SINTAXIS DEL LUGAR COMO PROPUESTA DE INTERVENCION SOBRE EL PAISAJE OMAR ALEJANDRO BAUTISTA RINCON RAFAEL GONZALO REYES COLOBON UNIVERSIDAD FRANSISCO DE PAULA SANTANDER FACULTAD DE EDUCACION, ARTES Y HUMANIDADES PLAN DE ESTUDIOS DE ARQUITECTURA SANJOSE DE CUCUTA 2012 SINTAXIS DEL LUGAR COMO PROPUESTA DE INTERVENCION SOBRE EL PAISAJE OMAR ALEJANDRO BAUTISTA RINCON RAFAEL GONZALO REYES COLOBON Trabajo de grado presentado como requisito para optar al título de Arquitecto Director JANNETTE DIAZ UMAÑA Arquitecto UNIVERSIDAD FRANSISCO DE PAULA SANTANDER FACULTAD DE EDUCACIÓN, ARTES Y HUMANIDADES PLAN DE ESTUDIOS DE ARQUITECTURA SANJOSE DE CÚCUTA LISTA DE ANEXOS Pág. Anexo A. Presentación de la sintaxis del lugar 66 1. INTRODUCCION El delirante y acelerado proceso de crecimiento de las ciudades modernas, motivados por los grandes cambios generados en la postguerra, y una crisis energética que tomaría fuerza para finales de la década del 60, suscita las primeras reflexiones ambientales en el ámbito cultural del momento, evidenciando por primera vez el impacto del hombre sobre el medio ambiente que en consecuencia amenaza con agotar los recursos naturales y el abastecimiento de las metrópolis en crecimiento. En el ámbito artístico y arquitectónico el problema del habitar y la frágil relación sujeto-entorno, plaga de nuevos términos existencialistas el discurso de mitad del siglo XX en un inexorable desplazamiento de traslación conceptual desde el pensar de la arquitectura y las artes, redefine las premisas del habitar como el paradigma fundamental de la vida humana, configurado en un sistema de articulación entre el individuo y su contexto. Expresado en diversas posturas críticas a los parámetros mecanicistas de producción económica, surge en consecuencia una toma de conciencia ecologista colectiva, la cual se sustenta en conceptos de irrevocabilidad de la materia, termino expuesto en 1971 por el economista rumano Nicholas GeorgescuRoegen, demostrando que las actividades económicas de la época no integraban los sistemas naturales ni biológicos, desconociendo las leyes de termodinámica que rigen éstos y su principio de degradación de la materia, develando la pobre compresión del hombre con respecto a su entrono. Es gracias a los aportes fundamentales de Georgescu-Roegen, que el desequilibrio en las relaciones entre el ser humano y el entorno despertaría en la comunidad científica del siglo XX la alerta sobre el deterioro del medio ambiente, haciendo patentes las inevitables afecciones físicas sobre la biosfera en la que vivimos, expuesto así en la primera reunión mundial del medio ambiente (Conferencia sobre el medio humano en Estocolmo) celebrada 1972, y a través del informe titulado “Los límites del crecimiento”, el cual es encargado al MIT y desarrollado por un grupo de científicos conocidos como El Club de Roma. Es así que este primer informe es todo un aldabonazo a la conciencia de los dirigentes y estudiosos de todo el mundo, convirtiéndose estos desarrollos en el cimiento para que posteriormente en 1983 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) adoptara de manera informal el concepto de desarrollo sostenible, originado a partir de la creación de La Comisión Mundial Sobre Medio Ambiente, que para finales de 1989 da inicio al Programa 21(Agenda 21) con la aprobación de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD), el programa es un plan de acción detallado de la ONU que debe ser cumplido a nivel mundial , nacional y local, para promover el desarrollo sostenible en todo el mundo. En el ámbito local, el valle de Cúcuta y su casco urbano, presenta una serie de migraciones itinerantes hacia las áreas metropolitanas y rurales de los municipios de El Zulia, San Cayetano y Cornejo; las cuales se genera debido a la demanda de servicios recreativos y turísticos, sustentados en el aprovechamiento de los recurso naturales de esta región, siendo según estudios de la oficina de Área metropolitana de Cúcuta aproximadamente un 10% de la población urbana la que visita dichos lugares, acelerando el proceso de degradación de sus paisajes. La sintaxis del lugar como propuesta de intervención en el paisaje, se proyecta como el resultado de un análisis sobre la noción del lugar y una reinterpretación de las configuraciones espaciales y arquitectónicas como elemento articulador entre el sujeto y su entorno. Comenzamos por entender el proceso de entropía como medio de intervención y selección del paisaje, el cual consiste en desproveer a un lugar de sus cualidades para posteriormente asumir otras nuevas atribuidas por la creatividad, tomando como punto de partida el valorar la inestabilidad y el desequilibrio. Se hace imprescindible para este fin definir las nociones lógicas del lugar, expresado como el tiempo depositado en el espacio, describiendo este como una unión espacio-temporal, en el que los desplazamientos sobre el territorio nos proporcionará los elementos necesarios para desarrollar una nueva lectura del paisaje dotándolo de contenido y memoria, plasmando su código de representación propia en el territorio. Tomando como introducción las relaciones dinámicas espacio–temporales desarrolladas a través de los desplazamientos sobre el territorio, se hará una síntesis en las configuraciones espaciales del lugar arquitectónico, así la sintaxis del lugar surge como método necesario para los análisis de los lenguajes no discursivos de éste, representando las configuraciones espaciales como elemento articulador de las relaciones sociales y los grupos humanos que la generan. 2. DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA Desde la aparición del ser humano, el paisaje natural ha sido modificado producto de un sistema causa-efecto debido a la necesidad de desarrollar actividades sociales, adaptando el paisaje de acuerdo a sus necesidades, otorgando nuevas cualidades y especializándolo según las actividades a desarrollar en él, así aparecen las primeras ciudades, parques, campos agrícolas, edificios, viviendas, etc. Pero dichas cualidades responden a una relación unilateral entre USUARIOENTORNO que degradan el paisaje causado por una mala interpretación del mismo como un simple lugar de anclaje. Es por eso que actualmente existe un interés por el paisaje importante para la arquitectura contemporánea como síntoma de la escasa y carente retorica de la misma relación tradicional entre edificio y suelo, definiendo equívocamente este ultimo como algo delimitado, estable, horizontal y homogéneo, como un elemento pasivo. Localmente la ciudad de Cúcuta y su población urbana, presenta una serie de desplazamientos itinerantes hacia las áreas rurales de El Zulia, San Cayetano y Cornejo, representando un 10% de la población urbana que visita dichos lugares, acelerando la degradación de sus paisajes. 3. OBJETIVO GENERAL Analizar y formular una sintaxis, como propuesta de intervención sobre el paisaje, definiendo las lógicas del lugar reinterpretando la estructura de configuración espacial, teniendo como caso de estudio el corregimiento de las piedras municipio de El Zulia. 4. OBJETIVOS ESPECIFICOS Entender y aplicar el proceso de entropía como medio de intervención en el paisaje Definir la relación lógica entre el lugar y memoria. Establecer una estructura lógica que configure y articule las dinámicas espacio temporales en el paisaje. Proponer una intervención en el paisaje teniendo como caso de estudio el corregimiento de las piedras municipio del Zulia. 5. JUSTIFICACIÓN El interés que se ha suscitado en los últimos años respecto a la importancia del paisaje y/o el entorno en la arquitectura contemporánea, han redefinido las relaciones clásicas entre el edificio y el suelo reformulando el concepto de este último en algo que ya no es estable, horizontal, delimitado, determinado y homogéneo. El paisaje sólo es interesante en su sentido más amplio, hace parte del entorno construido, transformando el suelo en una PLATAFORMA y no un en un SITIO. La afección del paisaje es necesaria en cuanto el ser humano necesite asentarse en un lugar, supone un intercambio entre construcción y entorno que altera lo que alguna vez estuvo, aquí es donde el suelo toma importancia como objeto directamente afectado. El suelo nos proporciona la información del movimiento mediante las huellas, nos enseña los desplazamientos en el lugar, lo que ocurre en el espacio y el tiempo, nos informa sobre las vivencias de quienes lo caminan, sus actividades culturales y económicas, pero a su vez, se configura debido a esos desplazamientos en una relación íntima entre él mismo y quién lo ocupa, deformándose y reconfigurándose continuamente, el suelo deja de ser un objeto pasivo, se transforma en una plataforma. La plataforma será una determinante importante para desarrollar un concepto de sistema operativo topográfico mediante intervenciones conceptuales que nos proporcionará nuevas estrategias de ocupación del entorno respondiendo a las diferentes dinámicas que la habitan. Serán aquellas dinámicas las que condicionarán las intervenciones en el lugar, generando nuevas respuestas espaciales y arquitectónicas que permitan un desarrollo sostenible en la región. 6. MARCO CONTEXTUAL El municipio de El Zulia está ubicado en la subregión oriental del departamento de Norte de Santander en la república de Colombia, a quince minutos de la capital San José de Cúcuta y en la zona de influencia fronteriza con la República de Venezuela. Debido a su posición geográfica el municipio posee una base patrimonial de recursos naturales que sustentan los cimientos para un desarrollo sostenible por contener un entorno natural atractivo en su biodiversidad biológica y la presencia de ecosistemas estratégicos que proporcionan abundantes servicios ambientales a las comunidades. Su paisaje presenta un relieve básicamente montañoso constituido por la Cordillera Oriental, que permite poseer una diversidad bioclimática y conformar un sistema hidrográfico que se encuentra distribuido en la cuenca mayor del río Zulia. Del río Zulia son afluentes los ríos Cucutilla, El Arboledas, El Salazar, El Peralonso por la banda izquierda y por la banda derecha El Pamplonita con su afluente de El Táchira y el de la Grita. Los tipos de actividades que ocurren en el sector han sido condicionadas por el paisaje, predominando las actividades de carácter recreativo y turístico. Debido a su geografía, el paisaje del municipio contiene diferentes pisos bioclimáticos que ofrecen una variedad de formaciones vegetales, diversificando en su temperatura y en el uso de sus suelos. Los diferentes paisajes encontrados en el municipio fueron fundamentales en el proceso de desarrollo del mismo, ya que permitieron una amplia gama de cultivos que potenciaron el desarrollo en el sector y en el área metropolitana de la ciudad de Cúcuta, convirtiéndose en uno de los principales proveedores a nivel regional. Bosque Seco Tropical (Bs – T) Ubicado en las veredas El Albarico, El Mestizo, Pajarito, 20 de Julio, Camilandia, Borriqueros, Primero de Mayo, Las Piedras, Guamito, La Alejandra, La Colorada, El Cañahuate, La Esperanza y El Casco Urbano del Municipio de El Zulia. Se caracteriza por presentar veranos prolongados con precipitaciones inferiores a los 1600m.m. anuales, por esta razón su flora desarrolla adaptaciones como método de supervivencia. La intervención antrópica a este ecosistema ha afectado sus recursos. Actualmente es uno de los ecosistemas más amenazados del municipio debido a que esta zona de vida es apta para el desarrollo de sistemas agropecuarios y de actividades de recreación que no han involucrado normas técnicas de sostenibilidad que puedan garantizar una estabilidad y equilibrio en el paisaje natural. Dentro de las actividades que han deteriorado este sistema se encuentran los monocultivos y la explotación de materias primas para la construcción y las artesanías que han reducido el área del bosque. Actualmente existen márgenes de micro-cuencas que conservan bosques de galería de baja densidad que en décadas anteriores poblaban la mayor parte de la extensión del municipio. Bosque Húmedo Tropical (Bh – T) Ubicado en las veredas Astilleros, Cerro González, Cerro León, Cerro Guayabo, El Tablazo, Santa Rosa, La Cháchara, Rancho Grande, LA Angelita, La Macarena y La Pampa. Se caracteriza por su alta humedad relativa que favorecen la biodiversidad, los bosques densos y la regeneración natural. Predominan en la fauna las familias de las Bombáceas, Meliáceas y Caesalpináceas, flora singular por su complejidad y diversidad florística. Ésta zona de vida ha sido alterada drásticamente ya que se encuentran en ella maderas como el Abarco, La Caoba y La Yaya, muy utilizadas en el sector de la construcción y que han hecho de éste ecosistema una fuente de explotación que ha reducido la capacidad natural del bosque para su regeneración. Además se encuentra ubicado en su mayor parte en áreas de explotación minera que ha reducido la extensión del mismo a medida que la producción carbonera avanza vertiginosamente. Bosque muy Húmedo Premontano (Bmh – PM) Ubicado en la vereda La Macarena en el sector centro del municipio, esta formación vegetal se ubica a una altura oscilante entre 688m a 1702m con una precipitación de 200m.m. a 4000m.m. anuales y una temperatura entre 24°C y 18°C. El bosque natural existente presenta varios estratos arbóreos y abundantes epifitos sobre troncos y ramas. En ésta zona de vida el relieve es montañoso con fuertes pendientes, sus ecosistemas son de alta fragilidad debido a la creciente actividad humana en éste sector del paisaje. Ésta zona de vida ha sido transformada talándose para implantar cultivos de café y potreros para la ganadería que aumentan el riesgo de erosión debido a la reducción de las especies florísticas naturales de éste ecosistema. La reducción en área de ésta clase de bosque ha aumentado el riesgo de derrumbes que afecta la accesibilidad y la capacidad productiva de los asentamientos del municipio. Bosque Húmedo Premontano (Bh – PM) Ubicado en las veredas Encerraderos, Gratamira, Pan de Azúcar, Campo Alicia, El Porvenir, La Macarena y La Pampa. La mayor parte de estos bosques se caracterizan por poseer estratos emergentes, discontinuos, dispersos y con un dosel de copas variables a la vez que presenta estratos codominantes e intermedios. En esta zona de vida es común encontrar el Yarumo, una especie conocida por ser pionera en la recuperación de los ecosistemas andinos formando masas dentro del bosque secundario las cuales son distinguibles desde lejos por dominar el paisaje forestal secundario. El terreno de este ecosistema está dominado por terrenos accidentados de fuertes y suaves pendientes. Éste bioma también ha sido utilizado para la implantación de cultivos anuales como los platanales o cafetales y la implantación de potreros para ganado vacuno, que han disminuido considerablemente la flora y fauna que aún subsisten en los biomas más aislados, que seguramente serán talados para ampliar los sistemas agrícolas y pecuarios. Bosque Húmedo Montano Bajo (Bh – MB) Ubicado en las veredas Campo Alicia, Pan de Azúcar, la parte sur de Encerraderos y el sector Occidental del municipio. Se caracteriza por su clima generalmente estable, de temperaturas moderadas asemejándose al clima templado. Las lluvias son irregulares y logran mantener cierta humedad durante el año. Esta formación bioclimática está localizada en las vertientes de las cordilleras donde se encuentran especies de gran importancia que han sido explotadas para la industria constructora. Éste ecosistema ha sido fuertemente transformado por el hombre, mostrando escenarios paisajísticos donde predominan los potreros, los cultivos y los rastrojos y/ residuos de bosques aún existentes, los cuales deben ser conservados y protegidos ya que ofrecen una función protectora. Fauna El municipio posee una importante fauna silvestre, aún cuando este recurso ha sido afectado por la fuerte intervención de los ecosistemas, habiéndose vistos alterados sus hábitats por lo que muchas especies se encuentran amenazadas o en vía de extinción. Con base a las unidades bioclimáticas y a los usos dados a la tierra se identificaron los hábitats de las principales especies faunísticas y a la vez se estableció el inventario potencial de fauna de vertebrados obteniéndose que el potencial del municipio es de 347 especies de fauna, 91 de mamíferos, 153 de aves, 33 de reptiles y 39 de peces. Ello representa 78 familias de especies potenciales, distribuidas en 19 mamíferos, 30 aves, 9 reptiles y 20 peces. Debido a la intervención antrópica en los paisajes del municipio muchas especies se han visto en peligro de extinción causado por la explotación informal de sus hábitats, que reducen la cantidad de individuos en las diferentes especies por la migración o asesinato de las mismas. Consecuencia de la problemática anterior la institución CORPONOR, hace 20 años aproximadamente, implanta en la vereda Las Piedras perteneciente al municipio de El Zulia el CENTRO DE REHABILITACIÓN DE LA FLORA Y FAUNA que ha luchado por la conservación de las especies faunísticas y florísticas de la región. 7. ANTECEDENTES La importancia que ha tomado en la arquitectura contemporánea las nuevas maneras del hacer arquitectónico ha llevado a planteamientos de procesos de diseño que han cambiado el paradigma sobre cómo se percibe y se interviene el espacio. Esto propone una manera alternativa de analizar el lugar a intervenir, proporciona herramientas generadoras de nuevas formas y espacialidades adaptadas de una mejor manera al entorno donde se implante el proyecto. Intervenciones Antrópicas Espontáneas. Desde la aparición del ser humano en la tierra el paisaje se ha visto intervenido a causa del accionar del hombre para satisfacer sus necesidades. El simple acto de caminar significa dibujar una línea en el suelo, una sucesión de huellas que trazan un recorrido en el espacio y que reconfiguran el paisaje cambiando el paradigma mismo del entorno otorgándoles nuevas posibilidades de percibirlo y utilizarlo. Es así como el camino se muestra como la primera intervención antrópica en el paisaje. Huellas en la Arena. El camino se muestra como la primera intervención antrópica en el paisaje y el primer elemento artificial que empezará a configurar el espacio que pronto construirá el ser humano a medida que sus necesidades se especialicen. Especialización del Paisaje. El paso del nomadismo al sedentarismo marca el punto de inflexión en cuanto a la intervención en el paisaje por parte del ser humano se refiere, las actividades desarrolladas durante ésta etapa como la agricultura y ganadería implica una afección más drástica al suelo y por lo tanto al paisaje, que le otorgan una nueva estética, el ejemplo más representativo por su técnica y su resultado puede ser los arrozales que se ven en la región de Yunnan en China que crean paisajes que pueden ser comparados con una imagen daliniana. Las intervenciones en el paisaje obedecen al uso que el hombre le otorgue, el arado se presenta como una de las afecciones más comunes generando surcos y relieves en el suelo. Los asentamientos empiezan a emerger como sistemas de intervenciones antrópicas variables, ejemplos como los montículos de las culturas Hopewell y Adena pertenecientes a los aborígenes norteamericanos responden al parecer a necesidades religiosas y son características por crear paisajes que mantienen un equilibrio entre lo natural y artificial. Montículo de Grave Creek – Virginia, Estados Unidos. Montículo de la Serpiente – Ohio, Estados Unidos. Las líneas de Nazca ubicadas en las pampas de Jumana en Perú, son un ejemplo de reconfiguración del paisaje que cambiaron el paradigma del espacio ocupado. Aunque no se sabe cuál fue su propósito, la teoría más aceptada dice que trataba de un sistema de acueducto que proveían de agua a la comunidad ya que excavaciones arqueológicas han encontrado fuentes de agua y restos de ofrendas religiosas dándole también a toda ésta extensión de Pampas otro carácter. Sólo pueden ser visibles desde el aire y ésta es una característica que hace que el paisaje tome tantos lenguajes dependiendo de la visual desde donde se perciba. De cerca las líneas son simplemente surcos en el suelo que aparentan poca importancia o incluso pueden pasar desapercibidas. Figura de la Araña – Nazca, Perú. Cualquier movimiento o acción dentro del paisaje lo afectará y reconfigurará. Los paisajes toman el carácter de lienzos que contienen la información de la historia humana, son agentes activos ya que se reconfiguran dentro del espacio y el tiempo. Imagen de las líneas de Nazca vistas desde el Suelo 1. La ciudad de Machu Picchu en Perú representa una de las máximas alteraciones del paisaje donde se integra con el paisaje anfitrión. Fue construida a mitades del siglo XV en las montañas cuzqueñas de Machu Picchu y Huayna Picchu por órdenes del primer Inca Pachacutec con el fin de ser su “casa de descanso” aunque documentos arqueológicos también definen usos de carácter religioso. La ciudad consta de un sistema de terrazas apoyadas sobre muros de piedra, lo que hace que el complejo se integre directamente con el entorno tanto en lo visual como en lo topográfico, creando la ilusión de una ciudad emergente de la montaña. Panorámica – Machu Picchu, Cuzco – Perú. Acción Procesual en el Paisaje. En la década de los sesenta un grupo de artistas encabezados por Robert Smithson plantea una reflexión sobre la relación entre el hombre y el paisaje dando como resultado un movimiento artístico llamado LandArt. El fin de ésta corriente artística consiste en la intervención del paisaje para producir emociones plásticas en el espectador al mismo tiempo que plantea la reflexión sobre el deterioro del medio ambiente utilizándolo como materia prima para sus obras. Spiral Jetty - Robert Smithson, 1970. El arte de la construcción del paisaje reconfigura el entorno desde el suelo hasta los elementos que lo componen creando nuevos lenguajes y nuevas topografías, acercándose al qué hacer arquitectónico. La importancia del LandArt radica en que la obra es la misma realidad, dando protagonismo al proceso más que al objeto. Al ser el lugar parte del proceso el artista debe llegar sin ideas predeterminadas del mismo, obligándolo a recorrerlo y descubrirlo, lo que redefine desde la concepción de la obra la relación entre el entorno y el ser humano. “Debo tocar las cosas… nunca uso ninguna herramienta, cuerdas, o pegamentos; prefiero explorar los límites de la naturaleza y experimentar las tensiones que existen en la propia Tierra” (A. Goldsworthy, Hand to Earth). 1976 – 1990. El espectador ya no contempla la obra sino que la especula y la vive siendo parte activa, así el LandArt no recae en sí en el objeto final, sino en su proceso y en crear una relación entre el espectador y la obra. Storm King Wall – Andy Goldsworthy, 1997. Matriz de acciones de Andy Goldsworthy. The Umbrellas – Christo & Jeanne Claude, Japan 1984-1991. Running Fence – Christo & Jeanne Claude, California 1972-1976. El Jardín de Francia (1962) – Max Ernst. Una de las obras más inquietantes y sorprendentes y que está ligada al proceso propuesto en este trabajo es El Jardín de Francia de Max Ernst. Pintada en 1962, ésta obra pareciera ser un collage de capas yuxtapuestas que crean una sensación de volumetría en un plano de dos dimensiones. La primera capa representada por una figura femenina (extraída de “El Nacimiento de Venus” de Cabal) está cubierta por una capa que representa un extraño paisaje seccionado. La representación topográfica tiene algo de cartografía científica y de corte geológico que describe un lugar; en ella aparecen el rio Loira y el Iindre fijando una posición geográfica aparentemente precisa, que sería la confluencia de ambos ríos, próxima a Tours, donde se producen las célebres lagunas arenosas de las Verennes. El Jardín de Francia, Max Ernst – 1962. Si la representación del paisaje es casi plana, la de la figura femenina es todo lo contrario; la volumetría dada al cuerpo es perfecta. La figura se ilumina desde lo alto y el juego de sombras –especialmente en la pierna donde se enrosca la serpiente- se señala con claridad otorgándole el relieve al paisaje donde se encuentra situada, siendo el único relieve emergente. Mat Building – Allison Smithson. A finales de los años 50 y durante los 60, coincidiendo cronológicamente con el Jardín de Francia se reúne el Team X para definir ciertos sistemas o estructuras urbanas basadas en diferentes niveles de asociación que se identificara con el medio, la movilidad y la transformación. Es así como en 1974, Allison Smithson identificaba bajo el término “Mat Bulding” una estructura cuyo orden se basa en tres parámetros: Interconexión, patrones de asociación estrechamente ligados y posibilidades para crecer, disminuir y cambiar. El Mat Building intenta extinguir la concepción del edificio tradicional y limitante con proyectos de extensión horizontal que se convierten en los paradigmas del concepto. Reconstrucción del centro de Frankfurt – Candilis, Josic y Woods. 1963. Reconstrucción del Centro de Frankfurt, Candilis, Josic y Woods. 1963. Los arquitectos proponen para éste proyecto una trama compleja que coloniza el centro de la ciudad llegando hasta el río y filtrándose en los intersticios de las calles absorbiendo y vinculando de forma novedosa edificios existentes. Universidad Libre de Berlín – Candilis, Josic y Woods. 1974. Universidad Libre de Berlín, Candilis, Josic y Woods. 1974. A diferencia de los proyectos urbanos en los cuales lo más característico era la capacidad de la estera para infiltrarse o contaminar la ciudad, en éste proyecto al tratarse de un edificio la característica principal será directamente la valoración del vacío, de los poros como parte consustancial del proyecto. El sistema continuo de jardines situados a distintos niveles, incluso sobre la cubierta, se superpone a la estructura del edificio de manera que el tratamiento de los distintos planos de estos suelos se imbrica de tal modo con la retícula construida que no se puede entender la existencia de uno sin el otro. Hospital de Venecia – LeCorbusier, 1964. Hospital de Venecia, LeCorbusier. 1964. Este ejemplo tiene como parte sustancial la interrelación de dos conceptos, por un lado, la interpretación de la ciudad como un todo continuo y por el otro la capacidad del proyecto para invadir y enraizarse en él además de la valoración del vacío. El hospital vuelve a ser una estructura de bordes irregulares que difumina la trama urbana sobre el agua definiéndose cada vez más poroso a medida que llega a su límite perdiéndose contra la laguna. Al igual que los demás Mat-Building, sus bordes se diluyen perdiéndose en la trama urbana. La lava programática – Rem Koolhaas, 1992. “Queríamos investigar un urbanismo que no necesariamente tuviera pretensiones de permanencia o estabilidad, un urbanismo como un plancton, que pudiera infiltrarse o invadir”. Rem Koolhaas. Plan Maestro para el Centro de Yokohama (Japón) – Rem Koolhaas, 1992. Con esta frase comienza Koolhaas la descripción del proyecto que en 1992 realizaría en Yokohama. Consistía en una propuesta para el área central de la ciudad japonesa en la que deliberadamente rechazaba la construcción de edificios tradicionales vinculados a actividades fijas, optando por una fascinante alternativa en la que tres capas superpuestas constituidas por planos ondulados que deberían actuar simultáneamente para una combinación de diversos usos: aparcamientos, rampas, ciclovías, teatros, autopistas, campos deportivos, cubiertas, jardines, cines, iglesias…, compartiendo un espacio común y variable. El principio básico funcional de esta propuesta para Yokohama era soportar el mayor número posible de eventos con la menor definición de elementos estables o permanentes; para lograrlo se obvió el diseño de edificios – con sus terminables e inevitables limitaciones y separaciones- para sustituirlo por el uso de estas tres capas continuas que debían actuar como un triple suelo. Plan Maestro para el centro de Yokohama (Japón) - Rem Koolhaas. 1992. Desde un punto de vista conceptual, se logra de este modo un espacio híbrido, ambiguo y variable; en definitiva un suelo artificial donde se pueden desarrollar y alternar actividades y recorridos. Diagrama Programático Plan Maestro Yokohama – Rem Koolhaas, 1992. El Parque de la Villette, París (Francia) – Bernard Tschumi, 1982. “Dos procesos simultáneos son puestos en marcha. De una parte el análisis y la explosión del programa en una serie de fragmentos, y por otra parte, la recombinación de estos fragmentos en torno a sistemas estructurales distintos y autónomos (grilla de puntos de intensidades, líneas de movimiento, superficies compuestas). La superposición sobre el lugar de estos sistemas autónomos provoca efectivamente situaciones aleatorias, desatendidas y conflictuales a la vez. Estas situaciones traen el punto de partida del trabajo de arquitectura que consiste en exacerbar las tensiones programáticas y formales que resultan de ésta superposición. En lo que respecta a las folies, no se trata verdaderamente de aleatoriedad, sino más bien de combinación de fragmentos. Las folies proceden en efecto de reglas complejas de transformación. Si hemos tomado la folie como un punto de arranque a toda la problemática del Nuevo Parque de la Villette es porque la palabra y las ambigüedades que recobra, nos parece bien ilustrar unas situaciones entre el uso, la forma y los valores sociales. Nosotros no consideramos esta situación como negativa sino como sintomática de una condición nueva, más alejada del humanisnmo del siglo XVIII que del modernismo de este siglo. La palabra Folie está así asociada a su sentido psicoanalítico –el desatino- y a la folie aquí no puede añadírsele un sentido constructivo sino con la más extrema precaución. En tanto que el objeto edificado, la folie no significa más la extravagancia de estilos, sino al contrario, una yuxtaposición de espacios y de programas sin precedentes.” Bernard Tschumi: Entrevista publicada en la revista L’ architecture d’ aujourd’hui. El Parque de la Villette es un proyecto de renovación urbana diseñado por Bernard Tschumi en 1982 constituyendo el parque más extenso en París. Es además uno de los primeros y tal vez más importantes ejemplos de arquitectura deconstructivista, secundado por una nutrida y minuciosa carga teórica. La importancia de éste ejemplo radica en la implementación de un fundamento teórico al proceso de diseño que consiste en el análisis de capas de información que luego serán yuxtapuestas para generar la espacialidad, funcionalidad y volumetría del parque. La propuesta desafía todas las nociones previas de un parque urbano cuestionando el modelo del parque parisino tradicional del siglo XIX, que también fue símbolo de la exclusión y división de la sociedad parisina en la ciudad. Tschumi busca un parque cultural que se defina por el intercambio social y cultural entre sus visitantes más que por su diseño paisajista clásico, diluyendo no sólo los límites físicos del parque sino los límites sociales de la población parisina, creando en su lugar un paisaje urbano dentro del parque mediante fuertes componentes arquitectónicos que predominan sobre el diseño paisajista. El diseño del parque se basa en tres componentes independientes y fundamentales superpuestos logrando una interacción entre sí: superficies, líneas y una grilla de puntos llamadas Folies (el arquitecto las define o traduce como “locuras”, siendo realmente elementos construidos en los jardines). Superficies. Consiste en el suelo entendido como una capa de información, la cual contenía la configuración del parque existente siendo el punto de partida para el desarrollo de toda la renovación convirtiéndose en el paisaje anfitrión. Una grilla Explosión/Implosión. Es la herramienta estratégica del diseño de La Villette. Es la articuladora del espacio y sus intensidades rechazando jerarquías y composiciones apartándose a priori de los tradicionales planes en masa. La trama forma una serie de puntos de anclaje donde el rol es juntar, como un imán, los fragmentos del programa explotado. Diagrama de la Grilla en el Parque La Villette – Bernard Tschumi, 1982. Un cubo Deconstrucción/Reconstrucción. Este elemento es producto de una combinación programática variable en el tiempo y de una combinación formal que explora ciertas transformaciones complejas a partir de la deconstrucción del cubo en componentes de movimiento (rampas, escaleras, etc.) o de espacios cerrados y que se reconstruyen en ciertas “operaciones maquinales” precisas. El cubo es quién esparce el programa a lo ancho y largo del parque y quien niega la jerarquía funcional, articulado mediante una grilla que ordena su posición en la superficie. Cada cubo o Folie tiene un diseño y un uso único dentro del parque que corresponden al entorno en el que se encuentren dentro de él, creando una intensidad uniforme que rompe con el paradigma de la relación tradicional suelo – edificio desde el concepto mismo. Diagrama de diseño de las Folies, Parque La Villette – Bernard Tschumi, 1982. Foreing Office Architects (FOA): Topografías Operatives. Al analizar los procesos proyectuales de Foreing Office Architects se puede interpretar que una de sus más firmes ambiciones era la exploración de ese espacio en el que vive un número creciente de personas, donde no están sujetas a un espacio concreto sino que sus vidas tienen que atravesar nuevos espacios permanentemente en vez de dominar un espacio único volviendo a ser una cultura nómada. Es aquí donde se presenta la exploración de la superficie del suelo como la componente más inestable de las formas emergentes de espacio. El problema de la práctica nómada siendo una práctica de extranjería, podría así mismo plantearse como problema de la reconfiguración del suelo. Pero sus proyectos de superficie no versan sobre la ausencia del suelo sino sobre su redefinición y sobre la creación de una serie de técnicas: una nueva disciplina del suelo. En sus últimos proyectos, la manipulación de la superficie del suelo ha sido una constante, transformando un elemento que normalmente lleva un código fijo en un campo activo, complejo y mutante; del encasillamiento a la “domesticación” del suelo que caracteriza la arquitectura moderna a la recuperación de intensidades diferenciales y potencialmente salvajes. La ambigüedad entre la superficie y el espacio, entre la bidimensionalidad y la tridimensionalidad, es quizá una de las constantes de estos proyectos, como la alternativa a la contraposición entre el suelo y la figura arquitectónica. La superficie ya no es la envolvente del espacio sino también su determinante, ya que entre ambos surge una estrecha relación. La terminal de la del Puerto de Yokohama es un ejemplo de esta imbricación y determinación recíproca del suelo y el espacio. Terminal de Pasajeros (Yokohama) – FOA. La importancia de este proyecto radica en la concepción del mismo presentando varios enfoques novedosos para producir una obra única y rica en su vivencia, percepción y recorrido, combinando las funciones de una plaza con las de un puerto. Contrarios a la idea de formar una puerta urbana como la preconcepción del concepto de terminal como puerta de entrada/salida, los arquitectos propusieron una organización en la que el edificio se convirtiera en una topografía, transformando la terminal en una superficie plana y oblonga donde el edificio hace parte del suelo como una superficie envolvente. Diagrama del No-retorno – Imagen cortesía FOA. Superficies aplicadas al esquema de No-Retorno – Imagen Cortesía FOA. La propuesta concibe el terreno como un espacio hueco donde la distribución de las cargas se resuelve desplazando los puntos de presión sobre la superficie de la estructura evitando así que se interrumpan los circuitos de circulaciones y flujos, considerando la premisa fundamental del proyecto que es la concepción de espacios flexibles de acuerdo a su tipología (relaciones) en la cual existieran varias alternativas de recorrido y su topografía (relieve) resaltándose en una “lasaña de superficies envolventes”. Ingreso a la Terminal – Foto Cortesía FOA. En el proyecto la arquitectura ya no se presenta como una entidad vertical sobre un suelo horizontal, el suelo se convierte en un plano activo y construido donde la arquitectura nace emergiendo como una figura fluctuante e improbable resultado de las dinámicas económicas, culturales, geográficas y geológicas, planteando la reformulación del suelo desde la negación de la relación clásica entre la horizontal y vertical creando nuevas dinámicas y nuevas relaciones con el entorno y con el espacio mismo del proyecto. Meydan Umraniye Retail Complex & Multiplex (Turquía) – FOA. Uno de los objetivos del Centro Comercial Umraniye es no sólo actuar como un mall eficiente, sino como un verdadero centro urbano para el desarrollo de una de las áreas de mayor crecimiento en Estambul. El proyecto está ubicado en un suburbio de la ciudad que pronto será parte de una zona de alta densidad urbana, rodeada por una zona comercial que se expande constantemente. A través de su geometría y estrategias de circulación, el edificio busca integrarse mucho antes que las dinámicas naturales del sector con el denso contexto urbano formulando un prototipo que se opone al concepto tradicional de Mall como una caja cerrada fuera del contexto que suelen construirse en proyectos de esta envergadura. Secciones Proyecto Meydan – Cortesía FOA. Los arquitectos consideraron las plazas de estacionamientos subterráneas liberando de esta forma metros cuadrados primordiales a nivel de suelo para tratamiento de paisaje y espacio público. En el centro del esquema plantearon una plaza urbana la cual está activada a través de paseos peatonales que enlazan los niveles subterráneos con el nivel calle; la plaza establece conexiones directas entre el nivel “techo pisable” con el contexto urbano inmediato. Los techos están cubiertos con una capa vegetal causando un tratamiento homogéneo y continuo que conecta la topografía circundante en diversos puntos. El proyecto expresa una máxima continuidad entre volumetría artificial y la topografía natural evitando el paradigma de conteiner posado sobre una superficie destinada a estacionamientos. Vista aérea – Foto Cortesía FOA. La techumbre incorpora perforaciones para la luz natural y la ventilación de espacios interiores. Todas las superficies sin tratamientos verdes, tanto de muros como de techos, fueron trabajadas con revestimientos y pavimentos de material tradicional como palmetas de arcilla, tierra de color y ladrillos formando muros con diversas perforaciones que dependen de los usos y funciones. Modelo Estructural Cubierta Meydan – Foto Cortesía FOA. La Ciudad de la Cultura – Peter Eisenman Architects. La concepción de éste proyecto está basado en la superposición de tres capas de información obtenidos del entorno en donde se implantará la edificación. Las capas contienen información que pretende ser utilizada para el desarrollo de la volumetría y para implantarse en la memoria de la población. Las tres capas de información consisten en la planta urbana de la Santiago Medieval, el mapa topográfico del Monte Gaiás (sitio de emplazamiento desde el que se aprecia la ciudad) y una grilla cartesiana; estas informaciones superpuestas generan una superficie curvada que se emplaza perfectamente convirtiéndose en la nueva cima del monte como si de una costra pétrea se tratara, evocando el motivo de la vieira (símbolo tradicional de Compostela). El proceso de diseño rompe radicalmente con los paradigmas que condicionan la concepción de una volumetría arquitectónica, creando paisajes más que objetos de arquitectura donde el lleno y el vacío, el fondo y la figura se funden en una composición ambigua y hasta paradójica creando una forma espontánea y artificial que contiene a la cultura y la ciudad. Trama Urbana medieval de Santiago de Compostela – Imagen Cortesía Peter Eisenman Architects. Matriz esquemática superposición de Capas – Imagen Cortesía Peter Eisenman Architects. “En vez de concebir el terreno como una base sobre la que los edificios se erigen como figuras, generamos una condición en la que el terreno puede retroceder para convertirse en la figura y los edificios pueden hundirse en el terreno. Es un nuevo tipo de tejido urbano. El espacio que uno habita puede ser al mismo tiempo suave y estriado, como si fuera una concha marina, el símbolo milenario de Santiago que es suave y estriado”. Peter Eisenman. Maquetas de proceso y Maquetas de Resultado – Fotos Cortesía Peter Eisenman Architects. 8. MARCO TEORICO 8.1 Paisaje y Lugar. En la actualidad el interés por el paisaje ha sido tema importante para la arquitectura contemporánea, como síntoma de la escasa y carente retórica de la misma relación tradicional entre el edificio y el suelo en su definición equívoca del mismo como algo delimitado, estable, horizontal y homogéneo, siendo éste más interesante al comprenderlo en su sentido más amplio, como una categoría de sistema operativo topográfico y no como una categoría de entorno simplemente construido. ¿Pero cómo entenderlo como un sistema operativo topográfico? El paisaje se entiende como todo lo que nos rodea y observamos, en el que habitamos de tal manera que lo asimilamos como algo innato, que nos pertenece, interpretado en cualquier área de la superficie terrestre producto de la interacción de los diferentes factores presentes en ella, configurado en un reflejo visual en el espacio, el cual está compuesto por elementos que se articulan entre sí, definidos por formas naturales o antropicas, generados por la intervención humana (ciudades, parques, edificios, campos agrícolas, etc.) producto de un sistema causa – efecto, adaptando el paisaje de acuerdo a su beneficio otorgando nuevas cualidades, especializándolo según las actividades a desarrollar en él, sean de ocio, producción económica, o simplemente como refugio. Entonces el concepto de paisaje antrópico aparece como aquel donde la mano del hombre ha intervenido para transformarlo, de tal manera que no vuelve a ser el mismo, configurando en él una ética, definida como la expresión lógica del ser articulada en la relación inscrita en un territorio. Pero es a través del sujeto que habita en un lugar y que por lo tanto desarrolla su historia donde el paisaje es modificado y adaptado a nuestras necesidades humanas, lo caracterizamos según las actividades que desarrollemos en él para hacerlo habitable pero no alcanza a ser sostenible debido a las inestables dinámicas desarrolladas en el lugar, éste se convierte en una ética de relación viciada, por lo tanto, se trata de proponer otra ética. ¿Pero cómo proponer una nueva ética, por medio de la Arquitectura, donde las actividades se desarrollen de manera equilibrada? 8.1.1 El Proceso de Entropía como nuevo paradigma cultural. La progresiva degradación del paisaje como consecuencia de los irreversibles procesos naturales generados por los conflictos existente entre el entorno y los medios de intervención del hombre sobre este, tienen que ver con la idea mecanicista de la apropiación del lugar y la imagen de un entorno domesticado, en el que se entiende el paisaje sólo como un lugar de anclaje, de usos aislados clasificando el espacio de acuerdo a proyecciones económicas de procesos de producción y a la absurda noción paradigmáticamente de que un subsistema no aislado como el económico, puede condicionar y delimitar sistemas como biológico y todo lo que este engloba, detonando por consiguiente en una inevitable crisis energética la cual para la década de 1970-1980 tomaría más fuerza. Inmerso en la intensa toma de conciencia ecologista a finales de los años sesenta, Nicholas Georgescu-Roegen presenta en 1971 su obra “La ley de la entropía y el procesos económico” con la cual expone un trabajo critico de ruptura entorno a los parámetros mecanicistas y atemporales como los de Newton que sustentaban la económica ortodoxa, revelando la fractura existente entre estas teorías y la realidad de un entorno deteriorado, desconociendo los aportes científicos de Clausius y Darwin que introducen como concepto central la Irrevocabilidad, demostrando así que la teoría económica del momento no asumía la revolución de la Termodinámica ni de la biología y seguía viviendo en principios del siglo XIX. Estas observaciones llevaron a que Georgescu-Roegen aplicara a la economía y por ende al ámbito cultural de la época las leyes de la termodinámica, especialmente el segundo principio de esta que consiste en la ley de la entropía, descubriendo por ende que el desarrollo económico es una extensión de la evolución biológica, comprendiendo las restricciones ecológicas que delimitan los proceso económicos de producción y consumo, llevándolo a establecer la cuarta ley de la termodinámica conocida como Ley de GeorgescuRoegen dónde afirma que la materia, al igual que la energía, están sujetas a la entropía, degradándose de manera irreversible y no es totalmente reciclable; sustentando así el principio de Bioeconomia como un nuevo concepto de las ciencias económicas, tenido como finalidad integrar las actividades económicas a los sistemas naturales. Es gracias a estas vicisitudes sufridas en el proceso de reinterpretación de las doctrinas económicas y la inherente crisis ambiental que se suscita entorno a esta, que el concepto de entropía trascendió de los postulados científicos hasta tomar vital importancia en el producción artística en la década de los 70’s gracias al movimiento del LandArt, y su pionero Robert Smithson (1938 – 1973), quien expresa su interés por la idea de desgaste asociado al concepto de entropía y en el paso del tiempo aplicado al arte , el territorio y ejemplos concretos como la Ruptura de el Gran Vidrio de Duchamp . Para R. Smithson la intervención artística sobre el territorio desde El Proceso de entropía consiste en desproveer a un paisaje de sus cualidades para posteriormente asumir una nueva ética atribuida por la creatividad y la imaginación, tomando como punto de partida el valorar la inestabilidad y el cambio de la naturaleza, trabajando con esos principios tanto a la hora de seleccionar los lugares a intervenir, hasta resolver de que maneras actuar en ellos, de tal manera desarrolla y clasifica los procesos de intervención y manipulación de un paisaje desde la memoria del mismo hasta convertirlo en una expresión artística que cambie el paradigma del paisaje intervenido, reinterpretando las dinámicas inherentes en él, concediéndole una nueva categoría de lugar definida como la identidad histórica que conecta a el hombre con su entorno, y que nos plantea la relación platónica entre Sujeto – Lugar Historia siendo las que definen el carácter antrópico del paisaje y definen la razón del lugar. 8.1.2 El paisaje Entropico y los No-lugar Al establecer el concepto de entropía como elemento fundamental en la intervención sobre el paisaje, nos permite reinterpretarlo dotándolo de contenido cultural adquiriendo así una dimensión de monumentalidad y abandono convirtiéndose en un hito post-industrializado, producto de las migraciones itinerantes de los centros urbanos hacia las aéreas rurales despojándolos de su escancia, en ellos encontramos un carácter prehistórico en los elementos que se configuran en él, como “ruinas en reverso” que parecen haber surgido así incluso antes de ser construidos, siendo componentes de un lugar suspendido en el tiempo, pertenecientes a un momento no definido de un origen no identificado. Estos son los no-lugares, y es tal vez la propuesta más operativa que nos plantea Smithson, pues al no pertenecer este sitio a ningún lugar y ningún tiempo, las asociaciones en este podrían ser muy variadas y provechosas, ya que depositan la alienación del hombre contemporáneo y su indiferencia frente al mundo en estos paisajes itinerantemente olvidados, medidores de el desequilibrio y depósitos de la memoria. En estos, la pérdida de energía interpretando la crisis, la descomposición y el desorden como una forma de entropía y la noción de reciclaje como un intento de restablecer la energía perdida en éste proceso inevitable de desgaste asociado a las afecciones antrópicas en el territorio, permitirá establecer un campo de análisis a un territorio aplicado. Un dibujo en diagrama de un edificio, el plano de una calle indicando la ubicación de un lugar especifico o un mapa topográfico, son representaciones graficas de una “imagen de bidimensionalidad lógica”, la cual se diferencia de una imagen natural o real, en que rara vez tienen un fiel parecido a lo que representan, ya que estas representaciones lógicas, son analogías o metáforas bidimensionales. El no-lugar, es una imagen tridimensional lógica y abstracta, que aunque representa un sitio real esa través de estas metáforas dimensionales que un lugar pude representar otro, constituyendo así lo que llamaremos un No-Lugar. Características del paisaje entropico para definirlo como caso de estudio: 1. 2. 3. 4. Efecto de los desarrollos urbanos Atemporalidad del paisaje Usos intermitentes y sin relación entre si Degradación del ecosistema en el que se desarrolla “La razón del lugar empieza cuando nos damos cuenta de que el lugar es lo más opuesto a la historia que puede darse, y que es el sujeto (con su cuerpo), lo único que constituye el puente que enlaza la historia y el lugar.” 8.2 Lugar Y Memoria. 8.2.1 Hacia una lógica del lugar. El lugar está definido por Aristóteles como la primera envolvente inmóvil que abriga cuerpos que pueden desplazarse y emplazarse en él, descrito así en el tomo IV de su Física, Phisis en griego, que traduce naturaleza o naturaleza física y no ciencia física. El lugar es una envolvente lógica en tanto contenga un orden racional, siendo ético en cuanto deba abrigar los usos de unos como de los otros presuponiendo el lugar construido como una ética, ya que sin ella no existiría ninguna solidaridad entre lo que envuelve y está envuelto debido a que sin objetos que lo definan no existiría el espacio, apareciendo aquí el lugar como una noción de Límite entre la primera envolvente y su cara interior y el cuerpo contenido y su cara exterior el cual a su vez contendrá otro cuerpo. Ésta descripción aristotélica podría parecer ambigua, pero en cambio se proyecta como base para los desarrollos modernos ya que en la noción de límites lo que importa no es la movilidad o inmovilidad del límite en sí, sino la simultaneidad permanente entre dos fronteras descritas, así Aristóteles precisa que el lugar como envoltura límite no forma parte de lo que envuelve ni de lo que está envuelto, esto identifica el lugar como la noción de contacto, como límite de dos cuerpos en afinidad. Apoyándose en los avances lógicos y filosóficos que se habían desarrollado con anterioridad Hegel (1770 – 1831), afirma que el espacio y el tiempo no existen separadamente sino que por el contrario coexisten en estrecha interacción; para él, el espacio puede expresarse como pura exterioridad en sí misma partiendo del concepto en el cual el tiempo es la negativa del espacio y gracias a éste tiempo podemos construir el espacio, aquí la noción más pura del tiempo es el punto, el cual va definiendo una línea como una sucesión de puntos en movimiento y posteriormente, un plano generado por líneas, trazando una manera lógica del lugar expresada como el tiempo depositado en el espacio describiendo el lugar hegeliano como una unión del espacio y el tiempo, en la que el espacio se concreta en un ahora y el tiempo se concreta en un aquí, por lo tanto, el lugar solo es espacio en cuanto es tiempo y solo es tiempo en cuanto es espacio; pero simultáneamente al lugar existen otras dos uniones en las nociones espacio – temporales de Hegel. La primera es el movimiento, que es el paso de espacio a tiempo y viceversa que puede definirse como el cambio de lugar, la segunda es la materia que existe en unión del espacio y el tiempo por una parte y por otra parte, en unión del lugar y el movimiento. Cabe decir que la ingeniosidad de éste modelo es sorprendente y no estará de más notar el equilibrio de relatividad que se encuentra en el lugar, la materia y el movimiento, el cual es el mismo aplicado a la teoría de la relatividad de Einstein. Pero son aquellos movimientos o desplazamientos en el lugar y sus valores, los que rompen con la solidaridad entre la coherencia local lograda gracias al hábito. Las actividades humanas ligadas a este movimiento definen el carácter del lugar y en él se plasman en la materia bajo sus huellas, por lo tanto es el lugar un contenedor de información; El lugar está provisto de memoria. En el momento en que se reconoce que el lugar contiene información, deja de ser un objeto estático y todas las dinámicas generadas por el sujeto lo hacen dinámico en sí mismo en la medida en que queden impresas en su piel; así como los tatuajes representan un recuerdo plasmado en la piel del tatuado. Pero a su vez, esas huellas definen una memoria en el sujeto, un significado del entorno en el que habita siendo las dinámicas de la relación Sujeto – Lugar – Historia, tal como lo plantea Platón en su triángulo de la razón, interdependientes entre sí, porque sin el lugar, se rompe la razón entre la historia y el sujeto; el lugar permite al sujeto navegar por la historia y permite a la historia <situar> al sujeto (Introducción: El cuerpo, el lugar y la historia. Pág. 17 – Topogénesis, Josep Muntañola. Febrero 2000.) Esta plantea una serie de desplazamientos marcados en un suelo, una serie de actividades que se han transformado en costumbres, sabiendo que las costumbres son un hábito adquirido por un individuo o una cultura, entonces estamos produciendo memoria tanto en el lugar como en el sujeto mismo. De acuerdo a lo anterior, la memoria es entonces un conjunto de fuerzas heterogéneas, y hasta contradictorias, que afectan, alteran, suplementan un objeto, o un espacio y lo transforman en lugar. Se entiende a la memoria no como un hecho, un objeto o un edificio, sino como la expresión espontánea de las mutaciones del territorio y que es espontánea porque surgen de una costumbre no planificada, intervenciones surgidas de la necesidad de una cultura. El lugar nace en cuanto exista la memoria pero la memoria existe en cuanto haya un lugar, porque requiere de un territorio donde acontecer, ya que ésta es un diálogo complejo e indeterminado entre espacio y tiempo. Es así como los conceptos de memoria y lugar desarrollados a partir de las dinámicas relaciones espacio – temporales, expresadas atreves del movimiento como desplazamientos itinerantes en el territorio y la materia como elemento sobre el cual surcan estos desplazamientos, nos proporcionará los elementos necesarios para desarrollar una nueva lectura del paisaje reconstruyendo las costumbres existentes, que han sido malformadas con el paso del tiempo y que han plasmado su código de representación propia en el territorio. 8.3 La reformulación del suelo: Arquitectura como Lugar. El desarrollo del suelo hacia la plataforma. “La exploración de la superficie del suelo aparece hoy como el componente más inestable y revelador de las formas emergentes. Ya no estamos sujetos a un espacio concreto, sino que nuestra vida se ve abocada a atravesar permanentemente nuevos espacios, en vez de dominar un espacio único: volvemos a ser una cultura nómada. El problema de la práctica nómada, una práctica de extranjería, podría así mismo plantearse como el problema de la reconfiguración del suelo.” FOA (Foreing Office Architects), 1997. 8.3.1 Hermenéutica del lugar El interés de las ciencias modernas por relacionar las lógicas con respecto a la arquitectura del lugar reside en la naturaleza del hecho comúnmente conocido de representar lugares, sin ésta representación la arquitectura hubiera sido imposible de lograr en cualquier cultura. La síntesis de la lógica del diseño arquitectónico a una lógica de la concepción del lugar para vivir o lugar construido, es un hecho común en nuestros tiempos, pero mucha más importancia tiene la clasificación del concepto de lugar para vivir. Tomando un punto de vista interactivo desarrollado por Jean Piaget (1896 – 1980), y otros psicólogos del mundo, se puede reconocer que la arquitectura tiene un valor humano porque es capaz de concebir lugares para vivir asumiendo el término de lugar como el centro del paradigma del medio ambiente en el hombre, combatiendo a su vez el objetivismo extremo o subjetivismo extremo ya que de acuerdo con Piaget cualquier desarrollo mental es interactivo por naturaleza, así siempre producirán transformaciones mutuas entre objetos y sujetos. Estos actos mentales siguen dos paralelos estructurales y funcionales, uno el conceptual y otro el figurativo, que en consecuencia del uso simultáneo de éstas dos clases de estructuras mentales se generan productos mentales, definiendo cada producto mental como la interrelación compleja entre estas dos estructuras, en la cual la primera se ocupa de las transformaciones mutuas entre sujetos y objetos en un proceso de configuración, y la segunda se encargan de los procesos de información entre el sujeto y el objeto hacia un proceso de representación semiológica. En una reflexión de la arquitectura, considerada como actividad constructora de lugares, nos define que en la medida en que el espacio físico se construye a través de procesos de configuración y representación, de imágenes y operaciones de modo complejo, el ambiente social se preside también de un modo más diferenciado, y en sincronía se desarrollan algunas estructuras de comunicación nuevas entre seres y así el conocimiento constructivo del medio físico y el significado social crecen junto a la concepción de lugar en lo que se definiría como lugares semiológicos. ¿Entonces cual es aquí el concepto de lugar? Se exponen dos definiciones del mismo, por una parte la visión aristotélica que se refiere a la “primera envolvente del contenido” o la de Hegel, que nos define el lugar como “el tiempo colocado en el espacio”. Asimilando cualquiera de éstas dos definiciones tendremos que la noción del lugar (como lo conceptual, imágenes, pensamientos como productos mentales) se mezclan iniciando un proceso sociofísico de creación del mismo. 8.3.2 Dinámicas Axiales en el lugar: Del Lugar a la Plataforma. Tomando como introducción las relaciones dinámicas espacio – temporales desarrolladas a través de los desplazamientos del territorio, se hará una síntesis en las configuraciones espaciales del lugar arquitectónico, subsistiendo en búsqueda de una lógica del lugar ya sean gramaticales, teológicas, semióticas o morfológicas aplicada a las estructuras sociofísico del espacio, bien sea en la arquitectura o el urbanismo. Es aquí donde Bill Hillier y Pierre Bourdon confluyen refiriéndose a la misma característica de las morfologías arquitectónicas y urbanas planteando que sin conocer una cultura, los análisis meramente visuales de un edificio o ciudad no pueden conducir a ninguna lógica, pues para descubrir la morfología de la arquitectura y el urbanismo hay que conocer la cultura identificando un código estable que nos permita encontrar un estatus comunicativo. Para tal fin, se exige el reconocimiento de una mítica o ritual, manejando simultáneamente los dos tipos de significados: el símbolo y el esquemático; donde muchas veces no se ha encontrado en el orden de las formas en el espacio. Al querer establecer un código comunicativo del lugar, en el que la escritura como parte del proceso mental se desarrolla cuando el lugar configuración se articula con el lugar representación, el espacio que configura controla los movimientos de la mano y el espacio que representa la figuras imitando geometrías gracias a la vista, se articulan automatizándose y adaptando un código, quedando la expresión propia e individual en la caligrafía de cada persona. Pero este proceso no parece ocurrir cuando del dibujo se trata, ya que como indica Lilianne Lucart, éste proceso de representación del lugar y su configuración solo se genera con códigos basados en estéticas individuales, demostrando que la arquitectura y el urbanismo mantienen una estructura lógica totalmente opuesta a la lógica verbal. Esto nos define claramente cómo el lugar de la representación y el de la configuración se distinguen del entorno sociofísico a través de la arquitectura, ya que estos al articularse en la mente humana, permiten ver el objeto arquitectónico y actuar en consecuencia. Pero todos los análisis de estructuras lingüísticas se fundamentan en los trabajos de F. de Saussure, quien a principios del siglo XX sentaba las bases de las teorías sobre Semióticas de la lingüística contemporánea, la cual nos define el concepto del signo como la asociación de una imagen o ícono (significante) a un concepto (significado). En resumen, para Saussure el lenguaje debía presentarse como una organización o estructura debido a que los elementos lingüísticos no tienen ninguna realidad independiente en su relación con el todo, ya que su capacidad semántica de los signos está condicionada por la relación de éstos con otros signos de la lengua. Estas nociones de la lingüística como estructura contextual de significados fue asumida por C. Levi-Strauss quién sugería que dentro de una cultura, el significado es producido y reproducido a través de varias prácticas, fenómenos y actividades como sistemas de significación. En la búsqueda de sistemas de significación culturales, el trabajo se centra en la interpretación del objeto arquitectónico como forma dotada de significado cultural, entendiendo la expresión arquitectónica y urbana como la expresión tridimensional del intercambio social. Esta complejidad de las estructuras sociales va acompañada de sistemas de significación variados que necesitan una configuración arquitectónica y espacial lo bastante compleja para poder expresar su significado, siendo el único modo posible de someter la arquitectura y el urbanismo a materializaciones de significado social y cultural, como perspectivas analíticas que documenten las formas de configuración espaciales de los entornos construidos y su relación en la representación de las conductas de los seres humanos. Así la sintaxis del espacio propuesta por Bill Hillier, surge como método necesario para los análisis de los lenguajes no discursivos del lugar, representando las configuraciones espaciales como elemento articulador de las relaciones sociales de los grupos humanos que la generan. En palabras de Bill Hillier y J. Hanson: “La posición fundamental de la sintaxis como teoría, no es que exista una relación entre las fuerzas sociales y las formas de los asentamientos, sino que exista una relación entre los generadores de las formas de los asentamientos y las fuerzas sociales”. (Lógica Social del Espacio, 1984). Lo anterior parte de la concepción de la célula espacial, derivada del concepto de límite como elemento seccionador del espacio, separando lo que se podría llamar como “Espacio indiferenciado”, generando un encuentro social con un grado diverso de permeabilidad. Ejemplo gráfico de las dinámicas axiales de Bill Hillier 8.4 Especialización del Paisaje: Sistema Operativo Topográfico. 8.4.1 Re-describiendo una nueva ética. Ya en su famosa tesis doctorales sobre la lógica del espacio – tiempo, como nociones a priori de la mente humana (1800), Immanuel Kant (1724 – 1804) se encontraba en el mismo lugar donde se converge ahora basado en las teorías de Hegel de su tiempo localizado, su posición difiere en un objetivismo respecto al subjetivismo kantiano definidos como pura posibilidad de diferencia o indiferencia absoluta apenas si existe una diferencia lógica. Hegel y Kant parten de un mismo concepto ya anteriormente mencionado, La negativa del espacio es el tiempo. La lógica del sujeto es a la estética del objeto lo que la lógica del objeto (de los lugares) es a la estética del sujeto; es en medio de la lógica y la estética del sujeto y el objeto, que se ubica la ética definida aquí como la razón práctica de Kant, que se centra en una filosofía de la acción. Este análisis converge al igual que los demás en el punto en el que la naturaleza sociofísica de los lugares humanos y las posibilidades que las medidas estéticas, ética y lógicas de la arquitectura definan las razones del lugar. Paul Ricoeur (1913 – 2005) ha definido con precisión dos ideas, la primera de ellas es que el tiempo humano entendido desde la visión de Hegel (lugar humano como el depósito de tiempo en el espacio) es el resultado del entretejido entre el Relato (Ficción) y la Historia, puesto que existe una fuerte relación entre el relato de ficción y la historia y el uso de la posibilidad historia en los relatos de ficción. Si se considera al proyecto arquitectónico como un relato de ficción y al entorno construido como historia, se puede concluir que el lugar humano se desarrolla por el entrecruzamiento entre estas dos aproximaciones de lugar; el lugar como historia y el lugar como relato, las cuales se mantienen en una continua relación día tras día en la percepción del espacio construido. La segunda idea planteada por Paul Ricoeur, se articula totalmente con la primera ya que se refiere al poder de re-figuración y re-descripción que el relato utiliza para descubrirse solo así a través del mundo y su re-descripción del entorno construido. No se puede evadir la inexorabilidad de esta situación ya que al plantar nuevos proyectos innovadores y revolucionarios cambiando radicalmente el lugar mediante re-descripciones inéditas, estos siempre se entrecruzarán con la memoria de la humanidad y se analizarán por su capacidad de relación armoniosa y sostenible de los lugares construidos. Como indica Hegel: “Cualquier lugar es ya todos los lugares pasados, presentes y futuros, en él lo universal es singular y lo singular es universal”. Hegel 8.4.2 Topografías más que Volumetrías: Mat Building La manipulación de la superficie del suelo ha sido una constante, así como la ambigua relación entre esta y el espacio, entre la bidimensionalidad y la tridimensionalidad, transformado un elemento que habitualmente lleva un código fijo, en un campo activo, complejo y mutante, como alternativa a la contraposición entre el suelo y la figura arquitectónica. La superficie trasciende como envolvente del espacio y pasa a ser su determinante surgiendo una estrecha relación. Es éste lugar el que devela su propia estética al ser un instrumento sensible a los cambios de uso y a las afecciones culturales, geográficas, económicas, geológicas, entre otras, los desplazamientos progresivos de los seres que lo habitan dándole vida a un lugar semiológico, siendo el espacio arquitectónico una interface entre los objetos y sujetos, filtrando el interminable flujo de sensaciones donde la figura del edificio se presenta como una máscara que deja entrever al ser como una plenitud que se presiente desde el pensamiento. Es en esta relación entre el cuerpo y el espacio donde el edificio deja de ser identificado como lugar arquitectónico único ya que todo el contexto es arquitectura mediante la implantación de entidades, es aquí donde evolucionará a un Co-texto. En ésta intertextualidad el contexto se hace continuo en relación con lo que agrupa y contiene sin estar en contigüidad; yendo del Texto al Contexto pasando por un Co-texto se produce una serie de envolventes sucesivas, lo que definiremos como el nuevo topos o lugares relativos, siendo esto la envoltura inmóvil de secciones de espacio material, especializados por figuras arquitectónicas las cuales forman parte de otros espacios espacializantes, formas puras y lugares de referencia que no ocupan ningún cuerpo. Al hablar de topografías más que volumetrías , podríamos comprenderlo como el concepto de del Lands in Lands, refiriendo este a la noción de paisaje operativo sobre paisaje anfitrión permitiendo desbordar los conceptos ya superados en el accionar sobre el paisaje, basados en la tradición jerárquica –figura sobre fondo- o si se quiere, la relación expuesta entre texto y contexto, esta sustitución nos abre una nueva intervención del suelo y de la disolución de sus contornos como límites, llevando a entender una arquitectura que puede difuminar sus perfiles en nuevas geografías de transición transformándola en espacios dinámicos, con movimientos de intercepciones y fluctuaciones funcionales, conjugaciones entre diversos niveles que remiten la arquitectura a procesos casi geológicos, logrados a partir de la superposición de múltiples capas definidas como envolventes sucesivas o nuevo topos, espacios que se pliegan más que volumetrías definidas. No se trata en efecto de parcializar usos simplemente, o implantarlos en un contexto, sino de articular actividades a través de una intertextualidad en un espacio fluido, un co-texto tan solo pellizcado por cuencas que se hace continuo con relación a otras como una suerte de Esteras (Mat) de servicios. Es este trabajo directo sobre el suelo lo que nos produce un “vacío arquitectonizado” en el que el proyecto se efectúa mediante la reestructuración de superficies horizontales, generando dunas, relieves o esteras, entre otros, como manifestaciones topomórficas de una geografía artificial generando nuevas estampaciones en el suelo sobre el cual los flujos y continuos desplazamientos acabarán articulándose en superficies plasmadas, dando paso a nuevas formas “magmáticas” solapadas contra el terreno en las que la cubierta del edificio podría ser el principio del suelo capaces de generar su propia energía. Campos dentro de otros campos. 8.4.3 La Lava Programática. La lava programática, varias capas superpuestas constituidas por planos ondulados, actúan simultáneamente para una combinada diversidad de usos. No es ya una intervención de carácter objetual sobre la que experimentar con actividades variadas, sino la construcción y extensión de los propios suelos que se infiltran en el lugar. En este tipo de proyecto parecen llevarse hasta límites antes no imaginados los conceptos que impulsan la ruptura del binomio fondo-figura o arquitectura-lugar. Los límites del proyecto se han disuelto; el edificio enraíza en la ciudad a través de los flujos y las actividades; las fachadas pierden su condición de frontera al ser simultáneamente superficies activas; los suelos pierden su organización estratificada y paralela al incluirse entre los conceptos de estos proyectos, la condición oblicua que conlleva la continuidad espacial. Es decir, la especial relación producida entre figura y fondo o entresuelo y arquitectura; su condición de simultaneidad por encima de la de contraste. Se pretende desaparecer la objetualidad tan común en la arquitectura y al arte anterior y haber sido sustituida por una voluntad más extensa y abierta en la que se tratarán de crear ambientes, de valorar vacíos (suelos, ares…) como partes integrantes de la obra, una nueva voluntad de remontar el fondo hasta la superficie, de convertir en definitiva la tierra y el suelo en el propio proyecto optando por una fascinante alternativa de capas superpuestas constituidas por planos ondulados que deberían actuar simultáneamente para una combinación de diversos campos de actividades (aparcamientos, rampas, ciclovías, teatros, autopistas, campos deportivos, cubiertas, jardines, cines, iglesias…), compartiendo un espacio común y variable. El principio básico operativo de esta propuesta era soportar el mayor número posible de eventos con la menor definición de elementos estables o permanentes; para lograrlo se obvió el diseño de edificios – con sus terminables e inevitables limitaciones y separaciones- para sustituirlo por el uso de capas continuas que debían actuar como un múltiple suelo. Desde un punto de vista conceptual, se logra de este modo un espacio híbrido, ambiguo y variable; en definitiva un suelo artificial donde se pueden desarrollar y alternar actividades y recorridos, ofreciendo una oportunidad de explorar y explotar las emergentes ecologías artificiales en la organización del paisaje, el territorio y la arquitectura, generando un nuevo paisaje sintético mediante la integración de sus sistemas intrínsecos y extrínseco: ecológicos, culturales y sociales; permitiendo explorar las relaciones entre el envoltorio físico y el entorno desde la interacción de sus campos de actividades , que como habilidades físicas explotan en accidentes topográficos la superficie del territorio. La intervención como una reorganización topográfica a gran escala, es capaz de dar consistencia a los procesos que se sintetizan en la plataforma a través de dos estructuras de organización. 1. Un sistema de circuitos operativos generados a partir del movimiento, expresado en los desplazamientos inherentes sobre el territorio los cuales son utilizados para generar la estructura espacial de la plataforma, configurando una malla de senderos, generando toda un nueva topografía de accidentes e intersecciones ( Nueva Cartografía) 2. Tomando la pauta de estrías norte-sur que intensifican la situación geológica del paisaje para nivelar selectivamente el terreno para crear planos horizontales, pliegues y escalones. (Cartografía cardinal) 9. CONCEPTO Desarrollo Sostenible: Es aquel desarrollo capaz de satisfacer las necesidades actuales sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras. Básicamente son todas aquellas actividades que son capaces de mantenerse. Ej.: Cortar árboles de un bosque asegurando su repoblación. Paisaje Antrópico: Se refiere al paisaje que ha sido intervenido por la acción del hombre. Cualquier estructura producto de la acción humana dentro de un paisaje natural se refiere a un paisaje antropizado. Proceso Entrópico: Proceso mediante el cual un sistema tiende a consumirse, desorganizarse y morir. Se basa en la segunda ley de la termodinámica que plantea que la pérdida de la energía en un sistema tiende a degradarlo, desintegrarlo, desaparecerlo o degenerarlo. Robert Smithson, precursor del movimiento artístico del LandArt, se refiere a éste proceso como la abstracción de las características de un lugar que tienden a degradarlo. Non – Site: Es el producto del proceso de la abstracción de las características de un Lugar (proceso entrópico). Hermenéutica: (Del griego hermeneutikós, interpretación) Se refiere a la pretensión de explicar las relaciones existentes entre un hecho y el contexto en el que acontece. Aunque en un principio constituyó un campo cuya explicación se vió restringida exclusivamente a cuestiones de carácter bíblico, hoy en día se emplea en el análisis e interpretación de textos y contextos filosóficos, históricos, científicos, literarios, etc. Semiología: Podemos decir que la semiología, en su forma más pura, estudia los sistemas de signos no lingüísticos. Esta definición se puede ampliar al estudio de las formas de comunicación social tales como los ritos, ceremonias, las fórmulas de cortesía, etc. Y, finalmente, también a las artes que se basan sobre códigos y sistemas de signos. Lugar Configuración: Representaciones mentales del lugar, de aspecto conceptual, que coordinan las transformaciones mutuas de sujetos y objetos. El lugar configuración se construye a través de signos. Ej.: Por ejemplo la letra A como elemento geométrico compuesto a partir de tres líneas. Lugar Representación: Representaciones mentales del lugar, de aspecto figurativo, que se ocupa de los procesos de información entre sujetos y objetos, tanto como en sujetos y objetos en ellos mismos. El lugar representación se construye a través de símbolos. Ej.: La letra A, como la primera letra del abecedario que tiene un sonido y una fonética. Contexto: Se refiere al entorno físico o situacional a partir del cual se considera un hecho. También se define como una realidad específica y que no puede ser comparada a otras en la cual los fenómenos se suceden están profundamente influidos y determinados. Texto: Según Josep Muntañola en su topogénesis, se refiere al objeto arquitectónico consecuente con un contexto. Co-texto: Se refiere a la relación que existe entre el Contexto y el proyecto arquitectónico. Para que exista un co-texto, debe existir un diálogo mutuo entre el entorno y proyecto arquitectónico. Mat-Building: Se refiere a la correlación entre el Contexto, el texto y el Co-texto. Sintaxis: Proviene del término en latín syntaxis, que a su vez deriva de un vocablo griego que se traduce al español como “coordinar”. Se trata de la rama de la gramática que ofrece pautas creadas para saber cómo unir y relacionar palabras a fin de elaborar oraciones y expresar conceptos de modo coherente. En nuestro proceso se refiere a cómo unir y relacionar las características abstraídas del lugar, para expresar espacios sostenibles. 10. CONCLUSIONES Al finalizar la labor investigativa para formular una sintaxis sobre intervención del espacio son diversas las conclusiones que se pueden definir. Como primera medida, la importancia de los desarrollos investigativos en la labor arquitectónica permiten desde nuestro campo aportar nuevas herramientas que ayuden a mejorar nuestra labor como arquitectos, buscando siempre proponer ideas que se identifiquen con nuestro tiempo y mejoren las relaciones entre el usuario y el entorno. La sintaxis realizada para intervenir el paisaje funciona perfectamente como herramienta que permite comprender las dinámicas espacio-temporales que definen un lugar de una manera lógica, definiendo así un discurso apropiado a cada paisaje que sea susceptible de ser intervenido. 11. RECOMENDACIONES Se recomienda la sintaxis del lugar como medio de intervención sobre el paisaje, la cual permite entender las dinámicas espacio-temporales que condicionan un lugar, ya que por medio del presente análisis se entiende como clasificar y de qué manera intervenir los paisajes. BIBLIOGRAFIA BERMEJO TIRADO, Jesús. Leyendo el espacio. Madrid, 2009. DE SAUSSURE, Ferdinand. Curso de lingüística general. Payot, 1913. GEORGESCU-ROEGEN, Nicholas. La ley de la Entropia y el proceso económico. Madrid: Visor Distribuciones, 1996. HILLIER, Bill. Space is the Machine. London: 1996. LEVI-STRAUSS, Claude. Antropología estructural. Barcelona: Editorial paidos ibérica, 1995. MONTANER, Josep Maria. Después del movimiento moderno. Madrid: Gustavo Gili Ediciones, 2002. MUNTAÑOLA, Josep. La arquitectura como Lugar. Berkeley, 1973. MUNTAÑOLA, Josep. Topogenesis: Fundamentos de una nueva arquitectura. Cataluña: Ediciones UPC, 2000. PIAJET, jean. La psicología de la inteligencia. Colin, Paris, 1947: Editorial psique SMITHSON, Robert. La entropía y la Monumentalidad. New Jersey, 1972. SMITHSON, Robert. La entropía se hace visible. New Jersey, 1971. SOLA MORALES, Ignasi. Diferencias. Topografía contemporánea. Madrid: Gustavo Gili Ediciones, 1999. de la arquitectura RICOEUR, Paul. Tiempo y Narrativa (volumenes1-2-3). Chicago, 1983-1984-1985 Universidad de Catalunya. Revista Quaderns 220. Cataluña: 1999. ANEXOS Anexo A. Presentación de la Sintaxis del Lugar