Subido por gearmosquera

Guía 4 Ética

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INSTITUCIÓN EDUCATIVA JAVIERA
LONDOÑO SEVILLA
“Trabajamos por la dignidad humana”
Página:
FORMATO DE GUÍAS DE APRENDIZAJE
ÁREA
GUÍA N°
PERIODO
ÉTICA Y VALORES HUMANOS
8-°
“Por tu Vida y la de todos, quédate y aprende en casa”
DOCENTES
4
José Fragoso Soto
DURACIÓN
2
FECHA DE
ENTREGA
ESTUDIANTE
TEMA:
Grado
4 de junio
El diálogo en la solución de
conflictos
El diálogo, la mejor herramienta para resolver
conflictos
Resolver conflictos personales es una cuestión que ocupa
una gran parte de nuestras vidas. El diálogo es la mejor herramienta para resolver
los problemas que implican a personas y, por ende, a sentimientos.
Los humanos somos conflictivos, porque nacemos así o porque las circunstancias
nos hacen serlo. Pero ante las dificultades tendemos a responder con enfado y
resentimiento. Los problemas y la manera de resolver conflictos ocupan una parte
importante en nuestras vidas. Por eso la intervención de un tercero, ajeno al
conflicto, es un gran paso para resolver problemas.
En todo el mundo se intenta promover la cultura de la mediación. Y no tan solo en
el ámbito familiar, sino en todos los ámbitos de la vida. Puesto que los conflictos
que no cicatrizan desencadenan en guerras y luchas inútiles.
Cómo resolver un conflicto mediante el diálogo
La capacidad de dialogar, de intercambiar puntos de vista y de empatizar con las
personas es nuestra mejor baza para solventar cualquier problema en nuestro día
a día. Pero no siempre somos capaces de entablar una conversación proactiva y
resolutiva, muchas veces nos dejamos llevar por la ira o el enfado haciendo que
se nos nuble la mente y la razón. Pero está claro que hablando se entiende la
gente, por eso, es importante aprender cómo resolver un conflicto mediante el
diálogo. Y tener en cuenta que cualquier problema o malentendido se pueda
resolver de una forma positiva y constructiva.
El diálogo en la resolución de conflictos
Para poder resolver cualquier clase de conflicto es imprescindible optar por el
diálogo. De hecho, incluso nuestro refranero tiene una expresión que menciona
esta capacidad resolutiva: "Hablando se entiende la gente". No hay herramienta
más eficaz y constructiva que entablar una conversación serena y calmada para
solventar cualquier clase de problema que haya podido surgir entre dos personas
(o más).
Entonces ¿por qué nos cuesta tanto usar esta técnica cuando tenemos algún
problema? Básicamente porque nos dejamos llevar por las emociones, por el
enfado, por la ira o por el orgullo y, estos sentimientos, nos impiden llevar a cabo
una conversación racional y civilizada con la persona con la que nos hemos
enfadado. Sin embargo, resulta esencial aprender a controlar las emociones y
evitar que sean dueñas de nosotros mismos. Y conseguir dialogar y respetar el
turno de palabras es el principio de unas relaciones mucho más saludables y
beneficiosas.
Las bases para poder resolver conflictos con el diálogo son:

Escucha activa: No solo se trata de expresar tu opinión sino, sobre todo, de
escuchar y entender la de la otra persona.



Respeto: Tienes que respetar el punto de vista de la otra persona y no atacarlo.
Él se siente así y, por tanto, tienes que escucharle y respetar sus sentimientos y
pensamientos.
Intenta entenderle: Es importante que ambos intenten comprenderse, no solo se
trata de hablar y escuchar sino, sobre todo, de que haya entendimiento por las
dos partes.
La importancia de la sinceridad: Si mientras hablan no son sinceros el uno con
el otro, la conversación no servirá de nada y no se resolverá la situación. No
tengas miedo y expresa realmente lo que sientes.
Es inevitable que, en nuestro día a día, existan conflictos. Por este motivo, en
lugar de resolverlos gritando o discutiendo de forma descontrolada, tenemos que
aprender a gestionarlos de un modo proactivo y positivos. Un conflicto puede
ayudarnos a mejorar como personas y a que la relación también mejore.
Trucos para resolver un conflicto mediante el diálogo
Si quieres saber cómo resolver un conflicto mediante el diálogo es importante que
tengas en cuenta una serie de consejos que te ayudarán a poner fin a la disputa
de una forma constructiva y positiva:
Habla y escucha: respeta el turno de palabra
En un diálogo son dos las personas que tienen que hablar e intercambiar
sentimientos y puntos de vista. Muchas veces, nos abrumamos con las emociones
y empezamos a "vomitar" todo lo que tenemos dentro sin tener en cuenta que
delante tenemos a otra persona afectada por el mismo tema. Por tanto, no se trata
de que te vacíes sino, simplemente, de que te expreses y también escuches y
entiendas el otro punto de vista. Respeta el turno de palabra, deja que la otra
persona se exprese y hable como necesita y, así, podrán comprenderse.
Un sitio tranquilo y relajado
El ambiente en el que tengas la conversación tiene que ser propenso al diálogo y
a la comprensión. Del mismo modo, la actitud de los dos o más implicados
también tiene que ser la idónea para hablar y solventar el problema. Por tanto,
evita soltar el tema mientras estás o están cocinando o trabajando. Es
recomendable esperar a que todos estén relajados y los implicados se dispongan
a hablar y solventar el conflicto. De igual forma que dos o más no discuten si uno
no quiere, las personas no hacen las paces si uno no quiere.
Escoge el momento idóneo
Si quieres hablar con tu pareja, con tu hijo, con tu amigo, etcétera, es importante
que escojas el momento oportuno para hacerlo. Tenemos que tener un poco de
psicología y tener en cuenta que no todos los momentos son buenos para
enfrentarse a un conflicto. Lo ideal es que esa persona esté relajada o, también,
puedes decirle que tienes que hablar con él/ella y que decida un momento del día
o de la semana para hablarlo.
Controlar el enfado
Para resolver un conflicto mediante el diálogo es importante usar la parte más
racional en la conversación y dejar de lado la emocional. No debemos dejarnos
llevar por el enfado, la tristeza, el llanto, etcétera, sino que tenemos que ser
resolutivos y poner solución al problema. Gestionar las emociones y controlarlas
es básico para que la conversación no se convierta en una discusión y empiecen a
aflorar reproches. Por ello, si en algún momento de la conversación ves que te
estás poniendo más nervioso de lo normal, respira hondo e intenta mantener la
mente fría. El enfado no te llevará a buen puerto y lo que tenéis que hacer es
resolver el problema racionalmente.
Llegar a una conclusión
Muchas veces, cuando empezamos a hablar y a expresar nuestros sentimientos,
podemos encontrarnos con que, al final, terminamos hablando de todo menos de
lo que realmente nos pasa. Es habitual irnos por las ramas y empezar a hablar de
otras cosas relacionadas, pero se recomienda que seas muy consciente de si eso
está pasando y, si es así, recuperes el rumbo de la conversación. Ahora están
hablando por un tema en concreto y, ese tema, se debe que solventar. Más
adelante y en otra ocasión ya se debe tratar de todo lo otro que está apareciendo,
pero, al momento de la conversación, se tiene que ser resolutivos y llegar a un
pacto o a una conclusión acerca del conflicto. Solo así podemos decir que se ha
resuelto completamente.
Por Elia Tabuenca. 29 mayo 2018
Actividades
1. ¿Crees que la única manera de resolver un conflicto es mediante la
conversación? Si piensas que no, comenta cuál otra herramienta o modo hay y
explícalo.
2. ¿Piensas que las personas son conflictivas de nacimiento o lo que nos rodea
nos hace acogernos al conflicto? Explica tu respuesta.
3. “hablando se entiende la gente” ¿Qué piensas de esta expresión? ¿Estás de
acuerdo con esta frase?
4. Crees que respetar la palabra es importante para llegar a solucionar el conflicto
o piensas que solo debes decir lo que piensas sin importar lo que piensen los
demás? Argumenta tu respuesta.
5. ¿Te cuesta respetar y entender el punto de vista del otro cuando no estás de
acuerdo con él/ella? Si es así ¿cuál crees que sería la solución de este
inconveniente?
6. Escribe cual crees que sería el lugar y el momento adecuado para tener una
conversación con alguien para resolver un problema y justifica tu respuesta.
7. Haz un análisis de la lectura de la guía donde comentes una opinión crítica,
diciendo en qué estas y en qué no estás de acuerdo. Este análisis debe ser de al
menos 15 renglones.
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