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herramientas de planificacion

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HERRAMIENTAS DE
PLANIFICACIÓN EN SALUD
AUTORES:
MARTIN DE LELLIS
SUSANA MARTINO
INDICE
1) Concepto de planificación
2) Por qué es importante planificar?
3) Niveles operacionales: plan, programa, proyecto
4) Estilos de planificación: Planificación Estratégica (P.E) y
Normativa (P.N)
5) Momentos de la planificación estratégica en el nivel local
6) Consideraciones finales
Bibliografía
Anexo
1. CONCEPTO DE PLANIFICACION
En la vida cotidiana el concepto de planificación se asocia a
como organizar, coordinar, ordenar y prever.
acciones tales
Avanzando hacia una caracterización técnicamente más precisa, planificar
significa fijar cursos de acción con el propósito de alcanzar determinados
objetivos mediante un uso eficiente de los medios. Se trata de lograr que
ocurran hechos que de otro modo no habrían ocurrido, o de generar
alternativas allí donde estas no existían. Resulta claro, entonces, que se trata
de un proceso implementado en la situación presente pero con el fin de
alcanzar determinados resultados que resultan deseables y/o esperables.
Uno de los factores que inciden en la necesidad de planificar es que en casi
todas las actividades humanas (aquellas propias de cada individuo como
también las prácticas sociales e institucionales), permanentemente se afronta el
hecho de que mientras los medios y recursos son escasos, los objetivos a
alcanzar son múltiples y diversos. Resolver esta contradicción implica realizar
una jerarquización de los problemas con criterios de relevancia y una
priorización de las acciones, todo ello a la luz de los recursos disponibles.
Existen, asimismo, otros fundamentos que también permitirían responder a la
pregunta acerca de por qué planificar.
a) Supone un conocimiento de la realidad sobre la que se va a actuar,
expresada en un diagnóstico.
b) Sienta las bases para una toma racional de decisiones que se traducen en
una serie de actividades sistemáticamente organizadas que procuran
alcanzar determinados fines. En términos de Carlos Matus (1985) se
configura como una “guía que precede y preside la acción”.
c) Procura incidir en el curso de determinados procesos con el fin de que se
cambie una situación inicial por otra denominada situación deseada.
d) Supone una relación de asociación entre lo decidido (programado), lo
realizado (ejecutado) y lo obtenido (los resultados logrados). En tal
sentido, planificar implica prever hacer algo, que no puede ser formulado
en términos vagos o inasibles sino que debe expresarse en objetivos
definidos, traducidos operacionalmente en metas a fin de que pueda
evaluarse el resultado de nuestras acciones.
e) Es un fenómeno complejo que requiere un abordaje multidisciplinario.
Cada acto social tiene su propio punto de vista en relación a la
planificación, lo cual hace más complejo el proceso e implica el logro de
acuerdos en cuanto a qué es lo que se está haciendo, para qué se lo hace
y qué se desea lograr en el futuro.
f)
Es un proceso implementado en la situación presente, pero cuyo fin es
alcanzar los objetivos esperables: a) Intentando incidir en el curso de
procesos, b) Expresándolo en objetivos definidos; c) Traducidos
operacionalmente en metas; d) A fin de que pueda evaluarse el resultado
de las acciones.
Llegado este punto de la reflexión podemos establecer una definición precisa
acerca del concepto planificación:
Se trata de un proceso metódico implementado en la situación
presente pero con el objetivo de alcanzar determinados fines
deseables y esperables en un plazo determinado, es por eso que
el proceso de planificación comienza mucho antes de que
comience la acción propiamente dicha. Implica prever hacer algo,
que debe expresarse en objetivos definidos, traducidos
operacionalmente en metas a fin de que pueda evaluarse el
resultado de nuestras acciones.
2) POR QUÉ ES IMPORTANTE PLANIFICAR?
La importancia fundamental radica en que es la planificación la que otorgará
coherencia y racionalidad a las decisiones que van a traducirse luego en una
serie de actividades sistemáticamente organizadas, las cuales procurarán
alcanzar determinados fines preestablecidos.
De este modo, mediante la planificación procuraremos incidir en el curso de
determinados procesos con el fin de cambiar una situación inicial por otra
denominada situación deseada o situación objetivo.
ACCIONES
FUTURO
PRESENTE
Punto de
partida
Situación actual

PLANIFICACIÓN
Punto donde
pretendemos llegar
Situación deseada u
objetivo
La situación inicial es el escenario con el que nos encontramos al
momento del diagnóstico, es el momento 0, lo que observamos en un
determinado sector de la realidad en la que intentamos intervenir (por
ej: una comunidad en la que habita una determinada población cuyos
problemas y/o dificultades requieren nuestra participación como
técnicos) antes de realizar ninguna acción transformadora que exceda
al acto mismo de la observación.

3)
La situación objetivo indica la situación a la que se desea alcanzar en
un futuro previamente establecido, y de la que se deriva la
direccionalidad de las acciones. Constituye el principal desafío que la
realidad y las acciones desplegadas para su transformación imponen al
proceso planificador: coordinar adecuadamente la formulación con la
implementación de los cambios propuestos.
NIVELES OPERACIONALES: PLAN, PROGRAMA, PROYECTO
De acuerdo a la escala o alcance de los procesos de planificación (nacional,
regional, local) y al nivel de operacionalización en el cual se despliegan las
acciones contenidas en el mismo, suele establecerse una importante
diferenciación entre Plan, programa y proyecto.
• Plan: Refiere a las decisiones de carácter general que expresan los
lineamientos políticos fundamentales, las prioridades que se derivan de esas
formulaciones, un conjunto de directrices ideológicas o valorativas, la
asignación de recursos acorde a esas prioridades, las estrategias de acción y el
conjunto de medios e instrumentos que se van a utilizar para alcanzar las
metas y objetivos propuestos. el plan tiene por finalidad trazar el curso
deseable y probable que deberá observarse. El Plan es el parámetro técnicopolítico dentro del cual se enmarcan los programas y proyectos (ej: Plan
Nacional de Salud Mental).
• Programa: refiere a un conjunto organizado, coherente e integrado de
procesos expresados en un conjunto de proyectos relacionados o coordinados
entre sí. A menudo el programa se enmarca en un plan preexistente y queda
comprendido en los parámetros definidos de forma más general en el mismo,
pero añade un nivel de operacionalización que resulta adecuado para impulsar
procesos de gestión que permiten actuar en el corto y mediano plazo. Por
ejemplo, diversos programas regionales que pueden estar a cargo de la
administración provincial pueden enmarcarse en el Plan nacional de Salud
mental (período 2014-2020) y plantear acciones, resultados y metas de mayor
nivel de operacionalización, cuyo cumplimiento pueda ser evaluado en el
período de un año (ej: Programas de externación asistida de pacientes
internados en hospitales monovalentes de la provincia de Buenos Aires).
• Proyecto: refiere a un conjunto de actividades concretas, coordinadas e
interrelacionadas entre sí. Por ejemplo, cada una de las instituciones
asistenciales comprendidas en la prestación de servicios de salud mental y/o
adicciones (ej: hospitales monovalentes, hospitales generales, comunidades
terapéuticas, Centros de Atención Primaria de la Salud) debe presentar un
proyecto de adecuación institucional que esté alineado con las
formulaciones planteadas en el Plan y/o Programa. El nivel de
operacionalización (especificación de objetivos, metas, actividades, tareas,
recursos, responsables institucionales, procedimientos de evaluación) debe ser
lo más exhaustiva posible, su ámbito geográfico o territorial suele comprender
una escala enormemente más reducida, y ser temporalmente más acotada
(duración del proyecto).
En síntesis, mientras un programa debería hallarse enmarcado en un plan, un
programa debe contener un variado conjunto de proyectos; la diferencia
principal radica en la temporalidad más acotada y el grado de
operacionalización total de estos últimos.
Ejemplo:
Plan Nacional de Salud Mental – Programa Regional de externación asistida de
la provincia de Buenos Aires – Proyecto de fortalecimiento del servicio de salud
mental del Hospital Aráoz Alfaro
Relacionado con los niveles operacionales de planificación, hallamos dos
términos, planificación y programación, que tienen parecida significación pero
no son equivalentes en cuanto a su alcance y significado.
•
Planificar refiere, en este sentido, al proceso de formulación y definición
de objetivos y prioridades a nivel macrosocial (provincial, regional, nacional o
supranacional). Alude a un proceso de tipo global que se formula en función de
las demandas sociales y del programa de gobierno (o de la ONG) que pretende
satisfacer determinadas necesidades sociales a través de la realización de un
plan.
•
Programar en cambio, consiste en decidir anticipadamente lo que hay que
hacer o lo que se quiere hacer. Se trata de prever cómo realizar lo deseable. Es
un instrumento operativo que ordena y vincula las actividades y recursos
necesarios para alcanzar, en un tiempo, determinadas metas y objetivos.
4. ESTILOS DE PLANIFICACIÓN: NORMATIVA Y ESTRATÉGICA
4.1. La planificación Normativa:
Este tipo de planificación restringía la conducta e iniciativa de los otros actores
sociales que se concebían como población objeto de la planificación. Esta
corriente de planificación se basa en el supuesto de que el poder de decisión en
la direccionalidad del/los objetivos están bajo el control del planificador, quien
analiza previamente los comportamientos humanos, fija los deseables y arbitra
los medios para lograrlo. El actor que planifica, supuestamente externo, tenía la
facultad de intervenir objetivamente sobre la realidad aplicando las reglas y
técnicas de la planificación.
Las principales críticas a esta forma de planificar se sintetizan del siguiente
modo:
1.
Es Tecnocrática. Son los técnicos quienes saben y determinan las
prioridades sociales, las mejores soluciones y estrategias a aplicar para la
ejecución del plan, basados en el supuesto de una relación lineal entre
diagnóstico, fines y medios empleados.
2.
Es Centralista: por cuanto considera al planificador el actor central
de la intervención.
3.
Es Autoritaria: en cuanto se funda en la autoridad del Estado y su
poder de coerción, restringiendo el camino a la negociación con otros
actores sociales implicados.
4.
Irreal: pues supone el contexto es estable y predictible y que los
objetivos diseñados serán aceptados universalmente, sin despertar
oposición en los destinatarios y otros actores implicados.
4.2. La Planificación Estratégica (PE):
La naturaleza de la planificación, en cuanto proceso de ir construyendo
racionalmente el futuro según los propósitos, deseos e intereses expresados por
diferentes actores sociales fue formulada y sistematizada por Carlos Matus en
1987 con el término de planificación estratégica (o situacional). Este enfoque se
sustenta en el concepto de situación ya que el planificador tiene que hacer un
cálculo permanente de los múltiples factores y recursos escasos que afectan su
trabajo tanto en el diseño como en la ejecución, y porque quien planifica es el
que hace el cálculo final de síntesis que precede y preside la acción.

La P.E es un marco teórico, conceptual y operativo que facilita la
consideración de dimensiones subjetivas, ofrece una articulación con
su medio y con los otros actores que concurren en un mismo espacio
de transformación, y es coherente con las necesidades que enfrentan
los decisores.

Es el método más apto para comprender y actuar en situaciones de
poder compartido y se enmarca en una concepción procesual acerca de
la construcción del conocimiento y la acción humana (en la cual
aparecen tanto situaciones impensadas como en otras ya previstas.

Se utilizan en ella procedimientos en los que se parte de una situación
inicial (resultado del diagnóstico) y se establece una trayectoria (arco
direccional) hacia la situación objetivo mediante el consenso entre
diferentes actores sociales.

Desde esta concepción, existe más de una visión acerca de la realidad
y sobre las posibles soluciones a adoptar. No hay un solo y correcto
camino posible (the one best way), sino que la solución más factible o
satisfactoria surgirá de la negociación o acuerdo entre los distintos
actores que disputan el uso y apropiación de recursos siempre escasos.
Por otra parte, es importante el reconocimiento de que existe más de
un actor cuyos intereses están sustentados en perspectivas ideológicas
a menudo contrapuestas (lo cual supone el potencial conflicto de
racionalidades e intereses) y que el actor no es un observador externo
al sistema sino que está sujeto a los condicionantes y determinaciones
del mismo; ya que ningún actor dispone de información completa
acerca de las condiciones que rigen su acción y la de los otros actores,
lo que impele hacia un mejor conocimiento de la realidad (diagnóstico)
y la previsión de lo que puede acontecer de mantenerse algunas
tendencias actuales (prognosis) y aun cuando no pueda preverse con
exactitud el curso de los acontecimientos y la incidencia de las
acciones adoptadas, la misma se basa en el modelo político de
comportamiento que resulta de la actuación de los diferentes actores
sociales, los cuales En su aplicación específica al sector salud, la P.E se
apoya en el principio de que se trata de un sistema con alta
dependencia respecto de variables externas que inciden sobre el
mismo, de gran complejidad en la definición de problemas
concurrentes y ligados entre sí, de elevada fragmentación y conflicto
(por la existencia de múltiples actores que concurren con la voluntad 0
decisión de imponer sus propios intereses) y de creciente
incertidumbre respecto de los factores que obran como determinantes
de los efectos que se observan.
Las principales diferencias entre ambos estilos de planificación pueden
observarse en el siguiente cuadro:
Cuadro Nº 1: Diferencias principales entre la P.E y la P.N.
PLANIFICACIÓN NORMATIVA

El problema es un problema técnico.
PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA
El problema es un problema entre personas.

Está centrado en la lógica de la
“formulación”.

Se parte del supuesto de que el
sistema social puede ser objeto de
orientación por parte del planificador.

Los planes, programas y proyectos
expresan “lo deseable”.

Toma la realidad como un objeto
estable, previsible y controlable y al
factor humano se lo manipula como
una constante. No tiene en cuenta,
los oponentes, obstáculos y
dificultades que condicionan la
factibilidad del plan.

Importan las decisiones del sujeto
planificador (el papel de los
expertos), El planificador está “sobre
o fuera” de la realidad planificada,
tiene la capacidad de controlarla y el
monopolio del plan.

El punto de partida es el “modelo
analítico”, del problema expresado
en un diagnóstico.

El punto de llegada es el “modelo
normativo”, que expresa el “debe
ser”, del que se deriva un modelo
riguroso, formalizado y articulado de
actuación.
Está centrado en la lógica de la “realización”.
Se parte del supuesto de que el sistema social
tiene su propia escala de valores y establecen
lo que es conveniente o no como objetivo a
alcanzar.
Los planes, programas y proyectos expresan
“lo posible”.
Importa la integración entre el aporte de
los expertos y las necesidades, expectativas,
intereses y problemas de las personas
involucradas procura conciliar el conflicto y el
consenso como dos factores actuantes en los
procesos sociales que condicionan la realización
del plan.
Importa la confluencia de las decisiones de los
diferentes actores; el planificador está “dentro”
de la realidad y coexiste con otros actores sociale
que, también planifican, los primeros no
controlan por sí solos la realidad planificada.
El punto de partida es la “situación inicial”,
que explica la situación problema, expresada en
un diagnóstico.
El punto de llegada es la “situación objetivo” que
se articula con el plano estratégico del “puede ser”
y en el plano operacional con la “voluntad de
hacer”; no existiendo un esquema rígido de acción
sino una preocupación por la direccionalidad.
5) MOMENTOS DE LA PROGRAMACIÓN ESTRATÉGICA EN EL NIVEL
LOCAL
5.1. El Momento explicativo: diagnóstico de salud en la población
Es la primera etapa, en él se efectúa el análisis de la situación inicial con
lo que nos encontramos) que se expresa en un diagnóstico que
proporciona datos e información acerca de la realidad sobre la que se va a
actuar, con su consiguiente análisis, (incluyendo la interpretación que
hacen de esta situación otros actores sociales).
Es imprescindible que dicho análisis sea integral y completo de los
problemas de salud de la comunidad que nos ocupa y a continuación, se
realice una apreciación de los determinantes sociales, culturales,
psicológicos y/o biológicos que inciden sobre el daño (si es que lo
hubiere), o el factor de riesgo identificado. Es el momento donde se tiene
que defender la importancia de mejorar la situación poblacional con la que
nos encontramos, por eso se tiene que analizar con detalle minucioso
tanto lo cuantificado como lo cualitativo de nuestro análisis situacional.
La primera cuestión que necesitamos definir con precisión es qué
debemos entender por “problema de salud”:
Los problemas de salud de la comunidad son aquellos que (por la gravedad que
revisten en términos de la tasa de mortalidad, en el acortamiento de esperanza
de vida, en la disminución de la calidad de vida o producción de invalidez o
limitación funcional) producen efectos negativos relevantes en la comunidad.
Para que la
requisitos:
fundamentación
sea
adecuada
deben
cumplirse
dos
a) Explicar la prioridad y urgencia del problema para el que se busca
solución.
b) Justificar por qué este plan/programa/proyecto que se formula es la
propuesta de solución más adecuada o viable para resolver dicho
problema.
Por lo que es
fundamentales:
indispensable
investigar
una
serie
de
aspectos
1. La Gravedad del problema: medida en términos de impacto sobre la
población. Que es lo que le produce el problema a la población. La incomoda?
La complica? La inhabilita? La enferma? Le produce discapacidades? La mata?
Es decir que la gravedad de un problema de salud depende de la mortalidad,
letalidad, discapacidad, duración, etc. En función del análisis de los impactos
que el mismo produce es que se define su gravedad como BAJA MEDIA O
ALTA.
2. La Magnitud del problema: a cuántas personas afecta en relación a la
población total. Cuál es la tasa de prevalencia e incidencia del mismo, cual es el
porcentaje de la Población que se ve afectada?
ES LA FRECUENCIA DEL
MISMO.
3. La Factibilidad de solución: se refiere a los medios necesarios para incidir
sobre el problema y si hay disponibilidad de los mismos o no. Que necesitamos
para intentar solucionarlo? FACIL, DIFICIL O MUY COMPLEJA SOLUCIÓN.
4. La Evolución espontánea: La tendencia del problema si no existiera
intervención humana alguna. Tenderá a agravarse? Permanecerá sin
modificaciones o mejorará por sí solo con el mero correr del tiempo? El análisis
de este aspecto nos dirá si el problema (sin intervención humana, con el tiempo
irá EN INCREMENTO, permanecerá ESTABLE O EN DISMINUCIÓN.
5. La Necesidad sentida por la población de solucionar ese problema: La
sensibilidad. Es para ellos de importancia su resolución o no lo sienten como un
problema? De esto también dependerá la factibilidad del programa.
MODIFICABLE, DIFICIL DE MODIFICAR O INMODIFICABLE.
6. La Disponibilidad de recursos para asignar al programa: Si la demanda
que se genera es grande. Podremos responder a la misma con los recursos
existentes? ALTA, MEDIA O BAJA
A continuación se anexa una tabla que permite cuantificar la medición
anteriormente cualitativa para la hora de la jerarquización de prioridades:
Cuadro Nº 2: Matriz de prioridades aplicado a un problema
sanitario
2 Puntos
1 Punto
0 Puntos
Magnitud
Alta
frecuencia
Frecuencia
media
Escasa frecuencia
Gravedad
Muy grave
Mediana
gravedad
Escasa gravedad
Vulnerabilidad
De fácil
solución
Solución
dificultosa
Solución muy
compleja
Tendencia
En
incremento
Estable
En disminución
Percepción
comunitaria
Modificable
Difícilmente
modificable
Inmodificable
Recursos
Alta
demanda
Demanda media
Baja demanda
Subtotal
Total
5.2. Momento Normativo: formulación de objetivos y metas
En este segundo momento, lo esencial es poder contrastar la situación
diseñada (visión) del futuro, con la situación observada en el momento
presente.
Resulta fundamental aquí hacer explícitas las hipótesis sobre la causalidad
de los procesos bajo intervención, y la revisión de las normas existentes
en torno a la organización y provisión de servicios (ej: cantidad de
controles previstas para un adecuado seguimiento del embarazo, tiempo
mínimo promedio que se estima ventajosa la lactancia materna, número y
frecuencia de sesiones de rehabilitación física para un paciente con riesgo
cardíaco).
En un proceso de planificación, los propósitos estarán enunciados en el
plan, quedando los objetivos reservados para los programas y/o
proyectos.
Un ejemplo de propósito sería garantizar el acceso a los servicios
sanitarios básicos
para una población determinada, en tanto un
objetivo derivado podría ser el hecho de promover el cumplimiento de
la vacunación obligatoria en los niños.
El objetivo general: abarca ramas o aspectos muy universales del
problema a resolver, debe ser uno solo, mientras que…
Los objetivos específicos se ciñen concretamente a un espacio y un
tiempo acotado e introducen elementos concretos y mensurables que
facilitan su evaluación. Hay que lograr en la medida de lo posible su
cuantificación. Es decir, hay que indicar cuánto se quiere lograr de qué,
dentro de un plazo y en un ámbito o espacio determinados.
Así, las metas operacionalizan los objetivos, estableciendo cuánto,
cuándo y dónde se realizarán éstos, de modo que las actividades y las
acciones correspondientes puedan ser claramente establecidas,
permitiendo determinar el nivel y composición de los insumos, y el
plazo que demandará realizar dichas actividades. Un ejemplo:
Objetivo general
Promover el desarrollo de conductas preventivas en materia de HIV y
enfermedades de transmisión sexual.
Objetivos específicos
Metas
1. Concientizar a la población de
mayor riesgo acerca de la necesidad
de un uso correcto del preservativo.
Realizar al menos 3(tres) talleres de
educación para la salud con cada
uno de los grupos expuestos a
riesgo.
1. Promover el acceso a los condones
en población de riesgo.
Distribuir 50.000 preservativos entre
la población del Municipio en edades
comprendidas entre los 14 y 25
años.
1. Realizar una campaña en medios
masivos de comunicación.
Emitir, en medios televisivos, un
corto publicitario, cada media hora,
durante un mes.
5.3. Momento estratégico: identificación de cursos de acción
A partir de la caracterización del perfil epidemiológico de la población, de los
grupos expuestos a mayor riesgo, la organización y capacidad resolutiva de los
recursos disponibles debe buscarse la solución más apropiada para atender
cada problema de salud, articulándose en forma dialéctica el deber ser con las
posibilidades reales de acción.
Aquí cobra importancia el concepto de viabilidad:
1) Viabilidad Institucional: los obstáculos o resistencias al cambio planteados
por actores importantes de alguna Institución.
2) Viabilidad Económica: comprende una evaluación
disponibles para ser asignados al programa.
de
los
recursos
3) Viabilidad Política: comprende la identificación de aliados que están a
favor del programa y adversarios que se opondrían al mismo.
4) Entre las principales herramientas para analizar la viabilidad se cuenta la
matriz FODA, que permite un análisis de fortalezas, debilidades,
oportunidades y amenazas que pueden afectar la marcha del Plan.
Matriz FODA
 Fortalezas: factores internos con que cuenta la organización/comunidad
que le permite el logro de los objetivos y el cumplimiento de las
actividades.
 Oportunidades: situaciones externas a la organización/ comunidad, es
decir, del entorno, que les facilitan el logro de los objetivos y actividades.
 Debilidades: Factores internos que le falta a la organización/ comunidad o
que obstaculizan el logro de los objetivos y el cumplimiento de las
actividades.
 Amenazas: situaciones externas a la organización/comunidad que impiden
el logro de los objetivos y la realización de las actividades.
5.4. Momento táctico-operacional: ejecución y evaluación
Tras la discusión en torno a cuáles son los cursos más viables de acción y
de las actividades a desarrollar en relación con los recursos disponibles
comienza la fase de ejecución del programa.
5.4.1. La definición
proyecto
de
los
beneficiarios
del
plan/programa/
a) Directos: personas favorecidas directamente por las acciones del
plan / programa / proyecto.
b) Indirectos, aquellos sujetos que quedarán comprendidos en su
impacto.
Por ejemplo, si el objetivo es reforzar un servicio de capacitación de
agentes sanitarios que promuevan la lactancia materna, los beneficiarios
directos serán aquellas asistentes (ej: madres en gestación o que han
procreado recientemente) al/los cursos de entrenamiento que
incrementarán sus competencias por la asistencia al curso, mientras que
los beneficiarios indirectos serán las madres que, aun cuando no hubieran
participado en las sesiones de capacitación, demandarán servicios de
apoyo de parte del personal capacitado.
Es de suma importancia que en esta fase la cuantificación de los
beneficiarios del programa, estableciéndose sus principales características
sociales y económicas, y la elección del grupo sobre el cual se actuará
dentro del total de la población afectada por el problema, así como toda
información acerca de las condiciones de vida que rodean a este grupo
(vías de transporte, pautas de comunicación, hábitos de vida).
5.4.2. Cobertura espacial
La cobertura espacial indica el espacio físico o zona de influencia que
cubrirá el plan/programa/proyecto. En el caso de p/p/p. de prestación de
servicios suele indicarse no sólo en términos geográficos, sino también en
término de poblaciones, señalando área y número de habitantes que se
verán beneficiados.
5.4.3. Caracterización de actividades
La organización, ordenamiento y coordinación en el tiempo y en el espacio
de todas las tareas que deben realizarse para el logro de los productos,
metas y objetivos del plan/programa/proyecto comporta los siguientes
aspectos:
a. Listado de las actividades a realizar.
b. Fecha de inicio y de terminación de cada actividad.
c. Una organización y sincronización de las mismas, ya que algunas
son previas, paralelas o posteriores a otras dentro del proceso de
realización del plan/programa/proyecto.
d. Indicación de los responsables de cada una.
e. Métodos y técnicas a utilizar y un detalle de la forma en que serán
combinados para obtener los resultados perseguidos. En el caso de
proyectos sociales, un criterio básico y central en la selección de
métodos y técnicas, es el de dar preferencia a aquellos que
facilitan, promueven o posibilitan la participación de la comunidad
en el desarrollo del plan/programa/proyecto, pues asegura, entre
otros aspectos, mayores posibilidades de sustentabilidad del
mismo.
f. Determinación de los plazos o calendario de actividades: Uno de
los aspectos esenciales en la elaboración de un programa/proyecto
es la determinación de la duración de cada una de las actividades y
la secuencia temporal, lo que se denomina cronograma de
actividades. Esto permite juzgar la factibilidad del mismo: ver si
existe una distribución uniforme del trabajo, si los plazos son
realistas, si los límites de tiempo asignados para cada actividad
(máximo y mínimo) son proporcionados entre sí o hay desajuste
graves, etc.
Cronograma de actividades
Actividades
Relevamiento
fuentes
secundarias, diagnostico
primarias
Mes
Fase 2
Fase1
y
Diseño de la intervención
Ejecución de la intervención
Análisis de la información recolectada y
evaluación de las acciones
Ronda de consultas con actores sociales
locales significativos .
Evaluación de la intervención a actores
locales.
1
2
x
x
Fase 3
3
4
5
X
X
x
X
x
6
7
8
x
x
x
x
Elaboración del informe final
5.4.4. Determinación de recursos
Todo programa/proyecto requiere para su realización demanda una serie de
recursos, los cuales pueden agruparse en cuatro categorías básicas: 1)
humanos, 2) materiales, 3) técnicos y 4) financieros.
Es fundamental establecer en este punto qué cantidad de personal será provisto
por cada una de las áreas y en qué momento de la ejecución del plan se
requerirá su participación, cuál es el tiempo asignado al programa y la
responsabilidad básica que se le asigna, qué requerimientos de capacitación
serán exigidos al personal interviniente y qué otro personal (provisto por otras
áreas o dependencias) se sumarán.
En el caso de los recursos físicos, deben señalarse los bienes pertenecientes al
organismo a cargo del proyecto que serán afectados a la realización del mismo.
5.4.5. Evaluación
x
La evaluación debe ser entendida como una poderosa herramienta de análisis
y mejora de todo proceso organizado. Es metodológicamente incorrecto no
contemplar la evaluación desde la elaboración del plan/programa/proyecto,
en la cual se fijen los criterios e indicadores de evaluación. Sus objetivos son:




Comparar los objetivos con los resultados.
Modificar y mejorar el plan/programa/proyecto.
Mejorar las actividades.
Adecuar las intervenciones a las necesidades reales de
la población.
Se distinguen distintos tipos de evaluación de acuerdo al momento en el cual
se implementan:
a) Evaluación ex Ante
Este tipo de evaluación se aplica con anterioridad a la realización de un
programa o proyecto, a fin de decidir si el mismo debe implementarse o no.
Se trata, en tal sentido, de establecer la eficacia o rentabilidad económica de
diferentes alternativas, la adecuación de las soluciones que propone a la
realidad que pretende modificar, su coherencia interna en términos de
adecuación de recursos a los objetivos y actividades, y su factibilidad, o sea
la disponibilidad de los recursos requeridos y la existencia de condiciones
para desarrollar las acciones esperadas” (Niremberg, O; Brawerman, J; Ruiz,
V. 2000).
b) Evaluación de proceso
Este tipo de evaluación implica el análisis del desempeño real y actual del
programa, comparado con lo planteado para la misma etapa en el plan de
acción, y nos ayuda a responder ¿Cómo lo estamos haciendo?
Entre los principales fundamentos de este tipo de evaluación puede señalarse
lo siguiente:



Para ir ejecutando el programa de acuerdo a los cambios que presenta la
realidad.
Para y conocer el nivel de aceptación entre los destinatarios del mismo
(población beneficiaria).
Para medir el nivel de competencia y compromiso del personal de salud
involucrado en la ejecución del programa e incorporar la opinión del
personal del equipo de salud.
De este modo considerará, por ejemplo, las siguientes preguntas claves:
Diagnóstico de los problemas
¿Fue el correcto?
Objetivos
¿Fueron enunciados
coherentemente?
¿Sigue siendo válido o la realidad ha
variado?
¿Las prioridades fueron bien determinadas o
han variado?
¿Responden al
diagnóstico?
¿Son viables y factibles?
Actividades y Metodología
¿Responden a los objetivos propuestos?
¿Son factibles?
¿Se corresponden con el tiempo y los
recursos disponibles?
¿Fueron ejecutadas correctamente, en
calidad y cantidad?
Recursos
¿Son adecuados?
¿No se dispusieron a
tiempo?
¿No se lograron obtener?
Del equipo de trabajo
¿Se respetaron las pautas o criterios generales de trabajo?
¿Se aseguró un sistema de registro de las actividades?
¿El equipo funciona adecuadamente como grupo humano?
¿Cada integrante cumplió adecuadamente con el rol que tenía asignado?
¿Existieron o existen conflictos en las relaciones interpersonales.
c) Evaluación de resultados
Ayuda a responder la pregunta ¿Cuán bien lo hemos hecho? y, por lo general,
se realiza hacia el final del período del programa o en una etapa
predeterminada del mismo.
El principal estándar para la evaluación está dado por los objetivos. La
medición del éxito del programa se realiza comparando lo que se ha hecho,
con un estándar (patrón o medida) previamente establecido en la fase
normativa.
d) Evaluación de impacto
El siguiente nivel de evaluación para analizar los resultados y decidir sobre la
aceptabilidad del programa es en el de impacto, no sólo a largo plazo, sino
durante el corto y mediano plazo; por ejemplo analizar qué está sucediendo
con: conocimientos, capacidades, habilidades, creencias, actitudes, hábitos y
prácticas de la población, así como también cuestiones en relación a las
condiciones sociales, económicas y ambientales.
6. CONSIDERACIONES FINALES
La planificación representa una de las actividades que de manera más
adecuada permite coordinar, prever y evaluar las acciones en el campo de la
salud pública.
Representa asimismo una de las tecnologías sanitarias en la cual pueden
integrarse de manera más sistemática los aportes específicos de la psicología
social.
No obstante, la revisión histórica de su surgimiento y evolución en el
transcurso de las últimas décadas nos permite identificar distintos estilos y
orientaciones tales como la planificación normativa o bien la planificación
estratégica que recibe también, de acuerdo al aporte efectuado por Carlos
Matus, la denominación de situacional.
Pueden observarse con claridad las ventajas de aplicar la planificación
estratégica o situacional en el nivel local, destacándose en tal sentido los
distintos niveles en los cuales se ejerce esta actividad y los distintos
momentos o etapas en que se despliega este proceso.
La necesidad de asignar eficientemente compromete al equipo planificador no
solo por las consecuencias sanitarias y económicas resultantes de acciones
ineficientes sino también, los fundamentos éticos por los cuales los individuos
deben ser resguardados del daño, el sufrimiento y la muerte.
En salud pública planificar es más que una necesidad, es un deber ético ya
que tratamos con cuestiones tan fundamentales como la salud y el dolor
humano, cuya reversión no puede dejarse librado al curso espontáneo de los
acontecimientos (lo cual seria imposible porque la enfermedad tiene un curso
natural hacia el agravamiento) sino de actuar imprimiendo racionalidad y
direccionalidad en torno a objetivos consensuados.
BIBLIOGRAFIA
de Lellis, M. Psicología y políticas públicas de salud. Editorial Paidós, Buenos
Aires, 2006.
Matus, C. Planificación, libertad y conflicto. Editorial IVEPLAN. Venezuela,
1985.
Matus, C. Política, planificación y gobierno. OPS/OMS. Washington D.C. 1987.
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20 de enero.
Robirosa, M; Cardarelli, G; Lapalma, A. Turbulencia y planificación social.
UNICEF/ Siglo XXI. Buenos Aires, 1990.
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