A C U E R D O En la ciudad de La Plata, a 22 de diciembre de 2010, habiéndose dispuesto en siguiente orden Negri, Lázzari, Suprema de el establecido, Corte Acuerdo de de de 2078, que votación: se reúnen Justicia conformidad deberá doctores los en con observarse Hitters, señores acuerdo lo jueces el Soria, de ordinario la para pronunciar sentencia definitiva en la causa L. 102.937, "Gómez, Atilio Mario contra Esso Petrolera Argentina S.R.L. Ind. Enf. Accidente". A N T E C E D E N T E S El Tribunal del Trabajo de Campana acogió la acción promovida, imponiendo las costas a la demandada. Ésta dedujo recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley. Dictada la providencia de autos, y hallándose la causa en estado de pronunciar sentencia, la Suprema Corte decidió plantear y votar la siguiente C U E S T I Ó N ¿Es fundado el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley? V O T A C I Ó N A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Hitters dijo: I. El tribunal interviniente hizo lugar a la pretensión deducida por Atilio Mario Gómez contra "Esso Petrolera Argentina S.R.L.", a quien condenó a pagarle al actor la "indemnización por incapacidad permanente parcial" contemplada en el art. 14 de la ley 24.557. Una vez sustanciada íntegramente la causa, y ponderadas las pruebas producidas, el juzgador consideró acreditado -en lo que ahora interesa- que el actor padecía de afecciones compromiso en su columna nervioso "lumbociatalgia con y ("cervicobraquialgia radiografía escoliosis, positiva" compromiso nervioso con y y radiografía positiva"), así como de "hipertensión arterial con compromiso retiniano y cardíaco". Asimismo, tuvo por demostrado que las dolencias columnarias le ocasionaron al trabajador una incapacidad del 50% del índice de la total obrera (60% desempeñado), de la cual mientras que juzgó la atribuible hipertensión al trabajo arterial le produjo una minusvalía del 20% del mismo índice (que reputó imputable a las labores desarrolladas en un 30%, vered., fs. 414 vta./418 y sent., fs. 421 vta./425). En virtud de las consideraciones mencionadas, concluyó el sentenciante que resultó probada en la especie la vinculación causal entre el daño sufrido por el actor (36% de incapacidad indemnizable) y el trabajo prestado en favor del empleador, quien -al haberse sometido al régimen de autoseguro (vered., fs. 418)- debía responder por las prestaciones previstas en la ley 24.557. En lo que resulta especialmente relevante para la solución del litigio, precisó el juzgador que no obstaba a tal conclusión mencionadas no la circunstancia estuvieran de previstas que las en el patologías listado de enfermedades profesionales contemplado en el art. 6 de la Ley de Riesgos del Trabajo y aprobado por el decreto 658/1996. Tras aclarar que las dolencias columnarias no podían considerarse incluidas en dicho listado, en tanto no coinciden exactamente con las allí contempladas (toda vez que en la lista figura el "síndrome cervicobraquial", pero exige como actividad laboral de exposición los "movimientos repetidos y mantenidos de los tendones extensores y flexores de la mano y los dedos", incluyéndose asimismo, la "espondiloartrosis de columna lumbar", aunque requiriendo que provenga de la exposición a actividades de conducción de vehículos pesados y operadores de grúas; labores que no fueron las que desempeñó el accionante en autos), y que la hipertensión que padece el señor Gómez directamente no ha sido prevista resarcible, en dicho concluyó el régimen a quo legal que, de como enfermedad todos modos, el empleador autoasegurado debía responder por las secuelas incapacitantes que tales dolencias provocaron en la salud del trabajador. Ello decreto así 1278/2000 -explicó el (vigente sentenciante- a la época de pues el toma de conocimiento de la incapacidad por parte del actor -10-X2002- y, por enfermedades tanto, no aplicable incluidas al en caso) el admite listado que puedan las ser consideradas como profesionales cuando -como ocurrió en el caso- se demuestre que han sido provocadas por causa del trabajo, excluyendo los factores propios del trabajador. Sentado lo expuesto, precisó el juzgador que, en tanto se había decretado en la especie -en decisión firme- la inconstitucionalidad del art. 46 de la ley 24.557, no era necesario recurrir a las Comisiones Médicas para obtener semejante declaración, desde que corresponde a la justicia provincial dilucidar trabajador y fundamento en cuyo la si la enfermedad resarcimiento ley 24.557, ha que persigue sido afecta éste provocada al con por el trabajo y debe ser indemnizada. Resultando, sobre la base de los argumentos reseñados, que tales presupuestos resultaron verificados en la especie, el tribunal del trabajo culminó condenando al empleador 63.183,32 autoasegurado en concepto a pagar de al la actor la prestación suma de $ dineraria establecida en el art. 14 ap. 2. a. de la ley 24.557 (texto según decreto 1278/2000) (conf. sent., fs. 421/427). II. En su recurso extraordinario de inaplicabilidad aplicación de de la ley, ley la demandada 24.557 y del denuncia decreto errónea 1278/2000 y violación de la doctrina legal que identifica (fs. 441/446 vta.). En lo sustancial, señala que, al haber condenado a la accionada a indemnizar al actor en los términos de la Ley de Riesgos del Trabajo, el juzgador "ha realizado una aplicación errónea de dicha norma, apartándose improce- dentemente de la misma" (fs. 444). Destaca que, en el escrito de inicio, el actor sostuvo que, aun cuando las dolencias que padecía no se encontraban previstas profesionales, arreglo al en el correspondía procedimiento listado condenar de al establecido enfermedades empleador en el con decreto 1278/2000, el cual no fue cuestionado por el accionante. Luego -continúa- siendo que el trabajador omitió dar cumplimiento a dicho procedimiento (mediante el cual, según lo prescribe el decreto mencionado, cuya constitucionalidad tampoco fue impugnada, es la Comisión Médica Central quien debe resolver si corresponde o no incluir a la enfermedad no listada dentro del marco protector de la ley 24.557), mal pudo el extensiva" respecto de del juzgador la art. de grado hacer una "aplicación inconstitucionalidad -declarada 46 legal- de dicho cuerpo sólo hacia mentado mecanismo diseñado por el decreto 1278/2000. el Añade que, en tanto fue el propio actor quien fundó su reclamo en el reglamento en cuestión, el tribunal vulneró las garantías de defensa en juicio, igualdad ante la ley y propiedad de la demandada al haberla condenado prescindiendo del procedimiento allí establecido. Señala -en suma- que el tribunal "ha incurrido en tanto una violación a la ley como en una errónea aplicación de la misma pues por una parte, aplica en forma parcial el decreto 1278/2000 con fundamento en la declaración de inconstitucionalidad de otra norma (del art. 46 L.R.T.) que nada tiene que ver con el mismo, y por otro, recurre a la aplicación de Baremos ajenos al sistema en que el actor fundó su reclamo, es decir la Ley 24.557" (textual, recurso, fs. 445 vta.). Por último, aduce que, al fallar de ese modo, el juzgador vulneró la doctrina legal de esta Suprema Corte vinculada al principio de congruencia y al vicio de absurdo que identifica a fs. 445 vta./446. III. El recurso es improcedente. 1. No le asiste razón a la impugnante en cuanto sostiene insistentemente que, a los fines de obtener las prestaciones de la ley 24.557 en relación a las enfermedades no incluidas en el listado previsto en el art. 6 de dicho cuerpo legal, el actor debió concurrir ante las Comisiones Médicas, por lo que -no habiéndolo hecho- mal pudo reclamar ante el tribunal del trabajo que considerase resarcibles a dichas dolencias con arreglo a lo que prescribe el decreto 1278/2000. a. En primer lugar, cabe resaltar que la cuestión bajo análisis fue resuelta por el juzgador de grado en la etapa previa del proceso, en conclusión que no fue oportunamente cuestionada por la accionada. En efecto, haciendo lugar a lo solicitado por el actor (quien, tras reconocer que no se hallaban incluidas en el listado, solicitó que se considerase como "enfermedades indemnizables" a las dolencias que padece, con arreglo al mecanismo incorporado al art. 6 ap. 2. b. de la ley 24.557 por el decreto 1278/2000, pero -contrariamente a lo que señala la recurrente a fs. 444 vta.- cuestionó expresamente que esa atribución hubiera sido asignada por el indicado reglamento a las Comisiones Médicas, peticionando que fuese ejercida por el tribunal del trabajo ante el que presentó la demanda, ver fs. 37 y 39), el a quo no sólo declaró -en la resolución previa de fs. 236/240- la inconstitucionalidad del art. 46 de la ley 24.557, sino que aclaró expresamente que, como consecuencia de esa descalificación constitucional, la causa debía tramitar ante la justicia laboral provincial "sin pasar previamente por los entes no jurisdiccionales que determina aquella normativa", quedando habilitado el actor para reclamar las prestaciones de la ley 24.557 ante el tribunal de grado, resultando por lo tanto inaplicable al caso el procedimiento establecido en los arts. 6, 21 y 22 de la Ley de Riesgos del Trabajo, según la reforma introducida por el decreto 1278/2000 (ver fs. 239 y vta.). Resolución oportunamente por que la -reitero- accionada no fue (notificada cuestionada a fs. 243 y vta.), por lo que pasó en autoridad de cosa juzgada y arribó firme a esta instancia. b. Aun prescindiendo de dicha circunstancia, se impone destacar que en la sentencia definitiva el juzgador hubo de ratificar la conclusión anticipada en la etapa previa, señalando que, si bien el decreto 1278/2000 admite que las enfermedades no incluidas en el listado deban ser indemnizadas con arreglo a la ley 24.557 cuando -como ocurrió en el caso- se demuestre que han sido provocadas por causa del trabajo, no era necesario recurrir a las Comisiones Médicas para obtener semejante declaración, desde que corresponde a la justicia provincial dilucidar si la enfermedad que afecta al trabajador y cuyo resarcimiento persigue con fundamento en la ley 24.557, ha sido provocada por el trabajo y debe ser indemnizada (sent. fs. 426 y vta.), decisión que -como bien lo resolvió el a quo, y a contrario de lo que se sugiere en el embate- se adecua plenamente a la doctrina legal vigente de esta Suprema Corte sobre la materia debatida. En ese sentido, ha declarado este Tribunal -abordando recursos extraordinarios deducidos por la misma demandada en autos, aquí recurrrente- que corresponde hacer extensiva la inconstitucionalidad e inaplicabilidad de los arts. 21, 22 y 46 de la ley 24.557 al art. 6 ap. 2. b. (mod. por decreto 1278/2000) del cuerpo legal mentado, en cuanto, ampliando las facultades que poseen las Comisiones Médicas para determinar el carácter laboral del accidente o el profesional de la enfermedad, como así también, para establecer revisión, el carácter habilita a y grado la de incapacidad, Comisión Médica y Central su a considerar como profesionales a aquellas dolencias que, en cada caso como provocadas ejecución factores (conf. concreto, del dicho por causa trabajo, atribuibles causas L. ente al administrativo directa excluyendo la trabajador 95.508, e o "López determine inmediata de la influencia de ajenos trabajo al c/Esso los Petrolera Argentina", sent. del 30-V-2007 y L. 94.821, "Villalba c/ Esso Petrolera Argentina", sent. del 19-IX-2007). Siendo ello así, no acierta la quejosa en cuanto señala -como argumento central del recurso, ver fs. 444 y 445- que el tribunal de grado se apartó del decreto 1278/2000 "sin justificación alguna más que la improcedente y antijurídica aplicación extensiva de la declaración de inconstitucionalidad del art. 46 L.R.T. decretada en autos". 2. Aun cuando lo expuesto es suficiente para sellar la suerte adversa del embate, cabe señalar que la doctrina legal vta./446) que ninguna invoca la relación quejosa guarda (recurso, con las fs. 445 cuestiones debatidas en autos, por lo que su denunciada transgresión debe ser desestimada sin más. IV. En virtud de lo señalado, corresponde rechazar el recurso extraordinario traído y confirmar la sentencia atacada en cuanto fue materia de agravio. Costas a la recurrente vencida (art. 289 del C.P.C.C.). Voto por la negativa. Los señores jueces doctores Soria, Negri y de Lázzari, por los mismos fundamentos del señor Juez doctor Hitters, votaron también por la negativa. Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la siguiente S E N T E N C I A Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, se rechaza el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley traído; con costas (art. 289, C.P.C.C.). Regístrese, notifíquese y devuélvase. HECTOR NEGRI EDUARDO NESTOR DE LAZZARIDANIEL FERNANDO SORIA JUAN CARLOS HITTERS GUILLERMO LUIS COMADIRA Secretario