Subido por Fernando Saverio

El abismo entre la oferta educativa y la

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El abismo entre la oferta educativa y la demanda del mercado laboral
Caso México
MMP DIANA LIZBET VAQUERO NEGRETE
Es importante analizar hasta dónde el sistema de educación superior se convierte en
obstructor de aspiraciones individuales o facilitador de las mismas. Debido a que la
universidad latinoamericana ha desarrollado, en general, una actividad docente
desligada de la realidad circundante y de los nuevos currícula y métodos modernos de
enseñanza aprendizaje, lo que se evidencia en los planes y programas de estudio de
los programas académicos que se ofertan y en las estrategias que se utilizan en el
proceso formativo, lo que repercute en la asimilación de los egresados por parte del
mercado de trabajo y en particular del sector productivo. Por esta razón, los egresados
de las universidades latinoamericanas son asimilados con dificultad por el mercado
laboral.
Ante este panorama, debemos considerar y no olvidar que una de las
funciones fundamentales de la educación es la preparación de las personas para el
desempeño de un trabajo.
La modernización empresarial demanda el establecimiento de altos niveles de
competencia y calificaciones de los trabajadores, para compensar los requerimientos
generados por la introducción de nuevas tecnologías y los avances en la informática,
robótica, biotecnología, microelectrónica, etc. Mismas que reducen el número de
trabajadores necesarios, pero que incrementan las exigencias en cuanto a capacidades
de desempeño laboral.
Actualmente, la fuerza de trabajo debe contar con competencias básicas para
desempeñar múltiples tareas. En contraposición “hay una elevada proporción de
jóvenes que perciben que la educación no les proporciona habilidades, competencias ni
capacidades para su inserción y desempeño laboral exitoso”1. Lo que conlleva a uno de
1
Acuña, P. (1993). Vinculación universidad-sector productivo. Revista de la educación superior.
los problemas sociales más relevantes de nuestro país, el desempleo y por
consiguiente, subempleo. Ambos surgen como consecuencia de los desajustes entre
la oferta y la demanda de la fuerza de trabajo.
La masificación de la educación superior ha desbordado la capacidad institucional y
coloca en serios riesgos la calidad de la formación superior. Aunado a que, se ha
reactivado el interés por las profesiones dirigidas a los ámbitos urbanos del comercio,
los servicios y la información, y la demanda de la educación se ha centrado en éstas.
Cuando el sistema educativo no responde a las necesidades del país, y se mueve por
otros intereses, la gravedad de los efectos que sobre el desempleo producen las crisis
económicas, tienden a agravarse. De ahí la importancia de analizar con detalle el
vínculo educación-trabajo en México. Ya que el objetivo fundamental de cualquier
sistema educativo debe ser la búsqueda permanente de la mejora de la calidad de la
enseñanza; función que no están cumpliendo cabalmente algunas instituciones
educativas de nuestro país.
Las misiones de las empresas y de las instituciones educativas son diferentes, sin
embargo, existen aspectos en los que ambas coinciden, mismos que se convierten en
asuntos de interés tanto público, como privado. Dado que en las economías modernas
más del 75% de los empleos se encuentran disponibles en el sector empresarial. Por
esta razón, las instituciones de educación superior deben actuar como intermediarios
catalizadores de los deseos demandantes y oferentes de oportunidades laborales de
nivel profesional.
En ocasiones, las empresas incurren en gastos excesivos que reducen su
competitividad cuando contratan profesionales que carecen de habilidades específicas
que requieren sus vacantes. Desafortunadamente, en nuestro país aunque se invierta
en educación, esta no garantiza el acceso a mejores oportunidades laborales, pues los
egresados carecen del desarrollo de competencias que les permitan acceder a mejores
oportunidades laborales. La imperfección de este mercado se debe a que la formación
a través de la educación es un proceso lento y regularmente, independiente del mundo
laboral.
Según Marcano, se entiende la pertinencia como la capacidad de las instituciones
educativas para generar cambios en su entorno interno, es decir, en su comunidad de
profesores, estudiantes y muy particularmente en el currículo, ámbito a partir del cual
se pueden diseñar y ejecutar estrategias educativas innovadoras para que la institución
se inserte en su entorno externo e incida en la solución de los urgentes problemas que
afectan a la sociedad2. Es decir, es necesario que se enfoquen a resolver problemas
del entorno socio-económico y de los más apremiantes que el hombre necesite
solventar.
La pertinencia y compromiso social están directamente vinculados al grado de
contribución o intervención de esas instituciones educativas, a través del currículo,
cuestión que debe lograrse, tanto por medio los profesionales que aporta, como de las
acciones permanentes en y con el entorno. Debido a ello, “es fundamental que cada
universidad tenga claridad respecto a su responsabilidad social para que, en función de
ello, se mantenga vinculada con la sociedad”3.
Según Nuñez los propósitos de la colaboración universidad-empresa son los
siguientes:
1. Afinar la concordancia de los programas y métodos educativos con las capacidades
que las empresas requieren de sus profesionales y técnicos. Esto interesa por
supuesto a las empresas, pero también a las universidades, si éstas han de satisfacer
2
Marcano, N. (2002). Pertinencia, compromiso social y currículo en las instituciones de educación
superior. Encuentro educacional.
3
Alcántar Enríquez, V. M., & Arcos Vega, J. L. (2004). La vinculación como instrumento de imagen y
posicionamiento de las instituciones de educación superior. Revista electrónica de investigación
educativa.
la aspiración de sus estudiantes de labrarse un futuro personal y profesional
satisfactorio.
2. Prever conjuntamente la posible evolución de las necesidades de las empresas y los
jóvenes, pues las universidades no educan para hoy, sino para el futuro en que
actuarán sus egresados. Es claro que tal previsión será más atinada si para ella se
conjuga el saber de las empresas y el de las universidades, y no si cada una la realiza
aisladamente con su propio saber. En estos ejercicios de previsión y prospectiva
pueden requerirse contribuciones de disciplinas muy diversas, y en especial de las
humanidades.
3. Llevar y traer conocimientos y avances técnicos entre universidades y empresas,
pues cada una de ellas tiene en estos aspectos, en diferentes momentos y temas,
alguna ventaja sobre su contraparte, y por tanto algo útil que ofrecer a ésta para su
correspondiente misión.
4. Prever las implicaciones de aquellos avances para el futuro de las empresas y de las
universidades, e idear juntas modos de enfrentar oportunamente y del mejor modo los
cambios previsibles.
5. Desarrollar de forma conjunta criterios y métodos para valorar habilidades y
competencias pertinente a los actuales desafíos laborales y sociales.
6. Atenuar el desconcierto o la sorpresa traumática que en los jóvenes produce el paso
brusco de la escuela al trabajo.
7. Atender con una mínima inversión las necesidades de actualización y educación
continua de los cuadros profesionales y técnicos de las empresas y de los académicos
de las universidades, dado que hoy los saberes avanzan muy rápidamente y los que
las universidades y las empresas poseen son mutuamente complementarios.
8. Resolver problemas de las empresas con el conocimiento científico acumulado en
las universidades y mediante la creatividad de los jóvenes a quienes estas educan4.
El acelerado crecimiento demográfico y la concentración industrial y urbana en
las principales ciudades del país, estimularon el crecimiento de la demanda de
profesionales calificados por parte de los sectores modernos de la economía. Estas
señales generaron una notable expansión de la matrícula, principalmente hacia
mediados de los setenta, la cual, en condiciones de planeación y recursos limitados,
tanto financieros, como humanos y materiales, provocó una caída en los niveles de la
calidad de los servicios del sistema de educación superior, debido a la masificación,
improvisación y desequilibrio en las áreas atendidas5. Aún y cuando las sociedades
desarrolladas tienden hacia una economía basada en el conocimiento, de ahí la
importancia de la relación existente entre la educación superior y su vínculo con el
mercado laboral.
Los ciudadanos de países con alto nivel educativo, tienen acceso a mejores
oportunidades; puesto que sus naciones se convierten en competitivas a nivel
internacional. Cabe mencionar, que aunado a ello,
el éxito académico está muy
vinculado con las aspiraciones paternas respecto al futuro profesional de los hijos
promueven el status educativo de la población. Y
este “está determinado por un
sistema educativo sólido e integral que pueda formar personas bien adaptadas a los
cambios en curso y con conocimientos técnicos y profesionales suficientes para
incorporar las innovaciones y transformaciones futuras”6.
En contraparte, “en el caso de México, a los problemas que de manera recurrente
presenta el sistema educativo de nivel superior -deserción escolar, reprobación, baja
eficiencia terminal, bajo rendimiento académico, cambios de carrera, entre otros, se
4
Núñez, D. R. (1998). La vinculación de universidades y empresas: un asunto de interés público y
privado. Revista de Educación Superior.
5
Mungaray Lagarda, A. (2001). La educación superior y el mercado de trabajo profesional. REDIE.
Revista Electrónica de Investigación Educativa.
6
Salgado Vega, M. D. C. (2005). Empleo y transición profesional en México. Papeles de población.
suman una deficiente calidad académica, desequilibrios en la composición de la
matrícula por áreas del conocimiento y una excesiva concentración de la matrícula en
pocas carreras con destinos laborales saturados, exacerbados todos ellos por la
creciente demanda escolar de los últimos años”7.
Desafortunadamente, nuestro país cuenta con un exceso de egresados de licenciatura,
lo que limita nuestra competitividad a nivel nacional. Ante esta situación, los países
subdesarrollados, presentan un retraso con respecto de los países industriales y se
han visto obligados a tomar medidas tendientes a reforzar su sistema científicotecnológico, situación que los obliga a promover la vinculación entre la universidad y el
sector productivo, todo ello, con la finalidad de contar con los recursos necesarios para
responder a los desafíos de la sociedad moderna y sobre todo, para integrarse a los
procesos de globalización. Ya que desafortunadamente, la falta de correspondencia
entre la oferta de profesionistas y la demanda por parte del sistema económico es una
característica estructural de nuestro desarrollo, situación que se ha agravado en los
últimos años.
_____
Actualmente, los egresados tienen problemas para encontrar trabajo relacionados con
su perfil de egreso, en algún momento, consiguen un empleo, sin embargo, los
ingresos reales a los que tienen acceso se ven disminuidos y al no haber desarrollado
a lo largo de la carrera, suficientes competencias profesionales, se deterioran sus
posibilidades de promoción laboral y un gran número de ellos, se ve obligado a aceptar
empleos que se ubican por debajo de sus capacidades y expectativas; lo que propicia
que se integren a las filas del subempleo (laboran escaso número de horas,
aprovechando insuficientemente la escolaridad obtenida). Aunado
a que nuestros
jóvenes carecen de experiencia y formación práctica que les permita adaptarse a las
necesidades cambiantes del mercado laboral. Esta situación se presenta a pesar que
los jóvenes están más educados, situación que no los exime de cada día enfrentar más
problemas para incorporarse al mercado de trabajo.
7
Camarena Gómez, B. O., & Velarde Hernández, D. (2009). Educación superior y mercado laboral:
vinculación y pertinencia social¿ Por qué? y¿ Para qué?. Estudios sociales (Hermosillo, Son.).
Nuestro país carece de profesionalización del saber dentro de algunas instituciones
sociales, lo que limita que sean sensibles a las demandas de igualdad social. Situación
que es muy notoria en nuestro país, ya que sólo quienes tienen acceso a educación de
calidad, tendrán acceso a mejores oportunidades laborales. Brindando oportunidad de
movilidad social únicamente a aquellos quienes asisten a instituciones públicas y
privadas de prestigio, desafortunadamente, estos representan a la minoría de
estudiantes en el país. Limitando así, el acceso al acceso a una mejor calidad de vida.
Algunas instituciones educativas privadas de nuestro país se olvidan de la función
social de la educación, y privilegian intereses económicos. A pesar de que una de las
principales funciones de las instituciones educativas debe ser la de garantizar la
formación de egresados que contribuyan o se conviertan en agentes de transformación,
innovación o cambios dentro de determinados sectores de la sociedad. Sin embargo,
las investigaciones cualitativas descubren el drama del incumplimiento de las
expectativas laborales para numerosos egresados de ciertas carreras en determinados
momentos o frente a ciertos espacios laborales.
De hecho, la razón por la cual actualmente nuestro vecino del norte, tiene poder
económico sobre nuestro país, se debe al bajo nivel educativo de nuestra nación. Ya
que en la búsqueda del desarrollo económico, la mayoría de los países de América
Latina han invertido ya muchos años implementando estrategias equivocadas,
descuidando aspectos tales como el desarrollo educativo y de la ciencia y la tecnología,
las cuales, aunadas a la situación de dependencia con centros económicos específicos,
han conducido a los países de la región a tener elevados niveles de desigualdad social
y económica, que se expresan en una exagerada pobreza para amplios sectores de la
población y por consiguiente, repercuten, en un persistente atraso8.
8
Acuña, P. (1993). Vinculación universidad-sector productivo. Revista de la educación
superior, 22(87).
Es importante garantizar el acceso a la educación de calidad a los niveles
socioeconómicos más bajos, pues esta será la única forma de incrementar su acceso a
mayor cantidad de
oportunidades de movilidad social. Ya que los estudiantes
procedentes de una familia de status económico elevado, tienen mayor posibilidades
de acceder al nivel medio superior. Aunado a ello, si la meta es lograr calidad
educativa, es necesario que las instituciones educativas asuman con compromiso
social, mecanismos de transformación en las instituciones de educación superior. Ya
que sólo a través de la pertinencia y el compromiso social, se logra un cambio real en
esas instituciones y por consiguiente, en la sociedad en general. Desafortunadamente,
en México la educación por sí sola, no garantiza el acceso a mejores oportunidades de
empleo, sólo lo hace la educación de calidad, tan desvirtuada actualmente en nuestro
país.
Desafortunadamente, los modelos educativos tradicionales priorizan los conceptos
teóricos y hacen a un lado los componentes de las competencias. Lo que dificulta el
acceso de los egresados de modelos educativos tradicionales al demandante campo
laboral actual. Ya que los niveles de vinculación con los sectores productivos han sido
limitados, en virtud de que los programas educativos no han formado parte de reformas
económicas y sociales, cuyo objetivo sea garantizar una inserción equitativa y eficiente
del sistema educativo en la sociedad. A pesar de esto, nuestro país está haciendo a un
lado a la educación como terreno prioritario de la política social; ya que nuestro país no
prioriza a la educación, aún siendo esta un factor clave para el abandono del
subdesarrollo.
Es un hecho que el acceso a la educación no garantiza la movilidad social, esta se
relaciona más con el entorno en el que se desenvuelva el estudiante. Tal es el caso del
problema de la delincuencia juvenil, misma no se relaciona directamente con el sistema
educativo, sino directamente, con el entorno en el que se ha desarrollado el
delincuente.
Sucede
algo
parecido
en
el
ámbito
educativo,
en
el
que
independientemente del mismo certificado formal, el entorno social y familiar demuestra
su contribución en el acceso diferencial a la hora de conseguir un empleo.
Para que la movilidad social asociada a la educación se garantice, es necesario que las
instituciones educativas se reorganicen con la finalidad de propiciar cambios en los
programas que contribuyan a resolver problemas reales. La educación superior es un
eje estratégico para nuestro país, no sólo porque a mayor calidad de recursos humanos
profesionales, se garantiza la construcción de ventajas competitivas a través de un
capital humano más productivo; sino porque una educación de calidad responde y
facilita la integración al mercado laboral y por consiguiente, conlleva a la movilidad
económica y social para los egresados. Desafortunadamente en nuestro país, la
escolaridad, no producen los efectos deseados, tales como: la mejoría en los ingresos,
el acceso a posiciones laborales o que contribuya esta, directamente al desarrollo del
país.
Actualmente el dominio del saber se ha convertido en un aspecto relevante para el
desarrollo de las naciones. Por ello, ante este escenario se ofrece a las instituciones
educativas de nivel superior la oportunidad de transformar la planta de profesionistas,
investigadores y técnicos especializados que generan, aplican y transfieren
conocimientos en beneficio del desarrollo de su país. De ahí la importancia de que los
centros universitarios cuenten con modelos educativos cuya misión sea formar
cualidades y competencias profesionales en sus discentes, con la finalidad de
satisfacer las demandas del mercado de trabajo y de contrarrestar problemas sociales,
tales como: bajas tasas de empleo, pocas vacantes, sueldos escasamente competitivos
y la sobre-oferta de profesionistas. Puesto que muchos de los empleadores perciben
como deficiente la formación del profesionista universitario; ya que consideran que los
egresados no cuentan con los conocimientos y capacidades ligadas al desarrollo de
competencias, razonamiento y solución de problemas que las empresas actualmente
requieren.
Este es el caso de algunos profesionistas que egresan y que desafortunadamente, este
hecho por sí mismo, no les garantiza alcanzar los estándares de productividad,
competitividad y eficiencia que requiere la sociedad del conocimiento.
Es necesario atenuar la diferenciación social, así como, incrementar las oportunidades
de acceso a la educación y al mercado laboral profesional. Actualmente, a la
universidad latinoamericana se le exige mejorar su desempeño y debe ser más
receptiva ante las necesidades de la sociedad.
La educación superior sólo puede identificarse como una eficiente inversión pública
cuando impacta en el crecimiento de los beneficios privados de quienes invierten en la
formación de capital humano.
La educación superior requiere que los egresados aseguren de forma efectiva una
oportunidad para desempeñar productivamente su educación. Ya que cuando estos no
se incorporan de forma eficiente al mercado laboral, la educación superior es
cuestionada como medio de movilidad social de los individuos.
En México, “la vinculación sigue siendo limitada, no hay política de vinculación para
impulsar la transferencia de conocimiento científico, tecnológico y de innovación entre
las IES y el sector productivo”9. La verdadera fuente de riqueza de los países
desarrollados, constituye la capacidad de innovación con la que se cuente para crear
nuevas fuentes de energía, nuevos recursos, procesos más eficientes y nuevos
productos. Por lo tanto, las inversiones que un país realice en el ámbito de la ciencia y
tecnología, garantizan la existencia de una competencia innovadora.
Recordemos que es de gran relevancia para la planeación de la educación el
conocimiento del funcionamiento interno, real, del mercado de trabajo. Ya que la
evaluación de las instituciones educativas recae, cada vez más, en los indicadores de
empleo de sus egresados.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
9
Bautista, E. G. (2014). La importancia de la vinculación universidad-empresa-gobierno en
México. RIDE Revista Iberoamericana para la investigación y el desarrollo educativo.
Acuña, P. (1993). Vinculación universidad-sector productivo. Revista de la educación
superior.
Alcántar Enríquez, V. M., & Arcos Vega, J. L. (2004). La vinculación como instrumento
de imagen y posicionamiento de las instituciones de educación superior. Revista
electrónica de investigación educativa.
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en México. RIDE Revista Iberoamericana para la investigación y el desarrollo
educativo.
Camarena Gómez, B. O., & Velarde Hernández, D. (2009). Educación superior y
mercado laboral: vinculación y pertinencia social¿ Por qué? y¿ Para qué?. Estudios
sociales (Hermosillo, Son.).
Ibarrola, M. D. (2005). Educación y trabajo. Revista mexicana de investigación
educativa.
Marcano, N. (2002). Pertinencia, compromiso social y currículo en las instituciones de
educación superior. Encuentro educacional.
Mungaray Lagarda, A. (2001). La educación superior y el mercado de trabajo
profesional. REDIE. Revista Electrónica de Investigación Educativa.
Núñez, D. R. (1998). La vinculación de universidades y empresas: un asunto de interés
público y privado. Revista de Educación Superior.
Salgado Vega, M. D. C. (2005). Empleo y transición profesional en México. Papeles de
población.
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