Subido por Ariana Pipa Briceño

ESTRATEGIA PARA ESTIMULAR ESCUCHA ACTIVA CASOS.

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FACULTAD DE DERECHO
ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE DERECHO
TUTORÍA IV:
EMPATÍA
TRABAJO ENCARGADO:
SESIÓN N° 4
Caso de evidencia de escucha
ALUMNA:
SAAVEDRA CASTRE SELENE LIBERTAD
PIPA BRICEÑOS ARIANA DE JESUS
RUIZ MENDOZA GEAN PIERS
RAMIREZ FLOREZ ARNOLD ALFONSO
RUCOBA MOZOMBITE CHRISTIAN AUGUSTO
SAAVEDRA PAREDES MONICA PATRICIA
Docente:
DR. MIGUEL ANGEL FLORES RAMIREZ
2021 - II
ESTRATEGIA PARA ESTIMULAR ESCUCHA
ACTIVA
CASO 1: LA MAMÁ DE MI AMIGA FALLECIÓ DE COVID-19
El año pasado, la mamá de una amiga del colegio había fallecido de COVID-19, por las
circunstancias fue imposible visitarla en ese entonces. Hace unos días la encontré después
de un año de lo sucedido, y se presentó la oportunidad de conversar con ella por un buen
rato. Ella procedió la conversación contándome todos los hechos previos a la muerte de
su mamá, como es que se enteraron que estaba contagiada, como vivieron los días de
hospitalización y finalmente como afrontaron su fallecimiento. En es lapso mientras ella
hablaba, yo mostraba todo mi interés, practica la estrategia del leguaje no verbal, asentaba
con la cabeza, gesticulada expresiones de asombro, tristeza y comprensión. Además de
ello, comprendí que se trataba de lo que mi amiga sentía, por lo que ella pasó a ser el
centro de mi atención, practicando así varias estrategias de escucha activa, como el tratar
de comprender sus sentimientos, no explicando lo míos, sino siendo empática, intentando
sentir lo que ella expresa en esos momentos. Las estrategias de escucha activan en el
presente caso, pretenden que mi amiga pueda decirme lo que siente y yo me convierta en
alguien que le presta mi atención, que comprenda lo que dice, que le muestre mi afecto y
apoyo con solo saber escucharla.
CASO 2: MI HERMANA TIENE PROBLEMAS DE SEGURIDAD
Mi Hermana se estuvo preparando para postular en la universidad de Lima en la carrera
de Arquitectura se preparó un año desde que salió del colegio, pero no todos los exámenes
que ella dame no demostraba todo lo que se podía verle estudiar, muchas veces ella se
molestaba después de sus exámenes o simplemente lloraba sin querer hablar con nadie
mucho menos con mi papá que estuvo un año invirtiendo en ella.
Las pocas veces que habla sobre el respecto lo único que hacia era molestarse o
simplemente se levantaba de la mesa ya era un año en la misma situación, mi papá me
pide el favor de hablar con mi hermana ya que ella tomo la decisión de no hablarle,
entonces yo como hermano mayor le digo a mi papá que hablare y tratare de ver que le
está pasando.
Para poder conversar con mi hermana le busco en su habitación de una manera cariñosa
para ganarme su confianza, así mismo preguntarle como se estuvo sintiendo esos días,
ella un poco reacia me hace respuesta en monosílabas; trato de llegar a ella y le empiezo
a decir que le entiendo todo lo que esta viviendo y la presión que quizás ella misma está
sintiendo, es ahí donde ella empieza a confesarse que no se siente segura de seguir
preparándose porque en la academia donde esta escucha malos comentarios sobre el
examen de admisión no es todo transparente adicional a eso que cuando esta en el examen
se siente nerviosa siempre le gana el tiempo y muy aparte que no quiere estudiar en Lima
quiere estudiar en Tarapoto; entonces yo le abrace y le dije que eso tenía que a verlo
dicho desde un principio a nuestro padre que todos les íbamos a entender su pesar.
CASO 3: El estrés del resumen
Paúl fue mi compañero en noveno y décimo año. Durante el primer año de bachillerato
tuvimos una conversación durante la hora del receso: me pidió si podía ayudarlo con un
problema que tenía y no pude negarme. Paúl siempre mostro un gran interés por la lectura,
la poesía y el teatro. De inmediato le sugerí que fuésemos a la biblioteca para poder
charlar más tranquilos.
Cuando nos instalamos en una de las mesas, me habló de la dificultad de realizar los
resúmenes de las diferentes lecturas que hace en la asignatura de Lengua y Literatura,
comentó que ya había llevado a cabo la primera entrega en el mes de noviembre y al
parecer no le había ido muy bien, dijo que no entendía los criterios que solicitaba el
profesor para los resúmenes que se tenían que entregar. Diría que durante su queja repitió
muchas veces “el bendito resumen”. El tiempo del descanso terminó, por tanto solicité a
Paúl si podíamos continuar al final de la jornada, en el departamento de Lengua.
Terminó las clases y apenas me acomodaba en la silla llegó Paúl, le comenté algunas
sugerencias sin afectar la imagen del profesor. Propuse a Paúl que estableciera diferencias
entre el resumen y la sinopsis en el caso de la obra literaria, que realizara un listado de
ventajas y desventajas de cada técnica y que decidiera cuál le agradaba más, por supuesto
se inclinó por la sinopsis. Me pareció oportuno preguntarle sobre la obra que actualmente
leía y me respondió que era interesante, aunque al ser una tragedia griega (Edipo rey), le
resultaba complicado por la estructura; así que decidí refrescar algunos aspectos del
género dramático. Al sonar la alarma de salida planteé que hiciera una sinopsis y que lo
vería la próxima semana.
Creí conveniente abordar la situación de manera muy disimulada durante la sesión
semanal de profesores del área y solicité al director que me otorgara quince minutos para
comentar y compartir algunas ideas, estrategias, dificultades y aciertos para trabajar la
lectura en el aula. Jamás especifiqué nombres, pero hablé y comenté sobre la problemática
de Paúl.
En el siguiente encuentro con Paúl, me sentí muy satisfecha de su sinopsis y sugerí que
solicitará una tutoría con su profesor para mostrarle de manera previa su trabajo escrito y
que también preguntara por las demás actividades que se tienen que hacer. Así lo hizo,
pero (según la versión de Paúl), también pidió al profesor de manera respetuosa pero
frontal que sustituyese la sinopsis por un resumen, porque de esta manera estimularía a
que otros estudiantes lean los diferentes títulos. También propuso que el tercer libro a leer
lo eligieran los propios alumnos.
Paúl disfrutó mucho la siguiente clase de Lengua y Literatura, el profesor comentó las
sugerencias que había hecho Paúl y explico con más detalle sobre las actividades que se
tienen que hacer, aceptó que los estudiantes puedan presentar la sinopsis o “un resumen
hecho a su medida” y que el último libro a leer lo eligiesen los propios alumnos.
Para mí todo este proceso fue un aprendizaje, creo que se llevó a cabo un trabajo que
permitió escucharnos y apoyarnos unos a otros entre el equipo docente. Gracias a la
experiencia de Paúl pudimos darnos cuenta de ciertas situaciones que afectan el trabajo
diario de los estudiantes en el aula. Pero lo más importante: el estrés del resumen
desapareció.
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