Muchos medios de comunicación son financiados por compañías farmacéuticas y fabricantes de vacunas, tal vez por eso se niegan a reportar los hechos alarmantes sobre la industria de las vacunas. Con frecuencia, estos medios presentan invitados que ridículamente afirman que todos los niños dañados por las vacunas son “meras ilusiones” de sus padres. El Mercurio aún es utilizado en algunas vacunas. NO existe un nivel seguro para inyectar mercurio en un niño, ni siquiera niveles altamente diminutos. NO hay evidencia de seguridad para el mercurio en cualquier dosis en absoluto. Además, no hay forma “segura” de mercurio como a menudo es reclamado por los promotores de vacunas. Son extremadamente tóxicos para el sistema nervioso. Inyectar cualquier sustancia en el organismo, provoca reacciones tóxicas porque sobrepasa las protecciones del tracto digestivo o sistema respiratorio. Inyectar mercurio, en cualquier dosis, debería ser condenado a nivel mundial como un acto criminal. Según la doctrina de la vacuna, “Primero no hacer daño” se ha convertido en “Envenenar niños con fines de lucro”. Por décadas, las vacunas de Polio inyectadas a decenas de millones de personas en realidad contenían virus ocultos del cáncer .Esto fue abiertamente admitido por unos de los científicos superiores de vacunas de Merck llamado Hilleman. Virólogos superiores que trabajan para Merck han hecho público con impactantes revelaciones que afirman que la compañía fabricó rutinariamente los resultados de laboratorio para reclamar una tasa de eficacia del 95% de su vacuna contra la Parotiditis con el fin de continuar recibiendo contratos del gobierno en una vacuna que no funcionó. En la actualidad, en casi todas las epidemias, la mayoría de niños afectados por el brote ya han sido vacunados contra el virus, como es el caso de Tos Ferina. Esta es una prueba más de que las vacunas no confieren inmunidad funcional en el mundo real. La historia reclamada de los “éxitos” de las vacunas contra la polio y otras enfermedades es una pura invención como se discute en detalle en el libro “Disolución de Ilusiones” por el Dr. Suzanne Humphries. La industria de las vacunas se niega a conducir pruebas científicas sobre los resultados de salud de los niños vacunados contra los niños sin-vacunar, porque estas pruebas demostrarían que niños sin-vacunar poseen mejor salud, son más inteligentes y están mucho mejor que los niños vacunados en cuanto a los trastornos de comportamiento, alergias e incluso trastornos autoinmunes. Sociedades como la de los Amish que en su mayoría se niegan a vacunar a sus hijos tienen tasas cercanas a cero en relación al Autismo. Ya existen Centros de Control y Prevención de Enfermedades que admiten abiertamente que las vacunas contienen aditivos que se sabe que son potentes químicos neurotóxicos, como Mercurio (conservante), Aluminio (adyuvante inflamatorio), Formaldehído (para “desactivar” virus vivos) y otros. El personal que vacuna a los niños está practicando un holocausto médico contra la humanidad, mientras que, de manera fraudulenta lo llaman “inmunización”. Por cierto, la vacunación no es igual a la inmunización. Por último en Homeopatía, la vacunación convierte a los individuos en Sycosicos, una forma de reaccionar hiperactiva que puede estimular el crecimiento de tumores en el futuro. Dr. Germán De Montreuil A.