El sistema de salud argentino acistgu.eco.catedras.unc.edu.ar/unidad-1-2/el-sistema-de-salud-argentino/ Para comenzar el desarrollo referido al sistema de salud actualmente existente en nuestro país, debemos comenzar explicando qué se considera como sistema de salud a nivel internacional. Según la OMS: “Un sistema de salud a engloba todas las organizaciones, instituciones y recursos cuyo principal objetivo es llevar a cabo actividades encaminadas a la atención de la salud [de la población] (World Health Organization). Por lo tanto, el principal objetivo de estos organismos debería ser garantizar la salud. Asimismo, un primer acercamiento al tema nos exige comprender el concepto de salud, que ha cambiado en los últimos años. Actualmente, se considera a la salud como un proceso dinámico del cual forman parte tanto la salud como la enfermedad; según esta concepción, en algunos momentos estamos más cerca de la salud y en otros estamos más cerca de la enfermedad. Algunos autores, como Sánchez Pérez, Flores Hernández y Mateo (2011, p. 11); España. Ministerio de Salud y Consumo (1998) y World Health Organization (1946), identifican 3 componentes que intervienen en el desequilibrio de este proceso: Lo biológico. Este factor comprender organismos como bacterias y virus, entre otros. Lo psíquico. Entran en esta categoría todos aquellos fenómenos psicológicos que afectan al proceso de la salud, como las enfermedades mentales. Componente social. Este factor proviene de la sociedad y es uno de los más importantes sanitariamente hablando, ya que las acciones sociales repercuten, en ocasiones masivamente, en la salud de los habitantes. La mayoría de los sistemas de salud nacionales están compuestos por el sector público, el sector privado, el sector tradicional y el informal. Las cuatro funciones principales de un sistema de salud se han definido como: la provisión de servicios, la generación de recursos, la financiación y la gestión. El sistema de salud argentino se encuentra fragmentado en tres: subsistema público, subsistema privado y subsistema de las obras sociales. En el siguiente video, el Dr. Oscar Atienza desarrolla las características y organización de estos sistemas. 1/3 Watch Video At: https://youtu.be/owDOrwpOr0M Como adelanta el Dr. Atienza en el video, el primer problema derivado de la composición del sistema de salud se liga a la heterogeneidad reinante en su interior, puesto que la fragmentación de las instituciones que la componen se constituye como su rasgo distintivo. A su vez, su falta de coordinación y articulación impide la conformación de un “sistema formal” de salud y atenta contra el uso eficiente de recursos y contra el logro de niveles aceptables de equidad en su cobertura. Esta ausencia de articulación se liga a ciertas falencias ministeriales, puesto que al Ministerio de Salud le corresponde formalmente la función de coordinación. No sólo se observa la falta de integración entre los distintos subsistemas, sino que dentro de cada uno de ellos también existen serios niveles de fragmentación. En el caso del subsector público, tradicionalmente se ha observado la existencia de una falta de articulación entre las diferentes jurisdicciones; en el caso de la seguridad social y del subsector privado, podemos indicar que ambos están compuestos por un gran número de organizaciones heterogéneas en cuanto al tipo de población que agrupan, cobertura que brindan, recursos financieros por afiliado y modalidad de operación. Según estimaciones del Ministerio de Salud, Argentina gasta más del 8 por ciento de su producto bruto en atención de la salud. Este monto representa más de 650 dólares per cápita por año, del cual el 43 por ciento se encuentra financiado por el sector privado; el resto involucra al sector público y al sector de la seguridad social. Tal como decíamos, el sistema argentino de salud se encuentra constituido por tres subsistemas: en primer lugar, el subsistema de obras sociales, administradas por los sindicatos, gobiernos provinciales y por la agencia autónoma encargada de la atención de los jubilados (INSSJP), que en conjunto cubre aproximadamente al 50% de la población 2/3 total del país. Este sector enfrenta solo una competencia limitada de los demás sectores y se caracteriza por una alta ineficiencia y en muchos casos una mala provisión de servicios. Luego, se encuentra el sector privado, que provee seguros de salud a afiliados voluntarios. Este sector está débilmente regulado. Por último, el subsistema público, que provee atención a un 40 por ciento de la población. Este porcentaje de personas no posee otra cobertura y, por lo tanto, que recae en este sector para cubrir sus necesidades. 3/3