¡Ya Estoy aquí! Me despertó el ruido de la bestia que tiene tres costillas en su jeta y ya ha comido mil carnes y comerá hasta dejar su continente, como un cementerio... Mis recuerdos dormidos por periodos, vuelven a vivir el tiempo de los tiempos, que son estos del final de esta humanidad, a donde fui llamado. Y al despertar; veo el mundo como lo vi, cuando el primero de la generación dorada, abrió sus ojos para advertir el hundimiento del continente que creíamos sólido, pero que por el pecado tenebroso del hombre ante la luz, rompió sus bases y se hundió en el océano del olvido hasta hoy. Mis recuerdos son los mismos que en la noche del tiempo vi desde la altura sobre las embravecidas olas, el estremecimiento con rugido poderoso de la tierra; lo que prontamente veré desde las mismas nubes de mis hermanos del sol, que me han conducido al ocaso en este planeta, para que vuelva otra vez a esta generación y advierta desde la Voz del Creador Supremo que después de estos tres tiempos de muerte de las bestias: “la Tierra entera será cultivada en la Justicia y será enteramente plantada de árboles, y llena de bendición. Se plantarán viñas, y la viña dará vino a saciedad; y todo el grano sembrado sobre ella producirá mil medidas por una, y una medida de aceitunas diez lagares de aceite. Y la Tierra estará pura de toda corrupción, de pecado, de castigo y de todo dolor; y Yo no enviaré más plagas sobre la Tierra hasta las generaciones y hasta la Eternidad”… Ya estoy en el final con el que también las estrellas llamaron… “he aquí que aparecen… llenos del Espíritu de Dios”… estoy como la aguja del reloj que marca la hora, porque en la carreta que dormido vine 26 años antes, aparezco al momento que el Corazón de los Santos se llena de alegría, porque el número de la justicia se cuenta en esta Tierra, al término fijado, cuando la oración de los justos es Acogida, y la sangre del justo es vengada ante el Señor de los Espíritus. En la provincia del león de humo, hoy 27 de marzo del 2022.