Licenciatura en Comercio Internacional y Aduanas "Política Monetaria en México: evaluación, perspectiva y alcances” DOCENTE: Dr. Isaí Contreras Álvarez PRESENTA: Barrera Pérez Nancy Abril-193110935 Tolcayuca Hgo. 14 octubre, 2022. INTRODUCCIÓN El objetivo del presente artículo consiste en analizar las perspectivas de la política monetaria en México para los próximos años, bajo un escenario de debilidad en la actividad económica. Para ofrecer un contexto adecuado, en la siguiente sección se presenta la evolución reciente de la economía mundial. No obstante, la creciente popularidad de este régimen monetario, persisten aún dudas fundadas sobre su efectividad y alcances e incluso sobre sus efectos colaterales. Así, por ejemplo, Fraga, Goldfajn, Minella, Calvo y Mishkin argumentan en contra de las posibilidades de un Banco Central en un régimen IT para cumplir la meta de inflación bajo la presencia de shocks fiscales o externos. Ello parece especialmente difícil en el caso de economías emergentes con movimientos bruscos del tipo de cambio y de cambios importantes en los flujos de capitales, con mercados financieros imperfectos e instituciones monetarias y financieras débiles y con baja credibilidad, y probablemente un régimen fiscal débil. En este contexto, las consecuencias del régimen de IT pueden ser incluso negativas o generar algunos ciclos perversos en la economía. En este caso, el Banco Central, ante una devaluación brusca, puede tratar de usar al tipo de cambio como ancla nominal de la inflación, a través de una política monetaria contraccionista, elevando la tasa de interés y llevando entonces a una apreciación del tipo de cambio real con efectos negativos en el desempeño económico general. Existe además la preocupación de que los resultados positivos de control de la inflación son más la consecuencia natural de una reducción generalizada de la inflación en el mundo que de la instrumentación de los regímenes de IT. De este modo, parece pertinente realizar una evaluación preliminar sobre las virtudes y defectos de esta política en el caso de México y proponer algunas alternativas de política monetaria dentro de ese contexto. POLITICA MONETARIA Generalmente, los bancos centrales de las naciones desarrollándose tienen que conducir sus reglas bajo la restricción de que el dólar es la moneda en todo el mundo dominante, mientras que sus propias monedas son "Moneda provisional" en relación a McKin- non1. Para esto, cree un propósito para la demanda monetaria en relación a la evolución esperada de la economía, y mira el accionar de esa demanda por medio de los saldos acumulados de los bancos comerciales en las cuentas del banco central Aplica una política orientada a regular estos saldos, popular como política de "Cortos", con la que busca cambiar esos saldos a sus propósitos inflacionarios. Banxico argumenta que esa política le habría permitido prestar un crecimiento permanente de la base monetaria y un nivel decreciente de la tasa de inflación, sin que esto deprimiera la actividad de la economía local. Sin embargo, ese argumento se hace cuestionable cuando se cree que, junto con ese manejo de la base monetaria, Banxico aplicó otros instrumentos para vigilar las fuerzas endógenas para expandir la base monetaria que crean dos de las condiciones nombradas con anterioridad. Hablamos, de una sección, al encontronazo expansivo sobre el circulante que hace el considerable fluido de fondos de afuera México, lo que Banxico debía vigilar sin desalentar la llegada de estos fondos al país asegurando la seguridad de la economía mexicana, en especial respecto al tipo de cambio. Dicha deuda no se encontraba incluida en el presupuesto del gobierno por lo cual se traduce en un aspecto para la construcción de dinero por parte del gobierno. Esas condiciones comentan que el desarrollo subjetivamente permanente de la base monetaria registrado a lo largo del tiempo fuera el resultado de dos movimientos contrapuestos. Esto último se consigue por medio de unir fuerzas expansivas y contractivas en dicho crédito, puesto que, de una sección, se amplía la construcción monetaria para atender las pretensiones de la deuda contingente. Al mismo tiempo, se contrae la construcción del crédito público por medio de depósitos y bonos de regulación monetaria y con una devastación sistemática de los depósitos conformados por Banxico del Gobierno Federal y compañías públicas. Así, a lo largo de los últimos 10 años, el desarrollo correlacionado de la base monetaria con el de la demanda estimada de dinero, se pudo aplicando una política pragmática, que combina la aplicación de "Cortos", la propagación de las reservas de todo el mundo y una reducción sistemática del crédito público de adentro neto otorgado al Gobierno y a las compañías públicas. Esto causó un cambio considerable en la composición de la base monetaria, con incrementos en las reservas de todo el mundo hasta representar actualmente más del doble del crédito público, y contracciones sistemáticas del crédito público de adentro otorgado al gobierno. En grupo, este cambio en la composición de la base monetaria tuvo encontronazo depresivo en la economía mexicana y desarrolló fuertes tensiones para su avance. Dada la naturaleza de los componentes que configuran esta política, es viable predecir que los mismos tienen la posibilidad de superar hasta crear un creciente desequilibrio, para poner en peligro la seguridad de la economía. Con la globalización económica y financiera, con la indecisión construida por la crisis en la arquitectura del sistema capital y financiero en todo el mundo luego del colapso del régimen Bretton Woods, se desarrollan tendencias problemáticas para los sistemas monetarios y financieros nacionales de los países desarrollándose. De otra sección, los sistemas financieros nacionales de esas economías se vieron colapsados frente la influencia de los impactos causados por los flujos financieros inter- nacionales de corto período, de la misma forma que ocurrió en la crisis de Rusia, Asia, etc. En la situación de México, esa regulación se dio en el contexto de liberalización y de desregulación de los mercados, concibiendo que la seguridad de costos generada con la estrategia monetaria mencionada proveería una condición conveniente para la asignación eficiente de los elementos por medio de los mercados. Estas deudas se incrementaron vertiginosamente por el hecho de esos programas de res- cate de las empresas financieras, especialmente de los bancos, fueron aplicados con altos escenarios de corrupción de parte de algunas empresas, banqueros y servidores públicos comprometidos en los mismos. Por ejemplo, los flujos de intereses que, mensualmente, paga el Estado a los bancos por los desempeños de los Pagarés Fobaproa. LA ESTABILIDAD Lograr la seguridad y su cuidado no tiene antecedentes, recalca la etapa de la historia económica de México popular como del "Desarrollo estabilizador" que se extendió de 1955 hasta 1970; exclusivo tiempo en que se brindaron ambas precondiciones para un manejo moderno de la política monetaria: 1) seguridad de costos, o sea, de inflación; 2) un régimen de moneda fiduciaria suministrada por el banco central. Tomemos entre otras cosas la situación del tiempo que va de 1905 al estallido de la Revolución en 1910, en el cual estuvo la seguridad de costos debido al desempeño del patrón oro adopta- do en el primero de los años nombrados. Ese estado de cosas se alteró radicalmente al estallar la Revolución, durante la cual se gestaron enormes inflaciones ocasionadas por el financiamiento que hicieron los bandos beligerantes de sus propios esfuerzos militares por medio de la prensa de imprimir billetes. Según las crónicas de la etapa la hiperinflación que se suscitó desde 1913 no ha podido ser conjurada hasta 1918 por medio de el drástico expediente de volver a poner el patrón oro en los mismos términos que en 1905.La política estabilizadora llegó a su término por la intención explícita de utilizar una política económica expansionista que no podía conducir más que a la inflación. A ello se sumaron otros fenómenos de orden no capital pero que además implicaron efectos alcistas: el desprendimiento del dólar de EEUU del oro en 1972 y el choque petrolero de los países de la OPEP que se inició en esos años. El plan económico lanzado por el presidente Miguel de la Madrid tuvo como uno de sus primordiales puntales la proposición de que la economía mexicana no podría rehabilitarse sin la restauración de la seguridad. Aunque ya remota en el tiempo, la vivencia que nos deja el avance estabilizador resulta muy aleccionadora, y además la de varios otros territorios que habiendo padecido años de inflación eligieron llevar a cabo un esfuerzo supremo para erradicarla. Entre otro provecho la seguridad lograda fue uno de los causantes que hicieron viable una elevación continua de los salarlos reales. EL LEGADO DEL DESARROLLO ESTABILIZADOR El legado del avance estabilizador Los dos artífices del avance estabilizador fueron, en un orden indistinto, Antonio Ortiz Mena y Rodrigo Gómez, este último cabeza del Banco de México desde 1952 hasta su muerte en 1970, en tanto que el primero fungió como secretario de Hacienda de diciembre de 1958 hasta agosto de 1970. La inflación es amenazante para el desempeño de una economía, por consiguiente, quedó demostrado que los esfuerzos para combatirla y erradicarla están plenamente justificados, pero una vez conseguida la estabilidad: ¿qué sigue?, ¿cuáles enseñanzas tenemos la posibilidad de derivar a este fin de la bitácora del avance estabilizador?, ¿y de los testimonios de sus artífices? Si se piensa que una vez conseguida la seguridad el banco central reposa en un "Lecho de rosas" o en un limbo favorable y apacible debe conocerse el testimonio de Don Rodrigo Gómez. Tomada la elección de eliminar la inflación, Ortiz Mena llegó a la conclusión que ello requería de por lo menos tres cosas: un manejo cuidadoso de las finanzas públicas para mantenerlas sanas, más grande soberanía al Banco de México para que aplicara una política monetaria congruente con la misión de la seguridad, y sostener el tipo de cambio recurrente. FUERZAS DE INFLACIÓN Por sus memorias y a través de otros escritos sabemos que el historiador Daniel Cosío Villegas, solía recomendar para el estudio de cualquier problema remitirse antes que nada, a los antecedentes. Quien entre sus muchas oraciones populares confirmaba que las fuerzas de la inflación "Son capaces, múltiples y sutiles" y aclaraba que su poder provenía "De las más categorías superiores" de la política, de la gestión pública, del área privado y de los círculos académicos y periodísticos. Por eso decía que "Las presiones menos simples de soportar para las autoridades monetarias son las que surgen del área oficial". En un primer chato ubicaba a las secretarías encargadas de realizar los proyectos públicos y que "Siempre tienen completados proyectos de indiscutible provecho A ellas se sumaban otras -como Educación y Salud- que tienen a su cargo funciones de consideración colectiva y cuya atención es una asistencia "al avance barato del país en forma mediata". CUMPLIMIENTO DE METAS FIJADAS POR BANXICO Por supuesto que podría decirse que no tiene sentido comparar a México con el mundo pues éste incluye a los países desarrollados, con mayor tradición de estabilidad de precios. Efectivamente, por regiones, la inflación en México es mayor que las áreas desarrolladas, así como en general que en Asia. De los 179 países con que se cuenta con información de inflación para el periodo, el promedio de inflación anual fue de 4.2%. De hecho, México se colocó en el lugar 97. Dentro de los 32 países de América Latina, la mediana, 5.2%, es mayor que la de México. Por tanto, la inflación en México es mayor que en el promedio mundial, que en la de los socios comerciales, más o menos se ubica en un sitio intermedio en América Latina y respecto al conjunto de los 179 países del mundo, y es menor que los promedios ponderados de la mayoría de regiones de países en desarrollo exceptuando a Asia. Para el periodo en que Banxico ya estableció los objetivos de corto y largo plazo constantes en 3%, el promedio de la inflación en México ha sido de 4.2%, el cual es ligeramente mayor que la mediana de los 179 países para ese periodo de 4%, así como del mundo, de 3.7%. Más o menos se repiten las demás relaciones ya mencionadas en términos de regiones del mundo y socios comerciales. Aunque es difícil concluir con claridad, podría decirse que no hay evidencia de que la inflación en México se comporte de mejor manera que en buena parte de otros países del mundo, los cuales, por supuesto también tiene múltiplos problemas estructurales. COSTOS DE LOS LOGROS DE INFLACIÓN Es recurrente escuchar que la estabilidad de precios es una condición necesaria pero no suficiente para el crecimiento. Algo diferente es saber si el objetivo de estabilidad de precios ha sido negativo para el crecimiento y/o para su variabilidad; ello independientemente que hasta ahora ya se mostró que no se lograron en varios años los objetivos de inflaciones de 3%. Dado lo complejo de concluir sobre lo anterior, se aborda el tema de varias formas. Si bajo algún criterio, se evalúa que ha sido "Demasiado" elevada, por ejemplo, podríamos concluir entonces que el banco central pone un celo demasiado grande en su objetivo explícito único, en la estabilidad de precios, y es insensible a los costos que ello tiene en crecimiento. Cabe subrayar que en nuestro enfoque, que es el convencional, el crecimiento no se determina por la política monetaria. No puede haber un objetivo de crecimiento de largo plazo para un banco central mientras que sí puede haber uno de inflación. No obstante, en el corto plazo la política monetaria sí puede preocuparse más o menos de que el PIB crezca cerca de su tasa normal o de largo plazo en relación a lo que se preocupa porque la inflación esté más o menos cerca de su objetivo. CONTEXTO CON LA POLITICA MONETARIA La inflación no depende sólo de lo que haga un banco central, sino del contexto macroeconómico y de otras políticas económicas. En el periodo analizado podemos afirmar que fue favorable para los fines del banco central, sobre todo cuando se le compara con periodos previos de la economía mexicana. Durante 2001-06 tuvimos un periodo de gran debilidad del crecimiento. El 2.3% promedio anual es más bajo que el de la década previa e incluso que el conjunto de los últimos 25 años, que fue de sólo 2.5%. Podría argumentarse que estuvo por debajo del PIB potencial, en que hay cierto consenso para ubicarlo entre 2.5% y 4%. Un crecimiento débil significa pocas presiones inflacionarias que pueden provenir de la demanda. Dada la baja penetración del crédito bancario, tampoco es plausible considerar que hubo un desplazamiento de la inversión del sector privado por el sector público que haya presionado a las tasas de interés. En el primer caso, debido a la política fiscal, las presiones de la energía no se convirtieron en presiones inflacionarias directas, sino que fueron amortiguadas en gran medida por una política de subsidios fiscales internos. El segundo factor sin embargo sí tuvo un efecto inflacionario importante, aunque sólo hasta la última parte del periodo analizado, en particular, en el segundo semestre del 2006. No realizamos una comparación internacional respecto al impacto de los precios agropecuarios; sin embargo, cabe notar que, como ya se señaló, tampoco el componente subyacente de la inflación, que excluye los precios agro- pecuarios, tuvo una convergencia en el periodo hacia la meta de inflación de 3%. METAS DE INFLACIÓN EN MÉXICO México, a partir de la década de los noventa, ha experimentado diversas políticas monetarias y regímenes cambiarios. En particular, se observan tres grandes fases: en la primera, el eje ordenador fue una meta de tipo de cambio definida en una banda antes de la crisis de 1994; posteriormente, se aplicó un régimen de metas de agregados monetarios y libre flotación cambiaria por un período corto acotado por la crisis de 1994, que fue finalmente seguido por una fase de transición e instrumentación de una política de metas de inflación. El proceso de transición al régimen de IT se aceleró en 1999 cuando el Banco de México anunció un objetivo de inflación a mediano plazo basado en el índice de precios al consumidor, y a partir de 2000 empezó a publicar reportes trimestrales sobre la evolución de la inflación. Junto con ello, el Banco de México dispone de un conjunto de factores que contribuyen a consolidar la política de metas de inflación tales como la independencia institucional -con el solo objetivo de controlar la inflación-, un régimen cambiario de libre flotación y un entorno de aplicación "Transparente" de políticas monetarias apoyado por un régimen fiscal austero. Las principales razones argumentadas por el Banco Central para aplicar una política de IT son la inestabilidad de la relación entre la base monetaria y la inflación, y la incapacidad del instituto central para controlar la base monetaria -al menos en el corto plazo- a consecuencia de su baja elasticidad a la tasa de interés. De esta forma, el Banco de México considera que no puede controlar a los agregados monetarios y tampoco puede confiar en que su control se traduzca en un control de la inflación, ante la existencia de una relación volátil entre estas variables. En este contexto, el Banco de México tiene al "Corto" como principal instrumento de política monetaria para incidir en el nivel y la estructura de tasas de interés. En ese sistema del corto, el Banco de México establece un balance nulo de reservas a las instituciones financieras, y penaliza a estas instituciones con una tasa del doble de la de los Cetes en caso de sobregiro. De esta forma, el Banco de México coloca "En corto" al sistema financiero, a través de la penalización de los sobregiros. Esta política se modifica al anunciar un aumento o disminución de esos montos, y así influenciar al conjunto de la estructura de tasas de interés. EL TIPO DE CAMBIO REAL Y EL PRODUCTO Por otro lado, se argumenta que el tipo de cambio subvaluado tiene efectos contraccionistas como resultado del impacto de la devaluación en la demanda agregada y la distribución del ingreso. Además, se observa que los efectos del tipo de cambio real han crecido desde la firma del TLC entre México, Estados Unidos y Canadá. Asimismo, una subvaluación del tipo de cambio real genera un mayor dinamismo del producto. TIPO DE CAMBIO NOMINAL Y LA TASA DE INFLACIÓN El efecto positivo del tipo de cambio nominal sobre la tasa de inflación es ciertamente uno de los problemas potenciales más importantes de una política de metas de inflación que, bajo esas circunstancias, tiende a sufrir de lo que se conoce como "Dominación externa". La bibliografía económica argumenta que el régimen de IT reduce la transmisión del tipo de cambio a la inflación, gracias al aumento de la credibilidad de las autoridades monetarias y, por tanto, al uso creciente de formación de expectativas inflacionarias hacia adelante que no se contaminan del shock cambiario de corto plazo. Este efecto, desde la instrumentación del régimen IT ha disminuido, pero esta reducción no significa que ese efecto se haya eliminado por completo. De este modo, una de- valuación del tipo de cambio nominal se traduce en una inflación mayor, mientras que una apreciación del tipo de cambio nominal implica una reducción del ritmo inflacionario. RESPUESTA DE LA POLÍTICA MONETARIA A MOVIMIENTOS DEL TIPO DE CAMBIO Así, el Banco de México aplica una política más restrictiva para controlar el proceso inflacionario. Esto es, el instituto central aumenta la tasa de interés en el caso de una devaluación del tipo de cambio, con objeto de evitar brotes inflacionarios; sin embargo, una apreciación del tipo de cambio que reduce las presiones de precios no se traduce en una disminución consecuente de la tasa de interés. En este sentido, el Banco de México mantiene una política asimétrica ante movimientos del tipo de cambio, que se traduce en una apreciación paulatina del tipo de cambio real. Esto es, las pruebas econométricas realizadas indican que el Banco de México sólo muestra una respuesta sistemática a las devaluaciones del tipo de cambio, elevando la tasa de interés, mientras que sobrevaluaciones del tipo de cambio nominal no van seguidas de una respuesta sistemática. De este modo, la política de metas de inflación en México ha ido acompañada de una política monetaria de respuestas asimétricas a los movimientos cambiarios, que se ha traducido paulatinamente en una sobrevaluación del tipo de cambio real. PROBLEMAS CON LA POLÍTICA DE METAS DE INFLACIÓN Y ALTERNATIVAS POSIBLES La evidencia presentada en este ensayo -sobre el efecto negativo de la sobrevaluación cambiaria en el ritmo de crecimiento económico y el traspaso de las devaluaciones a la inflación indica que los procesos de reducción de la tasa de inflación y el bajo crecimiento económico están relacionados a través del desempeño del tipo de cambio real. Por ejemplo, luego de la fuerte depreciación del tipo de cambio real de 1995 se ha observado un paulatino proceso de apreciación que sólo se interrumpió entre 2002 y 2003. Sin embargo, la misma sobrevaluación del tipo de cambio real ha incidido negativamente en el nivel de competitividad de la economía y, por tanto, ha contribuido también al pobre desempeño económico. LAS NUEVAS FUERZAS DE LA INFLACIÓN Todo lo anteriormente expuesto no significa la debilidad o desaparición de las fuerzas que actúan para poner en riesgo la estabilidad, en los tiempos modernos las fuerzas de la inflación se han transformado para tomar otra configuración y dinámica. Los economistas dedicados al estudio serio de la inflación concuerdan en que en última instancia este es un fenómeno de naturaleza monetaria. Con base en estas conclusiones podría plantearse que para un banco central debe ser relativamente sencillo crear inflación, así como reducirla o suprimirla; la realidad es que en este orden existe una asimetría muy perversa. Para un banco central puede resultar sencillo crear inflación, sin embargo, no es tan claro que el banco central sea capaz de reducir la inflación o extirparla tan sólo con sus propios medios, consistentes esencialmente, en el manejo de la política monetaria. La razón es que en el corto plazo existen otros factores que ejercen una influencia muy importante sobre el comportamiento del nivel general de precios. Uno de estos elementos son los déficits fiscales en que suelen incurrir los gobiernos y una de las justificaciones puede provenir de los múltiples argumentos que se esgrimen para reducir los ingresos y aumentar los gastos públicos. El banco central, en un contexto de autonomía, con el gobierno convenientemente informado de que en caso de un déficit fiscal no recibirá apoyo del banco, enfrenta presiones indirectas y rebuscadas para conceder financiamiento. Los déficits fiscales inducen una presión alcista sobre las tasas de interés en la medida en que los gobiernos, para financiar dichos déficits, deben emitir y colocar en el mercado un monto creciente de valores públicos presionando al alza las tasas de interés y, mientras más abultado sea el déficit fiscal, mayor será la presión al alza que experimenten las tasas. La experiencia revela que con autonomía o sin ella un déficit fiscal abultado o, peor aún, creciente, coloca al banco central en un verdadero predicamento, la disyuntiva se plantea entre aplicar o no una política monetaria que acomode la situación fiscal descrita; de rehusarse el banco central a acomodar con su política monetaria la situación fiscal puede crearse un grave problema, pues las tasas de interés podrían llegar a afectar en forma seria a tres grupos de relevancia y peso en la economía: los deudores, los intermediarios financieros y al propio gobierno. INSTRUMENTOS Y ENFOQUES Complementariamente a la evaluación de los objetivos y el costo de lograrlos, es pertinente evaluar el enfoque o los enfoques del banco central para delinear e implementar la política monetaria. Hasta antes de diciembre de 1994, la política monetaria estaba subordinada al sostenimiento de variantes del tipo de cambio fijo. Sin embargo, la credibilidad del banco central resultó muy dañada en la crisis. En los primeros meses de 1995 fue real la tentación de apelar a un consejo monetario como forma de enfrentar esa falta de credibilidad, En los primeros años posteriores a la crisis, la preocupación central era no permitir que la emisión de moneda no tuviera un fundamento en las reservas internacionales. El enfoque de metas de inflación consiste en un compromiso del banco central con el logro directo de una meta específica de inflación, así como en el impulso de una fuerte transparencia y una sólida estrategia de comunicación. Este enfoque ha sido progresivamente adoptado por muchos países desde inicios de los 90, y actualmente son alrededor de 25 países los que lo han formalizado. Ha sido una forma en que los bancos centrales han enfrentado el problema del dilema entre reglas y discrecionalidad. Se le ha llegado a llamar por sus principales exponentes un enfoque de "Discrecionalidad restringida". En los últimos quince años la inflación en el mundo tendió a bajar, incluido en los países latinoamericanos, que han sido especialmente vulnerables a fenómenos de elevada inflación o incluso de hiperinflación aún en la década de los 90. No ha sido tan fácil comprobar si los países que adoptaron este enfoque tuvieron un mejor desempeño que los que no lo hicieron o si hubo incluso un simple fenómeno consistente de causalidad inversa. CONCLUSIÓN Las primordiales conclusiones de este ensayo señalan que la política monetaria de misiones de inflación ha contribuido a la reducción gradual de la inflación. Asimismo, este esquema de política monetaria ha contribuido a una reducción del desarrollo de transmisión del tipo de cambio a la tasa de inflación, probablemente por medio de la más grande probabilidad del centro central o al propio desarrollo de reducción de la inflación. Estos logros, no obstante, fueron acompañados de costos indispensables como la continua y progresiva apreciación del tipo de cambio real, con secuelas negativas sobre el desarrollo barato. Asimismo, se aprecia que la política monetaria asimétrica frente shocks cambiarios del Banco de México ha contribuido de forma sustancial a la apreciación del tipo de cambio real. Así, las devaluaciones del tipo de cambio son normalmente consecutivas por una política monetaria más rigurosa, en tanto que las reevaluaciones no van acompañadas de una política monetaria más maleable. De este modo, la opción al marco general de política monetaria es dar una más grande consideración al propósito de un tipo de cambio real permanente y competitivo en el diseño de la política monetaria y cambiaria. Referencias Celso, G. (2004). Politica Monetaria y desarrollo económico en México desde 1995. Distrito Federal: El Cotidiano. Eduardo, T. D. (2001). 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