EL PODER DE LA FANGOTERAPIA Hipócrates, el padre de la medicina, empleaba fangoterapia para aliviar dolores abdominales, reumatismos y artrosis. Rico en minerales (calcio, magnesio, azufre, potasio, sodio, etc.) el fango nutre y enriquece la piel, beneficiando al organismo como un todo. Sus propiedades son variadas: Actúa como peeling Combate la celulitis Elimina flacidez Atenúa y previene la aparición de arrugas Realiza un pulido de la piel eliminando células muertas Tiene acción desinflamatoria, calma la irritación, depura la piel Favorece la pérdida de ácido úrico. Estimula la regeneración celular Estimula la microcirculación Le aporta al organismo los minerales y oligoelementos que éste necesita Elimina el exceso de grasa subcutánea Muy eficiente en el tratamiento del acné Descongestiona, desintoxica, aclara las manchas de la piel Es antiséptica, tonificante, hidratante Tiene acción antimicrobiana, bactericida y fungicida. Además trata artritis, artrosis y várices. El fango es encontrado en la naturaleza, en la forma de barro volcánico inmerso en agua termal. Puede ser obtenido también a partir de la arcilla, que permanece hasta dos años en maduración en esa agua. Durante este período, ella absorbe una gran cantidad de substancias benéficas para la piel y para el organismo en general. Aguas sulfurosas , por ejemplo, contienen azufre, indicado para acné, dermatitis y dolores musculares. Conforme a su fuente de origen el agua también puede contener hierro o ser rica en varios minerales. De coloración oscura y apariencia cremosa, el fango tiene diversas aplicaciones: tonifica tejidos, revitaliza la piel y equilibra la secreción sebácea. Colocado sobre la piel el absorbe substancias tóxicas, retira células muertas y realiza una limpieza profunda en el área tratada. Al mismo tiempo cede su contenido, rico en oligoelementos. Puede ser usado como complemento en el tratamiento de la celulitis, pues los oligoelementos contenidos en el fango ayudan a eliminar las toxinas retenidas en los tejidos. Mejora en los cambios metabólicos y atenúa el aspecto de la celulitis; para una acción más rápida, se puede usar calor, que dilata los poros y aumenta la permeabilidad de la piel. Indicaciones: Para pieles grasas: equilibra la producción sebácea y ayuda a evitar la aparición de granos y espinillas. Para pieles sensibles y secas: aumenta los activos hidratantes, ayudando a retener la humedad. Para pieles envejecidas: castigadas por el sol y deshidratadas, en este caso se le puede agregar Vit A, E y C, para acrescentar sus propiedades. Para pieles ásperas: en este caso también se puede aprovechar para realizar una exfoliación La importancia del fango en la salud En estos tiempos en que los fenómenos de la radioactividad cada vez son más frecuentes, es bueno saber que el fango tiene la propiedad de absorber o neutralizar la radioactividad excesiva. El fango elimina y aclara las manchas de la piel que aparecen generalmente en las personas mayores o por la excesiva exposición al sol, equilibrando la acidez de las células para que no se transformen en tumores malignos. Siendo la más accesible fuente de cura, teniendo como cualidad esencial el intercambio de energía con el área afectada, debido a su composición similar a nuestro organismo, el fango es capaz de absorber la energía negativa acumulada en el área enferma y transmitir su elevada calidad de energía vital. Sus indicaciones van desde una gran variedad de patologías, heridas, quemaduras, acné, psoriasis hasta tratamientos de estética y rejuvenecimiento, en los cuales el efecto se nota desde la primera sesión.