Separación de Poderes. ¿Dónde se origina? La separación del poder político se originó por primera vez en la antigua democracia directa ateniense, y se generalizó en la república romana como parte de la constitución inicial de la república romana. Los orígenes podemos encontrarlos con Aristóteles el cual distinguió tres direcciones del poder del Estado: el que delibera, el que manda y el que juzga. La especialización funcional entre órganos divididos y separados fue teorizada siglos después por John Locke y Montesquieu. Según esta teoría, los poderes del Estado son tres: ejecutivo, legislativo y judicial. El Poder Legislativo pasó a definir al Parlamento, el Poder Ejecutivo al Gobierno y el Poder Judicial a los Órganos Jurisdiccionales. ¿Qué es lo que se pretende con la separación de poderes? La separación de poderes es un sistema que busca la independencia entre el poder legislativo, el ejecutivo y el judicial para evitar el abuso de poder. Así también busca evitar la concentración de poder en una persona u órgano, por eso todo estaría perdido si el mismo hombre o el mismo órgano ejerciera los tres poderes. Cada poder tiene su propósito: el poder legislativo, es el que se encarga de elaborar y aprobar leyes también de elegir al presidente del gobierno, el poder ejecutivo, que se encarga gobernar y el poder judicial, que tiene como propósito aplicar el derecho y garantizar el cumplimiento de la constitución.