UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA FACULTAD DE INGENIERÍA ESCUELA TECNICA DIPLOMADO EN LIDERAZGO Y TALENTO HUMANO Tipos de lideres Autor: Susan Godoy. Disponible en: https://www.recursosdeautoayuda.com/tipos-de-lideres/ Un líder tiene que ser una persona que cuente con unas actitudes determinadas que le permitan conseguir influir a un equipo de personas con la visión de alcanzar un objetivo determinado. Cabe destacar que existen distintos tipos de líderes, algunos de ellos considerados positivos, mientras que otros no lo son tanto, pero en cualquier caso es esencial que conozcamos sus características más destacadas con el fin de entender tanto las ventajas como los inconvenientes de cada uno de ellos. Definición de liderazgo Se puede definir liderazgo como un conjunto de habilidades directivas. De este modo, todo ello se centrará en una persona o personas que influirán en su grupo de trabajo. ¿De qué modo?, pues conseguirán que dicho grupo sea más eficaz y esté más motivado para conseguir mejores resultados. Aunque para ampliar la definición de liderazgo también es la unión de tomar la iniciativa, así como la motivación, que hemos mencionado, promover y gestionar un mismo proyecto. No se tiene que tomar el liderazgo como algo negativo, por lo menos en su definición. Porque, aunque uno sea el que lleve la iniciativa, también depende del grupo para que todo siga su curso. El líder autoritario El líder autoritario es aquel líder que se encarga de tomar decisiones pero sin tener en cuenta la opinión de los demás. A menudo cuenta con asesores que le pueden guiar en esta toma de decisiones, pero la última palabra es siempre la suya, e incluso aunque los asesores estén en contra de una decisión determinada, él siempre podrá optar por ella en caso de que lo estime oportuno. Cabe destacar que no tendrá que dar ningún tipo de explicación acerca de las decisiones que tome, de manera que habitualmente se basan fundamentalmente en que el fin justifica los medios, lo que significa que a menudo acaba equivocándose y tarde o temprano esto supone una pérdida importante para el grupo al que lidera. El líder carismático El líder carismático es aquel que consigue el cargo gracias a su carisma, su personalidad y su forma de ser, de manera que trasmite algo positivo e incluso llega a inspirar a las personas del grupo al que pertenece. Para conseguir alcanzar este tipo de liderazgo es necesario tener una confianza en sí mismo muy fuerte, de manera que consigamos transmitirla al resto del equipo y en general logremos que crean profundamente en nosotros, es decir, si el líder carismático dice que es posible, todos sienten que realmente es posible. Dentro de estos líderes, habitualmente hablamos de personas que tienen una gran influencia en la sociedad, es decir, un líder carismático no llega de la nada, sino que se forja a partir de sus acciones, lo cual inspira a sus seguidores. Cabe destacar que este tipo de liderazgo puede ser tanto positivo como negativo dependiendo de las decisiones que tomes el líder, y sobre todo, los seguidores habitualmente van a acatar las decisiones tomadas por él, de manera que, aunque puedan existir recomendaciones y asesoramiento para que esas decisiones sean lo más acertadas posible, en ocasiones se cometen errores debido a que el propio líder puede incluso llegar a endiosarse. De esta manera podemos encontrar líderes tan opuestos como Adolfo Hitler y el Papa Juan Pablo II, así como otros carismáticos que hicieron de su causa una razón para seguirlos. El líder democrático El líder democrático sería todo lo contrario del líder autoritario, es decir, se trata de un líder que va a tomar las decisiones en base a las opiniones de los demás, de manera que se plantea el problema, se escuchan las posturas, así como los consejos del resto del grupo, y finalmente se toma una decisión en base a ello. Este tipo de liderazgo puede ser muy positivo, pero también cuenta con algunos aspectos negativos como el hecho de que muchas veces el resto del equipo puede considerar que algo es positivo cuando en realidad es negativo para el proyecto. Un buen ejemplo sería si preguntásemos a los trabajadores de una empresa si quieren vacaciones pagadas durante 10 meses al año, de manera que evidentemente la votación sería a favor de trabajar sólo dos meses al año, pero evidentemente esto haría que la empresa quebrase. Por esa razón, en muchos lugares donde existe un líder democrático, tan sólo se formulan y se someten a votación cuestiones para las que el resto del grupo esté capacitado de forma objetiva a decidir, mientras que el resto de decisiones se toman en base a las opiniones y consejos de un grupo más reducido. Por ejemplo, dentro de una empresa nos podemos encontrar con un líder democrático al que los trabajadores le solicitan que coloque una máquina de pastelitos, de manera que este líder consulta con sus mandos más directos para tomar una decisión de si esa máquina va a ser beneficiosa o puede perjudicar de alguna manera a algunos trabajadores o al propio negocio. En base a los consejos, la decisión se entiende que será la más acertada. El líder empresarial En cuanto al líder empresarial se trata de un tipo de líder centrado en los proyectos de negocios, teniendo una capacidad de decisión y una influencia que lo hacen destacar por encima de otros empresarios, de manera que incluso estos buscan trabajar con él. En definitiva, es un tipo de líder que, haciendo las cosas mejor o peor, siempre consigue su objetivo, con lo cual se convierte en un ejemplo dentro del mundo empresarial. El líder espontáneo El líder espontáneo es un líder que nace a partir de un imprevisto, es decir, no se trata de alguien que haya sido elegido para ocupar el cargo, sino que debido a unas circunstancias, automáticamente se encuentra situado en una posición en la que tiene que asumir el mando y tomar la decisión acerca de las acciones que se van a llevar a cabo. Generalmente este tipo de líder nace a partir de los conocimientos que ostenta dicha persona, de manera que el resto del equipo lo reconoce como una persona capacitada y preparada para afrontar una responsabilidad tan seria como esta. Un ejemplo en este caso podría ser por ejemplo un grupo de personas que se encuentran en medio de una catástrofe, y para poder salir con vida, lo que hacen es seguir a alguno de ellos que se ha convertido en líder espontáneo, ya sea porque es el que más conocimientos tiene en relación con la situación (militar, ingeniero, bombero, etc.) o incluso porque su carisma y su capacidad para tomar decisiones lo hacen más apto para ponerse a la cabeza del grupo. El líder liberal El líder liberal es aquel que delega parte de las decisiones a otras personas, con lo cual otorga una pequeña fracción de liderazgo al resto de miembros del grupo. Cabe destacar que tiene ciertas semejanzas con el líder democrático, además de que habitualmente tan sólo se conceden estos poderes a personas cercanas al propio líder, no al resto de la comunidad, de manera que habitualmente el resto de personas que formen parte del grupo no tendrán ningún tipo de poder de decisión en este sentido, salvo, claro está, que se opte por un liderazgo democrático en el que, con su voto, puedan tomar decisiones de forma directa. El líder político En cuanto a líder político hablamos efectivamente de un tipo de líder que presenta unas cualidades adecuadas en el campo de la política, consiguiendo de esta forma que una buena parte del pueblo confíe en él. Es muy importante tener en cuenta que un líder político no tiene por qué haber sido elegido por su pueblo, sino que se gana la simpatía de un sector de la población por sus ideales o por su forma de actuar. De esta manera, aunque puede haber un líder político oficial en un determinado país, también pueden existir otros líderes políticos con políticas más o menos parecidas a la que sigue el que gobierna. El líder religioso Un líder religioso es aquel que ostenta un cargo eclesiástico de importancia, consiguiendo que los seguidores de dicha religión se inspiren y los sigan en su toma de decisiones. Aunque fundamentalmente hablamos de este tipo de líder cuando nos referimos a aquellos que alcanzan el cargo dentro de la institución, también existen otros líderes religiosos que no forman parte de la misma pero que sí consiguen los seguidores, de manera que un ejemplo destacado en este sentido sería por ejemplo Jesús cuando comenzó a promulgar su fe. El líder social El líder social es un tipo de líder que forma parte de un movimiento concreto, de manera que influye a otras personas con el objetivo de apoyar un ideal determinado o incluso una acción específica. Generalmente, este líder buscar alternativas a las existentes en base a las necesidades de la sociedad, pero también cabe destacar que a menudo se centra única y exclusivamente en núcleos muy limitados, de manera que ignora las necesidades de la mayoría, pero a través de su acción social logra conseguir seguidores que le darán un mayor poder ya sea político, religioso, social, etcétera. En cualquier caso, estos líderes no sólo atraen a mayores o menores multitudes, sino que además también ejercen poder sobre ellas así como en su toma de decisiones. Líder tradicional En cuanto al líder tradicional, se trata de un líder que ostenta el poder al alcanzar el cargo, pero llega allí a través de una tradición, es decir, mediante una herencia. Aquí podríamos hablar del hijo que hereda la empresa del padre, o incluso el príncipe que se convierte en rey, de manera que nos podemos encontrar con que el líder posee las cualificaciones necesarias para un buen liderazgo, o que por contra pueda perjudicar la causa que lidera por su desconocimiento. Hasta aquí hemos llegado con nuestra clasificación enumerando los tipos de líderes más importantes, teniendo todos ellos una capacitación que no tiene por qué ser académica pero que les otorga un mayor valor por encima del resto de personas de su ámbito. Por supuesto, en la mayor parte de los casos es imposible que se pueda forzar el convertirse en un líder determinado, pero adaptando aspectos relacionados con nuestras costumbres y nuestra forma de comunicarnos, es muy posible que algún día consigamos ser el líder perfecto. Otros tipos de líder Líder autócrata: Este tipo de líder es el que va a iniciar la acción, además de dirigir y controlar. Sin duda, ésas son sus principales funciones. Pero es que además, a la hora de tomar decisiones, será el que asuma todo tipo de responsabilidades. Por lo que si dichas decisiones no salen como se esperaba, nadie más podrá tener la culpa. Líder proactivo: Antes decíamos que no siempre hay que ver los tipos de líderes o el liderazgo como algo negativo. Porque si todavía no te lo has encontrado, puedes estar ante un líder proactivo. En este caso será quien promueva el desarrollo y todo el potencial de las personas que estén a su alrededor. Una manera de incentivarlos plenamente para obtener grandes resultados y siempre, en equipo. Líder audaz: Porque se necesita un tipo de líder que haga frente a todo. De ahí que tenga más que merecido su puesto. En este caso, al hablar del líder audaz, hacemos referencia a todo aquel que puede relacionarse con diversas instituciones así como personas. Será una persona muy persuasiva, es cierto, pero siempre con una visión muy positiva. Líder servidor: Como su nombre indica es el líder que no fija sus propios objetivos y que no busca cumplir con sus necesidades propias, sino que se centra en los demás. Las necesidades sociales serán su prioridad y de ahí el nombre de líder servidor. Líder transformador: Será el que se enfrente a los problemas. Pero es que además será el que produzca e impulse cambios de tipo social. Desde luego, es una persona muy imaginativa que al mismo tiempo, se adaptará a los cambios y diferentes procesos. Sabe escuchar y al mismo tiempo, se motiva recopilando información para ponerla en marcha. Como resumen, podemos decir que asume tanto derechos como deberes. Existen diferentes tipos de liderazgo en el entorno de laboral, y cada uno de ellos con sus ventajas y desventajas. En el mundo de las organizaciones raramente existen recetas que sirvan para todos los trabajos, las empresas y los equipos por igual, dado que lo que funciona y lo que no depende en gran parte del contexto. Sin embargo, conocer estos tipos de liderazgo ayuda a orientarse en estos temas. La cultura de la empresa, los objetivos que se persiguen o la personalidad de los empleados, entre otros factores, determinan qué estilo de liderazgo encaja mejor con la compañía. Dentro de algunas organizaciones, incluso, coexisten diferentes estilos de liderazgo según las tareas o los objetivos que se deben cumplir. Así pues, como todo depende del contexto en el que nos encontremos, si queremos exprimir al máximo la posibilidad de tener a un buen líder o lideresa al frente de un equipo u organización, en primer lugar es necesario conocer los tipos de liderazgo, ya que no existe uno que sea claramente superior a los demás. Según Jonathan García-Allen existen otros tipos de líderes: Liderazgos "buenos" y "malos" Un tipo de liderazgo positivo puede mejorar el rendimiento de los empleados, su bienestar o aumentar los benéficos de la empresa. Por el contrario, un estilo negativo o perjudicial puede crear estrés o burnout en los subordinados, bajar su autoestima o provocar pérdidas para la empresa. Han sido muchos los investigadores que han prestado atención a este fenómeno y son muchas las teorías que hablan sobre ello. A continuación, os presentamos los tipos de liderazgo más habituales. 1. Liderazgo laissez-faire El tipo de liderazgo laissez-faire, también conocido como liderazgo delegativo, es un estilo de no intervención y falta de feedback regular. El nombre hace referencia a la palabra francesa “dejar pasar” o “dejarlo ser”. El líder laissez-faire interviene solo cuando es necesario y con la menor cantidad de control posible. Es un estilo no autoritario que se basa en la teoría de que los empleados con mucha experiencia, entrenamiento y motivación, necesitan menos supervisión para ser productivos. Ya que estos trabajadores son expertos y poseen las competencias para rendir de manera independiente, son capaces de cumplir con las tareas con muy poca vigilancia. Para algunos empleados, las ventajas de la autonomía son liberadora, mejora la creatividad y ayuda a sentirse más satisfecho con el trabajo que se realiza. Este tipo de liderazgo puede ser usado en situaciones donde los subordinados son apasionados y gozan de una alta motivación intrínseca. Por otro lado, las desventajas, en ocasiones este tipo de liderazgo permite que las personas más especializadas en su trabajo o que aportan un mayor valor añadido no se vean constreñidas por las formalidades y una excesiva rigidez organizativa y hagan lo que mejor saben hacer. Hay que tener en cuenta que no todos los empleados poseen esas características. Este estilo no es apropiado cuando se trabaja con empleados que no poseen las competencias arriba mencionadas. Muchas personas no son buenas a la hora de asignarse sus propios plazos de entrega, gestionarse sus propias tareas y resolver los problemas que puedan ir surgiendo. Dicho de otro modo, tienen un estilo de trabajo mucho más pasivo en el que todo depende de que tengan instrucciones muy específicas y, en situaciones de ambigüedad, no tienen por qué aplicar el sentido común o tienden a trabajar menos a la espera de más información. En estas situaciones, los proyectos o las fechas de entrega pueden no cumplirse cuando los miembros del grupo no son dirigidos correctamente o no se benefician del feedback apropiado. Muchos estudios parecen demostrar que el tipo de liderazgo laissez-faire puede llevar a una falta de control, un incremento de los costes de la compañía y una productividad pobre, sacrificándolo todo por la posibilidad de tener un buen ambiente de trabajo a corto plazo (a largo plazo los problemas surgidos de la falta de rendimiento hacen mella en el clima organizacional). 2. Liderazgo autocrático El liderazgo autocrático permite que los supervisores tomen decisiones y fijen las directrices sin la participación del grupo. El líder concentra todo el poder y nadie desafía sus decisiones. Es un ejercicio de liderazgo unidireccional, lo único que tienen que hacer los subordinados es obedecer las directrices que marca el líder. Puede ser efectivo en ambientes de trabajo en los que las decisiones necesitan tomarse rápidamente. También parece ser altamente efectivo con empleados que requieren una vigilancia estrecha sobre las actividades, ya que al eliminar la tendencia de los trabajadores a relajarse, puede aumentar la productividad y velocidad en las tareas. Las desventajas del líder autocrático son evidentes. No tiene en cuenta la opinión de los trabajadores y los empleados son simplemente personas que deben acatar órdenes. Algunos empleados pueden sentirse infravalorados y suelen mostrar poco compromiso afectivo hacia la compañía, pudiendo llegar a abandonar la empresa o rendir menos. Es un estilo de liderazgo que, poco a poco, está siendo desterrado de las empresas punteras. 3. Liderazgo democrático Habitualmente llamado liderazgo participativo, este tipo de liderazgo se caracteriza por crear entusiasmo entre los trabajadores al priorizar la participación de todo el grupo. El líder promueve el diálogo entre sus seguidores para tener en cuenta las opiniones del grupo, pero la decisión final la toma el superior. Este tipo de líder se gana al equipo porque los empleados contribuyen en el proceso de decisión. Por tanto, los empleados suelen sentirse como parte de la compañía y de los cambios que puedan producirse en la organización, mejorando su afiliación y compromiso con la empresa, del mismo modo que su productividad y capacidad de innovación. De esta manera, por ejemplo, da más incentivos para quedarse en la organización, por lo que facilita la retención del talento. Pese a que existe cierto consenso a la hora de afirmar que este tipo de liderazgo tiene muchas ventajas, algunos investigadores piensan que también tiene sus desventajas. Por ejemplo, muchas veces no se pueden superar los desacuerdos entre dos o más partes del grupo o el camino se hace más lento a la hora de alcanzar una meta, en comparación con otros estilos de liderazgo. Además, este tipo de liderazgo requiere que el líder posea gran habilidad para mantener la motivación y la colaboración de quienes le siguen, así como plena confianza en sí mismo. De lo contrario, el equilibrio de un conjunto de individuos se podría quebrar. . 4. Liderazgo transaccional El liderazgo transaccional se basa en transacciones, es decir, en procesos de intercambio entre los líderes y sus seguidores. Los seguidores reciben premios por su desempeño laboral y el líder se beneficia porque ellos cumplen con las tareas. Es un tipo de liderazgo orientado a los objetivos y, por tanto, los seguidores son motivados con recompensas por los resultados conseguidos. El líder transaccional crea estructuras claras, donde queda bien definido lo que requiere de sus subordinados y las recompensas que van a percibir. Por eso, este tipo de liderazgo se centra en aspectos objetivos y en unidades de análisis fácilmente reconocibles, con las que es relativamente sencillo operar. El perfil de seguidor del líder transaccional es un individuo racional, motivado por el dinero y otros beneficios o recompensas, cuyo comportamiento es bastante predecible. Los líderes transaccionales se centran en el presente y son muy buenos para conseguir que la organización funcione sin problemas y con eficiencia. Sin embargo, aunque el liderazgo transaccional implica seguir ciertas reglas y funciona muy bien en momentos de estabilidad, en el mundo cambiante que nos encontramos hoy en día, donde el éxito de las compañías muchas veces depende de los cambios continuos, existen estilos de liderazgo más efectivos. 5. Liderazgo transformacional Los líderes transformadores emplean niveles altos de comunicación para conseguir los objetivos y aportan una visión de cambio que consiguen transmitir a los empleados. Apuestan por generar una visión compartida y transversal acerca de lo que debe ser la empresa en la que se trabaja. Este es uno de los tipos de liderazgo que aportan mayor flexibilidad al funcionamiento de las empresas. De esta manera, los líderes que trabajan a partir de esta filosofía motivan y aumentan la productividad y la eficiencia del grupo. Poseen una visión muy amplia del trabajo a realizar, gracias a la cual lideran el cambio dentro de la organización y son capaces de cambiar las expectativas, percepciones y motivaciones del equipo. Cuando estos líderes y sus seguidores trabajan juntos, llegan a un nivel superior de moral y motivación. La clave está en el impacto que tienen sobre los seguidores, ya que dichos líderes se ganan la confianza, respeto y admiración de los mismos. El liderazgo transformacional, en lugar de analizar y controlar transacciones específicas utilizando reglas, instrucciones e incentivos, se concentra en cualidades intangibles, como la visión, los valores compartidos y las ideas, con el propósito de crear relaciones, de dotar de mayor significado a las actividades independientes y de ofrecer una visión compartida que permita funcionar conjuntamente con los seguidores en el proceso de cambio. Este énfasis en el clima laboral puede llegar a ser contraproducente en situaciones de crisis en las que hay que reaccionar rápidamente a una crisis que puede hacer colapsar a la organización a corto plazo, en cuestión de semanas. Sin embargo, a la vez, no hay muchos contextos en los que sea mejor sacrificar la prosperidad a largo plazo por la obtención de resultados a corto plazo. Eso significa que muchas empresas y organizaciones que vetan la entrada a nuevos líderes basados en el liderazgo transformacional asumen de este modo un alto coste de oportunidad: crecen menos de lo que lo podrían hacer; y esto es algo que en muchos casos ni siquiera son capaces de detectar. Referencias bibliográficas: Bennis, W. y Burt, N. (1986). Leaders: The Strategies for Taking Charge. New York: Harper & Row. Daft, R. L. (2002). La experiencia del liderazgo. Cengage learning. Tercera edición. Davis, J.; Millburn, P.; Murphy, T.; Woodhouse, M. (1992). Successful Team Building: How to Create Teams that Really Work. London: Kogan Page. Graen, G. B.; Novak, M. A.; Sommerkamp, P. (1982). The effects of leader-member exchange and job design on productivity and satisfaction: Testing a dual attachment model. Organizational Behavior and Human Performance. 30 (1): pp. 109 - 131. Gutiérrez Valdebenito, O. (2015). Estudios de liderazgo de hombres y mujeres. Revista Política y Estrategia N° 126, 13-35. Nye, J. C. (2011). Las cualidades del líder. Barcelona: Paidós. Zaccaro, S.J. & Klimoski, R.J. (2001), The Nature of Organizational Leadership: Understanding the Performance Imperatives Confronting Today's Leaders. San Francisco: Jossey-Bass Actividad programa : Diseño de infografía Es una representación gráfica que respalda una información y permite traducirla en algo que todo el mundo puede entender a simple vista. Es una herramienta de comunicación increíblemente útil, ya que al tener un formato visual, es procesada por el ojo humano mucho más rápido Tipos: Infografías estáticas. Son composiciones gráficas cuyos elementos se presentan fijos y contienen desde un principio toda la información que se desea incluir. Infografías dinámicas. Son las presentadas en formato de video o gif. Infografías interactivas. Todas aquellas que nos permiten interactuar con el contenido que se muestra. Procedimiento: Trabajo en equipo o parejas organizadas, Leer documento presentado Establecer ideas principales Realizar una infografía colocando imágenes o recursos para explicarlos y socializarlos Subir producto a la plataforma en la entrega programada y presentación la próxima clase. (siempre firmar y colocar su identificación estudiantil) Valor de la actividad: 5 puntos a acumular