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APUNTES TALLER II - 2.0

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APUNTES TALLER II
RESPONSABILIDAD ESTRICTA
Generalidades
Usualmente se le suele llamar responsabilidad objetiva, pero la objetividad es incluso parte
de la responsabilidad por culpa.
La responsabilidad estricta tiene lugar en el ámbito del riesgo que la ley atribuye a quien
desarrolla cierta actividad que conlleve a cierto riesgo.
La objetividad de la responsabilidad por culpa se radicaliza en la responsabilidad estricta,
esto es decir, que no requiere que la conducta sea objetivamente reprochable. Lo
determinante es que se materialice un riesgo que está bajo el control del responsable. No
exige juicio de valor alguno respecto de la conducta del demandado.
La única fuente de la responsabilidad estricta es la ley. Es de derecho estricto porque
constituye una excepción al régimen general y supletorio de responsabilidad por culpa.
La regulación de la responsabilidad estricta no importa una regulación general, sino que ésta
es fragmentada.
Elementos de la Responsabilidad Estricta
Daños cubiertos por el estatuto de responsabilidad estricta: El antecedente normativo
de la responsabilidad estricta es la realización de una actividad o tenencia de una cosa
que genera el riesgo de daño.
Como la culpa del demandado es irrelevante, lo determinante es que el daño se
produzca en el ámbito de riesgo sujeto a responsabilidad estricta. Es decir, el daño es
la materialización del riesgo que la ley cubre.
El antecedente normativo de la responsabilidad estricta es la realización de una
actividad o tenencia de una cosa que genera el riesgo de daño.
El riesgo actúa como un elemento de control, evitando la extensión ilimitada del
estatuto de responsabilidad estricta
a) Causalidad e imputación objetiva de los daños: La causalidad está especialmente
determinada por el fin protector de la norma que establece el respectivo estatuto de
responsabilidad estricta. Es el elemento determinante de la responsabilidad estricta.
En los ámbitos en que rigen estatutos de responsabilidad estricta, la pregunta
pertinente para determinar si un daño es directo también se refiere a si el perjuicio
resultante puede ser entendido como una materialización del preciso riesgo que
persigue cubrir el estatuto legal respectivo.
La prueba de la relación causal está sujeta en la responsabilidad estricta a las mismas
reglas que en la responsabilidad por culpa, a menos que el mismo estatuto legal
establezca reglas diferentes.
El régimen de responsabilidad estricta es independiente de la culpa del demandado,
pero de ello no se sigue que también sea irrelevante la imprudencia de la víctima (art.
2330 CC).
b) Monto y alcance de la indemnización: el cálculo de la indemnización es indiferente
del tipo de responsabilidad, sin embargo los mismos estatutos de responsabilidad
estricta pueden establecer límites máximos al monto de la indemnización.
Estructura y tipos de responsabilidad estricta
La causalidad es el elemento determinante de a responsabilidad estricta.
“En su forma más simple, la responsabilidad estricta tiene por antecedente el hecho del
demandado y el daño que es causado o inferido al demandante, como ocurre en el Código
Civil con la caída de objetos desde la parte superior de un edificio (artículo 2328) y con el
daño causado por animales fieros (artículo 2327). Otras veces, sin embargo, la
responsabilidad supone requisitos adicionales a la mera causalidad, como es el caso de la
responsabilidad del propietario de un vehículo motorizado, quien sólo responde de los daños
causados por culpa del conductor y, además, puede excusarse alegando que el vehículo ha
sido tomado contra su voluntad”.1
Responsabilidad estricta calificada: Exige que el daño provenga de un vicio, defecto o falla
de la cosa o servicio que provoca el accidente. “La diferencia radica [entre responsabilidad
por culpa y responsabilidad estricta calificada] en que mientras la culpabilidad supone una
valoración de la conducta, la responsabilidad estricta calificada exige una valoración objetiva
de la calidad de una cosa o de un servicio, de conformidad con el estándar de calidad que el
público tiene derecho a esperar”.2 Para probar esta responsabilidad solo se requiere la
existencia de un defecto, sin importar la acción u omisión de la que ese defecto es resultante.
Justificación moral de la responsabilidad estricta:
Justicia correctiva: Mientras en la responsabilidad por culpa la justificación de la
responsabilidad se encuentra en el injusto de la conducta, en la responsabilidad estricta hay
que encontrarlo en el injusto de que sea la víctima quien soporte el riesgo del daño producido.
Individualismo: La responsabilidad estricta tiene su fundamento en la mera lesión de un
derecho. Cada persona es titular del goce exclusivo de sus derechos, de modo que toda
intrusión dañina en ese goce, al menos presuntivamente, debería ser fuente de
responsabilidad. Desde esa perspectiva, toda lesión al derecho ajeno debe ser indemnizada,
a menos que exista una razón que la justifique.
Tipos de responsabilidad estricta:
i.
ii.
1
2
Actividades especialmente peligrosas. P.ej.: actividades con ferrocarriles,
aeronavegación, creación de riesgos excesivos, etc.
Responsabilidad por el hecho de los dependientes (responsabilidad vicaria).
BARROS B., Enrique. Tratado de Responsabilidad Estricta. Editorial Jurídica de Chile, 2006. p. 448.
BARROS B., Enrique. Tratado de Responsabilidad Estricta. Editorial Jurídica de Chile, 2006. p. 448.
iii.
iv.
De situaciones en que las partes no pueden ser tenidas por iguales frente al riesgo.
P.ej.: trabajadores vs. empleadores; consumidores vs. productores.
De bienes especialmente valiosos o vulnerables, que no puede ser suficientemente
cautelados mediante la responsabilidad por negligencia. P.ej.: daño ambiental.
Estatutos de responsabilidad estricta
Daño causado por animales fieros (art. 2327 CC): Norma de responsabilidad estricta bajo
una presunción de derecho. Su ámbito de aplicación es a todas las personas que tenga bajo
su dominio un animal fiero que no reporte utilidad para la guarda o servicio de un predio, por
los daños que este haya ocasionado.
Daño ocasionado por las cosas que se arrojan o caen desde la parte superior de un edificio
(art. 2328): Tiene origen romano. El daño causado por una cosa que cae o se arroja desde la
parte superior de un edificio, es imputable a todas las personas que habitan en la misma parte
del edificio y la indemnización se dividirá entre todas ellas, a menos que se pruebe que el
hecho se debe a la culpa o mala intención de alguna persona exclusivamente, en cuyo caso
será responsable sólo ella.
Daños ocasionados por el conductor de un vehículo motorizado (Ley del Tránsito [DFL 1 del
29 de octubre de 2009], art. 169): Régimen de responsabilidad estricta del propietario y del
tenedor del vehículo por los daños ocasionados por la negligencia del conductor. Esta regla
contiene una hipótesis de responsabilidad por el hecho ajeno, en cuya virtud el propietario y
el tenedor del vehículo responden solidariamente con el conductor, y sólo puede eximirse
probando que el vehículo fue usado contra su voluntad.
Responsabilidad del explotador de aeronaves por daños ocasionados en caso de accidente
aéreo (Ley 18916, Código Aeronáutico): Establece dos ámbitos de responsabilidad sin culpa
respecto del explotador a la persona que utiliza la aeronave por su cuenta y está a cargo de
su inspección técnica.
1° Responsabilidad contractual: Comprende los daños corporales de lesiones o muerte
ocasionados a los pasajeros durante su permanencia a bordo de la nave o durante las
operaciones de embarque o desembarque.
2° Responsabilidad extracontractual: Se refiere a daños ocasionados a terceros en la
superficie, a consecuencia de la acción de una aeronave en vuelo, o por aquello que de ella
caiga o se desprenda (art. 155 Código Aeronáutico)
Daños ocasionados por aplicación de plaguicidas (art. 36 Ley sobre protección agrícola): Si
al aplicar plaguicidas se causaren daños a terceros, ya sea en forma accidental o como
consecuencia inevitable de la aplicación, éstos podrán demandar judicialmente la
indemnización de perjuicios correspondiente dentro del plazo de un año contado desde que
se detecten los daños.
Quien utiliza un plaguicida está sujeto a responsabilidad por todos los daños que se sigan de
su aplicación, aunque sean causados en forma accidental. Es un caso de responsabilidad
estricta pura, que no tiene otro requisito que el daño se haya producido en el ámbito de riesgo
que la ley atribuye a quien desarrolla la actividad.
Responsabilidad por daños en construcciones (Ley de Urbanismo y Construcciones): El
primer propietario tiene una amplia responsabilidad personal por los defectos de
construcción, esto es, se establece una responsabilidad estricta calificada por el resultado
defectuoso de la construcción (art. 18 I).
Responsabilidad estricta de los constructores por los hechos de los subcontratistas (art. 18
III) y de las personas naturales por las personas jurídicas relacionadas que hayan prestado
servicios profesionales o actúen como propietarias (art. 18 IV y VI).
Daños provenientes del uso de instalaciones nucleares (Ley N° 19302 sobre Seguridad
Nuclear): “La responsabilidad civil por daños nucleares será objetiva y estará limitada en la
forma que establece esta ley” (art. 49). Esta responsabilidad se aplica a las personas que
tengan la calidad de explotador de una instalación, planta, centro, laboratorio o
establecimiento nuclear.
La responsabilidad del explotador alcanza incluso a los daños ocasionados por caso fortuito
o fuerza mayor, salvo que el accidente nuclear se deba “directamente a hostilidades de
conflicto armado exterior, insurrección o guerra civil” (artículo 56). De este modo, salvo esos
eventos de fuerza mayor especialmente excluidos, la responsabilidad por instalaciones
nucleares cubre todos los riesgos que se derivan de la actividad, con prescindencia de las
causas en cuya virtud puedan concretamente materializarse. Con esas solas limitaciones, el
estatuto de responsabilidad estricta se extiende a todos los riesgos asociados a la utilización
de instalaciones nucleares.
RESPONSABILIDAD POR EL HECHO DE COSAS
No hay regla general: son casos específicos no aplicables por analogía a otras situaciones.
1. El dueño y todo quien se sirve de un animal ajeno responde de los daños causados por éste
aunque se haya soltado o extraviado, salvo que se pruebe que la soltura, extravío o daño no
es imputable a culpa del dueño o dependiente encargado de la guarda o servicio del animal.
El que se sirve de un animal ajeno tiene acción contra el dueño si prueba que el daño emanó
de una calidad o vicio del animal que el dueño debió conocer o prever con mediano cuidado
y no le informó (art. 2326).
El art. 160 N° 11, Ley del Tránsito, prohíbe en las vías públicas “Dejar animales sueltos o
amarrados en forma que pudieren obstaculizar el tránsito. El cruce de animales de uno a otro
lado de la vía sólo podrá hacerse en lugares autorizados y previamente señalizados. Los
dueños u ocupantes de predios con acceso a las vías públicas deberán mantener en buenas
condiciones los cercos y puertas para evitar la salida del ganado”.
2. El que tiene un animal fiero que no es útil para la guarda o servicio de un predio responde
siempre del daño causado por éste (art. 2327). Es una presunción de derecho o
responsabilidad estricta. Si el animal fiero cumple una función (entretención y diversión),
por ejemplo, en un circo o zoológico, no tendrá aplicación el art. 2327 pero puede aplicarse
el art. 2326.
3. El dueño del edificio es responsable de los daños que su ruina (materiales que forman el
edificio) cause a terceros. Si son copropietarios la indemnización se divide a prorrata de las
cuotas de dominio. La ruina puede ser total o parcial e incluso funcional (no funciona como
debiera). La ruina tiene que obedecer al hecho de haberse omitido las reparaciones necesarias
o haber faltado de otra manera al cuidado de un buen padre de familia (art. 2323). Si la
víctima es un vecino, para que pueda reclamar la indemnización es indispensable que antes
haya interpuesto y notificado la querella de obra ruinosa (art. 934.2). Es un caso de culpa de
la víctima que exime de toda responsabilidad al autor del daño.
4. El constructor o arquitecto –y no el dueño– es responsable del daño proveniente de un
vicio de construcción (arts. 2324, 2003 regla 3ª y 2004; art. 18 LGUC).
“Artículo 18.- El propietario primer vendedor de una Construcción será responsable por todos
los daños y perjuicios que provengan de fallas o defectos en ella, Sea durante su ejecución o
después de terminada, sin perjuicio de su derecho a repetir en contra de quienes sean
responsables de las fallas o defectos de construcción que hayan dado origen a los daños y
perjuicios. En el caso de que la construcción no sea transferida, esta responsabilidad recaerá
en el propietario del inmueble respecto de terceros que sufran daños o perjuicios como
consecuencia de las fallas o defectos de aquélla.
Los proyectistas serán responsables por los errores en que hayan incurrido, si de éstos se han
derivado daños o perjuicios.
Sin perjuicio de lo establecido en el N° 3 del artículo 2003 del Código Civil, los constructores
serán responsables por las fallas, errores o defectos en la construcción, incluyendo las obras
ejecutadas por subcontratistas y el uso de materiales o insumos defectuosos, sin perjuicio de
las acciones legales que puedan interponer a su vez en contra de los proveedores, fabricantes
y subcontratistas.
Las personas jurídicas serán solidariamente responsables con el profesional competente que
actúe por ellas como proyectista o constructor respecto de los señalados daños y perjuicios.
El propietario primer vendedor estará obligado a incluir en la escritura pública de
compraventa, una nómina que contenga la individualización de los proyectistas y
constructores a quienes pueda asistir responsabilidad de acuerdo al presente artículo.
Tratándose de personas jurídicas deberá individualizarse a sus representantes legales. Las
condiciones ofrecidas en la publicidad se entenderán incorporadas al contrato de
compraventa. Los planos y las especificaciones técnicas, definitivos, como asimismo el Libro
de Obras a que se refiere el artículo 143, se mantendrán en un archivo en la Dirección de
Obras Municipales a disposición de los interesados.
La responsabilidad civil a que se refiere este artículo, tratándose de personas jurídicas que se
hayan disuelto, se hará efectiva respecto de quienes eran sus representantes legales a la fecha
de celebración del contrato.
Las acciones para hacer efectivas las Responsabilidades a que se refiere este artículo
prescribirán en los plazos que se señalan a continuación:
1. En el plazo de diez años, en el caso de fallas o defectos que afecten a la estructura
soportante del inmueble.
2. En el plazo de cinco años, cuando se trate de fallas o defectos de los elementos
constructivos o de las instalaciones.
3. En el plazo de tres años, si hubiesen fallas o defectos que afecten a elementos de
terminaciones o de acabado de las obras.
En los casos de fallas o defectos no incorporados expresamente en los numerales anteriores
o que no sean asimilables o equivalentes a los mencionados en éstos, las acciones prescribirán
en el plazo de cinco años.
Los plazos de prescripción se contarán desde la fecha de la recepción definitiva de la obra
por parte de la Dirección de Obras Municipales, con excepción del señalado en el número 3,
que se contará a partir de la fecha de la inscripción del inmueble a nombre del comprador en
el Conservador de Bienes Raíces respectivo”.
5. Todos los que habitan la misma parte superior del edificio desde donde cae o se arroja una
cosa que daña a terceros responden en forma simplemente conjunta, salvo que se pruebe que
el hecho se debe al dolo o culpa de una persona exclusivamente, en cuyo caso será
responsable ésta sola (art. 2328.1). Se presume una responsabilidad colectiva.
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