TAREAS PARA SANAR TU NATURALEZA FEMENINA POR MAUREEN MURDOCK “Las mujeres sabias tienen una inmunidad natural. Dejan que todo fluya y refluya, sin trabajar, sin desear. Se apartan de las expectativas y nunca sienten que las han perdido. Como no sienten la pérdida, sus espíritus viven para siempre.” Pamela Metz y Jacqueline Tobin The Tao of Women Si tu madre nunca te ha consolado, con toda probabilidad te será difícil encontrar un verdadero consuelo para el corazón en las relaciones que establezcas con otras personas. Tu labor será crear ese sentido de consuelo para el corazón dentro de ti misma. Si tu madre nunca se ha compadecido de ti, con toda probabilidad tendrás poca paciencia con tus propios fallos humanos, así como con los de los demás. Tu labor será observar a alguien que practique la compasión, y practicarla tú misma. Si tu madre silenciaba tu creatividad, tu labor será dar voz a cada impulso creativo que se presente. Pinta, escribe poesía, toca el tambor, cuida las plantas, cocina y baila. Si tu madre despreciaba o rechazaba su propio cuerpo como mujer, tu labor es abrazar y honrar a tu cuerpo y a tu sexualidad. Si te sentías abandonada por tu madre por la razón que fuera, incluyendo la depresión o el alcoholismo, tu labor será escuchar a tus sentimientos y nunca abandonarte tú misma. Si tienes alguna cuestión sin resolver con tu madre y ésta ha muerto o ha quedado emocionalmente incapacitada, puedes escribirle una carta (que guardarás tú o te enviarás a ti misma) en la que expreses tu pena y tu enfado por no tener una madre nutridora, y dile que has llegado a aceptarla y comprenderla como tal y como era. Entonces podrás sentirte agradecida por su presencia en tu vida. Todas nosotras llevamos encima el peso de nuestra madre por lo que es necesario sanar la ruptura madre/hija tanto si tu madre está viva como si no, para así poder sanar la profunda herida de tu naturaleza femenina. El elemento clave reside en que tú misma te conviertas en una buena madre. Con esa idea en la mente, asume la tarea de ser maternal contigo misma. Lo sé por experiencia propia, soy una hija del padre cuya madre la rechazaba emocionalmente, y he seguido buscando el cariño maternal que nunca recibí de ella, ya con veinte y treinta años, y tratando de ganar la atención y la aprobación de mentores femeninos mayores que yo, como Polly Mc Vickar y la doctora Jean Houston. También he seguido tendiendo la mano hacia mi madre para comprenderla y aceptarla. En algún momento, en los primeros años de la década de los cuarenta, llegué a un acuerdo con el hecho de que nunca recibiría de mi madre el tipo de guía y amor con los que yo soñaba. Aunque seguía entablando amistad con mujeres maternales, lloré la pérdida del sueño que tanto anhelaba, acepté la pérdida y la dejé marchar. Mientras escribía este libro, le diagnosticaron a mi madre la enfermedad de Alzheimer; a medida que la enfermedad va avanzando y ella se va haciendo más “infantil” y más inocente, yo me voy convirtiendo en madre de mi mamá. Cuando dejes buscar la sanación en una fuente externa a ti, podrás: -Empezar a cultivar tu propia y única sensibilidad femenina, dejando un lugar para escuchar tus sentimientos y responderles. -Escuchar a tu cuerpo y respetar sus límites. -Escuchar a tu intuición y no dejarla atrás. -Escuchar la voz de tu creatividad y respetar cada uno de los aspectos de ti misma que quieran expresarse en cada momento. -Velar por tu salud y tomar las decisiones que te enriquezcan. Al mismo tiempo que vas desarrollando una forma de dar respuesta a tu propia vida interior, puedes dar los pasos necesarios en le mundo exterior haciendo lo siguiente: -Pon tus sueños en marcha. Por ejemplo, si sueñas que te conviertes en una gran escritora, ve a un cursillo de redacción, haz un hueco en tu horario semanal o diario para escribir, y ¡escribe! Si quieres cambiar de carrera, busca alternativas en la biblioteca o invierte en ti misma acudiendo a un centro especializado. -Pon manos a la obra: cuida las plantas, date un masaje, haz pan, observa los ciclos de la naturaleza y sé consciente de tus biorritmos y su relación con los ciclos estacionales. -Cultiva y apoya a tus amistades femeninas. -Únete a un grupo de mujeres; la sanación se produce en la matriz femenina. -Visita la biblioteca o la librería y saca libros en los que investigar sobre lo femenino sagrado. -Participa en el enriquecimiento de tu comunidad. Maureen Murdock "El viaje heroico de la mujer. Etapas y claves del proceso femenino" http://demeterypersefone.blogspot.com/2011/02/tareas-para-sanar-tu-naturaleza.html INVITACIÓN A SANAR LA HERIDA CON LA MADRE Vivimos aún en una cultura patriarcal donde la ruptura con la naturaleza femenina se encarna sobre todo en la ruptura de la relación madre-hija. Algunas de nosotras hemos crecido cuestionadas, desvalorizadas, temidas o hasta ignoradas por nuestras madres. Más allá de su amor o de su entrega, nos hemos sentido solas y sin una figura materna que nos acompañe en el descubrimiento de nuestras vivencias femeninas. Nos ha costado mucho tiempo entender que ellas, aún más que nosotras, han sido víctimas de un mundo patriarcal que les impedía crecer o expresarse. Nos ha dolido comprender que ellas, también fueron alejadas de lo femenino instintivo, de sus recursos sanadores, de sus cualidades nutricias y contenedoras. Poco a poco, nos hemos dado cuenta que ellas también carecieron de una madre que las guiara y las alentara en su búsqueda. Que se vieron separadas de la sabiduría de sus intuiciones más profundas y fueron víctimas de un mundo donde las cualidades positivas de lo femenino estaban y están ausentes. Por ello, hoy quiero invitarte a sanar el vínculo con tu madre, a curar la herida que te separa de ella y de tu Madre interior, a sanar tus lazos con lo femenino materno. Una vez más las palabras pueden cumplir su misión transformadora: Piensa en tu madre. Conéctate con ella. Vuelve a nacer de su útero. Déjate mecer por su tibieza. Siéntela mujer-hermana-compañera. Ve su mirada de niña asustada, su rebelión frustrada, su postergación, su sometimiento a una vida dibujada por otros. Percibe sus deseos acallados, su llanto escondido, su silencio. Escúchala, entiéndela, recupera su ternura, intégrala a ti misma. Puedes nombrarla, abrazarla y comprenderla dentro de ti. Y entonces escribe. Escribe cinco palabras (o más) que la nombren y curen esa vieja herida. Si lo deseas puedes enviarme tus palabras a mi [email protected] y serán compartidas aquí y en los talleres de escritura con otras mujeres para seguir sanando entre todas nuestro universo femenino. ¡Desde ya muchas gracias por participar! ©Germana Martin LA IMPORTANCIA DE LA MADRE INTERNA: EL DUELO POR LO IMPERFECTO, EL ENCUENTRO CON LO INCONDICIONAL. Si pensamos en nuestro desarrollo personal, la relación con nuestra madre sirve como patrón para la relación con nosotras mismas. Como hijas, absorbimos de nuestra madre información sobre lo que sentía hacía ella misma, lo que sentía hacia nosotras, y lo que sentía hacia el mundo. Aprendimos a tratarnos de la misma manera que nuestra madre se trató a ella misma. Nuestra tarea como mujeres conscientes radica en transformar la madre interna dentro de nuestra psique creada a partir de nuestra madre biológica con sus limitaciones humanas en la madre que siempre necesitábamos y queríamos. Podemos convertirnos en la madre que siempre queríamos –hacia nosotras mismas. De esta manera, somos capaces de aceptar las limitaciones de nuestra madre externa, porque nuestra madre interna se convierte en la madre primaria con la que podemos contar, de formas en que quizás nunca hemos podido contar con nuestra madre externa. Nuestra madre solo podía amarnos de la manera que podía amarse a ella misma. En un momento dado, debemos enfrentar el hecho de que nuestra madre no pudo y no va a poder satisfacer nuestras necesidades de la manera que necesitábamos y queríamos. Esto significa pasar por un proceso de duelo. Un duelo por la forma en que tuvimos de compensar y sufrir la herida materna. En el proceso de duelo, tenemos la oportunidad de darnos cuenta del hecho de que si nos sentimos amadas o abandonadas no fue por nuestra culpa. Sólo entonces podemos abandonar la lucha para demostrar nuestra valía en el mundo. En el proceso de duelo, también podemos tener compasión por nuestra madre y la carga que llevaba. Al sanar tu madre interna, transformas tu vida más allá de lo que puedas imaginar. Al confrontar este dolor, podemos darnos cuenta de que lo que pensábamos que era nuestro dolor es en realidad parte del dolor de nuestra madre que nosotras hemos llevado por amor. Ahora podemos elegir dejar esta carga. De esta manera, en lugar de atenuar nuestro sentimiento de culpa, podremos sentir la confianza en nuestros cuerpos y en nuestros corazones para así desarrollar un sentido de auténtica plenitud y amor propio. Al convertirnos en la madre “suficientemente buena” para nosotras mismas, nos liberamos no sólo a nosotras mismas, sino también a todos aquellos que conforman nuestra vida. Es un reto reconocer ante nosotras de que manera no fuimos amadas en nuestra relación con nuestra madre. Al recordar y ver lo cargada y abrumada que estaba pudimos pensar que éramos la fuente de su dolor. Esta “hija culpable” puede mantenernos estancadas. Una forma de liberar nuestra culpa es reconociendo la inocencia y legitimidad de nuestras necesidades infantiles. Es una forma de liberarnos de la vergüenza y bautizarnos a nosotras mismas en nuestra bondad y divinidad. Una vez hemos atravesado el duelo por nosotras mismas, entonces podemos comenzar el duelo por nuestras madres y por todas las mujeres. El duelo nos repone y nos fortalece. Como mujeres, podemos sanar y darnos lo que nuestras madres no nos podían dar. Podemos convertirnos en nuestra propia fuente. El “dolor corporal” del colectivo femenino es sanado una a una. Y a medida que el dolor corporal femenino se cura, lo mismo ocurre con el dolor de la comunidad humana. Nuestra propia sanación no es sólo un regalo para nosotras mismas, también lo es para el mundo. La herida de la madre es una gran oportunidad. Conforme nos permitimos contactar con lo que se siente como un hambre antigua, inagotable para una madre inagotable, nos damos a luz a nosotras mismas en nuestra verdadera identidad – la matriz de luz- una fuente inagotable, desbordante de amor y abundancia que no depende de las circunstancias o condiciones. Entonces podemos vivir al servicio de lo que realmente somos- el amor mismo. Bethany Webster es escritora y facilitadora y vive en el oeste de Massachusetts. Actualmente está trabajando en su primer libro, La matriz de luz: El poder de la Menstruación consciente. Facilita en colaboración un taller llamado “Sanando la herida de la madre” puedes visitar sus blogs en: http://womboflight.com yhttp://embraceofbeing.com. Traducción al español por: Sophia Style, Mónica Manso e Isabel Villanueva La bella imagen es de Ingrid Tusell Domingo. Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir con TwitterCompartir con FacebookCompartir en Pinterest TALLER A DISTANCIA SANAR LA HERIDA CON LA MADRE: UN RETORNO A LA ESENCIA FEMENINA. La fotografía se ha tomado de la Web y se desconoce su autoría. TALLER A DISTANCIA "SANAR LA HERIDA CON LA MADRE: UN RETORNO A LA ESENCIA FEMENINA" ¡EN SU MODALIDAD LIBRE, PARA QUE PUEDAS REALIZARLO POR TI MISMA, SIGUIENDO TUS PROPIOS RITMOS! He creado este taller, en su Modalidad Libre, para ayudarte a sanar la relación con tu madre y cerrar la herida que te separa de ella y de tu esencia femenina. Lo he diseñado especialmente para guiarte, con claridad y sencillez, a través de las ocho diferentes propuestas de trabajo que vivenciarás en ese proceso. Al trabajar con este taller verás que se trata de un sendero en espiral que podrás recorrer una y otra vez, con un nivel de profundidad diferente en cada oportunidad, trabajando el vínculo que te une con tu madre todo lo que te sea necesario. De este modo, las propuestas del taller –cada vez que recurras a él– despertarán nuevas visiones e intuiciones sobre el lazo que te une con ella. Utilizando el acto creativo como herramienta de sanación, abordarás los siguientes contenidos: - El conflicto con la madre: la Herida Original. - La madre como espejo. - Buscar y encontrar la propia identidad. - Reencuentro con la Madre-Mujer. - Despertar la Madre Interior. - Resignificación del rol materno. - Descubrir y alimentar el amor compasivo. ¿CÓMO TRABAJARÁS? Si bien el taller está organizado para realizarlo en el transcurso de 2 meses, tú serás la protagonista de esta experiencia y podrás transitarla siguiendo tus propios ritmos. Manejarás el tiempo de una manera natural, respetando tus tiempos ya que –al no tener que entregar tareas– podrás fluir en armonía con tus ciclos, deseos y necesidades. No será necesario que te auto-exijas pues el taller estará a tu disposición, en tu computadora, cada vez que lo desees. Podrás iniciar el taller al recibir todo el material de trabajo, inmediatamente después de concretar tu acceso al mismo. No tendrás inconvenientes para realizarlo pues todas sus propuestas son muy claras, con actividades variadas y dinámicas, todas ellas preparadas para que puedas abordarlas por ti misma sin ninguna dificultad. El taller consta de una parte teórica y de una parte práctico-vivencial, ambas te permitirán generarte un entorno apropiado en el que podrás expresarte y crear con total libertad, así como también realizar un profundo trabajo interior. Contarás con: - Mitos, narraciones, poemas, que estimularán tu imaginación e intuición. - Textos informativos que te harán reflexionar sobre el vínculo madre-hija y la manera en que se manifiesta en tu vida. - Vivencias corporales (meditaciones, danzas), que facilitarán tu proceso de transformación y sanación, acompañadas por música elegida especialmente para ellas y explicadas con claridad para que te resulte sencillo y placentero realizarlas. MATERIAL DE TRABAJO Recibirás, en cualquier lugar del mundo y por correo electrónico, el siguiente material: - CUADERNO/TALLER DE AUTOCONOCIMIENTO Y CREATIVIDAD FEMENINA: “SANAR LA HERIDA CON LA MADRE: UN RETORNO A LA ESENCIA FEMENINA”, con textos y vivencias que movilizarán tu cuerpo, tus ideas, tus emociones y tu alma de mujer, en un archivo pdf preparado para que, si lo deseas, puedas imprimirlo y así contar con un bello y colorido libro en tus manos. - CUADERNILLO DE LECTURAS COMPLEMENTARIAS, con textos de diversos autores que te servirán como estímulo e información, enriqueciendo las propuestas planteadas en el cuaderno, en otro archivo pdf también listo para la impresión de un nutrido e interesante cuadernillo. - MÚSICA especialmente seleccionada para acompañar las distintas actividades, totalizando 13 temas musicales en formato mp3. PRECIOS ARGENTINA: $400,00.- (400 pesos argentinos). EUROPA: €30,00.- (30 euros). AMÉRICA Y RESTO DEL MUNDO: U$D35.00.- (35 dólares estadounidenses) ¡Las mujeres que residen fuera de la Argentina cuentan con PayPal y Western Union como medios de pago! Para obtener más información y conocer los medios de pago que te permitirán acceder al taller, escribe a: [email protected] INDICANDO, ADEMÁS DEL NOMBRE DEL TALLER, TU NOMBRE Y PAÍS DE RESIDENCIA. ¡Me encantará que transites este camino, utilizando la creatividad como herramienta: para sanar la herida con tu madre y limpiar, así, el vínculo con tu sagrada esencia femenina! ¡Un cálido abrazo! Germana Martin LA IMPORTANCIA DE LA MADRE INTERNA: EL DUELO POR LO IMPERFECTO, EL ENCUENTRO CON LO INCONDICIONAL. Si pensamos en nuestro desarrollo personal, la relación con nuestra madre sirve como patrón para la relación con nosotras mismas. Como hijas, absorbimos de nuestra madre información sobre lo que sentía hacía ella misma, lo que sentía hacia nosotras, y lo que sentía hacia el mundo. Aprendimos a tratarnos de la misma manera que nuestra madre se trató a ella misma. Nuestra tarea como mujeres conscientes radica en transformar la madre interna dentro de nuestra psique creada a partir de nuestra madre biológica con sus limitaciones humanas en la madre que siempre necesitábamos y queríamos. Podemos convertirnos en la madre que siempre queríamos –hacia nosotras mismas. De esta manera, somos capaces de aceptar las limitaciones de nuestra madre externa, porque nuestra madre interna se convierte en la madre primaria con la que podemos contar, de formas en que quizás nunca hemos podido contar con nuestra madre externa. Nuestra madre solo podía amarnos de la manera que podía amarse a ella misma. En un momento dado, debemos enfrentar el hecho de que nuestra madre no pudo y no va a poder satisfacer nuestras necesidades de la manera que necesitábamos y queríamos. Esto significa pasar por un proceso de duelo. Un duelo por la forma en que tuvimos de compensar y sufrir la herida materna. En el proceso de duelo, tenemos la oportunidad de darnos cuenta del hecho de que si nos sentimos amadas o abandonadas no fue por nuestra culpa. Sólo entonces podemos abandonar la lucha para demostrar nuestra valía en el mundo. En el proceso de duelo, también podemos tener compasión por nuestra madre y la carga que llevaba. Al sanar tu madre interna, transformas tu vida más allá de lo que puedas imaginar. Al confrontar este dolor, podemos darnos cuenta de que lo que pensábamos que era nuestro dolor es en realidad parte del dolor de nuestra madre que nosotras hemos llevado por amor. Ahora podemos elegir dejar esta carga. De esta manera, en lugar de atenuar nuestro sentimiento de culpa, podremos sentir la confianza en nuestros cuerpos y en nuestros corazones para así desarrollar un sentido de auténtica plenitud y amor propio. Al convertirnos en la madre “suficientemente buena” para nosotras mismas, nos liberamos no sólo a nosotras mismas, sino también a todos aquellos que conforman nuestra vida. Es un reto reconocer ante nosotras de que manera no fuimos amadas en nuestra relación con nuestra madre. Al recordar y ver lo cargada y abrumada que estaba pudimos pensar que éramos la fuente de su dolor. Esta “hija culpable” puede mantenernos estancadas. Una forma de liberar nuestra culpa es reconociendo la inocencia y legitimidad de nuestras necesidades infantiles. Es una forma de liberarnos de la vergüenza y bautizarnos a nosotras mismas en nuestra bondad y divinidad. Una vez hemos atravesado el duelo por nosotras mismas, entonces podemos comenzar el duelo por nuestras madres y por todas las mujeres. El duelo nos repone y nos fortalece. Como mujeres, podemos sanar y darnos lo que nuestras madres no nos podían dar. Podemos convertirnos en nuestra propia fuente. El “dolor corporal” del colectivo femenino es sanado una a una. Y a medida que el dolor corporal femenino se cura, lo mismo ocurre con el dolor de la comunidad humana. Nuestra propia sanación no es sólo un regalo para nosotras mismas, también lo es para el mundo. La herida de la madre es una gran oportunidad. Conforme nos permitimos contactar con lo que se siente como un hambre antigua, inagotable para una madre inagotable, nos damos a luz a nosotras mismas en nuestra verdadera identidad – la matriz de luz- una fuente inagotable, desbordante de amor y abundancia que no depende de las circunstancias o condiciones. Entonces podemos vivir al servicio de lo que realmente somos- el amor mismo. Bethany Webster es escritora y facilitadora y vive en el oeste de Massachusetts. Actualmente está trabajando en su primer libro, La matriz de luz: El poder de la Menstruación consciente. Facilita en colaboración un taller llamado “Sanando la herida de la madre” puedes visitar sus blogs en: http://womboflight.com yhttp://embraceofbeing.com. Traducción al español por: Sophia Style, Mónica Manso e Isabel Villanueva La bella imagen es de Ingrid Tusell Domingo. 1 comentario: Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir con TwitterCompartir con FacebookCompartir en Pinterest LA FEMINIDAD CONSCIENTE: MADRE, VIRGEN, ANCIANA por Marion Woodman y Connie Zweig ¨En el mundo arquetípico, lo Femenino aparece frecuentemente en grupos de tres: las tres Nornas, las tres Gracias, las tres Parcas. En los hombres y mujeres actuales que están trabajando sobre sus sueños, lo Femenino Consciente suele aparecer en tres aspectos diferentes: madre, virgen y anciana. Cuando separamos nuestra madre consciente interior de su sombra inconsciente, encontramos con frecuencia una magnífica figura femenina que se se convierte en nuestra madre y guía internas. Nos ayuda a reconocer quiénes somos en todo nuestro Ser. Gracias a este reconocimiento, asimilamos poco a poco las partes de nosotras mismas que en otro tiempo hemos rechazado, consciente o inconscientemente. Tal vez no eran aceptables para nuestros padres, maestros y amigos. Quizá, en nuestro anhelo por ser queridas, rechazamos las mismas energías que nos son ahora indispensables para nuestra vida creativa. Al encontrar aquellas partes perdidas, alertas a su propia verdad, y al vivirlas en nuestra vida cotidiana, damos a luz a la virgen dentro de nosotras mismas. La virgen, tal como yo lo entiendo, es lo Femenino maduro que sabe cómo vivir su propia luz en su propia materia sagrada. Mater es el término latino de madre. A lo largo del proceso de hacer surgir nuestra propia materia a la conciencia, nuestro cuerpo se convierte en el equivalente físico de nuestra madre y guía internas. En nuestro amor por ella, respetamos y honramos la materia de los demás, y la materia que es la madre de todas/os: la Madre Tierra. La conexión diaria e íntima con nuestra virgen interna nos lleva a tomar opciones conscientes y a hacer sacrificios dolorosos. Poco a poco, intuimos cómo evolucionan las pautas de nuestro destino personal y nos sentimos paradójicamente desapegadas y totalmente presentes. En este estado de espíritu quizá podamos un día mirar al espejo y ver nuestra anciana interior. Su sabiduría nace del sufrimiento consciente. La madre, la virgen y la anciana están conectadas íntimamente con cada encrucijada de nuestras vidas. Hacerlas surgir a la conciencia es esencial para llegar a una feminidad madura...¨ Marion Woodman Al respecto, comenta Connie Zweig: En este ensayo elocuente y multidimensional, la analista junguiana Marion Woodman describe la triple forma de lo Femenino consciente o ¨maduro¨: Madre, Virgen, Anciana. Esta trinidad existe simultánea y continuamente en todas las mujeres conscientes, aunque cada aspecto toma un lugar predominante en la conciencia en momentos diferentes. Woodman explica que el papel de madre consciente sólo puede llegar cuando rompemos los vínculos inconscientes que todas nosotras tenemos con nuestra madre personal y arquetípica. Cuando diferenciamos nuestra propia naturaleza femenina de los aspectos heredados de nuestra madre, tanto los positivos como los negativos, podemos empezar a hacernos de madre a nosotras mismas de manera más saludable, y también ser la madre de nuestros hijos de un modo más consciente. Esto puede lograrse con la ayuda de una analista que haga de madre putativa, mediante la construcción de un ego femenino suficientemente fuerte para portar la energía arquetípica sin ser poseída por ella. La identificación inconsciente con un arquetipo es una trampa perniciosa, aunque se trate del arquetipo de ¨la buena madre¨, porque, como señala Woodman, en este estado se pierde la individualidad. Además, cuando despierta en nosotras la madre consciente, nuestros cuerpos se revitalizan. Una relación renovada con la materia, el cuerpo y la tierra, significa una relación renovada con lo Femenino, con una espiritualidad encarnada. Esta se convierte entonces en el hogar de la virgen consciente, en la esencia de la totalidad femenina, que porta dentro de sí el matrimonio de la materia y del espíritu... ...La anciana consciente es el producto de una feminidad madurada, la vieja mujer sabia (u hombre) que ha viajado muy lejos y ha obtenido una amplia perspectiva de la vida. Woodman la llama ¨liberada¨. Ya no está implicada en los juegos de poder de la sociedad y se puede, por lo tanto, confiar en que diga lo que ve y en que ame plenamente. Tomado de Ser Mujer, Marion Woodman y otros autores, edición a cargo de Connie Zweig, Segunda parte, 5. La feminidad consciente: Madre, Virgen, Anciana, págs. 113-116. Digitalizado por Omar Pereira y Germana Martin para Palabra Chamánica. 3 comentarios: Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir con TwitterCompartir con FacebookCompartir en Pinterest CUENTO MEDICINAL "MELISSA" PARA LA SANACIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE MADRE E HIJA, ANALIZADO Y NUTRIDO POR CHRISTIAN ORTIZ ¡GRACIAS! Quiero agradecer a Christian Ortiz, por esta fecunda charla sobre la relación madrehija. En ella, desde su experiencia y calidez, nos brinda un aporte valioso y enriquecedor para contribuir a la sanación de la herida con lo femenino. Sus palabras nos permiten una mayor comprensión de la relación con nuestra madre, con otras mujeres y sobre todo, con nosotras mismas. Es un honor participar , a pesar de la distancia física, en este audio, junto a Christian, con el aporte de un sencillo ejercicio. ¡Y es bien bonito escucharlo con su voz! Les recomiendo que visiten su blog "La Diosa Luna. Desarrollo Humano, Sanación y Género" http://ladiosaluna.blogspot.com/ donde encontrarán sabio alimento para el alma y un auténtico acercamiento a la energía femenina. Un abrazo para Christian y para tod@! Germana La bella imagen es de la artista Gioia Albano ¡Muchas gracias! www.albanogioia.com 5 comentarios: Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir con TwitterCompartir con FacebookCompartir en Pinterest RITO: SANACIÓN DE LA RUPTURA MADRE/HIJA Este rito se centra en el restablecimiento de la relación que existe entre tu madre y tú (o entre tu hija y tú). Puedes celebrar este rito sola o con un grupo de mujeres que también estén comprometidas en la sanación de su ruptura madre/hija. Si no tienes un grupo de mujeres, pide el apoyo y la presencia de una amiga íntima. Cuando te decidas a celebrar este ritual, no sólo manifiestas la intención de restablecer tu relación con tu madre sino que también te autoinvitas a alinearte con lo que se necesita para sanar la ruptura presente en el interior de tu naturaleza femenina. Pon un bonito altar de flores, una vela y una imagen o una figura de la Diosa para honrar tu relación con tu madre. Busca una fotografía de tu madre o cualquier objeto que ella te haya dado y que colocarás más tarde, durante el desarrollo del ritual, en el altar. Al empezar el ritual, invoca la guía y la sabiduría de la Madre Diosa. Tanto si alguna vez te has sentido querida, aceptada, protegida, alimentada y bien recibida por tu madre, como si te has sentido rechazada, abandonada y criticada; tanto si tu madre ha estado presente como ausente, si ha podido tocarte o no, vas a realizar este ritual para honrar a tu madre de forma que llegues a conseguir aceptar, al menos parcialmente, quién es o quién fue en tu vida. De algún modo, tu madre lo hizo lo mejor que pudo teniendo en cuenta su propio ambiente familiar, el momento histórico que le tocó vivir, su sentido maternal o su carencia del mismo, su salud, su situación económica, estado civil, lo que le estaba socialmente permitido como mujer, y el apoyo que recibió para ser una buena madre, tanto de su esposo como de la cultura a la que perteneció. Rinde honor a su fuerza, su sabiduría y su capacidad de entendimiento, y agradécele el haber elegido que nacieras. (Puede que en este momento no te sientas con fuerzas para hacerlo, pero de lo que se trata en este momento es de abrir el corazón para que puedas creer que tu madre hizo las cosas lo mejor que supo.) Al realizar este rito vas a curar las heridas de tu madre a la vez que las tuyas, de forma que ya no te vuelva a acompañar la idea de tu madre unida a una sensación de dolor, sino que a partir de ahora puedas empezar a sentir ante esa idea la luz de tu madre. Piensa qué es lo que necesitas conseguir a través de este rito para mejorar tu relación con tu madre. Por ejemplo, si necesitas comprenderla, perdonarla, sentirte responsable de ella, aceptarla, sacar algún aspecto de ella que ella haya mantenido oculto, llorar su pérdida, dejarla ir, pedirle a ella que te deje marchar… Coloca el objeto o la fotografía en el altar y ve enunciando en voz alta la línea femenina de tu genealogía. Por ejemplo, yo tendría que decir: “Soy Maureen Elizabeth, nieta de Julia Frances Virginia Dunn, hija de Julia Frances Virginia, hermana de Rosemary Teresa, madre de Heather y Brendan”. Si otras mujeres toman parte de este rito haz una breve semblanza de tu madre. Después, dirígete directamente a tu madre y cuéntale qué es lo que aprecias de ella. Cuando hayas terminado, enciéndele una vela, bendícela y deja que se vaya. Maureen Murdock “El viaje heroico de la mujer. Etapas y claves del proceso femenino” INVITACIÓN AL ÚTERO Quiero invitarte a participar de esta experiencia... Te propongo RENOMBRAR nuestro universo femenino, nuestro cuerpo de mujer para otorgarle el significado real que encierra desde siempre y que la cultura patriarcal ha opacado o destruido. Te invito a RE-SIGNIFICARLO con palabras propias, nuestras, nacidas de nuestras vivencias y emociones. De nosotras surgirán las palabras que nos curen, nos transformen, nos despierten. Sólo tómate unos minutos y piensa en tu ÚTERO. Imagínalo. Conéctate con él, Siéntelo. Sé que es difícil pues a lo largo de mucho tiempo hemos estado alejadas de él. Luego escribe cinco palabras( o más, si lo deseas) que lo nombren. Puedes compartirlas, si lo deseas, aquí debajo en los comentarios. No es necesario que sean bellas, "femeninas", adecuadas. Sólo te pido que sean las que nazcan de tu historia, de la memoria de tu cuerpo y de tu alma, aunque expresen heridas o temores. Éstas son las mías: útero: pecera jardín abismo caracola gruta silencio Todas las palabras que ustedes me acerquen serán sembradas en mi blog y compartidas en mi taller de escritura con otras mujeres. ¡Desde ya muchas gracias! ©Germana Martin Arte: Arla Patch 36 comentarios: Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir con TwitterCompartir con FacebookCompartir en Pinterest TALLER A DISTANCIA "DESDE EL ÚTERO. ESCRIBIR CON EL CUERPO", creado y coordinado por Germana Martin TALLER A DISTANCIA «DESDE EL ÚTERO. ESCRIBIR CON EL CUERPO» EN MODALIDAD LIBRE! ¡PARA QUE PUEDAS REALIZARLO SIGUIENDO TUS PROPIOS RITMOS Y NECESIDADES, EN TU COMPUTADORA Y SIN MOVERTE DE TU HOGAR, SIN IMPORTAR EL LUGAR DEL MUNDO EN QUE TE ENCUENTRES! Recorriendo este taller podrás conocer y descubrir tu cuerpo de mujer para conectar con él desde una mirada nueva, propia y creativa que te permitirá sentirlo, reconocerlo, aceptarlo tal como es, disfrutarlo y re-significarlo desde un lugar propio. Conectarás con tu útero para incorporar su presencia dentro de ti y despertar su poderosa energía. Además de las narraciones y poemas que te unirán a la ancestral sabiduría femenina de tu cuerpo y de tu útero, contarás con diferentes vivencias corporales: danzas y meditaciones (acompañadas por música elegida especialmente para ellas). MODALIDAD LIBRE En esta modalidad serás tú misma quien vaya descubriendo y experimentando las ocho propuestas o Latidos que he preparado especialmente para el taller. Podrás realizarlas con facilidad pues todas ellas son muy claras, con actividades variadas y dinámicas, elaboradas para que puedas abordarlas sin ninguna dificultad. Si bien el taller ha sido diseñado para realizarlo en el transcurso de 2 meses, sólo tú serás la protagonista de esta experiencia y podrás transitarlo siguiendo tus propios ritmos. Manejarás el tiempo de una manera absolutamente personal ya que, al no tener que entregar tareas ni recibir devoluciones, podrás fluir naturalmente y en armonía con tus ciclos, deseos y necesidades. Lo iniciarás al recibir todo el material de trabajo, inmediatamente después de concretar tu acceso al taller. Luego de finalizarlo podrás recorrer nuevamente este viaje en espiral, de aprendizaje y vivencias transformadoras, cuantas veces quieras pues tendrás el material para siempre en tu computadora. Una vez confirmada tu inscripción recibirás, por correo electrónico, el siguiente Material de Trabajo: un Cuaderno/Taller y un Cuadernillo de Lecturas Complementarias en archivos PDF, además de la Música que acompañará las actividades en archivos mp3. PRECIOS ARGENTINA: $400,00.- (400 pesos argentinos). EUROPA: €30,00.- (30 euros). AMÉRICA Y RESTO DEL MUNDO: U$D35.00.- (35 dólares estadounidenses) ¡Las mujeres que residen fuera de la Argentina cuentan con PayPal y Western Union como medios de pago! Para obtener más información y conocer los medios de pago que te permitirán acceder al taller, escribe a: [email protected] Por favor, indica tu nombre y país de residencia, además del nombre del taller que quieres realizar y su modalidad. ¡Me encantará que realices este viaje, utilizando la creatividad como herramienta de redescubrimiento y conexión con tu útero y tu cuerpo de mujer para acercarte más al conocimiento de ti misma y las infinitas posibilidades que atesoras! ¡Un cálido abrazo! Germana Martin Arte: Cristina López Casas No hay comentarios: Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir con TwitterCompartir con FacebookCompartir en Pinterest ÚTERO, poema de Germana Martin Me nazco en amapolas y caricias me nombro mujer para quererme me abro un sendero desafiante y atrevido me permito mirar desde mi misma me invito a estar erguida me deshago de miedos escucho mis latidos sigo mi estela de intuiciones me busco y me pierdo en las mareas me atrevo a mis pasos sólo míos me pierdo me nublo y amanezco nueva me gusto y me empecino me caigo y me disperso en partículas de amores me enraízo me despeño me alboroto me remonto me huelo me desdigo Vuelvo a llamarme a mí misma desde el útero, para gestarme mujer en el silencio, para parirme entera cada día. ©Germana Martin Arte: Libellune 3 comentarios: Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir con TwitterCompartir con FacebookCompartir en Pinterest el útero de Adriana Volcán de sangre Guarida de vida Copa de vida/ cáliz sagrado Tesoro lunar Cuenco de maravillas Sostén de misterios Entramado de raíces rubí Templo de diosa Caldero índigo Cuna de sueños Crisol femenino Trabajo realizado en el taller a distancia "Desde el útero. Escribir con el cuerpo" ¡Gracias! No hay comentarios: Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir con TwitterCompartir con FacebookCompartir en Pinterest el útero de Andrea LA FEMINIDAD CONSCIENTE: MADRE, VIRGEN, ANCIANA por Marion Woodman y Connie Zweig ¨En el mundo arquetípico, lo Femenino aparece frecuentemente en grupos de tres: las tres Nornas, las tres Gracias, las tres Parcas. En los hombres y mujeres actuales que están trabajando sobre sus sueños, lo Femenino Consciente suele aparecer en tres aspectos diferentes: madre, virgen y anciana. Cuando separamos nuestra madre consciente interior de su sombra inconsciente, encontramos con frecuencia una magnífica figura femenina que se se convierte en nuestra madre y guía internas. Nos ayuda a reconocer quiénes somos en todo nuestro Ser. Gracias a este reconocimiento, asimilamos poco a poco las partes de nosotras mismas que en otro tiempo hemos rechazado, consciente o inconscientemente. Tal vez no eran aceptables para nuestros padres, maestros y amigos. Quizá, en nuestro anhelo por ser queridas, rechazamos las mismas energías que nos son ahora indispensables para nuestra vida creativa. Al encontrar aquellas partes perdidas, alertas a su propia verdad, y al vivirlas en nuestra vida cotidiana, damos a luz a la virgen dentro de nosotras mismas. La virgen, tal como yo lo entiendo, es lo Femenino maduro que sabe cómo vivir su propia luz en su propia materia sagrada. Mater es el término latino de madre. A lo largo del proceso de hacer surgir nuestra propia materia a la conciencia, nuestro cuerpo se convierte en el equivalente físico de nuestra madre y guía internas. En nuestro amor por ella, respetamos y honramos la materia de los demás, y la materia que es la madre de todas/os: la Madre Tierra. La conexión diaria e íntima con nuestra virgen interna nos lleva a tomar opciones conscientes y a hacer sacrificios dolorosos. Poco a poco, intuimos cómo evolucionan las pautas de nuestro destino personal y nos sentimos paradójicamente desapegadas y totalmente presentes. En este estado de espíritu quizá podamos un día mirar al espejo y ver nuestra anciana interior. Su sabiduría nace del sufrimiento consciente. La madre, la virgen y la anciana están conectadas íntimamente con cada encrucijada de nuestras vidas. Hacerlas surgir a la conciencia es esencial para llegar a una feminidad madura...¨ Marion Woodman Al respecto, comenta Connie Zweig: En este ensayo elocuente y multidimensional, la analista junguiana Marion Woodman describe la triple forma de lo Femenino consciente o ¨maduro¨: Madre, Virgen, Anciana. Esta trinidad existe simultánea y continuamente en todas las mujeres conscientes, aunque cada aspecto toma un lugar predominante en la conciencia en momentos diferentes. Woodman explica que el papel de madre consciente sólo puede llegar cuando rompemos los vínculos inconscientes que todas nosotras tenemos con nuestra madre personal y arquetípica. Cuando diferenciamos nuestra propia naturaleza femenina de los aspectos heredados de nuestra madre, tanto los positivos como los negativos, podemos empezar a hacernos de madre a nosotras mismas de manera más saludable, y también ser la madre de nuestros hijos de un modo más consciente. Esto puede lograrse con la ayuda de una analista que haga de madre putativa, mediante la construcción de un ego femenino suficientemente fuerte para portar la energía arquetípica sin ser poseída por ella. La identificación inconsciente con un arquetipo es una trampa perniciosa, aunque se trate del arquetipo de ¨la buena madre¨, porque, como señala Woodman, en este estado se pierde la individualidad. Además, cuando despierta en nosotras la madre consciente, nuestros cuerpos se revitalizan. Una relación renovada con la materia, el cuerpo y la tierra, significa una relación renovada con lo Femenino, con una espiritualidad encarnada. Esta se convierte entonces en el hogar de la virgen consciente, en la esencia de la totalidad femenina, que porta dentro de sí el matrimonio de la materia y del espíritu... ...La anciana consciente es el producto de una feminidad madurada, la vieja mujer sabia (u hombre) que ha viajado muy lejos y ha obtenido una amplia perspectiva de la vida. Woodman la llama ¨liberada¨. Ya no está implicada en los juegos de poder de la sociedad y se puede, por lo tanto, confiar en que diga lo que ve y en que ame plenamente. Tomado de Ser Mujer, Marion Woodman y otros autores, edición a cargo de Connie Zweig, Segunda parte, 5. La feminidad consciente: Madre, Virgen, Anciana, págs. 113-116. Digitalizado por Omar Pereira y Germana Martin para Palabra Chamánica. CUENTO MEDICINAL "MELISSA" PARA LA SANACIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE MADRE E HIJA, ANALIZADO Y NUTRIDO POR CHRISTIAN ORTIZ ¡GRACIAS! Quiero agradecer a Christian Ortiz, por esta fecunda charla sobre la relación madrehija. En ella, desde su experiencia y calidez, nos brinda un aporte valioso y enriquecedor para contribuir a la sanación de la herida con lo femenino. Sus palabras nos permiten una mayor comprensión de la relación con nuestra madre, con otras mujeres y sobre todo, con nosotras mismas. Es un honor participar , a pesar de la distancia física, en este audio, junto a Christian, con el aporte de un sencillo ejercicio. ¡Y es bien bonito escucharlo con su voz! Les recomiendo que visiten su blog "La Diosa Luna. Desarrollo Humano, Sanación y Género" http://ladiosaluna.blogspot.com/ donde encontrarán sabio alimento para el alma y un auténtico acercamiento a la energía femenina. Un abrazo para Christian y para tod@! Germana La bella imagen es de la artista Gioia Albano ¡Muchas gracias! www.albanogioia.com TALLER A DISTANCIA SANAR LA HERIDA CON LA MADRE: UN RETORNO A LA ESENCIA FEMENINA. La fotografía se ha tomado de la Web y se desconoce su autoría. TALLER A DISTANCIA "SANAR LA HERIDA CON LA MADRE: UN RETORNO A LA ESENCIA FEMENINA" ¡EN SU MODALIDAD LIBRE, PARA QUE PUEDAS REALIZARLO POR TI MISMA, SIGUIENDO TUS PROPIOS RITMOS! He creado este taller, en su Modalidad Libre, para ayudarte a sanar la relación con tu madre y cerrar la herida que te separa de ella y de tu esencia femenina. Lo he diseñado especialmente para guiarte, con claridad y sencillez, a través de las ocho diferentes propuestas de trabajo que vivenciarás en ese proceso. Al trabajar con este taller verás que se trata de un sendero en espiral que podrás recorrer una y otra vez, con un nivel de profundidad diferente en cada oportunidad, trabajando el vínculo que te une con tu madre todo lo que te sea necesario. De este modo, las propuestas del taller –cada vez que recurras a él– despertarán nuevas visiones e intuiciones sobre el lazo que te une con ella. Utilizando el acto creativo como herramienta de sanación, abordarás los siguientes contenidos: - El conflicto con la madre: la Herida Original. - La madre como espejo. - Buscar y encontrar la propia identidad. - Reencuentro con la Madre-Mujer. - Despertar la Madre Interior. - Resignificación del rol materno. - Descubrir y alimentar el amor compasivo. ¿CÓMO TRABAJARÁS? Si bien el taller está organizado para realizarlo en el transcurso de 2 meses, tú serás la protagonista de esta experiencia y podrás transitarla siguiendo tus propios ritmos. Manejarás el tiempo de una manera natural, respetando tus tiempos ya que –al no tener que entregar tareas– podrás fluir en armonía con tus ciclos, deseos y necesidades. No será necesario que te auto-exijas pues el taller estará a tu disposición, en tu computadora, cada vez que lo desees. Podrás iniciar el taller al recibir todo el material de trabajo, inmediatamente después de concretar tu acceso al mismo. No tendrás inconvenientes para realizarlo pues todas sus propuestas son muy claras, con actividades variadas y dinámicas, todas ellas preparadas para que puedas abordarlas por ti misma sin ninguna dificultad. El taller consta de una parte teórica y de una parte práctico-vivencial, ambas te permitirán generarte un entorno apropiado en el que podrás expresarte y crear con total libertad, así como también realizar un profundo trabajo interior. Contarás con: - Mitos, narraciones, poemas, que estimularán tu imaginación e intuición. - Textos informativos que te harán reflexionar sobre el vínculo madre-hija y la manera en que se manifiesta en tu vida. - Vivencias corporales (meditaciones, danzas), que facilitarán tu proceso de transformación y sanación, acompañadas por música elegida especialmente para ellas y explicadas con claridad para que te resulte sencillo y placentero realizarlas. MATERIAL DE TRABAJO Recibirás, en cualquier lugar del mundo y por correo electrónico, el siguiente material: - CUADERNO/TALLER DE AUTOCONOCIMIENTO Y CREATIVIDAD FEMENINA: “SANAR LA HERIDA CON LA MADRE: UN RETORNO A LA ESENCIA FEMENINA”, con textos y vivencias que movilizarán tu cuerpo, tus ideas, tus emociones y tu alma de mujer, en un archivo pdf preparado para que, si lo deseas, puedas imprimirlo y así contar con un bello y colorido libro en tus manos. - CUADERNILLO DE LECTURAS COMPLEMENTARIAS, con textos de diversos autores que te servirán como estímulo e información, enriqueciendo las propuestas planteadas en el cuaderno, en otro archivo pdf también listo para la impresión de un nutrido e interesante cuadernillo. - MÚSICA especialmente seleccionada para acompañar las distintas actividades, totalizando 13 temas musicales en formato mp3. PRECIOS ARGENTINA: $400,00.- (400 pesos argentinos). EUROPA: €30,00.- (30 euros). AMÉRICA Y RESTO DEL MUNDO: U$D35.00.- (35 dólares estadounidenses) ¡Las mujeres que residen fuera de la Argentina cuentan con PayPal y Western Union como medios de pago! Para obtener más información y conocer los medios de pago que te permitirán acceder al taller, escribe a: [email protected] INDICANDO, ADEMÁS DEL NOMBRE DEL TALLER, TU NOMBRE Y PAÍS DE RESIDENCIA. ¡Me encantará que transites este camino, utilizando la creatividad como herramienta: para sanar la herida con tu madre y limpiar, así, el vínculo con tu sagrada esencia femenina! ¡Un cálido abrazo! Germana Martin ♂PSICOLOGÍA PROFUNDA Y ARQUETIPOS MASCULINOS.♂(CURSO ONLINE) Programa de estudio. CLASE 1 - Introducción a la terapia analítica de C. G. Jung. CLASE 2 - Arquetipo del niño interior. CLASE 3 - Los 4 arquetipos para sanar lo masculino herido. (Parte I) Mitos y símbolos del “Ser hombre”. El ser hombre desde nuestra cultura. La masculinidad y los arquetipos infantiles. La sombra y la masculinidad inmadura. Rey: El tirano. El alfeñique. El Divino Niño. El Tirano de la Silla Alta. El Príncipe Alfeñique. Guerrero: El sádico. El masoquista. El Héroe. El Gran Matón. El Cobarde. Mago: El Manipulador Solitario. El Inocente. El Niño Precoz. El Sabelotodo Embaucador. El Tonto. Amante: El Amante Adicto. El Amante Impotente. El Niño Edípico. El Niño de Mamá. El Soñador. CLASE 4 - Los 4 arquetipos para sanar lo masculino herido. (Parte II) Los arquetipos de lo masculino. El Rey. El Guerrero. El Mago. El Amante. Integrar maduramente los arquetipos. CLASE 5 - Proyección en la pareja. ENTREGA DE TRABAJO FINAL. Dirigido a: Profesionales de la salud, psicología, arte, humanismo, así como a toda persona interesada en la exploración interior. (Nivel básico). Dinámica: Se envía link de descarga con todas las clases grabadas en audio y un PDF. Cada estudiante revisa las clases a su ritmo y al finalizar el curso se habilita la opción a certificado. Duración aproximada: 8 hrs / a su propio ritmo. Fechas de disponibilidad: Durante los meses de Junio, Julio, Agosto y Septiembre del 2019. Cuota única: $43 USD / $800 MX Inscripción e informes: [email protected] WhatsApp para inscripciones directas: https://bit.ly/2QZBAKi Pagos vía PayPal y depósito bancario: https://bit.ly/2WspVWi PAYPAL: https://bit.ly/30PDY7F MUJERES SIN CICLO QUE DANZAN CON LA LUNA por Miranda Gray Durante la menopausia, cuando dejan de afectarnos los cambios hormonales cíclicos, el ciclo lunar se vuelve más importante e influyente. Las mujeres que siempre hayan tenido ciclos irregulares, o un ciclo con tendencias opuestas a las energías arquetípicas del ciclo lunar (ovulando en la luna nueva), finalmente tienen la oportunidad de vivir alineadas con las energías arquetípicas de la luna. Si bien a medida que se adentran en la fase de la posmenopausia puede que no sean conscientes del tránsito hacia la alineación lunar, si comienzan a vivir conscientemente en sintonía con el ritmo de la luna, sus arquetipos femeninos se vuelven más accesibles y equilibrados y les suscitan sentimientos de plentidud. Cualquier mujer sin ciclo, incluidas las mujeres posmenopáusicas, las embarazadas, las que sigan un tratamiento anticonceptivo, las que no tengan útero, así como las que presenten ciclos irregulares... puede vivir en armonía con los cuatro arquetipos femeninos danzando el ciclo de la luna. Esto significa vivir sus vidas llevando a cabo actividades que resuenen con el arquetipo de la fase lunar en la que se encuentre la luna. Recorrer el ciclo de la luna: la fase de la Anciana Tres días antes y después de la luna nueva Las energías de la Anciana son más intensas durante la luna nueva, y al cabo de unos días van transformándose en las energías dinámicas de la Doncella. Al igual que una mujer con un ciclo menstrual, descansamos durante la oscuridad de las energías de la Anciana y utilizamos este tiempo para meditar, reflexionar y sentirnos conectadas con la unidad del universo. Nos movemos despacio, tomamos comidas sencillas y dedicamos un tiempo para recibir orientación interna. Recorrer el ciclo de la luna: la fase de la Doncella Tres días después de la luna nueva y tres días antes de la luna llena La luna creciente aparece en el cielo entre un día y medio y tres días y medio después de la luna nueva, dependiendo de la orientación de la Tierra y el Sol, y con ella comienzan a fluir las energías de la Doncella. Al principio se mueven despacio como en el ciclo menstrual y podemos experimentar unos «días de transición» en los que sintamos en nuestro interior tanto las energías de la Anciana como las de la Doncella. Con la luz iluminando el rostro de la luna, comenzamos a estar cada vez más activas en el mundo, haciendo ejercicio, iniciando proyectos y aprendiendo cosas nuevas. Al igual que una mujer en su fase preovulatoria, ¡somos multitareas y retomamos las actividades mundanas con confianza! Recorrer el ciclo de la luna: la fase de la Madre Tres días antes y después de la luna llena Las energías de la Madre son más fuertes durante los días de luna llena, y al cabo de unos días comienzan a cambiar hacia las energías de la Hechicera, cada vez más introspectivas. Al igual que la fase ovulatoria, esta fase nos trae energías de plenitud, resplandor, amor y cuidados. Es tiempo de conectar con otros y ofrecerlos apoyo y afecto, así como de mostrar nuestro amor y nuestro agradecimiento. Nos movemos con gracia sensual, tocando a los demás, plenas y satisfechas. Recorrer el ciclo de la luna: la fase de la Hechicera Tres días después de la luna llena y tres días antes de la luna nueva La imagen de la luna menguante resuena profundamente en nuestro interior, y es una imagen de magia y oscuridad. Anuncia un tiempo de descanso, espiritualidad, intuición y creatividad inspirada crecientes. Al igual que una mujer premenstrual, tenemos acceso a una sensibilidad sexual, a una mayor quietud interior y al deseo de expresar la espiritualidad y creatividad que fluye en nosotras. Miranda Gray El Despertar de la Energía Femenina Arte:Tamara Adams Las Tres Etapas de la Vida de la Mujer por Jean Shinoda Bolen Considero la doncella, madre y anciana, las tres facetas de la diosa tripartita, los estadios de la vida de una mujer con indiferencia de que haya dado a luz o no. La mayoría de las mujeres pasan la etapa de doncella sin comprometerse y se dedican a catar la vida; cambiando de trabajo y de estudios o probando y descartando relaciones. El arquetipo es el de la puella eterna, la eterna niña. Con el control de natalidad y la autonomía que tienen la mayoría de las jóvenes, la fase de doncella actualmente puede prolongarse décadas, hasta alcanzar la edad en la que antiguamente las mujeres se convertían en madres. También pueden permanecer en la fase de doncella incluso cuando se convierten en madres biológicas, si no son maternales, responsables o maduras. A veces me refiero a las tres facetas como "doncella, madre (o matrona) y anciana" o "mujer joven, mujer madura y mujer sabia" para demostrar que no hace falta que una mujer se convierta en madre biológica en la segunda fase, si bien "madre" es una metáfora apropiada para lo que normalmente implica la segunda fase. En la segunda fase las mujeres toman compromisos y, al asumirlos, maduran. El compromiso podría ser con una persona, una profesión, una causa o un talento: cualquier cosa que sea importante en el ámbito personal. Los hijos (y cualquier compromiso significativo) conllevan más esfuerzo y devoción de los que la mayoría de mujeres se esperan, al tiempo que son una fuente de alegría y sufrimiento, y un impulso para el crecimiento y la creatividad. Esta segunda etapa es la de la entrega y el esfuerzo activo. La mayoría de las mujeres entra en la tercera etapa de la mujer sabia o vieja sólo después de haberse apartado de las preocupaciones de la etapa anterior y de haberse retraído en sí mismas. Los cambios hormonales y los síntomas de la menopausia a menudo hacen que entendamos el entrar en la tercera etapa de manera fisiológica (si bien el cese de la menstruación no implica convertirse en una mujer sabia, ni tampoco llevar el tipo de vida de una mujer que está viviendo su tercera etapa). Los estadios psicológicos de la doncella, la madre y la anciana ya no están estrictamente relacionados con la edad. Las mujeres que han tenido los hijos tarde respecto a su época fértil o los han adoptado tarde siguen muy ocupadas con los compromisos de la segunda etapa. Entran en la menopausia con los hijos en la educación primaria o iniciando la adolescencia, y puede que deseen replegarse en sí mismas justo cuando los demás les reclaman una mayor atención. Las mujeres que retomaron los estudios a mediana edad o cambiaron de profesión quizá se vean inmersas en nuevas trayectorias profesionales y en la menopausia al mismo tiempo. Generalmente la menopausia coincide con un cambio de rumbo: el último hijo abandona el hogar, y la jubilación anticipada no está muy lejana. Con el inicio de la menopausia, cada acontecimiento provocará cambios profundos tanto en la psique como en el cuerpo. Es en la tercera etapa de la vida de una mujer cuando los arquetipos de la diosa anciana se dan a conocer de forma natural. Cuando una nueva etapa de la vida activa sus arquetipos, lo hace con vitalidad y energía. Por consiguiente, cuanto más nos conozcamos en este estadio de la vida, más fácil será activarlos. Cuanto más despierten nuestro interés, y cuanto más simbolicen la madurez de nuestros propósitos y pensamientos independientes, más calarán en nuestro interior. Conocer sus nombres, imágenes, características e historias es importante (y por eso los describiré en los capítulos siguientes), porque este conocimiento les da vida en nuestra imaginación, a la par que nos ofrece un vocabulario para expresar las cosas que ya estamos sintiendo. Cuando oigo a alguna mujer llamar a sus sofocos «olas de energía», me choca que nuestro sentido del humor supere a esa actitud vagamente aprensiva que mostramos hacia la menopausia. ¿Qué pasaría si cada vez que una mujer tuviera un sofoco, sintiera realmente una ola de energía (como si sus arquetipos de sabiduría y autoridad interior fueran activados)? Jean Shinoda Bolen Las Diosas de la Mujer Madura Arte: Leticia Banegas El Proposito Espiritual de la Menopausia: Soltando Lastre por Roslyne Sophia Breillart La bella imagen es de Roslyne Sophia Breillart Durante las primeras etapas de la menopausia, algunas mujeres experimentan un período de duelo que parece interminable. Este duelo es una faceta de un poderoso proceso emocional de muerte y renacimiento. ¿Y por qué la mujer debe pasar por un duelo durante esta fase de su vida? Experimenta un duelo porque muere psicológicamente y llora una pérdida porque suelta el dolor del mundo a través de su útero. Si renuncia a identificarse con su fertilidad, con ser madre, amante, esposa, secretaria, artista, recepcionista, mujer menstruante, conectará cada vez más profundamente con el misterio intemporal de su propia fuente interna. La mujer es un insondable océano de amor, un eterno manantial de devoción hacia la fuente de su Diosa interior. En el fondo de su corazón desea de forma natural vivir en consonancia con este lugar de amor devoto. Pero demasiado a menudo se ve obligada a abandonar su santuario infinito de oscuridad lunar femenina para entrar en la deslumbradora claridad solar del externo sueño mundano masculino. Su realidad reside en la receptividad interna esencialmente yin. No es la de la existencia, de los relojes, del tiempo y de las estructuras lineales; sino que su realidad es innatamente cíclica, ovular, circular, espiral. Cuando la mujer está demasiado ligada al mundo exterior de las creencias irreales en torno a la menopausia, no puede abrazar conscientemente el gozo y la libertad que hallaría si, en aquel momento, entrase profundamente en su cuerpo. Aunque el período menopáusico significa un final, también ofrece la expansiva libertad de los nuevos comienzos. Si la mujer se cree la tergiversación de la sociedad moderna según la cual la menopausia es el fin de su vida como mujer real, sufrirá. Por eso pasa por un proceso de duelo. Sufre porque el mundo moderno no honra su poder gentil y misterioso, sufre porque sabe, desde el fondo de su corazón, que ser mujer es mucho más que la superficialidad de la sociedad contemporánea. Durante la transición menopáusica, su universo interno de oscuridad la atrae suavemente, gentilmente, profundamente y a menudo tumultuosamente hacia si. En la mitología antigua, la mujer era la seductora sirena del mar que cantaba dulcemente a los náufragos para seducirlos y llevárselos hacia las oscuras cavernas de sus profundidades oceánicas. Nuestra civilización actual, la civilización que ignora el poder emergente de las mujeres menopáusicas, no puede captar su profundidad, porque prospera en las aguas superficiales de la irrealidad. Cuando el dolor del amor insatisfecho entra en su útero, sucede a menudo que la mujer suprime el dulce perfume de su esencia, para poder enfrentarse al mundo exterior. Puesto que eso requiere una fuerza ajena a su ritmo cíclico femenino, crea un caparazón duro y, al mismo tiempo frágil, que esconde su vulnerabilidad y gentil fuerza. Durante el viaje de la menopausia, la mujer se desprende de muchos dolores reprimidos, de forma que su sabiduría amorosa puede resplandecer a lo largo de esta fase de la vida que le concede la capacidad de realizar tantas cosas. Mientras, durante esta purificación única, la sabia y amorosa conciencia interna de su útero busca la liberación, la mujer a menudo derramará lágrimas de dolor y pena por la pérdida de todo lo que nunca más podrá ser. Desde que empezó a menstruar, su profunda relación con el cuerpo ha cabalgado de forma innata y fluida con el ritmo cíclico de las fases de las mareas, las estaciones y la luna. Como su amada madre tierra, la mujer experimenta eternamente un ciclo infinito de nacimiento, muerte y renovación. Cada mes es nutrida y colmada por la sabiduría de su ciclo menstrual, y cada mes potencialmente profundiza más en el misterio de su ser. Lágrimas de amor, de nostalgia y de remordimiento a menudo afloran desde una pena profunda que ha formado parte del espíritu femenino durante siglos. Si se trata de una madre que ha puesto todo el amor en sus hijos, puede que ahora deba enfrentarse a la realidad de un nido y un corazón vacíos, ahora que sus niños han crecido de golpe, han desplegado sus alas y han volado. Ahora bien, en el interior de su vacuidad tiene, esperándola, el tesoro. En el silencio y la calma tiene, esperándola, el poder. En el desahogo de su duelo tiene, esperándola, el gozo y la luz radiante. ¿Por qué se lamenta, pues, la mujer? Se lamenta porque esta pérdida inexplicable parece casi insoportable. Aún no sabe que las bendiciones que recibirá serán abundantísimas, porque antes debe experimentar el vacío. Se lamenta porque no ha sido reconocida, comprendida ni amada. Y cuando la preciosa copa, el cáliz sagrado de su útero, se haya vaciado del duelo, empezará a prepararse para una vida de sabiduría y de paz llena de gracia. Empezará a llenar su copa con la riqueza abundante de nuevas bendiciones. Si se trata de una mujer que no ha sentido nunca la madurez de su útero a punto de dar a luz, que no ha sentido fluir dulce leche de sus pechos, que no ha sostenido sus criaturas dulcemente cerca del corazón y las ha nutrido hasta la madurez, quizás ahora lamenta que, irrevocablemente, nunca será madre. Nada puede parar este lamento, porque ahora es el momento en que debe desbordarse y debe desbordarse hasta que haya disuelto todo lo que inhibe el nacimiento de su sabiduría, su poder y su libertad. ¿Por qué, querida mujer, sufres tanto? En realidad no has perdido nada, porque no tienes nada que perder. Sin embargo, ahora debes sufrir, porque es una parte necesaria de la sabiduría que ha de nacer de ti. Sufres porque estás soltando todo lo que en ti es irreal. Sufres porque estás soltando todos los apegos a los roles externos y a los éxitos que has tenido. Sufres porque ya no sabes quien eres. Sufres por todas tus amadas hermanas, el amoroso poder de las cuales ha sido reprimido e ignorado durante siglos. Sufres porque eres una mujer que vive en un mundo dominado por los machos. Sufres porque anhelas que a las profundidades de tu útero llegue, tiernamente, y apasionadamente, un hombre que está demasiado ocupado pensando, haciendo y viajando a otros planetas para parar un momento y amarte a ti y a tu venerada madre tierra. El proceso de duelo de la mujer durante la menopausia es una purificación que limpia el lastre del pasado que hay en su corazón, cuerpo, espíritu y mente. Las aguas purificadoras de sus lágrimas la obsequian con un sentido profundo de gozo, fuerza y libertad. Su nueva vida no puede emerger plenamente hasta que suelte conscientemente todo aquello que no pueda acarrear en su viaje de poder y sabiduría. La mujer sufre un duelo porque ha acumulado capas de pensamientos, emociones y creencias que no corresponden a lo que ella es verdaderamente. El duelo consiste en desprenderse de aquello que no es real en su cuerpo, en su corazón y en su psique. El duelo es la puerta de entrada de la sabiduría, el poder y la libertad. 2008 Roslyne Sophia Breillart Copyright Roslyne Sophia Breillat © Prohibida la reproducción sin el permiso de la autora. Este texto ha sido publicado aquí, con la autorización expresa de su autora. ¡Gracias Roslyne Sophia Breillat! Roslyne Sophia Breillat es una mujer sabia que vive, escribe y pinta desde el corazón. Sus numerosos artículos y pinturas abrazan la sabiduría y la gracia de la esencia femenina y la belleza de la tierra. Es autora de Womb of Wisdom ~ The Sacred Journey of Menopause (Útero de Sabiduría: El Viaje Sagrado de la Menopausia) y es reconocida como una escritora potente y valerosa. Sus obras están publicadas en muchas páginas web y revistas internacionales. Su página web (www.wildeheartwisdom.com) ofrece abundantes muestras de sabiduría femenina, fuentes de nutrición y inspiración. Puedes contactarte con ella a través de su e-mail: [email protected] La traducción de este artículo al español ha sido realizada por Sophia Style http://conectacontuciclomenstrual.wordpress.com Eulàlia Pàmies http://lanostramenopausa.blogspot.com ¡Muchas gracias a ambas traductoras por esta importante labor! El Rito de la Menopausia por Miranda Gray La menopausia, como la primera menstruación, es un cambio dramático en su expresión física y percepción mental, y tiene que ser reconocida como tal. La creciente irregularidad del ciclo menstrual marca su inicio, y el modo en que afecta a las mujeres puede diferir mucho entre un caso y otro; pero lo cierto es que la mujer que ha tomado plena conciencia de las fases que ha atravesado a lo largo de su vida menstrual podrá aceptar con mucha más facilidad los síntomas y el significado de la menopausia que aquella que desconoce su verdadera naturaleza. Para quien conoce plenamente su condición, los ciclos erráticos son los últimos “dones” con los que contará antes que sus ritmos cesen por completo y su percepción y energías cíclicas finalicen. Como si fuese una niña, la mujer posmenopáusica centra todas sus energías creativas en una sola dirección, pero mientras la orientación infantil es externa, la de esta mujer se dirige hacia su propio interior; si las energías de la niña son lineales y las de la mujer menstrual cíclicas, las de la mujer posmenopáusica pueden considerarse un “punto de origen” o “fuente”. La vida menstrual femenina es una serie de descensos al mundo interior que se producen durante la menstruación y tienen por finalidad renovar las energías creativas y devolverlas al mundo exterior; la mujer menopáusica también desciende hacia su oscuridad interior, pero a veces el flujo de sangre no aparece y ella no consigue regresar renovada a su fase joven; poco a poco esa transformación desaparece por completo y la mujer ya no sale de su fase de introspección. A diferencia de lo que sucede cuando aún experimenta la menstruación, sus energías no se manifiestan en el mundo exterior sino que toman forma en su mundo interior, y su percepción deja de ser cíclica para convertirse en un equilibrio entre los mundos externo e interno. Desde esta beneficiosa posición de constante conciencia acerca de ambos mundos, la mujer posmenopáusica es por propia naturaleza sacerdotisa, chamana, sanadora y vidente, pues cuenta con la ventaja de poder acceder continuamente a aquella dimensión interior de la vida a la que sólo llegaba una vez al mes durante su faceta de mujer menstrual. Por ello el conocimiento y la claridad interior propios de la anciana eran ampliamente reconocidos en las culturas del pasado, donde se le veneraba como consejera, guía y representante de la tradición, además de cómo vínculo entre el mundo espiritual o ancestral y la comunidad. En las leyendas del Grial, la anciana Igraine –madre del Rey Arturo- decide retirarse de la corte para refugiarse en el otro mundo y dirigir desde allí el Castillo de las Doncellas; aunque ha dejado de actuar en la corte terrenal, ejerce su influencia sobre ella y la guía desde el más allá, y se le considera poseedora de la tradición femenina y tejedora del destino de su hijo. Al igual que la mujer posmenopáusica, Igraine reside en el mundo interior, desde donde percibe el mundo exterior y establece una relación de mutua influencia con él pero desde otra perspectiva; no se le describe como una mujer débil, deteriorada y frágil, sino como una persona fuerte y poderosa. Como reina del Castillo de las Doncellas, el símbolo de Igraine refleja la enseñanza que la mujer posmenopáusica tiene que impartir a la joven, y en particular a la niña que ha comenzado a menstruar. En el ritual de la primera menstruación la mujer de edad encarna aquella dimensión interior presente en todas las fases del ciclo menstrual; su percepción no se limita a la fase de sus ciclos menstruales: ella está presente en todas las fases y dentro de cada una de ellas; encarna la totalidad del ciclo. Cuenta con la experiencia de su pasado menstrual y tiene la capacidad de ponerse en contacto con el futuro, así que en sus enseñanzas puede hacer referencia tanto a la muerte como a la naturaleza cíclica de la vida. Ella es la fase del ciclo y la sangre de la menstruación, pues retiene sus propias energías menstruales así como su sangre; de hecho, en Blancanieves y la Bella durmiente quien da inicio a la menstruación es una anciana, ya que en estas historias ella encarna la primera sangre que se derrama. La mujer posmenopáusica tiene la capacidad de ofrecer a sus hijos su conocimiento y experiencia acerca del mundo interior, la divina fuente creativa y la espiral del linaje; también ama y cuida, pero esta vez superando el rol de mujer que nutre y alimenta: en esta etapa tiene la misión de iniciar a otras mujeres a la conciencia espiritual. Incluso en la sociedad moderna, tan materialista, esta dimensión espiritual interior se refleja en la gran cantidad de ancianas que forman congregaciones espirituales y religiosas. La mujer posmenopáusica es una activa guía espiritual e iniciadora, y en consecuencia todas las mujeres premenopáusicas son sus hijas y las posmenopáusicas sus hermanas. El ritual de transición de la menopausia marca la aceptación de que la antigua percepción cíclica de la mujer ha muerto, el despertar al mundo interior femenino, y el último descenso hacia la oscuridad que hará posible que la mujer se transforme en la reina del submundo, la guía de las almas y la madre oscura. Tal y como sucede con el ritual de la primera menstruación, quien pasa por él necesita sentir después que su percepción y su vida han cambiado, así que cada mujer debería contar con un ritual diseñado exclusivamente para ella, pero siempre incluyendo las siguientes pautas: 1. La aceptación del pasado y la pena ante su desaparición. 2. El descenso final hacia la oscuridad, y la muerte de la vieja percepción. 3. El despertar a la oscuridad como reina del submundo o madre oscura. Miranda Gray "Luna Roja. Los dones del ciclo menstrual" La imagen es de Gioa Albano www.albanogioia.com La Diosa Tripartita y su Menopausia Sabia por Aída Suárez «Es mujer, es carne, es sexo, es sentido, es semilla.» Para un patriarcado orientado sobre todo hacia la juventud, convertirse en mujer mayor es convertirse en alguien invisible, en una no-entidad. Pero desde una visión arquétipa esta tercera etapa es una época de plenitud e integración personal, en la cual nuestros actos devengan la expresión de nuestra identidad más profunda. Al final de la década de los treinta o al inicio de los cuarenta la mujer puede empezar a sentir un persistente sentido de pérdida, generado por esa valoración patriarcal de la juventud y la menopausia llega sobre los cincuenta, cinco años más, cinco años menos; digamos entre los cuarenta y cinco y los cincuenta y cinco. Generalmente es la mujer quien decide que ha pasado la menopausia y se ha transformado…pero llegadas a esta edad las mujeres no tienen una idea clara de la persona en quien van a convertirse, no conocen o no comprende que se encuentran en el umbral de una etapa de sus vidas en la cual desarrollan su personalidad como jamás lo habían hecho antes. Pero… ¿como puede la mujer estar preparada para recibir los cambios de su cuerpo, cuando tenemos por ejemplo, una píldora anticonceptiva que te inhibe por completo la menstruación o tratamientos de substitución hormonal que pueden provocarte la menstruación? En mi opinión estas dos cosas, entre otras muchas, complican mucho más de lo que ayudan. Es verdad que entre los síntomas de la menopausia se da un cierto malestar físico y psicológico; y la reacción de los demás, especialmente de los hombres, hace de la menopausia un acontecimiento fisiológicamente confuso que la mayoría de las mujeres no celebra. También he observado que muchas veces este cambio, esta época puede ser de intenso tumulto emocional en el que la mujer se ve enfrentando a los sueños perdidos, a las decepciones y los rechazos que han ido llegando al vivir una vida plena. Y coincide, también, con otros cambios: cambio de rumbo profesional o jubilación anticipada, la salida de los hijos de casa, etc.; Con el inicio de la menopausia, cada acontecimiento puede provocar cambios profundos tanto en la mente como en el cuerpo. Los cambios hormonales y los síntomas de la menopausia a menudo hacen que entendamos el entrar en la tercera etapa de manera fisiológica (si bien el cese de la menstruación no implica convertirse en una mujer sabia, ni tampoco llevar el tipo de vida de una mujer que está viviendo su tercera etapa). «Las mujeres no tienen sofocos; tienen oleadas de poder.» La menopausia como la menarca (el inicio de la menstruación) son dos rituales importantes en la vida de una mujer, marcan las transiciones principales de este importante ciclo (los misterios de la sangre), que vinculan a las mujeres, la luna y la divinidad femenina. «Conscientes una de otras.» Cuando me refiero a la menopausia como la tercera etapa, estoy considerando las tres etapas de la vida de la mujer, su triplicidad.La Diosa Tripartida. La niña que empezaba a sangrar y se convierte en doncella = luna creciente = primera fase. La mujer que se queda embarazada por primera vez, gestar vida = segunda fase (si bien no es necesario convertirse en madre biológica para entrar en esta fase o para gestar), se dice que durante el embarazo y la lactancia la mujer retiene su sangre en el cuerpo para hacer un niño. En la segunda fase las mujeres que toman compromisos y, al asumirlos, maduran, están gestando vida, esta etapa es la de la entrega y el esfuerzo activo, del compromiso (con una persona, profesión, causa, talento, etc.). Por ultimo la menopausia = cese de el sangrado menstrual = luna menguante, la mujer retiente su sangre en el cuerpo esta vez para Gestar Sabiduría. Doncella, Madre, y Anciana, las tres etapas de la diosa tripartida, los estadios de la vida de una mujer con indiferencia de que haya o no dado a luz. «Doncella * Madre (o matrona) * Anciana» «Mujer Joven * Mujer Madura * Mujer Sabia» « ¿Qué pasaría si cada vez que una mujer tuviera un sofoco, sintiera realmente una ola de energía (de cómo si sus arquetipos de sabiduría y autoridad interior fueran activados?» Texto desarrollado y adaptado por Aída Suárez http://elsenderodemisdias.blogspot/ http://jardineriashumanas.blogspot.com/ Imágenes de Gloria Lizano López http://glorializanolopez.blogspot.com/ ¡Muchas gracias! Referencias literarias: * El viaje heroico de la Mujer, Maureen Murdock * Las Brujas no se quejan, Jean Shinoda Bolen *Las Diosas de la Mujer Madura, Jean Shinoda Bolen La Menopausia por Jean Shinoda Bolen A diferencia de cuando se cumplen los cincuenta, pasar la menopausia es un episodio muy privado. Para la mayoría de las mujeres, la menopausia llega sobre los cincuenta, cinco años más, cinco años menos; digamos entre los cuarenta y cinco y los cincuenta y cinco años. Generalmente es la mujer quien decide que ha pasado la menopausia y le ha llegado el momento de cambiar de bando cuando lleva sin menstruar durante un año. No obstante, la mayoría de las mujeres experimentan ciertas irregularidades que dificultan el poder ser exactos. Hay períodos regulares en que la menstruación cesa, para volver a iniciarse luego, y suelen observarse con frecuencia pérdidas durante cortos períodos. Para complicar todavía más el asunto, los tratamientos terapéuticos de sustitución hormonal pueden provocar la menstruación, mientras que la extirpación del útero o la quimioterapia hacen cesar la menstruación de manera artificial. Ciertas mujeres perimenopáusicas lamentarán el fin de sus años fértiles, pero habrá otras que se sentirán liberadas. Algunas quizá se preocupen por la posibilidad de quedar embarazadas durante la menopausia, otras, en cambio, desearían que así fuera. Es verdad que entre los síntomas se da un cierto malestar físico y psicológico; y la reacción de los demás, especialmente la de los hombres, hace de la menopausia un acontecimiento fisiológicamente confuso que la mayoría de las mujeres no celebran. Sin embargo, el panorama no es así necesariamente. Han existido, y todavía existen, culturas que muestran su respeto hacia las mujeres mayores o sabias, cuya menopausia se convierte en el momento que marca la transición hacia una condición nueva y honorable. Esto es lo que sucede cuando se considera que las mujeres se reflejan positivamente en la naturaleza y viceversa. Como ocurre en muchas de las tradiciones tribales de los indígenas americanos, la monarquía (el inicio de la menstruación) y la menopausia marcan las transiciones principales de este importante ciclo (los misterios de la sangre) que vincula a las mujeres, la luna y la divina feminidad. Sea en su aspecto de cuarto creciente o cuando se muestra llena y esplendorosa, sabemos que observamos sólo una faceta de la esférica luna. Del mismo modo, los antiguos veían a la diosa como una, aun siendo tripartita dadas sus tres facetas de doncella, madre y anciana. Observaban los ciclos de la luna, de las estaciones y de la fertilidad de la tierra, y también los ciclos de los cuerpos de las mujeres, que compartían sus mismas características. En la antigüedad y en las tradiciones indígenas, cuando una niña empezaba a sangrar, se convertía en una mujer que iniciaba la etapa de doncella, el equivalente metafórico a la luna creciente. Un ritual marcaba su nueva condición. Después del comienzo de la menstruación, sus períodos menstruales entraban en sincronía con el de otras mujeres (como ocurre con las mujeres que comparten dormitorio o piso de estudiantes) y con la luna. De esta manera, la joven sangraría una vez al mes durante su menstruación o “período lunar” hasta que quedara embarazada. Su primer embarazo era una iniciación a la segunda etapa de la vida, correspondiente a la luna llena y la segunda faceta de la diosa tripartita. Cuando quedaba embarazada, se decía que retenía la sangre en el cuerpo para hacer un niño. Sólo después de dar a luz, y finalizada la lactancia, empezaba a menstruar de nuevo. El proceso se repetía hasta que la mujer volvía a quedarse embarazada o hasta que entraba en la menopausia. El cesamiento de la menstruación marcaba luego otro cambio fundamental. De nuevo se decía que la mujer retenía sangre en su cuerpo; sólo que entonces no era para gestar a un niño, sino para gestar sabiduría. La menopausia marcaba el paso a la luna menguante, y era la iniciación a la etapa de la mujer sabia o anciana. En muchas tradiciones indígenas americanas, cuando la mujer dejaba de menstruar, podía ser elegida para convertirse en madre del clan o incorporarse a la tienda de las abuelas. La sabiduría adquirida era un valor positivo, y el interés de la anciana se extendía ahora más allá de su familia para abarcar a todos los niños y al bienestar de la tribu. En esta clase de sociedades la mujer postmenopáusica ostentaba claramente un lugar y una posición honorables. Jean Shinoda Bolen "Las diosas de la mujer madura" (Introducción) CANTEMOS LA PALABRA SALVAJE Y EL MISTERIO No encontrarás aquí técnicas, recetas o instrucciones. Sólo quiero acompañarte en un espacio que me resulta placentero transitar: EL ESPACIO DE LAS PALABRAS. Palabras que pueden crear otras realidades, palabras que rescatan brumas y silencios de nuestro inconciente, palabras para sanar, despertar y abrir infinitas puertas, palabras que en tu mano se vuelven gritos o canciones, palabras que son el eco de todas las mujeres que nos precedieron, palabras chamánicas que derriten miedos, palabras para parirnos como mujeres nuevas. Hoy como Dadoras de Vida, de Placer y de Sabiduría nos reconocemos Mujeres Sagradas. Tenemos así la oportunidad de RENOMBRAR nuestro universo femenino para darle el significado real que encierra desde siempre y que siglos de cultura patriarcal han opacado o destruido. De nosotras pueden nacer las palabras que nos curen, nos incendien y transmuten. Hemos sido víctimas de palabras de otros que fueron usadas para engañarnos, someternos y teñir lo femenino de oscuridad y miedo. Acaso cuando escuchas la palabra "menstruación" no evocas un desierto solitario, dolores grises, pero si en cambio te susurro: "Estoy con mi luna roja" ¿No sientes como yo la fuerza del universo que se precipita cada mes en nuestros cuerpos? Luna roja. Luna de sangre dadora de vida. Luna de bruja poderosa. Luna de sabio viaje interior. Luna de rojizos atardeceres, que bañan mi cuerpo de fluídos profundos. Luna roja. Y entonces estoy aquí, para proponerte que renombremos nuestra historia de Evas sin nombre. Para que juntas busquemos las palabras que coloreen nuestro mundo sin culpas ni pecados. Para que re-nombremos nuestro cuerpo y el de Ellos, para que re-signifiquemos el parir con alegría y nuestros cuerpos se colmen de seres y de flores. Mi vagina amapola. Mi útero de peces. Mi orgasmo enredadera. Agitemos palabras como hojas y llenemos de alma nuestros pasos por la tierra. Cantemos la palabra transformadora, la poesía salvaje y el Misterio. ©Germana Martin La bella imagen es de Gioia Albano. http://www.albanogioia.com/ ¡Muchas gracias! Pareja creadora... un espejo para el autoconocimiento Este blog ha sido intuido, pensado y creado por una mujer y un hombre: Germana y Omar, nosotros. Nos hemos elegido como pareja, no sólo por el profundo amor que nos une sino porque también creemos que junto al otro tenemos la mejor oportunidad de crecimiento individual. Sabemos que la pareja es un camino de descubrimientos personales que se nos brindan junto al compañero, un intercambio de energías y saberes, una experiencia vertiginosa y comprometida. Aquí, juntos, como en la vida cotidiana, nos acompañaremos en la búsqueda de nosotros mismos, aprendiendo el uno del otro, así como de todos aquellos que nos brinden su aporte desde diferentes visiones. Encontrarán plasmadas la mirada masculina y femenina, desde lo diferente que atesora cada una para que entre todos podamos integrar, en lo individual y en la pareja, estos dos aspectos de nuestra naturaleza humana. Creemos que somos espejos y maestros uno de otro, ya sea en los conflictos como en las alegrías, en lo simple de la vida como en lo más sagrado de la existencia. La apertura al otro como ser elegido para acompañarnos, con la confianza y la entrega imprescindible que esto requiere, nos conducirá a la integración en cada uno de nosotros como individuo y como pareja de estas dos caras de la vida: anima y animus, yin y yang, masculino y femenino. Estas fuerzas o energías psíquicas al ir haciéndose concientes en este proceso que transitamos juntos, activando los arquetipos que las simbolizan, contribuirán a la realización personal de cada uno de nosotros como de nuestra pareja. Nuestro deseo es recorrer y compartir con todo aquel lector interesado, este sendero de búsqueda y aprendizaje para multiplicar y expandir todo aquello que nos acerque a una vida más armónica, más sana y plena para todos. Un cálido abrazo y bienvenidos! Germana y Omar LA PALABRA CHAMÁNICA: Propuesta de los Talleres de Autoconocimiento y Creatividad Femenina Es en nuestro corazón salvaje, nutrido de ancestrales mensajes, donde podemos encontrar respuestas y otras visiones de la realidad. Desde el núcleo del Yo instintivo, desde ese lugar de nuestra psique, lograremos conectarnos con la Fuerza Vital que nutre nuestra Creatividad y nuestra Sabiduría Femenina, para plasmar con nuestras propias palabras un mundo que nos refleje como mujeres nuevas. De allí, el poder chamánico de la palabra, que se vuelve puente entre nuestros egos y ese nudo instintivo de energía primordial que nos abre todas las puertas para la transformación y la magia. Y nace entonces la palabra como transformadora de la realidad y de mí misma; la palabra como puente que nos une con lo desconocido, lo inconsciente, lo negado, lo oculto, lo no dicho, lo temido, lo soñado. Este acto creativo de la escritura se vuelve un acto sagrado, descubriéndose como un proceso de gestación pleno, desde lugares desconocidos de placer y fecundidad. Es la palabra creadora, sanadora, chamánica, la que nos permitirá expresarnos, crear y recrear nuestro mundo, para parirnos con un alma, salvaje y libre. Es a partir de contactarnos con narraciones, poemas, imágenes, música y vivencias vinculadas con nuestra esencia femenina como podremos llegar a nuestro mundo subterráneo, donde se encuentra la Mujer salvaje. Es ella la que despliega todas nuestras fuerzas femeninas, la que nos enfrenta con el misterio de ser nosotras misma y nos acerca a la realidad con una nueva mirada, una mirada de Loba Sabia. Entre otras propuestas recorreremos los siguientes temas: -El reencuentro con la naturaleza instintiva femenina: Recuperar la Mujer Salvaje, la Voz de la que sabe. -El útero como lugar sagrado para nuestra sexualidad. El útero como lugar fecundo para la creación. Visualizaciones. Resignificación de las palabras que nos conectan con el placer, con el deseo, con nuestro cuerpo. -El depredador natural de la psique femenina, el boicoteador que todas llevamos dentro. -La ciclicidad femenina y sus portales: menarquia, sexualidad, embarazo, parto, menopausia. -El vínculo de pareja, el amor. Las transformaciones, renacimientos y muertes en cada relación. El miedo, la huida, el compromiso. -Sanar la herida original con nuestra madre y nuestro linaje femenino. -La búsqueda de la manada, la aceptación de ser diferentes.-El círculo de mujeres como espacio de encuentro, creatividad y sanación. ¡Y todo aquello que nazca del encuentro entre nosotras, del intercambio de las experiencias vividas por cada una, dejando fluir los viajes interiores y lejanos de nuestras almas sedientas de libertad, sueños y naturaleza! ¡Será un placer que integres el taller de Palabra Chamánica! ¡Un abrazo de lunas! ¿POR QUÉ HE CREADO MIS TALLERES A DISTANCIA? por Germana Martin Muchas veces me he preguntado por qué me he dedicado a crear -desde el cuerpo, las emociones, las ideas y el alma- estos espacios de encuentro con mujeres que habitan lugares tan lejanos, de edades tan diferentes, pertenecientes a culturas tan diversas y, por sobre todo, con historias de vida tan únicas e irrepetibles: mujeres de profundos y nutricios universos. ¿Cuál es la finalidad, el destino y el significado de mis talleres? Hoy tengo algunas respuestas que me gustaría compartir contigo. He creado estos talleres: - Porque todas necesitamos reencontrarnos con nuestra profunda sabiduría femenina, con ese conocimiento ancestral que todas atesoramos y es parte de nuestro linaje, para sentirnos enteras, sin frustraciones, sin huecos de soledad o descontento, sin la penosa sensación de no saber quiénes somos o hacia dónde vamos. - Porque las mujeres tenemos desiertos de dolor por sanar en nuestros cuerpos, porque las cicatrices deben florecer, porque el sufrimiento tiene que transmutarse en alas, porque renacer es posible una y otra vez. - Porque todas necesitamos descubrir y aceptar nuestra propia sombra, nuestros miedos, nuestras dudas, nuestro lado oculto y, para ello, es bueno estar tomadas de la mano del saber y del amor de otras mujeres, de aquellas mujeres-espejo que nos reflejan y nos ayudan a comprender, transformar, aceptar, perdonar, soltar. - Porque nuestra creatividad, nuestra intuición y nuestro saber más instintivo son las mejores herramientas que tenemos para conocernos, crecer, transformar nuestra vida y estar más cerca de todo lo que amamos cada día. - Porque recuperar nuestras palabras, nuestra voz, nuestro coraje es el camino para decirnos y re-nombrarnos desde un lenguaje diferente y propio de nuestra naturaleza femenina, lejos de la desvalorización, la negación y el ocultamiento al que hemos sido sometidas. - Porque en cada taller que he creado mi intención ha sido abrir una puerta a una nueva mirada de tu "ser mujer": más plena, más libre, más sana, más creativa, más auténtica. - Porque somos nosotras quienes podemos gestar una nueva y poderosa realidad de sueños y alegría compartida. - Porque, por sobre todo, quiero acompañarte en la más valiente, sincera y profunda aventura femenina: ¡Parirte a ti misma desde el amor, la creatividad y la confianza! ¡Un cálido abrazo para todas! Germana Martin Creadora y Coordinadora de la red Mujeres en Círculo y de los Talleres de Autoconocimiento y Creatividad Femenina Palabra Chamánica. 1 comentario: Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir con TwitterCompartir con FacebookCompartir en Pinterest ÁBRETE A NUEVAS POSIBILIDADES por Laura Szmuch ��Ábrete a nuevas posibilidades, aunque duela, aunque sea difícil, aunque te dé vértigo... Extiende tus brazos, dándole la bienvenida a tu vida a todo lo que alguna vez deseaste, y acepta lo bueno: no un poquito, sino TODO lo bueno que tiene para vos. ��Anímate a poner lo que deseas en palabras. Exponte, sé vulnerable. Pide lo que necesites, compra lo que te haga falta, invierte si es necesario. Sé paciente, pero no esperes demasiado. ��Atrévete a soñar, a desear, a crear y construir. Este es tu momento de poder, el aquí y el ahora. No importa si ya lo intentaste y no pudiste, deja el pasado de lado. Prueba nuevas maneras. Aprende a cambiar. Aprende. Todo es un aprendizaje. ¿Ya lo dije? ��Sal de la comodidad si esa comodidad ya es incómoda. Quédate ahí solo si te gusta. Permite que tus miedos se derritan, y que revelen el tesoro que estaban escondiendo. Llena tu día de momentos incomparables, como nunca antes los habías tenido o apreciado. Ábrete. Ábrete a quien puedes llegar a ser. �¿Y si duele? Es posible que duela. ¿Acaso el estancamiento no duele también? ¿Acaso el puño oprimido de la impotencia no deja hematomas? ¿Acaso los dientes apretados y la mandíbula rígida e inflexible no lastiman? ¿Acaso la bronca no expresada no asfixia y ahoga? ¿Acaso la furia apuntada hacia vos misma no te enferma? ��Puedes quedarte ahí, es tu derecho. Uno elige vivir una vida en primera o en estado de subsistencia. Cuando tu piel arde, cuando la energía quiere salir, cuando ya no puedes volver a callar, ni a aceptar, ni a conformarte con menos de lo que pretendes... Cuando recuerdas que esta es TU vida... Es que el velo se corrió, que la imagen empezó a ser nítida, que tus manos están listas para darles forma a tus más anhelados sueños. ��Aunque duela, aunque pique, aunque cause enojo y fastidio, aunque maree y dé vértigo... Siente el pulso de tu vida, y déjala expandirse. ��Abre tus brazos... Acepta lo bueno que la vida tiene para darte... No un poquito. Sino TODO lo bueno. Laura A. Szmuch Las Seis Inspiraciones Arte: Lucy Campbell VALENTÍA PARA SANAR por Jeff Foster El dolor no es una equivocación, un error o una señal de que estamos condenados. En realidad puede indicar que nuestro proceso de curación se está acelerando, no que se esté estancando; que estamos más despiertos y sensitivos a él que nunca antes, más profundamente conectados con el aquí y ahora, menos dispuestos a mirar hacia otro lado... A veces nuestra «normalidad» tiene que romperse y estallar en el caos y en la crisis; es necesario que sintamos el dolor, la tristeza, la frustración, el agotamiento y las dudas más profundamente que nunca antes; nuestro corazón necesita romperse del todo... Considera la posibilidad de que, dentro de tu sufrimiento, se te haya ofrecido una invitación para soltar y dejar ir, para despertar del sueño de la normalidad, para abrazar la vida con todo su quebranto y toda su maravilla, para enamorarte del lugar que ocupas, para salir de la historia del pasado y del futuro y volver tu atención hacia el momento presente, hacia el lugar en el que te encuentras ahora mismo. Deja que sople el viento, deja que rujan las tempestades, deja que todo lo que es falso quede purificado, que todo lo que ya está muerto siga muerto, que la vida explote justo donde estás. Tan solo se te está invitando a una sanación más profunda, aunque la experimentes como dolor, aunque sientas tu corazón a flor de piel, aunque por ahora seas aún incapaz de ver algún mañana. Jeff Foster La senda del reposo TU CUERPO por Germana Martin Tu cuerpo Florece Irradia Gesta Cuida Goza Crece Se fortalece Se expande Duele Ama Crea Sana Tu cuerpo dice tu voz para nacerte viva, para parirte libre, para abrazarte entera. ©Germana Martin Arte: Lady Desidia HOY MISMO DEJA DE CRITICAR TU CUERPO por Alejandro Jodorowsky Hoy mismo deja de criticar tu cuerpo. Acéptalo tal cual es sin preocuparte de la mirada ajena. No te aman porque eres bella. Eres bella porque te aman. Alejandro Jodorowsky Arte: Aleah Chapin No hay comentarios: Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir con TwitterCompartir con FacebookCompartir en Pinterest NO SOY VÍCTIMA por Luzclara No soy víctima. Escogí tener una fuerza más allá de la mujer terrenal. Los seres de poder somos heridos profundamente, como si la Madre Tierra hubiese atravesado con una lanza nuestros corazones, ya que de la sabiduría que viene de la sanación, viene también el poder de sanar la Tierra. Esa herida trajo la determinación de romper con todo, soltar las cadenas e ir más allá de mis limitaciones y volar. Recién ahora que soy ya una abuela/madrina puedo compartir este mi camino de sanación, ser una guía e inspiración para muchos desde la sencillez y profundidad de mi corazón en esta mi Madre Tierra. ¡No somos víctimas, somos Guerreras de Luz! Luzclara No hay co VULNERABILIDAD por Fanny Van Laere Generalmente se confunde la vulnerabilidad con la debilidad. Así es como la vulnerabilidad y la sensibilidad se suelen ver e interpretar como rasgos negativos, siendo por ello criticadas y juzgadas. De esta forma la belleza que hay en ellas queda oculta y no somos capaces de ver que, en realidad, son una puerta hacia la verdadera fortaleza y hacia las respuestas espirituales o existenciales. Pues para recibir una respuesta hay que vivir la pregunta, y para superar y entender una emoción hay que atreverse a sentirla. Ello supone poner en duda lo aprendido a la vez que invita a la persona a entregarse por momentos a una vulnerabilidad constructiva. Fanny Van Laere El Resurgir de lo Femenino Arte: Jessica Stride LAS MUJERES SON EL SEXO FUERTE por MarieLouise von Franz Los hombres temen el lado terrenal de la mujer. Este lado es su poder, su conexión con la realidad terrenal, y los hombres le temen porque, como percibiera Jung, las mujeres son en realidad el sexo fuerte. Por eso los hombres temen el lado terrenal de las mujeres. Marie-Louise von Franz Arte: Lindy Kehoe SÉ COMO TU ERES por Fritz Perls Sé como tú eres, de manera que puedas ver quién eres y cómo eres. Deja por unos momentos lo que debes hacer y descubre lo que realmente haces. Arriesga un poco si puedes. Siente tus propios sentimientos. Di tus propias palabras. Piensa tus propios pensamientos. Sé tu propio ser. Descubre. Deja que el Plan para Ti surja Dentro de Ti. Fritz Perls Arte: Yuri Kuznetsov MASCULINIDAD SAGRADA, TERRESTRE Y LUNAR por Aaron R. Kipnis Algo está conmoviendo los corazones de los hombres. Estamos empezando a rebelarnos contra muchas y penosas limitaciones de nuestros modelos tradicionales. Estamos buscando nuevas imágenes de la masculinidad que nos apoyen en una recuperación de los sentimientos, de la vitalidad, de la conexión con la naturaleza, de nuestros cuerpos, nuestros hijos, mujeres, y de otros hombres... La imagen de nuevo emergente de la Masculinidad Sagrada es la de un varón creativo, fecundo, generador, atento, protector y compasivo, que vive en armonía con la tierra y la femineidad, y que es también erótico, libre, salvaje, alegre, enérgico y violento... ¿Por qué es importante aceptar una Masculinidad Terrestre? El modelo heroico, solar, celestial, considerado aisladamente, es dominante y opresor. Los dioses solares son abstractos e inaccesibles para nuestra imaginación, la auténtica imagen del padre remoto y desencarnado. Cristo, por ejemplo, no era ni padre ni esposo. Su padre celestial tampoco tenía consorte o compañera femenina... El dios terrestre no es un Señor del Universo. Es un dios más personal que actúa como progenitor de la vida en este planeta. Está involucrado en la evolución de la vida y en su preservación. Presenta una imagen sagrada de la masculinidad generadora de vida, erótica, formativa, en relación con la tierra y el cuerpo. Esas cualidades fundamentales y esas imágenes sagradas del hombre se encuentran en nuestro inconsciente colectivo y en nuestra herencia mitológica, así como en nuestros huesos... ¿Por qué es importante comprender la Masculinidad Lunar? Tengamos en cuenta la lógica del modelo heroico, solar. El sol sale y se pone cada día, siempre el mismo. Es un modelo del hombre que sigue siendo el mismo a lo largo del tiempo. Esto es importante para establecer un modelo de disciplina y rigor en nuestras vidas. Por otra parte, ese modelo puede sofocar otros aspectos de nuestro ser. Las fases de la Luna, en contraste con lo anterior, nos recuerdan que sólo a veces nos sentimos plenos y luminosos. A veces nuestro brillo está en cuarto menguante. A veces queremos sentirnos completamente a oscuras, aparte, solos. En otras ocasiones nuestra luminosidad vuelve a crecer; nos sentimos expansivos y extravertidos. La Masculinidad Lunar proporciona un modelo viril que deja un lugar para las fluctuaciones emotivas. Crecemos y menguamos. No hemos de ser siempre duros, valerosos y extravertidos. A veces podemos ser suaves, vulnerables e introvertidos. Hay ejemplos innumerables de deidades masculinas vinculadas con la tierra, la luna, el mar o el bosque, más que con el cielo, las estrellas o el sol... Cuando hombres y mujeres redescubran esas antiguas fuerzas de la tierra, entonces podremos descubrir también nuestro territorio común como aliados a cargo de la preservación de una nueva cultura que abarque las vidas de los hombres y de las mujeres como algo igualmente sagrado. Aaron R. Kipnis (psicólogo, escritor y coordinador de grupos de hombres) Tomado del libro Ser Hombre Arte: Caroline Maniere, «El Hombre Mariposa, símbolo de la transformación» Sólo tengo que acordarme de respirar, quedarme quieta un momento para que algo en mí se acomode, se suavice, dé lugar a la imperfección. La dura voz del juicio se vuelve un susurro y recuerdo que la vida no es una carrera de postas, que todos llegaremos a la línea de llegada, que despertar a la vida es la razón por la que nací. Todas las veces que me olvido, todas las veces que me encuentro corriendo como una loca sin saber a dónde voy, tengo siempre la opción de parar, respirar, ser, y caminar de nuevo, lentamente, hacia el misterio. Dana Faulds Arte: Imagen tomada de la Web, se desconoce su autoríaSANANDO: CONFÍA EN EL PROCESO por Jeff Foster A veces tienes que comprometerte a sentirte peor con el fin de sentirte mejor. A veces tienes que perder la esperanza de sentirte mejor, antes de sentirte mejor. A veces el sanar implica mantenerte muy presente a las poderosas olas de sensación que se mueven en tu cuerpo. A veces el cuerpo tiembla, se convulsiona; a veces duele, suda, arde, mientras elimina toxinas, liberando toda la energía. La mente dice: «Estoy empeorando». El corazón sabe que estás perfectamente bien. La verdadera sanación no es la eliminación de los síntomas, entonces, sino el coraje, la confianza, y la conexión con cada aliento, y también saber que los síntomas pueden tomar más fuerza antes de desaparecer. Y podrían nunca desaparecer. Y aún así, podrías enamorarte de ti mismo tal y como estás en este momento, sin importar el futuro, y podrías caer de rodillas en gratitud, porque se te ha dado un día más en esta preciosa tierra. Tal vez el hecho de sentirte peor fue lo mejor que te pudo haber pasado. Porque jamás habías sentido la presencia del amor con tanta claridad, y tu camino nunca había sido tan evidente, y nunca te habías sentido tan vivo. Jeff Foster Arte: Tatiana Vezeleva La niña que está en nuestro interior es frágil, pero está viva e interpreta nuestras experiencias aún antes de que nosotras seamos conscientes de ellas. Esa niña es quien puede temer a los lugares nuevos, a las personas desconocidas y a las situaciones extrañas. Nuestra niña necesita alimento de un tipo del que quizás no recibió en el pasado. Podemos tomar su mano, persuadirla y hacerle saber que no la abandonaremos. Ningún lugar nuevo, ninguna persona desconocida y ninguna situación extraña tienen por qué abrumarla. Es sorprendente la fortaleza que adquirimos cuando nos cuidamos a nosotras mismas, cuando reconocemos a nuestra asustada niña interior y la abrazamos haciéndola sentir segura. No enfrentamos nada solas. Juntas podemos enfrentar cualquier cosa. Hoy me haré cargo de mi niña y no dejaré que afronte por sí sola ninguna de las experiencias que el día pueda ofrecerme. Karen Casey Cada día, un nuevo comienzo. Reflexiones para mujeres. Arte: Elena Shumilova Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir con TwitterCompartir con FacebookCompartir en Pinterest http://lapalabrachamanica.blogspot.com/2017/02/hoy-me-hare-cargo-de-mi-nina-por-karen.html Pareja creadora... un espejo para el autoconocimiento Este blog ha sido intuido, pensado y creado por una mujer y un hombre: Germana y Omar, nosotros. Nos hemos elegido como pareja, no sólo por el profundo amor que nos une sino porque también creemos que junto al otro tenemos la mejor oportunidad de crecimiento individual. Sabemos que la pareja es un camino de descubrimientos personales que se nos brindan junto al compañero, un intercambio de energías y saberes, una experiencia vertiginosa y comprometida. Aquí, juntos, como en la vida cotidiana, nos acompañaremos en la búsqueda de nosotros mismos, aprendiendo el uno del otro, así como de todos aquellos que nos brinden su aporte desde diferentes visiones. Encontrarán plasmadas la mirada masculina y femenina, desde lo diferente que atesora cada una para que entre todos podamos integrar, en lo individual y en la pareja, estos dos aspectos de nuestra naturaleza humana. Creemos que somos espejos y maestros uno de otro, ya sea en los conflictos como en las alegrías, en lo simple de la vida como en lo más sagrado de la existencia. La apertura al otro como ser elegido para acompañarnos, con la confianza y la entrega imprescindible que esto requiere, nos conducirá a la integración en cada uno de nosotros como individuo y como pareja de estas dos caras de la vida: anima y animus, yin y yang, masculino y femenino. Estas fuerzas o energías psíquicas al ir haciéndose concientes en este proceso que transitamos juntos, activando los arquetipos que las simbolizan, contribuirán a la realización personal de cada uno de nosotros como de nuestra pareja. Nuestro deseo es recorrer y compartir con todo aquel lector interesado, este sendero de búsqueda y aprendizaje para multiplicar y expandir todo aquello que nos acerque a una vida más armónica, más sana y plena para todos. Un cálido abrazo y bienvenidos! Germana y Omar ©Germana ©Omar Pereira CÓMO ELEGIR UN COMPAÑERO PARA UNA RELACIÓN DE TODA LA VIDA, por CLARISSA PINKOLA ESTÉS. Martin 1- Elige a alguien como si fueras ciego. Cierra los ojos y observa qué puedes sentir de esa persona, de su gentileza, su lealtad, su comprensión, su devoción, su habilidad para ocuparse de ti, su habilidad para cuidar de sí mismo como un ser independiente. En nuestra cultura nos basamos mucho en lo que vemos con nuestros ojos externos. Pero cuando miramos al objeto de nuestro amor, es mucho más importante lo que vemos con los ojos cerrados. 2- Elige a alguien que tenga la habilidad de aprender. Si hay algo que verdaderamente hace diferencia entre un amante para toda la vida y uno fugaz, es una persona que tenga la habilidad de aprender. Dice el refrán “el ignorante es poco tolerante”. Aquellos que no pueden aprender cosas nuevas, ver las cosas a la luz de lo nuevo, ser curiosos acerca del mundo y de cómo funcionan las cosas o las personas, a menudo se cierran y dicen. “No, esto tiene que ser así, de este modo” y para una relación de toda la vida es mejor estar con alguien que se abra y se cierre aprendiendo y evolucionando. 3- Elige a alguien que quiera ser como tú, fuerte y sensible a la vez. Para no confundir el significado de estas palabras, no relacionarlas con la rigidez y la fragilidad. La fuerza en el sentido en que es fuerte un árbol: pueden soplar fuertes vientos pero se sostendrá porque es flexible y se moverá para adelante y para atrás con el viento. Y en cuando a la sensibilidad, estoy hablando de ver, estar alerta a las cosas que están alrededor de uno. Algunas personas pueden necesitar una pequeña ayuda en esto, pero a menudo en algún en algún lugar profundo en su mente, o en su corazón, ya están despiertos y alerta a todas estas cosas, si bien no saben cómo articularlas. Y es por eso que el número 2 es tan importante: la habilidad para aprender. Puedes tener todas las posibilidades, todas las potencialidades del mundo para ser amable, amoroso, devoto, bueno y el mejor amante conocido del género humano pero si no puedes aprender a desarrollar ese potencial. ¡Entonces no sirve de nada! 4- Elige a alguien que cuando lo hieras, sienta dolor y te lo muestre. Y viceversa... elige a alguien que cuando te hiera, vea tu dolor y lo registre. Esto es muy importante. Hay muchos modos en que la gente muestra el dolor. A veces reclamando es una de las cosas que hacen las personas más extrovertidas. Reclaman, se vuelven locos... pero es su propia expresión de dolor. Lo peor es cuando le haces a tu compañero algo que no es amable, o que es impensado y él no muestra reacción. Como si no se permitiera a sí mismo mostrarse verdaderamente humano en tu presencia. Pasamos por muchas relaciones o unas cuantas, antes de encontrar a alguien con quien querríamos pasar nuestra vida. Sentimos las heridas en tantas relaciones que empezaban con grandes esperanzas pero que terminaban con fallas y accidentes. Por otro lado, te vas a encontrar con otro que no está intacto, que también está herido de algún modo. Como resultado de esto es que la habilidad de tu compañero de mostrar su dolor es tan importante como su habilidad para percibir tu dolor. ¡Es muy importante! Porque por naturaleza de las relaciones hay momentos de tensión en que presionamos o hicimos algo que lastimó al otro y esto no puede ser evitado completamente, pero no debe ser la misma herida una y otra vez. La gente tiene que aprender cada vez. Puede que alguien haya acumulado enojo y sufrimiento, heridas de los amantes anteriores, y haya adquirido así la habilidad de herir al nuevo amante y hasta ser desbordado por el deseo de herirlo. Entonces debe ser capaz de parar, de detenerse cuando ve el dolor en la otra persona. 5- Elige a una persona que tenga una vida interior. Trabajando, dibujando, escribiendo, a través de la meditación, la religión, algo que ame. Elige a una persona que esté en viaje y te vea como a un compañero de camino, un compañero de viaje. La habilidad para estar completamente con el otro y al mismo tiempo enteramente separado es muy importante. Las relaciones son cíclicas y hay momentos para estar muy cerca el uno del otro y otros momentos para apartarse. 6- Elige a alguien que tenga pasiones similares a las tuyas en la vida. Una relación construye una memoria. Estas memorias, lo compartido, son el “pegamento” lo que une la relación. Por el placer que es recordar buenos tiempos juntos, pero también los tiempos duros. Si no hay nada que verdaderamente disfruten juntos, es muy difícil pasar estos tiempos con el otro. Aun cuando cada uno pueda ser muy distinto del otro y hacer cosas muy diferentes, tiene que haber algo, algo tan simple como descansar juntos en la bañera o secarse juntos el pelo al sol, o dar vuelta a la manzana cada noche, o cualquier cosa de estas muy simple... sé que estarás pensando, cepillarse juntos los dientes a la mañana... Si, poco más que esto. 7- Elige a alguien que tenga valores similares En cuanto a tener hijos, al nacimiento de los niños, la familia, roles de hombres y mujeres y las ideas acerca del dinero y la religión. Tal vez todas estas cosas juntas son el ideal y no las puedas encontrar todas sobre todo al principio de la relación, pero puedes tener esto en cuenta. Elegir a alguien que tenga valores similares tiene que ver con disminuir las fricciones en la relación y estas cosas deben sintonizarse si ha verdadero compromiso. Esta sintonía debe darse también en un nivel pragmático y cuando se da en estos niveles prácticos en más fácil que pueda darse en otros niveles más sutiles. 8- Elige a alguien compasivo, a alguien que sea capaz de escuchar, a alguien que te dé tiempo. Particularmente si eres una persona impulsiva, al tener un compañero que no sea tan impulsivo como tú, eventualmente hallarás cierta lentitud que será buena para ti. También alguien que sea un poco lento, al estar con un compañero que sea bien distinto se acelerará un poco. Y podrán después de un tiempo hallar un ritmo propio de la relación. A veces las personas tienen que estar ocho o nueve años hasta tener este ritmo completamente desarrollado. Lleva tiempo construir un milagro... no un milagro porque estén juntos sino por la fuerza que hay en el centro de una relación por la profunda guía del amor. 9- Elige a alguien que se pueda reír de sí mismo. Poder hacer un chiste y reír de la situación y de sí mismo es muy importante. Pero supongamos que no tienes un compañero muy chistoso, elige a alguien que pueda parar una discusión y aprender a reírse de la situación (vuelve al punto 2, alguien que tenga habilidad para aprender) 10- Elige a alguien a quien puedas tolerarle las fallas y características. En los momentos de tensión y cansancio, las cosas que más te atraerían de un compañero, las cosas más encantadoras, serían las que después te volvería loca... Así que no pienses que podrías vivir con alguien que tiene cosas que realmente molesta a las otras personas y que para ti no son importantes porque él o ella las está haciendo y él o ella es tu amante. Hay algunas cosas que son intolerables en cualquier relación sea el matrimonio o las sociedades y los negocios. Tales como el alcoholismo, el abuso sexual, el juego, las actividades criminales, Una persona que no dice la verdad, una persona que no te puede mirar a la cara, una persona por la que no podrías dar fe, una persona que puede hacer cualquier cosa por tapar sus errores. Todo eso sería construir una relación en un terreno inseguro. 11- Ser amigos y no-solo amantes. Y no es solo que digas “si yo sé lo que eso significa, significa que me guste y que lo ame” Significa más que eso y un modo de juzgarlo es pensar. ¿Harías por tu pareja lo que estás dispuesta a hacer por tu mejor amigo? ¿Estás dispuesta a escucharlo, estás dispuesta a hablar de las cosas de las que él tiene ganas de hablar, a prestar atención a los detalles de lo que dice o tiene ganas de hacer? Esto no significa que tengan que estar cuidándose el uno al otro siempre y para siempre, pero sobre ciertas bases y en algunos detalles por cierto que deben hacerlo. Entonces cuando pienses en lo que harías por tu mejor amigo y en lo que harías por tu amante, las cosas se aclararán para ti. 12- Elije a alguien que haga tu vida más grande y no más pequeña. Clarissa Pinkola Estés. Imagen: Sonia Koch. Eros, ese puente por Eva Pierrakos Cuando analizamos el elemento principal de la fuerza erótica, descubrimos que es la aventura, la búsqueda del conocimiento de la otra alma. Este deseo vive en todo espíritu creado, pues la fuerza vital inherente a la existencia tiene que sacar de su aislamiento a la entidad en cuestión. El eros fortalece la curiosidad de conocer al otro ser. Y vivirá mientras exista algo nuevo para descubrir en la otra alma, mientras uno sea capaz de revelarse. En el momento en que piensas que ya has descubierto todo lo que se puede encontrar y que has revelado todo lo que tienes para revelar, el eros se irá. Pero tu gran error consiste en creer que existe un límite para lo que un alma puede revelar de sí misma, ya sea la tuya o la de otra persona. Sueles pensar que lo has descubierto todo una vez que llegas a cierto punto de descubrimiento o revelación superficial. Entonces te instalas en una vida plácida y dejas de buscar. El eros te ha llevado ahí gracias a su fuerte impacto. Pero después, su voluntad para continuar investigando las profundidades ilimitadas de la otra persona al tiempo que voluntariamente revelan y comparten su búsqueda interior es lo que determina si se ha usado al eros como puente hacia el amor. Lo cual, a su vez, siempre está determinado por el deseo de aprender a amar. Sólo si se actúa de ese modo se puede mantener la chispa del eros en el amor y sólo así se puede seguir encontrando al otro y dejándose encontrar a uno mismo. No existe límite alguno, pues el alma no tiene fin y es eterna; no alcanza con una vida entera para lograrlo. Eva Pierrakos Tomado de la revista Uno Mismo nº 160, octubre 1996 Nuestro cuerpo... ese espejo El crear palabras que nos representen desde una nueva conciencia femenina, desde nuestras profundas vivencias como mujeres, desde un universo genuino y propio. nos pone frente a un espejo diferente. Un espejo donde la belleza es generada por nosotras mismas. Sin parámetros sociales, sin normas, sin presiones ni represiones. Un espejo donde se refleja nuestra auténtica mujer salvaje, bella en su esencia de poderosa energía femenina,libre,natural, gozosa, creativa en el placer, amante de lo vital y cíclico. Un espejo que nos brinda nuestro ser femenino al descubierto con sus formas únicas, cambiantes, que se escapan de todo juicio o modelo. Y entonces podemos vernos de otra manera. Escucharnos desde allí. Desde este nuevo cuerpo que se siente pleno, osado, diferente, sano, dotado de hermosos signos que nos hacen ser mujeres únicas e irrepetibles. Salvando las distancias por Ed Shaw Vaivenes y potenciales de la vida compartida. La cercanía entre los seres no se mide en centímetros. La proximidad de las parejas no se tabula en meras medidas. Las distancias tampoco se estiman por normas simplemente numéricas. La regla es aparente y sus divisiones divagan. Solamente tocar no asegura llegar. Detrás del roce hay profundidades ignotas; más allá del beso murmuran las olas de mares recónditos. El universo del ojo interno no tiene confines, y para el intruso no hay indicadores. Seguimos compartiendo el mismísimo colchón a lo largo de casi un cuarto de siglo, piel con piel, piel contra piel, una tercera parte de nuestras vidas juntos. A veces abravesamos el tacto, la tierra incógnita detrás de la frontera del contacto, alcanzando una unión total; a veces, aún juntos, las distancias no se pueden calcular ni en años luz. Confrontando caras o colas, el espacio que nos separa o el contacto que nos acopla parece idéntico. Pero en el sutil terreno de las sensibilidades las cercanías se miden en ciclos, se evalúan en intangibles altibajos de torpes o tempestuosos temperamentos. Se regulan por impulsos intuitivos que aparentemente se escapan de nuestro dominio doméstico. El dolor de la distancia penetra el ser a pesar del aparente estar juntos, señalando estados desdibujados donde el centro se desliza y se refugia en los rincones oscuros de su interior. Se esconde detrás de su parecer, confundiendo al público pero no a la pareja. Las angustias de estas ausencias en cuerpo presente carcomen la plenitud de la cercanía. Hasta que vuelva el viajero, hasta una relajada reunión, no hay paz posible. La realidad no es el gran generador de distancias. Son las fábulas, las fantasías que descolocan los equilibrios, despistan los sentidos. El casete del cerebro repite algún agravio de la antigüedad, exagerado. Alguna programación primitiva rompe repentinamente la tranquilidad y, aunque los dedos siguen entrelazados, la mente viaja en otras esferas, imagina otras galaxias donde los dilemas se desvanecen y las tensiones explotan en idílicos orgasmos de ondas alfa. Hay horas en que nada atasca la aparentemente eterna armonía, en que no hay verbos para calificar el grado de síntesis de la pareja integrada, entregada. Instantes en que el cosmos nos come y somos sólo polvo de estrellas, pulsaciones de paz perdidas en el descubrimiento de un Todo que nos devora deliciosamente. Así son los vaivenes de una vida compartida: fugaces centellas de rapto, continuas rectas de saludable felicidad y la ocasional curva angustiante, donde la distancia se inmiscuye a pesar de la concordia entre dos cuerpos unidos en la constante carrera de mantener vigente la claridad y la espontaneidad de una relación que cruje, crece, corroe y continúa reconociendo los espacios, las distancias, brújula en mano, siempre atentos al estar del otro, siempre preparados a agarrar el imán para atraer al otro de vuelta de los reinos donde a veces huye en sus incontrolables escapadas. A veces es difícil acortar caminos y el alejamiento pesa; pero cuando uno se dedica a seducir al extraviado de sus delirios, sus ilusiones, vuelven a reunirse en el vacío donde las interferencias y las fricciones se hacen ficciones y la realidad de la cercanía vuelve a materializarse en dos recipientes de piel que entremezclan todos sus contenidos y logran ese enlace que es el resultado de dos seres que solos son uno más uno, pero juntos suman mucho más. Tomado de la revista Uno Mismo nº58, abril de 1988. 10 Caminos posibles para mantener una relación creativa, amorosa y armónica La ecología emocional, según sus propios creadores, es el arte de gestionar nuestras propias emociones de tal forma que su energía se dirija anuestra mejora personal, al aumento de la calidad denuestras relaciones personalesy al mayor y mejor cuidado denuestro mundo. En esta nota les presentamos algunas de sus propuestas, diez maneras posibles de mantener una relación creativa, amorosa y armónica... 1. El mejor “encuentro” no garantiza nada. Si bien tenemos la posibilidad de tender puentes de comunicación hacía el otro, deberemos estar dispuestos a emprender la tarea de construirlos y cruzarlos (trabajo amoroso y valentía). 2. El principio esencial para la convivencia en pareja y la construcción del buen amor posible, parte de dos personas autónomas, independientes y enteras, que se eligen en libertad y con responsabilidad. Sólo partiendo de nuestra libertad interior seremos capaces de dar un amor que libere y crear vínculos que unan, en lugar de cadenas que aprisionen. 3. Para ser autónomos será necesario diferenciarnos y construir una vida, con suficiente contenido e intensidad como para que no necesitemos “colgarnos de otro” o “vampirizar” su vida. 4. El amor pide valor, capacidad de asumir riesgos y, sobretodo, trabajo y esfuerzo diario para mantener el misterio, la creatividad y la comunicación. 5. Nadie tiene el poder de cambiar a otro, intentarlo suele ser un desastre. Si no nos gusta algo tenemos tres soluciones: manifestarle lo que sentimos y dejar en sus manos si lo cambia o no; cambiar nuestra manera de verlo, o cambiar de pareja. 6. Apertura, curiosidad y creatividad son elementos necesarios para cultivar la sorpresa en la relación de pareja. Si queremos vivir muchos años con la persona que amamos es importante procurar sorprenderla cada día. 7. Si no nos gusta lo que recibimos en nuestra relación de pareja, tenemos que prestar mucha atención a lo que emitimos. 8. Nuestra pareja, por más que nos ame- y precisamente por esto mismo – no debe ser un vertedero donde volcar nuestra basura emocional. 9. La gestión emocionalmente ecológica de la relación de pareja supone la capacidad de ajustar las cláusulas relacionales de forma que no perjudiquen a un miembro de la pareja y muevan a la mejora de los dos. 10. Sabremos que nuestra elección es emocionalmente ecológica cuando la alegría esté presente en nuestra relación. Una Elección Emocionalmente Ecológica por M. Mercè Conangla “Busco a la persona que sea capaz de amar al otro sin castigarlo por ello, sin hacerlo prisionero o desangrarlo; esa persona del futuro que sepa llevar a cabo un amor independiente de ventajas o desventajas sociales, para que el amor sea siempre un fin en sí mismo y no siempre el amor con vistas a un fin”. Este era el deseo que Jung expresó, en una carta dirigida a Freud, al inicio del siglo pasado. ¿Acaso ya nos hemos convertido en esas “personas del futuro” que anhelaba Jung o, en cambio continuamos castigando, aprisionando, desangrando o buscando ventajas cuando formamos pareja? ¿Qué nos mueve a elegir y por qué motivo a menudo acabamos tan lejos conseguir la relación de pareja que anhelamos? Una de las afirmaciones de la Ecología Emocional es que debemos convertirnos en “la persona adecuada” en lugar de invertir energías buscando a la persona adecuada. Para que una relación de pareja sea armónica es necesario que cada integrante de la pareja tenga una vida propia con sentido. Cuando nuestra vida es coherente y armónica desprendemos una elevada capacidad de atracción que nos acercará a quien se encuentra en la misma sintonía. En cambio, si somos personas incompletas y necesitadas sintonizaremos con personas de las mismas características y uniremos necesidades y desespero. Esta relación estará condenada al fracaso. Nuestra propuesta se basa en fomentar cuatro áreas que promueven el equilibrio y armonía individual y de pareja: autodependencia, creatividad, conducta amorosa y pacífica. Nota tomada del sitio Ecología Conangla y Jaume Soler Emocional, dirigido por M. Mercé La disputa de la época por Mark Josephs-Serra No te está sucediendo solo a ti Las relaciones de pareja están en crisis. ¿Eres de los/las que piensas: “Oh, Dios mío, ¿qué nos pasa a mí y a mi pareja? ¡Todo el mundo parece llevarlo bien menosnosotros!”? Si es así, estás equivocado/a. Todos los demás tampoco lo llevan bien. La mayoría de las parejas terminan separándose o divorciándose y cada día más gente ni tan siquiera contempla la posibilidad del matrimonio. Así que no solamente sois tú y tu pareja quienes tenéis problemas: todos tenemos. A raíz de esto surge una pregunta muy interesante: si las relaciones están en crisis a un nivel cultural, ¿nuestras dificultades se explican porque llevamos mucha carga personal del pasado, o tendría que ver con la manera en que las relaciones personales en sí están evolucionando en nuestra cultura? ¿Podemos afirmar que esta crisis es consecuencia de nuestros traumas de la infancia? ¿Millones de nosotros estamos tan desequilibrados que no somos capaces de mantener relaciones saludables y duraderas? ¿O es que está sucediendo algo cultural colectivo en este momento específico en la historia de la humanidad que hace que las relaciones sean especialmente difíciles? En este artículo sugiero que estamos todos involucrados en un desarrollo cultural que es muy doloroso, pero también positivo y necesario, y que una vez se desvele toda la panorámica nos daremos cuenta de lo similares que son todas las relaciones de pareja y también cuán similares son nuestras luchas y dificultades. Para muchas personas darse cuenta de esto no es solamente consolador, sino que abre una visión expandida e inspiradora de las relaciones íntimas. Para simplificar, en este artículo voy a hablar heterosexualmente, aunque en realidad no estaré hablando de la relación Hombre-Mujer sino de la relación Masculino-Femenino, que ocurre también en relaciones no heterosexuales. La historia hasta aquí Primero deberíamos darnos cuenta de que estamos involucrados en una trama cultural y aceptarlo. Ninguno de nosotros está fuera de este espacio y este tiempo. Todos nosotros somos hijos de la era o época en la que hemos nacido y todos heredamos los hábitos, suposiciones y costumbres de las generaciones que han vivido antes que nosotros. Su forma de pensar, sentir y comportarse persiste en nosotros. Cambiar totalmente los prejuicios requiere generaciones. Entonces, ¿cuál es la trama cultural de las relaciones de pareja en la que nos encontramos? Para expresarlo de un modo sencillo, digamos que hasta hace cien años el principio fundamental en el cual se basaban las relaciones era el ‘Sentido del Deber’, pero que en el último siglo se ha estado produciendo un cambio progresivo del ‘Deber’ al ‘Placer’. Así que si antes las parejas permanecían unidas por el ‘Deber’ y no esperaban disfrutar de su relación, hoy las parejas se unen con una gran expectativa de ser felices y pasarlo bien. O sea, que lo que une a la pareja ya no es el ‘Sentido del Deber’ sino el ‘Sentido del Placer’. No es que usted o yo hayamos escogido estas expectativas. Durante la adolescencia no pensamos: “Personalmente creo que el ‘Modelo del Deber’ está caducado y me inclino por el ‘Modelo del Placer’.” No, simplemente recogemos ideas y actitudes que están ‘en el aire’ de la cultura que nos rodea. Cuando miramos a nuestro alrededor vemos que el ideal moderno de relación no es el de permanecer juntos a pesar de todo, sino el de estar continuamente enamorado, el de sentirse continuamente apasionado y sexualmente atraído el uno por el otro y así disfrutar de la vida juntos. Automáticamente abordamos nuestras relaciones con estas expectativas, y cuando estas no se cumplen hay dolor, hay sufrimiento. Cuando termina la fase de ‘Luna de Miel’ (a los seis meses, al año, tal vez tres años) nos sentimos desilusionados. Cuando irrumpe el dolor, nos desmoronamos. No es lo que esperábamos, no es lo que habíamos proyectado. Y decimos: “Hay algo que no funciona en esta relación; ahora veo que no estamos hechos el uno para el otro. Buscaré a otra persona, alguien con quien pueda compartir más placer y menos dolor.” Niños Buenos y Mamás Enfadadas Pero el ‘Modelo del Placer’ no es el único problema. Hay otro. Desde hace más o menos cien años las mujeres se han estado sublevando y han estado rechazando ser dominadas por hombres emocionalmente ausentes, inmaduros, arrogantes y a menudo físicamente abusivos. ¿Es esto un problema? No, no en sí mismo. Pero a medida que los hombres se van dando cuenta de la validez de las quejas de las mujeres y se hacen cargo de la demanda de que deben crecer emocionalmente caen en un estado de confusión y desánimo. Y la combinación de mujeres enfadadas reclamando su poder y hombres despojados de autoridad intentando ser sensibles es una situación muy problemática, especialmente si están atrapados en el ‘Modelo del Placer’. Cada vez menos mujeres están dispuestas a ser sexualmente utilizadas o a correr detrás de su hombre, por un lado cuidándolo como a un niño y por otro buscando un supuesto sentimiento de admiración. Cada día hay más mujeres que dicen: “¡No, nunca más!”. Y los hombres, despojados de su superioridad, dejando de ser ‘cabezas de familia’, retroceden para dar espacio a esta ‘nueva mujer’. Corren tras ella, sirviéndole tazas de té, tratando de complacerla, pero esta clase de masculinidad débil las irrita aún más. Mientras que antes (en los tiempos del ‘Modelo del Deber’) muchas parejas interpretaban el papel del ‘Papá poderoso y fuerte’ y la ‘Niña indefensa e inútil’, hoy (en los tiempos del ‘Modelo del Placer’) más y más parejas están atrapadas en el rol de ‘Mamá Enfadada – Niño Bueno’. Y las mamás no quieren sexo con sus niños pequeños, lo cual representa un ligero un problema para el ‘Modelo del Placer’. En la fase inicial de ‘Luna de Miel’ de nuestra relación nos comportamos muy bien. Pero tanto si dura seis semanas como seis años, tarde o temprano nos estrellaremos contra la roca de ‘Mujer Dura - Hombre Débil’ y nuestro barco del placer naufragará. Lo que debemos saber y tener en cuenta es que esto es un fenómeno cultural. No ocurre solamente en tu hogar que el hombre se siente infinitamente criticado, no respetado y sexualmente frustrado. Miles de hombres están viviendo y sintiendo exactamente lo mismo. Y no es solamente en tu hogar que la mujer se siente malhumorada, impaciente, intolerante, invisible y no amada. Miles de mujeres están sintiendo lo mismo. Es la situación cultural. Es hasta donde hemos llegado como cultura. Existe el mismo escenario detrás de millones de puertas de entrada cerradas. Si fuéramos moscas en la pared veríamos exactamente la misma discusión en millones de hogares aconteciendo simultáneamente. Siempre empieza con algo trivial. Por ejemplo, digamos que él ha tenido un pequeño descuido doméstico, ella se ha enfadado y lo menciona. Él se siente atacado inmediatamente y se defiende. “No fue culpa mía”, protesta él, y le suelta una lista de excusas racionales. Entonces ella se enfada, más por su defensividad y su desconexión emocional que por el incidente inicial. Así que se lo dice. Esto refuerza la sensación de ataque inicial que él tuvo, así que empieza a defenderse con más fuerza. Ahora sí que ella se lanza al ataque, empezando a criticarle a él, a sus amigos, su padre, hermanos y todos los hombres, todos, por los cinco mil años de dominación masculina y así sigue y sigue y sigue... Las mujeres tienen una memoria emocional que sorprende e impresiona a los hombres. En la pasión de su furia pueden sacar acontecimientos emocionales y datos que el hombre es incapaz de recordar. Mientras ella construye su caso con infinidad de ejemplos para probar la inmadurez y la incompetencia de su pareja (y la de todo el género masculino), para él es como estar delante de una metralleta sintiendo el dolor de las heridas de metralla. Perdido y atrapado en su dolor tiene que contraatacar, o huir, o ambos. Aquí el escenario puede variar un poco, pero básicamente es la misma batalla que se libra en millones de hogares. Es la disputa de la época. En un artículo más largo también podríamos discutir las ocasiones en que la tradicional ‘Mujer Débil’ del ‘Modelo del Deber’ entra en la batalla y se disculpa sintiéndose culpable o asustada y reprime o minimiza su enfado. Igualmente hay veces en que el tradicional ‘Hombre Duro’ entra en escena y amenaza a la ‘Mujer Débil’, o la pega, o contempla con condescendencia su ‘histeria’ y se marcha. Esta clase de comportamiento está muy arraigado en nuestra psique y en nuestro ADN, como resultado de cinco mil años de patriarcado, y forma parte de la disputa de la época. También podríamos discutir las secuelas, y cómo el dolor acumulado en estas peleas lleva a la separación. Pero el punto principal de este artículo es insistir realmente en que nuestras relaciones no son tan diferentes como imaginamos y en que estamos todos juntos y atados al mismo patrón cultural, con las mismas dificultades y los mismos retos. Modelos en el ‘mercado’ Cuando las parejas empiezan a comprender la verdad de todo esto, sus relaciones a menudo se transforman. Puede ser una revelación para ellas. Cuando trabajamos con grupos de parejas y cada pareja escucha a las demás y se dan cuenta de que las historias se repiten una vez tras otra, y otra, cada cual se dice a sí mismo: “No estamos solos, no solamente somos nosotros; otras parejas están recreando exactamente el mismo escenario que nosotros. ¡Esto es fascinante y nos da muchísimas esperanzas!” Y entonces, una vez alcanzada esta perspectiva colectiva cultural más amplia, tendremos que poner atención en dos áreas: nuestro modelo de relación y nuestro desarrollo más allá de la Mujer Dura/Mujer Débil y Hombre Débil/Hombre Duro. Como veremos, estas dos áreas son inseparables. El ‘Modelo del Placer’ es inadecuado porque, como seguramente habrás notado, las relaciones comportan dolor. Tampoco queremos volver al ‘Modelo del Deber’. Los otros dos modelos en el ‘mercado’ son el ‘Modelo del Crecimiento Personal’ y el ‘Modelo Neo-Tántrico’. En el ‘Modelo del Crecimiento Personal’ cada individuo trabaja afanosamente sus propios conflictos con la esperanza de que cada uno llegue a ser consciente de sí mismo. Así habría menos reproche y una comunicación más clara. Y con un poco de suerte será así. El problema con el ‘Modelo del Crecimiento Personal’ es que no está enraizado en una comprensión cultural. No se tienen en cuenta las diferentes historias de desarrollo evolutivo de hombres y mujeres. Suele ser un camino ‘unisex’ en el cual cada individuo es considerado más como ser humano que como hombre o mujer. Y como que ambos se dedican a trabajar sus propias cargas personales día tras día, gradualmente la relación se vuelve aburrida, pesada y asexual. En cualquier caso, las estadísticas de separación de los ‘Trabajadores de Crecimiento Personal’ son tan malas o más que las del modelo de los ‘Buscadores de Placer’. El ‘Modelo Neo-Tántrico’ es básicamente una combinación de los dos previos. Intenta conjugar crecimiento y placer. Pero a menos que se resuelva el patrón cultural subyacente, por mucho sexo espiritual que haya en la relación, la tensión entre la ‘Mujer Dura’ y el ‘Hombre Débil’ permanecerá. Y eventualmente su dolor destruirá su felicidad Neo-Tántrica. De todas maneras, de nuevo, las estadísticas hablan por sí mismas. ¿Qué hacemos entonces? ¿No hay un modelo que pueda resolver este masivo dilema cultural? El ‘Modelo Arquetípico’ Si empezamos con la pregunta “¿qué difuminaría la disputa de la época?”, la respuesta parece obvia: para los hombres sería dejar de defenderse con su mente. Pero esto es más fácil decirlo que hacerlo. ¿Por qué? Pues porque lo que dicen las mujeres es muy doloroso, pero por encima de todo, y aunque lo digan de una manera distorsionada o incluso desesperada, en esencia es cierto. Cuando las mujeres dicen que los hombres han sido culturalmente condicionados a sentirse superiores, y superficiales tanto a nivel sexual como emocional, y que han hecho un mal uso de su poder, lo expresan desde la verdad de su corazón. Para los hombres darse cuenta de que su pareja es el mejor espejo que jamás van a encontrar y ver que en realidad ella es su aliada y no su enemiga requiere un trabajo personal muy fuerte. En otras palabras, los hombres tienen que ir más allá de la debilidad que reemplazó la dureza machista anterior. Y no hay bastante con decir: “Tenemos que recuperar un poco la dureza que dejamos atrás.” Esto es verdad, pero para un hombre es necesario, además de eso, abrirse al dolor y a la rabia de la mujer. Se requiere del hombre un compromiso con la verdad y que no se deje llevar por el Ego. Tiene que establecer un compromiso consigo mismo para alcanzar el máximo potencial como hombre. Ha de adoptar un compromiso con la propia masculinidad. Y mientras este compromiso va madurando esto permite a los hombres reencontrarse con las mujeres de una forma nueva. Cuando el hombre no se defiende, la ‘Mujer Dura’ se ablanda. ¿Acaso vuelve a ser la niñita sumisa que después progresó hasta la ‘Mujer Dura’? Esperemos que no, porque esto sería una regresión. Si la ‘Mujer Dura’ se ablanda, sin dejar de lado el poder tan arduamente conquistado, también accederá a un nuevo nivel de compromiso consigo misma. La voluntad de él de abrazar la verdad que ella siente en su corazón la reafirma. En pocas palabras: ambos reconocen que lo que ella sentía, aunque mal expresado, ha sido siempre cierto. Gradualmente ella se va sintiendo más segura y confiada en la percepción de su corazón. Pero ¿qué significa para un hombre ‘no defenderse’? ¿Es solamente decir “sí, querida, te estoy escuchando, qué horrible debe de haber sido todo esto para ti, querida”? No; no defenderse de una mujer significa ser penetrado por la visión del corazón de ella. Lo cual causa mucho dolor. Significa permanecer juntos en el dolor de su corazón sin tratar de cambiarlo. Cuando un hombre permite ser penetrado de esta manera será capaz de penetrar también. En la medida en que él le da la bienvenida a ella en su interior ella le dará la bienvenida a él. Yo veo esto suceder en las vidas de las parejas con las que trabajamos. Lo llamamos el ‘Modelo Arquetípico’ de relación, porque cuando el ‘Hombre Débil’ recupera su poder y va madurando hasta llegar a su plena masculinidad, la ‘Mujer Dura’ también recobra su ternura y madura hasta llegar a su plena feminidad. Entonces se produce un ‘Encuentro Arquetípico’. Asistimos al encuentro de un ‘Hombre’ y de una ‘Mujer’, el encuentro de lo ‘Femenino’ y lo ‘Masculino’, abiertos el uno al otro, pero sin negar su propio poder. Permaneciendo predominantemente masculino, él se abre a su propia feminidad abriéndose a ella, mientras que ella, permaneciendo femenina, se abre también a su propia masculinidad al abrirse a él. Ambos encuentran su compleción* y tiene lugar un Gran Encuentro Arquetípico a través de dos minúsculos seres humanos. Es algo exquisito, pero no se trata de un arreglo rápido, sino de un intenso viaje compartido. Es precioso ver a las parejas compartiendo el sentido de su relación como un viaje. Un viaje en el cual el desarrollo de la masculinidad del hombre está apoyando el desarrollo de la feminidad de la mujer, y viceversa. Es precioso e inspira un gran respeto ver a los miembros de una pareja sintiéndose aliados, apoyándose y reforzándose mutuamente. Lo que se manifiesta entre un Masculino y un Femenino potenciados es impresionante. Y justamente este potencial grandioso es el que estalla de forma tan dolorosa, tan repetitivamente y tan inconscientemente en los millones de disputas entre parejas que tienen lugar en nuestra época. * Nota de Pareja Creadora (Diccionario de la Real Academia Española): compleción, sinónimo completitud, cualidad de completo. Mark y Elisabeth Josephs-Serra son los directores de ‘The Culture of Honouring Project’, dedicado a organizar eventos y cursos para hombres, mujeres y parejas en Inglaterra y Estados Unidos. Artículo tomado de la revista Athanor. La imagen es de Julia Larotonda (http://palomailustrada.blogspot.com). El viaje heroico femenino Las mujeres que nos encontramos entre los treinta y los cincuenta años, al decir de Maureen Murdock, hemos transitado el estereotípico viaje heroico masculino buscando la aprobación de la sociedad y de lo externo. Hemos pasado gran parte de nuestra vida buscando reconocimiento fuera de nosotras mismas: nuestros padres, nuestra familia, nuestra pareja, nuestros amigos. Es decir, depositando nuestra autoestima y bienestar en los otros. Muchas de nosotras nos hemos esforzado por cumplir con todos los mandatos patriarcales: tener una carrera profesional, ser independientes económicamente, obtener el éxito en lo que realizamos, etc. etc. Y cuando llegamos a este lugar de logros y metas alcanzadas, nos preguntamos ¿Para qué sirve todo esto? Tomamos conciencia de todo lo que hemos sacrificado de nuestras vidas por seguir estos modelos impuestos, sin escuchar nuestras propias necesidades femeninas, sin respetar nuestros ciclos, nuestra naturaleza intuitiva, nuestros instintos sabios, nuestra voz más genuina y ancestral. Hemos seguido un modelo que niega lo que en realidad somos. Es entonces, al llegar a este momento de crisis (cambio), cuando decidimos abrazar nuevamente nuestra verdadera naturaleza, recuperando nuestro valor como mujeres y sanando la herida de lo femenino. Este viaje interior es muy importante, quizá lo hayamos empezado hace algún tiempo, y su punto de arribo es convertirnos en seres humanos integrados, equilibrados, completos. Como en la mayoría de los viajes interiores el camino no es fácil. El sendero que recorremos como heroínas no tiene mapas, ni señales, ni guías turísticos. Nuestra propia intuición, nuestra energía femenina es la que nos guía como única brújula. Es un viaje que no sigue caminos rectos, que nos conduce por lugares que parecen los mismos, haciéndonos sentir desorientadas o perdidas. Raramente contaremos con ayuda del mundo exterior y muy frecuentemente se nos boicoteará o interferirá en nuestro andar. Algunas veces este viaje interno es consciente pero en otras ocasiones no lo es, generándose así en nosotras un significativo malestar emocional, conflictos con nuestros vínculos más próximos, enfermedades psicosomáticas y cierta insatisfacción que comienza a inquietarnos cada día más. El viaje de la heroína es un recorrido psíquico y espiritual que nos lleva finalmente a una totalidad donde se integran todas las partes de nuestra naturaleza. “Todas nosotras podemos considerar nuestra propia vida como una historia que se desarrolla a través de una serie de experiencias cíclicas, cada una de las cuales tiene tres fases: separación, prueba (proceso de aprendizaje), retorno.” Linda Sussman El viaje fue iniciado hace un tiempo ya, cuando salimos a buscar nuestra propia identidad en una cultura signada por lo masculino y alejándonos de lo Femenino. En esa primera etapa de nuestra vida hemos desarrollado habilidades masculinas, nos hemos vuelto competitivas y productivas, buscando el éxito en lo externo y en todo aquello que nos prometía nuestra cultura. Hemos logrado todo lo que nos habíamos propuesto y, sin embargo, nos sentimos vacías, temerosas, indecisas o frustradas ¿Qué nos sucede entonces? ¿De qué nos ha servido todo esto? Creo que la respuesta es que hemos perdido la relación íntima con nosotras mismas. Joseph Campbell nos dice: “el interés primordial de la mujer es el criar. Puede criar un cuerpo, un alma, una civilización, una comunidad. Si no tiene nada que criar, de alguna forma pierde el sentido de su función.” Maureen Murdock agrega: “muchas mujeres que han abrazado el viaje heroico masculino han olvidado cómo criar, cómo criarse a sí mismas.” Es así como, luego de enfrentarnos con el vacío al que nos arroja el modelo masculino, ya que nos hace sentir incompletas, salimos a buscar nuestra perdida alma femenina. En este tramo del viaje heroico pasamos por momentos de confusión y de dolor, de enojo y de tristeza, buscando los pedazos de nosotras mismas que hemos perdido en el camino hasta hoy. Debemos aprender nuevamente a escucharnos, a reconocernos, a percibir nuestro cuerpo y nuestro corazón. Debemos encontrar el camino de regreso a casa y es natural que tengamos miedo, ya que nos sentimos desprotegidas y confusas en un mundo de reglas masculinas, sin embargo contamos con nuestra sabiduría instintiva que es la que nos guiará de aquí en más. Es en este momento de nuestras vidas, cuando sentimos muy fuertemente el anhelo de reunirnos con nuestra naturaleza femenina y curar esta ruptura. “Cuando una mujer decide dejar de jugar según las reglas patriarcales, no tiene indicadores que le digan cómo actuar y sentir. Cuando no quiere ya perpetuar formas arcaicas, la vida se hace emocionante, terrorífica.” Maureen Murdock “El cambio asusta, pero donde hay miedo hay poder. Si aprendemos a sentir nuestro miedo sin dejar que nos detenga, el miedo se convierte en aliado, en una señal que nos dice que algo que hemos encontrado puede ser transformado. A menudo nuestra verdadera fuerza no radica en aquello que representa lo familiar, lo cómodo o positivo, sino en nuestro propio miedo y en nuestra resistencia a cambiar” Starhawk Al enumerar las etapas del viaje, hemos dicho que luego de un inicial alejamiento y rechazo de lo femenino (que se manifiesta también en un alejamiento y ruptura con la madre) nos sumergimos en el mundo masculino para conseguir lo que esta cultura patriarcal nos ofrece engañosamente como valioso. Luego de este descenso que puede manifestarse de muchas maneras (depresión, ansiedad, confusión, pánico) comenzamos poco a poco a curar la herida que nos ocasionó la separación de nuestro universo femenino. A este proceso Murdock lo llama sanación de la herida Madre/Hija, aunque esto puede o no coincidir con una curación literal de la relación con nuestras madres. Esta curación se dará dentro de nosotras cuando comencemos a nutrirnos, a conectarnos con nuestra intuición, nuestra sexualidad, nuestra creatividad y nuestro sentido del humor. Es importante también que podamos identificar y rescatar todo lo masculino que nos ha enriquecido para poder integrar ambos aspectos, lo femenino y lo masculino. Maureen Murdock explica muy claramente esta integración: “La heroína tiene que convertirse en una guerrera espiritual. Esto exige que aprenda el delicado arte del equilibrio y tenga la paciencia para permitir la lenta y sutil integración de los aspectos femenino y masculino de sí misma. Primeramente anhela perder su ser femenino y fundirse con lo masculino, y una vez que lo ha hecho, empieza a darse cuenta de que esto no es ni la respuesta ni el fin. No debe descartar ni renunciar a lo que ha aprendido a través de su búsqueda heroica, sino que debe aprender a ver lo que con tanto esfuerzo ha aprendido y logrado, no tanto como una meta, sino como una parte de todo el viaje. Entonces empezará a usar estas habilidades que ha aprendido para la obra más ingente de unir a los demás, en lugar de usarlo para su propio beneficio personal. Este es el matrimonio sagrado de lo femenino y lo masculino: cuando una mujer puede servir de verdad, no sólo a las necesidades de los otros, sino a la vez responder y valorar las suyas propias.” Si bien este viaje es todo un desafío que puede parecernos peligroso, es la más maravillosa aventura que podamos emprender. En los momentos difíciles o confusos deberemos recordar que ninguna heroína viaja sola. Contaremos con muchas aliadas en nuestro camino, para vencer obstáculos y compartir dones, para acompañarnos en los momentos de crisis y celebrar juntas cada uno de nuestros logros. Habremos aprendido a generar nuestros propios espacios, creando círculos de mujeres donde seremos escuchadas y contenidas, donde podremos espejarnos en nuestras compañeras de ruta sin ser juzgadas ni rechazadas. Seremos maestras unas de otras, en un crecimiento mutuo que nos enriquecerá como individuos, haciendo extensivo este bienestar a nuestros seres más próximos como así también a nuestra comunidad. Juntas transitaremos este sendero de retorno hacia lo Femenino Sagrado: nuestros mitos, nuestras diosas, los arquetipos que atesoran nuestra auténtica esencia de mujeres; todo aquello que nos llevará, paso a paso, hacia el centro de nosotras mismas. © Germana Martin Artículo basado en la interpretación del libro de Maureen Murdock "Ser Mujer. Un viaje heroico" La imagen es de Gloria Lizano López ¡Gracias! Buscando una Nueva Masculinidad por Omar Pereira Sin ponernos en el lugar de ¨víctimas¨, en un mundo donde la vieja masculinidad patriarcal y la cultura de los ¨hombres suaves¨, surgida a partir de la década del 60, están cada vez más en crisis, los hombres necesitamos descubrir y desarrollar una nueva masculinidad más equilibrada. En sociedades precarizadas por el modelo, cada vez más salvaje, de la economía de mercado, los hombres, ya no podemos cumplir adecuadamente con los viejos mandatos, todavía imperantes, del sistema patriarcal dominante. Así, los actuales patrones de masculinidad, tanto el tradicional y patriarcal (machista) como el moderno modelo de ¨hombre suave y receptivo¨, hacen agua por todos lados. El hombre fuerte y agresivo, el autoritario ¨padre y sostén de familia¨, el ¨macho proveedor¨, ya no es posible porque la dinámica económico-productiva ha cambiado todas las reglas de juego. La precariedad laboral, la baja constante de los salarios con respecto al creciente costo de vida, el descenso permanente de la edad piso para la inserción en el mundo laboral, la competencia creciente con la mujer por los puestos de trabajo, son algunos de los elementos que marcan el choque entre el mandato social y la posibilidad de cumplirlo. El stress, la depresión y la angustia entre los hombres es un fenómeno instalado y creciente que nos afecta cotidianamente, individualmente y en nuestras vidas de relación, en nuestra vida de pareja y/o de familia. El hombre suave, emocional y receptivo, se encuentra en peores condiciones para enfrentar esta problemática. Ha desarrollado bastante su costado femenino pero, por ese mismo motivo, a la hora de sacar adelante su vida individual o de relación cuenta con menos recursos para hacerlo, sus propias virtudes se convierten en defectos. Con respecto al mundo exterior, ambos modelos de masculinidad enfrentan los mismos problemas. En la vida de relación, en la pareja o el matrimonio, si bien su suerte ha sido desigual, ambos terminan enfrentándose con la desarmonía y la ruptura, ya sea por la rigidez de uno como por la flexibilidad del otro. Si partimos de la base de los 3 pilares de la pareja –atractivo sexual; compartir pasiones existenciales básicas (afinidades); ser un buen equipo resolvedor de conflictos– nos encontraremos que, con el transcurso de los años, muchas veces las cosas han ido cambiando para mal. El atractivo sexual de los primeros tiempos es algo que puede haber menguado, o desaparecido, afectado por los problemas del mundo externo, la rutina y la incapacidad de establecer una conexión profunda que trascienda los cambios físicos. Las afinidades –intereses y actividades compartidas– pueden haber cambiado debido a crecimientos personales desiguales, o haber sido sepultadas, sacrificadas, por las ¨obligaciones de la vida¨, generándose así un fuerte sentimiento de no tener ya nada que ver el uno con el otro. El campo del tercer pilar, el de ser un buen equipo resolvedor de conflictos, es algo en lo cual no hemos sido bien entrenados, o no hemos sido entrenados en absoluto, y hasta quizá hayamos sido, inconscientemente, entrenados para generar conflictos y no para resolverlos; aquí es donde, por lo general, se dan las mayores luchas de poder en el seno de una pareja y lo que lleva a la ruptura, sin embargo, es el punto por donde podemos comenzar a trabajar para revitalizarla. En el camino de la revitalización de la pareja, uno de los trabajos que, como hombres, deberemos llevar a cabo será el de descubrir y poner en práctica una nueva visión de lo masculino, que recupere, en forma positiva, aspectos de la antigua masculinidad (firmeza, fuerza, agresividad, seguridad, valentía, creatividad) y los integre con aspectos relativamente adquiridos (fluidez, sensibilidad, emocionalidad, receptividad, solidaridad, ternura) y otros aún no desarrollados (intuición, empatía, compasión, etc.) desde lo femenino, en forma equilibrada. Una masculinidad que nos permita resolver los problemas que nos plantea el agresivo mundo exterior sin morir en el intento, y que, a la vez, nos permita ser sensibles, tiernos y receptivos en el interior de nuestras parejas y familias. Hoy en día, el campo de la nueva masculinidad, no es tierra baldía, existen muchas y diversas experiencias en el tema, trabajando desde lo individual a lo grupal, desde la recuperación de lo ritual y espiritual hasta lo político, pregonando y luchando por la igualdad de género. La pareja, como ámbito de trabajo y expansión de cada uno de sus integrantes, si sabemos generar el espacio adecuado, desde el amor y la solidaridad, puede ser uno de los mejores lugares para desarrollar una Nueva Masculinidad. Descubriendo los arquetipos por Omar Pereira y Germana Martin La idea de arquetipo no es fácil de manejar, pero, en el camino del autoconocimiento y el crecimiento personal, es un concepto fundamental. Tampoco es fácil hacer una aproximación simple al tema pero lo intentaremos. ¿Qué es un arquetipo? Los arquetipos son patrones de nuestra psique que surgen del Inconsciente Colectivo, que no es individual, sino universal y compartido. Como tales no tienen forma y no entran en el campo de nuestra consciencia. Cuando se manifiestan lo hacen a través de las imágenes arquetípicas. Éstas, cargadas de significado sociocultural e individual, son representaciones simbólicas y ancestrales que pueden describirse como dioses y diosas, héroes y heroínas, magos y hechiceras, y sus mitos constituyen las historias arquetípicas, que evocan sentimientos, imágenes y temas universales que forman parte de la herencia humana. Todos los arquetipos son patrones potenciales en la psique de cada ser humano; sin embargo, en cada individuo algunos de estos patrones están activados (desarrollados) y otros no. Cuando están activos, a través de las imágenes arquetípicas, es decir conscientemente reconocidos, éstas nos permiten conectarnos con la capa arquetípica de la psique, ayudándonos a ser nosotros mismos y permitiéndonos hacer que nuestras vidas tengan más sentido. Cuando están inactivos, los arquetipos negados o rechazados también tienen su influencia, que suele ser perjudicial; la identificación distorsionada o extrema también es dañina. Ánima, el principio femenino, y ánimus, el masculino, son arquetipos básicos. El ánima es el aspecto de lo ¨femenino¨ en el hombre; el ánimus el de lo ¨masculino¨ en la mujer; ambos arquetipos constituyen, junto a nuestros aspectos genéricos predominantes, masculinos o femeninos, nuestras propias parejas internas. Así, en el camino del crecimiento y el desarrollo individual, hombres y mujeres deberemos activar y desarrollar nuestros correspondientes ánima y ánimus para integrar ambas partes de nuestras psiques y alcanzar la totalidad de nosotros mismos. Las personas y los acontecimientos activan los arquetipos, desde este punto de vista, la pareja puede y debería ser el disparador y el marco adecuado para potenciar el desarrollo personal de cada uno de sus miembros. El proceso interior iniciado individualmente se continúa dentro de la pareja, y cada conflicto resuelto dentro de la misma enriquece la propia pareja interna. Pareja: nadie es la mitad de nadie! por Virginia Gawel y Eduardo Sosa Él: "Ya nunca te escucho decir 'te amo'!". Ella: "Es que les das más atención a tus amigos que a mí!". Él: "¡Porque tu madre está siempre en casa!". Ella:"¡Ni se te ocurra criticar a mi madre!". Y así, más y más de lo mismo. ¿Les suena? En verdad, ha de ser difícil escalar el Himalaya o graduarse como Ingeniero Nuclear... pero hay algo mucho más arduo: construir una pareja. Porque la pareja no es una flor silvestre: es una rara orquídea de cultivo. Y para que esa orquídea no se seque, no se pudra, no muera apenas ha brotado, es indispensable que los partícipes trabajen sobre las recíprocas proyecciones: la psique humana tiende a volcar sus contenidos inconscientes en un otro. Si esto sucede sin que nos demos cuenta, dejamos de PERCIBIR a ese otro, deformándolo con lo que proyectamos sobre él. Y, como el otro hace lo mismo con nosotros, si esto no se observa, cada uno se estará relacionando... con un extraño! Pues habremos reemplazado "percepción" por "proyección". ¿Qué proyectamos? Muchas cosas! Citemos algunas: a) Rasgos difíciles que no aceptamos como propios, de manera que... no los soportamos en el otro! b) Rasgos positivos que no nos atrevemos a ejercer, y que delegamos en el otro, generando una exageración de sus dones, -y con ello un amor dependiente-. c) Emociones que no tienen que ver con esa persona, sino con otras de nuestro pasado (de modo que el Inconsciente busca resolver en ESTA relación lo que quedó "sin digerir" de OTRAS relaciones). d) El Ánima y el Ánimus: modelos inconscientes, -en parte innatos-, de como "tendría que ser" nuestra pareja (lo cual, por supuesto, implica EXPECTATIVAS que esperamos el otro cumpla, y que el otro espera que nosotros podamos satisfacer). Carl Jung le llamó Ánima al arquetipo de mujer que todo hombre tiene dentro de sí, y Ánimus al varón interno de cada mujer. Veamos cómo funciona esto... Cuando el hombre se asume como varón, su parte femenina queda relegada al Inconsciente. En la mujer, su varón interno. Mas luego, al ir madurando, la psique busca volverse completa. Así, el Inconsciente "pone fuera" esa parte relegada, de modo que nos resulte más visible y la recuperemos: el varón proyectará su Ánima en una mujer, quien oficiará de portadora de esa proyección. La mujer proyectará su Ánimus en un hombre. El trabajo será tomar conciencia de ello para recuperar esos rasgos propios, y ver quién es REALMENTE el otro. Una pareja externa, para prosperar, necesita que cada partícipe vaya tejiendo una buena relación con su pareja interna: el varón, encarnando conscientemente sus aspectos femeninos (sensibilidad, creatividad, afectuosidad...) y la mujer, su hombre interno (iniciativa, pensamiento propio, independencia...). Es decir: casarse consigo mismo para no exigirle al otro que sea "nuestra mitad". Nadie es la mitad de nadie! Cada uno está entero, pues su otra mitad habita dentro. Marie Louise Von Franz, colaboradora de Jung, lo dijo así en un reportaje: "En las etapas iniciales de una relación se mezcla por lo general una gran parte de proyección, y ésa es la causa de todas las peleas de amor. Es decir: ella pide cosas que él no puede cumplir, y él pide cosas que ella no puede cumplir, y así Ánimus-Ánima chocan las espadas. Si uno graba una pelea de amor es lo mismo en todo el mundo, literalmente, palabra por palabra. Y eso es proyección! Pero si las personas no escapan y lo solucionan, y quitan en cambio todo lo que hay de proyección, entonces aparece, o se descubre, debajo de esto, la verdadera relación. Ahora bien: podría no haber nada... o podría haber una relación enorme, una verdadera relación, construida, que no es lo mismo que proyección." Virginia Gawel & Eduardo Sosa, Directores del Centro Transpersonal de Buenos Aires, http://pensamientosensible.blogspot.com Armonizar la energía interior por Norberto Levy En cada uno de nosotros habitan las dos fuerzas: yin y yang, lo femenino y lo masculino. Cuando no cooperan, están en pugna. Y la lucha es adentro y afuera. Norberto Levy es médico psicoterapeuta y creador del modelo de Autoasistencia Psicológica. Autor de numerosos artículos y varios libros, entre los más recientes “El asistente interior”, “La Sabiduríade las emociones” y “Aprendices del amor”, brinda su mirada acerca de las complejas interacciones de pareja que se constituyen en el presente. Él propone pensar la relación como un proceso en el cual debemos aprender a ser “socios solidarios” con los demás pero, por sobre todo, con nosotros mismos. - Hablando de la importancia de la compatibilidad energética de la pareja: ¿cómo entender los roles de lo femenino y lo masculino? - Tanto varones como mujeres tenemos las dos energías. La única diferencia está en la proporción. La energía masculina, tanto en mujeres como en varones, es la que se pone en juego cuando tengo que usar la fuerza física, escalar una montaña, actuar sobre los otros en el mundo exterior, avanzar, penetrar, direccionar, entre otras. La energía femenina es la que necesitaré si voy a realizar una actividad que requiere de mi delicadeza, relajación, ternura, receptividad, capacidad de cuidado, apertura o flexibilidad. - ¿Cómo influye el rol de cada cual en el crecimiento personal y el autoconocimiento de cada uno? - El crecimiento personal se produce cuando cuento con ambas calidades de energía y puedo utilizar una u otra según lo que la circunstancia requiera. Mucha gente se apoya en uno solo de estos dos pilares. Por ejemplo aquellos varones que sólo saben hacer, hacer y hacer y, cuando la situación requiere de ellos una actitud más relajada o de apertura, no cuentan con ese tipo de respuesta y entonces no saben qué hacer y se alejan de la situación. De modo que para poder crecer es necesario disponer de ambos conjuntos de energías. - ¿Cuánto influye en una relación el proceso que uno transita en la vida y cuáles son sus efectos en el vínculo de pareja? - Para explicar esto, me sirvo de un ejemplo: María me consultó porque su novio la maltrataba. Y, en función de explorar su pareja interior, le pregunté cómo se sentía ella cuando estaba en una actitud de iniciativa y de acción, como si fuera quién, y haciendo qué. Y me respondió: Me siento como una ejecutiva importante dando órdenes a sus empleados. Luego le pregunté ¿Y cómo te sentís cuando estás en una actitud receptiva, relajada y de apertura? Me respondió: Me siento como una gorda fofa, apática, viendo televisión. Una vez que, descubrió ambos estados interiores, le propuse que tomara el lugar de la ejecutiva, que se convirtiera en ella y desde allí mirara a la que estaba viendo televisión y que viera que sentía hacia ella. Desde la ejecutiva le dijo: ¡Sos horrible, te desprecio por gorda e inútil y no te quiero ver! Esta desvalorización que el masculino sentía hacia el femenino, dentro de ella, es lo que después, ella como persona, reproducía con los varones en general y en este caso con su novio. - ¿Cómo podemos saber cuál es el estado de la relación entre nuestro masculino y femenino interiores? - El modo de saberlo es preguntándose uno mismo lo que yo le pregunté a María, es decir qué percepción tiene uno de sí mismo cuando está en una actitud de iniciativa y búsqueda, y cómo se percibe cuando está en una actitud de receptividad y apertura. A esto se puede agregar la otra pregunta: ¿como si fuera quién, haciendo qué? Esta última pregunta tiene la virtud de convertir un estado interior en un personaje, y de ese modo la percepción alcanza una forma más concreta y contundente. Esa información está disponible. Cuanto más en contacto está uno con sus estados interiores, con mayor claridad los percibe, como así también qué siente el aspecto activo hacia el receptivo y viceversa. Desde ya que si uno no está familiarizado con el registro de dichos estados interiores necesitará la guía de un coordinador entrenado que le facilite el acceso de sí mismo. - Según su experiencia, y a propósito del anterior ejemplo de María, ¿es frecuente la desvalorización interna del femenino? ¿Por qué cree que es así? - Lamentablemente es bastante frecuente, tanto en varones como en mujeres, y una de las causas que contribuye a ello es que provenimos de una tradición que ha creído –erróneamente- que la iniciativa y la acción son más útiles, significativas y valiosas que la receptividad y la contemplación. - ¿De qué manera debería estar “preparada” una persona que es soltera para formar una pareja? Y ¿qué sucede si en su trayecto, en el camino de autoconocimiento, está a medio avanzar? - Estar preparado significa haber transformado la relación interior de descalificación entre el masculino y el femenino en una relación de interconsulta respetuosa en la que ambos se reconocen y asisten en sus necesidades. Eso significa el ser socios solidarios. Cuando uno vive en esa atmósfera emocional interior, esa es la calidad de relación que expande cuando se relaciona con otro. Y convoca, y atrae a quien se encuentra también en el mismo estado. Este es precisamente el magnetismo de atracción del cual habla un filme que se está difundiendo mucho ahora, que se llama “El secreto”. Se supone que uno debe conocerse a sí mismo para elegir bien, pero también que el proceso interior no termina del todo, continúa, y entonces, se sigue haciendo en pareja. ¿Cómo juega la relación en esto? Por supuesto que el proceso de aprender a ser socios solidarios no termina nunca. Cuanto más avanzado esté en mí ese aprendizaje mejor contribuiré a formar buenas sociedades externas. Y cada conflicto que resuelvo en mi pareja, y con mi pareja, va a enriquecer a la pareja que yo en mí mismo, soy. Y este es un círculo virtuoso que no tiene fin. - ¿En qué casos la pareja se interpone en el crecimiento personal? ¿Cómo saber que hay que resignar una relación sí o sí? - La función de una relación de pareja es ayudarse a crecer, a producir bienestar y a aprender las diferencias. Muchas veces una actitud de dependencia excesiva, de celos, de control, de inseguridad muy grande, hacen que se le reclamen a la pareja comportamientos que frenan su crecimiento. Si bien estos conflictos se pueden resolver a través de una ayuda especializada, cuando ambos desean resolverlo, muchas otras veces estas situaciones permanecen de un modo crónico. Estas perturbaciones van minando el sostén y el sentido de esa pareja y a la corta o a la larga, conducen a la separación. - ¿Cómo se define el estado de “madurez” o “armonía” de una pareja? - La pareja tiene tres pilares: el magnetismo estético sexual, el compartir pasiones existenciales básicas y el ser un buen equipo “resolvedor” de problemas de la vida cotidiana. Cuanto mayor es la presencia de estos pilares, más fuerte es la trama de ese vínculo. Los dos primeros pilares son algo que está o no está. Todos sabemos que hay personas que se atraen, que sienten que “hay piel” entre ellas y eso no es de la voluntad personal de ninguno de ellos, simplemente les sucede. Lo mismo ocurre con sus pasiones existenciales, ambos pueden encontrar su mayor disfrute en formas de actividad que comparten: la naturaleza, los deportes, la música, la espiritualidad, la familia, etc. Y también eso forma parte de las inclinaciones naturales de las personas. El tercer pilar es el de ser un buen equipo “resolvedor” de conflictos. Sobre ese pilar es sobre el cual se puede trabajar más: yo quiero silencio por la mañana y ella quiere ver televisión; yo soy noctámbulo y a ella le encanta levantarse al alba; yo necesito dormir con aire acondicionado y a ella la resfría; yo necesito orden externo para funcionar y para ella el desorden es creativo… y estos son sólo algunos de los numerosos desencuentros que se producen en la vida cotidiana. La pareja, entonces, alcanza la mayor madurez y armonía cuando puede encarar estos desencuentros con respeto, dialogar sobre los mismos y producir respuestas consensuadas, es decir, que ninguno sienta que quedó sometido al otro. En síntesis, una pareja alcanza su madurez cuando puede disfrutar plenamente sus zonas de encuentro, y respetar, y encontrar soluciones consensuadas en sus áreas de desencuentro. Entrevista a Norberto Levy, tomada del dossier “La Pareja: un espejo para autoconocerse” por Florencia Goldsman, para la revista Uno Mismo. "La conformidad del lecho de Procusto" por Jean Shinoda Bolen La conformidad que se exige a los hombres en nuestra cultura patriarcal es como la del lecho de Procusto de la mitología griega. Los viajeros que se dirigían a Atenas eran colocados en esta cama. Si eran demasiado bajos, se les estiraba hasta que daban la medida, como en el potro de tortura medieval; si eran demasiado altos, se les cortaban los pies hasta que encajaban. Algunos hombres encajan perfectamente en el lecho de Procusto, al igual que hay hombres cuyo estereotipo (o las expectativas externas) y arquetipo (o los patrones internos) se adapta correctamente. El éxito les gusta y se sienten cómodos con él. Sin embargo, la conformidad con el estereotipo suele ser un proceso agonizante para un hombre cuyos patrones arquetípicos difieren de lo "que debería ser". Puede parecer que encaja, pero lo cierto es que le ha costado un alto precio representar ese papel, para lo que ha tenido que renunciar a aspectos importantes de sí mismo. Puede que también haya estirado una faceta de su personalidad para estar a la altura de las circunstancias, pero le falta profundidad y complejidad, lo cual hace que su éxito exterior, interiormente no signifique nada para él. Los viajeros que pasaban por la prueba de Procusto para llegar a Atenas, puede que se preguntaran si había valido la pena, como les sucede a menudo a los hombres de hoy en día cuando "llegan". William Broyles,Jr., cuando escribió para Esquire, describió con hastío lo vacío que puede ser el éxito: "Cada mañana me embutía en mi traje, cogía mi maletín, me dirigía a mi espectacular trabajo y moría un poco. Era el redactor jefe de la revistaNewsweek, un puesto que a los ojos de los demás lo tenía todo, salvo que nada tenía que ver conmigo. No me proporcionaba demasiado placer dirigir una gran institución. Yo quería realización personal, no poder. Para mí, el éxito era más peligroso que el fracaso; el fracaso me habría obligado a decidir lo que realmente quería. La única forma era dejarlo, pero no había dejado nada desde que había abandonado el equipo de atletismo en el instituto. También había sido infante de marina en Vietnam y los marines están entrenados a llegar hasta la cima de la colina, pase lo que pase. Pero yo ya había llegado; sencillamente odiaba estar allí. Había escalado la montaña equivocada y lo único que podía hacer era bajar y subir otra. No fue fácil: mi trabajo iba más despacio de lo que yo esperaba y mi matrimonio se disolvió. Necesitaba algo, pero no estaba seguro de qué se trataba. Sabía que quería que me probaran mental y físicamente. Quería triunfar, pero con reglas claras y concretas, que no dependieran de la opinión de los demás. Quería la intensidad y camaradería de una empresa arriesgada. En otros tiempos, puede que hubiere ido hacia el oeste o al mar, pero tenía dos hijos y una maraña de responsabilidades." Este hombre tenía poder y prestigio, metas que para alcanzarlas se cobran la mejor parte de la vida de un hombre y que relativamente pocos consiguen. Pero padecía una de las enfermedades más importantes que observo en muchos hombres de mediana edad: depresión leve generalizada. Cuando se nos separa de nuestras fuentes de vitalidad y dicha, la vida resulta insulsa y sin sentido. En esta cultura, los hombres llevan ventaja y parecen tener los mejores papeles. No cabe duda de que ostentan los de más poder o mejor remunerados. Sin embargo, muchos hombres padecen depresión que enmascaran con el alcohol, el trabajo excesivo, demasiadas horas delante del televisor, todo ello para conseguir insensibilizarse. Y hay otros muchos que están enojados y resentidos, su hostilidad y rabia se desencadena por cualquier cosa, desde la forma en que conduce alguien hasta la irritante conducta de un niño. Su esperanza de vida tampoco es muy larga. El movimiento feminista expresaba claramente los problemas que tienen éstas al vivir en un patriarcado pero, a juzgar por la cantidad de hombres infelices que hay, parece que vivir en este tipo de sociedad tampoco es bueno para ellos. Jean Shinoda Bolen "Los dioses de cada hombre"