“Nihil Intentatum” todo es posible para el que cree. Todo es posible para aquel que se deja iluminar por la fe en el horizonte infinito de la Verdad al servicio de la sociedad. Queremos brindar una mirada sintética de la identidad y misión de nuestra Universidad. Para ello recordamos aquello que nos ilumina y da sentido: la mirada integral hacia el hombre marcada por el mismo Cristo, el Hijo de Dios encarnado. La identidad y misión de la Universidad Católica Notas esenciales que definen la identidad y la misión de toda Universidad Católica: 1. Una inspiración cristiana por parte, no sólo de cada miembro, sino también de la Comunidad universitaria como tal; Mediante la investigación y la enseñanza los estudiantes deberán ser formados en las diversas disciplinas de manera que lleguen a ser verdaderamente competentes en el campo específico al cual se dedicarán en servicio de la sociedad y de la Iglesia; pero, al mismo tiempo, deberán ser preparados para da testimonio de su fe ante el mundo, desde la convicción profunda del valor excelso del hombre mismo, creado a Imagen del Hijo de Dios encarnado. 2. Una reflexión continúa a la luz de la fe católica, sobre el creciente tesoro del saber humano, al que trata de ofrecer una contribución con las propias investigaciones; 3. La fidelidad al mensaje cristiano tal como es presentado por Dignidad - Trascendencia - Caridad la Iglesia; 4. El esfuerzo institucional al servicio del pueblo de Dios y de la familia humana en su itinerario hacia aquel objetivo trascendente que da sentido a la vida. (n.13) Es evidente que además de la enseñanza, de la investigación y de los servicios comunes a todas las Universidades, una Universidad Católica, por compromiso institucional, aporta también a su tarea la inspiración y la luz del mensaje cristiano. En una Universidad Católica, por tanto, los ideales, las actitudes y los principios católicos penetran y conforman las actividades universitarias según la naturaleza y la autonomía propias de tales actividades. En una palabra, siendo al mismo tiempo Universidad y Católica. La “catolicidad” de la Universidad es una nota esencial y no meramente superficial, que define el modo de la docencia, de la Investigación y del servicio a la sociedad donde está inserta. Lo católico, no es un límite sino una riqueza que toda la comunidad universitaria debe saber cultivar y manifestar. El escudo de la Universidad Católica, manifestación de la identidad institucional. La Universidad Católica de Salta tiene como base esencial las enseñanzas del Evangelio de Jesucristo vivido en la Iglesia, que delinean su ser y su misión. La identidad de nuestra Universidad, nace católica y diocesana. Enriquecida por la impronta jesuítica que la marca en sus inicios y que hoy en día está llamada a responder a las problemáticas propias de nuestra época. Sin duda el evento religioso del Milagro salteño es una impronta esencial que marca con sus valores el camino de nuestra Universidad: desde el amor gratuito, la predilección hacia los más necesitados y el servicio valiente al hombre mismo. Los tres grandes valores emergentes de la identidad de nuestra Universidad. que guían nuestro camino formativo: la promoción de la dignidad humana, el horizonte trascendente de nuestra realidad y la caridad como motor de servicio a la sociedad. Dignidad: Consideración, deferencia y atención en el trato hacia otro, quien merece ser reconocido y estimado. Implica considerar que la persona humana es un ser único, insustituible, dotado de inteligencia, voluntad, libertad, capacidad de amar y de abrirse a los demás; creada por Dios a su imagen y semejanza, redimida por Cristo y llamada a la Bienaventuranza del Cielo. Incluye el respeto a la dignidad de las demás personas, como el respeto a la propia dignidad. En la medida en que reconocemos la dignidad de los demás, crece nuestra propia dignidad, somos más humanos. La dignidad personal llama a la búsqueda de la solidaridad y la fraternidad, fundamentada en la encarnación del Hijo de Dios hecho hombre. Trascendencia: Significa ir más allá de los propios límites personales, pensando en comunidad más que en un yo. Pues la persona por naturaleza es un ser social nacida para vivir en comunidad con otras personas. La trascendencia pone de manifiesto que el hombre es un ser espiritual y por eso mismo, no puede reducirse a la materia. Su espíritu es el que le confiere esta apertura y recepción en su inmanencia del ser trascendente; por ello está abierta a los semejantes y a lo absoluto. Caridad: Es el amor que damos a todo humano porque es nuestro hermano, hijo del mismo Padre. Es el primero de todos los valores y la fuente de todos los demás valores, porque sin el amor los demás valores quedan sin sentido. Al servicio del humanismo integral cristiano Toda la tarea educativa de nuestra universidad tiene como trasfondo una profunda valoración del hombre mismo, en su dignidad y trascendencia. Se busca la excelencia académica, pero sin olvidar que se forman personas. Por ello la antropología de fondo que sustenta la tarea educativa es la visión del hombre como imagen misma del Hijo encarnado. Al servicio de esta visión antropológica se encuentras las materias formativas. De allí que la Filosofía, Teología, Doctrina Social de la Iglesia y Ética, acompañan año a año los diversos planes de estudios de cada carrera de nuestra Universidad. No son meramente culturales, sino propiamente formativas en la identidad y en el perfil del egresado de la Institución. Mediante contenidos esenciales que delinean una visión integral del hombre, cada materia formativa se encuentra al servicio de una mirada holística de la persona y de la comunidad. Juntos a ellas, el acompañamiento espiritual y pastoral mira al todo de la formación, para que cada egresado no solo se profesionalice en su área, sino que no pierda la conciencia que todo lo aprendido se encuentra al servicio de las problemáticas actuales en especial de las personas más frágiles y necesitadas.