ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL Liliana Rodríguez Sánchez ANALISIS CONCEPTUAL I. IDENTIFICACION DE LA PROVIDENCIA Corte Suprema de Justicia – Sala de Casación Civil. Referencia: 11001-3103-012-1999-01957-01. Magistrado ponente William Namen Vargas. 30 de agosto de 2011, discutida y aprobada en Sala de primero (1°) de agosto de dos mil once (2011) II. HECHOS RELEVANTES (i) El demandante A suscribió con la sociedad B (demandada) un contrato de afiliación de seis automotores para la prestación del servicio público. (ii) El contrato tenía una cláusula quinta referida a una condición para la terminación del contrato que incluía acciones de las partes antes de 30 días del vencimiento anual, en cuya interpretación las partes difieren. (iii) La Sociedad B mediante comunicación de 13 de diciembre de 1989 manifestó a B su decisión de terminar unilateralmente el contrato de afiliación de vehículos que tenían. (iv) El demandante A mantuvo inactivos los vehículos por cerca de diez años y parqueados en el sitio de la ruta, sin buscar otra actividad productiva para su uso ni la afiliación en otras empresas. (v) El demandante A como pretensiones pidió: - Declarar la responsabilidad civil extracontractual a la demandada por incumplimiento a contratos de afiliación o vinculación de vehículos. - O, en subsidio, declarar su resolución de los contratos. - En cualquiera de los dos casos condenarla a pagar la indemnización de los daños causados en la cuantía respectiva debidamente indexada más intereses. (vi) El demandante A manifiesta que la terminación unilateral por parte de la Sociedad B contraria la buena fe y la prórroga automática pactada al finalizar su duración anual, cuando las partes no los concluían de consuno en los 30 días precedentes. (vii) Trabada la Litis, la sociedad demandada B, invocó la facultad de ambas partes para no renovar los contratos mediante comunicación dirigida por una a otra con treinta días de antelación al vencimiento (viii) Propuso las excepciones perentorias llamadas inexistencia de la obligación, exceso en la cuantía de las pretensiones, compensación, ineptitud sustancial de la demanda, cosa juzgada y la genérica En escrito separado interpuso las previas de falta de competencia, cosa juzgada y pleito pendiente, todas denegadas por el juzgador. III. ASPECTO JURÍDICO CONSIDERADO Derecho a la terminación unilateral y anticipada de un contrato de larga duración como lo los contratos de afiliación de que trata el caso analizado. El derecho a disolver los contratos por acto unilateral de parte, autónomo, espontáneo o de exclusiva voluntad del titular con los límites de la buena fe “que, precisamente por ser unilateral, no requiere de la aceptación de la otra”. IV. PROBLEMA JURIDICO ¿El plazo de los treinta días precedentes pactado se debe interpretar con una cláusula de preaviso para la terminación unilateral como lo argumentó la Sociedad B (demandada) o requiere de mutuo acuerdo para su finalización como lo argumentó el demandante A? V. TESIS. (i) Juzgado Tercero Civil de Descongestión de Bogotá: No (ii) Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá, Sala Civil: Si (iii) Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil: Si VI. EXPLICACION DE LA TESIS (i) Juzgado Tercero Civil de Descongestión de Bogotá: No - Desestimó las excepciones perentorias, la objeción por error grave al dictamen pericial y - Declaró responsabilidad civil contractual de la demandada por la desafiliación de los automotores, al considerar que la cláusula 5 del contrato no se puede interpretar como de preaviso para la terminación unilateral del contrato - Condenó a la Sociedad B (demandada) a pagar daños y costas. (ii) Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá, Sala Civil: Si - El 3 de junio de 2009 revocó la sentencia del a quo, para negar las pretensiones y condenar en costas al demandante A. - Ubica como responsabilidad contractual la pedida como extracontractual. - Consideró convenidos los 30 días previos al de duración “para anunciar el deseo de no continuar con su vigencia y, hacer saber a la otra parte el deseo de desvincular los automotores de la empresa”. - Los contratos de afiliación o de larga duración, “obligan a las partes o a una de ellas a una prestación continua o que debe ser periódicamente repetida en el tiempo”, y tienen por elemento natural, el derecho a disolverlos por acto unilateral de parte, autónomo, espontáneo o de exclusiva voluntad del titular con los límites de la buena fe “que, por ser unilateral, no requiere la aceptación de la otra”. - Interpretó la cláusula como consagratoria del desistimiento unilateral para terminar los contratos de afiliación por indeterminación de su “término final”, quedando “derogado que el contrato no puede disolverse más que por el mutuo acuerdo”, y concluyó ausencia del incumplimiento, al terminarlos la sociedad demandada ejerciendo “la facultad de no renovarlos mediante aviso no inferior a 30 días anteriores al vencimiento”, según comunicación de diciembre 15/89. - Advirtió carencia probatoria del daño causado al acreedor. Sin estar “probado el perjuicio ni su cuantía” ni “hechos reveladores de las ganancias obtenidas con anterioridad al hecho” para proyectarlas a futuro o calcular el lucro cesante sobre bases ciertas, y ser “inatendible” el dictamen pericial por carecer de fundamentos, contener cálculos matemáticos inciertos e irreales. VII. MÉTODO SISTEMATICO VIII. SALVAMENTO DE VOTO La sentencia no presenta salvamento de voto A. ANALISIS CRITICO Estoy de acuerdo con el fallo de la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia en este caso porque como ella lo afirma: (i) La interpretación de los contratos por parte del juez no puede hacerse de manera exegética o literal de su contenido, sino que debe hacerse desde la mirada integral del articulado y en busca de determinar real intención de las partes con lo fijado en los contratos, en este caso, en la cláusula 5 de contratos de afiliación. Así, debe verificarse la conformidad del texto con la voluntad de las partes, y no quedarse en una lectura textual de lo escrito. Por lo anterior, no le asiste razón al demandante A a afirmar que la conclusión de “inutilidad” de la cláusula de “terminación consensuada” se debe a una mala observación del contenido material del contrato”, argumentando que la cláusula 5 atañe a la permanencia, evita la frustración temprana del contrato. Además, se requiere analizar el tipo de contrato que es para determinar su naturaleza y las reglas que lo rigen. (ii) Aunque el Código Civil no incluye de manera expresa la terminación unilateral de los contratos como de su extinción, este tipo de cláusulas han sido validadas por la jurisprudencia y la doctrina, de manera que como lo menciona la Corte, la ausencia de prohibición normativa expresa no les quita validez a estas cláusulas por cuanto responden a la libertad contractual de las partes, facultadas para celebrar este tipo de actos y disponer su terminación, aún sin declaración judicial, previendo el derecho a terminarlo sin que esto quiera decir que se puede tomar justicia por mano propia, ya que toda controversia sobre su eficacia o ejercicio deben definirla los jueces. Al respecto la sentencia de la Corte relaciona varias sentencias que reconocen la validez a las cláusulas de terminación de los contratos bilaterales, onerosos, conmutativos y de ejecución sucesiva (cas. civ. sentencia de 3 de septiembre de 1941, LII, 1966, 36 y ss; 23 de febrero de 1961, XCIV, 549), y las de “[l]a condición resolutoria estipulada expresamente por los contratantes [que] resuelve de pleno derecho el contrato sin que se requiera declaración judicial. El artículo 1546 del C.C. se refiere a la condición resolutoria tácita, es decir a la que envuelve todo contrato bilateral, y no a la expresa, o sea a la que libremente hayan estipulado las partes” (cas. civ. sentencia de 31 de mayo de 1892, VII, 243). (iii) Si bien los contratos de duración indefinida se caracterizan por su durabilidad, extensión temporal o prolongación en el tiempo, factor esencial en la función del contrato; esto no significa que sean perpetuos o eternos. Así, un contrato de duración indefinida, es claro que, aunque es durable, carece de término concreto, determinado o definido, se prolonga en el tiempo y termina acorde a la ley o a la convención, pero no puede ser perpetuo porque esto compromete la libertad contractual y contradicen el concepto de contrato como un acuerdo de intereses jurídicamente relevante de dos o más partes para constituir, modificar o extinguir relaciones jurídicas para una función útil. Así, terminan por causas normativas o convencionales, excluyen la renovación o prórroga del plazo, y su terminación unilateral se justifica en función del interés de las partes, la utilidad de la relación y la libertad de contratación. Sobre este punto, la Corte menciona la Sentencia de Casación Civil de 31 de octubre de 1995, CCXXXVII, 1269, según la cual en estas cláusulas de terminación unilateral “se pacta que puede darse por terminado en forma anticipada, o no prorrogarse por un término igual al inicialmente convenido, siempre que se avise a la otra contraparte con la debida anticipación” por lo que el ejercicio por una de las partes de esta facultad no puede constituir abuso del derecho” y agrega basada en otra sentencia de la misma Sala, que “la estabilidad nunca puede asimilarse a perpetuidad o permanencia, porque esta característica no se opone a una vigencia temporal del contrato” ni a estipular plazo “que además de ser una ley del contrato tiene origen en la voluntad de las partes, al ser ellas, quienes bajo su autonomía y libertad contractual, deciden la estipulación del mismo” (cas. civ. sentencia de 20 de octubre de 2000, exp. 5497), y agrega que aún en los casos en que se haya pactado un plazo de duración, para el agenciamiento, podrán los contratantes ponerle fin a la relación negocial, si se presenta una de las especiales y excepcionalísimas circunstancias que –ex lege- habilitan la terminación” (cas. civ. sentencia de 28 de febrero de 2005, exp. 7504). (iv) En los contratos de duración indefinida, con es el del caso, la terminación unilateral es elemento natural, pertenece e incorpora su contenido por ley, uso o costumbre, sin estipulación a propósito. Son cláusulas de uso común, que pueden derivar de la naturaleza de las cosas: terminación in continente por advenimiento de un incumplimiento grave e insuperable, denuncia de contrato de ejecución sucesiva o escalonada a plazo indefinido, o se pacta como cláusula resolutoria o de terminación unilateral expresa, práctica de uso común. Así, en este caso, la Sociedad B (demandada) tenía el derecho a terminar el contrato como lo hizo, más cuando dio aviso a la contraparte de su decisión de dar por terminado el contrato. No obstante, la Corte presenta como punto problemático cuando dichas cláusulas de terminación unilateral en los contratos de duración indefinida no se pactan y suscriben de manera clara, expresa e inequívoca de las partes, al advertir que la eficacia de las cláusulas resolutorias expresas por incumplimiento, exige acatar todos los presupuestos genéricos de validez, la indicación particular, clara y precisa de la obligación (es) cuya inobservancia relevante, total o parcial (SNG, sentencia de 29 de abril de 1935), para que una o ambas partes puedan proceder a la terminación unilateral del contrato, porque no basta mención o referencia abstracta, global, genérica o en bloque. En general estoy de acuerdo en que se haya reconocido el derecho de la Sociedad B a dar por terminado de manera unilateral los contratos de afiliación con el demandante A, mal podrían mantenerse un contrato a perpetuidad solo por el hecho de ser un contrato de duración indefinida, más si se tiene que las cláusulas de terminación unilateral con propias de la naturaleza de este tipo de contratos y que además, la sociedad demandada avisó en el tiempo convenido en el contrato su decisión de dar por terminada dicha relación contractual.