Personajes de Renombre Excelsior David Paramo 08 DE SEPTIEMBRE DEL 2015 Defensores del Presupuesto Uno de los más grandes problemas que enfrentará la negociación del Paquete Económico que será entregado hoy al Congreso de la Unión es que cada vez salen más “defensores del presupuesto”. Parece que el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, el presidente del Instituto Nacional Electoral, así como los representantes de los Poderes Legislativo y Judicial tienen la obligación, como si fueran cruzados de la Edad Media, de proteger “su Presupuesto”. El tono y la fuerza con la que hablan parecería que es la misión para la que nacieron o, en su caso, fueron electos para evitar que el maldito Poder Ejecutivo les quite un peso, pues eso podría implicar gravísimos problemas para los gobernados o las dependencias que representan. Si ha escuchado, por ejemplo, a Lorenzo Córdova parecería que el país caerá en una dictadura si no le dan más dinero al INE o a Miguel Ángel Mancera, quien habla en términos de que la capital del país se colapsaría. Hay representantes de partidos políticos, como Miguel Barbosa, quienes dicen que se deben cuidar los programas sociales, cuando critican su ineficiencia. El tema no está en cuánto dinero se asigna sino qué se hace con esos recursos. Sin embargo, se trata de una visión equivocada en por lo menos dos sentidos. Primero. El dinero es de los contribuyentes, no de las diferentes instancias que lo pelean como si fuera producto de su trabajo. El derecho de quienes cumplen con esta obligación es, sin lugar a dudas, elegir cuál es la mejor manera de utilizarlo en beneficio de la mayoría. Segundo. El mantener un monto determinado de recursos no garantiza que la dependencia o entidad de gobierno cumpla con su misión. Durante demasiados años en el país hemos creído que simplemente tener recursos resuelve los problemas cuando no es así. En muchos casos, desgraciadamente, estos recursos se dispendian y no cumplen con los fines para los que fueron creados. Más allá, es tiempo de que sea el gobierno y todos lo que lo integran que se aprieten el cinturón (no con populistas y ridículas rebajas de sueldo) sino que entren en caminos de productividad y competitividad que puede resumirse como hacer más con menos. Desgraciadamente, el entorno está impidiendo a la Secretaría de Hacienda cumplir con su promesa de un Presupuesto Base Cero que nos permitiría revisar en qué se gasta y cuál es el resultado de esos recursos. Tristemente tendremos que conformarnos con un pleito en el que todos consideran cuestión de honor político o algo similar el que sea tocado el Presupuesto. Quienes usan fondos públicos protegen el monto porque, desde el otro punto de vista, tendrían que trabajar con mayor eficiencia. En el otro lado están los líderes de la iniciativa privada quienes en lugar de impulsar una mayor eficiencia en el ejercicio del gasto siguen perdidos en la frivolidad de insistir en que el gobierno les quite cargas fiscales como si esto garantizara un mayor crecimiento económico. La iniciativa privada, que son los máximos generadores de riqueza debería estar mucho más ocupada en ver que los impuestos operen de una manera eficiente, lo que pasa necesariamente por la corrección en el gasto público. CONFIRMACION El estudio presentado ayer por Ernst & Young no sólo contribuye a terminar con una gran cantidad de mentiras en torno al verdadero impacto que tiene y seguirá teniendo la televisión abierta en la población, sino el gran poder que tiene para que las personas tomen decisiones de compra. Para los prestadores de servicios ayuda en saber que los costos de la televisión abierta siguen siendo los más bajos y efectivos para llegar a los consumidores. DESCARADOS Si usted comienza a leer versiones según las cuales OHL es la víctima de todo lo que pasó seguramente no se sorprenderá, en esta columna le hemos venido advirtiendo del modus operandi de sus empresas de relaciones públicas. Que en el menos malo de los casos fueron víctimas de competidores con un empleado mitómano, así como de medios (corruptos según ellos) que les siguieron el juego cuando, en realidad, la empresa tenía o tiene como práctica común andar ofreciendo regalos y vacaciones pagadas a todo el mundo. Más allá, dirán que las sanciones aplicadas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores por tener una doble contabilidad no les causan ningún daño y evidentemente no explicarán cuál fue el fondo de estas recomendaciones. Quienes realizan estas prácticas y sus publirrelacionistas normalmente regresan. Quizá los de OHL quieran hacer creer que ya la libraron y que ahora haciéndose las víctimas recuperarán el prestigio perdido ante los inversionistas cuando, en realidad, sólo están preparando la próxima. Al tiempo.