Subido por Diego Valdebenito Mancilla

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Neoliberalismo y transformación socio-espacial en Santiago de Chile
Diego Valdebenito Mancilla
Introducción
En el presente trabajo de investigación se analiza el neoliberalismo como modelo
civilizatorio, dando cuenta de su historia y la aplicación que ha tenido en Chile como
ejemplo paradigmático y fundante de este sistema, por medio de la mirada conceptual de
Harvey. Para profundizar y ejemplificar la forma en que el mercado opera en el país, se
abordará el tema de la gentrificación y sus expresiones más críticas que han tenido en la
ciudad de Santiago.
Chile, ratón del laboratorio neoliberal
Sin duda uno de los tópicos más estudiados desde las ciencias sociales en nuestro país
corresponde a las transformaciones originadas con la dictadura militar, sobre todo con
aquellas que se vinculan a los violentos cambios económicos que comenzaron con la
implementación del modelo neoliberal en Chile, país que como es sabido, operó como
suerte de ensayo y puesta en marcha de estas ideas que provenían principalmente de
Chicago.
Como bien señala Harvey (2007), el gobierno de Pinochet ejecutó una serie de reformas al
modelo económico chileno, que hasta el momento llevaba algunas décadas intentando
encaminarse a la industrialización. El modelo de industrialización por sustitución de
importaciones que estimulaba y protegía la industria nacional sería reemplazado de forma
abrupta, en donde los economistas chilenos becados desde la Universidad de Chicago
jugarían un rol protagónico.
Luego de negociar créditos con el Fondo Monetario Internacional, reconfiguraron el modelo
económico nacional. La privatización de empresas nacionales, apertura de recursos
naturales, la baja de aranceles, el incentivo a la iniciativa privada, privatización de la
seguridad social estimularon la injerencia extranjera y de privados nacionales en la
economía.
A partir de 1978 se comienzan a desarrollar una serie de transformaciones en términos de
desarrollo urbano. Dentro de las fuerzas armadas y los servicios de seguridad se inclina la
balanza hacia las ideas neoliberales en desmedro de quienes mantenían visiones estatistas
y se oponían a una mayor presencia del mercado en la economía. En este periodo fueron
tres las áreas en que se enfocaron las reformas. El primero que fijaba el uso de la tasa de
cambios para controlar la inflación. El segundo que indicaba que la cuenta de capitales
chilena fuera liberalizada. Y el tercero enfocado en la privatización de los servicios sociales,
cambiando el Estado hacia un enfoque subsidiario de las necesidades de la población, en
donde el Estado operaba exclusivamente en los espacios en que el mercado no lograba
satisfacer las necesidades de la población.
1979: barrios para ricos y poblaciones para pobres
El año 79 el modelo neoliberal se materializa en las calles de Santiago, por medio de la
formulación de una nueva Política Nacional de Desarrollo Urbano (Daher, 1990), la cual
reconfiguró de forma sustancial la distribución socioeconómica que hasta ese momento
caracterizaba a la capital.
El ideólogo de estas transformaciones fue Arnold Harberger, quien era el vínculo entre Chile
y la Escuela de Chicago (Valencia, 2008). La reforma más radical fue la de la supresión del
límite urbano, lo cual eventualmente equilibraría los precios de los suelos periféricos en
relación a los del centro (Massone, 1996). Pese a esto, la intención de fondo era dejar a
merced del mercado la oferta y demanda del suelo, ya que señala textualmente que “por
su mayor rentabilidad, la tierra es un recurso que se transa en forma libre”.
Uno de los puntos más discutibles de esta política fue la estrategia desterritorialización, en
la cual se erradicaron los campamentos de comunas centrales y del sector oriente y sus
pobladores fueron reasentados en diversos lugares del extrarradio capitalino (Morales,
Rojas, 1986). Este episodio fue un hito fundante en la configuración urbana social que
caracterizan hoy en día a Santiago como una de las capitales más segregadas y socio
espacialmente desiguales, sin duda resultado de por un lado políticas emitidas desde el
gobierno militar, como por la introducción de lógicas de mercado en todos los espacios de
la vida social.
La gentrificación como fenómeno urbano predominante
Si en el siglo XX fueron la industrialización y el crecimiento demográfico las principales
características de las urbes latinoamericanas, es hoy en día la gentrificación el proceso que
marca su rumbo actual (Lopez-Morales, 2013). Este se define como la “reestructuración
espacial de un área urbana mediante la inyección de capital fijo en mercado inmobiliario y
de infraestructura, orientada al reemplazo de usuarios de ingresos medio-bajos por
usuarios de poder económico superior, en un contexto de mercantilización de suelo” (Clark,
2005).
Según López-Morales (2013), desde los medios se crean una serie de mitos entorno a la
gentrificación, homologándola a lo que sucede en ciudades como Londres, Nueva York y
París. Sin embargo, las consecuencias más tangibles de este proceso son entre otras el
aumento del precio del suelo, como es el caso de Santiago, donde en la periferia los valores
aumentaron en un 1000% entre 1990 y 2010. Esto genera que la vivienda para segmentos
populares se desplace desde la periferia compacta hacia zonas satelitales del extrarradio
regional, ampliando distancias y tiempos. Producto del aumento del precio de las viviendas,
los estratos populares que previamente ocupaban los espacios gentrificados son expulsados
al extrarradio capitalino, ya que el valor recibido por la venta del terreno no es suficiente
para adquirir una vivienda en el mismo sector o comuna.
Este fenómeno se produce a partir de diversos motivos que se relacionan, de tipo estatal y
privados. Desde 1990 los planes reguladores se han orientado a maximizar la renta
potencial de suelo por medio de una serie de factores, como permisos de altura de 35
metros, en lo que podría denominar una orientación pro renovación urbana (LópezMorales, 2013). Además, casi todos los municipios han actuado como agentes de mercado
oferentes de espacios atractivos de constructibilidad, compitiendo entre ellos a costa del
desarrollo de otros municipios. Se podría llamar un urbanismo pro empresarial en donde
las municipalidades dependen de proyectos regionales y centrales.
Vinculado a esto existe un fenómeno oligopólico en el sector inmobiliario. El sector con
mayor cantidad de edificios construidos es el de calle Santa Isabel en Santiago Centro. En
este sector, sólo 4 inmobiliarias poseen el 53% de los proyectos de construcción. Pese a
esto, existe la creencia de que el aumento del precio de las viviendas es por el aumento de
precio del suelo disponible, la supuesta burbuja inmobiliaria.
En realidad, lo que encarece el precio de las viviendas es la “colusión tácita del mercado
residencial chileno, un acuerdo de fijación de precios incrementales entre el escaso número
de inmobiliarias” (Lefort & Vargas, 2011). Esto, dado que la captura de renta de suelo muy
dispar entre residentes y las inmobiliarias. Esta diferencia entre valor obtenido por
residente e inmobiliaria va aumentando en el tiempo. O sea, a mayor demanda de suelo no
hay mayor ganancia para el residente, solo hay un ensanchamiento de la brecha de renta,
la cual es beneficiaria para las empresas inmobiliarias.
Conclusiones
Al realizar un análisis histórico del neoliberalismo, es imposible dejar de mencionar el papel
protagónico que tuvo nuestro país en su propagación en el mundo entero, erigiéndose
hasta la actualidad el modelo de desarrollo que rige en la mayor parte de las economías.
Sin duda que estudiarlo es una tarea muy extensa y multidisciplinar, por lo que una buena
alternativa es abarcarlo a partir de las transformaciones particulares que ha tenido en
países como Chile, en donde este modelo adquiere características que dan cuenta de su
alcance y poder revolucionario de la vida social.
Uno de los puntos que creo que no pueden ser discutidos es que el mercado no opera donde
no tiene rentabilidad. Y es en el mercado inmobiliario donde en la actualidad ha encontrado
mayores utilidades y beneficios. En esta investigación se pretende dejar interrogantes y
reflexiones acerca de los alcances que puede tener la injerencia del mercado en todas las
esferas de la vida pública, como es en este caso el lugar donde residen las personas.
Sin duda una de las consecuencias que ha tenido la implementación del neoliberalismo en
Chile es la exclusión social, producto de la desigualdad económica en el país y la
fragmentación del tejido social durante la dictadura militar. Eso produce una ciudad poco
amigable que en su configuración socio espacial resulta en muchos sentidos, producto de
los grandes tramos que tienen que recorrer las personas para acudir a sus puntos de trabajo
y estudio, para lo cual eventualmente emplean gran cantidad de tiempo, como se ha
demostrado estadísticamente. Como se mencionó con anterioridad, la Política de desarrollo
urbano de 1979 y los procesos de gentrificación han contribuido a una población
espacialmente segregada y que carece de garantías al momento de acceder a una vivienda,
ya que este derecho esta supeditado a su comercialización en el mercado.
Sin duda el fenómeno de la renta y del acceso al mercado inmobiliario será uno de los temas
más controversiales y estudiados en los siguientes años, dado que ya se están comenzando
a vislumbrar las consecuencias de la especulación inmobiliaria.
Bibliografía

CLARK, E. The order and simplicity of gentrifi cation - a political challenge. In: ATKINSON, R.
& BRIDGE G. Gentrifi cation in a Global Context: The new urban colonialism. Oxon:
Routledge, 2005, p. 256-264.

Daher, Antonio. “neoliberalismo urbano en Chile”, Revista de Estudios Públicos” s/f
p.283.

Harvey, David. Breve historia del neoliberalismo, Akal, 2007

López-Morales, Ernesto.2013. Gentrificación en Chile: aportes conceptuales y
evidencias para una discusión necesaria. Revista de Geografía Norte Grande56,p.
31-52.

LEFORT, F. & VARGAS, M. Tacit Collusion in the Santiago Housing Market. Santiago: InterAmerican Development Bank, 2011.

Massone, Claudio. “Decreto 420 Planificación Urbana”. En Juan Parrochia, premio
nacional de urbanismo, 1996. P. 56

Morales, E. & Rojas, S. (1986). Relocalización socio-espacial de la pobreza. Política
estatal
y
presión
popular,
1979-1985.
Flacso.

Valencia Palacios Marco. A. El desmontaje de la planeación urbana en Chile. 19751985 (segunda parte) La nueva política de desarrollo urbano y transformaciones en
la cultura metropolitana. Revista Electrónica DU&P. Diseño Urbano y Paisaje
Volumen V N°15. Centro de Estudios Arquitectónicos, Urbanísticos y del Paisaje
Universidad Central de Chile. Santiago, Chile. Diciembre 2008.
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