El dominio no visible de los seres humanos - El Algo más (Pía Andújar)

Título: El dominio no visible de los seres humanos – El Algo más
Autor: Lic. MCOP Pía Andújar -Socio Nº 662
Dirección de Investigación y Desarrollo. Registro de Investigaciones y Aportes
Título: El dominio no visible de los seres humanos – El Algo más
Autor: Lic. MCOP Pía Andújar
Socio Nº 662
(Artículo dirigido a la comunidad de Coaches Ontológicos Profesionales)
Desde el coaching solemos trabajar con tres dominios visibles del ser humano: el cuerpo, la emoción y el
lenguaje. Es lo que aprendí en mi formación como coach ontológico y lo que enseñaban todas las escuelas de
coaching ontológico.
Sin embargo, siempre me llamó la atención el mundo de lo no visible. Muchas veces tenía el pensamiento de que
el coaching ontológico, si bien era muy poderoso para generar transformaciones en los seres humanos, no tenía
en cuenta cuestiones que no eran tan visibles ni fáciles de registrar, como ser el mundo de la energía, la
intuición, la vibración, etc. Tengo la profunda creencia de que estos factores no visibles juegan un papel
fundamental en nuestra vida y lo que somos capaces de crear.
Recuerdo que hace unos años atrás escuché hablar por primera vez del dominio del “algo más”1 en el coaching
de la mano de un colega, también director de una escuela de coaching. Sentí mucha curiosidad así que le pedí
que me cuente más. Recuerdo que me dijo que le llamaban “el algo más” para que cada uno lo asociara con lo
que le haga sentido. Para algunos representaba la energía, para otros la intuición, el espíritu, Dios, o como
quieran llamarle.
Sentí una gran alegría al ver que algunas escuelas de coaching ya habían empezado a tomar en cuenta este
dominio. Inmediatamente lo incorporé a mi escuela. En lugar de hablar de coherencia CEL, empezamos a hablar
de coherencia CELAM2, incluyendo así el dominio del algo más.
1
“El algo más” es un término acuñado por Olga Suárez dentro del programa de formación de CrearContextos y
corroborado por Marcelo Krynski en su libro Ver para crear.
2
CELAM es un término acuñado por Marcelo Krynski en Ver para crear.
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Gráfico 1: Coherencia CELAM
¿Qué es “el algo más”?
Es una expresión que utilizamos para referirnos a todo lo que tiene que ver con el mundo de lo no visible como
la energía, la intuición y la vibración.
¿Qué necesitamos para entrar en contacto con este dominio? Aquietarnos, conectar con nuestro cuerpo, con
registros y percepciones más sutiles…y apagar nuestra mente por un momento….
Esto nos permite acceder a información que está disponible en el campo cuántico, desde un estado de presencia
y conexión.
¿De dónde surge esa energía?
Es lo que somos y en lo que estamos inmersos. Esto está demostrado hoy desde la ciencia, de la física cuántica.
Durante muchos siglos nos llevamos por la física de Newton y pensamos que la materia era algo sólido. Hoy,
gracias a la física cuántica sabemos que la materia es energía.
FISICA DE NEWTON: UNIVERSO = MATERIA
Implicancias de esta mirada: Los seres humanos, animales, los objetos estaban separados unos de otros.
FISICA CUANTICA: UNIVERSO = ENERGÍA
Implicancias de esta mirada: lo que aparenta estar separado no lo está. Los seres humanos somos energía y a su
vez vibramos e irradiamos energía.
¿Cómo irradiamos energía?
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Irradiamos energía con nuestro cuerpo, con nuestras emociones y nuestro lenguaje (diálogo interno y con lo que
decimos de la boca para afuera).
Esta combinación de corporalidad, emociones y conversaciones es única en cada persona y crea un patrón
energético particular que, aunque es invisible, impactará sobre el mundo material de alguna manera.
Impacto de la energía en la materia
A nivel subatómico, la energía responde a tu atención y se convierte en materia.
¿Qué implicancias tiene esto para la vida de cada uno de nosotros? Significa que como observadores que somos,
aquello en lo que pongamos atención generará un determinado tipo de vibración (el algo más) que materializará
determinado tipo de experiencia.
Me gustaría compartir contigo un párrafo tomado del libro de Joe Dispenza “Deja de ser tú”, el cual te
recomiendo leas si estás interesado en profundizar sobre este tema.
“Nos comunicamos con el campo cuántico sobre todo por medio de los pensamientos y sentimientos. Como
nuestros pensamientos son en sí mismos energía —como ya sabes, los impulsos eléctricos del cerebro se pueden
medir con un electroencefalograma—, son uno de los principales medios con los que enviamos señales al campo.
Antes de explicar con más detalle cómo funciona, me gustaría compartir contigo un estudio sorprendente que
demuestra cómo nuestros pensamientos y sentimientos influyen en la materia. Glen Rein, biólogo celular, creó
una serie de experimentos para comprobar la capacidad de los sanadores de afectar los s
Como el ADN es más estable que sustancias como las células o los cultivos bacteriológicos, decidió que los
sanadores sostuvieran tubos de ensayo que contenían ADN.
Este estudio tuvo lugar en el Centro de Investigación HeartMath de California. Los científicos del centro habían
estado realizando investigaciones extraordinarias sobre la fisiología de las emociones, las interacciones entre el
corazón y el cerebro, y muchas otras más. Habían descubierto, junto con otros investigadores, que existe una
relación entre los estados emocionales y el ritmo cardíaco. Cuando tenemos emociones negativas (como la ira y
el miedo), el ritmo cardíaco se vuelve desacompasado y desorganizado. En cambio, emociones positivas (como el
amor y la dicha) generan patrones sumamente regulares y organizados a los que los investigadores del
HeartMath llaman coherencia cardíaca.
En el experimento del doctor Rein, se estudió primero a un grupo de diez sujetos habituados a aplicar las técnicas
del HeartMath en las que uno se concentra en el corazón para aumentar la coherencia cardíaca. Los
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participantes, valiéndose de estas técnicas, generaron sentimientos intensos y elevados como el amor y el
agradecimiento, y después durante dos minutos sostuvieron tubos de ensayo con muestras de ADN suspendidas
en agua desionizada. Pero al analizar las muestras, no se apreció estadísticamente ningún cambio importante en
ellas.
Un segundo grupo de participantes entrenados hizo lo mismo, pero en vez de generar sólo emociones positivas
(un sentimiento) de amor y agradecimiento, las combinaron con la intención (un pensamiento) de enrollar y
desenrollar las hebras del ADN. Este grupo produjo estadísticamente cambios importantes en la configuración
(forma) de las muestras de ADN. En algunos casos el ADN se enrolló y desenrolló ¡hasta un 25 por ciento!
El tercer grupo de sujetos entrenados mantuvo la clara intención de cambiar el ADN, pero les dijeron que no
entraran en un estado emocional positivo. Es decir, sólo utilizaron el pensamiento (la intención) para afectar la
materia. ¿El resultado? Las muestras de ADN no acusaron ningún cambio.
El estado emocional positivo del primer grupo de participantes no modificó el ADN. El otro grupo, que generó una
intención sin acompañarla de una emoción, tampoco lo alteró. Los únicos que lograron producir el efecto
deseado fueron los participantes que pensaron en un objetivo claro y lo acompañaron con una emoción elevada.
Un pensamiento en forma de intención necesita un elemento energizador, un catalizador: y esta energía es una
emoción elevada. El corazón y la mente actuando como uno. Los sentimientos y los pensamientos unidos en un
estado del ser. Si un estado del ser puede enrollar y desenrollar hebras de ADN en dos minutos, ¿qué nos está
mostrando sobre nuestra capacidad de crear una realidad?
El experimento del HeartMath demuestra que el campo cuántico no responde simplemente a nuestros deseos:
nuestras peticiones emocionales. Ni tampoco a nuestras intenciones: nuestros pensamientos. Sólo nos responde
cuando estos dos factores son afines o coherentes, es decir, cuando emiten la misma señal. Cuando combinamos
una emoción
elevada con un corazón abierto, y una intención consciente con un pensamiento claro, hacemos que el campo nos
responda de forma asombrosa.
El campo cuántico no responde a lo que queremos, sino a quién estamos siendo.”
Creo que este aprendizaje es crucial para los coaches. Conocemos el poder generativo del lenguaje y cómo las
emociones nos abren o cierran posibilidades. Sin embargo… ¿somos conscientes de la importancia de lograr un
estado del ser que vibre energéticamente en coherencia con lo que se desea lograr?
¿Te pasó alguna vez querer algo a nivel del pensamiento, pero sentirte diferente internamente? Por ejemplo,
quieres abundancia en tu vida, sin embargo te sientes pobre. Lo más probable es que tu realidad no cambie
demasiado, pues estás enviando un mensaje confuso al campo cuántico. Para que la experiencia que deseas se
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materialice, debe haber coherencia entre tus pensamientos y sentimientos. Esto implica creer para ver. Si
quieres abundancia primero debes sentirte una persona abundante, y sentirte agradecido por ello incluso antes
de que se manifieste la experiencia. Este es un gran desafío para la mayoría de la personas acostumbradas a
manejarse con el paradigma newtoniano, donde por lo general se necesita primero ver para creer.
Ampliando el modelo OSAR
Como coaches usamos como marco de referencia el modelo OSAR. Sabemos que nuestros resultados dependen
de nuestras acciones y éstas a su vez dependen del observador que estamos siendo, influenciadas también por
los sistemas a los cuales pertenecemos.
Cuando profundizamos en el observador, exploramos creencias, juicios, emociones, corporalidad, etc.
A esto yo le agregaría tener en cuenta el estado vibratorio que está generando ese observador pues si no hay
coherencia entre la vibración que está emitiendo y el resultado deseado lo mas probable es que el resultado no
se manifieste.
Necesitamos entonces estar atentos principalmente a la coherencia entre pensamientos, emociones,
corporalidad y resultado deseado. Una vez que nos enfocamos en esa coherencia, todo fluye de manera
diferente. Hace bastante tiempo vengo incorporando estas distinciones en mis conversaciones de coaching con
resultados maravillosos. Mi principal foco está en procurar la coherencia del coachee con el resultado que busca.
¿Cómo se vería la energía si la pudiéramos ver?
No podemos ver la energía, es invisible. ¿Cómo se vería la energía si la pudiéramos ver?
Si tiras una roca al agua,, la energía de la roca produce ondas. La energía son ondas invisibles, pero podemos ver
su forma en el agua.
Si tiramos 2 piedras, veremos que sus ondas se entrecruzan. Es decir que una energía puede afectar a otra
energía.
Si lo llevamos al ámbito de la conversación de coaching, esto implica que nuestra energía va a estar afectando la
energía del coachee y viceversa.
Si pudiéramos graficar esta interacción, veríamos como juntos, el coach y el coachee, forman un sistema donde
sus coherencias cuerpo, emoción, lenguaje y algo más se entrecruzan.
En lugar de hablar de coherencia CEL, ahora hablamos de coherencia CELAM, incluyendo el dominio del algo
más.
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Gráfico 2: Coherencia CELAM en la relación coach-coachee
¿Tienes en cuenta la energía en la que estás vibrando? ¿Tienes en cuenta lo que generas como coach en el
coachee, no desde lo que dices, sino desde la energía que emites? ¿qué tan abierto estás a percibir la energía del
coachee?
Interferencia constructiva y destructiva
A continuación quiero compartirte un concepto tomado de la física cuántica. Aclaro que no soy una experta en
física cuántica ni pretendo serlo, por lo que mi exposición aquí se limitará a mostrar algunos conceptos básicos
que nos permitan extrapolar este aprendizaje y entender cómo funcionan las relaciones desde el mundo de lo no
visible.
Mi intención es generar conciencia del impacto que tiene nuestra energía sobre las interacciones con otros.
Para ello introduciré primeramente el concepto de interferencia.
Se denomina interferencia a la superposición o suma de dos o más ondas. Dependiendo fundamentalmente de
las longitudes de onda, amplitudes y de la distancia relativa entre las mismas se distinguen dos tipos de
interferencias: interferencia constructiva o destructiva.
Interferencia Constructiva: se produce cuando las ondas chocan o se superponen en fases, obteniendo una onda
resultante de mayor amplitud que las ondas iniciales. Es decir, cuando estas 2 energías se juntan y están en
armonía generan una energía más poderosa.
Veamos esto en un ejemplo gráfico (los gráficos que se muestran a continuación fueron tomados de la
conferencia de Bruce Lipton “La biología de la creencia”)
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Momento A: La onda A y B están en fase
Momento B: La onda A se cruza con la B
Momento C: El resultado de este cruce es lo que denominamos interferencia constructiva, ya que la onda
generada por el este cruce es más poderosa.
Llevando a esto a las interacciones humanas, sería por ejemplo cuando conversamos con otra persona y luego de
esa conversación nos sentimos expandidos, con más energía, con mejor ánimo, con nuevas posibilidades, etc.
Interferencia Destructiva: es la superposición de ondas en antifase, obteniendo una onda resultante de menor
amplitud que las ondas iniciales. Si no hay armonía, si no están “en fase”, las energías se anulan.
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En este gráfico vemos que la onda A y B están fuera de fase. En el momento del cruce, las energías se anulan.
Momento C: El resultado de este cruce es lo que denominamos interferencia destructiva, ya que la onda
generada por el este cruce es nula.
Llevando a esto a las interacciones humanas, sería por ejemplo cuando conversamos con otra persona y luego de
esa conversación nos sentimos igual o peor que antes.
La pregunta clave para bajar todos estos conceptos a la práctica es: ¿Cuáles son los factores que hacen que como
coaches estemos en fase y armonía con el coachee? ¿qué factores provocan que nuestra interacción con el otro
provoque una interferencia destructiva?
Esta pregunta nos lleva a una autobservación reflexiva. Como mencioné anteriormente, generamos energía con
nuestro cuerpo, con nuestro lenguaje y con nuestras emociones. Entonces la energía que emanemos va a estar
dependiendo de nuestra propia coherencia al momento de la interacción. Si, por ejemplo, tenemos
pensamientos o juicios limitantes sobre el coachee, si no confiamos en el coachee, o en nosotros como coaches,
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si nuestras emociones al momento de la conversación son no posibilitantes, todo eso afectará en su conjunto a
lo que pueda generarse en esa interacción.
Para ir finalizando me gustaría citar a Bruce Lipton, quien sirvió de inspiración para mí en este trabajo. Él dice:
“Todos los seres humanos se comunican primeramente a nivel vibratorio. Y aún así usamos la cabeza y creamos
un lenguaje. Y este es el problema. La vibración es verdadera. El lenguaje puede estar equivocado”.
La gacela cuando ve al león no le pregunta, sos mi amigo? Siente la energía y sabe que tiene que huir. Los seres
humanos también nos comunicamos a nivel vibratorio, pero prácticamente perdimos esa percepción cuando
surgió el lenguaje. Empezamos a pensar y dejamos de percibir. Mi propuesta se basa en recuperar esa conexión
con el percibir y entrar en contacto con el dominio del algo más.
Un ejercicio de práctica del algo más
Te propongo un ejercicio para experimentar el algo más.
Busca un compañero/a con quien puedas tener esta experiencia. Tú serás el coach y tu compañero/a hará de
coachee. Ubíquense frente a frente. Todo el ejercicio ocurrirá sin hablar. Pídele a tu coachee que se conecte con
algún quiebre o dificultad que esté teniendo, pero que no lo diga con palabras sino que lo “irradie” simplemente
conectándose con eso.
Tú como coach mantente abierto y receptivo a lo que el coachee esté emanando. Puede ser que te surjan
imágenes, sensaciones, palabras…todo está perfecto…y si no surge nada también está bien. Conéctate con tu
coachee con total presencia y haz contacto visual. Sintonízate con lo que percibes más allá de tus juicios.
A continuación coach vas a “irradiar” un mensaje a tu coachee, como te surja hacerlo. Está atento a los cambios
sutiles que puedan surgir en el coachee a partir de lo que irradies.
Luego de esta experiencia, cuando consideren que es momento de finalizar, compartan:
El Coach le dice al coachee “lo que yo percibí al trabajar contigo fue”…en una o dos palabras.
El coachee le dice al coach “lo que yo trabajé contigo hoy fue”…en una palabra.
Eviten hacer interpretaciones sobre lo que ocurrió. Enfóquense en lo que percibieron, lo que registraron
principalmente desde el cuerpo, la energía y la emoción.
Título: El dominio no visible de los seres humanos – El Algo más
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Incorporar el algo más en la práctica del coaching ontológico requiere apertura y disposición para experimentar
y aprender. Creo que todos los seres humanos tenemos una “antena de wifi” a la espera de captar los mensajes
que el universo tiene para cada uno de nosotros. De nosotros depende aprender a sintonizar la frecuencia
adecuada para captar las señales más sutiles.
Espero que este trabajo haya despertado en ti la curiosidad por incursionar más profundamente en este
apasionante dominio del algo más.
Muchas gracias por acompañarme hasta acá en esta aventura.