Las cifras de desempleo muestran una realidad preocupante. Los problemas... caso de las mujeres en edad fértil, cuando la tasa...

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Empleo femenino: crecer no es suficiente
Lunes, 13 de Febrero de 2012 14:46
Las cifras de desempleo muestran una realidad preocupante. Los problemas se acentúan en el
caso de las mujeres en edad fértil, cuando la tasa de desocupación femenina se vuelve cuatro
puntos más alta que la masculina.
La participación laboral femenina aumentó cerca de tres puntos porcentuales en los
últimos dos años. Ese aumento -que ajusta el cambio de encuestas de 2010- debe
celebrarse: implica autonomía económica para más mujeres y un aporte importante al
combate a la pobreza.
Por Andrea Bentancor, economista. Directora de Estudios Comunidad Mujer.
Dos fenómenos, al menos, pueden citarse para explicar este desempeño. Primero, el
dinamismo económico –expansión cercana a 6% en 2011– ha impulsado el empleo, no siendo
las mujeres la excepción. Segundo, en las últimas décadas, la mayor escolaridad de ellas, en
conjunto con cambios culturales, ha determinado un sostenido crecimiento. Acordado que la
participación va a seguir aumentando, ¿qué fenómenos generan preocupación? Calidad,
brecha salarial y diferencias en los patrones de desempleo.
Las mujeres son las que muestran los mayores grados de informalidad, lo cual no muestra
señales de revertirse prontamente. Por el contrario, mientras en conjunto la ocupación
femenina aumentó 7% (cifras promedio) respecto a 2011, el empleo por cuenta propia creció
más de 13% y el servicio doméstico lo hizo 8%. Ello requiere particular atención, ya que se
trata de ocupaciones des-reguladas y, en la práctica, precarias.
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Empleo femenino: crecer no es suficiente
Lunes, 13 de Febrero de 2012 14:46
En relación a la brecha salarial, la Encuesta Suplementaria de Ingresos refleja que las
diferencias entre hombres y mujeres son muy altas (superiores a 30%), crecen con el aumento
del nivel educativo de las personas, y se detectan en todos los grupos ocupacionales, sectores
y categorías laborales.
Por otra parte, las cifras de desempleo muestran una realidad preocupante. Los problemas se
acentúan en el caso de las mujeres en edad fértil, cuando la tasa de desocupación femenina se
vuelve cuatro puntos más alta que la masculina.
¿Qué hacer? Retirar la carga que impone sobre las mujeres el Sistema de Protección de la
Maternidad. Se avanzará en esta línea solamente cuando también los hombres adquieran
derechos vinculados a la paternidad. El posnatal parental muestra que pasos simbólicos, como
la posibilidad de traspasar semanas al padre, no generan cambios reales (en menos del 1% de
los permisos se ha solicitado traspaso). A través de un proyecto de ley se propondrá cambiar el
artículo 203 del Código de Trabajo (establece pago de sala cuna en el caso de empresas con
20 o más trabajadoras); para generar progresos tangibles, el nuevo sistema debe dar derecho
a los hombres.
Ratificar el Convenio 189 de la OIT y enviar un proyecto de ley al Congreso que equipare las
jornadas de las trabajadoras de casa particular con las de las demás. Ellas son el 12% de las
ocupadas y la extensión de sus jornadas se constituye como una traba en materia de calidad
del empleo.
Continuar con la reestructura del Sence a efectos de abarcar a una proporción mayor de
mujeres vulnerables. Las desocupadas, las inactivas y las trabajadoras informales de los
primeros quintiles requieren acceder a programas de capacitación de calidad que
efectivamente mejoren su empleabilidad.
Implementar un subsidio al empleo femenino que cuente con el mismo diseño que el subsidio
al empleo joven. Si bien éste está previsto en el proyecto de Ingreso Ético Familiar, se
establece solamente por dos años y con un cupo de 100 mil beneficiarias.
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