Subido por JOAQUIN INACIO STEFFEN LARA

Convención constitucional

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Convención constitucional
¿Es la convención constitucional democrática?
Introducción
La palabra “democracia” es muy nombrada hoy en día. Proviene de la palabra griega: "demos"
significa pueblo, y "kratos" significa gobierno, es decir, el gobierno del pueblo. Este es un
sistema de gobierno que permite a los ciudadanos expresar sus opiniones libremente,
independientemente de su color de piel, religión o país de origen. Chile actualmente es un país
democrático. A través de elecciones, los ciudadanos pueden elegir a sus gobernantes y tomar
decisiones importantes para el país.
El compromiso de Chile con la democracia está relacionado con la misma lucha contra la
dictadura desde 1983. Se expresó en las jornadas de protestas y movilización popular,
coincidieron movimientos sociales, fuerzas civiles, políticas y organizaciones no
gubernamentales.
A fines de 1986 comienza el proceso de reconducción de las formas de lucha contra el
régimen autoritario, desplegándose a partir de 1988 una gran movilización social, orientada a la
lucha electoral del plebiscito contra la dictadura. En el plebiscito del 88 se produce la victoria
del bloque "Concertación de Partidos por el NO", lo que consolida las coordenadas de la lucha
democrática.
¿Democracia en la convención constitucional?
A medida que va consolidando su poder, la Convención Constitucional está poniéndole un
poderoso engaño a la democracia chilena. Entre noviembre de 2019 y octubre de 2020, cuando
se realizó el plebiscito de entrada para el proceso constituyente, muchas personas
incautamente aseguraban que Chile seguiría un camino distinto al que han recorrido los otros
países latinoamericanos que pasaron por procesos constituyentes. La expectativa de esos
incautos era que Chile sería capaz de producir una constitución que permitiera al país seguir
avanzando por el mismo sendero de crecimiento, desarrollo e inclusión social que nos llevó a
pasar de ser uno más del montón en la región, a convertirnos en el país más desarrollado y con
menos pobreza de América Latina.
El viernes 13 de agosto, la Comisión de “Derechos Humanos, Verdad Histórica y Bases para la
Justicia, Reparación Integral y de Garantías de No Repetición” de la Convención
Constitucional, aprobó censurar las audiencias a fundaciones y centros de pensamiento de la
derecha chilena, como también a sus convencionales.
Estas decisiones arbitrarias son un grave atentado contra la libertad de expresión, la que se
justificaría tras la aprobación de vetar los “supuestos” discursos de odio y negacionistas.
Fundaciones y ONG ligadas a la derecha política chilena fueron marginadas y excluidas de la
discusión constitucional. La Fundación Jaime Guzmán (relacionada a la UDI), el movimiento
Acción Republicana y la Fundación Cuide Chile (ambas ligadas al Partido Republicano) fueron
víctimas de censura, por lo que no podrán participar de las audiencias en las distintas
comisiones. Por consiguiente, rápidamente las convencionales Marcela Cubillos y Teresa
Marinovic denunciaron esta injusta decisión, señalando que hay una evidente censura en torno
a las ideas de la derecha. Por ello, no descartan demandas a nivel internacional por
“violaciones a las garantías democráticas”.
Estas acciones reprochadoras se suman al veto que sufrió el convencional Jorge Arancibia a
quien se le negó participar en la comisión de DD.HH. por haber sido edecán de Augusto
Pinochet. Este voto político (aprobado por 10 convencionales, 3 abstenciones y 2 votos en
contra), fue el resultado de la reprensión que hizo la convencional constituyente Francisca
Linconao, quien señaló que la presencia del ex uniformado en la comisión le genera “un dolor
en el alma” y que “sería una provocación”. En consecuencia, Jorge Arancibia indicó en un
reportaje del Diario El Mercurio, que adoptará “las acciones legales y disciplinarias que
permitan retomar el estado de derecho en los procesos constitucionales”. Además, que no tiene
la intención de dejar la comisión de DD.HH., pues tiene una “responsabilidad de representar a
quienes confiaron” en él. En esta misma línea, la Fundación Jaime Guzmán no descarta tomar
acciones legales, pues evalúa levantar un recurso de protección o recurrir a la Ley Zamudio
(que busca tomar acciones contra la discriminación).
Podemos darnos cuenta, que la libertad de opinión del oficialismo en la convención
constitucional, es vulnerada en reiteradas ocasiones. No podemos tolerar que en un proceso
tan importante como este, se tome en cuenta solamente opiniones e ideas de un solo sector
político.
Conclusión
Contra todo sentido común, defender actualmente los valores de la vida, la democracia y la
libertad con fuertes convicciones, es demasiado impopular en una marea de populismo y
demagogia. Lo más grave no es solo que se rechace a quien piense diferente, sino que
también se le cancela públicamente. Los meses que vienen en Chile van a ser de mucha
incertidumbre. Desafortunadamente, las elecciones de noviembre y diciembre ayudarán en
poco a minimizar la incertidumbre.
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