La Pirámide de Maslow y su clasificación de necesidades humanas ¿Sin qué no puede vivir el ser humano? Esta clasificación ordena las prioridades de las personas. No podemos lograr la autorrealización si antes no priorizamos otras necesidades. Fuente: Unsplash Cuando hablamos de necesidades humanas está claro que hay algunas de ellas que todos compartimos y otras que en cambio nos son diferentes. Estas necesidades nos motivan y nos llevan a actuar de ciertas maneras y se pueden organizar jerárquicamente, tal y como vemos representado en la pirámide de Maslow. Ésta famosa teoría del psicólogo humanista Abraham Maslow organiza las necesidades humanas según la importancia que tienen para nuestro bienestar. Es la herramienta preferida de las personas dedicadas al marketing porque, entre otras cosas, justifica la manera en la que consumimos. Te lo contamos todo a continuación. Artículo relacionado: “Temperamentos del ser humano: los 4 tipos y sus características” Qué es la Pirámide de Maslow Detrás de cada acto que realizamos existe una necesidad humana que la motiva, pero no todas esas necesidades son iguales o tienen la misma relevancia para nosotros. De hecho, conforme vamos satisfaciendo nuestras necesidades más básicas y humanas, vamos creando nuevas necesidades más elevadas que las anteriores. Por lo menos así lo expone la Pirámide de Maslow, que recibe su nombre por quien la estableció, el psicólogo humanista Abraham Maslow. Fue teorizada en 1943 y aún hoy día es una de las herramientas más utilizadas por la psicología, la sociología y el marketing. Abraham Maslow fue un psicólogo muy diferente a los de su época, pues la mayoría se centraban en estudiar las conductas problemáticas y el aprendizaje pasivo (escuela del psicoanálisis o conductismo), mientras que Maslow se centró en estudiar y aprender aquello que hace a las personas felices y que en definitiva, mejora nuestra autorrealización y nuestro bienestar. En este sentido Maslow, como buen humanista, consideraba que todas las personas tenemos un poder innato que nos dirige a ser lo que queramos ser y realizarnos personalmente. Además que somos totalmente capaces de conseguir nuestros objetivos, siempre y cuando nos encontremos en un ambiente propicio para ello. La pirámide de necesidades creada por Abraham Maslow. Fuente: Wikimedia Commons Jerarquía de las necesidades humanas Estos objetivos, que podemos llamar también necesidades humanas a satisfacer, los vamos cumpliendo en nuestro camino hacia la autorrealización, y van cambiando en la medida en la que vamos satisfaciendo las necesidades más básicas y aumentando su complejidad en cuanto vamos escalando la pirámide de Maslow. Esta jerarquía de las necesidades humanas formulada por Maslow y plasmada en forma de pirámide comienza por poner en la base las necesidades humanas más básicas. Va aumentando su complejidad en 5 tipos de necesidades a medida en que se va acercando hacia la punta, lugar donde encontramos la autorrealización. Estas son las 5 necesidades de la pirámide de Maslow: 1. Necesidades fisiológicas Se encuentran en la base de la pirámide de Maslow y son la primera y más básica de las necesidades humanas, pues están relacionadas con la supervivencia y son las necesidades biológicas innatas de cualquier persona. Hablamos de respirar, dormir, alimentarse, beber agua, desechar, tener una temperatura corporal adecuada, evitar el dolor y el sexo. No hay manera de llegar a formular otro tipo de necesidades si no hemos conseguido satisfacer nuestras necesidades fisiológicas para sobrevivir. 2. Necesidades de seguridad y protección Una vez hemos logrado cubrir nuestras necesidades humanas fisiológicas, damos paso a un segundo tipo de necesidades y escalamos una posición en la pirámide de Maslow, en la que encontramos aquellas relacionadas con la seguridad y protección. En este estrato necesitamos asegurar nuestra seguridad personal y lo que la garantiza; eso se traduce en estabilidad, orden, seguridad física y de salud, seguridad laboral para tener ingresos y recursos, seguridad familiar, moral y de propiedad privada. 3. Necesidades de afiliación y afecto Ahora que ya hemos conseguido un techo, una buena salud, ingresos y recursos, podemos contemplar otro tipo de necesidades que están relacionadas con nuestro lado afectivo. Esto quiere decir, el afecto, el sentido de pertenencia a un grupo social y el amor. Como humanos buscamos relacionarnos, pertenecer a un grupo, una familia y una comunidad. Es por esto que en esta etapa de la pirámide de Maslow encontramos todo aquello que nos genera lazos afectivos como la amistad, la pareja, la familiaridad y aquellos grupos con los que nos relacionemos. 4. Necesidades de reconocimiento y estima El siguiente peldaño de la pirámide de Maslow y la jerarquía de las necesidades humanas está enfocado hacia todo aquello que forma nuestra autoestima y tiene que ver con el reconocimiento por parte de los demás y nuestro propio reconocimiento. Dicho de otra manera, son las necesidades de sentirnos bien a partir de nuestra autoimagen y de aquellos aspectos de nosotros mismos que vemos según la manera en la que los demás nos tratan. Artículo relacionado: “Los 4 tipos de autoestima: definición y características” Maslow divide este tipo de necesidades en dos grupos: El reconocimiento y estima bajo, que tiene que ver con el respeto, el estatus, la dignidad, la atención, la reputación, la fama y la gloria; y el reconocimiento y estima alto, que tiene que ver con las necesidades de respetarnos a nosotros mismos, de nuestra autoestima, libertad, independencia, autoconfianza y logros. 5. Necesidades de autorrealización La última de las necesidades humanas según la pirámide de Maslow, que solo conseguimos al haber cubierto las 4 anteriores, es la autorrealización, también llamada de “motivación de crecimiento” o “necesidad de ser”. Aquí encontramos la autorrealización, la cual justificamos porque logramos darle sentido a nuestra vida mediante el desarrollo potencial de alguna actividad interna, que puede ser moral, el desarrollo espiritual, la ayuda a otros o los actos desinteresados entre otros. Hay quienes dicen que es la parte de la pirámide que no todos llegan a alcanzar. Referencias bibliográficas Ardila, R. (2004). La Psicología en el Futuro. Madrid: Pirámide. 2002. Myers, David G. (2005). Psicología. México: Médica Panamericana. Triglia, Adrián; Regader, Bertrand; García-Allen, Jonathan (2016). Psicológicamente hablando. Paidós.