Subido por Raúl Vargas

ACFrOgD8bcoYlTQFArg3n0ybe8WqWXATjE wKagDc57sAuq-UMakkj f8OQ1n-BgVaDI 2e2yYuri1oUss-L7iZlzDHGPSfjLDcWUwRfv7pkjRKKXKgvgtcmTSzB1bPMtJHrQeft4LLelWanB4co

Anuncio
DEFINICIÓN DEPRÁCTICA DOCENTE
La noción de práctica docente no tiene una
única definición ni puede explicarse en pocas
palabras. El concepto es muy amplio y refiere a
la actividad social que ejerce un maestro o
un profesor al dar clase.
La práctica docente, por lo
tanto, está influenciada por
múltiples factores: desde la
propia formación académica del
docente hasta las
singularidades de la escuela en la que trabaja,
pasando por la necesidad de respetar un
programa obligatorio que es regulado por
el Estado y las diversas respuestas y
reacciones de sus alumnos.
Puede decirse que la práctica docente está
determinada por el contexto social,
histórico e institucional. Su desarrollo y
su evolución son cotidianos, ya que la práctica
docente se renueva y se reproduce con cada
día de clase.
Esto que hace un docente deba desarrollar
diferentes actividades simultáneas como parte
de su práctica profesional y que tenga que
brindar soluciones espontáneas ante
problemas impredecibles.
En otro sentido, es posible afirmar que la
práctica docente consiste en la función
pedagógica (enseñar) y en la apropiación que
cada maestro hace de su oficio (formarse de
manera continua, actualizar sus conocimientos,
asumir ciertos compromisos éticos, etc.).
Ambas cuestiones, a su vez, reciben la
influencia del escenario social (la escuela, la
ciudad, el país).
La práctica docente, en definitiva, se compone
de la formación académica, la bibliografía
adoptada, la capacidad de socialización, el
talento pedagógico, la experiencia y el medio
externo. Todos estos factores se combinan de
diferente manera para configurar distintos tipos
de prácticas docentes según el maestro, que
además provocarán diversos resultados.
A lo largo de muchas
décadas se sostuvo la idea de que para
aprender una práctica bastaba con imitar a
aquéllos que tenían experiencia en la misma;
sin embargo, gracias a un mayor entendimiento
de los inconvenientes que pueden tener lugar
durante el ejercicio de una práctica y a los
avances en el campo teórico, surgió una
estructura de formación más amplia y flexible.
Observando la historia de la docencia,
podemos distinguir los siguientes tres enfoques
de la práctica docente:
* tradicional: del mismo modo que
el tecnocrático (que se ve gobernado o
dominado por la técnica), el enfoque tradicional
defiende un sistema en el cual los futuros
docentes se formen a nivel teórico durante
unos años y que, finalmente, se aventuren a
poner en práctica sus conocimientos frente a
una clase real, bajo la supervisión de
un experto. En otras palabras, considera que
existe una sola manera de llevar a cabo el
trabajo de un maestro, que no debe verse
afectada por su instinto o
por decisiones espontáneas;
* constructivista: ante ciertas situaciones
inesperadas, los docentes deben poder actuar
según su propio criterio, utilizando sus
conocimientos para tomar las decisiones más
beneficiosas para sus alumnos, pero sin olvidar
que se trata de personas, de seres
con necesidades y trasfondos individuales, y
no de variables en un ejercicio cuya solución ya
ha sido hallada por un supervisor. Este enfoque
incorpora la racionalidad práctica para abrir las
puertas a una visión más abierta y flexible de la
realidad;
* constructivista-crítico: desde finales del
siglo XX, una serie de investigaciones en el
campo de la enseñanza se centraron en la
importancia de aplicar el criterio antes de
actuar. Este enfoque representa un verdadero
quiebre con el tradicional, ya que invita a los
docentes no sólo a pensar antes de pasar a la
práctica, sino a reflexionar luego de haberlo
hecho para evaluarse a sí mismos y darse la
posibilidad de mejorar, de elaborar nuevas y
más adecuadas técnicas de trabajo. Un
pedagogo británico llamado Lawrence
Stenhouse aseguró que los docentes deben
convertirse en auténticos investigadores dentro
del aula, para construir y moldear a cada paso
su propio conocimiento.
Descargar