Subido por NANCY ABRIL BARRERA PEREZ

Ensayo-Política Monetaria

Anuncio
Licenciatura en Comercio Internacional y Aduanas
"Política Monetaria en México: evaluación, perspectiva y alcances”
DOCENTE:
Dr. Isaí Contreras Álvarez
PRESENTA:
Barrera Pérez Nancy Abril-193110935
Tolcayuca Hgo. 14 octubre, 2022.
INTRODUCCIÓN
El objetivo del presente artículo consiste en analizar las perspectivas de la política
monetaria en México para los próximos años, bajo un escenario de debilidad en la
actividad económica. Para ofrecer un contexto adecuado, en la siguiente sección se
presenta la evolución reciente de la economía mundial.
No obstante, la creciente popularidad de este régimen monetario, persisten aún
dudas fundadas sobre su efectividad y alcances e incluso sobre sus efectos
colaterales. Así, por ejemplo, Fraga, Goldfajn, Minella, Calvo y Mishkin argumentan
en contra de las posibilidades de un Banco Central en un régimen IT para cumplir
la meta de inflación bajo la presencia de shocks fiscales o externos.
Ello parece especialmente difícil en el caso de economías emergentes con
movimientos bruscos del tipo de cambio y de cambios importantes en los flujos de
capitales, con mercados financieros imperfectos e instituciones monetarias y
financieras débiles y con baja credibilidad, y probablemente un régimen fiscal débil.
En este contexto, las consecuencias del régimen de IT pueden ser incluso negativas
o generar algunos ciclos perversos en la economía. En este caso, el Banco Central,
ante una devaluación brusca, puede tratar de usar al tipo de cambio como ancla
nominal de la inflación, a través de una política monetaria contraccionista, elevando
la tasa de interés y llevando entonces a una apreciación del tipo de cambio real con
efectos negativos en el desempeño económico general.
Existe además la preocupación de que los resultados positivos de control de la
inflación son más la consecuencia natural de una reducción generalizada de la
inflación en el mundo que de la instrumentación de los regímenes de IT. De este
modo, parece pertinente realizar una evaluación preliminar sobre las virtudes y
defectos de esta política en el caso de México y proponer algunas alternativas de
política monetaria dentro de ese contexto.
POLITICA MONETARIA
Generalmente, los bancos centrales de las naciones desarrollándose tienen que
conducir sus reglas bajo la restricción de que el dólar es la moneda en todo el mundo
dominante, mientras que sus propias monedas son "Moneda provisional" en relación
a McKin- non1.
Para esto, cree un propósito para la demanda monetaria en relación a la evolución
esperada de la economía, y mira el accionar de esa demanda por medio de los
saldos acumulados de los bancos comerciales en las cuentas del banco central
Aplica una política orientada a regular estos saldos, popular como política de
"Cortos", con la que busca cambiar esos saldos a sus propósitos inflacionarios.
Banxico argumenta que esa política le habría permitido prestar un crecimiento
permanente de la base monetaria y un nivel decreciente de la tasa de inflación, sin
que esto deprimiera la actividad de la economía local. Sin embargo, ese argumento
se hace cuestionable cuando se cree que, junto con ese manejo de la base
monetaria, Banxico aplicó otros instrumentos para vigilar las fuerzas endógenas
para expandir la base monetaria que crean dos de las condiciones nombradas con
anterioridad.
Hablamos, de una sección, al encontronazo expansivo sobre el circulante que hace
el considerable fluido de fondos de afuera México, lo que Banxico debía vigilar sin
desalentar la llegada de estos fondos al país asegurando la seguridad de la
economía mexicana, en especial respecto al tipo de cambio. Dicha deuda no se
encontraba incluida en el presupuesto del gobierno por lo cual se traduce en un
aspecto para la construcción de dinero por parte del gobierno.
Esas condiciones comentan que el desarrollo subjetivamente permanente de la
base monetaria registrado a lo largo del tiempo fuera el resultado de dos
movimientos contrapuestos. Esto último se consigue por medio de unir fuerzas
expansivas y contractivas en dicho crédito, puesto que, de una sección, se amplía
la construcción monetaria para atender las pretensiones de la deuda contingente.
Al mismo tiempo, se contrae la construcción del crédito público por medio de
depósitos y bonos de regulación monetaria y con una devastación sistemática de
los depósitos conformados por Banxico del Gobierno Federal y compañías públicas.
Así, a lo largo de los últimos 10 años, el desarrollo correlacionado de la base
monetaria con el de la demanda estimada de dinero, se pudo aplicando una política
pragmática, que combina la aplicación de "Cortos", la propagación de las reservas
de todo el mundo y una reducción sistemática del crédito público de adentro neto
otorgado al Gobierno y a las compañías públicas.
Esto causó un cambio considerable en la composición de la base monetaria, con
incrementos en las reservas de todo el mundo hasta representar actualmente más
del doble del crédito público, y contracciones sistemáticas del crédito público de
adentro otorgado al gobierno. En grupo, este cambio en la composición de la base
monetaria tuvo encontronazo depresivo en la economía mexicana y desarrolló
fuertes tensiones para su avance.
Dada la naturaleza de los componentes que configuran esta política, es viable
predecir que los mismos tienen la posibilidad de superar hasta crear un creciente
desequilibrio, para poner en peligro la seguridad de la economía. Con la
globalización económica y financiera, con la indecisión construida por la crisis en la
arquitectura del sistema capital y financiero en todo el mundo luego del colapso del
régimen Bretton Woods, se desarrollan tendencias problemáticas para los sistemas
monetarios y financieros nacionales de los países desarrollándose. De otra sección,
los sistemas financieros nacionales de esas economías se vieron colapsados frente
la influencia de los impactos causados por los flujos financieros inter- nacionales de
corto período, de la misma forma que ocurrió en la crisis de Rusia, Asia, etc.
En la situación de México, esa regulación se dio en el contexto de liberalización y
de desregulación de los mercados, concibiendo que la seguridad de costos
generada con la estrategia monetaria mencionada proveería una condición
conveniente para la asignación eficiente de los elementos por medio de los
mercados. Estas deudas se incrementaron vertiginosamente por el hecho de esos
programas de res- cate de las empresas financieras, especialmente de los bancos,
fueron aplicados con altos escenarios de corrupción de parte de algunas empresas,
banqueros y servidores públicos comprometidos en los mismos. Por ejemplo, los
flujos de intereses que, mensualmente, paga el Estado a los bancos por los
desempeños de los Pagarés Fobaproa.
LA ESTABILIDAD
Lograr la seguridad y su cuidado no tiene antecedentes, recalca la etapa de la
historia económica de México popular como del "Desarrollo estabilizador" que se
extendió de 1955 hasta 1970; exclusivo tiempo en que se brindaron ambas
precondiciones para un manejo moderno de la política monetaria:
1) seguridad de costos, o sea, de inflación;
2) un régimen de moneda fiduciaria suministrada por el banco central. Tomemos
entre otras cosas la situación del tiempo que va de 1905 al estallido de la Revolución
en 1910, en el cual estuvo la seguridad de costos debido al desempeño del patrón
oro adopta- do en el primero de los años nombrados. Ese estado de cosas se alteró
radicalmente al estallar la Revolución, durante la cual se gestaron enormes
inflaciones ocasionadas por el financiamiento que hicieron los bandos beligerantes
de sus propios esfuerzos militares por medio de la prensa de imprimir billetes.
Según las crónicas de la etapa la hiperinflación que se suscitó desde 1913 no ha
podido ser conjurada hasta 1918 por medio de el drástico expediente de volver a
poner el patrón oro en los mismos términos que en 1905.La política estabilizadora
llegó a su término por la intención explícita de utilizar una política económica
expansionista que no podía conducir más que a la inflación. A ello se sumaron otros
fenómenos de orden no capital pero que además implicaron efectos alcistas: el
desprendimiento del dólar de EEUU del oro en 1972 y el choque petrolero de los
países de la OPEP que se inició en esos años.
El plan económico lanzado por el presidente Miguel de la Madrid tuvo como uno de
sus primordiales puntales la proposición de que la economía mexicana no podría
rehabilitarse sin la restauración de la seguridad. Aunque ya remota en el tiempo, la
vivencia que nos deja el avance estabilizador resulta muy aleccionadora, y además
la de varios otros territorios que habiendo padecido años de inflación eligieron llevar
a cabo un esfuerzo supremo para erradicarla. Entre otro provecho la seguridad
lograda fue uno de los causantes que hicieron viable una elevación continua de los
salarlos reales.
EL LEGADO DEL DESARROLLO ESTABILIZADOR
El legado del avance estabilizador Los dos artífices del avance estabilizador fueron,
en un orden indistinto, Antonio Ortiz Mena y Rodrigo Gómez, este último cabeza del
Banco de México desde 1952 hasta su muerte en 1970, en tanto que el primero
fungió como secretario de Hacienda de diciembre de 1958 hasta agosto de 1970.
La
inflación
es amenazante para
el desempeño de
una
economía, por
consiguiente, quedó demostrado que los esfuerzos para combatirla y erradicarla
están plenamente justificados, pero una vez conseguida la estabilidad: ¿qué sigue?,
¿cuáles enseñanzas tenemos la posibilidad de derivar a este fin de la bitácora
del avance estabilizador?, ¿y de los testimonios de sus artífices? Si se piensa que
una vez conseguida la seguridad el banco central reposa en un "Lecho de rosas" o
en un limbo favorable y apacible debe conocerse el testimonio de Don Rodrigo
Gómez.
Tomada la elección de eliminar la inflación, Ortiz Mena llegó a la conclusión que ello
requería de por lo menos tres cosas: un manejo cuidadoso de las finanzas públicas
para mantenerlas sanas, más grande soberanía al Banco de México para que
aplicara una política monetaria congruente con la misión de la seguridad,
y sostener el tipo de cambio recurrente.
FUERZAS DE INFLACIÓN
Por sus memorias y a través de otros escritos sabemos que el historiador Daniel
Cosío Villegas, solía recomendar para el estudio de cualquier problema remitirse
antes que nada, a los antecedentes. Quien entre sus muchas oraciones populares
confirmaba que las fuerzas de la inflación "Son capaces, múltiples y sutiles" y
aclaraba que su poder provenía "De las más categorías superiores" de la política,
de la gestión pública, del área privado y de los círculos académicos y periodísticos.
Por eso decía que "Las presiones menos simples de soportar para las autoridades
monetarias son las que surgen del área oficial".
En un primer chato ubicaba a las secretarías encargadas de realizar los proyectos
públicos y que "Siempre tienen completados proyectos de indiscutible provecho A
ellas se sumaban otras -como Educación y Salud- que tienen a su cargo funciones
de consideración colectiva y cuya atención es una asistencia "al avance barato del
país en forma mediata".
CUMPLIMIENTO DE METAS FIJADAS POR BANXICO
Por supuesto que podría decirse que no tiene sentido comparar a México con el
mundo pues éste incluye a los países desarrollados, con mayor tradición de
estabilidad de precios.
Efectivamente, por regiones, la inflación en México es mayor que las áreas
desarrolladas, así como en general que en Asia. De los 179 países con que se
cuenta con información de inflación para el periodo, el promedio de inflación anual
fue de 4.2%. De hecho, México se colocó en el lugar 97. Dentro de los 32 países de
América Latina, la mediana, 5.2%, es mayor que la de México.
Por tanto, la inflación en México es mayor que en el promedio mundial, que en la de
los socios comerciales, más o menos se ubica en un sitio intermedio en América
Latina y respecto al conjunto de los 179 países del mundo, y es menor que los
promedios ponderados de la mayoría de regiones de países en desarrollo
exceptuando a Asia.
Para el periodo en que Banxico ya estableció los objetivos de corto y largo plazo
constantes en 3%, el promedio de la inflación en México ha sido de 4.2%, el cual es
ligeramente mayor que la mediana de los 179 países para ese periodo de 4%, así
como del mundo, de 3.7%. Más o menos se repiten las demás relaciones ya
mencionadas en términos de regiones del mundo y socios comerciales.
Aunque es difícil concluir con claridad, podría decirse que no hay evidencia de que
la inflación en México se comporte de mejor manera que en buena parte de otros
países del mundo, los cuales, por supuesto también tiene múltiplos problemas
estructurales.
COSTOS DE LOS LOGROS DE INFLACIÓN
Es recurrente escuchar que la estabilidad de precios es una condición necesaria
pero no suficiente para el crecimiento.
Algo diferente es saber si el objetivo de estabilidad de precios ha sido negativo para
el crecimiento y/o para su variabilidad; ello independientemente que hasta ahora ya
se mostró que no se lograron en varios años los objetivos de inflaciones de 3%.
Dado lo complejo de concluir sobre lo anterior, se aborda el tema de varias formas.
Si bajo algún criterio, se evalúa que ha sido "Demasiado" elevada, por ejemplo,
podríamos concluir entonces que el banco central pone un celo demasiado grande
en su objetivo explícito único, en la estabilidad de precios, y es insensible a los
costos que ello tiene en crecimiento. Cabe subrayar que en nuestro enfoque, que
es el convencional, el crecimiento no se determina por la política monetaria.
No puede haber un objetivo de crecimiento de largo plazo para un banco central
mientras que sí puede haber uno de inflación. No obstante, en el corto plazo la
política monetaria sí puede preocuparse más o menos de que el PIB crezca cerca
de su tasa normal o de largo plazo en relación a lo que se preocupa porque la
inflación esté más o menos cerca de su objetivo.
CONTEXTO CON LA POLITICA MONETARIA
La inflación no depende sólo de lo que haga un banco central, sino del contexto
macroeconómico y de otras políticas económicas. En el periodo analizado podemos
afirmar que fue favorable para los fines del banco central, sobre todo cuando se le
compara con periodos previos de la economía mexicana. Durante 2001-06 tuvimos
un periodo de gran debilidad del crecimiento.
El 2.3% promedio anual es más bajo que el de la década previa e incluso que el
conjunto de los últimos 25 años, que fue de sólo 2.5%. Podría argumentarse que
estuvo por debajo del PIB potencial, en que hay cierto consenso para ubicarlo entre
2.5% y 4%. Un crecimiento débil significa pocas presiones inflacionarias que pueden
provenir de la demanda.
Dada la baja penetración del crédito bancario, tampoco es plausible considerar que
hubo un desplazamiento de la inversión del sector privado por el sector público que
haya presionado a las tasas de interés.
En el primer caso, debido a la política fiscal, las presiones de la energía no se
convirtieron en presiones inflacionarias directas, sino que fueron amortiguadas en
gran medida por una política de subsidios fiscales internos.
El segundo factor sin embargo sí tuvo un efecto inflacionario importante, aunque
sólo hasta la última parte del periodo analizado, en particular, en el segundo
semestre del 2006.
No realizamos una comparación internacional respecto al impacto de los precios
agropecuarios; sin embargo, cabe notar que, como ya se señaló, tampoco el
componente subyacente de la inflación, que excluye los precios agro- pecuarios,
tuvo una convergencia en el periodo hacia la meta de inflación de 3%.
METAS DE INFLACIÓN EN MÉXICO
México, a partir de la década de los noventa, ha experimentado diversas políticas
monetarias y regímenes cambiarios. En particular, se observan tres grandes fases:
en la primera, el eje ordenador fue una meta de tipo de cambio definida en una
banda antes de la crisis de 1994; posteriormente, se aplicó un régimen de metas de
agregados monetarios y libre flotación cambiaria por un período corto acotado por
la crisis de 1994, que fue finalmente seguido por una fase de transición e
instrumentación de una política de metas de inflación.
El proceso de transición al régimen de IT se aceleró en 1999 cuando el Banco de
México anunció un objetivo de inflación a mediano plazo basado en el índice de
precios al consumidor, y a partir de 2000 empezó a publicar reportes trimestrales
sobre la evolución de la inflación.
Junto con ello, el Banco de México dispone de un conjunto de factores que
contribuyen a consolidar la política de metas de inflación tales como la
independencia institucional -con el solo objetivo de controlar la inflación-, un régimen
cambiario de libre flotación y un entorno de aplicación "Transparente" de políticas
monetarias apoyado por un régimen fiscal austero.
Las principales razones argumentadas por el Banco Central para aplicar una política
de IT son la inestabilidad de la relación entre la base monetaria y la inflación, y la
incapacidad del instituto central para controlar la base monetaria -al menos en el
corto plazo- a consecuencia de su baja elasticidad a la tasa de interés.
De esta forma, el Banco de México considera que no puede controlar a los
agregados monetarios y tampoco puede confiar en que su control se traduzca en
un control de la inflación, ante la existencia de una relación volátil entre estas
variables.
En este contexto, el Banco de México tiene al "Corto" como principal instrumento de
política monetaria para incidir en el nivel y la estructura de tasas de interés.
En ese sistema del corto, el Banco de México establece un balance nulo de reservas
a las instituciones financieras, y penaliza a estas instituciones con una tasa del doble
de la de los Cetes en caso de sobregiro. De esta forma, el Banco de México coloca
"En corto" al sistema financiero, a través de la penalización de los sobregiros. Esta
política se modifica al anunciar un aumento o disminución de esos montos, y así
influenciar al conjunto de la estructura de tasas de interés.
EL TIPO DE CAMBIO REAL Y EL PRODUCTO
Por otro lado, se argumenta que el tipo de cambio subvaluado tiene efectos
contraccionistas como resultado del impacto de la devaluación en la demanda
agregada y la distribución del ingreso.
Además, se observa que los efectos del tipo de cambio real han crecido desde la
firma del TLC entre México, Estados Unidos y Canadá. Asimismo, una subvaluación
del tipo de cambio real genera un mayor dinamismo del producto.
TIPO DE CAMBIO NOMINAL Y LA TASA DE INFLACIÓN
El efecto positivo del tipo de cambio nominal sobre la tasa de inflación es
ciertamente uno de los problemas potenciales más importantes de una política de
metas de inflación que, bajo esas circunstancias, tiende a sufrir de lo que se conoce
como "Dominación externa".
La bibliografía económica argumenta que el régimen de IT reduce la transmisión del
tipo de cambio a la inflación, gracias al aumento de la credibilidad de las autoridades
monetarias y, por tanto, al uso creciente de formación de expectativas inflacionarias
hacia adelante que no se contaminan del shock cambiario de corto plazo.
Este efecto, desde la instrumentación del régimen IT ha disminuido, pero esta
reducción no significa que ese efecto se haya eliminado por completo. De este
modo, una de- valuación del tipo de cambio nominal se traduce en una inflación
mayor, mientras que una apreciación del tipo de cambio nominal implica una
reducción del ritmo inflacionario.
RESPUESTA DE LA POLÍTICA MONETARIA A MOVIMIENTOS DEL TIPO DE
CAMBIO
Así, el Banco de México aplica una política más restrictiva para controlar el proceso
inflacionario.
Esto es, el instituto central aumenta la tasa de interés en el caso de una devaluación
del tipo de cambio, con objeto de evitar brotes inflacionarios; sin embargo, una
apreciación del tipo de cambio que reduce las presiones de precios no se traduce
en una disminución consecuente de la tasa de interés. En este sentido, el Banco de
México mantiene una política asimétrica ante movimientos del tipo de cambio, que
se traduce en una apreciación paulatina del tipo de cambio real.
Esto es, las pruebas econométricas realizadas indican que el Banco de México sólo
muestra una respuesta sistemática a las devaluaciones del tipo de cambio, elevando
la tasa de interés, mientras que sobrevaluaciones del tipo de cambio nominal no van
seguidas de una respuesta sistemática.
De este modo, la política de metas de inflación en México ha ido acompañada de
una política monetaria de respuestas asimétricas a los movimientos cambiarios, que
se ha traducido paulatinamente en una sobrevaluación del tipo de cambio real.
PROBLEMAS CON LA POLÍTICA DE METAS DE INFLACIÓN Y ALTERNATIVAS
POSIBLES
La evidencia presentada en este ensayo -sobre el efecto negativo de la
sobrevaluación cambiaria en el ritmo de crecimiento económico y el traspaso de las
devaluaciones a la inflación indica que los procesos de reducción de la tasa de
inflación y el bajo crecimiento económico están relacionados a través del
desempeño del tipo de cambio real.
Por ejemplo, luego de la fuerte depreciación del tipo de cambio real de 1995 se ha
observado un paulatino proceso de apreciación que sólo se interrumpió entre 2002
y 2003.
Sin embargo, la misma sobrevaluación del tipo de cambio real ha incidido
negativamente en el nivel de competitividad de la economía y, por tanto, ha
contribuido también al pobre desempeño económico.
LAS NUEVAS FUERZAS DE LA INFLACIÓN
Todo lo anteriormente expuesto no significa la debilidad o desaparición de las fuerzas que actúan para poner en riesgo la estabilidad, en los tiempos modernos las
fuerzas de la inflación se han transformado para tomar otra configuración y
dinámica. Los economistas dedicados al estudio serio de la inflación concuerdan en
que en última instancia este es un fenómeno de naturaleza monetaria.
Con base en estas conclusiones podría plantearse que para un banco central debe
ser relativamente sencillo crear inflación, así como reducirla o suprimirla; la realidad
es que en este orden existe una asimetría muy perversa.
Para un banco central puede resultar sencillo crear inflación, sin embargo, no es tan
claro que el banco central sea capaz de reducir la inflación o extirparla tan sólo con
sus propios medios, consistentes esencialmente, en el manejo de la política
monetaria.
La razón es que en el corto plazo existen otros factores que ejercen una influencia
muy importante sobre el comportamiento del nivel general de precios.
Uno de estos elementos son los déficits fiscales en que suelen incurrir los gobiernos
y una de las justificaciones puede provenir de los múltiples argumentos que se
esgrimen para reducir los ingresos y aumentar los gastos públicos.
El banco central, en un contexto de autonomía, con el gobierno convenientemente
informado de que en caso de un déficit fiscal no recibirá apoyo del banco, enfrenta
presiones indirectas y rebuscadas para conceder financiamiento.
Los déficits fiscales inducen una presión alcista sobre las tasas de interés en la
medida en que los gobiernos, para financiar dichos déficits, deben emitir y colocar
en el mercado un monto creciente de valores públicos presionando al alza las tasas
de interés y, mientras más abultado sea el déficit fiscal, mayor será la presión al
alza que experimenten las tasas.
La experiencia revela que con autonomía o sin ella un déficit fiscal abultado o, peor
aún, creciente, coloca al banco central en un verdadero predicamento, la disyuntiva
se plantea entre aplicar o no una política monetaria que acomode la situación fiscal
descrita; de rehusarse el banco central a acomodar con su política monetaria la
situación fiscal puede crearse un grave problema, pues las tasas de interés podrían
llegar a afectar en forma seria a tres grupos de relevancia y peso en la economía:
los deudores, los intermediarios financieros y al propio gobierno.
INSTRUMENTOS Y ENFOQUES
Complementariamente a la evaluación de los objetivos y el costo de lograrlos, es
pertinente evaluar el enfoque o los enfoques del banco central para delinear e
implementar la política monetaria.
Hasta antes de diciembre de 1994, la política monetaria estaba subordinada al
sostenimiento de variantes del tipo de cambio fijo. Sin embargo, la credibilidad del
banco central resultó muy dañada en la crisis.
En los primeros meses de 1995 fue real la tentación de apelar a un consejo
monetario como forma de enfrentar esa falta de credibilidad, En los primeros años
posteriores a la crisis, la preocupación central era no permitir que la emisión de
moneda no tuviera un fundamento en las reservas internacionales.
El enfoque de metas de inflación consiste en un compromiso del banco central con
el logro directo de una meta específica de inflación, así como en el impulso de una
fuerte transparencia y una sólida estrategia de comunicación.
Este enfoque ha sido progresivamente adoptado por muchos países desde inicios
de los 90, y actualmente son alrededor de 25 países los que lo han formalizado.
Ha sido una forma en que los bancos centrales han enfrentado el problema del
dilema entre reglas y discrecionalidad. Se le ha llegado a llamar por sus principales
exponentes un enfoque de "Discrecionalidad restringida".
En los últimos quince años la inflación en el mundo tendió a bajar, incluido en los
países latinoamericanos, que han sido especialmente vulnerables a fenómenos de
elevada inflación o incluso de hiperinflación aún en la década de los 90.
No ha sido tan fácil comprobar si los países que adoptaron este enfoque tuvieron
un mejor desempeño que los que no lo hicieron o si hubo incluso un simple
fenómeno consistente de causalidad inversa.
CONCLUSIÓN
Las primordiales conclusiones de este ensayo señalan que la política monetaria de
misiones de inflación ha contribuido a la reducción gradual de la inflación.
Asimismo, este esquema de política monetaria ha contribuido a una reducción del
desarrollo de transmisión del tipo de cambio a la tasa de inflación, probablemente
por medio de la más grande probabilidad del centro central o al propio desarrollo de
reducción de la inflación. Estos logros, no obstante, fueron acompañados de costos
indispensables como la continua y progresiva apreciación del tipo de cambio real,
con secuelas negativas sobre el desarrollo barato. Asimismo, se aprecia que la
política monetaria asimétrica frente shocks cambiarios del Banco de México ha
contribuido de forma sustancial a la apreciación del tipo de cambio real. Así, las
devaluaciones del tipo de cambio son normalmente consecutivas por una política
monetaria más rigurosa, en tanto que las reevaluaciones no van acompañadas de
una política monetaria más maleable. De este modo, la opción al marco general de
política monetaria es dar una más grande consideración al propósito de un tipo de
cambio real permanente y competitivo en el diseño de la política monetaria y
cambiaria.
Referencias
Celso, G. (2004). Politica Monetaria y desarrollo económico en México desde 1995. Distrito
Federal: El Cotidiano.
Eduardo, T. D. (2001). Perspectivas de la politica monetaris en México: Incertidumbre después de la
estabilización. Distrito Federal: Análisis Económico.
Miguel, G. L. (2006). Banco de México: politica monetaria de metas de inflación. Distrito Federal:
Economíaunam.
Sergio, K. B. (2007). Criterios de evaluación de la politica monetaria en México. Distrito Federal :
Análisis Económico .
Descargar