Subido por Noelia Morales Muñoz

olfato

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El olfato
El olfato es el sentido encargado de detectar y procesar los olores. Las partículas aromáticas u odoríficas desprendidas de cuerpos volátiles
actúan como estimulantes que entran en contacto con el epitelio olfativo a través del aire aspirado. El epitelio olfativo se encuentra en la
profundidad de las fosas nasales detrás de la nariz.
El olfato es el sentido que nos ayuda a percibir y distinguir los olores, también conocidos como aromas. Al igual que el sentido del
gusto, el olfato es un ‘sentido químico’ porque detecta e identifica sustancias químicas volátiles que están disueltas en el aire.
El sentido del olfato nos proporciona diversas funciones, como la capacidad de identificar un alimento, alertarnos en distintas
situaciones de peligro o percibir alimentos en mal estado, un incendio, un escape de gas u otros tóxicos.
El proceso es el siguiente: las moléculas odorantes interaccionan con nuestros receptores olfativos, que se localizan en la parte superior
de las fosas nasales. Concretamente, en la glándula pituitaria o región olfatoria.
Estos receptores desencadenan un impulso eléctrico que viaja a través de las fibras nerviosas hasta el bulbo olfativo y,
consecuentemente, al sistema límbico, encargado, entre otras cosas, de la identificación de los olores (percepción).
Por último, la amígdala conecta ese aroma con una emoción, y es el hipocampo el encargado de relacionar ese olor con un recuerdo.
ER ORFATO
El olfato y el gusto están íntimamente relacionados. Las papilas gustativas en la
lengua determinan el gusto y las terminaciones nerviosas en la nariz determinan
el olfato. Ambas sensaciones se transmiten al cerebro, que integra la información
para poder percibir y disfrutar los sabores. Algunos sabores, como el salado, el
amargo, el dulce y el ácido, se pueden percibir sin olor. Sin embargo, la
identificación de sabores más complejos (como las bayas) requiere la
intervención tanto del gusto como del olfato.
Cómo se perciben los sabores
Para diferenciar la mayoría de los sabores, el cerebro necesita información del olfato y el gusto. Estas
sensaciones se transmiten al cerebro a través de la nariz y la boca. Diferentes áreas del cerebro integran esta
información, lo que permite a los sujetos percibir y apreciar los olores.
Un pequeño parche de mucosa que recubre la nariz (el epitelio olfativo) contiene células nerviosas
especializadas llamadas receptores olfativos. Estos receptores tienen protuberancias similares a pelos (cilios)
para detectar olores. Las moléculas de aire que ingresan a las fosas nasales estimulan los cilios y provocan
impulsos nerviosos en las fibras nerviosas cercanas. Estas fibras continúan a través del hueso que forma el
techo de la cavidad nasal (la lámina cribosa) y se conectan con las neuronas dilatadas (el bulbo olfativo). Estos
bulbos forman el nervio olfativo (nervio olfativo). El impulso viaja a través del bulbo olfatorio, a lo largo del nervio
olfatorio, hasta el cerebro.
El cerebro interpreta este impulso como otro olor. Además, también se estimularon áreas del cerebro que
almacenan recuerdos de olores (los centros del olfato y el gusto en el lóbulo temporal medio). La memoria
permite a las personas distinguir e identificar los diferentes olores que perciben a lo largo de sus vidas.
La capacidad de oler puede verse afectada por cambios en la nariz, los nervios
de la nariz al cerebro o el cerebro. Por ejemplo, si la congestión nasal es causada
por un resfriado, la capacidad de oler puede verse reducida porque los olores no
pueden llegar a los receptores olfativos (células nerviosas especializadas en las
membranas mucosas que llegan a la nariz). Debido a que la capacidad de oler
afecta el sentido del gusto, a las personas resfriadas no les gusta el sabor de la
comida. El virus de la gripe destruye temporalmente los receptores olfativos.
Algunas personas no pueden oler ni saborear durante días o semanas después
de contraer la gripe y, en casos raros, la pérdida del olfato y el gusto puede
volverse permanente.
¿Qué es un análisis organoléptico?
Es una valoración cualitativa que se realiza sobre una muestra basada en la
valoración de los sentidos (vista, olfato, gusto, tacto y oída).
En la práctica, un análisis organoléptico es una prueba de degustación o cata
para determinar la calidad del producto. El análisis organoléptico es una prueba
siempre subjetiva que involucra directamente al gusto y el olfato, pero también
está relacionada con el sentido de la vista y el tacto.
Empresa de esencias para jabones “Les Tullis Eau”
Esta empresa es de Rogelia, Nico y Sílvia. Se creó ayer a partir de tres amigos
muy respetables que lo que querían era ver el mundo arder. Por eso se iniciaron
en esta maravillosa aventura: la creación de una empresa de jabones. Querían
ver el mundo arder, pero con buen olor, con cuidado y alegría.
https://amai.org/revistaAMAI/6-13/revista-amai-articulo-20060320_115943.pdf
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