las preguntas “¿Quién soy yo en este juego?” y “¿Cómo debo comportarme como mi nuevo ser?” son una preocupación importante para la mayoría de los pequeños jugadores. A través del juego imaginativo y sobre todo a través del juego sociodramático, los niños pueden expresar y explorar sus propios puntos de vista y sentimientos, y como observa con gran perspicacia Jane Hislam, también pueden explorar sentimientos que no son necesariamente los suyos propios (Moyles, Hislam et al., 1994). En mi opinión, a través de su propio juego, los niños pueden fomentar y desarrollar las mismas cualidades que ofrecerán un poderoso antídoto contra la “enajenación cultural” que amenaza a nuestra sociedad hoy en día. Confiando en la sabia tutela del espíritu del juego, los educadores podemos participar en la creación de un futuro social. En el “rápido, ahora, aquí, siempre” de sus juegos, los niños aprenden qué significa ser humano. Necesitan nuestro apoyo y comprensión en esta abrumadora tarea (Eliot, 1942). En la magia de la imitación empática, que es muy diferente de copiar, los niños viven la experiencia del otro de forma imaginativa. Luego, guiada por el espíritu inspirador del juego, empieza a despertarse la habilidad de leer los pensamientos y sentimientos de los demás y comienza el camino hacia la alfabetización emocional. La mayoría de los niños con autismo no tienen esta capacidad. En su libro, The Development of Play, David Cohen sostiene que aunque los niños autistas juegan con objetos —moviéndolos a su alrededor y demás— casi nunca participan en juegos imaginativos o de simulación. Sugiere que esto es debido a que a los niños autistas les resulta imposible desarrollar una teoría de la mente del otro. Como los adultos con síndrome de Asperger, saben lo que son las lágrimas, pero no lo que significan. La mayoría de los niños autistas son incapaces de percibir lo que puede pensar o sentir otra persona porque, lamentablemente, están encerrados en su propio mundo (Cohen 1996, 166). Bibliografía Ball, Sir C. Documento Start Right. RSA, 1994. Bruce, Tina. Time to Play in Early Childhood Education. 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Antes se decía que los niños se desarrollaban conforme a sus instintos e impulsos. Luego entraba en juego el entorno y el niño aprendía a contener sus instintos. La conciencia se desarrollaba a partir de este proceso. Hoy en día, la ciencia reconoce un tercer elemento de gran importancia; se refiere al “yo” o individualidad del niño, que busca y se abre camino en el mundo. Es la capacidad de iniciativa que está presente desde el principio. El niño es un ser de voluntad. Esta realidad me llamó la atención cuando mi nieto se sentó a la mesa y la aporreó una y otra vez con la cuchara. Lo colocaron en el suelo, pero siguió moviendo el brazo. Tanto movimiento, como si estuviera avanzando hacia el futuro. Luego comenzó a subir las escaleras, cada vez más arriba, hasta que llegó el momento en que se cayó por las escaleras, pero no le importó. Empezó a subir otra vez. Esta es la voluntad que está asociada con el cuerpo, pero existe también otra voluntad. Es como la otra pierna con la que camina el niño o la otra ala con la que vuela. Es la enorme confianza y seguridad con que el niño se enfrenta al mundo. En el niño pequeño esta apertura y confianza son enormes y esta es una de las razones por las que un niño muy pequeño puede parecer tan grande, aceptando el mundo tal cual es. Una familia fue a visitar a unos amigos que tenían un bebé recién nacido, uno de los niños invitados dijo a su hermana pequeña: “¡Qué pequeño es el bebé!” La niña respondió: “Ay, no”. “Mis hermanos son pequeños, pero el bebé es muy grande”. El Dr. Daniel N. Stern, catedrático estadounidense de psicología, escribió un excelente libro titulado Diary of a Baby. Describe cómo el bebé rebosa de iniciativa desde el principio. A partir del séptimo mes, el niño comienza a notar algo en sí mismo y también algo en su madre. El niño comienza a buscar a su madre con plena fe y confianza. La madre es quien guía al niño y hay un momento alrededor del octavo o noveno mes cuando el niño solo quiere estar con su madre. Después de este período, el niño vuelve a abrirse más ampliamente a los demás. La imitación vive y se mueve en el niño con esas dos piernas o alas: la que se abre al mundo interiormente desde el cuerpo y la que se abre al mundo con confianza. ¿De dónde proceden estas dos fuerzas? A través de esta confianza, el niño queda firmemente orientado hacia los seres humanos, se adentra en el mundo al contemplar la cara de 100 abuelo con un bebé en su regazo y se dio cuenta de que él era el bebé, visto desde arriba. su madre. Aquí actúa una ley muy importante: El niño desarrolla su propia individualidad a través de otras personas. A través de la calidez de los demás se desarrolla su propia calidez. Cuando visité Monte Azul en la favela de Sao Paulo, el centro desarrollado por Ute Kramer, me impresionó profundamente la clínica donde nacen los niños. La madre y el bebé permanecen allí durante tres días y los padres también pueden dormir allí. Es un lugar maravilloso, y durante tres días el niño puede experimentar el mundo en su calidez y belleza. El niño puede abrirse con plena confianza. El papel de la madre, o persona que ejerce de guía, fue observado por el Dr. Spitz, que comparó dos hogares para niños. Eran muy similares en cuanto a higiene, etc., pero uno era un orfanato para niños sin padres, mientras que en el otro los niños recibían dos veces al día la visita de sus madres, que estaban en la cárcel de al lado. ¿Qué pasó con los niños? El desarrollo de los niños del orfanato era mucho más lento. Aprendían a caminar y hablar mucho más tarde que los niños que veían a sus madres con regularidad. Un tercio de los huérfanos falleció antes de cumplir los seis años. No encontraban el camino a sus cuerpos, los niños necesitan una persona que ejerza de guía para encarnarse en su cuerpo. Se produce un diálogo muy sutil pero muy importante entre el niño y sus padres. El niño inicia la conversación cuando llega a la tierra, a sus padres. Rudolf Steiner, en sus conferencias de La Haya, dijo: “El niño ha llegado a nosotros desde el mundo espiritual”. Ahora la madre puede responder, y es importante que lo haga. Ella habla, y cómo habla es de suma importancia, lo que importa no es lo que dice, sino cómo responde a su hijo. La ciencia moderna lo llama la respuesta intuitiva de los padres. El niño también tiene una intuición que surge de su voluntad. La madre puede percibir lo que necesita su hijo. ¿Cómo lo hace? Lo hace a través del amor. El niño siente amor por el mundo entero, y esto se refleja en el amor de la madre por el niño. Surge un profundo amor por este niño que la ha seleccionado como madre. Cuando yo era niño y estaba enfermo, ponían mi cama al lado de la de mi madre. Yo lo agradecía y lo expresaba diciendo: “Mi madre me cura durmiendo”. A través de esta apertura al mundo y el sutil diálogo con la madre, el niño encuentra el camino a su propio cuerpo, pero Rudolf Steiner hablaba de algo más que el cuerpo físico. También hablaba del cuerpo etérico o vital, el cuerpo astral y el “yo”. ¿Qué significa que lo etérico nazca alrededor de los siete años? El cuerpo etérico tiene dos aspectos; un aspecto tiene que ver con la naturaleza o el lado natural de lo etérico que ayuda a desarrollar el cuerpo físico. En este diálogo, hay dos voces; el niño comienza y la madre responde. Su ser es un complemento de la confianza del niño que ayuda a su individualidad a encarnarse en el mundo. Los niños no están plenamente en sus cuerpos, sino que flotan sobre ellos, contemplándose a sí mismos. Un hombre describía dos fuertes experiencias que parecían ser recuerdos de cómo se veía a sí mismo desde arriba cuando era niño. En una de ellas veía una colina de arena y se veía a sí mismo como niño subiendo la colina, viéndolo desde arriba. En otra ocasión, vio a un Pero también existe un aspecto cultural que está relacionado con el desarrollo de la conciencia, porque se relaciona con la memoria y el pensamiento. Experimentamos este lado cuando estamos cansados y descubrimos que no podemos recordar las cosas. Es más fácil pensar por la mañana cuando lo etérico se encuentra revitalizado. El nacimiento de lo etérico en el niño se produce por etapas. Durante el primer tercio del primer período de siete años, lo etérico se libera 101 y Gretel”?”. El niño respondió: “Porque ellos piensan como yo”. de la cabeza. Lo vemos en los dibujos de los niños: ¡todos esos círculos! En el segundo tercio, nace lo etérico del sistema medio; ahora comienza el juego rítmico y podemos ver cómo se desarrolla esa esfera media en los dibujos. En el último tercio, desde aproximadamente los cinco a los siete años, lo etérico se libera de las extremidades y el sistema metabólico. Ahora la voluntad se desarrolla con mayor intensidad y los niños pueden concentrarse en una tarea durante mucho más tiempo. Durante este período también surge la cuestión de la muerte. Un niño de cinco años, por ejemplo, hablaba sobre lebensmittel. Esta palabra alemana que significa alimento contiene leben, que significa “vida”. “Lebensmittel” — decía el niño— “Eso es lo que comemos para no morirnos ¿verdad?”. Esta es una observación típica de esta edad. A veces observamos los cuentos de hadas desde el punto de vista anímico o psicológico; podemos descubrir ciertas verdades de esta manera, pero los cuentos de hadas también tienen una base fisiológica. Por ejemplo, “Blanca Nieves y Rosa Roja” ofrece imágenes maravillosas de las fuerzas de simpatía y antipatía. Blancanieves siempre mantiene cierta distancia. Cuando se encuentra con el enano, saca sus tijeras y le corta parte de la barba. Por la noche, es ella quien cierra la puerta de la casa, es la niña del invierno. En cambio, Rosa Roja es la niña del verano que se despierta temprano y sale a recoger flores para su madre. Abre la puerta cuando alguien llama, cuando se encuentra con el enano, quiere ir a buscar a los demás para ayudar. Es la niña extrovertida, rebosante de las fuerzas de la simpatía. También durante este último tercio, los niños dominan sus extremidades más plenamente. Vemos cómo cada vez están más listos para ir al colegio en las áreas de desarrollo físico, vida social y pensamiento. Ahora el niño quiere aprender. Me he dado cuenta, al observar el primer grado de una escuela, que el jardín de infancia está estrechamente relacionado con el primer grado. Todavía se dedica mucho tiempo al juego y también se trama un tejido a través de la narración de cuentos. Las historias narradas son cuentos de hadas, igual que en el jardín de infancia. Los cuentos de hadas son historias con imágenes reales que surgen de la esencia más profunda del ser humano. Su inspiración no surgió de los intelectuales, sino de gente muy sencilla que escuchó las historias y las repitió. Estos son los verdaderos cuentos de hadas. También hay cuentos de hadas más pensados, en particular los cuentos de hadas de Anderson, pero también las historias de Tolkien y C.S. Lewis. Las flores que recoge son, probablemente, de todos los colores; son tan variadas como el conjunto de procesos del sistema digestivo: verdes como la hiel, rojas como la sangre, marrones como los intestinos. En “El lobo y las siete cabritillas”, cuando llega el lobo, las siete cabras se esconden. Una se esconde en el fregadero, otra en la cocina, otra en la caja del reloj, y así sucesivamente. Hay imágenes ocultas en los cuentos de hadas, y se podría decir también: Una se esconde en los riñones, otra en el hígado, otra en el corazón, y así sucesivamente. Esta unión de la psicología y la fisiología significa que las fuerzas etéricas, a las que recurrimos cuando narramos el cuento de hadas, nunca se separan o extraen del cuerpo. Después de haber estado en la conciencia (como fuerzas de creación de conciencia), vuelven a los procesos fisiológicos a los que pertenecen y donde desarrollan el cuerpo. Tras escuchar un cuento de Anderson, un niño dijo: “Esa historia me cansa mucho”. El adulto le preguntó con delicadeza: “¿Por qué no te cansan los otros cuentos de hadas, como “Hansel Regresemos ahora al “yo” o ego, y la forma en que se encarna en el cuerpo etérico y a través de él en el cuerpo físico. Lo hace en tres fases: 102 este puede detenerse durante un período de transición, pero luego vuelve a empezar. El profesor de jardín de infancia aprende a trabajar con esta atmósfera etérica. Si parece demasiado fría, la templa, si es demasiado rápida, la frena, y si es demasiado lenta, la acelera. En el primer período de dos años y cuatro meses, se despiertan los sentidos. En el segundo período de dos años y cuatro meses, la fantasía y el juego ayudan a desarrollar el cuerpo. En el último período de dos años y cuatro meses, el trabajo y el juego relacionado con el trabajo de los adultos ayudan a desarrollar el cuerpo. Volviendo a revisar las tres fases de los primeros siete años, en la primera fase se encuentran las impresiones sensoriales. Todo se asimila a través de los sentidos, y lo físico debe reflejar lo etérico. La mesa de las estaciones es una imagen de esto, con su cambiante variedad de conchas, frutos secos, nabos y velas, y las muchas otras cosas que incluimos en ella durante el año; es la vida, es una imagen del Paraíso. Podemos colgar de la pared la Madonna Sixtina o una imagen de cuento de hadas, pero debe tener una cualidad atemporal o eterna, como la Madonna Sixtina. Para que todo esto suceda es necesario un ambiente especial. Es un ambiente etérico, como en un jardín. Este ambiente especial de jardín debe crearse en el jardín de infancia. ¿Cómo podemos imaginarlo? Cuando nos imaginamos una planta, la vemos pasar por las etapas de crecimiento: de semilla a planta, a flor y a fruta. Esto lleva tiempo, y la naturaleza de lo etérico corresponde al tiempo. Se necesita tiempo para que algo prospere, los procesos de crecimiento están también relacionados con el tiempo cósmico y la acción del sol, la luna y los planetas. El tiempo etérico es además pausado. La prisa viene del cuerpo astral, que nos dice: “Haz esto, haz eso, pero antes de eso, haz esto, etc.” Los procesos etéricos necesitan tiempo para madurar: un tiempo continuo, constante. La ropa del profesor de jardín de infancia también es de gran importancia. El drapeado de las prendas griegas o las túnicas todavía usadas por los hombres de Oriente Medio son imágenes del cuerpo etérico. Este es también el motivo por el que los ángeles siempre se representan con túnicas. En la euritmia las prendas también reflejan lo etérico, no existe una fuerte separación de las piernas con el cuerpo en su conjunto. La ropa se asocia con diferentes formas de trabajo y desempeña un importante papel en la vida. Este principio también es aplicable a la ropa del profesor de jardín de infancia, los niños observan su suavidad, color y otras cualidades. Durante mi niñez, la vida parecía atemporal y eterna. Ahora como doctor veo que cuando tengo una cita con un niño y su familia, debo tener cuidado de no perder la noción del tiempo. En presencia de un niño puedo dejar que la cita se prolongue demasiado. Esta atemporalidad está presente en los cuentos de hadas y puede escucharse en la última línea: “Y colorín colorado, este cuento se ha acabado”, o “y fueron felices y comieron perdices”. En la segunda fase de la primera infancia, el habla y el lenguaje desempeñan un importante papel en la creación del cuerpo físico y también en el movimiento del cuerpo etérico. La inteligencia futura del niño está relacionada con el lenguaje que penetra en el cuerpo etérico y se convierte en inteligencia. Un lenguaje rico ayuda a desarrollar el cuerpo y la inteligencia. El lenguaje surge en el niño cuando las manos y los Cuando entramos en un jardín de infancia Waldorf, podemos sentir este estado de ánimo etérico. Existe la atemporalidad;es como acostarse en una pradera de montaña y oír crecer la hierba. Se oye cierto murmullo en el jardín de infancia, 103 debe adaptarse a ellos y no ser todavía dramática. El niño sigue viviendo en el reino etérico y las fuerzas de crecimiento conectadas a él. Los niños se sumergen y habitan en lo etérico. El drama se introduce cuando brotan las flores, que está relacionado con el reino astral. brazos ya no son necesarios para la locomoción. Es un proceso creativo, todo se crea a partir de la Palabra. Cuando una palabra está llena de imágenes, el niño lo experimenta y quiere decirlo, esto contribuye también al desarrollo del cuerpo. Hermien Yserman es una escritora holandesa de libros infantiles que guardan una relación especial con el lenguaje. Los niños disfrutan con sus libros y el maravilloso modo en que utiliza las palabras para hacerlas cobrar vida. Rudolf Steiner describía este aspecto vivo de las palabras en relación con la palabra “bad”, que en alemán significa baño. El sonido de la “b” nos envuelve, la “ah” nos cubre con agua tibia y la “d” nos anima a permanecer en ella. Hoy en día, ya hay demasiado drama presente en los niños de jardín de infancia. Florecen antes de tiempo. Dejemos que duerman de nuevo, y esto significa hacerlos participar en actividades, porque en la voluntad estamos dormidos. Dejemos que participen en todas las maravillosas actividades como elaborar el pan, cocinar y demás. En la antigüedad la gente vivía en su lugar de trabajo y tenía tiempo para todo. En sus libros, Laura Ingalls Wilder describe el maravilloso ritmo de las tareas domésticas, que comenzaban con lavar el lunes y planchar el martes y terminaban con hornear el sábado y descansar el domingo. También sentimos la magia de la palabra en el cuento de hadas de los hermanos Grimm “La casita del bosque”, en el que se repite una línea varias veces: “Gallinita linda, gallito gallardo, vaquita de colores, ¿qué decís ahora?”. Y ellos responden: “Duks”. Duks no es una palabra, pero todo el mundo lo entiende. Cuando los niños tienen la oportunidad, observan con gran interés la labor de un artesano. Por ejemplo, ven al herrero y absorben sus gestos y, más tarde, los representan. Estos gestos de trabajo desarrollan el cuerpo. Cuando un niño tiene la oportunidad de hacer muchos tipos de trabajos en los primeros siete años, es capaz de desarrollar su cuerpo en formas diferenciadas. Su cuerpo se convierte en un instrumento con una gran variedad de tonos y colores. Se trata de un cuerpo en el que la individualidad puede adentrarse y vivir de por vida. Otro aspecto muy importante de estos rítmicos años intermedios es la danza. Sería positivo que los padres hicieran euritmia con sus hijos, ya que desarrolla los órganos. Pero, ¿qué clase de euritmia sería esta? No es una euritmia para el escenario, sino una euritmia especial que los niños puedan imitar. Con un simple gesto, podemos mostrar un gato lamiendo leche de un cuenco. Cómo disfrutan los niños con la “m” de minino y de miau. En conclusión, podemos decir que los niños de hoy nacen en un mundo casi sin envolturas. La envoltura de la familia no está presente como antes, la envoltura de la Iglesia prácticamente ha desaparecido. Han desaparecido todas esas envolturas, y esto es apropiado, porque estamos en la era del individuo, pero para el niño es un mundo sin envolturas. Podríamos decir que el niño actual no tiene hogar. Rudolf Steiner comparaba el crecimiento de los niños con el crecimiento de las plantas. Los niños más pequeños son como hongos, porque todavía están dormidos. Luego vienen los helechos, y los niños de jardín de infancia son como los árboles de hoja perenne. No llegamos a la planta con flores hasta el primer grado. Para el niño de jardín de infancia todo debe permanecer en el verde reino etérico. Su euritmia ¿Qué se pide de nosotros? En primer lugar, crear nuevas envolturas, para crear un entorno 104 y oímos, podemos ayudarnos mutuamente a llevar a cabo nuestras intenciones. Si lo sabemos, entonces resuena un sonido. Rudolf Steiner decía: “El niño ha abandonado el mundo espiritual para llegar a nosotros. Necesitamos resolver su enigma de día en día y de hora en hora. Esa es nuestra labor”. que sea digno de imitación. Además, podemos reconocer que el niño está sin hogar porque tiene otro hogar, y este se encuentra en el mundo espiritual. El niño llega a la tierra con un plan, una intención; quiere hacer algo aquí. Cada uno tiene su propia intención. Estos niños recién nacidos rejuvenecen el mundo, lo renuevan constantemente. Cuando realmente escuchamos 105 Preparación para el jardín de infancia y la escuela Preparación para el jardín de infancia por Dra. Elisabeth Jacobi cuerpo etérico, la cabeza del niño se vuelve independiente y comienza a pensar alrededor de los dos años y medio. Pero la “experiencia del yo” aún no se produce plenamente hasta que el niño tiene tres años. El niño solo empieza lentamente a hacer contacto verbal con otros niños cuando ha completado este paso. Esto se logra alrededor de los cuatro años. A esa edad, con frecuencia ya se ha completado el desarrollo del habla, pero no siempre. Los niños que aún no pueden pronunciar los sonidos “g-k-ch” tienen dificultades en el desarrollo de la voluntad; mientras que los niños que tienen dificultades para pronunciar “s-sch-st” están menos desarrollados intelectualmente en algunos casos. La cuestión de si hay un período de preparación para el jardín de infancia se ha convertido en una cuestión urgente en Europa en los últimos años. No hace mucho tiempo, según nuestra experiencia, los niños casi nunca entraban al jardín de infancia hasta casi cumplidos los cinco años. No había plazas. Sin embargo, con el descenso de la tasa de natalidad, queda disponible un número cada vez mayor de plazas de jardín de infancia y entran a ocuparlas los niños más pequeños. Los jardines de infancia quieren cubrir las plazas y las madres están encantadas de poder llevar a sus niños al jardín desde que son pequeños. Por tanto, la edad de los niños que llegan a estos centros se ha reducido hasta tal punto que es necesario clarificar en qué consiste la preparación de un niño para el jardín de infancia. La independencia de los niños depende en gran medida del hogar paterno. Si el niño puede vestirse solo, si va limpio, si puede usar el baño por sí solo son, sin duda, aspectos esenciales para el jardín de infancia, pero estos factores no determinan por sí mismos si el niño está preparado para ir al jardín de infancia. Debemos hacer caso omiso de las necesidades externas para llevar a los niños al jardín de infancia temprano; ya sea que la madre tiene que ir a trabajar o que el ambiente en el hogar es tal que es conveniente alejar al niño tan pronto como sea posible. La pregunta esencial que debemos contestar es: ¿Cómo puedo saber si un niño está realmente preparado para el jardín de infancia? Debemos prestar atención a la resistencia física y mental del niño. ¿Puede el niño aguantar cuatro horas (el período normal del jardín de infancia en Alemania) sin necesitar una siesta? ¿Es el niño propenso a contagiarse de cualquier resfriado en el jardín de infancia y caer enfermo? ¿Está el niño suficientemente desarrollado Al hablar, los niños de hoy en día a menudo dicen “yo” a partir de los dos años. En el 109 tienen prácticamente una capa protectora sobre sí mismos que los mantiene en su mundo. Si llevamos a un niño así al jardín de infancia, esta envoltura se rasga al cabo de aproximadamente tres semanas y tenemos ante nosotros un “pajarito sin plumas”. Esto puede ocurrir incluso si el niño visita el jardín de infancia por horas, y la envoltura rasgada no puede repararse simplemente retirando al niño de ahí. Esta retirada de la envoltura protectora se produce de forma natural entre los tres años y medio y los cuatro años. Solo entonces estará el niño realmente listo para el jardín de infancia. Cuando hacemos que este proceso avance de forma prematura, estamos haciendo algo parecido al aprendizaje temprano de la lectura. Por supuesto, un niño protegido por esa envoltura aporta una gran dosis de fuerzas celestiales y calidez de alma a los profesores de jardín de infancia. La consecuencia es que estos últimos expresan un afecto especial por los más pequeños, pero es un aspecto que se entreteje de forma natural entre padres e hijos y, en particular, entre la madre y el niño. Ninguna otra persona debe interferir de manera directa. Hago hincapié una vez más en que estoy hablando desde el punto de vista de un médico, y que no se han abordado los deberes sociales y socio-pedagógicos en situaciones de emergencia y familias bajo presión. para enfrentarse a las enfermedades infantiles, o supondría una exposición prematura en determinados casos? El niño ya debería haber comenzado a desarrollar el sentido del tiempo. Debería también haber superado la primera fase de desafío que todavía corresponde al descubrimiento del “yo”. Debe ser capaz de tolerar a otros niños, especialmente muchos otros niños. Un niño pequeño juega solo, corre hacia los otros, observa, tal vez toma algo y sigue jugando solo, incluso cuando hay muchos otros niños en el aula. El niño es muy imitativo, pero la imitación surge casi siempre horas o días más tarde, no de forma inmediata. Solo considero a un niño preparado para el jardín de infancia cuando puede imitar de forma espontánea y puede jugar con otros niños. La pintura y el dibujo también dependen en gran medida de cómo se introduzcan estas actividades en casa. No parece haber consenso en cuanto a la preparación para el jardín de infancia en este ámbito, a menos que se conozcan bien las reglas de cómo el desarrollo del niño se refleja en el lenguaje del dibujo. Pero es importante que el niño de jardín de infancia sepa reconocer el peligro. El niño necesita esta capacidad, entre otras cosas, para salir de paseo en el jardín de infancia. Además, los niños en el jardín de infancia ya deberían ser capaces de salir a dar un paseo sin interrupciones, sin detenerse en cada pequeña piedra. Los niños también deben ser capaces de abstenerse de pelear con otros niños. Así que la cuestión de la preparación para el jardín de infancia debe examinarse muy seriamente caso por caso. Los aspectos comerciales o emocionales no deben desempeñar un papel en este sentido y, en sí mismo, que se ejerza presión para llevar al niño al jardín de infancia no debería ser un factor decisivo. El profesor comparte la responsabilidad por la salud del niño especialmente en los primeros siete años. Cuando examinamos al niño de jardín de infancia como médicos, observamos cierta independencia interior o incluso audacia en el niño, y tenemos la impresión de que, sí, este niño está en su sitio. Hasta los tres años los niños 110 El nacimiento de lo etérico: La transformación de las fuerzas de crecimiento en fuerzas de pensamiento por Dra. Michaela Glöckler descubrir qué resultados de la investigación espiritual se ajustan a la realidad de la vida. Rudolf Steiner decía una y otra vez: “No se limite a creer en algo: ¡demuéstrelo!”. Observemos los resultados de la investigación espiritual para entender las fuerzas etéricas en el niño. Es posible demostrar y trabajar con la cualidad especial de las fuerzas etéricas. En la medicina antroposófica, tenemos una situación similar a la que existe en el jardín de infancia Waldorf. Rudolf Steiner e Ita Wegman dieron muchas indicaciones sobre la medicina antroposófica que son muy útiles, pero deben ser reexaminadas año tras año para poder entender de un modo cada vez más detallado por qué una determinada medicina es la correcta. Lo mismo sucede en el jardín de infancia Waldorf. Podemos pintar una habitación de color rosa, colgar una Madonna Sixtina, poner una cesta de telas, piezas de madera, etc., aprender algunas historias y canciones y creer que esto es un jardín de infancia Waldorf. Sin embargo, hay que seguir adelante para entender el porqué de lo que se hace, intentar diferenciar y seguir desarrollando el trabajo. Por ahora, podemos entender esta ilustración como una imagen de las fuerzas etéricas y de cómo actúan: Lo etérico en el niño guarda una estrecha relación con el pensamiento. Podemos pensar de forma constructiva y eso es saludable; podemos pensar con nuestros pensamientos regenerativos y sanadores, porque la vida del pensamiento en los niños mayores y adultos es igual que las fuerzas de crecimiento que observamos en el niño pequeño. Estas fuerzas de crecimiento se transforman en fuerzas de pensamiento. Si una persona posee conocimientos, puede abrir el camino a los demás hacia conocimientos más elevados. Incluso si usted no es un iniciado, podrá Esfera del pensamiento Vida consciente Vida biológica Subconsciencia Las fuerzas etéricas desarrollan el cuerpo durante el embarazo y después del nacimiento hasta los veintiún años. No somos conscientes de su actuación en nuestro cuerpo físico, sin embargo, a medida que quedan libres de su actuación en el cuerpo físico, empiezan a actuar en la vida del pensamiento y podemos llegar a ser conscientes de ellas. Por ejemplo, cuando los procesos vitales o las fuerzas etéricas actúan en 111 las manos y los pies se vuelven más hábiles y aprenden a construir y reconstruir. el hígado, no somos conscientes de ellos, pero la manera en que organizamos nuestras ideas corresponde a la esfera superior y consciente. Esa esfera podemos examinarla relativamente bien. Desde cierto punto de vista, es el sistema nervioso el que se desarrolla en los primeros siete años y, en el caso del sistema rítmico, el desarrollo se lleva a cabo principalmente entre los siete y los catorce años. En el caso del sistema metabólico, su desarrollo culmina entre los catorce y los veintiún años. Por lo tanto, en las clases de los siete a los catorce años el profesor se comunica con los estudiantes utilizando el lenguaje de tal forma que se sienten conmovidos. El lenguaje estimula la simpatía y la antipatía, y esto estimula la maduración de los órganos rítmicos, el corazón y los pulmones. Se necesita tiempo para desarrollar los órganos de los sentidos y los nervios, y este proceso continúa hasta los nueve años. Por ejemplo, el ojo no madura hasta alrededor de los ocho años, la perspectiva no se desarrolla hasta ese momento. Un niño de nueve años puede usar correctamente una jarra para llenar un vaso porque puede juzgar a qué distancia de su cuerpo debe sostenerla. Un niño en edad preescolar no puede hacerlo porque aún no ha desarrollado la perspectiva. Si maltratamos los ojos a una edad temprana viendo la televisión, que es bidimensional, o por otros medios, el órgano quedará dañado. Ciertas cosas pueden repararse, pero el órgano en sí no puede cambiarse. El corazón, la circulación y los pulmones continúan desarrollándose hasta los dieciséis años. Los niños no deben recibir entrenamiento en atletismo hasta que el sistema rítmico esté desarrollado alrededor de los dieciséis años. Los huesos continúan desarrollándose hasta los veintidós años. Hay una maduración de los sistemas metabólicos y hormonales. Por tanto, a lo largo de los primeros dieciocho a veintidós años el cuerpo se desarrolla no como un todo sino órgano por órgano, sistema por sistema. Al observar el desarrollo de los tres sistemas del cuerpo físico —los sistemas metabólico, rítmico y neurosensorial— vemos que los tres se ven afectados por las tres acciones que el niño experimenta en los primeros tres años. Los procesos de alcanzar la posición erguida y caminar, que se producen a finales del primer año, estimulan el desarrollo del sistema nervioso sensorial. El desarrollo del lenguaje a finales del segundo año contribuye al sistema respiratorio y rítmico. El proceso del pensamiento del tercer año ayuda a desarrollar el sistema metabólico y de las extremidades. Mientras los niños juegan en este período, El anterior diagrama puede parecer confuso, porque generalmente hablamos de cómo el niño en los primeros siete años trabaja con el sistema metabólico y de la voluntad. Esto es cierto, pero aunque decimos que los primeros siete años son el período de la voluntad, también decimos que el niño es un órgano sensorial. El sistema nervioso se desarrolla a través del movimiento físico. La medicina tradicional lo entiende y recomienda la gimnasia para estimular el sistema nervioso de los niños con lesiones cerebrales. Hasta los nueve años, el niño debe moverse y estar tan activo como sea posible con el fin de desarrollar su pensamiento. El profesor de jardín de infancia utiliza el movimiento para enseñar al niño, y es el movimiento lo que ayuda al niño a desarrollar el sistema neuro-sensorial. El movimiento es la mejor educación para estimular el cerebro. Al nacer, nace el cuerpo físico, pero el cuerpo no se utiliza como un instrumento del “yo” hasta los tres años. A los siete años, nace el cuerpo etérico, pero lo etérico tarda dos o tres años en 112 y de los cuarenta a los sesenta años, las fuerzas corporales comienzan a disminuir, y el cuerpo se va debilitando. convertirse en un instrumento. A los catorce años, nace el cuerpo astral, pero no controlamos los sentimientos hasta los dieciséis o diecisiete años. Del mismo modo, a los veintiún años nace el ego, pero no nos tomamos la vida en serio hasta los veintitrés años. Siempre hace falta un par de años después del nacimiento de un cuerpo para que comience a funcionar con una sensación de dominio. 0–20 La vida de los pensamientos crece año tras año a medida que las fuerzas físicas quedan libres para pensar. Observemos el desarrollo del adolescente. A partir de los catorce años el joven desarrolla pensamientos que no incluyen imágenes sensoriales, alrededor de los dieciséis, puede llegar a ser muy idealista. Ya no necesita que los profesores le cuenten los hechos y le inviten a creer, en este momento se convierte en su propio maestro. Si los órganos de la voluntad han madurado, esta maduración de los procesos de pensamiento ocurre alrededor de los dieciséis años. Se desarrolla la capacidad de juzgar y sopesar, y esta capacidad surge de las fuerzas metabólicas adultas. 20–40 Un período de equilibrio en el que no percibimos tan intensamente nuestros propios cambios y crecimiento. 40+ Al envejecer, las fuerzas espirituales pueden aumentar cada vez más mientras las fuerzas físicas pueden disminuir. Los libros del Dr. Raymond Moody sobre las experiencias cercanas a la muerte muestran que cuando uno está borde de la muerte se experimenta una gran claridad del pensamiento. La muerte es el momento de la más pura claridad y conciencia. Si nos fijamos en los pensamientos maduros de los adultos, veremos que el adulto necesita poder guiarse a sí mismo en la vida del pensamiento; el adulto “camina” en su pensamiento. Debe considerar, por ejemplo, si un pensamiento es agradable o desagradable, y también necesita imágenes de la vida del pensamiento. Esto ahora se convierte en una actividad de pensamiento puro, y el adulto puede encontrar las leyes de cómo funcionan las cosas. Todo lo anterior encaja paso a paso y de esta manera los diferentes sistemas — metabólico, rítmico y neurosensorial— se ayudan mutuamente a desarrollarse. ¿Qué ocurre con las fuerzas etéricas en la vida del niño de jardín de infancia? La sabiduría de la vida se encuentra en lo etérico. No debemos imaginar lo etérico como una nube apacible, toda difusa y de color de rosa. Lo etérico es el cuerpo de la sabiduría y la verdad. Las fuerzas etéricas participan en el desarrollo del cuerpo. Las mentiras destruyen la sabiduría y la vida del ser humano y perjudican lo etérico, todo lo que es falso perjudica a los niños pequeños. Por lo tanto, debemos crear un entorno basado en la verdad e integridad para el niño. La mañana en el jardín de infancia debe considerarse como un organismo, como un cuerpo, en el que todos los órganos encajan. Cada parte de la mañana debe encajar de forma armoniosa con las demás. Esto encaja con el modo de actuar de las fuerzas etéricas. Cuando nos fijamos en el desarrollo a largo plazo del ser humano desde el nacimiento hasta los sesenta años, vemos los siguientes patrones. El cuerpo experimenta un intenso crecimiento en los primeros veinte años. Luego vienen veinte años de relativa estabilidad en el cuerpo 113 ve formas de hacerlo mejor; es una expresión de las fuerzas interiores. Tenemos que realizar nuestra propia actividad artística cada día. No podemos simplemente alimentarnos de la creatividad de los demás. Toda acción humana puede transformarse y hacerse más bella a través de la fantasía creativa. Este es un proceso de autoformación. Para trabajar con los niños pequeños debemos convertirnos en artistas pequeños y humorísticos. Nuestras fuerzas etéricas surgen del mundo espiritual, proceden de las relaciones de los seres espirituales en ese mundo superior. Imaginemos dos ángeles con cierta relación entre sí; se trata de un proceso tremendamente activo y de él proceden nuestras fuerzas etéricas. Por lo tanto, con nuestros pensamientos, podemos llegar a todos los seres del mundo. Sabemos si alguien tiene pensamientos negativos sobre nosotros, porque nos conmueve etéricamente. Imaginemos si los seres superiores piensan; se libera una potente fuerza. Todo esto se refleja en nuestros pensamientos. Reflejamos esta sabiduría superior, no la llevamos en nuestro interior. La reflejamos y esta es nuestra primera relación con un conocimiento superior. Nuestros movimientos deben tener una calidad creativa y deliberada; no deben ser puramente mecánicos. Como profesores de jardín de infancia debemos estudiar euritmia tanto como sea posible, porque necesitamos algo más que la forma externa del gesto. Los movimientos de la euritmia están impregnados de las fuerzas vitales. El niño nos percibe como ejemplos y percibe que tenemos relaciones etéricas. Si el niño siente en nuestros gestos que nos preocupamos por el mundo físico, responderá a eso. Revelamos nuestras relaciones con nuestras actividades diarias, creamos una mañana así para los niños. Nos tomamos todas las cosas en serio: con alegría o tristeza. Si estamos lavando los platos y desearíamos estar fuera, entonces el niño siente que nuestras acciones son falsas y que está sucediendo algo esquizofrénico. Si nos gusta nuestro trabajo y creemos que es útil, el niño lo siente y responde a eso. Los niños con trastornos del habla necesitan hacer ejercicio. También es el caso de los niños que hablan demasiado o en el momento equivocado. Es el mismo trastorno, pero desde dos ángulos distintos. Debemos aportar tranquilidad a estos niños, debemos enseñar a los padres a colocar a sus hijos en el regazo y recitar poemas con claridad y buena dicción. Los impulsos de nuestro propio carácter y voluntad aportan cualidades de una naturaleza especializada a nuestros movimientos. A través de nuestra voluntad, aportamos un impulso a nuestros movimientos; a través de nuestra alma aportamos una cualidad; y a través de nuestro espíritu, aportamos significado. En esta auténtica relación de todas las cosas en el mundo, el niño desarrolla un organismo sano y bien formado, una organización sabia. Luego llega la independencia para poder dar nuevos pasos en la edad adulta y un interés en todas las cosas que existen en el mundo. El cuerpo etérico debe regenerarse continuamente; por ejemplo, con la evacuación intestinal diaria perdemos casi 200 gramos de sustancia celular que debe reemplazarse. Cada día mueren numerosas células, y nuestro cuerpo etérico debe regenerar nuevas células constantemente, no puede negarse a hacerlo. Del mismo modo, no podemos decir: “Hoy no voy a limpiar”. Repetimos una y otra vez lo que es necesario a fin de ayudar al cuerpo etérico a realizar su labor. P: ¿Puede hablarnos de la relación de la fantasía con la imaginación? El arte es un medio de regeneración. Un artista trabaja una y otra vez en su arte y siempre 114 “inteligencia del cuerpo” constituye la base para la “inteligencia del cerebro”. R: Las fuerzas etéricas actúan en el cuerpo físico y son liberadas gradualmente para convertirse en fuerzas de pensamiento. En ese proceso, atraviesan la esfera de los sentimientos, de las fuerzas interiores del alma, y adquieren la calidad de fantasía (Rudolf Steiner: “La fantasía es la fuerza del crecimiento proyectada a la esfera del alma”). A medida que avanza hacia el cerebro y las fuerzas del pensamiento, la fantasía se va bloqueando, ya que entonces es un proceso de muerte. Nos fijamos en una persona, y es un proceso etérico que deja una impresión a través del ojo de nuestro cuerpo etérico. Así es como recordamos nuestras impresiones, es un proceso de muerte. Las imágenes quedan fijas y deben morir para que haya espacio para algo nuevo. Estos pensamientos moribundos nos ayudan a organizarnos en el mundo, pero no son una ayuda para la vida interior. Para nuestras posibilidades espirituales, debemos mantener vivo el poder de la fantasía. De lo contrario, todo nuestro ser se verá afectado por el proceso de muerte. Por esta razón, los cuentos de hadas son importantes; en los cuentos de hadas, hay imágenes de fantasía que asimilamos como semillas en nuestra vida inconsciente y que más adelante surgen como pensamientos de la vida interior. P: ¿Podría hablar sobre los trastornos del habla en los niños pequeños? R: Es importante que amemos el habla y que pronunciemos nuestras palabras como seres vivos. Deben tener sentido, pero no son simplemente portadores de información. Los niños que tartamudean a menudo puede superar este problema más adelante si les motivamos a hacerlo. Cuando un niño de tres años tartamudea, el problema en la mayoría de los casos (alrededor del 95%) desaparecerá por sí solo. Tómese su tiempo y escuche, pero no pida al niño que repita. Hasta la edad escolar, toda capacitación del habla debe realizarse a través de juegos que contengan poemas, canciones y conversación, pronunciados con claridad y no demasiado rápido. La mayoría de estos niños no necesitan ninguna ayuda profesional adicional en la edad preescolar. P: ¿Cuál es su opinión sobre el problema de la masturbación en niños pequeños? R: Este es un problema del entorno. Si el niño no está interesado en su entorno, el niño se interesará por el cuerpo físico. Uno debe hacer algo con la esperanza de interesar al niño. Una forma de sanación es hacer que el niño participe en su entorno. Con respecto al desarrollo del organismo del niño, podemos estudiar los libros de fisiología y aprender sobre el desarrollo de cada órgano, porque cada uno tiene su propia curva de crecimiento. Después tenemos que conectarlo a la realidad del desarrollo espiritual. P: En cuanto a las fuerzas del calor y la ropa de abrigo, ¿qué debe hacerse respecto a los niños que se resisten a usar ropa de abrigo? El hecho más importante de la educación del niño en los primeros nueve o diez años es que el movimiento estimula el sistema nervioso sensorial. Cada movimiento hábil estimula el cerebro, porque se está ejercitando el cerebro. Debe percibir todos los movimientos y actividades. No es el discurso inteligente de los adultos lo que estimula el cerebro del niño, sino la propia actividad del niño. Debemos trabajar con los padres para ayudarles a comprenderlo. La R: Cada vez vemos a más niños de constitución débil a los que podemos ayudar con la ropa adecuada. En particular, necesitan muchas capas en la zona del tronco (pecho, estómago y espalda), porque esa es la zona de los órganos internos, que necesitan más calor. Cuando el tronco se mantiene lo suficientemente caliente, las manos y los pies también recibirán suficiente circulación. Las extremidades siempre están 115 trabajar juntos en cooperación. Si no tenemos un doctor antroposófico en nuestra comunidad, debemos buscar una relación con un doctor de otra comunidad. Esto nos permite llamarlo y describir los síntomas que se han descubierto en un niño y pedir consejo. De esta manera estamos creando un nuevo tejido social, que es sumamente necesario. más frías que la zona central (28 ºC en lugar de 37 ºC). Algunos niños se resisten a llevar ropa de abrigo. Tal vez la ropa esté hecha de fibras sintéticas. Es muy incómodo tener calor con ropa sintética. Además, en aproximadamente el 70% de los casos, el niño puede resistirse como forma de provocación. P: ¿Qué hay de los niños de hogares monoparentales? P: ¿Cómo ayudamos a los niños a resolver los muchos problemas a los que se enfrentan en la actualidad? R: Se suele hablar sobre una preocupación especial por los niños, especialmente si son chicos, que viven con la madre en un hogar monoparental, pero generalmente esos niños encuentran su propia figura paterna en la vida, posiblemente un tío, abuelo o vecino. Podemos asignarles un profesor, pero puede que no acepten al varón como ejemplo a seguir. R: A medida que creamos una conciencia sobre nuestra época, algunas personas describen un panorama verdaderamente sombrío. Por supuesto, existen muchos problemas. Podemos ver los problemas de los alimentos modernos, asociados a problemas ecológicos, y cómo están dando lugar a alergias en los niños. Podemos ver que los niños permanecen demasiado tiempo sentados y no dedican suficiente tiempo a su voluntad. Sabemos que los niños deben ver el mundo desde muchas distancias distintas y que cuando se sientan frente al televisor, solo lo asimilan desde una distancia. Vemos muchos otros problemas que la televisión ocasiona a los niños. Por ejemplo, los niños ven únicamente el aspecto externo de la persona en la televisión, no el ego de la persona. No utilizan la mayoría de los sentidos, especialmente los superiores. Por tanto, la televisión tiene un efecto desintegrador en los niños, en lugar de propiciar la integración. Los grupos de edades mixtas pueden ayudar a estos niños, así como a todos los niños, porque pueden actuar como una familia. Los niños más pequeños observan a los más mayores para ver hacia dónde se dirigen en su propio desarrollo, mientras que los mayores miran hacia atrás para ver de dónde proceden. El profesor debe distinguir entre las diferentes edades y crear un flujo artístico. El profesor auxiliar también puede participar en este proceso. Es conveniente para los niños integrar los grupos por edades. Debemos ayudar a los padres a dedicar al menos cinco minutos de conciencia cada día a cada uno de sus hijos. Del mismo modo, en el jardín de infancia, el profesor debería dedicar un momento personal a cada niño una o dos veces a la semana. En el ámbito de la dieta, vemos los problemas de los niños que consumen azúcar en cantidades significativas. El azúcar se digiere fácilmente en el tracto digestivo. Este proceso no consume energía. Ni siquiera necesitamos un estómago para digerir el azúcar, mientras que si creamos el azúcar a partir de alimentos más complejos, como el pan, necesitamos enormes cantidades de energía para digerirlo. Crear el azúcar requiere trabajo. Ingerir azúcar es parecido al proceso de las drogas. Una pequeña inyección y Hoy en día muchos niños necesitan la labor sanadora de un doctor o euritmista curativo. En la antroposofía sabemos cómo ayudar a los niños, pero no tenemos suficiente personal. Como profesores debemos ampliar nuestros conocimientos, pero no debemos intentar reemplazar a otras profesiones. Necesitamos 116 obstáculos importantes en nuestra voluntad, en nuestra vida emocional y en nuestros pensamientos. En la esfera de la voluntad, los seres humanos actuales se muestran muy inactivos, y cuando estamos inactivos, comenzamos a burlarnos e incluso odiar a quienes permanecen activos. El antídoto para sanar esto es nuestra propia actividad. En la esfera de los sentimientos, ocultamos los celos e incluso el odio con el pretexto de la crítica, y nos hemos convertido en una sociedad de críticos. Todo esto surge de un impulso de miedo. Nos asusta la capacidad de los demás y tenemos miedo de nosotros mismos. Podemos superar el obstáculo del miedo mediante el desarrollo del interés por los demás. De este interés, surge el amor. La simpatía no es amor, aunque muchos piensen que lo es, porque la simpatía cambia con demasiada facilidad. En la esfera del pensamiento, ninguna cultura conlleva tantas mentiras como la nuestra. Comienza con la pregunta automática de “¿Cómo está?” cuando la respuesta no nos interesa en absoluto, y la mentira pasa de ahí a la publicidad y muchos otros aspectos de la vida que se basan en la mentira. La cura para la mentira es amar la verdad. a continuación comienza toda una experiencia, toda una historia. Se hace con facilidad y requiere poco esfuerzo. Hoy en día también vemos muchos trastornos del sueño en las personas. La gente tiene dificultades para digerir sus experiencias vitales y esto da lugar a trastornos del sueño. Entonces usan fármacos para dormir que los dejan medio dormidos durante el día y medio dormidos por la noche. La antroposofía surgió durante este siglo para ayudarnos a entender todos los problemas de nuestros días. Sin estos problemas, no podríamos buscar el camino hacia la libertad, no necesitaríamos la antroposofía. Estos problemas están relacionados con el desarrollo de la libertad y, en este sentido, son dones. Debemos recordar que no es posible buscar la libertad sin algún error. Debemos llegar a apreciar, incluso a amar, los aspectos oscuros de la vida, por las nuevas posibilidades que surgen de ellos. De este modo, podemos desarrollar estos aspectos humanos y cristianos. No debemos decir: “La educación Waldorf prohíbe la televisión”. Más bien, es un esfuerzo por comprender a qué edad es un impulso saludable y a qué edad no lo es. A partir de los dieciséis años ver la televisión no supone un problema para el cuerpo y el alma. En cuanto a las vacunaciones, debemos saber qué posibilidades de desarrollo no tienen lugar con la vacunación. Cuando los padres se informan sobre este tema, a menudo entristecen y quieren encontrar una forma de superar las limitaciones de la vacunación. Podemos estimular el cuerpo desde el lado espiritual, desde la vida del pensamiento y el mundo de los cuentos de hadas. Lo etérico actúa en el cuerpo desde el interior y a través de los factores estimulantes del exterior. Cuando nos fijamos en los aspectos más peligrosos de nuestro tiempo, vemos que surgen Voluntad Sentimientos emocionales Pensamientos Inactividad Miedo Mentira Actividad Objeto del amor Verdad Las condiciones de la vida moderna Debemos aspirar al camino de la actividad, el interés, el amor y la verdad. Este es un camino que nos lleva hacia la libertad, y este es el camino del cristianismo. Cuando el ambiente del jardín de infancia se impregna del esfuerzo del profesor en estas áreas, los niños pueden desarrollar su individualidad y así encontrar la fuerza necesaria para superar las dificultades actuales. 117 Preparación para primer grado por Joan Almon trazar la línea de crecimiento al medir su altura y peso, por ejemplo. Sin embargo, el crecimiento transformador asume el crecimiento lineal pero va un paso más allá. Indica que en ciertos momentos cruciales del desarrollo de un individuo se produce una transformación análoga a la oruga que teje un capullo y emerge como una nueva criatura, una mariposa. Hay momentos en la vida en los que nos adentramos en un útero o capullo, atravesamos numerosos cambios para luego aparecer con una nueva forma. Ahora podemos volar en zonas donde antes solo podíamos gatear. Una de estas etapas transformadoras del crecimiento ocurre alrededor de los siete años. En ese momento, Steiner describe el nacimiento de un nuevo cuerpo, que denomina el cuerpo vital o cuerpo etérico. También describe otros dos períodos de nacimiento en el crecimiento individual. El siguiente se produce alrededor de los catorce años cuando nace el cuerpo de los sentimientos, o cuerpo astral. Y luego, alrededor de los veintiún años, nace el Ego o individualidad. Todos ellos están presentes en el ser humano desde la fase embrionaria, pero se encuentran en envolturas protectoras en las que crecen como el embrión en el vientre hasta que llega el momento de su nacimiento. ¿Qué significa cuando decimos que un niño muestra signos de estar preparado para primer grado, o como dicen los alemanes tan sabiamente, que el niño está schulreif (listo para la escuela)? Hay que fijarse en muchos cambios en la vida física, emocional, social y mental del niño, que podemos enumerar y observar de un modo relativamente objetivo. Pero también hay una diferencia cualitativa, más difícil de describir, pero que es muy importante percibir. El buen jardinero sabe de la noche a la mañana cuando una fruta está lista para la cosecha, y cuando este proceso se traduce a la infancia, se relaciona con la afirmación de Rudolf Steiner que a los seis o siete años nace un nuevo aspecto de la individualidad. Este nuevo nacimiento no es tan físico y definido como el nacimiento físico del niño, pero es un momento importante en el crecimiento del niño. Es la realidad subyacente a los muchos cambios que podemos observar entre los seis y los siete años. Comprender cómo ese nacimiento puede formar parte de la vida del niño requiere una imagen del desarrollo humano que va más allá del crecimiento lineal e incluye la imagen del crecimiento transformador. El crecimiento lineal se produce a lo largo de un continuo, y podemos pensar en la línea de crecimiento como una pendiente constante hacia arriba. Por lo tanto, vemos al niño crecer ante nosotros y podemos El cuerpo etérico, que nace alrededor de los siete años, se asemeja a nuestro cuerpo físico en muchos aspectos, pero con un carácter mucho 118 En una conferencia en Lexington, Massachusetts, el Dr. Gerald Karnow de Spring Valley, Nueva York, ofreció una charla sobre la preparación para primer grado en la que habló del cuerpo etérico en relación con la experiencia de la extremidad fantasma de los amputados. Con frecuencia, después de amputar una extremidad, el individuo sigue sintiendo como si la extremidad siguiera allí. Esto se denomina extremidad fantasma. Pero a diferencia de la extremidad física, la extremidad fantasma tiene ciertas características inusuales. Los amputados describen cómo pueden contraer la extremidad y hacerla muy pequeña o extenderla. Pueden atravesar las paredes con ella, porque no tiene barreras físicas como las extremidades físicas. El Dr. Karnow explicó cómo los pacientes con lepra describían las diferencias entre las extremidades que tenían que amputarse debido a la infección y las que se habían atrofiado y debían extirparse. Explicaban que estas últimas estaban muertas y con ellas no sufrían el fenómeno de la extremidad fantasma, lo cual sugiere que el cuerpo vital de la extremidad había muerto con la extremidad. También se ofrecía el ejemplo de una niña cuya extremidad fantasma “nació” alrededor de los seis años. Había perdido un brazo cuando era pequeña y no tuvo la experiencia de la extremidad fantasma hasta alrededor de los seis años cuando “le creció” una. Hablaba de cómo ahora podría utilizarlo para contar con los dedos. más sutil. No es visible para la mayoría de los seres humanos, pero no obstante juega un papel crucial para mantener el cuerpo físico vivo y sano. Cuando se debilita el cuerpo etérico, como ocurre con tanta frecuencia en los seres humanos actuales, lo percibimos como un debilitamiento de la envoltura protectora que normalmente evita que las enfermedades se adueñen del cuerpo físico. En esta función, guarda una estrecha relación con el sistema inmune. Resulta más fácil comprender la preparación para la escuela teniendo todo esto presente, porque después del nacimiento del cuerpo etérico el niño cambia mucho. Está listo para explorar nuevos caminos, o mejor dicho, adopta una nueva postura sobre la tierra. Parece dispuesto a recibir conocimientos de una figura de autoridad cariñosa, mientras que antes asimilaba la vida a través de la imitación. Ofrecía su amor a los padres y profesores y quería imitarlos en todo lo que hacían y en todo lo que sentían, pero no buscaba aprender de ellos como lo hace ahora. Vemos que ha desarrollado nuevas capacidades necesarias para aprender y absorber conocimientos. También muestra nuevas capacidades en su vida afectiva y en su sistema rítmico, y busca amigos con los que puede tener relaciones más profundas y más duraderas. En su interior surge la imaginación, que debe alimentarse con historias e imágenes. Físicamente también han ocurrido muchos cambios y en los movimientos del niño observamos un dominio de las manos y pies que no existía antes. Todavía se reconoce con claridad la individualidad única del niño, pero el cuerpo en el que se encuentra ha pasado por considerables cambios. La consecuencia de estos ejemplos es que el cuerpo etérico es un cuerpo real, aunque sin una gran densidad física. Tiene su propia naturaleza y experiencia, su propio nacimiento y muerte. Rudolf Steiner habla del nacimiento de lo etérico como un paso necesario antes de introducir al niño a disciplinas académicas, porque solo con el nacimiento de lo etérico queda libre la memoria y surge la capacidad de imaginar. Ambos son necesarios para el aprendizaje creativo y saludable, y describiremos este proceso con más detalle. La exposición prematura a los estudios académicos En mi experiencia, estos cambios se producen generalmente a lo largo de un período de aproximadamente un año. Es un proceso gradual, pero llega un momento en el que nos fijamos en el niño y sentimos que ha ocurrido algo realmente nuevo. 119 académicos eran un error. Aunque la mayoría de los educadores estadounidenses ahora están convencidos de que los jardines de infancia orientados al juego son muy importantes para los niños, la prevalencia de la enseñanza académica en los jardines de infancia públicos continúa, dado que las nuevas ideas tardan muchos años en llegar a las aulas y eliminar las viejas prácticas. somete a los niños pequeños a una presión excesiva, como finalmente empiezan a reconocer los educadores y padres estadounidenses. Los niños de cinco años suelen estar mentalmente despiertos, por lo que puede parecer que ya están listos para empezar la enseñanza académica. Sin embargo, los estudios a largo plazo indican que no tendrán tanto éxito en su labor académica o en otros ámbitos de la vida como los niños que se dedican a jugar de un modo saludable y creativo hasta que están preparados para primer grado. James Uphoff y June Gilmore comentaron otros estudios que indicaban el problema de los niños que empiezan la escuela demasiado pronto. Utilizaron una edad límite como criterio y descubrieron que los niños nacidos en los meses de verano que empezaban el jardín de infancia antes de cumplir cinco años y tres meses, o el primer grado antes de cumplir seis años y tres meses, solían tener mayores dificultades que los niños mayores en sus clases. Los problemas se manifestaban en diversos aspectos. Los niños más pequeños solían obtener peores resultados en las notas o puntuaciones en los pruebas estandarizadas. Repetían curso más a menudo que los niños mayores y mostraban indicios de discapacidades del aprendizaje con mayor frecuencia. Los problemas académicos de los niños pequeños a menudo perduraban hasta la adolescencia e incluso la edad adulta. La parte más preocupante del artículo de Uphoff y Gilmore era un informe sobre un estudio piloto que realizaron con adolescentes y jóvenes que se habían suicidado en su condado en un año. Observando sus modelos de escolarización, descubrieron que un número desproporcionado de ellos había comenzado el primer grado antes de los seis años y tres meses. Esto ocurría especialmente entre las chicas que se habían suicidado, lo que llevaba a preguntarse si los chicos tenían otras formas de dar rienda suelta a sus frustraciones en el colegio, mientras que las chicas eran más propensas a reprimirse. En cualquier caso, las conclusiones de Uphoff y Gilmore dan un mayor peso a las consideraciones sobre la preparación para primer grado. Esto no es Uno de estos estudios se realizó en Alemania a mediados de los años setenta. En aquella época, la presión por empezar la enseñanza académica en los jardines de infancia estatales estaba en pleno apogeo y la mayoría de los jardines de infancia en Alemania había pasado a estar orientados hacia la enseñanza académica. Afortunadamente algunos catedráticos alemanes decidieron estudiar los resultados de estos programas mientras todavía existían jardines de infancia orientados hacia el juego para poder comparar. Se realizó un estudio de cincuenta clases de jardín de infancia orientadas al juego y cincuenta de orientación académica. De este modo, se estudiaron alrededor de mil niños de cada tipo de jardín de infancia. Se hizo un seguimiento de su progreso hasta cuarto grado, y se comprobó que los niños de los jardines de infancia orientados al juego aventajaban a los niños de los jardines de infancia de orientación académica en todas las áreas del estudio: desarrollo físico, emocional y social, así como desarrollo mental. Los resultados fueron tan concluyentes que los jardines de infancia alemanes volvió a adoptar una orientación lúdica (Der Spiegel, 1977, #20, pp. 89-90). Por desgracia nunca se ha hecho un estudio a gran escala comparable en Norteamérica, y la enseñanza académica temprana continuó durante casi veinte años hasta que el evidente estrés en los niños y su falta de éxitos a largo plazo convenció a los educadores de que los jardines de infancia 120 individuos que han recibido una educación equivocada han sufrido estrés a un nivel tan profundo que necesitan ayuda adicional. En la educación Waldorf, vemos que una de las fuentes de esta ayuda es mediante la expresión artística o euritmia curativa. Las artes, cuando se presentan de un modo sano y vital, ayudan a promover la sanación. simplemente una cuestión académica de cuando el niño debe comenzar primer grado, sino que es una decisión que influye fuertemente en la vida del joven durante los años escolares y más adelante. Algunos ejemplos pueden ayudar a dar cuerpo a estas conclusiones. Durante un debate sobre la preparación para primer grado, una profesora de jardín de infancia habló sobre su propio hijo, que había empezado primer grado mucho antes de que ella y su marido descubrieran la educación Waldorf. Durante los primeros meses de clase volvía a casa llorando todos los días, evidentemente agotado por la experiencia. Sus padres no estaban seguros de qué hacer, pero poco a poco parecía estar más preparado para salir adelante, y a partir de segundo grado parecía irle bien. Cuando el hijo estaba en duodécimo grado, su padre le dijo un día que debía estar contento de graduarse e ir a la universidad. De manera espontánea, el joven respondió: “No, ojalá tuviera otro año de colegio”. Los padres se sorprendieron al darse cuenta de que, aunque el chico parecía haberse adaptado al colegio, nunca se había sentido completamente a gusto con el nivel que se le había asignado y probablemente debería haber esperado un año más antes de entrar a primer grado. Cuando le preguntamos cómo le iba al chico ahora en la edad adulta, su madre nos contó que a los diecinueve años había tenido un grave accidente y estuvo a punto de morir. Aunque fue algo trágico, tuvo el efecto positivo de ayudarlo a encontrar el lugar que le corresponde en su interior, y parecía mucho más sincronizado consigo mismo después del accidente. David Elkind señala en sus libros que los niños a los que se hace avanzar de forma precipitada a menudo necesitan tomarse un año de descanso después de la escuela secundaria para encontrarse a sí mismos. Es una forma de ayudar a superar el estrés de enfrentarse a una educación demasiado académica demasiado temprano. Sin embargo, señala Elkind, algunos Otro ejemplo ilustra la relación entre la preparación y las discapacidades del aprendizaje. Se trata de una niña que parecía no tener una preparación muy sólida, tanto su profesor como sus padres estaban indecisos si estaba preparada para el primer grado, pero al final decidieron que lo estaba y la enviaron a un primer grado Waldorf. No tardó en mostrar señales de tener dificultades y no podía seguir el ritmo de la clase. Mientras que algunos niños se habrían comportado mal en estas circunstancias, su respuesta fue volverse excesivamente soñadora. Durante el invierno, parecía tan descentrada en su tarea que el profesor comenzó a preocuparse de que la niña tuviera algún problema de aprendizaje y recomendó realizar pruebas. El servicio de pruebas diagnosticó graves problemas de aprendizaje y recomendó que asistiera a una escuela especial para niños con discapacidades del aprendizaje. No pensaron que una escuela Waldorf podía satisfacer sus necesidades, incluso con clases particulares. También recomendaron para la niña un estilo de vida más tranquilo, más rítmico, y para ello los padres decidieron mudarse a una ciudad más pequeña con una escuela Waldorf para su hijo menor y una escuela especial para su hija mayor. Mientras tanto, dado que aprendía tan poco de su experiencia en primer grado, regresó al jardín de infancia durante el trimestre de primavera y pasó unos meses jugando felizmente. Durante el verano, la familia se trasladó y después de mucho debate acerca de qué sería lo mejor, decidieron probar la escuela Waldorf para la niña antes de matricularla en la escuela especial. La llevaron a primer grado 121 y otras formas de enfermedades mentales. Es fácil imaginar que las demandas desproporcionadas de escolarización a edades tempranas dan lugar al estrés, que sigue aumentando durante la edad escolar, lo que conduce a serios problemas en la adolescencia, esa etapa tan sumamente vulnerable. Por supuesto, otros problemas como los trastornos familiares y una exposición excesiva a los medios también contribuyen al estrés infantil, pero el único aspecto que los colegios pueden controlar hasta cierto punto es su propio plan de estudios, y es ahí donde se necesita un cambio inmediato. de nuevo para ver si podía salir adelante. Pronto se vio que la niña no mostraba ningún signo de discapacidades del aprendizaje. Superó con facilidad el plan de estudios de primer grado y continuó como una estudiante atenta y activa que ahora está en quinto grado. Su único problema de aprendizaje era que la habían llevado a primer grado demasiado temprano. Es doloroso pensar en todos los niños que han sufrido, académica o personalmente, de forma innecesaria simplemente porque los adultos tomaron decisiones equivocadas con respecto a su escolarización. Esto ha sido un problema para algunos de los niños en nuestras escuelas Waldorf que entraron a primer grado demasiado temprano, y no es demasiado tarde para ayudar a estos niños. A veces podemos corregir su situación haciéndoles repetir un curso. Cuando los padres y adultos asumen la responsabilidad de haberse equivocado con la ubicación, el niño no tiene por qué sentir ninguna sensación de fracaso. Aunque no todos los niños con dificultades escolares necesitan esta solución, vale la pena considerarla en algunos casos. Mientras investigaciones recientes señalan los problemas de introducir a los niños a las actividades académicas demasiado temprano, otros estudios, como el realizado por Sara Smilansky, muestran las ventajas en las esferas académica y social de los niños que dedican gran parte de su etapa preescolar al juego creativo y lleno de fantasía. Esperamos que en los próximos años prevalezca una actitud más ilustrada en Estados Unidos y otros países y que los padres y educadores insistan en eliminar las disciplinas académicas del jardín de infancia y devolverlas al primer grado, al cual pertenecen. Esta presión por comenzar más temprano el plan de estudios surgió después del susto del Sputnik en los años 50. Ahora que la Guerra Fría ha terminado, sin duda podemos eliminar de la educación estadounidense este vestigio. Si podemos restablecer una sana división entre educación preescolar y primaria, podremos centrarnos en la cuestión fundamental de si el niño está listo para entrar a la escuela primaria. ¿Cuáles son las señales de preparación para primer grado? Por muy serio que sea asignar el nivel equivocado en una escuela Waldorf, al menos estos niños no tienen que realizar tareas académicas antes de primer grado. Cuando consideramos todos los niños de las escuelas públicas estadounidenses a los que se les ha pedido hacer tareas de primer grado en el jardín de infancia durante los últimos veinte años, sentimos una profunda preocupación por los problemas que estos niños pueden sufrir a lo largo de su vida. Se oye hablar de un mayor estrés entre los niños preescolares, de agotamiento entre los niños de primaria y de estudiantes de secundaria que parecen incapaces de pensar creativamente. Además, muchos problemas de la adolescencia han aumentado drásticamente durante los últimos veinte años, como el consumo de drogas y alcohol, embarazos en la adolescencia, suicidios de adolescentes, trastornos alimentarios En la esfera física, como en otras esferas, observamos muchas señales de cambio. Generalmente, vemos un “aspecto” de jardín de infancia y un “aspecto” de primer grado, y este aspecto tiene mucho que ver con la proporción del cuerpo, porque ahora las extremidades se estiran en relación con la cabeza y el cuerpo. 122 hablando de los dibujos infantiles más adelante. Los padres de la niña estaban preocupados de que pudiera creer que había fracasado en primer grado, pero cuando le dijeron que volvía al jardín de infancia, lo primero que dijo fue: “¡Qué bien! ¿Puedo volver para el Adviento?” Regresó feliz al jardín de infancia y ahora está en sexto grado y le va muy bien. También se produce una pérdida de la grasa de bebé y una mayor definición en la cara, que suele ir acompañada de la pérdida de los dientes de leche. Con la aparición de las muelas de los seis años y de los dientes delanteros permanentes, la mandíbula comienza a crecer para dejar más espacio al segundo juego de dientes y muelas. En este momento, la barbilla se vuelve más pronunciada, y el rostro adquiere un aspecto menos soñador. En conjunto, el aspecto cambia de un niño soñador de preescolar a un niño de primer grado más centrado. No es posible observar con tanta claridad los cambios en los niños que han adelgazado a una edad temprana y cuyos rostros parecen “mayores”, incluso en el jardín de infancia, como pueden observarse en los niños con el clásico aspecto relleno del niño de preescolar. No obstante, incluso en los niños delgados y enjutos, si observamos atentamente veremos algunos cambios. En la esfera emocional, sentimos cómo se desarrolla la vida emocional o anímica del niño. Aunque los niños pequeños suelen mostrar fuertes emociones, sus arrebatos emocionales son como ráfagas que surgen y pasan con rapidez. En un momento dado el niño expresa una enorme ira, diciendo lo mucho que odia al adulto y desea estar muerto, y a continuación se olvida de todo y sigue jugando alegremente. Lamentablemente, los adultos tienden a tomarse tales arrebatos en serio y atribuirlos un mayor significado del que merecen. Los niños pequeños tienen sentimientos intensos, pero a un nivel bastante superficial. Sin embargo, a medida que el niño se prepara para primer grado, los sentimientos empiezan a hacerse más profundos. Ahora los niños se quejan cuando herimos sus sentimientos y se sienten con tristeza durante un rato. En general, es como si hubieran encontrado una cavidad oculta donde habita la vida afectiva. En ella encontramos sentimientos de todo tipo y estos sentimientos tienen una mayor profundidad y una vida más prolongada que los de los niños más pequeños. Los niños sienten que dicha cavidad es una habitación secreta y privada, y comienza a manifestarse un lado oculto del niño. Les encantan los secretos y a menudo se los susurran entre sí. Les gusta gastar bromas y comportarse de un modo astuto y artero. También son más conscientes de los sueños y conectan más plenamente con los cuentos y las actividades artísticas. A veces vemos a un niño de primer grado que todavía tiene el clásico aspecto de un niño de jardín de infancia. Merece la pena considerar si este niño se encuentra en el nivel equivocado. En un colegio me pidieron observar una clase de primer grado en la que el profesor pensaba que uno o dos niños debían estar en el jardín de infancia. La simple observación mostró que había dos niñas que todavía tenían el aspecto de los niños de jardín de infancia. Después de observarlas más detalladamente, se decidió que una niña estaba en el nivel correcto, pero que la otra debía volver al jardín de infancia. A pesar de que podía seguir el ritmo de la clase, se observó que solo podía hacerlo forzándose al máximo, y se consideró que con el tiempo esto podría pasarle factura. Otro aspecto de su desarrollo podía observarse en sus dibujos; la gente y las casas estaban bien formadas y parecían dibujos de primer grado, pero todavía no dibujaba a la gente de pie sobre la tierra. Más bien, flotaban en el aire, aproximadamente un par de centímetros por encima de la línea de la hierba, seguiremos Esta nueva vida emocional también se manifiesta en situaciones sociales. El niño muy pequeño participa en un juego paralelo, en el 123 puede describirse de la siguiente manera. Si preguntamos a un niño de cuatro años si recuerda el cumpleaños de la abuela el año pasado, probablemente se quedará en blanco. Pero si hacemos una tarta para la fiesta de cumpleaños, y es la misma tarta que hicimos el año pasado, verla podría activar la memoria del niño y nos hablará sobre la fiesta con todo detalle. O podemos preguntar al niño qué ha hecho en el colegio y nos contestará: “Nada, solo jugamos”. Mientras preparamos la cena, uno de los ingredientes puede activar el recuerdo de un refrigerio en el jardín de infancia, y de pronto nos contará todo sobre la mañana en el jardín de infancia. O podemos preguntar a un niño pequeño qué canciones se cantaron en la hora del círculo y recibir una mirada perpleja. Más tarde, mientras está jugando, se acuerda de una melodía, y de pronto empieza a cantar y recitar todo el círculo de la mañana. La memoria existe en el niño pequeño, pero el niño no tiene libre acceso a ella. Es necesario un estímulo exterior, como la vista o el olfato, o un poema rítmico del interior para activar la memoria que, a continuación, fluye hacia el exterior con todo lujo de detalles. que juega junto a otro niño pero no se implica demasiado con el niño. Los niños de tres y cuatro años juegan con sus compañeros y participan activamente con ellos en situaciones de juego, pero por lo demás tienden a no pensar en ellos. La excepción más habitual es cuando las familias de los niños mantienen una estrecha amistad o si los niños van juntos en el mismo coche. A veces, lo que parece una amistad temprana es simplemente una relación de dependencia que se crea porque un niño es tímido y necesita un compañero que le dé fuerzas. Pero generalmente los niños de tres y cuatro años que se encuentran en el jardín de infancia tienen una relación mutua a corto plazo más tenue que podemos denominar la etapa de compañero de juegos. No obstante, el niño que se prepara para primer grado comienza a formar amistades que van más allá de estas etapas tempranas. Un amigo es una persona en la que piensas incluso cuando no estás con ella. Nos preocupamos por ellos y sentimos lealtad hacia ellos. Los niños en esta etapa empiezan a explorar la amistad; les gusta invitar a otros niños a su casa o que les inviten a las casas de los otros. Los padres bromean diciendo que necesitan llevar un calendario social para sus hijos en esta etapa. Normalmente hay que establecer unos límites saludables en la vida social fuera del colegio, ya que, si dependemos del niño, puede querer reunirse con otros niños cuatro o cinco tardes a la semana, además de los fines de semana. Una vida social tan activa podría agotarlos, por no hablar de los pobres padres que tendrían que llevarlos de un sitio a otro. Pero cuando la memoria queda libre en torno a los seis o siete años, el niño puede acceder libremente y encontrar el recuerdo que busca. El proceso me recuerda a entrar a una gran biblioteca y encontrar justo el libro que estamos buscando. Un niño de nueve años me demostró esta búsqueda cuando un día lo vi en el supermercado y le pregunté si se acordaba de Acorn Hill, el jardín de infancia Waldorf al que había asistido. Se llevó la mano a la frente, cerró los ojos y adoptó una expresión de profunda concentración. Después de un par de minutos, desfrunció el ceño y describió una fiesta de cumpleaños y una clase de euritmia en Acorn Hill. Se disculpó por tardar tanto tiempo en recordar su jardín de infancia pero explicó con gran seriedad que había asistido a dos escuelas públicas desde entonces. Tuve la sensación de En la esfera mental, ocurren varios cambios muy importantes. Uno es el nacimiento de la memoria, que Rudolf Steiner menciona a menudo en relación con el nacimiento del cuerpo etérico. Este puede ser un aspecto confuso, porque los padres a menudo se sorprenden de lo sólida que puede ser la memoria de un niño pequeño. Sin embargo, es diferente de la memoria libre del niño en edad escolar. La diferencia 124 cuento de hadas con la boca abierta, absorbiendo literalmente el cuento, saboreando los sonidos y sintiendo el ritmo de las palabras. Los niños de seis años suelen cerrar la boca mientras escuchan, y casi podemos ver cómo fluyen las imágenes de la historia por su frente. Es evidente que viven los cuentos de una forma totalmente nueva. Este aspecto, junto con las fuerzas de la memoria recién nacidas, permite a los niños que están preparados para el colegio volver a casa y repetir con todo detalle las historias que han oído en el jardín de infancia. que se adentraba en la biblioteca de su mente y pasaba por delante de los primeros estantes que contenían sus más recientes recuerdos de la escuela, los siguientes estantes que contenían su última escuela, y finalmente llegaba a los estantes de Acorn Hill. Otro aspecto del cambio mental es en la esfera de la imaginación, que es diferente de la fantasía del niño de jardín de infancia. Una característica del juego de fantasía es que el niño necesita objetos para llevar a cabo el juego. Pueden ser objetos muy simples como los que utilizan los niños en el jardín de infancia Waldorf, como mazorcas de maíz o pequeños troncos para hacer biberones, o piedras y tuercas para la comida, pero es difícil para un niño de cuatro años dar de comer a su “bebé” sin tener ningún objeto a mano. Sin embargo, cuando nace la imaginación, a menudo vemos cómo los niños juegan sin objetos. Ahora pueden “ver” su situación de juego con la imaginación y no necesitan juguetes físicos. Recuerdo que cuando era niña en edad escolar jugábamos a las telenovelas sin utilizar ningún objeto, pero los personajes estaban plenamente vivos en nuestra mente. Bronja Zahlingen, una muy querida profesora de jardín de infancia Waldorf de Viena, describe su transición del juego de fantasía al juego imaginativo de este modo: De niña le gustaba jugar con objetos pequeños — personas, casas, animales, etc. — en un asiento bajo junto a la ventana de su habitación. Creaba una escena y pasaba horas jugando con ella. Un día, cuando había cumplido seis años, creo una escena, como de costumbre, pero luego cerró los ojos y jugó toda la escena con la mente. Ese es el nacimiento de la imaginación. A veces un niño expresará este cambio diciendo algo así como: “Puedo ver al abuelo cuando quiero. Solo tengo que cerrar los ojos”. A un nivel más sutil, también vemos este cambio hacia la imaginación a la hora de los cuentos en el jardín de infancia. Los niños más pequeños generalmente escuchan un Cuando damos clases de disciplinas académicas, estas cualidades de la memoria libre y la imaginación son muy importantes. El profesor Waldorf de primer grado puede comenzar con objetos tales como contar piedras y cuentos sobre el pastor que pierde parte de sus ovejas, pero espera que los niños sean capaces de recordar lo que aprendieron ayer y sean capaces de añadir nueva información a la imagen, día tras día. Tienen que representar sus lecciones internamente y sacarlas de la memoria cuando las necesitan. Todo aprendizaje académico requiere estas capacidades, pero si no han surgido todavía, ¿qué puede hacer el niño? El niño se esfuerza por compensar en lo posible. Algunos educadores dicen que al compensar los niños aprenden con el córtex o revestimiento del cerebro, en lugar de con las partes más profundas del cerebro donde dicho aprendizaje debería producirse. Jane Healy hace otra sugerencia en su libro, Endangered Minds, en el que examina las actuales investigaciones sobre el cerebro y sugiere que el aprendizaje más avanzado requiere que los nervios estén revestidos de una sustancia grasa llamada mielina, que actúa como aislante y transmisor del aprendizaje. La mielinización de las vainas, como se denomina el proceso, se lleva a cabo lentamente y no se completa hasta el inicio de la edad adulta. Su grado de progreso impone ciertos límites orgánicos a lo que puede aprenderse de manera efectiva a diferentes edades. Afirma: 125 escrito. Pocas veces he visto a un niño que, por sí mismo, estuviera interesado en aprender el lenguaje escrito durante más de unas cuantas semanas en esta etapa. Lo mismo ocurre con las matemáticas. A los niños les encanta jugar juntos al cálculo mental y se asignan tareas complicadas, pero muestran poco interés en querer practicar de forma regular los procesos matemáticos. Más bien se encuentran en la etapa de jugar con números y letras, y siempre que les dejemos marcar el ritmo se sentirán satisfechos. Solo he conocido unos cuantos niños que verdaderamente querían más ir más allá de este enfoque lúdico, y estos niños aprendieron a leer por sí solos, a pesar de que ni sus padres ni sus profesores querían que leyeran todavía. Esto me convenció de que si el niño lo desea intensamente, superará todas las barreras y aprenderá a leer, pero, por desgracia, en todos los casos eran niños que ya iban rezagados en sus habilidades sociales, y sentía que la lectura iba a complicar aún más su socialización. Es fácil para estos niños convertir los libros, en lugar de las relaciones humanas, en el centro de sus vidas. “El orden relativamente fijo de mielinización en diferentes áreas del cerebro puede proporcionar una verdadera base biológica para la ‘preparación’ para ciertos tipos de aprendizaje” (p.70). La preocupación de Healy es que la calidad del pensamiento se está deteriorando gravemente como resultado del aprendizaje temprano, la exposición a los medios de comunicación y otros factores. Otro aspecto del desarrollo mental de los niños preparados para primer grado es que por lo general se interesan en las artes del lenguaje y las matemáticas. Esto puede manifestarse de varias formas. A los niños en esta etapa les encanta jugar con las palabras, hacer rimas o cambiar las palabras de las canciones y los poemas que el profesor les enseña en el jardín de infancia, y el profesor necesita encontrar materiales divertidos para mantener sus lenguas ocupadas. Aún no están listos para los trabalenguas, pero disfrutan mucho con poemas divertidos como “Mi casa”, de la colección de los hermanos Grimm. También les gusta aprender algo de un idioma extranjero y, después de aprender una sola canción o poema, vuelven a casa llenos de orgullo y anuncian que pueden hablar el idioma en cuestión. Es una alegre introducción para el estudiante Waldorf que comenzará a estudiar idiomas extranjeros en primer grado. Otro aspecto del pensamiento matemático que surge en muchos niños es el interés por el infinito. En el jardín de infancia se escuchan conversaciones muy elaboradas sobre este esquivo concepto y una que me sorprendió especialmente fue entre dos niñas, una de cinco y la otra de seis años. La niña de cinco años anunció con orgullo que el infinito era 6,248. La de seis años la miró con desdén y le dijo: “Eso no es lo que significa infinito. Infinito significa seguir adelante”. Como filosofía de vida me pareció admirable y, de hecho, durante este período los niños se convierten en pequeños filósofos. A menudo hablan de Dios, la Creación y cómo funciona el mundo. La vida les interesa muchísimo y están dispuestos a pensar en cualquier cosa, ya sea cósmica o microscópica. Están mucho menos interesados en nuestras respuestas que en las suyas propias y suelen alegrarse si respondemos a sus preguntas preguntándoles qué piensan. Casi Un aspecto complicado de este período es que los niños se interesan por el lenguaje escrito y quieren poder escribir sus nombres y una serie de palabras como mamá, papá, a, de, querer y otros saludos que incluyen en los dibujos que hacen para sus familias y amigos. La mayoría de los niños que conozco dominan de diez a quince de esas palabras durante el período anterior al primer grado y se sienten satisfechos de que ahora pueden “leer y escribir”. Dicho de otro modo, a esta edad un poco es suficiente. Por desgracia, los padres y educadores a menudo ven este incipiente interés y creen que significa que el niño está listo para la enseñanza formal del lenguaje 126 tan estrechamente relacionadas con las fuerzas de crecimiento del niño. Dado que los niños despiertan cada vez con mayor precocidad, les resulta difícil dibujar las imágenes tradicionales y arquetípicas. Son sustituidas por imágenes de coches, barcos, figuras de dibujos animados, etc. En su libro, Understanding Children’s Drawings, Michaela Strauss afirma: siempre están preparados para responder y sus respuestas son increíblemente ricas y llenas de perspicacia. La transición a la preparación de primer grado también se caracteriza porque el niño abandona el mundo de la imitación, tan característica de la primera infancia, y se adentra en el mundo de la autoridad. En general el niño pequeño suele pensar que puede hacer cualquier cosa que hacen los adultos y está deseando participar. El niño en edad escolar observa al adulto como alguien que sabe y considera al adulto como una autoridad cariñosa que imparte conocimientos al niño dispuesto a escuchar. Cuando ayudaba en un jardín de infancia Waldorf en Viena, recuerdo a un niño de seis años que me seguía a todas partes con la esperanza de que le dijera una palabra en inglés, lo cual hacía con frecuencia. Era evidente que me veía como una autoridad y no simplemente como alguien a imitar. Mientras los niños pasan por esta importante transición de la imitación a la autoridad, con frecuencia atraviesan un terreno desconocido donde no tienen una idea clara de cómo aprender. Se sienten aislados del proceso de aprendizaje y expresan esta sensación diciendo: “Me aburro”. Este período suele durar uno o dos meses, hasta que se establece la nueva fase de aprendizaje. Durante este periodo, a veces podemos ofrecerles sugerencias para jugar, que por lo general los niños rechazan, pero luego sustituyen por sus propias ideas. Otro enfoque es pedir al niño que haga alguna actividad práctica. Esto les llena de satisfacción y pueden concentrarse en la actividad durante un buen rato o inspirarse en la actividad para crear nuevos juegos. Una comparación de los dibujos que se creaban antes de la última guerra con los más recientes muestra que, en comparación con la actualidad, los niños de aquella época dibujaban sus mensajes con mayor claridad. Los fenómenos de desarrollo de los niños siguen siendo los mismos, pero la percepción inconsciente del niño de las leyes del desarrollo de su propio ser —que se refleja en sus dibujos— parece haberse debilitado. ¿Debemos considerar este hecho en relación con el nerviosismo y la sobreestimulación de hoy en día? (p. 10). Para los niños que mantienen las formas arquetípicas del dibujo, los signos de preparación incluyen dibujos de personas cuyas cabezas, cuerpos y extremidades mantienen cierta proporción y cuyos pies están sobre la tierra. Las casas suelen tener bases cuadradas y techos triangulares, generalmente con una chimenea vertical de la que suele salir humo. La imagen suele ser simétrica, de modo que si a un lado de la casa aparece una flor, habrá otra flor al otro lado, lo que indica que ha surgido en el niño la conciencia de la simetría de su propio cuerpo. Un aspecto adicional del cambio en los niños preparados para el colegio es un mayor grado de conciencia sexual. Esta es la edad de jugar a los médicos, y los niños muestran un interés por explorar el cuerpo de los demás, especialmente el cuerpo del sexo opuesto. Cada padre y profesor debe considerar qué mensaje desea transmitir —ya sea de forma verbal o no verbal— en este terreno tan delicado. La mayoría no queremos Hubo una época en que los dibujos de los niños eran un indicador claro de la preparación para primer grado, y lo siguen siendo para algunos niños. El problema es que muchos niños se sienten incómodos con el proceso de dibujo y no son capaces de crear las imágenes arquetípicas 127 Cuando consideramos atentamente todos los cambios, solemos tener la firme sensación de que un niño está listo para primer grado o tiene que esperar un año más. Pero a veces la situación es menos clara, y en esos casos, mi regla general siempre ha sido que si no estoy segura, es mejor dejar que el niño espere, simplemente porque cuando un niño está preparado resulta evidente. Sin embargo, en ciertas ocasiones también hay que considerar la relación del niño con sus compañeros de clase, que van a pasar a primer grado, o la relación del niño con el profesor de primer grado. Puede haber una rara excepción cuando el niño no está listo para seguir adelante, pero las circunstancias de la vida dictan que lo mejor es que el niño avance. transmitir un sentido de culpa o vergüenza sobre la exploración sexual, pero debemos mantener unos límites saludables. En el jardín de infancia, la desnudez y la exploración sexual en el juego no parecen adecuadas, incluso cuando tienen lugar durante juegos que no son de índole sexual, como por ejemplo cuando un niño de seis años “espolvorea” a su bebé esparciendo tierra y piedritas por todo el trasero desnudo de un niño de cuatro años. También en el hogar, los padres necesitan dejar estos límites bien claros cuando sus hijos juegan con otros niños. Cuando se reúnen todas estas características del cambio, incluyendo el despertar del interés sexual, el estiramiento de las extremidades, el despertar de la vida social y la capacidad mental, encontramos muchas similitudes con los cambios de los jóvenes cuando pasan por la pubertad y la adolescencia. Muchos profesores de las nuevas iniciativas Waldorf que no tienen grados han preguntado sobre nuestra experiencia en Acorn Hill, donde varios de nuestros niños han ido a escuelas públicas en el jardín de infancia o primer grado. A lo largo de los años hemos visto que a nuestros estudiantes les va muy bien al incorporarse a primer grado y para Navidad por lo general ya han alcanzado a sus compañeros de clase, que han aprendido las materias académicas desde el jardín de infancia o incluso antes. Hemos descubierto que la mayoría de profesores de primer grado necesitan repasar lo que aprenden los niños en el jardín de infancia, porque a esta edad lo olvidan casi todo durante el verano. Nuestros niños llegan a primer grado, aprenden durante el período de revisión y están tan listos y preparados para aprender y asimilar con gran rapidez lo que a otros les lleva mucho más tiempo en una edad más temprana. Este proceso fue descrito maravillosamente por una niña de cinco años en mi jardín de infancia que se preparaba a entrar a un jardín de infancia de la escuela pública en otoño. Su hermana también había estado conmigo y luego había pasado al jardín de infancia público, un proceso que no recomiendo por las razones que describía tan acertadamente Recuerdo una ocasión en que describía los signos de la preparación para primer grado a un grupo de profesores, y el profesor de séptimo grado se quedó asombrado y dijo: “¡Es exactamente como mi clase!”. Llamamos a este periodo a partir de aproximadamente los seis años “la primera adolescencia”, que conlleva la maravilla de ese período de cambio y crecimiento, así como algunas de las dificultades. Una característica de la adolescencia es que se producen tantos cambios a la vez que es difícil para el joven mantener cierto equilibrio. Pueden volverse extremos, por ejemplo volviéndose muy sociables o convirtiéndose en ermitaños. Lo mismo ocurre con los niños que atraviesan esta primera adolescencia. Algunos quieren mantenerse en contacto social todo el tiempo, otros se obsesionan con el sexo opuesto y otros solo quieren actividades mentales. El secreto de guiar a los niños a través de esta etapa es ayudarles a florecer en todas las esferas, de modo que ninguna esfera se vuelva demasiado desequilibrada. 128 esta niña. Estaba jugando con unos amigos y dijo en un tono muy serio: “El jardín de infancia público es muy difícil. Es muy difícil”, repetía con mucho énfasis. Los demás comenzaron a sentirse nerviosos ya que esto evidentemente no era lo que les habían dicho sus padres. “Sí”, continuó, “es muy, muy difícíl. Lo sé porque me lo dijo mi hermana”. Se detuvo, y en un tono mucho más ligero añadió: “Pero el primer grado es fácil, ¡porque simplemente vuelves a hacer las mismas cosas!”. La pregunta obvia es: ¿Por qué preocupar a los niños con disciplinas académicas a nivel de jardín de infancia, cuando eso no les ayuda y se dificultan los procesos de aprendizaje a largo plazo? admitía en primer grado a los niños menores de seis años. Muchos sistemas escolares lo han cambiado al 1 de septiembre o el 1 de octubre, y al menos uno ahora utiliza el 1 de julio. Los colegios Waldorf han descubierto que generalmente es necesario usar una fecha límite posterior y muchos ahora utilizan el 1 de junio y algunos el 1 de marzo. Las clases que ahora se forman en los colegios Waldorf son normalmente de tres a seis meses mayores que las clases de hace diez años, y varios profesores que han enseñado a dos o tres clases han comentado que es maravilloso tener estos grupos de mayor edad. Comentan que desde el primer día de clase los niños están listos para aprender. Desde un punto de vista práctico, cuando los niños Waldorf necesitan incorporarse a un primer grado que no sigue la pedagogía Waldorf, resulta útil ofrecer a los padres una breve descripción por escrito de nuestro enfoque del jardín de infancia Waldorf para que la transmitan al profesor de primer grado. Descubrimos que cuando el profesor sabía que el niño aún no había sido introducido a las disciplinas académicas veía al niño de un modo distinto que si asumía que el niño había sido introducido a dichas disciplinas, pero no había retenido casi nada. También animamos a los padres a mostrarse relajados y apoyar al niño mientras pasaba por la etapa de transición durante los primeros meses de colegio. Los niños aprenden mejor si sienten que este es un proceso normal de transición y que pronto entenderán lo que el profesor les pide. La tranquila confianza de los padres resulta de gran ayuda. La cuestión de preparación para primer grado es un tema importante en países donde admiten en primer grado a niños de seis años. En países como los de Escandinavia, que utilizan los siete años como la edad normal para el primer grado, la preparación no es una cuestión importante, porque casi todos los niños de siete años están listos. Pero donde se utiliza la edad de los seis años, la probabilidad de falta de preparación es tan grande y el precio a pagar por el niño tan enorme, que debemos estar versados en la preparación para primer grado a fin de tomar la mejor decisión para el niño. Incluso si tenemos en cuenta todos los cambios descritos en este artículo, en última instancia, los padres y profesores necesitan conocer en profundidad al niño para tomar la decisión correcta para ese él. Esperamos que el ángel del niño nos susurre al oído y podamos escuchar con atención. Para facilitar las decisiones sobre la preparación para primer grado, los sistemas escolares imponen límites de edad. Los colegios Waldorf también usan las fechas de nacimiento, pero en general como una guía más que como una regla estricta. Tradicionalmente, los sistemas escolares de Estados Unidos utilizaban el 31 de diciembre como fecha límite, de modo que se Bibliografía Der Spiegel. “The Kindergarten Year” Nº 20, 1977, pp. 89-90. Elkind, David. The Hurried Child and Miseducation, Nueva York: Alfred Knopf, 1987. Publicaciones del Instituto Gesell sobre el desarrollo infantil. Numerosos títulos disponibles de Louise Bates Ames y Frances L. Ilg. 129 Glöckler, Michaela y Wolfgang Goebel. A Guide to Child Health, “When Is a Child Ready for School?” Edimburgo: Anthroposophic Press y Floris Books, 1990. Lievegoed, Bernard. Phases of Childhood. Floris Books y Anthroposophic Press, 1987. Strauss, Michaela. Understanding Children’s Drawings. Londres: Rudolf Steiner Press, 1978. Healy, Jane. Endangered Minds. Simon and Schuster, NY, 1990. Uphoff, James y June Gilmore. Summer Children. Middletown, OH: J & J Publishing, 1986. Klugman, Edgar y Sara Smilansky. Children’s Play and Learning, “Sociodramatic Play” de Sara Smilansky. Nueva York: Teacher’s College Press, 1990. _____. “Pupil Age at School Entrance”, Educational Leadership. 130 Recomendaciones para la preparación de primer grado por Nancy Foster La conversación sobre la preparación entre los padres y el profesor es de suma importancia. En mi experiencia, una estrategia eficaz ha sido ante todo concentrarse —tanto el profesor como los padres— en las necesidades del niño, en lugar de un conjunto de ideas preconcebidas basadas en lo que los demás están haciendo. La habilidad del profesor de compartir observaciones concretas y precisas del niño es un factor clave para obtener la confianza de los padres. Si la preparación del niño está en duda, puede ser útil señalar que los resultados de incorporarse a primer grado demasiado temprano pueden no aparecer durante varios años, y también que los niños que no están preparados no se ponen al día más tarde en la escuela primaria. Es útil tener en cuenta ciertas pautas según la edad. Por ejemplo, si el 1 de junio es la fecha límite para entrar a primer grado, debemos poner especial atención al observar a los niños nacidos en mayo, y en el caso de los chicos (que por lo general van a la zaga de las niñas unos seis meses en cuanto a desarrollo), incluso a los nacidos en abril. Parece, cada vez con más frecuencia, que la cuestión de la preparación para primer grado surge como una profunda preocupación. La responsabilidad de tomar decisiones o presentar recomendaciones en este delicado terreno supone una gran carga para muchos de nosotros. Como profesores Waldorf, cuanto más nos sumergimos en la filosofía de Rudolf Steiner y los principios de la educación Waldorf, mejor podremos tomar decisiones inteligentes. Esto es cierto en todos los aspectos de nuestro trabajo y el esfuerzo sincero se convierte en parte esencial de nuestras vidas. En relación con la preparación para primer grado, debemos tener siempre en mente qué es lo mejor para el niño. Las pautas a observar pueden ser de gran ayuda, y estas, dispuestas de una forma un tanto improvisada, se ofrecen desde esta perspectiva. Las pautas no deben considerarse como una especie de hoja de puntuación: Si un niño recibe un ocho de diez, “Sí, ¡a primer grado!” Por el contrario, nada puede reemplazar el conocimiento del profesor y los padres de cada niño. Hay pocos niños que muestren todas las características de preparación en un momento dado; de hecho, la preparación es en realidad un proceso más que un momento puntual. Es aquí, por supuesto, donde cobran importancia los elementos de la observación y la experiencia. Una pregunta planteada frecuentemente por los padres es la de la preparación intelectual: “Mi niño está deseando aprender las letras y los números. ¿No debería pasar a primer grado?” Los padres temen que si no comienza la enseñanza, el niño puede sentirse frustrado 131 Existe cierto riesgo de mantener a un niño en el jardín de infancia demasiado tiempo si el niño realmente ha alcanzado la etapa en que las actividades de primer grado son apropiadas. Esa situación puede surgir, por ejemplo, en una escuela donde todavía no hay una clase de primer grado, y los padres quieren que el niño permanezca en el jardín de infancia un año más hasta que comience el primer grado. O puede surgir si el profesor o padres son demasiado prudentes. En este caso no se responde a las necesidades del niño y pueden surgir problemas de disciplina o insatisfacción. Pero parece evidente que hay más probabilidades de error si avanzan demasiado temprano que si lo hacen tarde, y muchos profesores piensan: “En caso de duda es mejor esperar”. Particularmente en la sociedad actual, con su énfasis en acelerar la educación, debemos contrarrestar las presiones por hacer avanzar a los niños antes de tiempo. También puede haber una situación en la que es necesario determinar si un niño necesita pasar un año más en el jardín de infancia aunque por su edad esté listo, o si puede haber un problema de desarrollo que es necesario abordar. o perder el interés. No obstante, un niño puede mostrar interés por las letras y números muy temprano —incluso a los cuatro o cinco años— y puede querer copiar letras, o puede preguntar cómo se escriben las palabras, etc. Este interés puede surgir naturalmente de la imitación de los padres o niños mayores. En sí mismo, no es necesariamente un signo de preparación intelectual y con frecuencia desaparece antes de volver a despertar cuando el niño está realmente listo para el primer grado. En cualquier caso, un niño verdaderamente preparado para leer aprenderá a hacerlo, de una forma u otra, incluso sin recibir instrucción. La preparación intelectual y emocional pueden desarrollarse a diferentes ritmos, y la preparación intelectual por sí sola no es razón suficiente para que un niño se incorpore a primer grado. Al hablar con los padres de un niño cuya preparación está en duda, es útil si el profesor puede describir cómo se beneficiaría ese niño de pasar un año más en el jardín de infancia. Los padres pueden preguntarse si sería simplemente repetir el curso, el profesor puede explicar que los niños viven cada experiencia según su nivel de preparación; por ejemplo, un niño de cuatro años experimenta la pintura a la acuarela de una manera muy diferente a la de un niño de seis años. No obstante, es especialmente importante ayudar a los padres a confiar en que el profesor no va a repetir simplemente las mismas actividades e historias año tras año, sino que planificará el programa de acuerdo a las necesidades de un determinado grupo de niños. El profesor tendrá en cuenta las necesidades de los niños mayores, casi listos para primer grado, y se asegurará de ofrecerles experiencias que supongan un reto y los ayuden a crecer, pero sin presionarlos. El profesor también puede ayudar a los padres a considerar la preparación de sus hijos pidiéndoles que se imaginen al niño en un ambiente de primer grado (siempre teniendo en cuenta, por supuesto, que todavía deben pasar varios meses) y con los niños que estarán en este grupo. Los profesores no deben avergonzarse de no estar seguros del nivel de un niño. Es preferible ser abierto con los padres y compartir con ellos los aspectos en cuestión que pueden observar por sí mismos. De este modo los padres se sentirán cómodos al expresar sus propias preguntas abierta y francamente, y de esta manera, puede establecerse un diálogo de interés mutuo. Los padres valorarán la sensación de haber participado en el proceso de razonamiento que conduce a la recomendación. Los profesores y padres necesitan tener claro quién toma la decisión final sobre asignación en los casos dudosos. Esto puede variar dependiendo de cada escuela: ¿Es el presidente del cuerpo docente? ¿El Colegio de Profesores? ¿El futuro profesor de primer grado? ¿El médico del colegio? ¿El profesor de jardín de infancia? ¿Los padres? 132 cambia de aproximadamente 1:4 en la primera infancia, a 1:6 a los siete años, a 1:8 en los adultos. Estas cifras significan que la cabeza del adulto es 1/8 de la longitud total del cuerpo, incluyendo la cabeza (Lievegoed, Phases of Childhood). La pérdida de los rollitos de bebé y de la barriga debería producirse a finales del quinto año. El primer estirón (crecimiento de las piernas) debería producirse a finales del sexto año. Un niño preparado para la escuela debería haber desarrollado: Es recomendable indicarlo con claridad, así como los procedimientos y el calendario para llegar a una decisión. Esto será especialmente útil en los casos en que el profesor de jardín de infancia y los padres no estén de acuerdo o exista un problema de comunicación. Lo ideal es que haya una confianza mutua, pero por desgracia ese no es siempre el caso, y entonces los padres y profesores —como sus hijos— necesitan unas directrices claras. Las siguientes pautas, obviamente, no deben ponerse en conocimiento de los niños en cuestión. Se basan en la información obtenida de diversas fuentes, incluyendo Margret Meyerkort, Elisabeth Moore-Haas, Bronja Zahlingen y el Instituto Waldorf (ahora Sunbridge College), así como mis propias observaciones y las de mis colegas. Dado que parte de la información es de segunda mano, y no ha sido posible contrastarla con las fuentes, los profesores deben tener en cuenta que puede contener errores o interpretaciones erróneas, a pesar de nuestros esfuerzos bien intencionados por incluir información precisa. Además, no se presenta como una lista completa y definitiva y, una vez más, no debe utilizarse como una lista de control o una hoja de puntuación, sino más bien como un recurso para la observación. Por esta razón, las pautas incluyen, en algunas partes, además de las características de la preparación, indican también, las etapas preliminares, que pueden ayudar a ofrecer una perspectiva más amplia. a. La capacidad de tocar la parte superior de una oreja estirando el brazo opuesto por encima de la cabeza. b. Incisiones de cintura y cuello en el tronco, indicando que el sistema rítmico está madurando y preparándose para la enseñanza de primer grado. c. Articulaciones (nudillos y rótulas) visibles en lugar de hoyuelos. d. Arco del pie. e. Rasgos faciales individualizados en lugar de rasgos de bebé (Si el niño no ha sufrido enfermedades de la infancia este desarrollo puede verse obstaculizado). f. Curvatura en forma de S de la columna vertebral. 2. Segunda dentición: Normalmente un niño preparado para el primer grado debería tener al menos un diente flojo. Sin embargo, si uno o ambos padres tardaron en alcanzar la segunda dentición, este factor no debe considerarse de gran importancia para ese niño en particular. La aparición de las muelas de los seis años también es un factor a tener en cuenta. Con estas reservas y salvedades, las pautas se ofrecen en la esperanza de que puedan ayudar a los profesores de jardín de infancia a conocer mejor a sus niños. Desarrollo físico 3. Habilidades físicas: el niño preparado para el colegio debe ser capaz de hacer la mayoría de las siguientes actividades, observadas durante el juego espontáneo. (¡No debemos someter al niño a pruebas!) 1. Proporciones y características corporales: Deben tenerse en cuenta las diferencias individuales según la complexión. En términos generales, la proporción entre cabeza y cuerpo 133 casa, que luego se convierte en una fogata, etc., todo ello sin ninguna planificación). a. Caminar hacia adelante por una barra, tronco (o línea). c. A los cinco años: necesidad real de experiencias sociales; comienzo del toma y daca, compartir, se observan ciertos indicios de planificación en el juego. b. Atrapar y lanzar una pelota grande. c. Saltar sobre cualquiera de los dos pies. d. Salto de conejo (con los pies juntos). e. Seguir un patrón de marcha cruzada (es decir, al adelantar un pie balancear el brazo opuesto). f. d. Niño preparado para el colegio: Desarrolla un sentido de las necesidades de los demás — conciencia social, hacer cosas por los demás. Juego orientado a objetivos— planificar, pensar las cosas; no necesita objetos para jugar (ahora puede visualizar el juego en lugar de tener que reunir muchos elementos como hacen los niños más pequeños. Esto demuestra la separación entre el concepto/mundo interior y la percepción/mundo exterior). Inicia amistades más duraderas, juega a caballos y perros (muestra preparación para la autoridad de primer grado, obedecer a un amo). Subir las escaleras alternando los pies en cada escalón. g. Atar nudos o, a veces, lazos; botones; subirse la cremallera. h. Usar los dedos con destreza (coser, tejer con los dedos, jugar con los dedos, etc.). i. Predominio establecido (ojo/mano dominante más importante), aunque en algunos casos esto puede no quedar firmemente establecido hasta los nueve años. 2. Otras habilidades sociales/emocionales del niño preparado para el colegio: j. No ser excesivamente inquieto o letárgico. k. Dar la mano con el pulgar separado de los demás dedos, en lugar de ofrecer la mano entera. Desarrollo social y emocional 1. En el juego pueden observarse las siguientes etapas: a. De los dos a los tres años: poco social; quiere poseer y probar; sentimientos reactivos, transitorios. b. De los tres a los cuatro años: empieza a descubrir al otro, pero sigue centrado en sí mismo; inicio de la etapa de fantasía (transforma los objetos para satisfacer sus propias necesidades). Actividad como fin en sí mismo, no orientada a un objetivo; objetivos transitorios, que cambian rápidamente (jugar con piezas de madera puede resultar en una 134 a. Capacidad de participar en las actividades que se ofrecen. b. Capacidad de atender sus propias necesidades (comer, beber, lavarse, ir al baño). c. Capacidad de compartir la atención del profesor o el padre y esperar su turno. d. Capacidad de seguir instrucciones y llevar a cabo una tarea o actividad. e. No depender excesivamente de un objeto transicional (pulgar, manta, etc.). f. No ser con regularidad agresor o víctima; ser aceptado por la mayoría de los otros niños. b. El énfasis cambia de la línea (los niños más pequeños) a la superficie y el color (los niños mayores quieren colorear objetos, tal vez dar a la gente prendas estampadas, etc.) Dibujar y pintar (no es de esperar que un niño presente todos los aspectos) 1. Desarrollo de la voluntad, la cual se muestra en etapas similares a las del juego: c. Niño preparado para el colegio: 1. Simetría doble, lo que indica que ha surgido la doble función del cerebro: casas simétricas, a menudo con un árbol o girasol a cada lado o diseños simétricos en los que el papel se divide en mitades o cuartos, a menudo en diagonal. a. Actividad como fin en sí mismo Dibujo: El niño participa en el movimiento, el gesto de la actividad en esta etapa son básicamente espirales y zig-zag. Pintura: El proceso es de suma importancia; etapa del agua, del “barro” y de los posibles rayones de gestos enérgicos. 2. Arreglos de color simétricos. 3. Imágenes del cambio de dientes, que incluyen repeticiones horizontales como pájaros volando, hileras de montañas, etc., que recuerdan a las filas de los dientes. b. Etapa de la fantasía Dibujo: La fantasía del niño está ensimismada en la actividad; el niño parece identificar los objetos de sus dibujos a partir de la actividad. (“Ah, ¡y esto es un oso!” en lugar de “Ahora voy a dibujar un oso”.) Pintura: Belleza inconsciente y fluida de los colores. 4. Franja de cielo y tierra, demostrando que el niño es consciente de la idea de arriba y abajo, en lugar del sentido de plenitud del niño más pequeño. 5. Uso de la diagonal (relacionado con el desarrollo del cerebro), con frecuencia en la forma triangular de los tejados o el dibujo de las escaleras. c. Niño preparado para el colegio Dibujo: Objetivo consciente al dibujar la imagen. Pintura: El niño toma conciencia de sus objetivos, intenta crear formas o efectos especiales como puntos; las imágenes se vuelven más rígidas, menos bellas durante algún tiempo, pero luego pueden volver a relajarse cuando el niño descubre conscientemente cómo mezclar y combinar colores, y desarrolla diseños o formas apropiadas para el medio. Pueden aparecer diseños simétricos, similares a los dibujos con crayones. 6. Personas y casas sobre la hierba al pie de la página. Vida anímica (pensamiento, sentimiento, voluntad) 1. Signos de preparación para primer grado en la voluntad: a. Aparecen objetivos conscientes en el juego, el dibujo, la pintura, los trabajos manuales; la conciencia de sí mismo como creador tiene como resultado la conciencia de la diferencia entre interior (deseo) y exterior (resultado). En la “primera pubertad” esto da lugar a los sentimientos característicos de soledad e inhabilidad (que pueden expresarse como “me aburro”). Esta es una etapa importante, ya 2. Contenido de las imágenes (sobre todo en el dibujo): a. Evolución de la forma humana: círculo, luego círculo con ojos, luego círculo con apéndices, luego se desarrolla el tronco. La forma más madura del tronco es triangular. Después se añaden los dedos y otros detalles. 135 y también en el deseo de atar cosas con hilo, “hilar” ideas en el pensamiento causal). que conduce a la base para el respeto natural que encontramos en los años escolares; el niño comprende que hay algunas cosas que todavía no puede hacer tan bien como el adulto. b. Uso correcto de los tiempos verbales (“anduve”, no “andé”) b. El uso de las extremidades es vigoroso, activo; al niño le gusta mover muebles, pesados troncos y utilizar todos las telas disponibles para el juego. c. Le gusta ser astuto, planificar y maquinar. d. Le gusta el humor e inventar o repetir acertijos sencillos (típico de la mentalidad de esta edad es: “¿Qué se corta sin tijeras, sube y no usa escaleras?” “La leche”). Es recomendable que el profesor no introduzca verdaderos acertijos en esta etapa; son apropiados para niños mayores. c. Le gusta hacer recados (de nuevo, la conciencia de los objetivos). 2. Signos de preparación para primer grado en la vida afectiva: e. La memoria se vuelve consciente; el niño puede, a voluntad o si se le pide, repetir historias y canciones con exactitud. a. El turbulento período de la primera pubertad da paso a una mayor calma; puede controlar mejor sus sentimientos, necesita menos intervención de los adultos. f. Habla con fluidez y claridad y puede expresar sus ideas fácil y plenamente. b. Envolver objetos como regalos (el niño se envuelve alrededor del objeto). g. Puede concentrarse en una determinada tarea de diez a quince minutos. c. Adora el humor, las quintillas, las rimas, los juegos de palabras y las palabras absurdas. h. Formación de imágenes: Ya no depende de los objetos en el juego, sino que puede visualizar (por ejemplo, puede construir una casa y luego, en vez de reunir platos, comida, etc., puede sencillamente explicar el juego). Las conversaciones y discusiones entre los niños se vuelven importantes para ellos. d. Puede que recite un poema más rápido que el resto del grupo, o sostenga una nota durante más tiempo al final de la canción (está empezando a tomar conciencia en el ámbito del ritmo). e. Le gusta susurrar, tener secretos (distinción entre interior y exterior). i. Aparecen las auténticas preguntas (no el constante “por qué” típico de los niños pequeños, o el preguntar por preguntar). f. Puede que le guste contar sueños (el alma ha avanzado un paso hacia dentro); conciencia de la vida interior y exterior. (Tenga cuidado de que no esté imitando a los adultos o simplemente contando una historia; y no cuestione a los niños sobre los sueños). 3. Signos de preparación para primer grado en el ámbito cognitivo/del pensamiento: a. Desarrollo del pensamiento causal (“si”, “porque”, “por lo tanto”; por ejemplo: “Si ato estas cuerdas, llegarán a esa casita de juegos”, 136 edad demasiado temprana, y los problemas de lectura pueden llegar a ser serios. Por otro lado, si retrasamos al niño, puede destacar más adelante. Factores en casos dudosos • A esta edad los chicos normalmente muestran un grado de madurez que va alrededor de seis meses por detrás del de las chicas. • La falta de preparación para primer grado puede manifestarse en los primeros grados como falta de resistencia y concentración y dificultades para seguir las actividades rítmicas, o los juegos y trabajos manuales. • Los niños más pequeños pueden quedarse socialmente rezagados; esto suele hacerse evidente a finales del tercer grado y puede acentuarse durante el cambio de los doce años. • Si hay alguna dificultad académica, se agravará si el niño se incorpora a primer grado a una 137 • Si un niño es siempre el más joven de la clase, puede que nunca tenga la oportunidad de convertirse en líder. (Aquí “líder” no significa “el jefe”, sino aquel que posee la fortaleza y seguridad interior para ser un ejemplo para los demás y hacer aflorar lo mejor de cada uno de ellos). • Deberá considerarse la composición del grupo de primer grado: ¿Cómo encajará este niño, tanto a nivel social como cronológicamente? Por ejemplo: ¿Es una clase “pequeña” o “mayor”? Colaboradores La Dra. MICHAELA GLÖCKLER es actualmente directora de la sección médica del Goetheanum en Dornach, Suiza. Ha trabajado como pediatra y médico escolar en Alemania y es autora de A Guide to Child Health, Floris Books. Después de trabajar varios años como profesora de cuidados postescolares en el jardín de infancia de la escuela Waldorf de Kimberton, Lisa Gromicko actualmente trabaja allí como auxiliar de jardín de infancia mientras un colega está ausente por baja médica. Ha terminado su máster en Educación Infantil en el Sunbridge College. JOAN ALMON es copresidenta de la Asociación Waldorf para la Primera Infancia de Norteamérica, secretaria general de la Sociedad Antroposófica y coordinadora en Estados Unidos de la Alianza para la Infancia. Fue profesora de jardín de infancia Waldorf en Norteamérica y ha trabajado a nivel internacional como consultora para educadores y programas de capacitación Waldorf. El Dr. BRUNO CALLEGARO ha ejercido la medicina antroposófica en Sudamérica y en Alemania, donde forma parte del cuerpo docente del instituto Rudolf Steiner en Kassel. Ha participado en cursos y conferencias en el mundo anglófono, ofreciendo conferencias sobre el desarrollo infantil. La Dra. ELISABETH JACOBI nació en Dresde en 1944. Trabajó como pediatra en su propio consultorio de 1967 a 2000. Desde 1967 ha dedicado mucho esfuerzo y tiempo a trabajar para el Therapeuticum Raphaelhaus en Stuttgart. NANCY FOSTER ha sido profesora de jardín de infancia Waldorf desde 1973 en el jardín de infancia y guardería Waldorf de Acorn Hill en Silver Spring, Maryland, donde ahora trabaja con padres y niños en los grupos de padres e hijos. También ofrece conferencias y talleres para profesores de jardín de infancia Waldorf y es profesora invitada del Sunbridge College en Spring Valley, Nueva York. Es autora y redactora de Let Us Form a Ring y Dancing as We Sing. Ella y su marido, músico profesional, descubrieron la educación Waldorf y la antroposofía mientras buscaban colegio para sus dos hijos, ahora ya adultos. FREYA JAFFKE está ya retirada después de muchas décadas de trabajo como profesora de jardín de infancia Waldorf en el sur de Alemania. Continúa activa en la educación para adultos y da conferencias en todo el mundo. Se han vendido más de un cuarto de millón de ejemplares de sus libros sobre la primera infancia. SALLY JENKINSON es autora de The Genius of Play: Celebrating the Spirit of Childhood, Hawthorne Press, 2001, y actualmente realiza investigaciones para un libro para niños. Da 138 William son cofundadores de Gradalis Seminars y ejercen como consultores en comunidades Waldorf y terapéuticas a nivel internacional. charlas, conferencias y dirige talleres sobre temas de la primera infancia. Sally tiene experiencia en la enseñanza y ha trabajado para la Steiner Waldorf School Fellowship. Fue miembro fundador de la Alianza para la Infancia, un foro internacional creado para facilitar colaboraciones de organizaciones e individuos dedicados a mejorar la vida de los niños. Está casada, tiene tres hijos y vive en Inglaterra. WILLIAM RIVER-BENTO ha sido un ávido estudiante y profesional en el campo del desarrollo humano durante más de treinta años. Actualmente está inscrito en un programa de doctorado en el Instituto de Psicología Transpersonal en Palo Alto, California. Está especialmente interesado en la sabiduría de las estrellas. La Dra. JENNY JOSEPHSON ha ejercido la medicina antroposófica en Inglaterra desde hace muchos años. Tiene un especial interés por el desarrollo del niño. El artículo en esta colección es de una charla que dio en septiembre de 1995 en el Congreso Internacional de Jardines de Infancia en Inglaterra, y fue redactado a partir de las notas de Gill Taplin y Lynne Oldfield. INGUN SCHNEIDER fue profesora en la escuela Waldorf de Sacramento durante muchos años. Ahora dirige el programa de formación en educación correctiva en el Rudolf Steiner College de Fair Oaks, California. JOOP VAN DAM era médico en Holanda y ex secretario general de la Sociedad Antroposófica de su país. El artículo que se presenta en esta colección fue presentado como conferencia en un Congreso Internacional de Jardines de Infancia Waldorf en Eindhoven, Holanda, en octubre de 1994, y resumido por Joan Almon. DENNIS KLOCEK es director del programa de estudios goetheanos en el Rudolf Steiner College de Fair Oaks, California. Ha escrito numerosos artículos y libros, incluyendo Seeking Spirit Vision. El Dr. HELMUT VON KÜGELGEN fue durante treinta años profesor en la primera escuela Waldorf en Stuttgart y fue el fundador de la Asociación Internacional de Jardines de Infancia Waldorf. También fue director del Waldorf Kindergarten Seminar en Stuttgart y editó una colección de folletos sobre los festivales y la vida interior de los profesores Waldorf, disponible en inglés bajo el título The Little Series. BRONJA ZAHLINGEN nació en Austria; allí estudió educación infantil hasta el estallido de la Segunda Guerra Mundial, cuando huyó a Inglaterra. Allí dio clases en el jardín de infancia Waldorf de la escuela Michael Hall antes de regresar tras la guerra a Viena, donde contribuyó a fundar la escuela Waldorf. Tenía un especial interés en el desarrollo del lenguaje y la imaginación en el niño pequeño y era conocida por su trabajo con obras de marionetas, historias y poemas, algunos de los cuales se recogen en Plays for Puppets, publicado por WECAN. BONNIE RIVER-BENTO ha sido educadora infantil Waldorf, maestra y profesora de apoyo educativo en varias escuelas Waldorf, e imparte cursos de educación correctiva/terapéutica. Ella y 139