Subido por Nadxiely Alonso 203

ensayo sobre la poligamia

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COLEGIO DE BACHILLERES DEL ESTADO DE OAXACA
PLANTEL 15 “UNIÓN HIDALGO”
PROYECTO DE EXAMEN FINAL
ENSAYO
ASIGNATURA: LECTURA ll
ALUMNO: NADXIELI ALONSO
MATRICULA: 20b1510037
GRUPO: 203
UNIÓN HIDALGO, OAXACA., A 30 DE JUNIO DEL 2021
LA POLIGAMIA EN NUESTRA
SOCIEDAD
¿Es el ser humano polígamo o monógamo? Esta característica, que marca nuestra
manera de relacionarnos, ha sido por mucho tiempo tomado como un tema
incuestionable, que, ligado a diferentes dogmas morales, la religión ha sabido mantener
para que aun hasta nuestros días, el poseer más de una pareja se siga considerando como
algo anormal y mal visto. Pero esta construcción y creencia social surgió de manera muy
diferente a lo que la mayoría de las personas cree. Para eso, se debe retroceder hasta
Edad Media, cuando el poseer una sola pareja nació de la mano con la importancia de
la propiedad y del patrimonio familiar. En otras palabras, la monogamia fue aceptada
en un principio por meras conveniencias económicas, por lo tanto, es de pensar, que,
por las mismas circunstancias, pretender llevar una vida polígama es lo más cuerdo para
nuestras aspiraciones naturales y para nuestra forma de llevar la vida desde un punto de
vista psicológico, ya que con esta se ven totalmente complementados nuestros instintos,
además de nuestra idea de justicia, amor y libertad.
Nuestra cultura nos ha llevado a relacionar directamente el amor con la vida en pareja
y de la misma manera, este sentimiento se ha combinado con el apego, la dependencia
e incluso la posesión. Es en este punto cuando estos elementos comienzan a convertirse
en una especie de encasillamiento, donde nuestra libertad y, en muchas ocasiones, la
libertad de nuestra pareja, se ve sometida a un ciclo sin fin, en el cual se impone cierto
estilo de vida, donde abrirse y dar todo lo que podemos dar corrompe con lo
comúnmente aceptado, pero se aleja de nuestra naturaleza. En este sentido, no se puede
negar que más de alguna vez todos hemos sentido la necesidad de estar con una persona
nueva, de conocer un mundo diferente o simplemente de cumplir con nuestro apetito
sexual. Pero es aquí cuando se hace presente el ya mencionado ciclo sin fin, que nos
mantiene y nos empuja a traicionar nuestros deseos, ya que, de lo contrario, la presión
de llevar una vida diferente y fuera de lo normal se vuelve desesperante y frente a lo
común, es más fácil seguir la corriente.
Nuestras capacidades y nuestro desarrollo nos han llevado a querer trascender a partir
de la búsqueda de nuevas experiencias y esto se contradice en el ámbito de las relaciones
humanas cuando descubrimos el significado de la monogamia, “régimen familiar que
no admite la pluralidad de conyugues” (1) ¿Porque seguir limitando nuestro afecto,
nuestro cariño y nuestro sexo a una sola persona? Nuestra cultura asocia estos
sentimientos a privilegios difíciles de alcanzar y que deben ser de uso exclusivo, pero
cuando se comprende que estos sentires pueden ser experimentados de forma ilimitada
y extendida, el camino hacia la felicidad, ligada directamente con nuestros instintos, se
vuelve más simple y a la vez más satisfactoria.
La dicha es y será mejor aprovechada en tanto se comparta y se adhiera a nuestros deseos
más íntimos, pero mientras se siga disfrutando bajo la alienación impuesta por la
mayoría, no será alcanzada en su totalidad, y se mantendrá alejada de nuestras reales
intenciones, que generalmente pretenden el descubrimiento de nuevos horizontes y no
el estancamiento por presión y aceptación.
Además, cuando se intenta defender a la monogamia, se menciona la intimidad y la
concepción de una relación sólida, como objetos que solo este tipo de relación nos puede
brindar. Pero ¿es esto de verdad lo que queremos o es lo que nos imponen? Intentando
explicar el funcionamiento psíquico humano, Sigmund Freud definió a los pensamientos
morales y éticos recibidos por la cultura y que reprimen a nuestros sentimientos innatos,
como el superyó y es este superyó lo que nos imposibilita a probar nuevas experiencias
y a intentar nuevas emociones que se contradicen con lo ya establecido. Es por esto por
lo que lo que mantiene escondida la poligamia y viva a la monogamia, no es más que
un sinfín de proposiciones extraídas de nuestra identidad cultural, que con el tiempo se
han convertido en patrones de imposición, pero no razonamientos que intentan
legitimar nuestra integralidad básica, como si sucede cuando se habla de la pluralidad
de las emociones.
“La felicidad que se vive deriva del amor que se da”. Este amor dado puede ser
interpretado de muchas formas, pero lo mejor, es decir, que mientras más se comparta,
mejor será. En este ensayo se ha tratado de exponer la idea de que la monogamia se ha
impuesto en nuestra sociedad a través de una extensa construcción de la cultura
occidental y como esta ha negado ampliamente la expansión de la poligamia, teniendo
en cuenta que esta nos da la posibilidad de tener un sinfín de variantes, creando así un
desprendimiento del amarre y de la dependencia. En este sentido, tener una gran
cantidad de relaciones permite nuestra correcta realización como seres humanos, ya que
se apega a nuestros instintos y deseos. De esta forma, se ve aceptada no solo nuestra idea
de libertad, justicia y amor, sino también nuestra naturaleza más apegada a los
requerimientos y necesidades de la conciencia.
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