Las diligencias preparatorias recaen en las partes, son aquellas que se realizan previas a iniciar un proceso jurídico, con el fin de reunir las pruebas que puedan sustentar todos los criterios necesarios para la demanda y la prosecución del juicio. Son usadas para posibles acciones judiciales y que sirven para reunir los elementos o pruebas que contribuyan al desarrollo exitoso del juicio. ¿Dónde está reguladas las diligencias preliminares en el procedimiento civil? El artículo 256 de la Ley de Enjuiciamiento Civil dispone: » Todo juicio podrá prepararse: 1º.- Por petición de que la persona a quien se dirigiría la demanda declare, bajo juramento o promesa de decir verdad, sobre algún hecho relativo a su capacidad, representación o legitimación, cuyo conocimiento sea necesario para el pleito, o exhiba los documentos en los que conste dicha capacidad, representación o legitimación. 2º.- Mediante solicitud de que la persona a la que se pretende demandar exhiba la cosa que tenga en su poder y a la que se haya de referir el juicio. 3º.- Por petición del que se considere heredero, coheredero o legatario, de exhibición, por quien lo tenga en su poder, del acto de última voluntad del causante de la herencia o legado. 4º.- Por petición de un socio o comunero para que se le exhiban los documentos y cuentas de la sociedad o comunidad, dirigida a éstas o al consocio o condueño que los tenga en su poder. 5º.- Por petición del que se considere perjudicado por un hecho que pudiera estar cubierto por seguro de responsabilidad civil, de que se exhiba el contrato de seguro por quien lo tenga en su poder. 5º bis. - Por la petición de la historia clínica al centro sanitario o profesional que la custodie, en las condiciones y con el contenido que establece la ley. 6º.- Por petición de quien pretenda iniciar un proceso para la defensa de los intereses colectivos de consumidores y usuarios al objeto de concretar a los integrantes del grupo de afectados cuando, no estando determinados, sean fácilmente determinables. A tal efecto el tribunal adoptará las medidas oportunas para la averiguación de los integrantes del grupo, de acuerdo a las circunstancias del caso y conforme a los datos suministrados por el solicitante, incluyendo el requerimiento al demandado para que colabore en dicha determinación. Resoluciones sobre la procedencia o no de las diligencias preliminares en el procedimiento civil Auto de la Audiencia Provincial de Valladolid (Sección 3ª), de 31.10.2017: » Ahora bien, entrando en el examen de las particulares diligencias preliminares solicitadas y atendida la finalidad pretendida (impugnar determinados acuerdos adoptados en la Junta General Ordinaria de la Comunidad de Propietarios celebrada el 12 -12-2016), únicamente se consideran justificadas e indispensables para preparar el juicio principal, a la vez subsumibles en uno de los supuestos tasados que enumera el articulo 256.1 LEC , concretamente en su apartado 4º («por petición de un socio o comunero para que se le exhiba documentos y cuentas de la sociedad o comunidad, dirigida a estas o al consocio o condueño que los tenga en su poder») las diligencias preliminares que la solicitante describe en los apartados 1º y 2º del hecho cuarto de su solicitud, es decir, la aportación del Acta de la Junta General Ordinaria en que se adoptaron los acuerdos que se tratan de impugnar, y de no haber sido ésta redactada, un Certificado comprensivo de los acuerdos adoptados y votos emitidos en dicha Junta.» Auto de la Audiencia Provincial de Jaén (Sección 1ª) de 9.11.2016: » El sistema establecido en la Ley de Enjuiciamiento Civil respecto de las diligencias preliminares es de numerus clausus, de forma que únicamente aquellas medidas expresamente prevista en la Ley pueden ser acordadas. Ciertamente se ha flexibilizado los supuestos por la jurisprudencia, en particular en lo referente a la exhibición de documentación, pero en cualquier caso para poder aceptar una interpretación amplia de los preceptos del art. 256 debe existir una similitud entre lo pretendido y lo legalmente establecido, de manera que, aunque la letra del artículo no recoja literalmente la pretensión, si sea acorde al espíritu de la norma. Y es evidente que la petición de exhibir un contrato de seguro (que es lo recogido en el artículo aducido por el apelante) y la petición de un examen médico forense no guardan la más mínima similitud. Por ello no puede causar sorpresa alguna que en instancia se haya rechazado la admisión a trámite de tal solicitud pues lo sorprendente hubiera sido lo contrario; debiendo en consecuencia desestimarse el recurso de apelación interpuesto.»