Subido por JUAN DANIEL SALAZAR CARRANZA

Sistemas de gestión de energía

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INSTITUTO TECNOLÓGICO SUPERIOR
DE CIUDAD SERDÁN
INGENIERÍA MECÁNICA
SISTEMAS DE GENERACON DE
ENERGIA
ING. JOSE RUBEN PEREZ GONZALEZ
“INVESTIGACIÓN”
JUAN CARLOS HERNÁNDEZ VAZQUEZ
16CS0116
OCTAVO SEMESTRE “A”
INTRODUCCIÓN
Los sistemas de generación energética en el mundo actual pueden clasificarse en
dos tipos, renovables y no renovables.
Las energías renovables son aquellas que se renuevan constantemente, por tanto,
no se agotan con el paso del tiempo. Estas fuentes son una alternativa a las
tradicionales y producen un impacto ambiental mínimo.
Son la energía solar, eólica, hidráulica, geotérmica y biomasa.
La energía solar es la energía radiante procedente del Sol y que llega a la
superficie de la Tierra en forma de luz Infrarroja, luz visible y ultravioleta. La
radiación solar incidente en la tierra se puede aprovechar de forma térmica y
fotovoltaica.
La energía térmica transforma la energía solar en energía calorífica, calentando
aire y agua. La energía fotovoltaica transforma la energía solar en energía
eléctrica, aprovechando el efecto fotovoltaico, en las células solares fotovoltaicas.
La energía eólica es la obtenida del viento, aprovechando la energía cinética
generada por las corrientes de aire y las vibraciones que el aire produce.
Su origen se encuentra en la existencia sobre la Tierra de masas de aire a
diferentes temperaturas, originadas por diferentes intensidades de radiación solar
que producen corrientes ascendentes y descendentes.
El aprovechamiento de esta fuente energética consiste en producir energía
eléctrica mediante un generador eléctrico acoplado al eje de la turbina.
La energía hidráulica es un sistema de generación energética que se obtiene del
aprovechamiento de la energía cinética y potencial de la corriente de ríos.
El empleo de la energía captada es, casi exclusivamente, para la producción de
electricidad, acoplando a la turbina hidráulica un generador eléctrico.
El origen de la energía geotérmica se encuentra en el calor acumulado en el
interior de la tierra, en su magma fundido. Sin embargo, su aprovechamiento sólo
es posible en aquellas zonas donde el calor se aproxima a la superficie.
El agua y gases calientes, en afloramientos naturales, se emplea directamente
para la calefacción u otros usos industriales.
La biomasa es la energía almacenada en los seres vivos, vegetales o animales
por medio del proceso de fotosíntesis y la digestión de estos vegetales por los
animales.
La energía de la biomasa se emplea directamente para producir calor por
combustión de la misma, calefacción y cocción, o indirectamente para producir
electricidad evaporando agua y transformándola en energía mecánica con una
turbina.
También se puede transformar la biomasa en combustibles líquidos (bioalcoholes)
o gaseosos (biogas) para ser posteriormente quemados y convertidos en energía
calorífica y posteriormente, en mecánica para automóviles y generación eléctrica.
Los sistemas de generación energética tradicionales utilizan energías no
renovables. Son aquellas que existen en la naturaleza en una cantidad limitada.
No se renuevan a corto plazo y por eso se agotan cuando se utilizan.
La demanda mundial de energía en la actualidad se satisface principalmente con
este tipo de fuentes de energía: el carbón, el petróleo, el gas natural y el uranio.
Las centrales térmicas convencionales, ciclos combinados y nucleares son
sistemas de generación energética que utilizan estos combustibles.
El principal problema es su impacto ambiental, provocando gases del efecto
invernadero, el cambio climático, la lluvia ácida y la deforestación.
Algunas de las consecuencias del cambio climático son el deshielo de los
casquetes polares, lo cual, provoca un ascenso del nivel del mar, generando la
inundación de amplias zonas costeras con el consiguiente coste humano y
económico.
Por todo ello, el Protocolo de Kyoto tiene como objetivo disminuir las emisiones de
gases de efecto invernadero.
En conclusión, debemos seguir avanzando en las tecnologías renovables como
energía de futuro para asegurar el desarrollo sostenible de nuestro planeta.
¿Qué es el ahorro de energía?
El ahorro o eficiencia energética consiste en utilizar la energía de mejor manera.
Es decir, con la misma cantidad de energía o con menos, obtener los mismos
resultados. Esto se puede lograr a través del cambio de hábitos, del uso
tecnologías más eficientes, o una combinación de ambos.
Antecedentes.
Desde mediados de los '70, el mundo entero ha sufrido una grave problemática
energética. Todos los países experimentan la imperiosa necesidad de disponer de
energía eléctrica abundante y barata, para sustentar a sus sectores productivos y
propiciar el desarrollo económico y social de su población. En consecuencia, se
enfrentan a un crecimiento constante en la demanda eléctrica, lo cual los presiona
a disponer de inversiones en nuevas plantas generadoras que, con mucho,
rebasan sus posibilidades. Al mismo tiempo, este crecimiento en el consumo de
las fuentes primarias de energía genera aumentos en sus precios y, sobre todo, un
tremendo incremento en el daño ecológico producido por la quema indiscriminada
de combustibles fósiles. (Fig. 1)
Protección del medio ambiente y necesidad de mitigar la emisión de gases efecto
invernadero Sucesos clave en la evolución de la eficiencia energética
Globalización de la economía Necesidad de incrementar la productividad y
competitividad Altos precios del petróleo mundial Necesidad de reducir uso de
hidrocarburos
A las circunstancias anteriores, hay que sumar la globalización creciente de la
economía, que impone, a quien pretenda colocar sus productos en los mercados,
la necesidad de elevar su eficiencia y competitividad, mejoría que es posible
eliminando desperdicios en su proceso de producción, tanto en materiales y mano
de obra, como en el uso de la energía, particularmente, la energía eléctrica, que
es un insumo clave, al incidir de manera sustancial en los costos de operación y
en la productividad. Esta necesidad de usar eficientemente la energía eléctrica,
aunque se acepta como enunciado, no siempre se lleva a práctica, no obstante las
penalizaciones económicas que implica el pagar por algo costoso que no se usa.
La Fig. 2 ilustra lo dicho. En particular, es frecuente que, por diversas razones, no
se empleen las tecnologías más eficientes disponibles.
Inicio del Programa de ahorro de Energía Eléctrica en México:
Durante 1989, enfrentado a la situación descrita, el Gobierno Mexicano decide
establecer el Programa Nacional de Modernización Energética y, como
consecuencia, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) inicia el Programa de
Ahorro de Energía del Sector Eléctrico (PAESE), en tanto que la Secretaría de
Energía pone en marcha una serie de acciones que culminan en la creación de la
Comisión Nacional para el Ahorro de Energía (CONAE).
En 1990, por iniciativa de la CFE y con el apoyo de Luz y Fuerza del Centro
(LyFC), del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República
Mexicana (SUTERM) y de los principales organismos empresariales del país,
se constituye el Fideicomiso Privado para el Ahorro de Energía Eléctrica
(FIDE), como una institución no lucrativa, con la finalidad de impulsar el
ahorro de la energía eléctrica en la industria, el comercio, los servicios, el
campo y los municipios, así como en el sector doméstico nacional, al tiempo
que promueve el desarrollo de una cultura del uso racional de este
fundamental energético.
Los sectores que integraron el FIDE inicialmente, siguen al frente de su
operación como miembros de su más alto órgano de gobierno, que es su
Comité Técnico. La Fig.4 muestra su constitución actual.
La contribución del FIDE a la eficiencia energética eléctrica en el País, a lo largo
de estos tres lustros, ha sido definitiva y su éxito en la creación de una cultura de
su ahorro, incuestionable, en particular, entre los niños. Los resultados alcanzados
a diciembre de 2005 de 11,110 GWh, equivalen al consumo doméstico de cinco
Estados: Nuevo León, Jalisco, Tamaulipas, México y Aguascalientes. Sin
embargo, para dar a sus acciones el alcance que México requiere, es necesario
desarrollar un proceso de crecimiento en su operación, para contribuir con todos
los sectores del país.
La contribución del FIDE a la eficiencia energética eléctrica en el País, a lo largo
de estos tres lustros, ha sido definitiva y su éxito en la creación de una cultura de
su ahorro, incuestionable, en particular, entre los niños. Los resultados alcanzados
a diciembre de 2005 de 11,110 GWh, equivalen al consumo doméstico de cinco
Estados: Nuevo León, Jalisco, Tamaulipas, México y Aguascalientes. Sin
embargo, para dar a sus acciones el alcance que México requiere, es necesario
desarrollar un proceso de crecimiento en su operación, para contribuir con todos
los sectores del país.
A la fecha se concluyó la ejecución de los programas de incentivos para promover
el uso de equipos de alta eficiencia en el sector productivo. En particular, se
obtuvo un notable éxito en el caso de motores, en que, gracias a la intervención
del FIDE, se rompió el círculo vicioso de baja demanda, porque los usuarios no
conocían las tecnologías de punta y el costo inicial era más alto, y escasa oferta
de los proveedores, porque no vendían. El resultado es que el equipo que era
estándar hace 10 años perdió totalmente su mercado y fue substituido por motores
de alta eficiencia (Fig. 6).
Programas en el Sector Productivo Programas en el Sector Productivo Incentivos
y Desarrollo de Mercado
Un resultado similar, aunque menos definitivo, se tuvo en el caso de compresores
de aire, de los que se substituyeron 1,109 equipos de baja eficiencia por los
correspondientes de tecnología avanzada, y de lámparas fluorescentes lineales T8, de las que se cambiaron casi 5½ millones de unidades. Una actividad rectora
adicional del Fideicomiso se orienta a prestar atención a las necesidades de
ahorro de energía eléctrica en el sector doméstico.
A tal efecto, la Comisión Federal de Electricidad y el FIDE pusieron en marcha el
Programa de Financiamiento para el Ahorro de Energía Eléctrica (PFAEE),
mediante el cual se financia la sustitución de refrigeradores y acondicionadores de
aire, por equipos modernos y eficientes, así como el aislamiento térmico de
viviendas. (Fig. 7). Igualmente, se financia la venta a crédito de lámparas
ahorradoras, cuyo costo se va pagando en los recibos por consumo de energía
eléctrica, de forma que se cubren los financiamientos, prácticamente, con la
disminución en los recibos por consumo. Todo ello para provecho económico
inmediato de las familias mexicanas, así como del país en su conjunto, por los
beneficios ambientales que implica la reducción en la emisión de gases de efecto
invernadero, causantes del cambio climático global.
Otro elemento fundamental para asegurar la persistencia de los avances logrados
a nivel nacional, en el uso racional de la energía eléctrica es la certificación,
mediante el “Sello FIDE”, de aquellos equipos, materiales y tecnologías que
garantizan un alto grado de eficiencia en el consumo de electricidad, por lo que
pueden considerarse como ahorradores, con tecnología de punta. Es importante
hacer mención que los equipos de más alta eficiencia tienen también una vida útil
superior a las de sus equivalentes convencionales, por lo que el ahorro económico
se refiere, tanto a lo que se deja de pagar por consumo, como por una disminución
en los costos de mantenimiento y reposición.
El “Sello FIDE” es un programa voluntario de identificación de equipo eléctrico de
alta eficiencia y constituye la principal opción para quienes emplean equipo
eléctrico y buscan, no sólo el ahorro del fluido, sino también, beneficios
económicos para sus bolsillos y sus empresas.
En una acción con similares objetivos, el FIDE, conjuntamente con la Cámara
Nacional de Empresas de Consultoría, acredita a aquellas firmas consultoras
mexicanas especializadas en la ejecución de proyectos de ahorro de energía
eléctrica que cuentan con un historial demostrado de capacidad, eficacia, rectitud,
seriedad, conocimientos y experiencia práctica. En la actualidad, se tiene una
veintena de empresas certificadas. - Led’ - Mo - H - Vent - Cal - E a - Re FIG.9.
CERTIFICACIÓN DE PRODUCTOS EFICIENTES EN EL AHORRO DE ENERGÍA
ELÉCTRICA 2,066 11,800 7,150 0 2,000 4,000 6,000 8,000 10,000 12,000 14,000
2006 2009 2012 180 112 27 0 50 100 150 200 CÁMARAS Y ASOCIACIONES
Asimismo, el FIDE participa con la CONAE en la emisión de normas energéticas y
respalda a instituciones mexicanas de investigación en el desarrollo de equipo
para la producción de energía eléctrica limpia. Además participa con la Red
Nacional de Hidrógeno, A.C. para desarrollar un diseño mexicano de celda de
combustible o el financiamiento de proyectos de plantas generadoras micro
hidráulicas.
Contribución FIDE al Ahorro de Energía Eléctrica Al 1° de diciembre de 2006, el
FIDE había facilitado la realización de 18,300 diagnósticos energéticos y la
conclusión de 3,757 proyectos de ahorro de energía eléctrica, lo cual había
generado ahorros directos por 11,110 GWh en consumo de energía y 2,414 MW
en potencia. Con ello, se evitó la combustión de casi 20 millones de barriles de
petróleo y la emisión a la atmósfera de más de 7.2 millones de toneladas de
anhídrido carbónico. En el Programa de Financiamiento para el Ahorro de Energía
Eléctrica, se han otorgado créditos por casi 5,000 millones de pesos para la
aplicación de unas 800 mil medidas de ahorro de energía eléctricas.
De manera acumulada, se han sustituido 16’692,259 lámparas incandescentes por
fluorescentes compactas, con lo que
se ha beneficiado a 2’852,660 familias.
Considerando los otros programas que, con similar finalidad ha desarrollado el
sector eléctrico mexicano, se tiene una sustitución total aproximada de 26.3
millones de lámparas incandescentes por fluorescentes compactas, por lo que se
estima que, el alumbrado doméstico del país se realiza en alrededor de un 20%
con lámparas ahorradoras compactas.
En lo relativo a la promoción de una cultura de ahorro energético, se editaron más
de 80 millones de ejemplares de distintas publicaciones y se impartieron 1,150
cursos y talleres, en los que recibieron capacitación 24,200 personas. Por otra
parte, en el programa EDUCAREE ya han participado más de 2.7 millones de
niños y 88 mil maestros. En adición, 176 empresas recibieron, de manos del
Presidente de la República, el Premio Nacional de Ahorro de Energía Eléctrica,
por los proyectos que, con esa finalidad, realizaron en sus instalaciones
Estos logros del FIDE han sido, también, reconocidos internacionalmente, con la
entrega de tres prestigiados galardones: en 1994, el Premio Internacional al Éxito,
del Instituto Internacional para el Ahorro de Energía, en 2000, el Premio Global de
Ahorro de Energía de la Comunidad Económica Europea y el Gobierno de Austria
y en 2006, la Alianza para el Ahorro de Energía entregó, por primera vez a una
organización externa a los Estados Unidos de América, su premio, para reconocer
las importantes contribuciones del FIDE en la materia.
Compromiso de Crecimiento del FIDE. Plan Estratégico 2006-2019. Con el inicio
de una nueva administración del FIDE en abril de 2006 se realiza un proceso de
evaluación y planeación estratégica para desarrollar un proyecto de crecimiento y
cobertura de sus servicios a nivel nacional. Para este proyecto se integrarán a
todos los agentes participantes en el ahorro de energía eléctrica en el país. Se
consideraron dos reflexiones básicas para empezar el análisis. Primeramente una
opinión de la CONAE que decía en Diciembre 2005: • “FIDE es un organismo muy
exitoso, que ha sido clave en la implementación de la cultura del ahorro de energía
en el país. Su contribución al ahorro de energía en México es incuestionable.” •
“FIDE después de 15 años de operación, presenta oportunidades de mejora en su
desempeño y de aumento en su área de influencia.” Resulta entonces evidente, y
también lo era para quienes lo evaluaban desde fuera, que el Fideicomiso había
realizado una magnífica labor, la que, sin embargo, podía desempeñarse mejor en
la actualidad a fin de obtener resultados significativos para el país. Así mismo, se
consideró como segundo concepto referente al consumo eléctrico, ya que la
industria utiliza casi el 60% de la energía generada en el país y de que poco
menos del 90% de los 29 millones de usuarios está contratado en tarifas
domésticas. Las acciones dirigidas a estos dos sectores son las que
principalmente debían dimensionarse al tamaño de las necesidades nacionales.
Como consecuencia de estas actividades, la Dirección General del organismo, con
el compromiso de sus órganos de gobierno, los Comités Directivo, Consultivo y
Técnico, establece la meta de lograr, respecto a los resultados obtenidos hasta el
2005 ya citados, el crecimiento de 2½ veces, para llegar, en 2019, a un valor del
ahorro de electricidad en el país de 25,420 GWh, con lo que será posible evitar
inversiones en nueva capacidad de generación por valor de casi 49,500 millones
de pesos. Elemento fundamental para conseguirlo es el desarrollo de la cultura
integral del ahorro de energía eléctrica en la sociedad mexicana a través de una
campaña de difusión, hasta llegar a una fundamental toma de conciencia y la
educación a nivel nacional.
Visión de Crecimiento FIDE
¾ Establecer un Plan de Acción de ahorro de energía, para lograr en el año 2012,
un valor equivalente a 2.5 veces el resultado alcanzado hasta el 2005
11,110 GWh a 25,420 GWh
¾ Desarrollar la cultura integral de ahorrar energía en la sociedad mexicana a
través de la difusión, concientización y educación a todos los niveles
Beneficios ambientales por ahorro y eficiencia energéticos. Independientemente
de las ventajas que, para los usuarios, representa el uso racional de la energía
eléctrica, por cuanto así pueden reducir sus pagos por el energético, también
representa un doble beneficio para el País: En primer lugar, de cumplirse las
metas del FIDE, se evita el quemado de un importante volumen de combustible, lo
cual, además de ayudar a conservar recursos naturales no renovables, previene la
emisión a la atmósfera de más de 88 millones de toneladas de bióxido de carbono,
que es una cantidad significativa, como resultado de evitar la quema de 243
millones de barriles de petróleo. Además, resultará posible diferir inversiones en
plantas generadoras de electricidad por valor de casi $49,500 millones de pesos
M.N.
¿Por qué es importante?
La generación de energía tiene impactos ambientales. Ahorrar energía ayuda a
reducir este impacto y contribuye a combatir los efectos del calentamiento global y
del cambio climático. Asimismo, las acciones de eficiencia energética hacen los
gastos en energía disminuyan. Recuerda que no hay energía más limpia y barata
que la que no se consume.
Tú puedes practicar el uso eficiente de la energía y de esta manera ahorrar y
ayudar al medio ambiente. A continuación se presentan 10 consejos sencillos y
económicos que puedes practicar en tu vida diaria.
1. Revisa tu instalación eléctrica
Revisa que no haya fugas eléctricas, sobre todo si tu casa fue construida hace
más de 10 años:

Apaga todos los focos y desconecta los aparatos que consumen energía.

Revisa tu medidor. El disco o el contador debería detenerse por completo.

Si el disco o el contador sigue avanzando, es probable que tengas una fuga
eléctrica. En este caso, te recomendamos que llames a un técnico para que
revise tu instalación.
2. Desconecta los aparatos eléctricos cuando no se utilicen
Muchos aparatos consumen energía aunque estén apagados como el cargador de
celular o la computadora, así como las pantallas o las consolas de videojuegos.
Según la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), estos “vampiros
eléctricos” representan hasta el 13% del consumo de luz de los hogares.
3. Ubica tus aparatos de aire acondicionado en lugares frescos
Los aparatos eléctricos consumen menos energía cuando se ubican en lugares
bien ventilados. Cambia regularmente los filtros, según lo indique el manual del
usuario.
4. Da mantenimiento preventivo y correctivo a los electrodomésticos
Los aparatos eléctricos consumen más energía si tienen fallas acumuladas, por lo
que es recomendable que sean revisados periódicamente por técnicos
especializados.
5. Compra aparatos eléctricos certificados como ahorradores
Aparatos como el aire acondicionado, el refrigerador, el horno de microondas, la
lavadora, la plancha, la televisión y la computadora consumen mucha energía. Al
comprarlos, revisa que estén certificados como ahorradores y evita que tu recibo
de luz aumente innecesariamente. La CONUEE otorga un sello a los equipos con
buen desempeño y ahorro de energía.
6. Utiliza la vegetación a tu favor
Las enredaderas o plantas que cambian de follaje cada año dan sombra en verano
y permiten el paso de la luz del sol en invierno.
7. Aprovecha la iluminación natural
En las zonas de clima templado en el país, las habitaciones con tragaluces,
ventanas o domos no requieren mucha iluminación eléctrica. En las zonas de
clima tropical, las ventanas también sirven como fuente de iluminación pero, a
causa del calor, su apertura es más recomendable en las mañanas o al final del
día.
8. Aplica materiales o pinturas aislantes
Los aislantes en techos o paredes reducen el intercambio de calor con el exterior.
En verano, mantienen el ambiente fresco generado por el aire acondicionado y en
invierno retienen el calor en el interior.
9. Pinta las paredes y techos de colores claros dentro y fuera de tu casa
Los colores claros en el exterior reflejan la luz del sol, ayudando a que la casa se
caliente menos; en el interior permiten que se aproveche mejor la luz natural y
artificial.
10. Sustituye los focos incandescentes por focos ahorradores o LEDs
Verifica que tus focos sean de fabricantes reconocidos que ofrezcan altos niveles
de iluminación y una larga vida útil. Para las áreas de uso común, como pasillos,
escaleras o estacionamientos, te recomendamos que uses luminarias con
sensores de movimiento.
11. Aire acondicionado y calefacción
Utiliza la vegetación a tu favor; plantar árboles en puntos estratégicos ayuda a
desviar las corrientes de aire frío en invierno y a generar sombras en el verano.
Mediante la instalación de toldos de lona o aleros inclinados, persianas de
aluminio, vidrios polarizados, recubrimientos, mallas y películas plásticas, se evita
que el sol llegue directamente al interior. Así se pueden obtener ahorros en el
consumo de energía eléctrica por el uso de aire acondicionado.
El aislamiento adecuado de techos y paredes ayuda a mantener una temperatura
agradable en la casa.
Si utilizas unidades centrales de aire acondicionado, aísla también los ductos.
Es relativamente sencillo sellar las ventanas y puertas de la casa con pasta de
silicón, para que no entre el frío en los meses de invierno y no se escape en los
meses calurosos.
Cuando compres o remplaces el equipo, verifica que sea el adecuado a tus
necesidades.
Dale mantenimiento periódico y limpia los filtros regularmente. Vigila el termostato,
puede significar un ahorro adicional de energía eléctrica si permanece a 18°C
(65°F) en el invierno, y a 25°C (78°F) en verano.
En clima seco usa el cooler, es más económico y consume menos energía que el
aire acondicionado.
12. Aspiradora:
Los filtros y los depósitos de polvo y basura de la aspiradora saturados hacen que
el motor trabaje sobrecargado y reduzca su vida útil. Cámbialos cada vez que sea
necesario.
Verifica que la manguera y los accesorios estén en buen estado.
13. Audio y vídeo:
No dejes encendidas lámparas, radios, televisores u otros aparatos eléctricos
cuando nadie los está utilizando.
14. Horno y tostador:
Mantén siempre limpios de residuos el horno de microondas, el horno eléctrico y el
tostador, así durarán más tiempo y consumirán menos energía.
15. Iluminación:
Utiliza lámparas fluorescentes compactas en sustitución de focos incandescentes;
éstas proporcionan el mismo nivel de iluminación, duran diez veces más y
consumen cuatro veces menos energía eléctrica.
Pinta el interior de la casa con colores claros, la luz se refleja en ellos y requieres
menos energía para iluminar.
16. Instalación eléctrica:
Comprueba que la instalación eléctrica no tenga fugas. Para eso, desconecta
todos los aparatos eléctricos, incluyendo relojes y timbre; apaga todas las luces y
verifica que el disco del medidor no gire; si el disco sigue girando, manda revisar la
instalación.
17. Lavadora:
Carga la lavadora al máximo permisible cada vez, así disminuirá el número de
sesiones de lavado semanal.
Utiliza sólo el detergente necesario; el exceso produce mucha espuma y hace
trabajar al motor más de lo conveniente.
18. Licuadora:
Una licuadora que trabaja con facilidad dura más y gasta menos; comprueba que
las aspas siempre tengan filo y no estén quebradas.
19. Plancha:
La plancha es otro aparato que consume mucha energía. Utilizarla de manera
ordenada y programada, ahorra energía y reduce los gastos.
Plancha la mayor cantidad posible de ropa en cada ocasión, dado que conectar
muchas veces la plancha ocasiona más gasto de energía que mantenerla
encendida por un rato.
Plancha primero la ropa gruesa, o que necesite más calor, y deja para el final la
delgada, que requiere menos calor; desconecta la plancha poco antes de terminar
para aprovechar la temperatura acumulada.
No dejes la plancha conectada innecesariamente.
Revisa la superficie de la plancha para que esté siempre tersa y limpia; así se
transmitirá el calor de manera uniforme.
Revisa que el cable y la clavija estén en buenas condiciones.
19. Refrigerador:
El refrigerador es uno de los aparatos que consume más energía en el hogar.
Sitúa el refrigerador alejado de la estufa y fuera del alcance de los rayos del sol.
Comprueba que la puerta selle perfectamente y revisa periódicamente el
empaque, si no cierra bien puede generar un consumo hasta tres veces mayor al
normal.
Deja enfriar los alimentos antes de refrigerarlos. La posición correcta del
termostato es entre los números 2 y 3. En clima caluroso, entre los números 3 y 4.
Si piensas comprar refrigerador nuevo, selecciona el que consuma menos energía
eléctrica. Revisa la etiqueta de eficiencia energética, que indica que ese aparato
cumple con la Norma Oficial Mexicana y ahorra energía. Recuerda que los de
deshielo automático consumen 12% más de electricidad y eso significa mayor
gasto.
Descongela el refrigerador y limpia con un paño húmedo el cochambre que se
acumula en la parte posterior, por lo menos cada dos meses. Limpia los tubos del
condensador ubicados en la parte posterior o inferior del aparato por lo menos dos
veces al año.
El ahorro de energía, su consumo responsable y el uso eficiente de las fuentes
energéticas son esenciales a todos los niveles. La importancia de las medidas de
ahorro y eficiencia energética se manifiesta en la necesidad de reducir la factura
energética, restringir la dependencia energética del exterior, y reducir la emisión
de gases de efecto invernadero (geis) y la compra de derechos de emisión con
objeto de cumplir los compromisos adquiridos con la ratificación del protocolo de
kioto.
Una reducción en el consumo de energía, sumada al desarrollo de otras políticas,
es ineludible para que Europa alcance sus objetivos de sostenibilidad energética.
Podemos reducir nuestro consumo de energía utilizándola de forma más eficiente,
invirtiendo en equipamiento energéticamente eficiente y en medidas de ahorro
energético, así como adoptando un estilo de vida más sostenible con respecto al
uso de la energía, es decir, cambiando nuestro comportamiento. el camino hacia
la eficiencia energética en las empresas tiene que recorrerse adoptando
estrategias encaminadas hacia: reducción de la demanda energética diversidad
energética máximo aprovechamiento del uso de energías renovables innovación
tecnológica autoconsumo a través de micro redes modificación de los hábitos de
consumo.
Eficiencia energética
El uso eficiente de la energía, a
veces simplemente llamado eficiencia
energética o ahorro energético, es el objetivo de reducir la cantidad de energía
requerida para proporcionar productos y servicios. Por ejemplo, aislar una
casa permite que un edificio use menos energía de calefacción y refrigeración
para lograr y mantener una temperatura agradable. La instalación de iluminación
LED, luces fluorescentes o tragaluces naturales reduce la cantidad de energía
requerida para alcanzar el mismo nivel de iluminación en comparación con el uso
de bombillas incandescentes tradicionales. Las mejoras en la eficiencia energética
se logran generalmente mediante la adopción de una tecnología o un proceso de
producción más eficientes 1 o mediante la aplicación de métodos comúnmente
aceptados para reducir las pérdidas de energía.
Hay muchas motivaciones para mejorar la eficiencia energética. La reducción del
uso de energía reduce los costos de electricidad y puede generar un ahorro
financiero para los consumidores si el ahorro de energía compensa cualquier
costo adicional de implementar una tecnología de eficiencia energética. Reducir el
uso de energía también se considera una solución al problema de reducir
las emisiones de gases de efecto invernadero. Según la Agencia Internacional de
Energía, la eficiencia energética mejorada en edificios, procesos industriales
y transporte podría reducir las necesidades de energía del mundo en 2050 en un
tercio, y ayudar a controlar las emisiones globales de gases de efecto
invernadero.2 Otra solución importante es eliminar los subsidios a la energía
dirigidos por el gobierno que promueven el alto consumo de energía y el uso
ineficiente de energía en más de la mitad de los países del mundo. 3
Se dice que la eficiencia energética y la energía renovable son los pilares
gemelos de la política de energía sostenible4 y son prioridades altas en la jerarquía
energética sostenible. En muchos países, también se considera que la eficiencia
energética tiene un beneficio de seguridad nacional porque puede utilizarse para
reducir el nivel de las importaciones de energía de países extranjeros y puede
reducir la tasa de energía a la que se agotan los recursos energéticos nacionales.
Los individuos y las organizaciones que son consumidores directos de la energía
pueden reducir el consumo energético para disminuir costos y promover
sustentabilidad económica, política y ambiental. Los usuarios industriales y
comerciales pueden desear aumentar eficacia y maximizar así su beneficio. El
consumo de la energía está directamente relacionado con la situación económica
y los ciclos económicos, por lo que es necesaria una aproximación global que
permita el diseño de políticas de eficiencia energética. A partir de 2008 la
ralentización del crecimiento económico significó una reducción del consumo a
nivel global que tuvo su efecto sobre la emisión de gases de efecto invernadero
(GEI).5 Entre las preocupaciones actuales está el ahorro de energía y el efecto
medioambiental de la generación de energía eléctrica, buscando la generación a
partir de energías renovables y una mayor eficiencia en la producción y el
consumo, que también se denomina ahorro de energía.
La eficiencia energética ha demostrado ser una estrategia rentable para construir
economías sin necesariamente aumentar el consumo energético. Por ejemplo, el
estado de California comenzó a implementar medidas de eficiencia energética a
mediados de la década de 1970, incluidos los códigos de construcción y los
estándares de los aparatos con estrictos requisitos de eficiencia. Durante los años
siguientes,
el
consumo
de
energía
de
California
se
ha
mantenido
aproximadamente plano en una base per cápita, mientras que el consumo
nacional de los Estados Unidos se duplicó. 6 Como parte de su estrategia,
California implementó un "orden de carga" para los nuevos recursos energéticos
que pone en primer lugar la eficiencia energética, el suministro de electricidad
renovable en segundo lugar y las nuevas centrales eléctricas de combustibles
fósiles.7 Estados como Connecticut y Nueva York han creado bancos verdes casi
públicos para ayudar a los propietarios de edificios residenciales y comerciales a
financiar mejoras de eficiencia energética que reduzcan las emisiones y reduzcan
los costos de energía de los consumidores. 8
El Instituto de Rocky Mountain de Lovin señala que, en entornos industriales,
"existen abundantes oportunidades para ahorrar entre el 70% y el 90% de la
energía y el costo de los sistemas de iluminación, ventiladores y bombas; el 50%
para motores eléctricos; y el 60% en áreas como Calefacción, refrigeración,
equipos de oficina, y electrodomésticos. En general, hasta el 75% de la
electricidad utilizada en los EE. UU. en la actualidad podría ahorrarse con medidas
de eficiencia que cuestan menos que la electricidad en sí, lo mismo se aplica a la
configuración del hogar. El Departamento de Energía de EE. UU. ha declarado
que existe un potencial de ahorro de energía en la magnitud de 90 mil millones de
kWh al aumentar la eficiencia energética del hogar.
9
Otros estudios han enfatizado esto. Un informe publicado en 2006 por el McKinsey
Global Institute afirmó que "existen suficientes oportunidades económicamente
viables para mejorar la productividad de la energía que podrían mantener el
crecimiento global de la demanda de energía en menos del 1 por ciento anual",
menos de la mitad del promedio del 2.2 por ciento. Crecimiento previsto hasta
2020 en un escenario de negocio habitual.
10
La productividad energética, que
mide la producción y la calidad de los bienes y servicios por unidad de insumo
energético, puede provenir de reducir la cantidad de energía requerida para
producir algo o de aumentar la cantidad o calidad de bienes y servicios de la
misma cantidad de energía.
Diseño de construcción
Los edificios son un campo importante para las mejoras de eficiencia energética
en todo el mundo debido a su papel como un importante consumidor de energía.
Sin embargo, la cuestión del uso de energía en los edificios no es sencilla, ya que
las condiciones interiores que pueden lograrse con el uso de energía varían
mucho. Las medidas que hacen que los edificios sean cómodos, iluminación,
calefacción, refrigeración y ventilación, consumen energía. Normalmente, el nivel
de eficiencia energética en un edificio se mide al dividir la energía consumida con
el área del piso del edificio que se conoce como consumo de energía específico
(SEC) o intensidad de uso de energía (EUI)
Sin embargo, el problema es más complejo ya que los materiales de construcción
han incorporado energía en ellos. Por otro lado, la energía se puede recuperar de
los materiales cuando el edificio se desmonta reutilizando los materiales o
quemándolos para obtener energía. Además, cuando se usa el edificio, las
condiciones interiores pueden variar, lo que da como resultado ambientes
interiores de mayor y menor calidad. Finalmente, la eficiencia general se ve
afectada por el uso del edificio: ¿el edificio ocupa la mayor parte del tiempo y se
utilizan los espacios de manera eficiente, o el edificio está en gran parte vacío?
Incluso se ha sugerido que para una contabilidad más completa de la eficiencia
energética, se debería enmendar la SEC para incluir estos factores:
Por lo tanto, un enfoque equilibrado de la eficiencia energética en los edificios
debería ser más integral que simplemente intentar minimizar la energía
consumida. Se deben tener en cuenta cuestiones como la calidad del ambiente
interior y la eficiencia del uso del espacio. Por lo tanto, las medidas utilizadas para
mejorar la eficiencia energética pueden tomar muchas formas diferentes. A
menudo incluyen medidas pasivas que reducen inherentemente la necesidad de
usar energía, como un mejor aislamiento. Muchos cumplen varias funciones que
mejoran las condiciones del interior y reducen el uso de energía, como el aumento
del uso de la luz natural.
La ubicación y el entorno de un edificio desempeñan un papel clave en la
regulación de su temperatura e iluminación. Por ejemplo, los árboles, el paisaje y
las colinas pueden proporcionar sombra y bloquear el viento. En climas más fríos,
el diseño de edificios del hemisferio norte con ventanas orientadas al sur y
edificios del hemisferio sur con ventanas orientadas al norte aumenta la cantidad
de sol (en última instancia, energía térmica) que ingresa al edificio, minimizando el
uso de energía, al maximizar el calentamiento solar pasivo. El diseño compacto
del edificio, incluidas las ventanas de eficiencia energética, las puertas bien
selladas y el aislamiento térmico adicional de las paredes, losas del sótano y los
cimientos pueden reducir la pérdida de calor en un 25 a 50 por ciento.
Los techos oscuros pueden llegar a ser de 39 °C (70 °F) más caliente que
las superficies blancas más reflectantes. Transmiten algo de este calor adicional
dentro del edificio. Los estudios de EE. UU. Han demostrado que los techos de
colores claros utilizan un 40 por ciento menos de energía para la refrigeración que
los edificios con techos más oscuros. Los sistemas de techo blanco ahorran más
energía en climas más soleados. Los sistemas electrónicos avanzados de
calefacción y refrigeración pueden moderar el consumo de energía y mejorar la
comodidad de las personas en el edificio.
La colocación adecuada de ventanas y tragaluces, así como el uso de
características arquitectónicas que reflejan la luz en un edificio puede reducir la
necesidad de iluminación artificial. Un estudio ha demostrado que el aumento en el
uso de la iluminación natural y de trabajo incrementa la productividad en escuelas
y oficinas.23 Las lámparas fluorescentes compactas utilizan dos tercios menos de
energía y pueden durar de 6 a 10 veces más que las bombillas incandescentes.
Las luces fluorescentes más nuevas producen una luz natural, y en la mayoría de
las aplicaciones son rentables, a pesar de su costo inicial más alto, con períodos
de amortización tan bajos como unos pocos meses. Las lámparas LED utilizan
solo aproximadamente el 10% de la energía que requiere una lámpara
incandescente.
El diseño eficaz de edificios con eficiencia energética puede incluir el uso de
infrarrojos pasivos (PIR) de bajo costo para apagar la iluminación cuando las
áreas no están ocupadas, como inodoros, pasillos o incluso áreas de oficinas
fuera de las horas. Además, los niveles de lux se pueden monitorear utilizando
sensores de luz diurna vinculados al esquema de iluminación del edificio para
encender/apagar o atenuar la iluminación a niveles predefinidos para tener en
cuenta la luz natural y reducir así el consumo. Los sistemas de administración de
edificios (BMS) vinculan todo esto en una computadora centralizada para controlar
los requisitos de iluminación y energía de todo el edificio.
En un análisis que integra una simulación de abajo hacia arriba residencial con un
modelo multisector económico, se ha demostrado que las ganancias de calor
variables causadas por el aislamiento y la eficiencia del aire acondicionado
pueden tener efectos de cambio de carga que no son uniformes en la carga
eléctrica. El estudio también destacó el impacto de una mayor eficiencia de los
hogares en las opciones de capacidad de generación eléctrica que realiza el
sector eléctrico.30
La elección de la tecnología de calefacción o refrigeración de espacios para usar
en edificios puede tener un impacto significativo en el uso y la eficiencia de la
energía. Por ejemplo, reemplazar un antiguo horno de gas natural con una
eficiencia del 50% por uno nuevo con una eficiencia del 95% reducirá
drásticamente el consumo de energía, las emisiones de carbono y las facturas de
gas natural en el invierno. Las bombas de calor de fuente terrestre pueden ser
incluso más eficientes energéticamente y rentables. Estos sistemas utilizan
bombas y compresores para mover el fluido refrigerante alrededor de un ciclo
termodinámico con el fin de "bombear" calor contra su flujo natural de calor a frío,
con el fin de transferir calor a un edificio desde el gran depósito térmico contenido
dentro del terreno cercano. El resultado final es que las bombas de calor suelen
utilizar cuatro veces menos energía eléctrica para suministrar una cantidad
equivalente de calor que un calentador eléctrico directo. Otra ventaja de una
bomba de calor de fuente terrestre es que puede invertirse en verano y operar
para enfriar el aire transfiriendo calor del edificio al suelo. La desventaja de las
bombas de calor de fuente terrestre es su alto costo de capital inicial, pero esto
generalmente se recupera dentro de cinco a diez años como resultado del menor
uso de energía.
Los medidores inteligentes están siendo adoptados lentamente por el sector
comercial para destacar al personal y para propósitos de monitoreo interno del uso
de energía del edificio en un formato dinámico presentable. El uso de los
analizadores de calidad de energía se puede introducir en un edificio existente
para evaluar el uso, la distorsión armónica, los picos, las crecidas y las
interrupciones, entre otros, para, en última instancia, hacer que el edificio sea más
eficiente
energéticamente.
A
menudo,
tales
medidores
se
comunican
utilizando redes de sensores inalámbricos .
Green Building XML (gbXML) es un esquema emergente, un subconjunto de los
esfuerzos de Modelado de información de edificios, centrado en el diseño y la
operación de edificios verdes. gbXML se utiliza como entrada en varios motores
de simulación de energía. Pero con el desarrollo de la tecnología informática
moderna,
hay
una
gran
cantidad
de
herramientas
de simulación
de
rendimiento de edificios disponibles en el mercado. Al elegir qué herramienta de
simulación usar en un proyecto, el usuario debe considerar la precisión y
confiabilidad de la herramienta, teniendo en cuenta la información de construcción
que tienen a mano, que servirá como entrada para la herramienta. Yezioro, Dong y
Leite 31 desarrollaron un enfoque de inteligencia artificial para evaluar los
resultados de simulación del rendimiento del edificio y encontraron que las
herramientas de simulación más detalladas tienen el mejor rendimiento de
simulación en términos de consumo de electricidad de calefacción y refrigeración
dentro del 3% del error absoluto medio.
El Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental (LEED) es un sistema de clasificación
organizado por el US Green Building Council (USGBC) para promover la
responsabilidad ambiental en el diseño de edificios. Actualmente ofrecen cuatro
niveles de certificación para edificios existentes (LEED-EBOM) y nuevas
construcciones (LEED-NC) según el cumplimiento de un edificio con los siguientes
criterios: Sitios sostenibles, eficiencia del agua , energía y atmósfera, materiales y
recursos, calidad ambiental interior, e innovación en diseño.
32
En 2013, USGBC
desarrolló LEED Dynamic Plaque, una herramienta para rastrear el desempeño
del edificio en comparación con las métricas LEED y un camino potencial para la
recertificación. El año siguiente, el consejo colaboró con Honeywell para recopilar
datos sobre el uso de energía y agua, así como la calidad del aire interior de un
BAS para actualizar automáticamente la placa, proporcionando una visión del
rendimiento casi en tiempo real. La oficina de USGBC en Washington, DC, es uno
de los primeros edificios en presentar la placa dinámica LEED de actualización en
vivo.
Una modificación de energía profunda es un proceso de análisis y construcción de
todo el edificio que se utiliza para lograr ahorros de energía mucho más grandes
que las modificaciones de energía convencionales. Las modificaciones de energía
profundas se pueden aplicar a edificios residenciales y no residenciales
("comerciales"). Una reconversión profunda de la energía generalmente resulta en
ahorros de energía del 30 por ciento o más, tal vez repartidos en varios años, y
puede mejorar significativamente el valor del edificio. 34 El Empire State Building ha
sufrido un profundo proceso de modernización de energía que se completó en
2013. El equipo del proyecto, compuesto por representantes de Johnson
Controls , Rocky Mountain Institute, Clinton Climate Initiative y Jones Lang
LaSalle, habrá logrado una reducción anual del uso de energía del 38% y $ 4.4
millones. 35 Por ejemplo, las 6,500 ventanas fueron remanufacturadas en el lugar
en super ventanas que bloquean el calor pero que pasan la luz. Los costos de
operación del aire acondicionado en los días calurosos se redujeron y esto ahorró
$ 17 millones del costo de capital del proyecto de inmediato, financiando en parte
otras reparaciones. 36 Al recibir una calificación de oro de Liderazgo en Energía y
Diseño Ambiental (LEED) en septiembre de 2011, el Empire State Building es el
edificio con certificación LEED más alto de los Estados Unidos.
24
El edificio del
condado y la ciudad de Indianápolis se sometió recientemente a un proceso de
modernización energética profunda, que ha logrado una reducción anual de
energía del 46% y un ahorro anual de energía de $ 750,000.
Las modernizaciones de energía, incluidas las profundas, y otros tipos realizados
en ubicaciones residenciales, comerciales o industriales generalmente se
respaldan a través de diversas formas de financiamiento o incentivos. Los
incentivos incluyen reembolsos pre empaquetados en los que el comprador /
usuario ni siquiera puede saber que el artículo que se está utilizando ha sido
reembolsado o "comprado". Las compras de "upstream" o "midstream" son
comunes para productos de iluminación eficientes. Otros descuentos son más
explícitos y transparentes para el usuario final mediante el uso de aplicaciones
formales. Además de los descuentos, que pueden ofrecerse a través de
programas gubernamentales o de servicios públicos, los gobiernos a veces
ofrecen incentivos fiscales para proyectos de eficiencia energética. Algunas
entidades ofrecen servicios de facilitación y orientación de reembolsos y pagos
que permiten a los clientes de uso final de energía aprovechar los programas de
incentivos e incentivos.
Para evaluar la solidez económica de las inversiones en eficiencia energética en
edificios, se puede utilizar el análisis de costo-efectividad o CEA. Un cálculo de
CEA producirá el valor de la energía ahorrada, a veces llamada negawatts , en
$/kWh. La energía en tal cálculo es virtual en el sentido de que nunca se consumió
sino que se ahorró debido a una inversión en eficiencia energética. Por lo tanto,
CEA permite comparar el precio de los negawatts con el precio de la energía,
como la electricidad de la red o la alternativa renovable más barata. El beneficio
del enfoque CEA en los sistemas energéticos es que evita la necesidad de
adivinar los precios futuros de la energía a los efectos del cálculo, eliminando así
la principal fuente de incertidumbre en la evaluación de las inversiones en
eficiencia energética.
El informe de Viena sobre el cambio climático de 2007 , auspiciado por
la Convención
Marco de
las Naciones
Unidas
sobre
el
Cambio
Climático (CMNUCC), muestra claramente que "la eficiencia energética puede
lograr verdaderas reducciones de emisiones a bajo costo".
Normas
internacionales ISO 17743
y
la
ISO 17742
proporciona
una
metodología documentada para calcular e informar sobre el ahorro de energía y la
eficiencia energética para países y ciudades.
Industria
Las industrias utilizan una gran cantidad de energía para impulsar una amplia
gama de procesos de fabricación y extracción de recursos. Muchos procesos
industriales requieren grandes cantidades de calor y potencia mecánica, la
mayoría de los cuales se suministran como gas natural, combustibles de
petróleo y electricidad. Además, algunas industrias generan combustible a partir
de productos de desecho que pueden utilizarse para proporcionar energía
adicional.
Debido a que los procesos industriales son tan diversos, es imposible describir la
multitud de oportunidades posibles para la eficiencia energética en la industria.
Muchos dependen de las tecnologías y procesos específicos en uso en cada
instalación industrial. Sin embargo, hay una serie de procesos y servicios de
energía que se utilizan ampliamente en muchas industrias.
Varias industrias generan vapor y electricidad para su posterior uso dentro de sus
instalaciones. Cuando se genera electricidad, el calor que se produce como un
subproducto se puede capturar y utilizar para procesos de vapor, calefacción u
otros fines industriales.
La
generación
convencional
de
electricidad
es
aproximadamente un 30% eficiente, mientras que la combinación de calor y
energía (también llamada cogeneración) convierte hasta el 90 por ciento del
combustible en energía utilizable.58
Las calderas y hornos avanzados pueden funcionar a temperaturas más altas y, al
mismo tiempo, consumen menos combustible. Estas tecnologías son más
eficientes y producen menos contaminantes.58
Más
del
45
por
ciento
del
combustible
utilizado
por
los
fabricantes
estadounidenses se quema para producir vapor. Las instalaciones industriales
típicas pueden reducir este uso de energía en un 20 por ciento (según
el Departamento de Energía de los EE. UU.) Aislando las líneas de retorno de
vapor y condensado, deteniendo las fugas de vapor y manteniendo las trampas de
vapor.58
Los motores eléctricos generalmente funcionan a una velocidad constante, pero
un variador de velocidad permite que la salida de energía del motor coincida con la
carga requerida. Esto logra ahorros de energía que van del 3 al 60 por ciento,
dependiendo de cómo se use el motor. Las bobinas del motor hechas de
materiales superconductores también pueden reducir las pérdidas de energía. 58
Los motores también pueden beneficiarse de la optimización de voltaje. La
industria utiliza una gran cantidad de bombas y compresores de todas las formas y
tamaños y en una amplia variedad de aplicaciones. La eficiencia de las bombas y
compresores depende de muchos factores, pero a menudo se pueden hacer
mejoras implementando un mejor control de procesos y mejores prácticas de
mantenimiento. Los compresores se usan comúnmente para proporcionar aire
comprimido que se utiliza para la limpieza con chorro de arena, pintura y otras
herramientas eléctricas. Según el Departamento de Energía de EE. UU., la
optimización de los sistemas de aire comprimido mediante la instalación de
unidades de velocidad variable, junto con el mantenimiento preventivo para
detectar y reparar fugas de aire, puede mejorar la eficiencia energética entre un 20
y un 50 por ciento.
La eficiencia energética en el sector del metal
El estudio publicado por OTEA (Observatorio Tecnológico del Metal) se elaboró en
el marco del proyecto ‘Ecoeficiencia en la industria’ con el objetivo de conducir a
las empresas del sector metal-mecánico hacia un proceso productivo ecoeficiente.
El proyecto, cofinanciado al 50% por el Ministerio de Industria, Turismo y
Comercio a través del programa de Apoyo a la Innovación de las Pequeñas y
Medianas Empresas (InnoEmpresa), pretendía transmitir a las empresas del
sector, especialmente a las pymes, las posibilidades de mejora tecnológica,
medioambiental y económica en los procesos productivos.
Participaron en el proyecto un total de 25 empresas, perteneciendo el 79% a la
Comunidad Valenciana y el resto a otras comunidades como son Castilla la
Mancha, Cataluña y Madrid, considerándose un número suficiente para extraer
conclusiones fiables que reflejen la realidad del sector. El proyecto se centró en
pymes del sector metalmecánico pero las acciones de difusión se dirigían también
a otros sectores anexos, introduciéndose prácticas sobre eficiencia energética
específicas para el sector metalmecánico.
La primera parte del informe se centró en la investigación del consumo de
energético en la red industrial del estado español y más concretamente en el
sector metalmecánico, profundizando en los procesos críticos con respecto al
consumo de energía y posibilidad de mejora tecnológica, presentando las
herramientas apropiadas para la identificación de puntos críticos de consumo
sobre los que poder implantar sistemas de mejora ambiental utilizando indicadores
de ecoeficiencia y prácticas que se traduzcan en ahorros energéticos.
Cabe recordar que el proyecto de ‘Ecoeficiencia en la industria’ se realizó en
colaboración de Mavainsa, empresa encargada de desarrollar la metodología y
realizar los diagnósticos energéticos a las empresas participantes en el proyecto, y
la empresa Masuno, encargada de realizar la difusión de los resultados obtenidos
a través del diagnóstico energéticos y los planes de mejora tecnológica
desarrollados a lo largo del proyecto, a través de la guía en formato electrónico
Eficiencia Energética en el sector del Metal.
La base de la aplicación de estrategias y eficiencias energéticas en la empresa
como se dijo con anterioridad pasa por el análisis energético de cada uno de los
principales sectores, la red industrial y categorías de consumo, mediante
diagnósticos y estudios que desemboquen en la evaluación del potencial de
mejora de la eficiencia energética existente, no solo a nivel tecnológico sino
también por cambio de políticas y modificaciones de las pautas de consumo, dicho
de otro modo:

Cambios tecnológicos.

Cambios en el uso de la energía.

Cambios y modificaciones económicas.
En España, hasta finales de los setenta no se inició una política efectiva de
eficiencia energética, que se hacía necesaria para hacer frente a cambios como

Crecimiento de la demanda energética

Diversificación de las fuentes

Cambios en la evolución de la intensidad energética

Liberalización de los sectores energéticos

Y consideraciones medioambientales.
Datos aportados por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio referidos al
año 2007 indican un consumo total de energía en España de 147,2 millones de
Tep, lo que supone un aumento del 1,7% con respecto al ejercicio anterior.
El desarrollo económico y social, la expansión del sector de transportes, la mejora
y ampliación del equipamiento familiar, crecimiento del uso de sistemas de
calefacción y aire acondicionado, etc., son factores que han influido en el
crecimiento del consumo energético del 1,7%, un valor que se encuentra por
debajo del PIB y es indicativo de una mejora de la eficiencia energética.
Del consumo total de energía destacan el avance del conjunto de las dos
renovables (hidráulica y eólica) con un 9,5%, del carbón, con aumento del 8,1% y
del gas natural, con una demanda superior en un 4,3%, respecto a la de 2006.
Tipos de energía utilizada en el sector metalmecánico
La industria de metalmecánica constituye una de las industrias básicas más
importantes de los países industrializados. Su grado de madurez es a menudo un
exponente del desarrollo industrial de un país. El adecuado planteamiento de la
industria metalúrgica tiene una importancia notable en el desenvolvimiento de
otras industrias que se suministran de ella, como son la construcción de
electrodomésticos, automóviles, maquinaria en general, construcción de edificios,
y otras numerosas industrias fundamentales para la producción de bienes y
servicios.
El sector metalmecánico no es especialmente intensivo en el uso de energía
aunque algunos de sus procesos requieren de forma específica el uso de
electricidad y de calor fundamentalmente:

Electricidad: con tipos de consumidores principales como son el propio uso
general, los recubrimientos, el calentamiento eléctrico y secado y el
tratamiento de aguas residuales.

Calor: donde se pueden apuntar tres usos fundamentales como la
climatización, calentamiento de baños y hornos de secado.
La eficiencia energética aplicada a la industria
La introducción del concepto de eficiencia energética en las industrias, ha de partir
del conocimiento interno de la organización, la determinación de los consumos
específicos de energía, bien por proceso o por tipos de equipamiento, la
identificación de potenciales de conservación de energía y las oportunidades de
ahorro.
La herramienta utilizada como punto de partida es la realización de los llamados
diagnósticos energéticos, con los que identificar los puntos críticos de consumo en
las empresas y con ello lograr que la dirección comprenda la importancia de la
energía, la creación de políticas energéticas y la necesidad de introducir nuevas
tecnologías más eficaces con mayores rendimientos y consumo de recursos
menos agresivos para el medio ambiente.
Cabe destacar que el diagnóstico energético es un instrumento utilizado para
proporcionar información sobre los consumos específicos de energía en relación
con parámetros adecuados, identificando el potencial de conservación de energía
y las oportunidades de ahorro. Proporciona el conocimiento global del consumo de
energía y contribuye a la comprensión por parte de la dirección de la importancia
del recurso, de la necesidad de crear una política energética y las bases para
obtener el máximo rendimiento en los procesos.
Plan de mejoras tecnológicas en el sector metalmecánico
Todo plan de mejora comprende diferentes áreas en las que trabajar y debe de
confeccionarse a partir del conocimiento de la empresa. Las mejoras propuestas
en el sector metalmecánico tras las visitas realizadas comprenden, la mejora o
modificación de recursos energéticos, tecnologías y la gestión de la propia
empresa.
En general las mejoras propuestas se centran en los siguientes puntos:

Utilización de combustibles fósiles (gas-oil / gas natural) para el proceso de
calentamiento de baños sustituyendo las resistencias eléctricas.

Sustitución del gasóleo C como combustible por gas natural en calderas y
hornos de secado.

Utilización de energía solar como energía de apoyo al calentamiento de los
baños y otros procesos con demanda de calor a baja temperatura (<75 °C).

Estudio de instalación de rectificadores de última tecnología (IGBT) en los
procesos de recubrimiento por vía electroquímica.

Uso de variadores de frecuencia en motores de equipos rotativos.

Mejoras de iluminación: uso de lámparas de alto rendimiento y de sistemas
automáticos (temporizados o por fotocélula) de encendido y apagado de la
iluminación.

Compensación energía eléctrica reactiva.

Estudio de cambio de tarifa eléctrica.

Energía fotovoltaica en cubierta naves (inversión financiera).

Técnicas de cogeneración.

Aprovechamiento de calores residuales.

Sistemas de generación de energía eléctrica minieólica.

Implantación de un sistema de gestión para la mejora de la eficiencia
energética. Identificación de oportunidades de mejora de mantenimiento:
aislamiento, mejoras de control: on-off vs continuo, etc.
Teniendo claro, obviamente, que no todos los puntos son de aplicación a todas las
plantas productivas estudiadas y/o del sector.
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