BIOGRAFÍA JULIO ENRIQUE BLANCO Julio Enrique Blanco: fue una inteligencia superior desarrollada autodidácticamente basada en una vida de estudios reflexiva, racional e inteligente que por ello no dejo de relacionarlo con el mundo exterior. Nacimiento, adolescencia y Juventud hasta 1920. Estudios y escritos. Nació en Barranquilla, Colombia el 17 de mayo de 1890. Fueron sus padres Pedro Blanco Soto y Martina de la Rosa descendientes de criollos españoles y oriundos de la comercialmente importante y culta ciudad de Mompox, cuna de intelectuales y próceres de la independencia de Colombia. Su padre fue un ingeniero civil y escritor con figuración política -Ministro del Tesoro del Presidente José Vicente Concha- y de quien heredo su biblioteca impregnada de obras universales. Estudió en los Colegios León XIII y Americano de su ciudad natal, en los cuales se despertó su interés por el idioma ingles y por escritores clásicos en esta lengua. Desde temprana edad comenzó a leer a Victor Hugo, Chateaubriand, Lamartine y Alejandro Dumas. La librería Minerva era una de las principales fuentes para obtener nuevos libros y fue así como pudo derivar hacía Goethe y otros autores alemanes abordando temas relacionados con literatura, ciencia, filosofía en general y metafísica. Con Haeckel, Strauss, Buchner, Schopenhauer, Nietsche, Darwin, Spencer, Renan,Voltaire, Paul Janet, Herschel y continuo ampliando sus horizontes intelectuales. Con la gramática de Caro y Cuervo comienza el estudio del latín y el griego para entender aun mas a los filósofos y el estudio de la ciencia. Se interesa por la astronomía como parte de la ciencia en general y estudia los textos de Henry Draper (1837-1882), astrónomo y químico norteamericano que escribió y experimentó sobre la espectroscopia de las estrellas así como Camile Flammarion (1842-1925), astrónomo francés quien escribió importantes obras divulgativas sobre este tema. Es aquí durante “las noches estrelladas de Barranquilla” como lo relata en sus cuadernos autobiográficos que se inicio su especial interés por Kant gracias a las referencias encontradas en Haeckel y Schopenhauer. Estas obras llegan a Barranquilla gracias a su posición privilegiada como Puerto marítimo que permitió a libreros locales como Eleuterio González (cuaderno autobiográfico 1907) un Momposino de origen español que poseía conocimientos bibliográficos universales, importar estas obras hacía una ciudad que ya se perfilaba como cosmopolita en su época por su creciente inmigración europea. Es menester decir que ya por aquellos años este Puerto contaba con una biblioteca pública llamada El Ateneo y algunos periódicos culturales locales entre los cuales se destacaba Rigoletto. Continúa desarrollando su interés por Kant y al poco tiempo gracias a una editora de Leipzig en el año de 1910 pudo recibir por encargo los primeros textos directos de este filósofo alemán. A esta temprana edad Blanco hace una primera reflexión sobre Kant al comentar: “porque se habla de verdades absolutas, si lo absoluto, lo absoluto, la cosa en si de los metafísicos alemanes, según ya voy entendiendo que declaro ente Kant, no es cognoscible a la menta humana ¿Y entonces, porque preocuparnos de la certeza ¿para que si solo han de sernos posibles verdades relativas ? Continúa el proceso de Blanco con la lectura de obras de Locke, Condillac, Balmes y el filosófo y sicólogo Herbart. Primer viaje a Nueva York A sus 17 años viaja a Nueva York desde Puerto Colombia siguiendo la ruta marítima existente, acompañado de su familia por razón de la actividad política de su padre que le obliga a exilarse por un tiempo. Contrasta que era más fácil y rápido llegar hasta esa lejana ciudad de Norte América que a la propia capital colombiana, Bogotá. Una vez allí, perfecciona su inglés y se interesa por Franklin, Carlyle, Poe, Emerson, Irving, Bacon Shakespeare Milton, Macaulay, Stuart Mill, Jonson, Darwin y otros sumando así lo científico con lo humanístico. Perfecciona su inglés con el texto de Ollendorf y el diccionario Appleton adquiriendo según su propia afirmación fue fundamental para adquirir el vocabulario que le permitiera leer a los clásicos ingleses en su integridad. Simultáneamente y gracias a las facilidades que le ofrecían las librerías de la que ya se proyectaba como una futura gran ciudad, comienza el estudio del alemán ya que también comprende que sin su conocimiento no podrá estudiar a sus filósofos. Escribe su primer ensayo “Que es y como se da la conciencia” y según afirma en sus cuadernos autobiográficos ya ha entendido la esencia de su vida. Imbuido en la literatura americana a través de Brander Mattews con su Introduction to American Literature asimila y desarrolla conceptos sobre Thoreau, (el intelectual de la naturaleza) Poe (el intelectual de la imaginación), Emerson (el intelectual del pensamiento) y Franklin (temperamento y carácter, el intelectual de la independencia, el investigador científico y el ejecutor de obras sociales en síntesis hombre de acción). Nueva York pues le impresiona y le seduce -imprimiéndole sin perder el sentido de la realidaduna sensación de independencia en medio de su trabajo el estudio del ingles y la búsqueda de nuevos libros. Vale destacar la profunda impresión que le causo Franklin quien coincidió a su misma edad y época en Nueva York y a quien admiro profundamente. Expresa Blanco en sus anotaciones autobiográficas: “ a través de las apreciaciones que he podido hacer de Thoreau, de Poe, y de Emerson como finalmente de Franklin tan diferentes de las que ya yo también había podido hacer de los autores que había estudiado en Barranquilla, noto que he venido como ascendiendo de la existencia en la naturaleza a la existencia en la imaginación a la existencia en el pensamiento a la existencia en la inteligencia pura; siendo esta la que mira a la historia de la humanidad como a la de la existencia en la libertad política y en la independencia de los pueblos, las naciones. Todo un curso, por tanto, de conceptos en verdad ascendentes. Mas aún, en consecuencia, de lo que asimismo he notado ya, de conclusiones y cavilaciones sobre lo que significa la conciencia de que todo ello ha venido adquiriendo, y que es la del pensamiento de la libertad dentro de la concepción de esta por la inteligencia pura, ceñida solo a la necesidad de la lógica, a los postulados de la ética y a las demandas de la estética de ella misma. Pues solamente en ella donde puedo encontrar la actividad que animo en Franklin antes de Thoreau, de Poe y de Emerson para hacerlo el intelectual que vino a ser de la independencia americana”. Excelente resumen del propio Banco sobre sus conclusiones durante este periodo que le “enseño nuevamente el método que ya antes se había propuesto para el ascenso filosófico desde lo físico hasta lo psíquico y desde lo psíquico a lo imaginativo para conducirme de lo imaginativo a lo cogitativo que me dejo en lo puramente intelectivo.” Blanco amplio sus conocimientos sobre la ciencia con obras Paul Ehrlich (biólogo alemán), Ilya Metchnikov (biólogo ruso) y Wilhem Ostwald (físico y químico alemán), Nobeles 1908 los dos primeros y 1909 el tercero a través de librerías locales especializadas. Continúa paralelamente con el estudio de los filósofos griegos y de autores y poetas latinos entre ellos Lucrecio y Virgilio. Concluye que “no ha existido nunca filósofo verdadero sin exaltaciones interiores ni poeta sin inspiración sobrehumana “Solo así se aprende a razonar sobre el misterio del ser. De los griegos aprende a través de Nietzsche que un continuo llegar a ser que jamás cesa debería ser lo que constituyera la ciencia por excelencia por lo que Blanco se concentra en definitiva en estudiar, anotar, analizar para escribir luego, lo que constituiría la gran meta de su larga vida. Ya desde ese momento Blanco piensa que debe iniciar la difícil labor de esbozar un sistema filosófico, hecho que le abruma por la inmensidad de la tarea que le espera. La emoción estética, la creación artística y el esfuerzo intelectual -facultades intelectivas e imaginativas- para llegar a la misma y la metafísica de la música despiertan su atención. ¿Es la creación artística obra del azar? ¿Es el objeto de las artes la mera imitación de la naturaleza, o la mera superación embellecedora de esta misma naturaleza por el espíritu humano? ¿Están íntimamente relacionadas las facultades intelectivas e imaginativas en la creación del arte? Estos temas son tratados por Blanco con profundidad en ulteriores escritos. Luego Blanco se proyecta hacia la universalidad con el estudio de los grandes filósofos alemanes, franceses e ingleses. Obras como Reclams Universal Bibliotek (Colección) y Aus Natur und Geisteswelt le enriquecen. De la primera colección posee Kant’s Prolegomena zur Metaphysik que Blanco leyó “con la ayuda de un diccionario alemán-español, hojas de papel y un lápiz pata sus anotaciones y trabajaba hasta que se hacía oscuro el día y era imposible ver mas en las letras pequeñas de la edición Reclam de los Prolegomena” . La Kritik der Reinen Vernunft en edición de Bruno Erdmann impresa en carácter latino. De la primera colección ha recibido el libro de Kolpe: Immanuel Kant. Ademas algunos libros de Newton, Leibnitz, Helmholz y Ostwald’s Klassiker der Exakten Wissenschaften. El Moses Mendelsohn Phaedon cierra este ciclo. Por esa época obtuvo también algunos diálogos de Platón en griego de la Biblioteca Gothanna junto con la obra poética de Virgilio en la edición Weidmannschen Buchhandlung y la Horacio, a Mauricio Hauptio Recognita. En inglés recibió el voluminoso estudio de Stuart Mill System of Logic, Ratiotinative and Inductive, Bain’s Mind and Body y el Hume de Thomas Huxley. Durante el año de 1909 obtuvo la obra de Boutrox, Las Leyes Naturales. Antes de 2 años, Blanco regresa a su natal Barranquilla, lleno de experiencias enriquecedoras .Complementa su espíritu de temprana juventud con los estudios realizados como preludio para una futura “Metafísica de la Inteligencia “ y ordena cronológicamente todos los escritos y ensayos que ha venido escribiendo desde sus albores estableciendo el siguiente orden : Epitesis del Concepto de Sustancia (1910/11); Sobre el principio de Individuación (1912) Kant contra Kant, Apuntes para una idea de Método y Proyecto de una Metafísica Inductiva (1913); Coloquio Estético sobre Nueva York y Apuntes para una Teoría del Genio y de la Creación Genial (1914); De la Causalidad en Biología y El problema de la Estética (1915); Sondeos para una filosofía natural de la Cosmogonía y del Universo y su Origen (1916); Necesidad, Contingencia y Vida (1917); Notas para tratar de la memoria y de la herencia (1918); Aparición de Kant en la Historia, Ensayo de Gnoseología y Haeckel –dialogo– (1919); Las dos corrientes históricas del Voluntarismo indogermano y del intelctualismo grecolatino, Ensayo sobre la religiosidad del Celtíbero y Programas y Perspectivas en la Historia Comparativa de las Religiones, con, finalmente, La Filosofía como conciencia genérica e Histórica del hombre (1920). Segundo viaje a Nueva York Blanco se dedica durante los próximos 6 años a trabajar independientemente, así como en la formación de la futura sociedad comercial con sus hermanos mientras estudia y en 1914 decide regresar a Nueva York. Esta segunda visita le seduce bastante. La idea de volver al sitio dónde por primera vez conoció un mundo nuevo habrá de enriquecer su vida emocional e intelectual para siempre. Esta visual adicional de la ciudad le impresiona de manera diferente. Le estimula lo estético, lo artístico, lo musical, lo científico, la danza, lo escultórico, lo pictórico y desde luego lo arquitectónico que siempre le impresionó. En suma, el arte refinado como solo podía ofrecérselo tamaña metrópolis. Aparte de lo puramente visual que deseaba revivir para apreciarlo mejor, quería seguir conociendo mundo y gentes haciendo hincapié en lo que denomino “sus visiones estéticas “por las “emociones que me dan y en las cuales me absorbo reduciéndolas a un solo estado del alma en que todo es percepción, sensación y emoción de la vista, nada del oído, ni del olfato, ni del tacto, ni del sabor. Sus lecturas del momento son: Huber en su obra Life of Wickelman y Hunker sobre Franz Liszt, que tratan sobre pasión estética y artística. Visitando los museos recoge impresiones sobre pintura y escultura. Escucha los grandes compositores clásicos en las ya reconocidas salas de concierto y allí es donde Blanco confirma su concepción de que “todo hombre es capaz de emoción estética” tema muy ligado con lo que ya tenía bien claro: el origen común de las artes y de las ciencias. “Mutatis mutandis, dado en otro campo, otro temperamento de genio, no ya artístico, sino científico y filosófico, fue el ejercicio de la misma actividad intelectual, inteligente, con su fuente en Beethoven y Leonardo, lo que hubo de comprobarse en KANT, en quien tendió discursivamente a fijarse en nociones de principios, axiomas, leyes etcétera para el saber de las ciencias.” Su avance hacia una concreción de lo que viene esbozando como teoría estética o filosofía de las artes se empieza a gestar incluyendo el tema de la psicofisiología de la creación artística, que serán materia de escritos y estudios posteriores. Hegel, Schopenhauer, Nietzsche, Baudelaire, Liszt, Bernard Shaw y finalmente Wagner forman parte de estos escritos. Wagner El Hombre y Wagner el Genio; Ensayo sobre Filosofía de la Música y Diálogos de Estética: ¿Qué es lo bello? constituyen obras que serán objeto de próximas publicaciones. Igualmente “Apuntes para una teoría del genio y de la creación genial se gestaron en la mente de Blanco durante este período. Concuerda con sus lecturas de la época: Kant: Estética Crítica (Kritik der Urtheilskraft; Weber: Tastsinn und Gemenigefuhl; y el ensayo de Bergson titulado Essai sur le Données Immediates de la Conscience, Le Rire y L‘Evolution Creatice del mismo autor. Sobre Bergson afirma Blanco (Essai Sur la Relation du corps sur l’esprit) que es el expositor mas elegante que conoce en filosofía pero que es además uno de los pensadores mas profundos entre los que aun viven hoy” quedando muy impresionado de lo que considera sus 3 obras principales: además de la primera arriba mencionada Immediates de la Conscience, Matiere e memoire y L’Evolution creatrice. Durante este período Blanco descubre a través de la lectura de Leaves of Grass al extraordinario poeta y prosista Walt Whitman, de quien había escuchado comentarios en Barranquilla a través de su amigo el escritor, poeta y también novelista Abraham Zacarías López Penha. Blanco le analiza desde los siguientes puntos: 1) El hombre 2) el medio 3) el poeta 4) el prosista y 5) la apreciación crítica. Sobre este último tópico para Blanco, Whitman, considerado el mas grande en los Estados Unidos, es un termino que debe interpretarse relativamente, ya que para él Poe es el óptimo, en el sentido de la poesía como arte, ya que la del primero es ciertamente la mas grande cuantitativamente que la de Poe, pero la obra poética de Poe es mucho mas artística cualitativamente. Y anota, “en el arte prevalece, tiene que prevalecer pata valer definitivamente la cualidad sobre la cantidad. La delicadeza y finura del arte de Poe y su elegancia espiritual sobrepasan el ímpetu del genio de Whitman y los hechizos de sus brusquedades. La cuestión fundamental planteada por Blanco radica en el siguiente planteamiento: ¿puede y debe la poesía dejar de ser obra de arte? ¿de arte verdadero? Blanco califica de la siguiente manera: “concluyo con una paráfrasis de lo que Dionisio de halicarnaso, autor griego contemporáneo de Horacio, escribió de los versos de Píndaro, en un comentario que aquí traigo también a colación para aplicarlos a los versos de Whitman. Y es a saber: que los versos del entusiasmado poeta de Grecia eran vigorosos, graves y dignificados; que se distinguían por la sonoridad de su estilo, aunque eran desiguales en sus longitudes; que eran lentos en sus ritmos, pero obraban grandes efectos de armonía; y que cantaba, no los extremos ostentativos y bulliciosos de las versificaciones de la última pretensión o moda, sino la belleza y grandeza del pasado. Todo lo cual, como se ve, es lo que se puede añadir ahora para concluir reconociendo que, si la poesía de Whitman reconduce al lejano pasado de Píndaro, es por la hermosura que a ella es inherente y por la potencia que despliega lo grandioso, reflejo del medio geográfico y social o del país donde tuvo la suerte de nacer, vivir y morir por lo que se impone ineludiblemente. Pero siempre de tal modo, que no puede alcanzar a ser propiamente bella, por la corrección de su factura o la perfección de sus versos, como verdadera obra de arte. Inicia Blanco a partir de 1915–sin abandonar sus estudios- una etapa dedicada a la organización de los negocios comerciales que desarrollaba en unión de sus hermanos y viaja a Medellín y Bogota a pesar de las dificultades de la época y de lo abrupto del territorio. Medellín y sus gentes le agradan profundamente y allí conoce a quine habría de ser su gran amigo y contertulio de temas filosóficos y literarios el médico antioqueño Luis López de Mesa.