ESCENARIO ALTERNATIVO AL DEL BANCO CENTRAL El Banco Central de Chile ha publicado recientemente su informe trimestral de Política Monetaria correspondiente al mes de septiembre, en el cual cumple con la ingrata misión de hacerle ver al país que los desafíos que enfrenta la economía nacional son de gran magnitud y que la capacidad de hacer frente a dichos desafíos es más reducida que en el pasado reciente. En efecto, el ente emisor redujo considerablemente las estimaciones decrecimiento para 2015 y 2016 (a rangos centrados en 2,25% y 3,00%, respectivamente), a la vez que elevó las estimaciones de inflación para el mismo período. Junto con lo anterior, anunció con gran claridad que deberá reducir el estímulo monetario en el corto plazo para evitar que las expectativas inflacionarias de largo plazo se alejen del rango meta. Por último, el BCCh estimó que los riesgos en materia de actividad están sesgados a la baja, mientras que los de la inflación están inclinados al alza. Las preguntas que surgen espontáneamente de este IPOM son, entre otras: ¿Cómo se podría describir este escenario de riesgo que plantea el Banco Central?, ¿Qué probabilidades de ocurrencia podría tener? Respondiendo la primera interrogante, es claro que la economía local está siendo afectada en forma simultánea por shocks externos e internos. Respecto de los primeros, nos encontramos frente a un marcado deterioro en escenario externo, caracterizado por el menor crecimiento de China y las dudas sobre su conducción, el fin del boom en el precio de los commodites y el probable inicio del retiro del estímulo monetario en EEUU. Lo anterior se traduce en menor demanda por nuestros productos, deterioro de los términos de intercambio y condiciones financieras menos favorables para las empresas y el fisco. Dados los acontecimientos recientes, es muy probable que veamos un deterioro mayor (especialmente en países emergentes) antes de una recuperación relevante. Por su parte, en el frente interno se observa desde hace varios trimestres una desaceleración de la inversión y del consumo privado, y debilidad en el sector industrial. Junto con lo anterior vemos que las expectativas del sector privado se han derrumbado y el descontento y crispación de la población aumenta. En este contexto, aparece como optimista esperar un crecimiento muy distinto al de este año,toda vez que en 2016 tendremos una menor contribución del gasto fiscal y una política monetaria menos expansiva. Lo anterior se podría traducir en un mayor deterioro del mercado laboral, stress adicional en las cuentas fiscales, condiciones financieras menos favorables y la continuación de la presión sobre el tipo de cambio.Bajo este escenario, el PIB se acercaría al piso del rango entregado recientemente por el BCCh o incluso menos que eso.Tal como se recalca en el IPOM, también es esperable mayor inflación en el corto plazo, lo cual no debiera poner en riesgo el desanclaje de expectativas en el horizonte de planificación monetaria dado el carácter transitorio del impacto cambiario. Las probabilidades de un escenario como el descrito se acercan rápidamente al 50%, y más que un escenario de riesgo, parece ser más bien el escenario base. Por último, si bien se observa gran preocupación entre empresarios,consumidores y autoridades, es posible que un panorama como el descrito no esté internalizado completamente, lo que seguro producirá algún grado de mayor ajuste en los patrones de consumo y en las decisiones de inversión. Afortunadamente Chile aun cuenta con herramientas para enfrentar este oscuro panorama y dependerá de la lucidez y proactividad de las autoridades el que seamos capaces desuperarestos obstáculos en forma exitosa. JAVIER MORAGA KLENNER Gerente Division Financiera Bci Corporate & Investment Banking