ALMAS DE HIELO IV TRAICION EN EL CIELO ¡Felicidades! Llegaste al penúltimo libro de la saga de Almas de Hielo, eso significa que has leído más de cuatrocientas hojas hasta comenzar esta historia, y vaya que se han complicado las cosas, algunas desgracias nos han acompañado durante lo largo de esta saga, pero sinceramente no hemos tenido que despedirnos de algún personaje que realmente nos importe, debo decirte que este libro será completamente diferente, espero que estés listo para ver morir a los personajes que amas. También sé que te mueres por saber qué es lo que pasa con Samael ¿Qué papel juega? ¿De qué lado está? Bueno, deberás esperar un poco más, porque no será tan fácil, primero debemos de averiguar que sucede con los desertores Eclipse (Daniel) ¿estará dispuesto a matar a Royal con su magia? ¿En verdad es el asesino de los padres del hechicero? ¿Quién es el hibrido de la profecía? ¿Quién es el hijo de Aprilis y Kandstar? ¿Cuál es el plan de Reik y los enviados? ¿Quiénes son los Gyám? ¿Dónde está el abuelo e los chicos? Y finalmente ¿Quién o quiénes son los traidores? Bueno, pues nuevamente estamos aquí, listos para continuar la aventura de los ángeles y los demonios, de la secta y de los Gyám, no olvidemos que además de los enviados, ha llegado Julio y Armando, a rescatar a Santiago y Alma, y dicen venir de un grupo entrenado por un arcángel incluso uno de ellos fue capaz de causar dolor en Deon, un ángel consumado, ¿Cómo es que pueden ser tan fuertes? Les daré un adelanto, este libro revelara un par de secretos, sabremos de qué lado esta Samael y cuál es su secreto, el plan de los enviados, conoceremos a los asesinos de los padres de Daniel y también al hijo de Kandstar, se revelara quienes son los Gyám, y todo sobre los nuevos grupos, pero aún más importante, en este libro sabrán quien traiciona a todos en el cielo, pero cuidado, el descubrirlo traerá muerte y decepción en todos ustedes. - Aly Cañizales – (Sigue escribiendo mientras ríe como científico loco) CAPITULO I RENDICIÓN, RENOVACIÓN, EXTINCIÓN La secta estaba hecha un desastre, mermada, desintegrada y sobre todo, falta de motivación y objetivo, la mayoría de los lideres habían desertado o estaban muertos, quedaban pocos hechiceros, pocos guerreros, solo algunos policías, pero aún tenían las fuerzas expertas en veneno, no era su mejor arma, pero debían trabajar con lo que tenían, Lucero lo sabía y actuaria conforme a la situación para salir adelante, el supremo sacerdote estaba sentado en su escritorio, lleno de rabia y de rencor por todo lo que le había pasado, trataba de mantenerse en sus cabales pero era más que obvio que ya no era la persona apta para tomar decisiones que guiaran a la secta a ningún lado. Lucero le era verdaderamente fiel a su líder, el supremo sacerdote lo era todo para ella, más aun, era su padre, el hombre que la había criado desde el momento en el que nació, le había legado la responsabilidad de los secretos de los arcángeles y una gran parte de las decisiones en la secta, si su padre no estaba en condición para manejar el destino de tan importante grupo, no le quedaba más que hacer algo al respecto para evitar que su fe, la que le habían inculcado durante toda su vida, y la que tanto amaba muriera. Conocía la situación, muchos de sus hermanos estaban huyendo, de aquel poderoso grupo no quedaba nada más que un porcentaje minúsculo, pero eso no la desmotivaba por completo, después de los fracasos que habían enfrentado, era normal que muchos de ellos no quisieran seguir cerca de la hermandad, pero lo verdaderamente importante es que los que se quedaran se quedarían hasta la muerte con ellos, habían mandado al hermano Cadwell a controlar a las iglesias de Calgary, con el objetivo de utilizarlos como reclutas, aunque no estaba segura desde un principio de que esto fuera buena idea, pues estaban hablando de gente enloquecida que era incapaz de distinguir entre la realidad y la fantasía, pero en una situación tan crítica, no le quedaba otra opción, era arriesgarlo todo para ganarlo todo o simplemente dejarse vencer, sabía que era el momento, tendría que llamar a uno de los miembros más importantes miembros de los últimos años. Pero lo primero que tendría que hacer era convocar a una reunión en el patio, tendría que reafirmar la fe de todos los que aún quedaban y saber con quién y con quien no contaba, sería mejor rescatar la mayor cantidad de personas que a sus fines conviniera, si eso significaba humillación o sacrificio estaba dispuesta a pagar el precio. Llamo a algunos de los miembros que estaban a su vista y pidió que transportaran al supremo sacerdote en una silla de ruedas, hizo correr la voz por todo el recinto para advertir de la reunión que se llevaría a cabo en pro de la alabanza de Galeón y todos los eventos que recién habían sucedido. Preparo el escenario como toda una profesional, hizo llevar los cuerpos de los hermanos caídos al centro del lugar, con la ayuda de algunos hechiceros encendió un fuego negro el cual era mil veces más poderoso, resistente y quemaba con más fuerza, era el mismo fuego que utilizaban los demonios de Samael para incendiar a los ángeles en las batallas de la rebelión de los cielos. Armo su mejor discurso, no podía confesarlo ante nadie, pero sentía terror, pues no solo el supremo sacerdote estaba inutilizado y quizá desquiciado, sino que además de todo tendría que enfrentarse a la lluvia de preguntas que posiblemente los aun fieles le harían para recuperar un poco de la fe perdida en las batallas dentro de su propio templo, después de tener el secreto de Gabriel en sus manos e incluso lanzar una comitiva en busca del secreto de Rafael, ahora transitaban por un sendero completamente diferente, no tenían nada. Había leído el libro que tenían asignado hace varios años como la biblia de la hermandad, se hinco frente a la hoguera que había dentro de la habitación, se permitió ser débil por unos minutos justo antes de volverse la lideresa que la secta merecía, tomo la decisión más importante de su vida, era algo que no cualquiera habría podido hacer en un caso como el de ella, pero se juró a si misma que no iba a flaquear, ya antes había hablado frente a todos, regularmente siempre contaba con el consejo, pero ahora que estos les habían dado as espalda y después fueron asesinados por los ángeles, tendría que demostrar que con ella y lo que quedaba del supremo sacerdote era más que suficiente. Salió de su habitación y se encamino hacia el lugar donde se encontraba su padre, un cuarto lúgubre y húmedo donde le gustaba pasar el tiempo con sus lecturas y profecías, en ese cuarto oscuro se habían tramado muchas de las más grandes reuniones de la secta con los líderes del vaticano y los policías encubiertos, lo que quedaba de los caballeros templarios y de varios grupos que se encargaban de llevar a cabo la palabra de Dios muy a su manera, no solo eso, en ese cuarto se habían guardado los artefactos divinos que desembocarían en la creación de armas y hechizos que ahora poseían, era obvio porque aquel pequeño cuarto significaba tanto para su padre. Llego a la puerta y antes de entrar respiro profundamente sosteniendo el collar que tenía desde que era una niña, una pequeña cruz que tras darle algunas vueltas algo complicadas se transformaba en un cuadrado que se abría en forma de libro, de un lado estaba la foto de su padre cargándola enfundado en su túnica, del otro se encontraba su madre junto a su padre, era hermosa, sabía que había heredado casi todo de ella, sus ojos, su cabello negro como la noche, la forma delgada y delicada de sus labios, cuando su padre la introdujo dentro de la hermandad se le había solicitado se deshiciera de todas sus relaciones mundanas y eso incluía posesiones que le trajeran sentimentalismos de una vida que ya no le correspondía, pero ella no estaba dispuesta a hacerlo y creo la cruz relicario. Finalmente se dio valor para cruzar la puerta, vio a su padre ahí en la silla de ruedas, indefenso, mirando directamente a sus muñones, sus ojos estaban completamente absortos, el fuego apenas alumbraba su cara, del hombre que alguna vez escaparon las palabras más confiadas y llenas de poder no quedaba más que una sombra, parecía como si hubiera envejecido cien cuarenta años en tan solo unos minutos. Se preparó para consolarlo y a la vez darle la fuerza que pudiera compartir con él. - Supremo sacerdote – dijo hincando su rodilla frente a el - Ponte en pie, ya no tienes que considerarme un superior ahora que no puedo siquiera tomar mi báculo, además eres la segunda al mando, soy yo quien ahora te debe respeto, me disculpo por no poder ponerme de rodillas suprema – dijo el sacerdote - No diga eso señor, yo no tengo su conocimiento, tampoco u fuerza, aun sin manos es usted irremplazable, no podríamos existir sin su sabiduría, además sabe muy bien que podemos hacer algo por sus manos, por lo menos podríamos hacer… - ¿Hablas de fusionar mi alma con la sombra de un demonio? No se supone que fuera así, y menos por algo tan sencillo como un par de manos, se supone que mi alma estaría unida con la de galeón y con la de un ángel, eso me pondría a la altura del hibrido que se narra en las profecías, yo sería la triada, pero ahora, solo me queda sacrificar mi sueño para usar una sombra que me dé sus manos de demonio, una vez que la maldad de ella entre en mí, no podre fusionarme con la de un ángel, debe ser simultaneo y para eso necesitamos magia muy poderosa, ya no contamos con el secreto de Gabriel y el secreto de Rafael también está en las manos de Royal y de los suyos – - Cierto, eso es un problema, pero he contactado con uno de los fundadores de la secta, no quería decírtelo porque sabría que lo rechazarías, después de todo él es muy importante para ti y no querrías que te viera así, pero en cuanto le he contado se ha puesto en camino, me ha dicho que he hecho lo correcto así que eso me tranquiliza – - Me supuse que lo harías, sé que dentro de tus acciones guardas la ms noble de las intenciones, agradezco que quieras ayudarme, este es el momento en el que podrías hacerte con el control de la hermandad, pero tu nobleza es tanta que prefieres curar mis heridas, muchos me cuestionaron por llevarte por este camino, pero has aprendido hechicería, defensa, lucha, sabiduría – - Estoy donde pertenezco Supremo, decidiste bien, mi lugar es este y yo no podría ser más fiel a nuestras creencias, después de todo, estamos salvando a la humanidad, yo quiero ser parte de ello, no puedo abandonar a los míos – - No todos creen en nosotros Lucero, la mayoría de la gente piensa que estamos solo en busca de poder e inmortalidad, pero esto se dejó de tratar de esas cosas tan banales hace mucho tiempo, ¿Sabes cuanta gente a muerto en manos de los ángeles y los demonios? Por milenios hemos sido utilizados sumergidos en nuestra ignorancia, nos enseñaron a ponernos de rodillas, nos enseñaron a pedir con los ojos cerrados y doblegar nuestro corazón, pero fueron solo tácticas de control de otros humanos con sed de poder, los gobiernos, los líderes de otros grupos religiosos que no estaban interesados en que despertáramos nuestro potencial, esas mismas iglesias que vendieron nuestro destino por conservar un estatus y la posibilidad de subsistir Pero siempre tuvieron conocimiento de los ángeles, de su poder de su divinidad y de los secretos de cada uno, en el cielo nos guardan rencor porque Dios nos creó y se maravilló tanto de nuestra imperfección que se concentró cien por ciento en ver que tanto podíamos dar y que tan lejos podíamos llegar y olvido por completo a sus creaciones perfectas, pero eso no fue lo peor. Por su parte los demonios en su afán de lastimar a Dios, comenzaron a lastimarnos, a poseernos, a causarnos dolor, llenarnos de castigos, de maldad, de psicópatas con sed de muerte y venganza, esto hizo que los ángeles de la guarda fueran designados para nosotros, lo que creo un resentimiento aún mayor en ellos, pues tuvieron que servirnos de alguna manera – - Sé que lo que hacemos es lo correcto, sin embargo aún tengo un poco de dudas en respecto a lo de la fusión de las almas, sabes bien que hay una maldición que habla sobre un hibrido, y que este será un enemigo de los cielos, y nuestra misión no es ser contrarios a ellos sino iguales, así que no sé si sea lo mejor – Lucero agacho la cabeza Lucero seguía pensando con la mirada perdida en la vieja madera del piso, lo que impidió que notara la cara furiosa de su padre que se tornaba roja, incluso sus ojos saltaban un poco de sus cuencas. - ¿ESO ES LO QUE YO TE HE ENSEÑADO? ¡No puedes dudar de tu fe! La profecía de los híbridos es mucho más antigua que los planes de la secta, nosotros no fuimos los traidores, en cambio los ángeles ya han pasado por varias rebeliones, escúchame muy bien, debes renunciar a todo, debes renunciar a tus dudas, renunciar a los pensamientos que te alejan de la fe, la hermandad necesita líderes que tengan fuerza emocional, la fuerza física no significa nada si no hay un cerebro que la guie con estrategia, frialdad y exactitud, no quiero volver a escuchar una blasfemia como la que he escuchado ¿me entendiste? – Lucero se limitó a asentir con algo de miedo y asombro, en ese momento, sitio algo en su corazón, su líder tenía la razón y no solo como líder supremo sino también como su padre, había perdido sus manos, habían perdido los secretos y muchos de los hermanos habían muerto en batalla, si además de todo eso Lucero mostraba flaqueza, era más que comprensible que su furia estallara, era como admitir que todo por lo que había vivido no era más que un engaño. Sintió la fe crecer dentro de ella, su fuerza y poder vibraban desde lo más profundo de su ser, tenía que prepararse para apoyar al supremo líder y ahora que uno de los fundadores venia en camino, debía mostrarse como la lideresa que estaba destinada a ser, ella sería entonces la conexión entre los hermanos de la luz y la forma en la que todos se fusionarían con los seres malignos y divinos. Desde un comienzo ella supo que como mujer lo más probable era que fuera relegada a ciertas tareas que aunque importantes como todas lo eran, se trataba de aquellas que le darían a los miembros más débiles, incluso su puesto en el concilio de la hermandad era una encubierta para mantenerla feliz, al final no creía que la secta quisiera contar con ella como suprema. Llego a su cuarto y decidió esperar en cama unas horas, tenía que dejar que pasara el tiempo en lo que su invitado llegaba, se quedó pensando en cómo serían las cosas una vez que su padre recuperara las manos, la maldad del demonio le restaría un poco de humanidad, pero según los textos antiguos no era la primera vez que pasaba, solo que las circunstancias podrían generar diferentes resultados. Si el demonio forzaba al humano como en las posesiones demoniacas a las que estaban acostumbrados, la mayoría del tiempo la parte maligna se manifestaría desgastando el cuerpo anfitrión provocando que este muriera, sin embargo si el humano y el demonio tenían una conexión mental, el cuerpo humano resistirá mucho más el desgaste, compartirían el daño y la duración de esta unión podría durar cientos o miles de años, nadie lo sabía a ciencia cierta, por eso la importancia de robarle el alma a un ángel, para generar el equilibrio perfecto entre bondad y maldad que se predica desde el principio de la palabra. Lucero se dejó llevar poco a poco en sus pensamientos, por un momento se vio a si misma fuera de la secta, estaba en un jardín enorme, usaba ropa común y corriente, era una más del pueblo, se veía hermosa, ella misma lo reconocía, un vestido rojo con acentuados decorados blancos que acompañaba su larga cabellera negra con sus labios color carmesí, estaba soñando despierta y sonreía mientras lo hacía. Su mente estaba trabajando en automático, mientras seguía por ese jardín llego a un sendero de tierra que estaba rodeado de flores en un día soleado que era perfecto, pudo notar a lo lejos un pequeño edificio muy antiguo, parecía una iglesia, pero esta no era como las demás, no era un edificio cuadrado como regularmente lo son aquellos lugares, parecía la columna de un palacio, era más bien redondeado, y bastante algo, en la parte de arriba se asomaba una estatua, la cual debido a los rayos de sol y la lejanía le era imposible divisar que forma tenia. ¡Un momento! Se dijo para sus adentros, ¿por qué no puedo ver esa estatua?, se supone que soy la dueña de mis pensamientos, en mi mente yo mando y debe pasar exactamente lo que yo quiera. Su cara temblaba, sus ojos hacia un esfuerzo por abrir los ojos, pero no le respondían, no podía mover sus manos, no podía escapar de sus pensamientos, mientras intentaba reaccionar, su mente seguía corriendo son parar aquella escena del edificio en el centro de ese sendero. - Debes venir a mí – susurraba una voz por todo el lugar - Yo te diré el camino, porque yo soy el camino – seguía diciendo - ¿Quién dijo eso? ¿Quién eres? ¿Qué quieres de mí? – preguntaba Lucero Noto que de pronto sus ropas habían cambiado, ya no usaba el vestido rojo que tanto le encantaba, ahora usaba un vestido negro de encaje y caminaba descalza por aquel lugar, el sol había cedido por completo, a lo lejos sonaban olas chocando con fuerza contra las rocas de la costa, su visión se había nublado un poco, parecía que nubes se formaban de repente, una ligera lluvia comenzó a caer de los cielos, sin embargo hubo algo que no cesó. - Ya estas cerca, cuando hayas llegado veras mi poder – - No tengas miedo, es el mundo quien debe temerte – La voz insistía y cada vez se escuchaba más cerca de ella, fuera de aquel “Sueño” si es que pudiera llamarse así, Lucero intentaba volver en sí, cada vez tenía más y más miedo, lo que estaba pasando no era obra de ningún demonio, por lo menos no de ninguno que ella conociera o hubiera leído, tampoco era una pesadilla, y por supuesto que ningún veneno o alucinógeno conocido, incluso descarto la idea de los hechizos, pues se sabía de memoria el libro, la parálisis podría ser algún síntoma causado por estas razones, pero las alucinaciones no podían serlo en definitiva. Llego a la entrada del edificio, sin tener idea de todo, sabía exactamente qué hacer, toco la puerta tres veces sonando la aldaba con forma de un sello de tres cruces extrañamente entre cruzadas, el sonido retumbo dentro del lugar, las puertas se abrieron de par en par, dejando ver el interior del lugar, no había nada, solamente una escalera pegada al muro, esta seguía la forma circular que tenía la torre. - Nuestro nombre nunca será olvidado – - No habrá ser divino o maligno que pueda con tu poder – La voz se estaba volviendo realmente intensa, sus piernas la llevaban directamente por los escalones, no había un barandal de seguridad así que puso sus manos contra la pared y siguió de largo asegurándose de no llegar a la orilla y así no caer, veía hacia arriba buscando la cúspide y solo veía una silueta, era aquella estatua que no había podido ver antes, seguía sin notar la forma que realmente tenia, pero era humanoide. - ¿Tu vienes a mí? ¿Yo voy por ti? Nadie olvidara quienes somos, todos se inclinaran, soy la respuesta a tus necesidades – - No hay criatura en cielo o el infierno que conozca mi alcance, todos me olvidaron, pero el olvido me dio poder y mi poder, yo te lo daré a ti a cambio de vida Lucero – Estaba por llegar al final de la escalera, los olores la golpeaban por todos lados, incienso, perfume, el olor característico que provocan las velas cuando son consumidas por el fuego, ya notaba la forma de la estatua pero aun no comprendía bien el significado de todo esto, llego a sus pies y cayo hincada ante la belleza que estaba frente a ella. La estatua era enorme, debí medir alrededor de tres metros, sus ojos brillaban con intensidad, el fulgor era algo que nunca hubiera imaginado, recordó los hechizos de los mejores hechiceros de la secta, pero nada era como esto, ¿Quién era? ¿Qué era? - ¿Qué quieres de mí? No te conozco, ¿Cómo sabes mi nombre? – - Tú eres la elegida, tu eres quien merece mi bendición, me han olvidado por miles de años, casi han desaparecido mi existencia, los Gyám me encerraron en este lugar pero alguna vez tuve cuerpo y vida como tú, sin embargo se llenaron de temor al ver mi poder – - ¿Por qué yo? No soy especial, soy solo miembro de la hermandad, los fundadores sabrían que hacer con lo que ofreces, si eres tan fuerte como dices, puedo hablarle de ti a alguien más – - Nadie más podría dominarme, nadie más resistiría lo que significo, eres tu quien debe caminar conmigo y finalmente dar a la humanidad el poder que buscan, incluso Galeón y Samael han preferido no tener contacto conmigo, si nos unimos, ellos también se inclinaran – - Lo acepto, dame tu poder, quiero unirme a ti, hare todo lo que me pides, siempre y cuando me des lo que ofreces – - Bien hecho Lucero – Un rayo salió de la frente de la estatua y golpeo el cuerpo de Lucero, la sensación de fuerza era inmensa, se sentía imparable, inalcanzable, todo era verdad, escucho golpes venir dentro de ella, como si su corazón latiera a un ritmo extraño, en ese momento, el sueño se interrumpió. Los golpes que había sentido no eran otra cosa que alguien llamando a su puerta esperando que atendiera. Se puso en pie de manera inmediata, llego al picaporte y abrió la puerta poniendo expresión de que nada había pasado. - ¡Lucero! Eres aún más bella de lo que recuerdo, parece mentira que solo eras una niña la última vez que te vi – dijo el encapuchado que había llegado El visitante se retiró la capucha que cubría una parte de su rostro, aunque no era necesario, Lucero sabía exactamente quién era, lo había estado esperando para que ayudara a su padre, eso le regresaba la calma que la experiencia que recién tuvo en ese lugar le hizo perder. - Le esperaba con ansiedad mi señor, mucho me temo que la situación con los ángeles nos ha superado, el supremo sacerdote ha perdido las manos debido a que fui controlada con el secreto de Rafael, mientras se llevaron el secreto de Gabriel de igual manera, nuestra hermandad ha sido mermada, nuestros hechiceros y guerreros no son suficiente para combatir a los tres grupos de ángeles que se encuentran en este momento, eso significa una reducción importante en el control de sombras demoniacas, lo que no nos permite pelear frente a los seres divinos. - Estoy al tanto de todo Lucero, pero no te preocupes, mi grupo ha tomado cartas en el asunto, nosotros los fundadores tenemos una pequeña reserva, nuestros hechiceros son tan buenos como lo mejor que tú tienes, quizá mucho más, debo advertirte que no somos demasiados, solo somos los sabios fundadores, pero tenemos conexiones en todos lados, el vaticano es uno de los principales lugares donde nos hemos movido – - ¿Cuál es su sugerencia mi señor? – pregunto Lucero - Eso es muy sencillo y debo de ser sincero contigo porque ya es el momento de que te enteres… Lo que les paso, estaba dentro de lo que nosotros presupuestábamos, siempre supimos que perderían la batalla contra los ángeles, y eso significa como te imaginaras que sabíamos que tu padre fracasaría, así que nos adelantamos a los hechos, hemos hecho contacto con la mayoría de los demonios en el infierno para contactar con Samael y que trabaje con nosotros. - ¿Quiere decir que solo hemos sido un juego para ustedes? Mi padre, el concilio y yo hemos dado la vida por nuestra fe ¿Cómo es posible que sabiendo que podíamos fracasar y morir nos hayan abandonado? – pregunto Lucero con evidente resentimiento - De ninguna manera han sido un juego, pero conocemos el poder de los ángeles y los límites de la humanidad, sin embargo, hemos decidido que nuevamente los sabios tomaremos el control, no te ofendas pero creo que tú y tu padre nos servirían más en otras tareas, confiamos en su fuerza pero jamás creímos que el liderazgo de una mujer fuera lo mejor para la hermandad, no te ofendas, pero de ninguna manera nos sentiríamos cómodos con el regreso de Mario a la cabeza de nuestra fe, después de todo él es un Gyám original y la sangre de sus nietos son el secreto del ritual que preparamos – Lucero se llenó de ira, no podía creer que los sabios de la hermandad los relegaran de esa manera, primero usándolos como un simple experimento, después tratándolos como inútiles, muchos de sus hermanos habían muerto en su guerra contra los ángeles y no habían sido más que un utensilio de un montón de viejos retirados, lo mismo que un gobierno de un país de tercer mundo sirviendo a los banqueros que controlaban el oro y dinero del banco Nacional. - Si así lo ha decidido, seguiremos sus órdenes, sin embargo debo pedirle que utilice su magia para solucionar el problema de las manos de mi padre, y le pediría que lo hiciéramos en una ceremonia pública para restaurar la fe de los que aún nos acompañan en este lugar, ya he preparado todo para hacerlo en nuestro jardín central – - No creo que debas poner condiciones a las decisiones de los sabios, sin embargo tú y el supremo han sido fieles y han servido a la causa de la hermandad, además como lo has mencionado no es tan mala idea, debemos de mostrar el poder que hemos conseguido a base de nuestros aliados tanto en el cielo como en el inferno, no se diga más, iniciemos cuanto antes. El escenario ardía con el fuego negro que habían encendido cual fue solicitado, poco a poco los miembros de la hermandad estaban llegando y acomodándose, no habría más de doscientas personas entre todos los que estaban presentes cuando todo estaba por iniciar, muchos aún se notaban nerviosos, miraban en todas direcciones, como si todavía tuvieran una batalla moral entre quedarse o huir del lugar. Frente a la multitud fueron uno por uno subiendo los líderes de la hermandad, entre ellos Lucero, el supremo sacerdote y el recién llegado, los primeros dos se concretaron a tomar asiento mientras que el sabio tomaba e control del podio y el micrófono, la hoguera de fuego quedaba a su izquierda. - Hermanos, lo que tengo que decir no es sencillo, pero tenemos que ser completamente honestos, hemos sido disminuidos a manos de los ángeles, pero como el pueblo judío ante el faraón, no estamos derrotados, seguimos siendo el pueblo de Dios y quienes hacen su voluntad y realidad su palabra, no podemos dejarnos vencer ahora que nuestra fe está siendo puesta a prueba, ya otras veces los seres divinos han querido acabar con nosotros, pero ciertamente no lo han podido hacer, así que nosotros no nos dejaremos vencer – El público que observa intentaba ser efusivo y responder a un miembro tan importante con fervor y fe, pero no les era posible, seguían frescos los recuerdos de ver a los imponentes ángeles golpear y destrozar a sus compañeros con suma facilidad, en su propio templo, frente a sus líderes, y como recordatorio extra, tenían a su líder sin manos sentado frente a ellos, ¿que podría ser peor que eso? - Veo que sus ojos se pierden en la nada, como si el miedo se hubiera apoderado de su fe y la estuviera carcomiendo, puedo notar también que el hecho de ver al supremo sacerdote sin manos les consterna demasiado, pero nuevamente les digo, su falta de fe es lo que realmente va a vencerlos, todo lo que ven es temporal, todo lo que ven es recuperable, no estamos vencidos, somos más fuertes que nunca y puedo demostrárselos – El sabio ordeno a los guardias que estaban atendiendo al supremo que lo llevaran directamente hacia él. - Supremo ¿Es que el haber perdido las manos a causa de esta guerra por salvar la humanidad, le ha hecho perder también la fe? – - Mi fe es más grande que mis manos, no he perdido l fe, si usted me lo pidiera entregaría mis piernas y mi vida, así que nuevamente respondo, mi fe no se ha perdido ni se perderá – - ¿Han escuchado eso? Lo que tenemos frente nosotros es un hermano fiel y servil que merece que la hermandad no lo abandone en su momento de desgracia, es por eso que les mostrare que la fuerza de nuestro grupo solo va creciendo cada vez más – El sabio saco un libro, se veía que era muy antiguo, tenía las pastas de cuero negro con extrañas letras doradas, la ilustración que se veía desgastada parecía más un libro lleno de ocultismo que uno de la fe que defendían y del que tanto hablaban, muchos ya habían notado que los lideres utilizaban la palabra de Dios a su conveniencia, pues por un lado predicaban su palabra, pero por otro querían ser parte de las criaturas divinas irrespetando la decisión del creador de haberlos mantenido como humanos, de todas maneras no importaba para la mayoría de ellos, pues no conocían ningún templo de ninguna religión que no hiciera exactamente lo mismo, sacar beneficios económicos utilizando la palabra bíblica a su entera conveniencia. El sabio se colocó de manera frontal al supremo, quien a su vez estaba del lado del fuego negro que ardía por petición de Lucero, a su vez sabían que sería aprovechado por el sabio para los hechizos que fuera a realizar. El sabio abrió el libro y saco una especie de joya oscura con la que apunto al supremo mientras repetía ciertas palabras en un idioma que recordaba al hebreo. Lucero observaba todo desde su lugar, pudo notar como la joya comenzaba a salir una especie de vapor grisáceo que comenzaba a tomar formas extrañas, escucho atentamente el hechizo y entendió las palabras a la perfección, el sabio estaba convocando un alma directamente del infierno para que tomara el cuerpo del supremo, sabía que la fusión era peligrosa pues las manos que obtendría en lugar de las que antes tuvo, podrían representar un costo muy alto, pero eso era mejor que ser un líder manco y depresivo para toda la vida, sin embargo, algo vibro dentro de ella, algo tan fuerte como aquella experiencia que había tenido en la cama, su corazón latía con un sonido extraño, era como el de mil tambores, trato de disimular su miedo y malestar, pero ya era imposible. - Este es el momento, no debes perder la oportunidad, te advertí que te usarían y que necesitarías mi poder, debes tomarlo, cumple nuestro destino, sabes bien lo que debes hacer, si pagas el precio la recompensa será aún mayor de lo que imaginas – Lucero miro fijamente la piedra mientras que el vapor se trasformaba en una sombra de demonio, pero esta era diferente a las demás, pues no era completamente una sombra, tenía rasgos físicos tangibles, la magia que estaba utilizando aquel hombre era increíblemente poderosa, quizá a la altura de un secreto de algún ángel y esta era la razón por la que lo necesitaban en este momento. Algo cambio en la sombra que se estaba formando, pues justamente antes de completarse el cuerpo completo, fue absorbida nuevamente por la gema. El sabio se sorprendió cuando noto que el ritual no iba de acuerdo a lo establecido, la gema en su mano comenzó a brillar y calentarse de manera misteriosa, tiro la gema pues no pudo soportar más, se quedaron viendo lo que estaba sucediendo escépticos, toda la hermandad expectante de lo que sucedía sintieron algo de miedo al darse cuenta de que algo no iba bien. Sin embargo nadie pudo moverse, la sombra invocada había desaparecido, en su lugar un nuevo vapor negro completamente apareció, unos ojos rojos completamente acompañado por rasgos finos se dirigió a Lucero y le hablo directamente. - El sacrificio de dará el poder, el poder te dará el control y el control te dará la inmortalidad, debes hacerlo ahora, no hay marcha atrás – El supremo y el sabio la miraron fijamente sin entender por completo lo que pasaba, pero era extraño que esa sombra apareciera solo para ella, pues el hechizo que habían utilizado no tenía ese objetivo. La mirada de lucero cambio por completo, sus ojos brillaron en un rojo profundo, u rojo lleno de sangre, de muerte y desolación, corrió hacia el supremo y apoyándose con sus dos manos lo empujo directamente al fuego mientras le gritaba, “Tú me trajiste a este mundo, me enseñaste tu fe, y me hiciste vivir por ella, pues ahora debo hacer esto para completar el camino donde me pusiste, adiós papá”. El cuerpo del supremo cayo directo en la hoguera, el grito de dolor y de suplicas penetraba en los oídos de todos los que se encontraban ahí, el olor a carne quemada había llenado el lugar y la combinación de ambos era aterrorizante. Lo siguiente en suceder fue ver a la sombra sonreír y correr directamente al encuentro de Lucero, fundiéndose con ella en un solo ser, su estructura cambio, el sabio no entendía nada de lo que estaba pasando, un demonio había tomado el cuerpo de aquella chica, siempre había sido hermosa, pero con la fusión de los cuerpos lo era un más. Seguía pareciéndose a lucero pero su cuerpo había aumentado un poco de tamaño, además de tener alas, pero no eran alas como las de los ángeles, estas eras completamente negras y no de plumas, sea lo que fuera que se había unido a ella no era una sombra de bajo rango, estaban frente al nacimiento de un verdadero demonio. Lo miembros de la secta corrieron hacia las salidas intentando huir del lugar, sin embargo Lucero utilizo un sencillo movimiento de su mano para sellar todas las puertas, por más que intentaron abrir las puertas pero esto les fue imposible. - No tienen por qué huir, no he venido a matarlos, pero para eso deben de inclinarse y jurarme lealtad, he venido a ganar esta guerra, los ángeles pagaran y caerán ante mí, ahora yo soy su líder y quien este contra ello tendrá que morir – - ¿Quién eres tu par ordenarnos demonio? nosotros invocamos a los tuyos porque tenemos un acuerdo – Dijo el sabio - Yo no soy un demonio, soy el error de Dios, soy el olvido del hombre, el desprecio de los ángeles y el rechazo de los demonios, viví atrapada por ser diferente, ahora es momento de liberar mi grandeza, todos van a pagar, los siete arcángeles y Samael morirán bajo el yugo de mi guadaña – - ¿Cuál es tu nombre? Dímelo – repitió el sabio Lucero camino hacia el hombre que seguía en el escenario llego a unos centímetros de él y le dijo mientras le sonreía - Mi nombre es Lilith, soy la primera mujer creada, soy el primer demonio de la historia y he venido a reclamar el trono del creador pues yo no nací de la costilla del hombre como Eva, yo fui creada a base del poder de Dios hecha en carne y hueso y ahora tu estas bajo mis órdenes, los sabios me servirán y los soldados de la hermandad son mi ejército, de no ser así, todos morirán… CAPITULO II MENSAJE DEL ENEMIGO Royal se encontraba en espera de recibir el mensaje una vez que hubiese terminado la misión de rescate, así mismo confiaba en que Devine traería de nuevo a los chicos a salvo, estos dos puntos serian de gran importancia para poder ir al cielo por el traidor, si bien solo tenían sospechas, tendrían que confrontarlo, y de estar equivocados, confrontarían al resto con sus propios secretos para obtener la verdad, sabía muy bien que el tiempo se les estaba terminando, ya no cabía espacio para las planeaciones ni los errores, era momento de actuar, pues el infierno ya había sufrido demasiados cambios. Mientras se hundía en lo profundo de sus pensamientos pudo ver a Eclipse quien se encontraba un rincón del cuarto tumbado en una silla con la mirada clavada en el piso se preguntó que estaría pensando el hechicero, aunque no le fue difícil imaginarlo, después de todo el joven había pasado por muchas cosas en muy poco tiempo y prácticamente se encontraba en una zona de estrés máximo, incluso se podría considerar que este chico era más fuerte de lo que aparentaba, pues muchos por menos de la mitad se habrían desmoronado de un solo golpe emocional. Del otro lado de la habitación Reik y Kan intercambiaban un par de palabras, nada trascendente, solo algunos reclamos y acusaciones que después resolvían con un simple intercambio de opiniones, hablaban mucho de la rebelión que devino en la separación de los grupos de ángeles y por supuesto, teorizaban un poco sobre el abandono de Dios y el arcángel traidor, incluso se habló de un posible acuerdo o complot entre varios para alzarse con la corona de la creación y tomar el poder en todos los planos existentes. Los planes de todos los grupos eran algo obscuros y no todos estaban completamente revelados, los desertores simplemente querían mantener las cosas dentro de la normalidad, no cambiar mucho, ni el cielo, tierra o infierno, querían regresar a como era todo antes de las resurrecciones y por supuesto con la menor cantidad de bajas posibles, pero en el fondo lo normal era pensar que esto sería imposible considerando que se tenía que erradicar la secta para poder mantener la paz, además de todo debían de quemar todos los registros que tuvieran para que no resurgiera algún grupo en búsqueda del poder de los ángeles. Por otro lado los enviados seguían la misma línea de los arcángeles, la cual era detener todo lo que estaba pasando y descubrir al traidor para castigarlo, debían de hacerlo aunque esto representar el fin de vidas humanas divinas, a pesar de que no desconfiaba de Reik, Royal podía ver en el algo diferente, una mirada completamente distinta a la que siempre tuvo, pero era fácil atribuírselo a lo abrumador que podía ser el libre albedrio, así que solo infirió que debía estar pasando por un proceso complicado. La secta estaba detrás de los secretos, y era obvio que las resurrecciones les habían caído muy bien de todas formas, pues el infierno y su descongelamiento se aceleraron lo suficiente como para llevar a cabo sus planes, querían a Galeón de regreso para controlar su poder dentro de alguno de ellos, quizá dentro de alguien como Eclipse que poseía un inmenso potencial, además de un corazón obscuro, ideal para cualquier entidad de este tipo, fuera como fuera, el demonio era igual de peligroso en un recipiente humano que en un hibrido o materializado en su propio cuero metafísico. Sin embargo a quien más le costaba descifrar era a su hermano Kandstar, pues a pesar de conocerlo de siempre sabía muy bien que no podías darlo por sentado de ninguna manera, podría solo querer salir bien librado de la guerra o bien podría tener algún motivo oculto, como la obtención de un poder o beneficio para así controlar al resto de los ángeles, y aunque esto podría poner a cualquiera a preocuparse, nada de esto molestaba a Royal porque a decir verdad lo que verdaderamente infundía temor en él era que su hermano quisiera llevar a cabo la profecía del enemigo hibrido, pues de ser cierta y convertirse en el nuevo enemigo de los cielos, todo lo malo que podría pasar pasaría, pero para eso, uno de los dos tenía que morir y era triste para el pensar que su propio hermano en busca de poder buscara su muerte. Pero había otro grupo que el no tomo en cuenta, justo al momento de regresar su mirada hacia eclipse pudo ver que la sombra de este se movía de una forma antinatural, no seguía los patrones de la luz, parecía que tuviera voluntad propia. - Nosotros también lo vemos Royal, no te muevas de tu lugar, no sabemos que pretendan con esta magia tan antigua – le dijo Reik Royal asintió mirándolos a los ojos por un instante, regreso su mirada hacia eclipse quien seguía perdido con la mirada el piso, pero que comenzaba a moverse un poco. La sombra desapareció luego de volverse una con el hechicero y fue entonces que paso, las cosas cambiaron de pronto. Un humo negro salía de los ojos de Eclipse, este levanto la cabeza, sus ojos habían perdido el color, eran completamente obscuros, el humo seguía saliendo de sus laterales como si lo estuviera llorando, dibujo una sonrisa tétrica que abarcaba casi el ancho de su cara, de oreja a oreja, su piel se resquebrajo por todo su cuerpo, apunto a los ángeles uno por uno y les dio un mensaje a cada uno. - Morirás Royal, tu devoción hacia tu asesino será tu perdición y entonces tu enemigo beberá de tu sangre y se proclamara campeón – Royal no respondió ni cambio su expresión, solo bajo sus brazos y extendió sus alas. El chico busco a Reik con la mirada y le apunto también, tardo unos segundos en que las palabras salieran de su boca, parecía una especie de marioneta por sus movimientos lentos, sabían que estaba poseído, pero querían saber por quién. - ¿Sabes cómo se le dice al gobierno de los sirvientes Reik? Se le llama el gobierno imposible, no eres un líder, no eres un arcángel, no puedes ser más que un mandadero de alguien más poderoso, pero no podrás verlo con tus propios ojos hasta que la daga haya atravesado tu corazón y tu luz divina se extinga rápidamente. De la misma forma que Royal, Reik no respondió con palabras, solamente sonrió y se puso en guardia, sus alas permanecieron escondidas. La cabeza del chico dio un pequeño giro y su mirada apunto directamente a Kandstar esta vez, su dedo siguió su objetivo igual que con los otros dos anteriores. - Tu destino es mi favorito Kan, tu coronación y tu fracaso vienen de la mano, siempre tan tramposo, siempre tan cobarde, naciste en el lado equivocado, debiste ser un demonio, como nosotros, pero te esperaremos en el infierno, estaremos complacidos de tenerte aquí, todos tus planes cambiaran, muy pronto – - No disfruto mucho del clima frio, pero puedes decirle a Samael que le mando mis mejores deseos, ahora si no te molesta abandonar el cuerpo del chico y mostrarte cómo eres, por favor adelante, con gusto te mandare al infierno de inmediato – respondió Kan - Sabes muy bien que Samael acabaría contigo como si fueras una simple cucaracha, pero esto no se trata de él, se trata de ti y si de verdad quieres verme lo harás – El cuerpo del chico comenzó a temblar, mas humo comenzó a escapar por sus ojos al mismo tiempo que este vomitaba un agua verdosa combinados estos se formó una gran nube sobre el charco, de ahí emergió una figura terrorífica, su cuerpo era muy fuerte, musculoso y estaba cubierto de escamas, su cabeza era similar a la de una serpiente, sus ojos eran como los de un gato y su boca tenia incontable colmillos, semejantes a los de un tiburón, y sus manos, lo más parecido seria decir que era una garra de un gran dinosaurio de cuatro dedos. - ¡Aamon! Me parecía conocida esa horrible voz y esas tontas palabras, me había preocupado de que fuera un demonio fuerte quien nos estuviera atacando, pero solo eres tú – le insulto Kan El demonio o espero a tomar insultos de nadie más y se lanzó sin dudar al ataque en contra de Kandstar, tenían una historia antigua, pues en tiempos de la rebelión Kan había hecho pedazos al príncipe del infierno bastante rápido, fue el primero de los generales que cayeron. Aamon se movió verdaderamente rápido y conecto con su enorme puño la cara de Kan quien salió volando contra el muro. Mientras todo esto sucedía Royal se lanzó de inmediato sobre eclipse para saber si estaba aún con vida y si podía reanimarlo, Reik sin embargo si se lanzó sobre la espalda del demonio al ataque para reducirlo de manera inmediata, sin embargo en un hábil movimiento el demonio lo atrapo por el cuello antes de que este siquiera llegara a tocarlo, lo jalo hacia el a toda velocidad y choco su cabeza contra la del ángel, abriéndole un corte profundo en la frente. Royal recargo al chico contra la esquina del muro y trato de reanimarlo, pero de momento le había sido imposible, así que se puso entre él y su atacante para prevenir que lo fueran a herir gravemente. Lo hizo justo a tiempo porque este venia directamente hacia el con un puño listo para infligir un gran daño, Royal espero al último momento para tomarlo del brazo para quitarse el golpe y azotarlo con su puño libre, fue un movimiento limpio que impacto a Aamon hacia atrás. Justo cuando el demonio iba de espaldas por el golpe, Kan pateo su pierna de apoyo y lo hizo caer de espaldas, ya en el piso al abrir los ojos y querer centrar la mirada, pudo ver la sombra de Reik saltar hacia el con una espada en la mano, sin embargo la reacción del demonio no se demoró en lo más mínimo, pues se giró sobre su cuerpo y puso su codos contra el piso logrando que el ángel fallara clavando la espada en el suelo de madera. Royal nuevamente busco despertar a Eclipse, pues en el hipotético caso de que las cosas se pusieran peligrosas tendrían que huir lo antes posible, esta vez logro que el chico recobrara la conciencia. - No hay tiempo de contar nada ni responder preguntas, estamos ante un príncipe del infierno, es un demonio muy poderoso y si no hacemos algo pronto alguien podría salir lastimado, si no puedes ayudar huye de aquí – El hechicero se puso en pie para ponerse a prueba a sí mismo, movió sus manos formando círculos con ellas mientras recitaba una oración en un idioma antiguo, sus manos comenzaron a generar una luz naranja que utilizo para formar una gran bola de energía, asintió con la cabeza hacia donde estaba Royal, observaron como la pelea continuaba, ciertamente no se notaba la superioridad numérica de dos a uno entre Kan, Reik contra Aamon, por momentos el demonio concentraba toda su fuerza en un solo golpe y lo lanzaba esperando hacer contacto con uno de sus dos oponentes. Eclipse noto que cada que cargaba con ese súper golpe, se quedaba inmóvil por alrededor de dos segundos en los que se recuperaba de dicho movimiento, así que se dio cuenta que ese sería el momento ideal para lanzar esa bola de energía. La pelea continuaba con Royal protegiendo a Eclipse de cualquier daño que pudieran causarle, pero sucedió algo inesperado, uno de los golpes de Aamon golpeo nuevamente a Kan de lleno en el rostro dejándolo inconsciente y a merced del enemigo, Reik se encontraba en el suelo de mismo modo, agotado por los incontables golpes que había recibido, ninguno de los tres daba crédito a lo que estaba pasando, pues sabían que aunque los príncipes del infierno eran verdaderamente fuertes, la destreza con la que se estaba moviendo Aamon era la de un increíble guerrero, mucho mejor que ellos. Al ver esta situación y darse cuenta del peligro que corría su hermano Royal abandono su puesto de guardaespaldas y se aproximó a toda velocidad al ataque, tomo al demonio por la espalda y lo apretó contra su cuerpo con los dos brazos, en ese momento el pensamiento de Eclipse dio un vuelco inesperado, l gran bola de energía que aun sostenía en sus manos apunto directo a la espalda de Royal. Las palabras de Kan horas antes estaban haciendo efecto, quizá debería de matar al asesino de sus padres, sabía que no fallaría y ciertamente el ángel no podría defenderse de su ataque ni podría esquivarlo, mientras lo apuntaba una avalancha de pensamientos lo inundaron sin darle tregua, el resentimiento con el que había crecido por haber estado solo toda su vida, a la par de las palabras de aliento que Kan había tenido para con él y los gestos de amistad que este le demostró, finalmente si seguía vivo en este momento era gracias a él, así que tomo su decisión y disparo. - ¡ROOYAAAAAL, AGACHATE! – grito al ángel En un movimiento casi sincronizado Royal utilizo su cintura para lanzar su cuerpo hacia atrás quedando de espalda al suelo y lanzando a Aamon directamente a la bola de energía que venía a pocos centímetros de distancia, lo golpeo justo en la cabeza y lo lanzo hasta el otro lado de la habitación la pared quedo completamente destruida y la mitad de la cabeza del demonio había desaparecido por completo. Los ángeles ya habían recobrado su fuerza y se levantaron a observar el gran daño que el ataque del chico le causo al demonio, era obvio que los poderes que poseía no eran cualquier cosa, se miraron para evaluar el las heridas que tenían, Royal estaba casi intacto, pero Kan y Reik estaban bastante más afectados. No pasó mucho antes de que llegara alguien inesperado, se trataba de Virtus quien tenía en su poder a Cadwell, pero se veía muy asustado, pálido, irreconocible. - ¡Reik, Reik! De camino acá el arcángel Gabriel me ha interceptado, mientras él estaba en el purgatorio han robado más secretos de los cielos, Chamuel está gravemente herido, Uriel está en una misión y no ha podido ser la secta, han sido derrotados por algo mucho más fuerte – dijo casi sin aire - ¿Algo más fuerte que los arcángeles? Eso es imposible, aun siendo que Chamuel no es el más fuerte de nuestros guerreros, sigue siendo un arcángel, debió ser emboscado, tenemos que hacer algo – respondió Reik - ¿No es obvio quien lo ha hecho? Quien esta tirado en esa esquina es Aamon, uno de los siete príncipes del infierno, lo que significa que los demonios deben tener el poder de escapar cuando ellos así lo deseen, pero hasta ellos necesitan un líder, eso significa que alguien está jalando los hilos desde algún lugar – agrego Royal - ¿Samael? – dijo con duda Kandstar - No se me ocurre nadie más capaz que el en este momento, sin embargo no podemos estar seguros de nada, por lo menos no hasta que se lo hayamos preguntado nosotros mismos – apunto Reik - Debemos de ponernos en marcha en este momento, de alguna forma los demonios se están fortaleciendo he incluso nosotros tres hemos tenido problemas con Aamon, de no ser por los poderes del hechicero quizá estaríamos contando otra historia, sin embargo alguien debe de quedarse a recibir al resto de los ángeles y a los humanos – agrego Royal - No hay mucho que podamos hacer, Royal, sugiero que nos reagrupemos cuando todos hayan llegado, pues te recuerdo que se han unido a nosotros los humanos que fueron entrenados en secreto para este tipo de situaciones, deben de estar en camino, no debemos desaprovechar la oportunidad que se nos presenta, finalmente todos los grupos involucrados estaremos juntos, eso significa que podremos defendernos de lo que sea que este atacándonos, por los arcángeles no te preocupes, si alguien sabe de sanación y recuperación son ellos, si hemos recuperado el secreto de Gabriel ellos no tendrán como alzar a sus víctimas, así que ellos tendrán la obligación de venir aquí por él y los estaremos esperando – - No puedo creer lo que voy a decir, pero Reik tiene razón, mientras haya un solo secreto en nuestro poder no nos dejaran tranquilos, el cielo se las arreglará, no los tomaran por sorpresa otra vez y nosotros debemos de aprovechar para acabar de una vez por todas con esta guerra – Kan dijo muy serio Royal se desconectó por un momento de la conversación, las cosas se habían complicado demasiado, ahora incluso habían atacado a uno de los seres más poderosos, la segunda rebelión era un hecho, y a pesar de que si todo había salido como lo planearon a estas alturas habría acabado con la secta, habían pasado demasiado tiempo concentrados en ella y en las diferencias entre los grupos de ángeles, quizá demasiado tiempo perdido, si Samael estaba detrás de esto, sabía bien que sería un rival que acabaría con innumerable cantidad de ángeles y que debían neutralizarlo cuanto antes demás de encontrar al traidor y derrotarlo de igual manera, y solo había una forma para ello. - Estoy de acuerdo, esperaremos a la llegada del resto de los grupos, nosotros tres partiremos al cielo y traeremos a los arcángeles con nosotros, descubriremos a traidor y juntaremos las tropas para defender la tierra y la humanidad de los demonios, de ahí en adelante no sé qué pasara, pero lo que es seguro es que no todos vamos a sobrevivir, así que debemos estar preparados – Esperaron todos tal cual habían acordado, de vez en cuando miraban el cuerpo de Aamon quien todavía yacía en la esquina de la pared, se preguntaban de donde había obtenido tal fuerza y destreza en el combate, pero al mismo tiempo les hacía cuestionarse como es que el poder de Eclipse era tan grande como para soltar esa cantidad de energía, de verdad que el chico era especial, quizá demasiado, era mejor tenerlo de su lado y al mismo tiempo bien vigilado. En cierta a forma a Royal le preocupaba que esto fuera solo la antesala de algo aun peor, pues si cualquiera de los dos moría en la batalla convertiría al otro de forma automática en el enemigo del que hablaba la nueva profecía, ciertamente no quería morir, pero mucho menos quería ser el quien se convirtiera en contra de sus amigos, hermanos y su hogar. Conforme fueron pasando las horas llegaron el resto de los grupos, después de Virtus quien había atado a Cadwell a una silla llegaron Ilena y Primo quien se encontraba herido, ellos venían con un soldado a quien llamaba No Mercy. Esta les explico todo lo que paso, así mismo el soldado detallo cada cosa que estaba sucediendo en la ciudad en el tiempo que ellos estaban planeando los rescates, se enteraron entonces del poder de la secta en las iglesias, lo que significaba que la secta podría recuperar parte de sus integrantes si se aprovechaban del fanatismo y el terror del pueblo, esto hizo a Kan molestar y sugerir que fueran a terminar lo que habían comenzado, a lo que todo se negaron rotundamente, sin embargo era un tema más del cual preocuparse. Utilizaron sus poderes de sanación en Primo, pero esto no resulto como lo habían pensado, pues al parecer el instrumento que habían utilizado para dañarlo tenía mucho poder, además de veneno, y una vez que lograbas herir a un ser celestial con algún objeto divino, esto lo convertía prácticamente en un humano más, No Mercy se hizo cargo de él utilizando todo lo que había aprendido en guerra y solo les quedaba esperar. Ojala hubieran puesto más atención en el cuerpo de Aamon, si lo hubieran hecho, nada malo habría sucedido después. CAPITULO III UNA EXPLICACION TARDIA Alma, Santiago y Benjamín corrieron tras Julio quien los llevaba de forma rápida pero segura hacia su destino, no mencionaron ni una palabra mientras iban corriendo pues no disponían de un solo segundo para desperdiciar, la prioridad era el escape, las formalidades vendrían después. Mientras aún seguían avanzando podían escuchar el choque del acero de las espadas dentro del edificio y no solo eso, la explosión de la bomba de la que les hablo Julio fue lo único que los hizo detenerse por unos segundos, todos voltearon sus miradas para notar el fuego que crecía por el techo en forma de hongo, ese fuego era acompañado por gritos desgarradores. - Esa es nuestra señal, están cerca de completar su misión y nosotros estamos cerca de llegar a donde mi padre nos espera, no perdamos más tiempo y continuemos – les dijo el joven Continuaron por alrededor de cinco minutos más sin tomar ningún otro descanso, hasta que finalmente llegaron a un pequeño claro en el bosque que conducía a una pequeña carretera, ahí los estaba esperando una casa rodante, y fuera de elle se encontraba Armando quien inmediatamente rodeo a su amigo Santiago cuanto lo tuvo de frente. - No puedo creer que en verdad seas tú, solo tuviste que morir y regresar para poder volver a visitarme ¿eh pintorcillo? – le dijo con una voz quebrada - Precisamente me morí para no tener que soportar otro de tus abrazos de oso que no me dejan respirar y mírame ahora – respondió con la voz entrecortada - Padre, no es momento para esto, pongámonos en marcha o los ángeles nos dejaran atrás, tenemos que ponerlos a salvo cuanto antes, y nosotros debemos de continuar con nuestra misión – abordo Julio - Es verdad suban todos al remolque, veo que traen un invitado no deseado, ni hablar, cuando compras un perro también debes de limpiar la mierda ¿no? Julio, encárgate de poner cómodamente atado al honorable señor Benjamín – Benjamín hizo una cara de burla, le mostro la lengua partida y movió ambos lados de maneras desiguales para continuar con su fanfarronería, sin embargo poco le duro la sonrisa pues un golpe de derecha en la sien de parte de Julio lo mando a dormir en un segundo. Ya dentro del remolque comenzaron a ponerse al día d lo que pasaba, pues era más que obvio que para Santiago y su esposa las cosas no estaban del todo claras y ahora con la intervención de sus amigos las cosas estaban aún más incomprensibles, casi indigeribles, Alma se animó a ser la primera en querer saciar sus dudas, porque sentía que la estaban quemando por dentro y no quería seguir en esa situación de riesgo, además le preocupaban sus hijos y Lucia, no sabían nada de ellos y tenía que dar con la manera de encontrarlos nuevamente. - ¿Saben algo de mis hijos y de Lucia? – pregunto Alma - Si, pero lo que tengo para decirte no te va a gustar, nuestro protector nos informó que se encuentran en una misión complicada y que no están del todo seguros, sin embargo están bien escoltados por un arcángel muy poderoso y uno de los ángeles errantes, los que son un poco más agresivos, cuando hayan terminado esa misión, se reunirán con nosotros – respondió Armando - ¿Pero qué dices? Pues vamos en su ayuda, no podemos dejarlos solos – acompaño Santiago - Me temo que es imposible, al lugar que accedieron solo se puede llegar con la ayuda de un arcángel y hasta donde sabemos ninguno de nosotros lo somos, y los que lo son no se encuentran aquí en este momento, sé que es difícil para ustedes, pero lo que podemos hacer por el momento es llegar a la zona segura donde pronto sus hijos estarán, ahí habrá un gran grupo de aliados que nos ayudaran en esta batalla – - Son solo niños, no sé de qué batalla estás hablando pero no son más que unos chicos que no sabían quehacer ante su perdida, no deberían de estar preocupados o inmiscuidos en batallas, guerras y demonios, esto no puede estar pasándonos, no quiero perder a un miembro más de mi familia, otra vez ¡ya no!, ¡ya no! – Alma comenzó a sollozar fuertemente, era más que obvio que estaba abrumada por la sola idea de imaginarse a sus hijos en problemas, mas que es en peligro inminente de muerte en una batalla entre ángeles, sectas y demonios, de inmediato sintió el cálido abrazo de su esposo rodeándola para calmarla, eso realmente ayudo mucho. - Sé que te será difícil de comprender lo que te voy a decir Alma y quizá lo sea también para ti Santiago, pero nada de esto ha sucedido por casualidad, cada uno de los movimientos que se han dado eran parte de un destino que estaba escrito hace mucho tiempo, esos chicos al igual que nuestras familias son especiales, están destinados a ser parte de esto y a cargar la balanza hacia algún lado, todos esperamos que sea hacia el del bien, pero deben de comprender que todo puede pasar, todos vamos a cumplir un destino, incluso nosotros que como podrán ver tenemos en común que nuestras familias son inmigrantes, estamos luchando contra una secta que al parecer tiene orígenes italianos y se remontan mucho muy atrás en el tiempo, pero siempre cambiando de nombre para evitar ser detectada – - Bueno de hecho desde que regrese de la muerte no he dejado de pensar en esas similitudes, aunque al principio pensé que eran solo coincidencias, me confirmas que no estaba tan equivocado en mis sospechas, pero no solo es eso verdad, me imagino que tienes mucho más que contarnos que solo decirnos que tenemos un papel destinado en esto – dijo Santiago - Por supuesto que hay más señor Santiago, tenemos que comentarle que el padre de la señora Alma esta inmiscuido en esto de muchas maneras, desde que se unió a la hermandad es responsable de múltiples muertes y crímenes, por lo que sabemos incluso ha cambiado su identidad, está detrás de su familia desde siempre, al parecer el desciende directamente de una familia muy antigua que se encargaban de proteger una de las primeras verdades de la humanidad, a ellos les llamaban Gyaam, sin embargo llego un momento en el que este secreto paso a manos de los arcángeles y los guardianes Gyaam restantes fueron relevados de sus tareas y enviados por toda a tierra a vivir sus vidas en espera de un nuevo llamado, como era de esperarse, este nunca llego al estar seres divinos a cargo. Sin embargo ellos fueron ungidos de por vida y su fuerza, longevidad y pureza de sangre perduraría hasta el final de los tiempos, cuando esta información fue revelada, diversos grupos comenzaron a perseguirlos, desde la época de los egipcios hasta la Alemania nazi, y ahora con la secta ya que solo quedan unos cuantos con esta sangre, por no decir que su familia y quizá un par más – Relato Julio - ¿Y para que necesitan esa… sangre? – pregunto con temor Alma - Pretenden realizar un sacrificio de sangre Gyaam, es un ritual donde la sangre de un ángel, un demonio y un Gyaam se unan en un ritual que conllevara a la ruptura de las paredes que dividen al mundo del infierno y el cielo, esto mismo le dará a quien beba esa sangre la virtud de obtener un poder por encima del divino, creando prácticamente un Dios, pero para que esto funcione tiene que ser la sangre de la última generación, es decir que la sangre de tu padre o la tuya ya no es funcional – continuo Armando - ¡Solo la de mis hijos! – interrumpió Santiago con los ojos completamente fijos - Me temo que así es amigo, sin embargo no todo es malo, la pureza de esta sangre como te dije se compara con la de los ángeles, por lo que los chicos deben tener ciertas habilidades ocultas que se activaran una vez que un arcángel toque sus cabezas y repita una oración, en este momento están con Uriel por lo que no dudo que de haber peligro, no dudara en hacerlo – - ¿Cómo se supone que haremos que todo esto termine? – pregunto Santiago - Si te digo la respuesta no te va a gustar, tal vez no deba ser yo quien te lo diga de primera mano, quizá sea mejor que tú se lo digas alma – Alma sintió que su sangre se helaba, sabia a lo que Armando se refería, pero no estaba lista para perder a su esposo nuevamente y mucho menos a tener que decirle que tendría que morir otra vez, sin embargo sabía que era momento de revelar algunas cosas que le había estado ocultando por el bien de lo que estaba pasando, era indispensable poner las cosas en claro para que todo marchara bien y saber qué hacer en caso de que un nuevo problema se les presentara. - Veras Santiago, lo que sucede es que, nuestro hijo ha tenido un sueño y me ha contado que – - ¿Yo tengo que volver a morir cierto? – dijo resignado Alma lo miro fijamente mientras sus ojos se ponían vidriosos, pero se obligó a no llorar frente a él, no quería que le afectara ni que se sintiera más culpable de lo que seguramente ya se sentía. Santiago volteo buscando la mirada de su amigo Armando en el espejo retrovisor, al conseguir conectar con ella, se dio cuenta que estaba en lo correcto, pues en un ligero gesto de aceptación lo dejo entrever. - No llores ni te pongas triste amor mío, siempre lo he sabido, así que no me da miedo, no se supone que la gente regrese de la muerte y se quede aquí, todo lo malo que está pasando es gracias a que no dejamos que la vida siguiera su curso, nunca debí volver en primer lugar - Eso es una mentira, en primer lugar ¡tú no debiste morir! No eres una mala persona y nunca hiciste daño a nadie, no puede ser posible que me digas que me resigne a que te vayas nuevamente – respondió Alma - De hecho no es tan fácil como suena, todos los que han vuelto a vivir tienen que regresar a su descanso eterno y hasta donde sabemos, son cientos, ya que su amigo lengua de serpiente estuvo esparciendo el secreto y se corrió por dos pueblos vecinos, precisamente por esto estamos cercados por el ejército, solamente alguien con una visión divina o con el poder divino de ver más allá de los ojos humanos podrá saber quiénes son y esta persona deberá cargar con la penitencia de regresarlos, así que no creo que sea nada fácil para el tampoco – dijo Julio - Bueno y ¿Quién es el arcángel con el que trabajan y quien los entrena? ¿Cómo llegaron a convertirse en lo que sea que son ahora? – pregunto Santiago cambiando el tema - Después de la muerte de la mama de Julio busque muchas maneras de vengarme, pero no tenía la certeza de cómo hacerlo, pensé en atarme una bomba y explotar en su cede más concurrida, buscar a don Mario y matarlo con mis propias manos, pero al final me decidí por estallar el edificio donde se encontraban la mayor parte de los miembros y donde Julio quien se había hecho cercano a personas de la secta sospechaban que se encontraba tu padre. Recuerdo el día en que llevaría el plan acabo, fui al súper mercado a comprar lo necesario, pero no lo hice descuidadamente, dividí los ingredientes para que nadie notara mis intenciones, no tenía idea de que me estaban vigilando desde el primer momento – - Cuando hube juntado todo lo que necesitaba para su fabricación y lo llevaba en mi camioneta, un auto de la policía me detuvo por la carretera, no podía irme de largo o echaría por completo a perder mi plan, así que se me ocurrió que si era descubierto diría que dinamitaría alguna mina en la montaña en búsqueda de minerales preciosos, quizá sea algo estúpido pero por lo menos no es terrorismo. Sin embargo cuando el oficial descendió de la patrulla de inmediato note que algo no andaba bien, un hombre atlético pero que se notaba fuerte, de cabello gris bajo del auto, sus ojos eran plateados, algo que jamás había visto o escuchado, se limitó a hacerme solo unas pocas preguntas. - Buenas tardes señor, permítame sus documentos por favor – - Aquí tiene oficial – - ¿Podría dejarme verificar su carga en la camioneta? – - Sin ningún problema, adelante – Cuando note que revisaba las cosas me sentí perdido, así que me prepare con mi tonta excusa para librar una pena máxima. - Los ingredientes que lleva son los mismos que se utilizan para la dinamita casera, ¿Acaso piensa volar algo o a alguien? – - Sí, quiero probar en una mina que mis ancestros llaman la mina del demonio amarillo, mucho dicen que ahí hay oro, pero que hay malos espíritus, pero quiero el metal – - Entiendo, ¿Pero eso va a ser antes o después de volar a los asesinos de su esposa? – No podía creer que lo supiera, debieron de haberme estado investigando, seguro que tenían mi teléfono o mi correo intervenido, quizá era proceso de la policía seguirte después de que alguien de tu familia muere, precisamente para evitar que estas cosas sucedan, pero lo que le siguió a esto no era lo que yo esperaba. - Tienes pocas opciones Armando, y debes tomar una decisión con la que podrás cambiar tu vida para siempre, voy a darte lo que necesitas sin la necesidad de que seas buscado por terrorismo, ¿Te gustaría llegar hasta el asesino de tu esposa y en el camino ayudar a los demás en algo grande que se avecina? – Después de eso y de mostrarme quien era, tuvo mi completa devoción, pues no era otro que el arcángel Miguel, aquel que en la biblia derroto al demonio y lo echo al infierno, me explico la situación y sin pensarlo nos enlistamos en su causa, nos entrenó a nuestras máximas capacidades, él está de nuestro lado y venceremos. Además todos los grupos de ángeles se han agrupado lado a lado para luchar contra los demonios y cualquier amenaza que se venga sobre nosotros, así que no tengas más miedo, pase lo que pase nos aseguraremos que los chicos sobrevivan y de por lo menos dejarles un lugar en el cual puedan pasar el resto de su vida en paz – - Sé que quizá no debería de preguntar, pero el entrenamiento físico no logra que una persona sea así de ágil y fuerte, así que debió de haber hecho alguna especie de bueno… pues… ¿Magia? – pregunto con vergüenza Armando - Los hechiceros hacen magia, lo que hizo Miguel fue darnos algo más, quizá esto los sorprenda un poco pero por las venas de Julio y mías corre sangre de ángel, así es, para lograr tener nuestras habilidades tuvimos que tomar su sangre y ponerla en nuestras venas, no hemos enfermado o adolecido desde entonces. Siguieron su camino un poco más silenciosos, algo más precavidos pero nuevamente desde el cielo, esos terribles ojos amarillos del enemigo los vigilaba y sonreía mientras veía como sus todos y cada uno de sus objetivos se reunían en el mismo punto, haciéndole más fácil su trabajo de recolección, era momento de revelarlo todo, era su tiempo, su reinado se encontraba cerca, no habría quien lo detuviera. CAPITULO IV REVELACIONES II: EL DESEO DE SAMAEL Uriel y los chicos sabían que las cosas se habían complicado demasiado, nuevos demonios habían llegado y se encontraban completamente rodeados, no solo eso, sino que además todo indicaba que el rey del infierno los había traicionado uniéndose a ellos solo para ponerles una trampa. El arcángel sabía que podría derrotar sin problema a la mayoría de los demonios incluso al príncipe Leviatán, pero en combinación con Samael, lo más probable era que todos murieran en ese momento, lo que conllevaría a la caída del cielo de manera definitiva. En aquel lugar sus posibilidades se reducían aún más pues aunque sus hermanos celestiales los estuvieran viendo, no podrían llegar a tiempo para participar en la batalla y si lo hicieran, tendría que contar con la ayuda del mejor guerrero, Miguel, sin embargo este se encontraba en otra misión, por lo que quienes fueran a llegar tendrían que unir sus fuerzas y secretos para poder vencer al más temible de los arcángeles, al enemigo, al demonio Samael. Samael se encogió de hombros mirando a Leviatán a la cara, dio un vistazo rápido al resto de los demonios que se encontraban ahí también, todos habían sido creados por él, fueron sus aliados en la primera rebelión. Noto que aunque seguían a uno de sus generales, en realidad estaban esperando a que el diera la orden de acabarlos o de apresarlos, este era el momento de acabar con uno de los siete, lo cual debilitaría el poder del cielo para siempre, Samael acaricio su cabello y sonrió. - En realidad no tenía planeado algo como esto Leviatán, mi objetivo siempre ha sido romper con la hegemonía que ha existido en el cielo, veo que prácticamente todo esta descongelado, nunca había visto el infierno en todo su esplendor, se puede decir que es un lugar cálido desde esta perspectiva – dijo Samael - Las puertas están abiertas, podemos ir y venir a voluntad según nos convenga, los ángeles están cayendo y hemos recolectado más almas en las últimas veinticuatro horas que en más de dos mil años en el infierno - respondió el príncipe - Lo sé, ya me lo habías dicho, pero como te respondí en mi celda, no tengo gran interés en la recolección de almas o en destruir el cielo, la victoria y la derrota son intrascendentes, pero por otro lado la venganza… Samael volteo su mirada hacia los chicos y con un movimiento de sus manos los cubrió con una energía roja que los atrapo por completo, dentro de ella unos rayos cruzaban de lado a lado causando dolor a los chicos, tal como una descarga eléctrica, sin dar oportunidad a Uriel de reaccionar se lanzó sobre el con un hábil golpe que lo mando a estrellarse contra un glaciar de hielo que estaba detrás de él, volándolo en mil pedazos. La velocidad de Samael era tal que incluso los demonios tenían problemas en seguir, Uriel se levando y extendió la mano una lanza de doble punta metálica apareció en su mano, se puso en posición de combate, Samael también sacó su arma, la cual cargaba en su espalda, una lanza de igual forma, pero en su punta tenía tres picos gruesos y curvos, nuevamente se lanzó al ataque. Samael recorrió la distancia en milésimas de segundos y lanzo un ataque horizontal en contra de Uriel, pero este ya estaba preparado, pues sin una pizca de miedo en su rostro agacho su cuerpo esquivando el ataque y golpeando desde abajo. Mientras la pelea de Samael y Uriel se llevaba a cabo, a lo lejos, otro ángel tenía problemas para enfrentar a su propio demonio. Devine luchaba encarnizadamente con Cebú quien estaba dando una mejor batalla aun que Fegor, este podía lanzar energía de sus manos además de tener el poder de aparecer toda clase de armas llameantes y desaparecerlas según le convenía, las cadenas de Devine fueron bloqueadas por esta habilidad incontables veces. Ciertamente esto desesperaba al ángel quien tenía la urgencia de acabar con su enemigo, pues momentos antes noto a la distancia que un muro de hielo había explotado, nada de eso podía ser curiosidad, era obvio que una batalla se estaba llevando a cabo a lo lejos y eso ponía en peligro a los chicos que tenía que proteger. Cebú encendió una lanza flameante y en una recta perfecta la dirigió hacia el cuerpo de Devine, apuntando directamente al pecho, Devine la esquivo, pero fue entonces que noto que su desventaja principal eran los ataques lejanos, ya que él tenía que estar cerca para poder atacar mientras que su enemigo tenía la habilidad de lanzar cosas a gran distancia, si quería ganar debía de volver esto una ventaja, lo primero que noto fue que cuando Cebú lanzaba cosas a distancia, el movimiento no le permitía regresar inmediatamente a su posición de defesa, ese era el momento perfecto para atacarle, pero se encontraba a gran distancia ¿Cómo podría vencerlo? Entonces se le ocurrió, era una jugada arriesgada y quizá perdiera la vida y el combate, pero no había otra forma - Podrás estar basado en mi pero definitivamente no tienes nada que ver conmigo, eres increíblemente inferior, quizá deba entrenarte – dijo Devine - Creo que estás viendo la lucha equivocada, no has tenido la oportunidad de tocarme prácticamente, ¿Qué podrías enseñarme? Quizá a quedarme asustado frente a mi rival como estás haciendo – se burló Cebú - Yo puedo lanzar mejor que tú de hecho tengo mejor puntería, incluso tengo la habilidad de lanzar dos cosas a la vez, pero con la ligera diferencia de que yo si acierto – Esto molesto mucho al demonio que no soportaba que se burlara de él, y mucho menos que lo hiciera sentir como que estaba por debajo del ángel, Cebú sentía que era superior y lo demostraría, decidió aceptar el reto al ver que devine utilizaba sus cadenas para tomar dos rocas grandes de hielo para demostrar su punto. Cebú apareció una lanza en cada mano y las dirigió hacia el ángel este giro sus cadenas con las rocas, en un movimiento circular arrojo las cadenas en forma horizontal desde ambos lados para que chocaran en el centro contra Cebú, El demonio de inmediato noto que al hacer esto tendría ambas manos ocupadas, por lo que si lanzaba en ese preciso momento lo atravesaría sin problemas, el ángel había cometido un error muy estúpido por alardear acerca de ser mejor. Cebú lanzo sus ataques, las rocas estaban por aplastarlo cuando simplemente dio un salto, sonrió mientras observaba como las rocas chocarían entre ellas en tanto que sus lanzas estaban acercándose a su destino. -Tu soberbia te matara Devine, he ganado, no puedes hacer nada al respecto, te veré morir y beberé tu sangre mientras aun esta tibia – grito el demonio - Temo decirte que morirás con sed – Devine sonrió Devine se puso de perfil esquivando ambas lanzas de fuego con su mano izquierda agito su cadena y atrapo el pie de Cebú atrayéndolo hacia él, el demonio no entendía lo que sucedía, hasta que con una pequeña mirada noto como la mano derecha de su enemigo con un movimiento de la otra cadena, había capturado una de las lanzas que recién lanzo contra él y que ya habían recorrido un par de metros de distancia, lo que seguía era inevitable pues mientras Devine lo tuvieras suspendido en el aire, poco podría hacer, fue atravesado por su propia arma en un rápido movimiento, cayó al suelo desangrándose. Devine se acercó a Cebú lentamente, ya no podría luchar, pero lo más humillante es que había perdido una batalla que tenía ganada desde un principio, si tan solo no hubiera caído en la provocación del enemigo seria el quien estuviera en el piso muriendo, era demasiado tarde. - Estuviste cerca Cebú, pero como todo demonio eres arrogante, y tu falta de experiencia en batalla es tu peor debilidad, lástima, porque ciertamente tienes mucho potencial – - No importa, yo renaceré de alguna manera, pero por lo que veo a través de los ojos de los demás demonios, tus amigos no volverán como yo, ellos van a perecer delante de ti y después de eso, tú morirás en sus manos – - Pudiste desaparecer la lanza antes de llegar a ti, pero tuviste miedo Cebú Devine reacciono poniéndose en marcha hacia la pelea, tenía que intervenir de alguna forma, por lo menos debía salvar a uno de los chicos, si tenía que dejar atrás a Uriel con los otros dos lo haría sin pensarlo en la primer oportunidad, identifico el camino de salida para tenerlo en mente en cuanto tomara a uno de los chicos, estaba preparado para ganar, para pelear, para escapar, para traicionar si era necesario, pero no para perder, y menos en una situación en lo que su propia existencia estaba en peligro, tomo su decisión rápido y escogió a quien salvar, divisaba la batalla a lo lejos, por lo que veía, Samael los había traicionado. Uriel esquivaba los ataques de Samael como todo un guerrero de elite, el problema era que no estaba atacando gran cosa, a ese paso el mismo sabía que era cuestión de tiempo para ser alcanzado por un ataque de su rival o bien que este perdiera la paciencia y fuera atacado por todos a la vez, pero al mismo tiempo sabía que si comenzaba a ganar la batalla Samael podría lastimar a sus acompañantes o bien seria atacado por el resto de los espectadores. Pendo lo más rápido que pudo, tuvo la idea de despojarlo de su arma y luchar cuerpo a cuerpo, pues sería más fácil aguantar los golpes de los puños que de las armas, esto le daría tiempo a que quizá llegara Devine a ayudarle, era la única opción que tenía y eso considerando que Devine no estuviera muerto, debía de lograr chocar sus armas con Samael, así que dejo de esquivar y recibió el primer impacto, eso lo mando directo al suelo, pero por fortuna su armadura no había sido perforada. Samael levanto su tridente frente a él y lo descendió de manera vertical buscando hacerle daño, sin embargo él lo bloqueo de forma lateral con su lanza, haciendo que se enterrara en el hielo, en ese momento aprovecho para patear su pierna de equilibrio y hacerlo caer, ¡Funciono! Trato de sorprender a su enemigo en el piso con un golpe, pero este cruzo sus piernas alrededor de su cabeza y lo hizo girar, no tuvo tiempo de reaccionar cuando el abrazo de Samael lo tomo por el cuello desde la parte de atrás en una llave de lucha clásica por el cuello. - Es momento de que aceptes la derrota hermano, después de terminar con esto acabare con los niños de una buena vez – Dentro de las burbujas de energía el hermano mayor de Carlos quien era quien más conocía el arcángel y que poseía su daga, gritaba con desesperación por no poder ayudar a su protector, las descargas seguían atravesando el cuerpo de los niños manteniéndolos en un estado de agonía casi perpetuo. Finalmente Uriel cayó rendido ante el embate de Samael, este lo soltó, dejando caer su cabeza y torso en el hielo, la batalla había terminado casi demasiado pronto. - No cabe duda que todavía eres el más grande guerrero que alguna vez haya visto luchar, tu hermano no tuvo ninguna oportunidad, de hecho creo que pudiste acabar con él desde antes, o quizá e no lucho con toda su fuerza – cuestiono misterioso Leviatán - No soy responsable de la fuerza de Uriel, yo he pasado más tiempo encerrado que luchando y si te soy sincero, el hacerlo no me divierte para nada y menos cuando no tengo un motivo para torturarlos, pero quería saber a qué me enfrentaría, si bien no es el mejor de los siete arcángeles, es de los que tendría que cuidarme cuando me enfrentara con ellos - respondió - Veo que también mantienes esa alma de aventura y estrategia, me gusta saber que te unirás a nosotros en esta guerra, puedes estar en mi escuadrón, me vendría muy bien un general – dijo el demonio - El hecho de que haya renunciado al control y lealtad sobre ustedes, no significa que seré un subordinado de ninguno, simplemente no tengo una razón para querer irme de aquí y mucho menos para querer obtener algo del cielo, los humanos no me interesan, y los ángeles me importan aún menos, ustedes hagan lo que quieran – - Creo que no me estas entendiendo, tú no puedes ser neutral, debes escoger uno de los bandos, pues ninguno correrá el riesgo de que te unas al otro y ganarte como enemigo, así que decide ahora o muere – Leviatán amenazo - Sabes que no podrías derrotarme ni con todos tus compañeros, no entiendo que quieres demostrar revelándote en contra mía, pero supongo que hay algo de lógica en tus palabras, sin embargo me es complicado sentirme parte de algo cuando realmente no sé de qué se trata – - No somos los mismos de antes, todos tenemos el doble de fuerza que antes, digamos que alguien vino a darnos una pequeña ayuda divina, en este momento podemos dar batalla a cualquier ángel o arcángel inclusive y tú no eres la excepción – - Entiendo ¿Cuál de mis hermanos ha sido? ¿Quién ha seguido mis pasos? – pregunto Samael - Puedo llevarte con el si lo deseas, será mejor que lo veas con tus propios ojos, estoy seguro que el estará encantado de verte, aunque no sé si tú quieras verlo, seguramente cuenta contigo, cuando me menciono la posibilidad de reclutarte, sus ojos amarillos iluminaron todo este lugar y me dijo como sacarte en caso de que aceptaras – En ese momento Samael entendió de quien se trataba, no cabía duda, había sido mucho más inteligente que el resto de sus hermanos, no solo estaba traicionando todo por lo que había existido, sino que además, estaba logrado culpar a otro de sus hermanos, era un plan increíble. - Me uniré a ustedes, solo si me permiten conservar a los chicos para negociar con mi hermano – - Imposible, tengo la orden de llevarlos ante el de inmediato- No le molestara que yo lo haga y te daré el crédito, como muestra de buena fe, puedo darte el placer de cortar la cabeza de Uriel, serias el primer demonio en acabar con un arcángel, nadie podría robarte eso jamás, te dejare conservar los restos inclusive, pues hacerlo ahora mismo – ofreció Samael Leviatán no pudo argumentar nada en contra de ese ofrecimiento, de inmediato asintió con la cabeza y pidió a todos que vieran como se termina con la vida de un arcángel, todos se acercaron dejando a Samael tras ellos y mientras el lentamente sacaba un daga que llevaba con él, giro a Uriel para cortar su cabeza mirándolo de frente y a corta distancia, levanto la daga dispuesto a cortar, la bajo con rapidez, el sonido de la sangre escapando inundo el lugar. Todos miraron con asombro como Leviatán caía muerdo con un corte en el cuello, Uriel estaba despierto y la daga del demonio estaba envuelta en una capsula de energía roja, lo cual impidió que el filo tocara a Uriel, Samael les había traicionado a todos, estaba con los ángeles. Sacaron sus armas y cargaron en contra de él, Samael os espero tranquilamente mientras juntaba sus manos y sus dedos cerrando los ojos, cuando por fin se acercaron, abrió los ojos que brillaban intensamente en un rojo sangre, todos quedaron inmediatamente inmovilizados. Justo en ese momento apareció Devine. - ¿Por qué no hiciste nada para salvarlos Devine? Tenías un buen tiempo escondido por ahí, pude haber realmente traicionado a Uriel o quizá hubiera matado a los chicos – En ese momento Samael aprovecho para bajar a los chicos quienes no parecían tener ninguna clase de herida o consecuencia por lo que les habían hecho. - Ellos son solo niños, no importa si son Gyam o no, las descargas que usaste fueron muy débiles, pudiste destrozarlos desde el comienzo y no lo hiciste – respondió - Veo que eres muy listo, sin embargo ¿Cómo podrías saber que no los estaba reservando para torturarlos después de asesinar a Uriel? - Ciertamente no lo sabía, así que solo decidí correr el riesgo – Samael sonrió, pues le pareció muy graciosa la cínica respuesta del ángel, quienes no miraban con mucha gracia eran los chicos que se enteraron por medio de esas palabras que Devine había dejado sus vidas en manos de una corazonada que bien pudo terminar en la muerte de los tres. Samael y Devine se alejaron un poco en dirección a los demonios que seguían consientes pero completamente inmóviles. - No se preocupen chicos, el solo está jugando, uno de los puntos fuertes de Devine es su oído, cuando Samael me tomo por el cuello me susurro parte de lo que haría, aunque ciertamente no sabía que llegaría tan lejos, seguro que lo escucho desde la distancia y es por eso que no reacciono ante el aparente peligro, dudo mucho que los dejara morir, me parece que ha desarrollado cierta responsabilidad por ustedes, quizá hasta cierto aprecio, eso no tranquilizo completamente a los chicos que seguian congelados del miedo - Es momento de irnos Samael, Devine, dejen esos demonios paralizados y vamos a buscar la salida de una buena vez, tenemos cosas que hacer – dijo Uriel - Eres muy considerado hermano, pero tengo la fea reputación de que quien trata de matarme desaparece o algo peor, y quiero mantenerla así – respondió Samael - Deja que Samael se divierta Uriel, tengo ubicada la salida y nada me gustaría ver que las capacidades que tiene tu hermano para ser terrible, no he tenido la oportunidad de verlo en acción – agrego Devine Los ojos de Samael seguían incandescentes de ese rojo poderoso que los envolvía, estiro la mano para que su tridente volviera a ella de inmediato, lo giro levantado en el aire en forma circular, consiguiendo un círculo de fuego que giraba sin cesar. Las miradas de los demonios demostraban terror, sabían de lo que era capaz su creador, se arrepentían de no haber sido más listos, pero ya era demasiado tarde, el ser con la maldad más grande, el odiado y abominable iba a castigarlos sin tener el más mínimo ápice de piedad, todos notaba como la mirada de tranquilidad que Samael tenía cuando lo descubrieron cambio por la más psicópata y malévola mirada que ningún ente haya visto. Lanzo su tridente de fuego hacia ellos, cayendo exactamente en el medio del grupo, el piso comenzó a temblar, el hielo se partió lentamente debajo de sus pies, barras de hierro de gran tamaño salieron de las grietas, cada una de ellas tenía una función, una se enterraba en su espalda haciendo una perforación y exponiendo sus corazones mutilados y la otra les arrancaba las cabezas dejando ambas partes del cuerpo empalados por completo, era una carnicería tétrica, digna de las peores historias de horror que cualquier ser pudiera contar, los chicos se obligaron a observar pues en el fondo ellos también sentían el morbo de ver a quien en la religión conocían como el Diablo, y vaya que lo que habían leído quedaba demasiado corto para aquel ser que no dudaba en destrozar a quien tuviera enfrente y de qué manera lo hacía. Luego de la terrible escena la mirada de lucifer había perdido ese fulgor rojizo y su semblante había vuelto a estar lleno de tranquilidad y paz, era como estar con dos personas completamente diferentes, acordaron que cada uno de los ángeles escoltaría a un chico Uriel tomo al hermano mayor, Devine tomo al hermano menor y finalmente Samael se quedó con la chica, en caso de ser atacados cada uno era responsable de la seguridad de su acompañante humano. Lucia no pudo evitarlo, tenía que tener algunas respuestas que la atormentaban en su mente misteriosa, sobre todo a ella que llego incluso a hacer rituales para dar con el paradero del alma de su mamá, cuando por fin dio con la manera de resucitarla, se dio cuenta por palabras de su propia madre que había pasado por el infierno, y no solo ella, al parecer por el relato de Santiago, muchas almas que no debían estar en el infierno fueron enviadas ahí. - ¿Por qué mi madre termino aquí Samael? – pregunto Lucia - ¿Me preguntas si se lo merecía? Si me dejas ser completamente honesto contigo, no soy el indicado para decírtelo, pues nunca he encontrado a un alma pura que no merezca por lo menos en alguna medida estar en el infierno, en el caso de tu mamá, ella sabía lo que estaba pasando contigo, y dejo que tu papá las lastimara a ambas, por menos que eso mucha gente se gana este lugar. - Entonces, ¿Su alma regreso aquí? – pregunto con lágrimas en los ojos - Si, está aquí, porque su alma estaba en ese registro grande que mantiene el equilibrio, pero aun así, ella es la responsable de robar un alma más, una que sin dudas merecía este lugar, tu padre, lo llevo de nuevo a la vida donde podría causar daño a mas seres, tu madre salió de aquí para nuevamente ganarse este destino – respondió sin importar la cara de sufrimiento de la chica - ¿Quiere decir que está sufriendo en este lugar? – pregunto Carlos - El infierno no se trata sobre sufrimiento físico, esas ideas fueron generadas por el miedo de los humanos al dolor corporal, pero es muy diferente de lo que se piensa, como pueden ver no hay gritos ni ríos de lava y fuego, solo esta tranquilidad – Se adelantó Uriel - Quizá sea mejor que les digas completamente como funciona, no creo que ocultarle información a estos niños sea algo bueno que decir de un Arcángel – agrego Samael Uriel le miro a los ojos en señal de desaprobación, pues al adelantarse a responder sobre el tormento del infierno había quedado más que expuesta la intención de no hacer sufrir más a Lucia. - No es necesario que conozcan más del infierno, no en este momento – corto Uriel - No importa hermano yo se los diré, parece que te cuesta algo de trabajo y ya que por mucho tiempo me encargue de recibir las almas que cayeron de aquí, antes que Miguel me pusiera en esa prisión, nadie conoce más lo que pasa aquí que yo mismo Lo primero que debes de saber es que lo que dice Uriel es verdad, el castigo físico no existe, pues desde el principio no eras más que solo un alma sin cuerpo, sin embargo lo que pasa dentro de la conciencia que sigue existiendo es otra historia, pues estas atrapado en tu propio infierno, para quienes fueron asesinos por ejemplo, sin darse cuenta de que han muerto, están condenados a ver a sus víctimas perseguirles, sin ojos, sin lengua, sin vida y son imparables, incansables, de lo que ustedes llaman minuto, yo tengo acceso a todas esas conciencias, puedo ver cuál es su infierno personal y también puedo modificar el infiero a voluntad, en el mismo caso del asesino, puedo preferir que al llegar a su casa encuentra a toda su familia muerta por otro asesino o inclusive que sea el quien no puede detenerse y es obligado a matar a cada uno de ellos, y así es cómo funciona el infierno – Los chicos se habían quedado sin habla, Lucia tenía una mirad de terror que no podía disimular, Uriel se dirigió a la chica y trato de consolarla con las mejores palabras que tenía: - No te preocupes Lucia, estoy seguro que tu madre supo que serviría a un bien mucho más grande, en algún sentido la muerte es como la vida, a veces tenemos que hacer cosas que no nos gustan para que nuestras familias estén bien, quizá ella no lo decidió y preferiría estar en el cielo, pero está cumpliendo un rol muy importante cada uno de nosotros tenemos uno diferente, pero todos son igual de importantes Samael por otro lado sonrió, puso su mano sobre el hombro de la chica y le dijo: - Uriel no miente, ella está cumpliendo un propósito incluso en su muerte, y por más insignificante que sea una vida o un alma, nacen con uno, cumplirlo le da sentido a todo lo demás – - Es que la extraño tanto, ella no merecía morir, mi padre la mato, él lo hizo él es que debería regresar aquí y nunca más salir, debería de ser torturado de la peor manera, pero yo no quiero estar sin mi madre ni un día más – - Eres una egoísta como el resto de los humanos Lucia, constantemente llegan a mis manos almas cansadas de vivir felices por terminar el viaje por lo que llaman vida, puedo sentir su tranquilidad y felicidad por haber terminado el ciclo, sin importar que tan grande fue su papel en la vida Pero al mirar al lugar de donde vienen de inmediato te das cuenta que sus seres queridos están orando, rogando a dios porque los quieren de vuelta, sin importar el deseo de su difunto, lo quieren de regreso obligándolos a vivir enfermos y llenos de dolor con tal de proteger su corazón del sufrimiento, siendo sinceros, sé que no les importa la muerte de quien lloran, solo quieren evitar su propio dolor y el enfrentamiento inevitable con la muerte, no aceptan que la muerte es solo un paso más en el interminable ciclo de la existencia. Pero eso no es lo peor lo que es incluso más terrible es darse cuenta de que su amor es un amor cobarde e hipócrita pues una vez que han pasado su periodo de luto no llenan más de flores su tumba, van una vez al año y dejan que los recuerdos desaparezcan y comienzan a olvidar. No Lucia, revivir muertos puede parecer un gran poder, pero no lo es, es una maldición, una condena que rompe con las leyes de la importancia del ser humano, sin muerte la vida no valdrá nada solo crearas un bucle de intrascendencia, carente de sentido aun para seres tan minúsculos como ustedes, debería ser importante que supieran que la eternidad es la verdadera muerte – termino Samael La respuesta fue dura, pero era verdaderamente tranquilizadora, debía admitir que la honestidad brutal de aquel ser la dejo perpleja, así que asintió con la cabeza mientras podía ver un poco de asombro también en Uriel, esta vez fue Devine quien se había mantenido al margen quien decidió hablar. - ¿Ese es el problema Samael? ¿Ese es tu deseo? ¿Después de todo este tiempo ese es tu deseo? – - Una vez que hayamos acabado con su nuevo arcángel traidor y hayamos restaurado las cosas a cómo eran antes de todo esto, ese será mi destino – respondió - ¿Deseo? ¿De qué están hablando? - Dijo el hermano mayor Llegaron hasta la entrada, donde cruzaron hacia el plano terrestre, era hora de unir todos los puntos, de que todos los clanes lucharan en contra del arcángel que los quería a todos muertos, la batalla más importante se aproximaba, todos lo sabían, así que respondió la pregunta - Una vez que nos haya ayudado en nuestra misión, Samael pedirá su muerte, él quiere morir, no puede hacérselo a sí mismo, así que nos necesita y por eso acepto ayudarnos – respondió Uriel Samael quería su muerte definitiva… nadie vio eso venir. CAPITULO V ODIO Y VENGANZA La secta había agrupado solo un par de miembros restantes, los ángeles habían destruido la mayor parte, muchos incluso prefirieron desertar después de ver a su líder sin manos, pero los que se quedaron a ver la transformación de Lucero no tenían ni las más mínima duda de que el alma de Lilith traería cambios importantes, volvían a ser poderosos nuevamente. La transformación trajo un cambio extraño en Lucero, pues físicamente seguía siendo Lucero la mayor parte del tiempo, pero de vez en cuando Lilith salía a dar una orden y su aspecto cambiaba por completo de una a la otra, eso aun confundía a los nuevos miembros del concilio nombrados por Lucero. Aunado a esto, constantemente se le veía caminar hablándose a sí misma y transformándose de una en otra para responderse, eso se veía que afectaba su parte humana, pues el semblante de lucero era de cansancio, sin embargo la determinación que tenia de venganza no cesaba y eso le daba fuerza para seguir adelante. Por principio los nuevos planes eran no solo juntar a todos los que estuvieran en servicio de la secta y volver a tener un pequeño ejército de hechiceros, Lilith sabía de los planes de los ángeles, de los demonios y del traidor también sabía que estaba en desventaja ante todos los grupos que existían actualmente podría fortalecer a sus guerreros, pero era mejor dejar que se enfrentaran y que en la confusión ellos llegaran a rematar a los sobrevivientes de ambos bandos, sin embargo lo pensó mejor, la mejor manera, no era otra más que dirigir a los infiernos ahora que Samael no estaba, podría habar con los príncipes para dirigirlos a todos. Se retiró un momento al cuarto donde había tenido aquella premonición de sus nuevos poderes, las paredes por dentro eran similares a las de un castillo medieval, pues estaban cubiertas de roca obscura por todas partes, se sentó frente en un tocador que tenía un espejo ovalado iluminado por algunas luces opacas, Lucero – Liberar a los demonios siempre fue nuestro objetivo, no creo que esa idea aporte nada nuevo a la hermandad – Lilith – No estoy hablando de traer un demonio del infierno como pretendían hacer con galeón, ni de usar sus sombras para que les ayuden, hablo de controlar por completo la fuerza que existe ahí, de traerlo a la tierra y gobernarlo como seres supremos, al tenerme dentro de ti, ya eres lo más cercano a un dios que existe, así que una vez que hayamos acabado con los ángeles y con Samael podremos gobernar en paz – Lucero – He notado que tienes acceso a mi memoria, pero yo no puedo acceder a la tuya completamente, hay espacios obscuros, pero logro sentir tu odio por los ángeles no así por los demonios ni os humanos, pero cada que piensas en Samael, las cosas son aún peores, ¿Qué paso entre ustedes? – Lilith – Hace algún tiempo yo fui el primer ser creado, antes de Adán y Eva estuve yo, pude coexistir con el resto del edén sin ningún problema, Dios y yo teníamos una muy buena relación, pero me sentía sola, como que algo me faltaba, Dios no me hablaba todo el tiempo, no entendía porque de pronto desaparecía y me hacía extrañarlo, cuando se lo pregunte me dijo que las cosas debían de ser de esa manera pues el como un ser supremo se encargaba de sus demás creaciones, le pedí muchas veces que me llevara con él y estar con el resto de los que había hecho, pero siempre me decía que no éramos iguales, no podríamos convivir porque no estábamos destinados a compartir caminos, suplique porque me quitara ese sentimiento de soledad, ¿de que servían los sentimientos que te hacían sentir mal? Me respondió que no lo entendería, pero que esos sentimientos era lo que me hacía ser una creación maravillosa, entonces finalmente le pedí compañía, alguien como yo, pero volvió a negarse, me dijo que solo lo necesitaba a él, que no me preocupara, que pronto entendería – Lucero – Discúlpame, e es difícil imaginarte como un ser débil, sobre todo después obtener el inmenso poder que guardas, pero imagino que esa soledad debió ser terrible, no lo imagino yo misma – Pasaron varios minutos antes de que Lilith se decidiera a salir a terminar la historia, Lucero se miraba en el espejo impaciente a ver como su cuerpo cambiaba junto con su cara por el de alguien más, se estaba acostumbrando pero la idea de contar con esa doble capacidad le intrigaba mucho. Lucero – No tienes que contármelo si no quieres, pero tu odio es mi odio y mi enemigo es el tuyo, así que no está de más que nada pueda tomarnos por sorpresa, seremos una por siempre – Lilith – ¿Sabes? Siento la debilidad de tu alma, a pesar de pertenecer a esta secta que está en busca del final de los ángeles, tienes sentimientos y un buen corazón, ese es tu peor defecto y tu peor error será nuestra perdición si no dejas esa humanidad de lado, yo era como tú, confiada y resignada, imaginaras la emoción que sentí cuando delante de mi apareció la criatura más hermosa que jamás hubiera visto su cabello ondulado y blanco, sus ojos rojos como la sangre, su cuerpo era diferente al mío, nunca había visto antes lo que después sabría que era un arcángel, pues no se presentó de esa manera “Mi nombre es Samael, he venido por decisión de nuestro padre Dios, me ha creado para ser tu compañero, no quiere que nunca más te vuelvas a sentir sola de ninguna manera – - Pero él no me ha mencionada de un compañero, me dijo que no me daría a nadie, te pareces un poco a mí pero no somos iguales, no puedo negar que siento que tú eres como yo – - Yo soy un hombre, tu eres una mujer, los deseos de nuestro Dios son muy sencillos, quiere que en carne nos volvamos uno, de esa unión nacerán nuevos seres que serán un regalo para él y para nosotros –“ Lilith – Esa noche Samael me tomo como suya y me hizo una probar sensaciones que me convencieron de que lo que hacía no era nada malo, no podía ser algo tan maravilloso algo malévolo, y Dios no apareció hasta días después, justo cuando Samael había desaparecido de mi vista. Mi intención era agradecerle por mi compañero, pero ni siquiera tuve tiempo de hablar, me acuso de desobediencia, me dijo que había manchado mi alma y pureza en una mezcla prohibida, no me dejo defenderme, me condeno, me quito mi humanidad, me dijo que de ahora en delante sería un ser sin pertenencia, que la soledad que tanto temía seria mi única compañera y que para que el castigo fuera verdadero, mi existencia no terminaría, me obligo a ver como creaba a Adán y después a Eva, me exilio, pero cada que quería atormentarme, hacía que en mi mente aparecieran las imágenes de felicidad que no pudo nunca pertenecerme – Lucero - ¿Pero Samael? – Lilith – Cuando por fin lo encontré ya no era como yo, tenía sus alas extendidas y una sonrisa que no transmitía paz sino todo lo contrario, sus ojos brillaban con una mayor intensidad, me dijo que Dios se enojó porque no le gustaba que nadie más tocara sus juguetes, me mostro que él también era un olvidado y que por eso me había buscado, así que decidí seguir con a su lado a pesar de todo lo que me hubiere arrebatado con su venganza – Lucero - ¿Pero cómo fue que terminaste en la estatua? ¿No deberías de haberte encontrado en el infierno? Lilith – Para mi sorpresa descubrimos que cuando me arrebataron mi humanidad, también crecieron mis habilidades, por un corto tiempo Samael me entreno en magia y pelea, me decía que sería necesario pues él era un rey y que quien le acompañase no podía ser solo una dama, sin embargo me dejo claro que buscaba tener un príncipe y que esa era la razón por la cual había ido por mí y no solo para provocar la ira de Dios, acepte, no sabía lo que me esperaba, poco tiempo después mi vientre había comenzado a crecer Samael me explico cómo funcionaba el tener descendencia – Lucero – ¿Tuviste un hijo con Samael? – No hubo respuesta por parte de Lilith, en lugar de eso, siguió por otro lado en su historia escapando por completo de la pregunta. Lilith – Se llegó el día en el que Samael preparaba una segunda invasión al cielo como acto de rebeldía, pero fuimos atacados primero por un arcángel que lucho ferozmente con Samael, venía con un pequeño ejército que neutralizo al nuestro y yo luche con fuerza y derrote decenas de enemigos, pero llego un ángel, lo recuerdo muy bien, sus ojos eran amarillos, y comenzó a luchar conmigo, pudo reducirme sin que pudiera hacer nada al respecto, ni siquiera la magia que había aprendido me estaba ayudando en nada, Samael seguía en lucha con el otro arcángel, pero tampoco lo estaba pasando bien, a pesar de que se defendía bien parecía que no podía dañar a su rival, pero entonces todo cambio, Samael utilizo una de sus habilidades más grandes y golpeo a su rival dejándolo en malas condiciones. Mientras todo esto pasaba, sentí un golpe en la nuca que me dejo inconsciente. Cuando recupere el sentido, Samael estaba parado frente a mí, sus demonios habían sido vencidos, él había ganado su batalla contra el otro arcángel pero al ser atacado por más y más ángeles estos le superaron, lo llevaron hacia donde me tenían amarrada y le dieron a escoger entre mi vida o la de nuestro hijo, el escogió la mía, se habían llevado a mi hijo como pago por el daño al Arcángel Miguel. Lucero - ¿Pero qué paso con él? ¿No supiste nada más ni trataron de recuperarlo? – Lilith – Yo intente hacerlo pero me encontré con el arcángel de los ojos amarillos, me dijo que había utilizado su vida para salvar la de Miguel, el cadáver se lo había llevado Dios quien se había marchado sin decir a donde o porque se iba, mi mundo se terminó, nuevamente me quedaba completamente sola y su castigo seguía vigente, ataque al arcángel en el momento y me convirtió en una estatua y e aprisiono en algo muy similar a un limbo, donde tu necesidad de poder llego hasta a mí – Lucero – Entonces ¿Cuál será nuestro siguiente movimiento ya que tengamos a los humanos listos? – Lilith – Invocaremos a uno de los príncipes del infierno y lo reclutaremos para nosotros, él es quien tiene la llave de escape de Galeón, ya no necesitamos los secretos del cielo para nuestro beneficio, mi magia se fortaleció tanto encerrada en esa roca, pero se las quitaremos, mis enemigos no las tendrán en sus manos, pero no te preocupes, todo esto lo he planeado por miles de años, Lucero – Samael pagara por haber entregado a tu hijo, por no haberte liberado y el Arcángel de los ojos amarillos morirá en nuestras manos, lo prometo, no será difícil pues quien nos ha estado ayudando todo este tiempo es el mismo que te hizo daño Lilith se puso en pie y tomo un libro de hechizos, dijo un par de palabras e invoco un especie de portal que giraba en forma ondulatoria, de ahí salió una sombra obscura que entre cruzo el portal. - Sabia que vendrías, de hecho estábamos esperando tu visita oportuna Lilith, queríamos saber de qué lado jugarías esta vez – dijo la sombra - El único lado al que pertenezco es al mío y lo sabes muy bien, sin embargo soy yo quien los invita a unirse a mí, siempre y cuando desconozcan a Samael como parte de sus aliados y me lo entreguen – - Samael no es nuestro líder desde hace mucho tiempo, nos liberó después de un periodo en el que dejo de interesarse en la venganza, nosotros hemos sido capaces de crear destrucción y muerte por nuestra propia cuenta, pero no sé si sigamos el mismo objetivo – - Lo que yo deseo no es otra cosa que salvación para todos, ustedes y yo podremos convivir con mi ejercito humano, pero no pasara lo mismo con los ángeles, ellos deben de ser asesinados uno por uno por eso quiero la cabeza de Samael – dijo Lilith - Concuerdo contigo y debo decir que no suena mal ser un príncipe en tu reino, sin embargo no puedo entregarte la cabeza de Samael, pero puedo darte la manera de obtener tu venganza, es curioso, pues se unió a Uriel y Devine, ¿Entiendes? Están juntos de nuevo Lilith lo perdonaron antes que a ti, eso debe ser muy duro para ti – - No tanto como lo será para el cuándo le arranque las alas y la cabeza siempre supe que era un traidor, desde el momento en el que me castigaron y me obligaron a ver su encuentro con Eva - Pero eso no importa más, lo que deseo es terminar con toda esa farsa del bien y el mal, quiero que Dios mismo regrese a descubrir a todas sus bellas creaciones en una sola y demostrarle que somos mejore haciendo las cosas que el – dijo molesta Lilith - Nosotros solo queremos acabar con quienes nos acabaron, tenemos una cuenta pendiente con los ángeles y creemos que es tiempo de justicia poética, si acepas una condición nos uniremos a ti – - Aceptare cualquier condición que sea necesaria y no afecte mi interés principal, no importa si quieren desplumar a cada uno de esos idiotas o si quieren comérselos, las respuesta es si – - Lo único que queremos es que sean congelados en el infierno, por supuesto, los sobrevivientes, ya que muchos tendrán que morir para lograrlo – Lilith soltó una enorme carcajada, la idea le parecía de lo más maravillosa, se imaginó esos ángeles bajo el hielo, mientras en su pared colgaban las alas de Samael, con Dios regresando y viendo su hermoso cielo reducido a pedazos, siendo la nueva casa de los seres sin Dios, ángeles corruptos, demonios, híbridos, humanos, todos viviendo por ellos mismo, todos en auto obediencia. - Parece que lo han pensado el suficiente tiempo, me gusta lo que propones, y lo acepto, así que de ahora en adelante esta alianza se fortalece, salgan de donde están e intégrense a nosotros Aamon los ángeles han robado los secretos de Gabriel y Rafael que tenían guardados antes de mi llegada – invoco Lilith - Creo entonces que quizá pueda hacerte un primer regalo, curiosamente uno de mis tres cuerpos está luchando con los ángeles en su refugio, ellos creen haberme vencido, pero solo estoy esperando el momento para acabar con alguno, así que ¿Quieres que algún ángel muera en especial? – En ese momento la cara de Lilith cambio al pronunciar el nombre seleccionado, la elección era algo extraña, pero el demonio acepto sin oponerse en lo más mínimo. Dicho esto el demonio se retiró pero el portal se abriría a voluntad, acordaron un par de arreglos y alistarse para el ataque, era tiempo de guerra y ellos querían ser los vencedores. – Gabriel tendrá la peor de las muertes, es mi deseo y por eso tienes mi poder en tus manos, nunca olvidare sus ojos, nunca - se dijo CAPITULO VI LA ZONA DE CONTROL El general de tropa Jhon Locke se encontraba en su tienda improvisada a modo de cuartel revisando los mapas de la zona de control, trataba de supervisar y definir los puntos de las nuevas barricadas que instalarían para evitar más filtraciones de las necesarias, pero a su vez creando rutas de entrada como a ellos conviniera, estaban recibiendo peticiones que subían de dificultad conforme pasaba el tiempo. Poco a poco se les hacían encomiendas que rompían en gran medida lo que se conocía como derechos civiles, no era nuevo para ellos, de hecho si se ponía a recordar o pero aun si desclasificaran todo lo que había hecho por la seguridad nacional de su país y la soberanía de la que tanto se hablaba, el seria tomado como un héroe por los rudos conservadores o sería ejecutado por los débiles nuevos liberales, pero ese era momento para pensar en otras cosas. Locke se dio un momento para tomar una taza de café mientras esperaba el tiempo del reporte de los infiltrados, se sentó en una silla plegable, frente él se encontraba un espejo que a pesar del polvo dejaba entrever su rostro y parte de su cuerpo, se miró fijamente; a sus sesenta y dos años no se veía nada mal, tenía una complexión gruesa, brazos fornidos y una resistencia superior, cuando era momento de entrenamiento, no se sentaba a ver a los joven trabajar sino que corría con ellos par a par, hacia las lagartijas, las sentadillas e incluso cuando sus líderes de tropa castigaban a sus grupos por hacer algo equivoco, se quedaba a terminar el castigo con ellos ¿y es que como seria de otra forma? Su lema siempre había sido “No dejes que la silla de general, te borre el ímpetu de soldado, los músculos del cuero ni las cicatrices de la guerra” sin embargo lo que no podía borrar era las arrugas que ya eran notorias en el rostro de un hombre que había visto demasiado, y es que cuando un hombre ha visto mucho es porque quizá ya vivió más de lo que debería, otra cosa que se notaba en aumento en los últimos años era el cabello nevado, el negro iba desapareciendo poco a poco dando lugar a un cabello blanco y un poco más delgado, alrededor de sus ojos azules abundaba la piel más flácida que tenía en el cuerpo, sin embargo los rasgos de cansancio se encontraban en su mente, ahí sé que había cicatrices que no se borrarían jamás, pero todas ellas se las gano en aras de la defensa de la nación que le dio la oportunidad de pertenecer a algo. Cerro los ojos un momento, a pesar del ruido de los soldados afuera de la tienda, de los ruidos naturales de las tanquetas y carreteras en general pudo dormitar por 5 minutos, no se llega a ser general de tropas sin haber aprendido un par de trucos, como la concentración, la desconcentración e incluso el olvido. No paso mucho tiempo antes de que sus ojos volvieran a abrirse, esta vez noto que la hora del contacto había pasado, Locke siempre daba un tiempo extra de treinta minutos considerando que se encontraran a la vista del enemigo, sin embargo No Mercy y su grupo jamás se habían visto en la necesidad del retraso, eran sus mejores hombres, pero siempre hay una primera vez, sin embargo lo que si llego a él fue una visita inesperada. - General, permiso para informar – dijo el soldado que había entrado - Permiso concedido, descanse cabo – - Llego un mensaje para usted, viene directo del secretario de defensa, se nos informa que está viajando para acá y que necesita tener una reunión con usted a las 1900 horas señor – - Preparen todo para su llegada cabo, recolecten los informes de las últimas 72 horas y encárguese de que estén listos cuanto antes los resultados experimentales en mi mesa de trabajo en no más de 1 hora – respondió Locke - Entendido general, permiso para retirarme – - Concedido – Locke sabía perfectamente que una visita del secretario de defensa quien solo está por debajo del presidente no era una cosa para tomarse a la ligera, algo estaba tramando nuevamente el gobierno, no era fácil adivinar cuál era el objetivo, pero como fuera, tendría que preparar sus informes y no fallar. Paso sin darse cuenta por lo recién acontecido la media hora que daba de espera, mando llamar al soldado que le había dado el mensaje y le pidió que hiciera contacto con el grupo de No Mercy, que buscara en todas las señales de frecuencia si es que no se encontraban con un mensaje residual que se hubiere mandado horas antes. Locke se dio cuenta que era de suma importancia saber que había pasado con los soldados extraviados, así que mando a dos soldados más a corroborar la última posición que hubieran reportado, esto fue justo enfrente de las puertas del templo del objetivo David Odell, la cosa no pintaba para nada bien, eso solo significaba que podrían haber muerto al cumplir la misión y provocar la ira entre el resto de los seguidores o la segunda opción, podrían haber sido descubiertos y ser prisioneros o bien esta muertos, pero sus años de guerra le decían perfectamente que ninguno estaba con bien. Al cabo de una hora y media los soldados regresaron al cuartel por el lado norte que era el túnel de infiltración más cercano a la base, tomaron un carro de transporte y se encontraron en la base sur, donde se encontraba la tienda de Locke, se acercaban las noticias definitivas de lo que pudo salir mal en una misión que de por sí ya era difícil. Locke espero con su uniforme impecable, finalmente no faltaba mucho para la visita del secretario, los expedientes requeridos ya habían sido entregados y señalizados como se solicitó para poder adquirir y transmitir la información más importante y que simbolizara una ganancia más en los planes del ejército, sentía que en teoría la situación se encontraba bajo control, pero no dejaba de ser un asunto preocupante lo que pudo suceder con la misión que tenía un rango “A” el asesinato de los pastores. Al cabo de veinte minutos, el cabo se hizo presente con los dos soldados que habían sido enviados en la búsqueda de la ubicación de los soldados perdidos. - Señor permiso para informar – dijo el cabo - Concedido, descanse soldado – - Los soldados que están detrás de mí son quienes seleccionamos para la misión de localización, las noticias no solo no son buenas, pero me han pedido hablar directamente con usted – El general no tomo esto con extrañeza aunque se encontraba fuera del protocolo militar según los mandos y as cadenas de mando en que se transportaba la comunicación de las misiones secretas, accedió sin problema. - Descansen soldados, digan lo que tengan que decir – dijo el General mientras se servía agua - General, hemos llegado a la iglesia que se nos señaló, nos encontramos sin embargo con pueblo en ruinas, la mayoría de la gente está en sótanos o en edificios completamente sellados, los que se encuentran afuera buscan el saqueo o el asesinato, en fin, hemos encontrado algo… bueno – dijo el primer soldado - Los han matado señor, todos se encontraban en el patio de una iglesia, tenían cientos de agujeros de bala – dijo el segundo soldado Locke se puso la mano en la frente y suspiro en señal de resignación y dolor al mismo tiempo, nuevamente su instinto lo había llevado a la respuesta, sin embargo le dolía pensar en haber perdido a los mejores nueve soldados que tenía en ese momento - ¿Todos ellos? ¿Los cuerpos de los nueve miembros? – pregunto Locke - No señor, eso es lo que queríamos decirle personalmente, el único que no fue localizado fue al capitán del escuadrón zombi – agrego el primer soldado - ¿No Mercy? Entonces debe de seguir vivo – - Pero general quizá lo tienen secuestrado señor, si masacraron a los demás es muy probable que el tampoco haya escapado – agrego el cabo que los había llevado - Por el contrario cabo, si mataron a todos los demás, por que dejarlo libre solo a él, ellos no nos ven como el enemigos no ser que interfiramos en sus planes, debieron haberlos descubierto y eso les causó la muerte, la ira de los miembros de la iglesia, teníamos la sospecha de que estaban armados, corrieron el riesgo y al parecer se salió de control, Pero… ¿Acabaron con su objetivo? – pregunto viendo a los soldados - Bueno general, es que no solo es eso, nosotros también pensamos que podría estar secuestrado así que tomamos a un fanático de la iglesia y digamos que lo interrogamos, porque no solo estaban los cuerpos del escuadrón zombi, en una cruz de madera estaba el cuerpo de un niño pequeño - El fanático nos dijo que un miembro de una hermandad llamada luz en la noche, había llegado en un helicóptero a crucificar a este niño que al parecer era un renacido, al parecer junto con el niño dos soldados serian sacrificados y fue entonces que los soldados abrieron fuego y fueron repelidos pues todos en la secta estaban armados, sin embargo os conto algo increíble – termino de decir el primer soldado - Termine lo que va a decir soldado, el tiempo es crucial – se molestó un poco el general - Pues nos ha dicho que tres ángeles habían bajado, uno de ellos fue herido por el líder de la secta, otro más se lo llevo lejos en el cielo y el último que al parecer es una mujer, se llevó a No Mercy con ella – termino el soldado - Quiero que de inmediato se abran todas las líneas en todas las bases para la recepción de mensajes, No Mercy es fiel a su ejército y se comunicara con nosotros de cualquier manera posible, ahora tiene información privilegiada – El general había perdido por completo la noción del tiempo, tanto que lo que lo volvió a poner en orden fue el constante choque de las hélices de un helicóptero contra el viento, el secretario de defensa estaría llegando en ese momento, era cuestión de minutos para recibirlo. Se movió de inmediato danto instrucciones nuevamente y se acercó hacia el área de aterrizaje de los helicópteros, ahí pudo ver la última etapa del descenso de la nave, poco a poco el intenso ruido se fue disipando al compás del baile de los árboles que se encontraban cerca. Locke vio la puerta del helicóptero abrirse, de manera casi inmediata el secretario de defensa bajo con la ayuda de dos soldados asignados a su seguridad, era un hombre mayor, quizá mayor que él y con un misticismo extraño, se saludaron con un respetuoso apretón de manos y se alejaron sin decir una sola palabra hasta llegar a la tienda. - Señor entiendo su preocupación, pero comprenderá que me resulta muy extraño el hecho de que este aquí en persona un miembro tan importante del país – dijo con respeto el general - Yo también entiendo su sorpresa general, pero como comprenderá la oficina del presidente está muy afectada por la gravedad de la situación, los gobiernos de los países vecinos ya han hecho presión internacional para entrar en nuestro territorio en aras de “ayudarnos” necesitamos tener evidencia contundente de que lo que pasa aquí es un caso quizá el más grave de histeria colectiva que se haya dado en el mundo, ¿o tal vez algo en el agua? Podría ser también una bacteria en la carne que cause un delirio paranoico esquizofrénico temporal, escoja usted la razón, o bien informe sus resultados – dijo el secretario - Mucho me temo que si ese fuera el caso, que el peor de todos los tiempos, seria apocalíptico, los cementerios están saqueados, los cuerpos que no fueron robados fueron pulverizados hasta las cenizas, la población ha comenzado a matarse entre sí, los informes dicen que hay por lo menos cincuenta mil cuerpos entre las tres ciudades, pero lo verdaderamente alarmante es que todo se ha comprobado, las resurrecciones son reales – El general extendió los expedientes y le mostro con paciencia las pruebas de cada caso que tenían, actas de defunciones, las fotos de la tumba saqueada y las imágenes grabadas de esa persona caminando nuevamente, una grabación de una enorme hoguera donde quemaban los panfletos con las instrucciones para traer a la gente de vuelta, todo había sido grabado en expediciones recientes, incluso una copia de las instrucciones y una botella con el supuesto liquido estaban en su poder. Con todas estas pruebas frente a él, no le quedó otra cosa que tomar asiento y un poco del que tenía el comandante para beber, termino muy rápido el vaso y no le tomo mucho decidir servirse otro más, todo lo hizo sin despegar ni un minuto la vista de la impresión con las instrucciones. - ¿Tiene idea de lo que esto significa general? El alcance que esto puede llegar a tener es apocalíptico, si esto es real como usted dice, tenemos que eliminar todo rastro de él, y no solo eso, tenemos que eliminar a cualquiera que sepa la forma de realizar el ritual – - ¡Señor!, ¿no me está pidiendo que haga una limpieza total cierto? Estamos hablando de cientos de miles de personas, quizá de un 18% de nuestra población o un poco más, son tres puntos importantes, no sé si tengamos en este momento la suficiente munición para hacerlo – - ¿Con quién cree que está hablando Locke? Soy el secretario de defensa porque no soy tan idiota como para hacer una carnicería medieval como un bombardeo o una balacera de cartel de drogas - Por muchos años hemos trabajado en secreto en un virus que es altamente contagioso, mata en 12 horas y no sobrevive más de 10 minutos sin un usuario vivo, por favor no me mire así general no somos los malos en la historia, lo estamos haciendo para casos como este donde el bien del resto del mundo está por encima incluso que por el de nuestros ciudadanos y de igual manera lo que estaremos evitando es el fin del mundo – - Escúcheme muy bien secretario, no me gusta lo que oigo y ciertamente no apruebo sus métodos pero he obedecido a mi nación fielmente los últimos cuarenta y siete años y se obedecer órdenes, pero no trate de vendérmelo como si fuéramos unos dioses piadosos haciendo el bien por las personas que vamos a eliminar, usted encontró la excusa para usar su droga, la cual es una aberración, así no se gana una guerra, yo he peleado en tres de ellas y se luchan entre ejércitos no entre civiles inocentes desarmados – - Podrá ser el soldadito anticuado más bueno y honorable del mundo pero no es el más inteligente y tampoco usted me venda sus batallas como las batallas del honor, los ejércitos roban, secuestran y torturan, no me venga con que los misiles no matan inocentes porque sé muy bien de su participación en Afganistán el después de lo del once de septiembre, así es, tengo todo su record en mi cabeza no sea moralista, la única razón por la que tiene problemas en hacer esto es porque no las va a matar usted mismo y siente un nacionalismo falso sobre que ellos son ciudadanos - Ya consideraste que estamos hablando de que cualquier país nos desaparecería por el conocimiento de este poder, estamos hablando de ejércitos que pueden levantarse de sus tumbas, guerras interminables hasta que una de dos cosas pase, o no haya más cadáveres que levantar o levantes todos los cadáveres de los cementerios y terminemos por acabar con el mundo, así que usted decida de qué lado esta – Las palabras del secretario habían sido realmente duras pero muy directas y sobre todo acertadas, el riesgo de poseer este conocimiento era demasiado grande, el más grande que el recordara, así que no le quedó otra opción - Deme mis instrucciones y acabemos de una buena vez con esto – respondió Locke - Cierre todos los accesos y cerque la ciudad con todos sus soldados, la orden es disparar en cuanto alguien pretenda salir, no quiero que nadie rebase la barrera de los doscientos metros, todos ustedes recibirán máscaras y vacunas que los protegerán, mañana prepararemos cajas con ayuda humanitaria que dejaremos caer en las zonas más importantes y habitadas del lugar, al pasar cuarenta y ocho horas, ustedes serán los encargados de retirar esas cajas para evitar la intervención que seguramente vendrá después por parte de las naciones unidas, inyectaremos los cadáveres con un virus de influenza, toda la carne y los productos animales que tengamos a la mano, organice a los hombres para tomar los cuerpos más lastimados y volver a llenar los huecos en los cementerios – El plan no iba a despejar las dudas de los curiosos al 100% y él lo sabía, pero supuso que pertenecía a otro tras fondo, nadie podría demostrar que el país habría organizado el genocidio, pero tampoco disiparían las dudas de que la posibilidad existía y eso les convenía como país soberano en vías de potencia, no había otra opción, acataría las ordenes cuales fueron dadas, pero no daría información de No Mercy y los ángeles, no a aquel hombre, de ser así seguramente su subordinado seria llevado a tortura y después asesinado en la obtención de la información que deseaban, no eso no, pero en respecto a lo demás no había otra opción pues era consciente de lo que estaba en juego, nuevamente obedecería a su país, de su familia y de todo lo que se representaba su impecable carrera. Acordaron los detalles y el secretario se marchó nuevamente en el helicóptero, está la próxima vez vendría solo por los resultados del genocidio y a la inspección de procedimientos para modificar la escena. Locke se quedó nuevamente a solas en su tienda, esta vez decidió no seguir bebiendo agua ni café, saco una botella de un pequeño frigo bar que tenía a su disposición, coñac seria su veneno esa noche, esperaba que le ayudara a digerir la idea de matar a tanta gente, los días de duelo, los familiares llorando, las peleas legales y reasignaciones que tendrían que hacerse, el luto nacional, los velorios, las misas, y seguramente declararan un día para conmemorarlo y durante todas esas fechas, sabría que el tomo parte de una verdad que jamás podrá ser dicha, la vida de un soldado es difícil, pero la vida como general… era la muerte de su humanidad. Tomo tres copas, todos los campamentos estaban preparados para ser desalojados por completo pues todos tomarían posición en entradas y salidas, después tendrían de todas formas que hacer cierta limpieza a mano, pues corría el riesgo de que muchas gentes estuviera en refugio subterráneos y al no saber su participación o conocimiento en torno a las resurrecciones su destino era morir no habría consideraciones. Una vez que se sintió listo, se preparó para dormir quitándose la parte superior del uniforme, no podía creer que todo esto ya llevara casi un mes de haber comenzado, todo había pasado tan rápido, tantas cosas, finalmente opto por sentarse a la orilla de su cama y orar, pedir perdón por adelantado, pero se puso de pie de inmediato pues un soldado entro en sus aposentos. - General disculpe la intromisión, tenemos un mensaje de No Mercy, esta con los ángeles, habla sobre demonios también y dice tener una lanza una lanza con la que pueden morir los ángeles, nos ha pasado su ubicación, pero no desea ser rescatado, solo dice que hay formas de obtener los poderes de los ángeles y que estará con ellos hasta descubrir más – dijo agitado - Te lo dije cabo, no podría equivocarme, No Mercy ha sido doble agente por tantos años que no había forma que esto no pasara, tenemos algo para matar ángeles y demonios… CAPITULO VII REENCUENTRO Alma y Santiago se encontraban aun desconcertados por lo que había sucedido en los recientes días, tenían una sensación de desesperanza, incluso el que sabía que el cielo le pedía morir, que ya debería estar resignado no podía esconder su miedo por su familia y sus hijos y en menor grado por el mismo, trataba de aprovechar cada uno de los momentos que tenía para hacer reír a su esposa, pues cada vez se notaba más que el hecho de no tener a sus hijos en ese momento la iba mermando emocionalmente. Mientras seguian en camino hacia su destino dando saltos por los caminos en el remolque abrazaba a su esposa mientras Julio conducía y Armando reposaba con el gesto duro, los ojos cerrados cruzado de brazos, Julián se encontraba inquieto, moviéndose como queriendo liberarse pero de una manera muy sutil, sin embargo esto no fue suficiente para evadir a su vigilante. - Si te liberas una mano, te cortare dedo por dedo, no bromeo, no me interesa tu vida y no te necesito, así que será mejor que te detengas – La mirad de Julián fue de preocupación, pero definitivamente no de miedo, sin embargo funciono, dejo de moverse y termino con su actitud retadora. - Me imagino que están cansados, pero sobre todo deben de tener hambre señores, nos detendremos a buscar algo de comer y de beber, estamos cerca de donde nos refugiaremos pero no tengo idea de si cuentan con provisiones, de hecho no sé si los ángeles comen – dijo Julio y volteo a sonreírles amistosamente - La verdad es que si tenemos hambre, de hecho mucha hambre – respondió alma tocándose el estomago - Adelante hay una tienda junto a la estación de gas, aprovecharemos para llenar el remolque, Alma tu vigilaras a nuestro amigo, yo cargare el combustible y Santiago y Julio traerán tanto como puedan, no sabemos cuánto más podamos necesitar o hasta cuando vayamos a volver a comer, así que no se midan con lo que encuentren- dijo Armando Todos entendieron sus tareas y en cuanto llegaron se pusieron en marcha a realizarlas con suma precaución, pues sabían que los saqueadores se encontraban por todo el lugar, pero no solo ellos, sino el resto de los demonios y de los ángeles, así que era como echar una moneda al aire. Sin embargo la distribución de equipos fue fundamental, bien pensada, Armando quien poseía una fuerza especial se quedó cerca de la camioneta mientras que alma se encontraba segura dentro de ella vigilando a su indeseado invitado, así si algo pasaba, él podría defenderla y de más estaba decir que Santiago y Julio harían un excelente equipo. En el camino… Los ángeles habían decidido volar con los chicos en brazos, habían decidido no usar toda su velocidad, ya que esto podría causarles algún daño, así que optaron hacerlo de esta manera pues sería más rápido que utilizar un auto, sin embargo esto podría atraer otra clase de enemigos, de aquellos que también podían volar Uriel cargaba al mayor de los hermanos, Devine estaba con Carlos y Samael seguía con Lucia, no habían podido hablar mucho entre ellos porque todos se encontraban concentrados en llegar al refugio. El plan de Uriel era reclutar a todos los guerreros que se encontraban en la tierra, pues eran los mejores para la tarea de detener al traidor y los ángeles que se encontraban en el cielo no podrían atacarlo, ya que no contaban con el libre albedrio, echarían mano de todo lo que tenían, aunque no contaba con la seguridad de poder vencer al enemigo, pues no solo era fuerte, sino que sospechaba que el sequito más grande de demonios vendría de la mano con él, y ahora que seguramente dominaba a los demonios también dominaría las artes obscuras. Devine pensaba un poco en el chico que sostenía, era difícil de tomarlo pues realmente era alto, pero notaba la fragilidad al mismo tiempo “no es un guerrero, pero su sangre es fuerte” debe ser protegido. El ángel bajo en picada con el chico, los demás no sabían que era lo que pasaba, pero no dudaron en seguirlo, después de todo no se separarían por nada, no faltaba mucho para llegar pero algo había detenido a Devine al punto de cambiar la ruta, lo vieron descender y entrar a un edificio con Carlos, Uriel y Samael se miraron por un instante a los ojos, comprendiendo las intenciones de su compañero. Después de imitar los pasos del ángel pudieron localizarlo abriendo grandes refrigeradores y colocando agua en bolsas, Carlos se encontraba comiendo un sándwich que estaba en el refrigerador también y había muchos más, los dos chicos restantes corrieron a su lado para acompañarlo, no lo habían querido decir pero ellos no soportaban tampoco. - Parece que te has vuelto algo humano Devine – dijo Samael sin tono de burla - Tú sabes que estos chicos pueden ser muy importantes, además escuchaba los sonidos de sus estómagos rugiendo, han pasado por cierto tiempo sin comer, generalmente los dejaría morir de hambre, pero bueno ya sabes, los necesitamos vivos un poco más – - Saben bien quienes estarán en el refugio, espero que todos entiendan que no tenemos que causar ningún enfrentamiento entre nosotros, aunque sé que no será fácil, yo les explicare – - Estoy seguro que será una sorpresa que nos vean llegar con el mismísimo Samael – dijo Devine - Los sentimientos del resto de los ángeles no me importa mucho, no tengo odio ni rencor contra nadie, pero no dudare en acabar con quien me estorbe, esta misión debe terminarse en este momento, pues de liberar las profecías ni siquiera yo seré una garantía de nada – dijo Samael - A estas alturas el grupo de Kandstar y Royal ya deben de estar con los hombres que comanda Reik, debemos ser suficientes para terminar con todo de una buena vez – apunto Uriel - ¿Qué pasara después? Cuando el enemigo sea derrotado, ¿Qué es lo que cambiara? Espero que no traten de seguir como hasta ahora – pregunto Samael - Hemos decidido reducir el consejo de los arcángeles, quedaran solamente tres todo se someterá a votación, nos haremos presentes en la vida de los humanos, terminaremos con las tiranías, vigilaremos que las leyes del infierno se cumplan y quemaremos nuestros secretos, destruiremos todo lo que pueda destruir a los demás sin afectar el libre albedrio, crearemos una ciudad utópica en la que nadie pierda – respondió - Eso suena aún más aburrido que el cielo Uriel, la gente no quiere ciudades perfectas en ríos de perfección, los humanos son seres imperfectos, no son ángeles, eso nunca funcionara – respondió Devine - Uriel, es posible que no lo sepas por estar demasiado tiempo asegurándote de mantener el cielo perfecto, pero los humanos son autodestructivos, no quieres dejar de emborracharse o de fumar para encontrar la salvedad del alma, ¿Sabes por qué Dios me puso en el infierno? Lo hizo por odio a los humanos, porque sabía que no todos entrarían al cielo bajo ninguna circunstancias y necesitaba darles un lugar donde vivir, él puede desaparecer sus almas, pero jamás lo hace, al contrario las castiga, las “educa” pero hay algo que ustedes no saben, soy yo quien a veces uso mi poder para darles un descanso, cada cierto tiempo, podrá parecer poco, pero en un mundo de tormento mental eterno a veces unos minuto es todo lo que se necesita, yo soy la verdadera misericordia de Dios al mismo tiempo que soy l mano que ejecuta los castigos, y aun sabiendo esto los humanos no cambiaran – - ¿Por qué les das descanso Samael? Tú eres el ángel caído, el que comando los infiernos y sus ejércitos ¿Por qué lo haces? – pregunto el hermano mayor metiéndose en la platica - Lo hago porque yo no he tenido un solo momento de descanso desde la rebelión, fui separado de todo y de todos, y aunque no siento piedad por ningún ser humano, a veces basta con ver como sus almas convertidas en hielo se tranquilizan por un corto tiempo, imagino que soy yo descansando por fin de todo lo que sucede a mi alrededor, es satisfactorio ver como el reposo llega a esos pobres infelices, así algún día mi descanso llegara, y será mejor que busquen un nuevo guardián en el infierno Después de terminada la conversación, decidieron dejar reposar a los chicos un poco, y tomar algunas cosas que fueran necesarias. En el refugio… Deon y el resto de los ángeles que estaban con el habían decidido que la protección de los secretos era aún más importante que su propia seguridad y con lo que acababan e mermar la secta ya no sentían una mayor preocupación por ellos, por lo que en cuanto vieron que el remolque de los humanos estaba a poco del refugio decidieron adelantarse y presentarlos a Royal, por lo que a estas cerca, aceleraron su paso llegando en solo unos minutos, la mayoría de ellos se quedó en la azotea, se sentaron alrededor pues ya era de noche, pero no Deon quien fue directamente al cuarto donde se encontraban los lideres, Reik, Kandstar y Royal. - El líder de la secta no ser más una preocupación, lo humanos no tardan en llegar, pero no son solo dos, tenían un total de tres prisioneros y dos humanos más llegaron de la nada, dicen haber sido entrenados por un arcángel y realmente son rápidos y fuertes – conto rápido Deon - Como siempre los arcángeles y sus secretos, aunque bueno creo que nosotros tres sabemos bien quién está detrás de todo esto ¿no? – dijo Kandstar - Por supuesto, tiene que ser obra y gracia del arcángel Miguel, es el mejor guerrero y no solo eso, es el mejor estratega de todo lo cielos, siempre un paso adelante – respondió Reik La gran admiración que sentía Reik por Miguel era más que evidente, por un momento más que un ángel de miles de años en una misión pareció un niño cuando les cuenta a todos del nuevo súper héroe que acaba de descubrir. - Si, tiene esa costumbre de ser un manipulador mentiroso que justifica sus trampas diciendo que todo era en pro del cielo, en pro de los ángeles, en pro de la honestidad – insistió Kan - ¿Cómo te atreves tu a blasfemar de esa manera del arcángel más importante de todos? De todos los seres divinos que existen no hay uno peor que tú y aun así te atreves a pronunciar palabras en su contra, esto es lo más ridículo que he escuchado – dijo molesto Reik - No estamos aquí para pelear por banalidades, vamos a lo que importa, Kan por favor haz pasar a Eclipse, Reik, cuida la puerta de entrada, Deon, entrégame los secretos – Todos obedecieron al momento a las órdenes de Royal, no porque él estuviera al mando sino porque ya habían tomado postura en favor de un plan para salir adelante con su deber, así que todo corría e orden. - Veo que estuvieron ocupados por aquí – dijo Deon apuntando al cuerpo de Aamon - Debemos de tener mucho cuidado, ya no hay nada que retenga a los demonios, si los príncipes puedes salir, cualquiera puede hacerlo, y de alguna manera Aamon pudo luchar con Reik y Kandstar y casi vencerlos, de no haber sido por el hechicero hubiéramos tenido más problemas – - ¿Así que al final lo derroto el muchacho? Parece que te has hecho amigo del enemigo, puedo preguntarte ¿Cuál es tu verdadero interés en él? – inquirió - No tengo un interés oculto, es solo que veo su dolor y su arrepentimiento, por mucho tiempo he defendido la paz y la estabilidad de los humanos y he procurado que no se destruyan en sus guerras o construyan sus armar de destrucción masiva, pero todo lo hacía siguiendo las órdenes del cielo, después cuando nos separamos, conocí un poco más a la humanidad y no me gustó mucho, pero al pasar tiempo con el me di cuenta que me la he pasado juzgando a los humanos por sus defectos, y no por sus virtudes, y el chico tiene muchas, me sorprende que me cuestiones, tú vives entre ellos y hasta te vistes como uno, debes entenderme mejor que nadie – - La verdad es que lo hago Royal, aunque no comparto tu elección, yo también he descubierto la razón de proteger a os buenos, pero los que dañan a los demás son demasiados, y mucho me temo que esto que está pasando solo es parte de una condena que tienen atrasada por los males que han causado, siendo honestos tu y yo sabemos que en las condenas muchos amigos tienen que irse a sí mismo la humanidad tendrá que perder buenos elementos - ¿Recuerdas nuestra rebelión? El motivo principal de ella fue que suplicamos a Dios que no dejara morir a las primeras civilizaciones, vimos incontables niños a los que seguíamos con la mirada caer en manos de enfermedades y animales que los cazaban como conejos – continuo Deon - No podría olvidarlo aunque quisiera, Kan y yo bajamos a mostrarles el fuego, las armas, sabíamos que a nuestro regreso las cosas iban a ponerse realmente mal cuando Dios nos castigara por romper su voluntad, pero no nos importaba, nosotros éramos mitad humanos y creo que esa humanidad nos empujó a salvarlos – - Si, y cuando regresamos ya nos esperaban los arcángeles en fila, Miguel estaba ahí de pie viéndonos con decepción, fue el primero en cuestionarnos, estaba realmente enojado porque provocamos la ira del tirano que teníamos como Dios, si te soy sincero no solo lo hice por los humanos, lo hice también por ti Roy pero no negare que provocar la ira de nuestro creador me gusto un poco, tanto así que en ese momento quise irme en búsqueda de Samael – dijo Kan a lo lejos que había entrado recientemente Con Eclipse al cuarto sin que nadie lo notara Todos se miraron y guardaron silencio por unos minutos, todos tomaron sus posiciones y comenzaron a repasar los planes, ahora Eclipse era una parte importante del equipo, pues en caso de tener problemas para enfrentar a su enemigo con el poder de los seres divinos no dudarían en utilizar la magia del hechicero. Mientras todo sucedía a puerta cerrada en la reunión de los lideres, los demás elementos de los grupos intentaban entender, porque ellos no eran parte, pero un hechicero enemigo si lo era, en cierta forma eso era una ofensa para ellos, claro, antes no lo habrían visto así pues no tenían el libre albedrio lo que los eximia de la envidia y la mayoría de los sentimientos negativos que abrazaban a la humanidad desde la condena del pecado original. Todos estaban ahí, a excepción de dos personas Ilena y No Mercy quienes seguian atendiendo a Primo, o por lo menos esperando a que se recuperara de sus herida, sabían que las horas siguientes eran realmente cruciales para la salvación del ángel, sin embargo las cosas seguian tan mal como hasta el momento, el soldado evaluaba la situación y en el fondo sabía que Primo moriría en cuestión de horas a no ser que pasara un milagro pero no quería ser el que transmitiera la noticia la bella Ilena y después de todo, estaba ante seres divinos, si alguien se relacionaría con los milagros serian ellos y nadie mejor. Por su parte en los pensamientos de Ilena no se encontraba espacio para concentrarse en los milagros, el haber probado la derrota y la preocupación de tener a uno de los suyos en una situación tan delicada y no poder hacer nada al respecto la hizo sentir miserable, miro a No Mercy de lejos y solo unos segundos, lo vio cambiar las vendas y compresas de su amigo y se dio cuenta de la fortaleza de los humanos, después de todo ellos se enfrentaban constantemente a este tipo de situaciones, el tener que rogar al cielo para que a sus seres queridos no se los lleve el ángel de la muerte y en el caso de su acompañante eso era aún mayor, pues era un soldado, prácticamente su ida giraba en torno a perder compañeros por los que darías la vida hasta que llegase el momento de morir por algunos otros, ¿Qué clase de vida les había tocado a los humanos? ¿Cómo era que soportaban tanto? ¿De que estaban hechos? Pensó en las miles de veces que sus compañeros repetían “El plan de Dios” y no se conformó en esta ocasión como si lo hubiera hecho antes, no era suficiente, ella quería respuestas, Primo era uno de sus hermanos y era injusto que un ser de alma malévola acabara con su vida en nombre de la ambición de un poder que ni siquiera podrían controlar. Descanso… Había un pequeño sendero justo al lado del lugar donde se encontraban, llevaba a un pequeño lugar boscoso que irradiaba una luz potente pero bailarina, todo indicaba que existía en las cercanías una fogata o una antorcha, pero no solo eso, sombras y ruidos se podan detectar en la misma dirección, los ángeles se detuvieron en la recolección de cosas mientras que los chicos siguieron su camino a explorar el lugar un poco, al notar lo antes mencionado tomaron la decisión de avanzar solo hasta que pudieran ver que estaba sucediendo y regresar a informar a sus vigilantes. Lentamente llegaron a un pequeño claro donde ya todo podía verse un poco mejor notaron una fogata en el centro de un escenario improvisado con madera y antorchas, el lugar estaba lleno de personas que llevaban una capa y máscaras, todas ellas con extrañas muecas de dolor, sin embargo parecían estar completamente cómodos e incluso parecían disfrutar esa extraña fiesta. - Debe ser una fiesta de universitarios o quizá de una fraternidad que al caso es lo mismo – dijo Lucia - Pues para ser una fiesta de universidad parece algo muy serio no sé qué clase de personas asistirían algo así – contesto Carlos - Creo que ambos están equivocados, si pueden ver hay un escenario en el centro de todo esto, seguramente es una especie de rave, y todos usan esas ropas porque el DJ probablemente se vista así, por lo menos eso quiero imaginar – dijo el chico con algo de nervios - Deberíamos de buscar algunas de esas capas y máscaras y colarnos en la fiesta, no sabes la falta que me hace escapar de todo esto – dijo lucia bromeando - Claro que no, todo esto es una terrible idea tenemos que ir… Carlos no termino la frase cuando noto que alguien se paraba en el escenario, era una persona reamente imponente, alto y con una marcara que cubría la mitad de su rostro, y ropa negra, alzo las manos y sonrió a los demás quienes de inmediato se arrodillaron, , todo transcurría en un silencio sepulcral que solo era interrumpido por el crujir de la madera al ser consumida por el fuego ni él ni quien se encontraba de rodillas emitía ni un solo sonido una nueva figura apareció a su lado después de haber subido por la escalera, esta persona le entrego dos pequeños bebes envueltos en mantas negras. El hombre que se encontraba en el escenario tiro las cobijas a la fogata mostrando el cuerpo desnudo de los dos niños tomo a uno de los niños y lo puso en lo alto con su brazo, al hacer eso una parte del público se puso se dé pie, pasaron unos segundos y regresaron a estar de rodillas, acto seguido, alzo al otro pequeño mientras bajaba al otro, otra parte del público se puso de pie, esta vez mas que con el primer niño. El hermano de Carlos entendió perfectamente lo que estaba sucediendo, se estaba llevando a cabo una votación entre los dos pequeños, pero ninguno entendía bien de que se trataba todo esto, pero definitivamente tenían que averiguarlo, así que de inmediato le pidió a Lucia y a Carlos que fueran a buscar a Uriel y a los demás, estos obedecieron de manera inmediata, salieron en silencio pero a toda prisa. No paso mucho tiempo hasta que el silencio se vio severamente cortado, fue reemplazado por el peor de los sonidos y es que con un movimiento rápido el hombre del escenario lanzo con completa indiferencia al primer niño que había recibido menos votos directo en la hoguera que estaba cerca de él. El sonido del llanto del pequeño fue desgarrador pero el único que parecía destrozado era el, los demás asistentes eran fríos, no les causo ningún efecto, parecían maquinas, el llanto no duro mucho, sin embargo el olor a piel quemada inundo todo el lugar. Se quedó observando con lágrimas en los ojos y lleno de rencor y odio, quería lanzarse hacia ellos y golpearlos hasta quedarse sin aire, pero sabía que él no podría lograrlo, así que con paciencia espero a que llegara su grupo, si alguien sabría cómo castigar un acto tan atroz, ese sería Samael, ya quería verlo llegar y comerse sus almas, transformarse en ese guerrero loco que vio en la batalla en el infierno, tenía muchas ganas de llorar, estaba a punto de romper el silencio que abrazaba todo el lugar. Pero en su lugar vio tristemente como en el escenario aparecieron dos personas más arrastrando a empujones a Carlos y a Lucia que estaban golpeados y amordazados, en ese momento ya no pudo soportarlo más y corrió hacia el escenario, nadie hizo nada por detenerlo hasta que uno de los miembros se quitó la máscara frente a él y le impidió el paso, era Samael que lo tomo y le hizo una seña de que guardara silencio, poco a poco los miembros se desenmascararon uno a uno, y los rostros se revelaron entre conocidos y desconocidos. Pudo notar gente de su pueblo, de la ciudad, de la escuela, pero había rostros nuevos también, por el aspecto de estos debían de ser ángeles, pero que estaba pasando, ¿por qué nadie hacia nada? Samael lo tomo de los brazo para que siguiera viendo lo que estaba pasando delante de él, acerco su cabeza a su oído y le susurro. - Tienes que verlo ahora, si pierdes detalle no podrás entenderlo, si no lo entiendes pasara sin que puedas evitarlo – En el escenario tomaron a Carlos, el hombre de la media mascara sonreía mientras lo amarraba a unas cadenas, corto sus venas dejando que s sangre se escurriera por debajo de él, Carlos se veía cada vez más pálido, estaba muriendo frente a sus ojos y no podía hacer nada al respecto, la sangre que se formó debajo de sus pies hizo un charco en el que cayo finalmente por la pérdida de sangre, el sujeto del escenario tomo la sangre de Carlos y baño al bebe que aún permanecía con vida, esta tuvo una reacción inmediata en él, sus ojos se encendieron e color dorado, su cuerpo comenzó a sufrir cambios, su pie se comenzó a resquebrajar, ya no era más un bebe, estaba convirtiéndose en algo diferente a un demonio, algo muy alejado de lo que era un ángel. Samael seguía apretando al chico, pero la verdad es que este ya ni siquiera se resistía a su poder, estaba poniendo tanta atención como le era posible, antes de que el ritual siguiera, el fuego grito una vez más, de este emergió una sombra que ataco directamente a Samael, este parecía estar muy sorprendido, parecía que ni el mismo lo esperaba, aun así le regreso la mirada al chico pidiéndole que no dejara de prestar atención, Samael luchaba contra e poderoso abrazo de esa sombra que al sonreír dejo notar que era una mujer. El hombre del escenario tomo a Lucia, le acaricio el cabello y apunto al chico haciendo después una seña de que se acercara al escenario, mientras el caminaba hacia donde se encontraban, vio como le quitaba la mordaza a Lucia, esta trataba de advertirse para que no se acercara, pero ningún sonido salía de su boca. Corrió tan rápido como pudo para alcanzarlos, el hombre del escenario acariciaba el cuerpo de Lucia frente al chico, besaba sus hombros y acariciaba su vientre, y le sonreía en señal de burla. Justo cuando estaba por llegar los asistentes del ritual comenzaron a bloquear su camino, a la vez que Lucia luchaba por zafarse del contacto con aquel despreciable sujeto, finalmente lo logro mientras que el chico peleaba con toda la multitud. Lucia llego al borde del escenario para lanzarse hacia donde se encontraba, extendió las manos simulando que la alcanzaría, pidiéndole que se lanzara, pero nuevamente una mano sostuvo a Lucia y la levanto por el cuello, ella lo golpeo con toda la fuerza que tenía y le tumbo la máscara de un golpe, el sujeto utilizo su mano para atravesarla por el abdomen bajo y se deshizo de su cuerpo lanzándolo hacia donde se encontraba el chico. - Son como las monedas por las que judas entrego a Jesús, la plata es el color de la traición – dijo lucia El cuerpo sin vida de Lucia estaba en sus brazos y ahora todos le prestaban atención a él, Samael no estaba y Carlos estaba muerto, necesitaba despertar cuanto antes…y así fue. Se levantó sudando y dando un grito que despertó a los otros dos chicos en el lugar, todos comprobaron que se encontrara bien y el así se los confirmo diciéndoles que había tenido una pesadilla. Devine miro a Samael y este asintió. - Uriel ha sentido una presencia extraña en el refugio, hemos decidido protegerlos aquí en lo que nos garantizan que todo estará bien así que tranquilos, además escucho alguien a lo lejos que se dirige hacia acá debemos esperar – dijo Devine El chico noto como Samael no quitaba su vista de él, sus ojos brillaban en un rojo intenso aún más brillante que el fuego con un rojo fulminante como la sangre, este no soporto esa situación y comenzó a acercarse. - No ha sido una pesadilla Samael, ha sido el más aterrador de los escenarios, un lugar donde ni siquiera tú eras capaz de vencer – le dijo - Ya deberías de saber que tus sueños no son tan simple como eso, son ventanas al futuro, advertencias que vienen a ti, el per Gyam debe tener alguna fuerza en ti que ha despertado esas habilidades – respondió Samael - ¿De verdad estabas ahí? Se sentía muy real – - Si, estuve en ese sueño contigo, en medio de tu sueño sentí un llamado, tenías mucha angustia así que he entrado en tu cabeza, no es difícil cuando tienes miles de años practicando en los sueños y las cabezas de millones de personas – - ¿Sabes que significa lo que vi? Todo eso del sueño. Puse tanta atención como me dijiste pero no he podido ver patrones de ninguna manera, ¿tú viste algo? – pregunto el chico - He visto más de lo que esperaba, incluso debo admitir que estoy sorprendido, pero desgraciadamente lo que yo he visto en tu sueño es un mensaje para mí no para ti, es momento de que busques las interpretaciones adecuadas lo que sí puedo adelantarte es que los puntos claves podrían ser una señal, el sacrificio de un bebe, el surgimiento de un demonio por medio de la reencarnación, la traición de los ángeles aliados, la muerte de tu hermano y también la de Lucia, para impedirlo debes de interpretar el sueño para cambiar las circunstancias y cambiar el entorno, de lo contrario todos perderemos – le dijo Samael - ¿Qué fue lo que te ataco en el sueño, eso que salió del fuego? – pregunto intrigado - Mucho me temo que las cosas siguen empeorando, sentí una presencia extraña y familiar antes de salir del infierno, pero pensé que solo era mi imaginación, tenía tanto sin preocuparme que no pensé que siguiera con vida, tenemos un nuevo enemigo, pues a pesar de que solo quiere acabar conmigo ella no se detendrá ahí, Lilith está de regreso – le respondió - He leído sobre ella, pero pase lo que pase, tenemos que mantenernos todos juntos, no importa morir si los demás viven – Samael abrió sus ojos sorprendido, ese chico tenía un sentimiento real de empatía hacia él, nadie nunca lo había tenido desde la rebelión, decidió mantenerse precavido y distante como siempre, sin embargo analizaba con detenimiento, esa siempre había sido su mejor virtud, el truco más grande del rey del infierno. Santiago y Julio pasaron por algunos de los anaqueles y se encontraron con que el lugar no estaba solo, se prepararon para lo que sea que estuviera delante de ellos y es que tanto podría ser una banda de personas que estuvieran saqueando los lugares, miembros de la secta, o quizá demonios, por suerte contaban con su fortaleza y las nuevas habilidades de Armando y su hijo. Dieron un vistazo rápido, pero no detectaron a nadie, sin embargo sabían que alguien estaba realmente cerca, debían de mantenerse concentrados y en posición de defensa. - Quien quiera que haya estado aquí no se ha ido hace mucho, mantente a mis espaldas y ante el menor peligro solo tírate al piso – le dijo julio - Entiendo, no te preocupes tratare de no estorbarte en lo más mínimo, pero no puedo dejarte todo a ti por más fuerte que seas – Santiago se dedicó a recolectar tanto como le fuera posible, aunque no quedaba gran cosa, serviría para alimentarlos por el momento y quizá un poco más tomando en cuenta que cargaban consigo a Julián, como fuera ya habían salido de una situación grave. Siguieron con calma, pero en cuanto iban a cruzar una puerta a la siguiente habitación escucharon una voz que los llamaba - No se quienes sean, pero yo conozco tu alma, tiene un olor muy familiar – dijo Samael apuntando a Santiago Julio no tardo nada en reaccionar, al ver al ángel delante de él tiro un golpe con toda su fuerza, mas no llego ni cerca de su destino, pues Samael lo detuvo únicamente lanzándole una mirada con sus brillantes ojos rojos, Santiago no había recibido los efectos de su mirada, sin embargo se quedó tan petrificado como Julio, pues aquel sujeto se acercó a él lentamente con una mirada muy vacía, tan vacía que parecía muerta, sin sentido, desesperanzadora. Samael extendió su mano en señal de tocar a Santiago en el rostro, toco su mejilla y echo hacia atrás un mechón del cabello de este que caía casi hasta su ojo, le sonrió sabiendo que estaba atemorizado. - Tu alma no pertenece a este lugar, estas rompiendo el balance del hogar de quien amas, puedo sentir algo en tu corazón, no eres una mala persona, eres un alma llena de mor y sacrificio, pero si tú me lo pides te regresare a tu nuevo hogar – insistió Samael Santiago seguía sin poder pronunciar una palabra, sentía que estaba en presencia de alguien increíblemente poderoso, le pesaba respirar y no podía dejar de sentir intranquilidad, era como caer en un pozo obscuro y sin fondo o como navegar a la deriva de noche en un mar plagado de desolación y lamentos, deseo morir para no tener que estar más en presencia de aquel hombre. No duro mucho más tiempo así, pues detrás de él se escuchó una voz que emitió un grito bastante potente. - ¡No lo lastimes Samael! Él es mi padre, por favor no le hagas daño – Carlos trataba de detener el miedo en su padre La declaración contuvo de inmediato a Samael que aparto su mano de inmediato y le dio la espalda, miro al hombre que lo había querido golpear y lo libero de su hechizo, pudo moverse nuevamente. Los chicos se separaron de inmediato del lado de Devine para alcanzar a su padre, lo abrazaron con toda su fuerza, casi era increíble que hubieran pasado por todo lo que les había tocado y ahora estaban de nuevo con él, se sentía como volver a casa. - No saben lo que su madre y yo hemos pasado sin ustedes, estoy tan feliz de que estén otra vez aquí con nosotros – dijo Santiago - ¿Mamá? ¿Dónde está mi mamá? Dime que ha venido contigo y que está bien por favor – pregunto el hermano mayor - Claro que sí, ella está bien y se encuentra afuera esperándonos en una casa remolque, vamos cuanto antes, le hará mucho bien estar con ustedes nuevamente – Santiago miro a lo lejos a Lucia Casi podría decir que Santiago se había olvidado de la terrible experiencia de enfrentarse a Samael, pero al verlo a un lado de Lucia se sintió intranquilo nuevamente, no tenía idea de quien era y que hacían sus hijos con él, aunque era más que obvio que si habían llegado hasta ahí era gracias a que este misterioso ángel los procuro y cuido con sus habilidades, por lo que supuso que solo estaba siendo paranoico al tener miedo de él, después de todo los ángeles que conocía eran todos distintos, algunos inclusive tenían un carácter que se podría mencionar como ambivalente, algo que era tan bueno como malo. Devine se acercó a los chicos y Lucia quienes ya se encontraban a un lado de Santiago y frente a ellos como si se preparara para pelear estaba Julio quien los miraba con desconfianza, se notaba que el chico no era un humano común y corriente, pero también pudieron intuir que no era tan fuerte como el mismo pensaba. - ¿Escuche bien tu nombre? ¿Te han llamado Samael? – Julio exigió la respuesta de manera agresiva - Sera mejor que te relajes chico, no estamos aquí para pelear, nos dirigimos a donde mismo y no te conviene comenzar otra pelea contra él o contra mí, así que mesura tu lengua y tus modales – respondió Devine - Tranquilo Julio, este ángel ha traído a los chicos hasta acá sin dañarlos cuando pudo hacerlo en cualquier momento, ¿Qué más da cual sea su nombre? – trato de calmarlo Santiago - Quizá parezca que no es importante, pero lo es, si tu nombre no te dice nada déjame decirte cómo es que lo conoces tú, ese ángel que nos ha atacado antes no es otro que ¡Lucifer! – La declaración tomo por sorpresa a Santiago, pero casi de inmediato sus hijos se pusieron a su lado y con su mirada le dieron una señal de tranquilidad, le hicieron saber que todo estaba bien y que no tenía nada por lo cual preocuparse, este trato de aceptar esa idea a regañadientes pero no le seria sencillo, además parecía que Julio no se lo iba a tomar con calma y era de entenderse, estaban frente al mismo ángel caído, la figura que más temor infundía en el corazón de los hombres, el único ángel condenado y maldito. - Lucia, antes de salir todos de aquí debo advertirte que tienes que saber algo muy importante – dijo Santiago robándose la atención de todos - ¿Qué es lo que pasa señor Santiago? ¿Algo malo ha pasado? – pregunto con mucha inseguridad - Estuvimos encerrados en una de las guaridas de la secta, estuvimos algún tiempo pero no estuvimos solos, había alguien con nosotros y a quien tuvimos que traer pues no sabíamos que más hacer con el – Los chicos y Lucia ya sabían hacia donde se dirigía esta conversación, Lucia tomo la mano de su novio y la apretó con fuerza. - ¿Ese monstruo viene con ustedes? – pregunto furiosa - Mucho me temo que sí, está atado y no puede hacerte ningún daño, pero no nos correspondía a nosotros tomar una decisión sobre su vida, así que optamos por mantenerlo con nosotros – respondió Santiago Lucia asintió y trato de mostrar toda la calma que pudo. Una vez que se pusieron de acuerdo todos se dirigieron al remolque, Julio de inmediato se acercó a su padre para informarle acerca de los ángeles, Devine decidió volar a baja velocidad el resto del camino, mientras que Samael iría observando dentro. Subieron todos al remolque, el reencuentro de los hermanos con su madre fue conmovedor, quien también se alegró de ver a Lucia, en cuanto la mirada de Lucia y su padre se cruzaron saltaron chispas de tención y odio, él se sorprendió tanto como ella pero de inmediato comenzó a provocarla burlándose, no dejaba de mirarlo mientras este hacia hasta lo imposible por mostrarle lo satisfecho que estaba de haber obrado de la forma en la que lo había hecho, emprendieron el viaje hacia su destino final. Todos se dieron cuenta de las provocaciones de Julián hacia su hija, constantemente Alma se acercaba a su oído para pedirle que no hiciera caso de ese hombre, que ellos la protegerían y la vida de este sin embargo no sería muy larga y seguramente la pasaría en un calabozo. Esto ciertamente ayudaba un poco, sin embargo no menguaba por completo los deseos de Lucia, si ira y su rabia por su padre, lo culpaba de todo lo malo que había pasado en la vida de los demás. - Puedes reírte cuanto quieras monstruo infeliz pero no olvidare que mi madre se fue dos veces de mi lado por tu causa, no olvidare lo que me hiciste de pequeña y por supuesto que me voy a encargar de que pagues en vida, pero si esta en mis posibilidades me encargare de que en la muerte sigas sufriendo – Julián seguía amordazado, así que solo se limitó a sonreír, su mueca traspasaba la mordaza y la volvía aun peor de lo que sería regularmente, esto estaba sacando a lucia de sus casillas. - Recuerdo bien el alma de tu padre, de vez en cuando llega alguna que tú mismo no entiendes, demasiado obscura, demasiado rota, te cuestionas si Dios hace estas cosas para castigar a los hombres o simplemente porque se aburrió y quiere sembrar el mal entre el bien y mirar desde arriba el caos, como sea, quizá Julián quiera recordar sus días de tormento, seguro que aun los extraña – El remolque se detuvo, habían llegado a su destino, todos se habían relajado pues en este lugar lo que sobraba era la protección de los ángeles, por fin podrían ir por el traidor y acabar la guerra, todos obtendrían lo que tanto buscaban. Bajaron lentamente del remolque que ya estaba siendo escoltado por Eriel y Virtus, Lucia bajo de la mano de su novio detrás de ellos venia su padre quien al bajar pateo la espalda del chico mandándolo al suelo y jalando a Lucia hasta quedar de rodillas, Julián soltó una risotada que aunque ahogada por la mordaza, calo en la cabeza de la chica y la transformo, entre jadeos de odio saco la daga que el chico tenía en la cintura y la clavo en el corazón de su padre ante la mirada de Samael que se encontraba tras ellos. - Te dije que te mataría otra vez maldito – dijo Lucia mientras giraba la daba con fuerza - ¡Nooooooooo! ¿Qué has hecho Lucia? Le has dejado ganar, eso era lo que él quería, asegurarse de condenarte al infierno donde el ira – dijo el chico desde el suelo - Él tiene razón Lucia, ahora tú alma le pertenece al infierno, acabas de perder la poca humanidad que había en ti, me recuerdas mucho a mí – dijo Samael Las caras de los demás eran de sorpresa, no solo por ver como el cadáver de Benjamín se descomponía en el suelo hasta momificarse, ni por la cara de Lucia al darse cuenta de su tremendo error, todo combinado con su reencuentro con Samael los había dejado en shock, cuando bajo del remolque se limitó a decir, - Hola a todos hermanos, ha pasado mucho tiempo, y sospecho que esto que paso es algo malo, y al serlo buscaran la manera de culparme a mí – los ojos de Samael brillaron nuevamente Mientras todo esto sucedía en la parte baja Uriel ya había informado de su arribo a los demás ángeles incluidos Kan y Royal sin embargo este se marchó al techo donde la mayoría de los ángeles se mantenía en reposo, pudo notar el cadáver de Aamon en la sala, pero no le presto mayor atención. Deon, Eclipse, Royal, Kan y Reik estaban en la sala esperando al resto de los humanos hasta que oyeron el alboroto, la puerta se abrió y entraron por ella los chicos acompañados de Devine y Samael. Nadie oculto su sorpresa, el mismo Kandstar que se jactaba de superior y temerario se encogió un poco en presencia de antiguo arcángel, ni siquiera se mencionó una palabra entre ellos sin que Samael tomara a los chicos y se los lanzara a Devine, todo esto paso al ver el cuerpo de Aamon. Al verse descubierto el cadáver de Aamon se regenero totalmente y tomo a Deon por el cuello, todos se pusieron en guardia, Devine trataba de soltarse con todo lo que tenía pero el demonio era demasiado fuerte. - Veo que si terminaste por escoger un bando Samael, el bando contrario a tu naturaleza, pero no me sorprende, una vez traidor siempre lo serás, “El dos veces traidor Samael” – el demonio lo provoco - No recuerdo haber puesto tanta estupidez en ti cuando te cree, hazte un favor y libera al ángel antes de que te aplaste, estás atrapado en una pelea que no puedes ganar – respondió - No pretendo ganar ninguna pelea, solamente he venido a darles un recado, Samael, Lilith quiere que sepas, que morirás en veinticuatro horas, Royal, Kan son bienvenidos a repudiar al resto de los arcángeles, ustedes también fueron olvidados, háganse a un lado y Lilith no tomara sus vidas, desgraciadamente no puedo perdonar a todos pero las bajas serán menores si paramos esto de una vez, así que comencemos – Del otro lado de la habitación se escuchó el grito de Ilena, alguien más estaba llegando por el otro lado, estaban emboscando a los ángeles desde el infierno con la ayuda de Lilith. Aamon tomo rápido un pedazo de madera con una punta filosa y lo lanzo contra Eclipse, casi no tuvo tiempo de verla, solo hasta que abrió los ojos vio a Royal deteniendo el proyectil con su cuerpo, no le causo mayor daño pero era obvio que el si hubiera muerto a diferencia de Royal. El resto del grupo no podía acercarse pues finamente Deon estaría muerto, Devine salió con los chicos para sacarlos del peligro, pero en cuanto abrió la puerta este recibió un puñetazo que lo hizo volar por el cuarto empujando a Reik y su espada directamente hacia Aamon. El segundo cuerpo del demonio los estaba esperando y tomo de inmediato a Carlos empujando al resto de los chicos, Kandstar se acercaba a enfrentarlo, pero con el chico ahí no podría hacer gran cosa. Samael se disponía a ir por la chica usando sus poderes, pero al acercarse un poco apareció un portal nuevo de donde salió una mujer con un libro, dijo unas palabras en un idioma antiguo y logro que Samael cerrara sus ojos, haciéndolo vulnerable. - No puedes luchar conmigo Samael, conozco todos tus defectos, tus puntos débiles y vulnerabilidades, será mejor que no abras los ojos y te rindas de una vez – dijo Lilith Las cosas eran un verdadero caos, Reik se había puesto de pie y trato de ir tras ella, sin embargo esta recito más palabras con el libro en mano y logro por un momento que la madera abrazara los pies de los presentes y se quedaran atrapados por ella, no era convencional, poseía una fuerza irrompible. Se dirigió a Deon y Aamon, el primero se encontraba casi inconsciente por el fuerte apretón del demonio, esta saco una guadaña pequeña y se transformó en Lucero ante la mirada sorprendida de todos. - Te llevaste las manos de mi padre y la vida de mis hermanos, así que voy a tomar tu vida, pero antes – Lanzo una guadaña al pecho de Reik quien no pudo evitarla, sin embargo Eclipse bloqueo la guadaña con su magia evitando así que le hiciera daño. Lilith quedo sorprendida por el poder del hechicero, no era común, giro sus manos en un círculo y una especie de látigos de energía lo envolvieron inmovilizándolo. - Veo que realmente tienen elementos muy poderosos de su parte, pero toda la magia que hayan acumulado en su existencia no se compara con la mía, les recomiendo dejar de resistirse, no he venido por ninguno de ustedes sino por algunos – dijo Lilith Samael pudo abrir sus ojos de nuevo, con ellos pudo liberarse, se acercó a Lilith y la tomo por el cuello levantándola en el aire, los ojos de Samael ahora eran más intensos y su mueca había cambiado igual que en el infierno, era más que obvio que su lado obscuro estaba despertando y una vez que lo hacía, se convertía en un sádico. - No es a mí a quien tienes que frenar Samael, en este momento te doy dos opciones de vida, uno de tus amigos morirá a manos de Aamon, solo puedes ir a salvar al chico o a tu ex hermano ángel, así que suéltame y decide o perderás a ambos – Lilith se adelantó abriendo dos portales por los cuales ambos cuerpos de Aamon escaparían, Samael no dudo en salvar a Carlos, pensando de acabar de inmediato con uno de los dos cuerpos de Aamon pero había caído en un trampa, el demonio lanzo al chico por los aires para tener tiempo de irse mientras él lo atrapaba. Samael cayó muy tarde en cuenta de que para el ritual de la conjunción de almas que Lilith buscaba, necesitaba la sangre del ultimo Gyám, originalmente pensó en Carlos, pero tras él un portal nuevo se abría, y al mismo tiempo que los gritos de Lucia siendo arrastrada a través del portal se escuchó el crujir del cuello de Deon frente a todos los demás, Los ojos de Royal se abrieron como dos abismos y soltó un grito desgarrador por toda la habitación. Samael había sido engañado, el rey de las mentiras y los engaños cayó en una ridícula trampa, todo por interesarse en los chicos, lo había visto en los ojos de Lucia, en su vientre llevaba la última sangre de los Gyam y no le dio importancia, ahora había muerte y sufrimiento, siempre era así, cada que él llegaba a algún lugar, la muerte, el sufrimiento, la condena, todo se aparecía como pestes a su alrededor. CAPITULO VIII DEL OTRO LADO Ilena seguía concentrado en aquel hombre, no entendía bien de que trataban los sentimientos, pues esto era algo completamente nuevo para ellos, se habían acostumbrado a servir y obedecer en el cielo, y el único sentimiento que conocían era el amor a Dios, todo lo demás no significaba nada importante para ellos, sin embargo ahora con el libre albedrio un paquete de agitaciones y emociones que no estaba segura si deseaba como tal, pero admitía que descubrir todas estas cosas la estaba convirtiendo en alguien más completa, antes jamás ponía atención en la vida de los seres humanos, de hecho tuvo un pequeño recuerdo de una vez particular. “Se encontraban en el salón de la guardia blanca, el lugar donde se concentraban los ángeles de la guarda líderes, estos no eran guerreros particularmente, y su tarea nada tenía que ver con la del resto de sus hermanos, regularmente se dedicaban a los niños, a contestar las oraciones de los inocentes por medio de actos fortuitos que parecían casualidades y muy de vez en cuando a los milagros. En la pared central en forma ovalada se encontraba un marco plateado enorme que envolvía un portal blanco que siempre estaba en movimiento, era una especie de portal, ya que a través de él podían observar a cada humano por individual o a todo el mundo al mismo tiempo, estaba formado por una estructura que contaba la vida humana en su labrado a detalle, en el centro en la parte de abajo, se notaba el inicio de la historia en el marco, la creación de los humanos, conforme recorrías el ovalado avanzaban por situaciones importantes bíblicas, como la expulsión del paraíso, el mar rojo, el arca, sin embargo al llegar casi al final del marco te encontrabas con que tenía un límite, es decir que estaba liso como si aún no se hubiera escrito el resto de la historia en donde se uniría dando vuelta, pero esto tenía una razón de ser. - Maestro ¿Por qué el marco de la vida de los humanos no está completo? Veo que al marco le falta ser labrado – pregunto Jofiel la miro sorprendido por la pregunta, Ilena nunca había preguntado nada acerca de los humanos, ni siquiera porque él era el encargado de la coordinación de los ángeles de la guarda, por cientos de años solo se encargó de sus tareas sin tener el más mínimo interés en saber mas - Míralos Ilena y dime ¿Qué es lo que ves? – le pidió Jofiel llevándola frente al marco - Todo lo que veo es a los humanos ir de aquí para allá maestro, están muriendo pero también están llegando muchos recién nacidos, crecen envueltos en sonrisas y lágrimas, buscan una pareja y traen más de esos niños al mundo y mueren, no entiendo cuál es el punto de ser un ser humano – respondió Ilena - Solo estás viendo por encima, concéntrate y trata de llegar más a fondo en todo lo que me has dicho – - Lo siento maestro pero ahora veo algo diferente, los veo destruir la tierra, veo animales muertos y bosques destruidos, veo que entre ellos hay abandono, vicio, blasfemia, no parece el mundo de Dios, ni parece que lo estemos cuidando nosotros, no siento que ninguno sea digno del cielo, quizá unos pocos – respondió seria - debe ser difícil pare ti entenderlo Ilena, pero es más simple de lo que parece, Dios les ha dado la bendición o la maldición de la mortalidad según lo desees ver, ellos tienen muy poco tiempo para ser lo que desean ser, están en una etapa de capullo, en la que se van a desarrollar para acompañarnos o para perder su alma, ellos tienen la oportunidad de equivocarse porque son capaces de hacerlo, los ángeles por ejemplo no tienen esa capacidad, todo se hace perfecto siempre – - No creo que tenga ningún sentido ser un humano, es solo una pérdida de tiempo, cuerpos carnales y mortales que sufren y envejecen, además de una contaste búsqueda de un poder económico para sentirse superior al resto de los otros, olvidando de por sí que el creador existe, podrán ser bendecidos por Dios, pero de verdad son banales y demasiado estúpidos – - Sabes Ilena te pedí que fueras mi asistente porque sé que cumplirás con tu tarea cuando yo te lo pida, incluso si te pido que te hagas cargo del destino de los humanos, sé que obedecerás, pero me sorprende que no entiendas algo tan básico como la importancia de un ser vivo solo porque no es perfecto, pero puede ser que no estés lista, así que te confesare algo, nosotros tenemos nuestro propio libro de profecías e historia y los últimos capítulos se escriben en torno a los humanos – conto Jofiel - ¿Qué es lo que está tratando de decir maestro? ¿Cómo es que estamos relacionados? – - Es sencillo, esos humanos que te parecen insignificantes son los que escribirán nuestra historia, pues depende de la de ellos para que la de nosotros continúe o no y eso se debe a que su destino es tan grande como el de nosotros, sé que piensas que lo divino es mejor, pero recuerda que Samael era el más perfecto de nosotros y hasta él pudo equivocarse, sé que no entiendes el libre albedrio porque no lo conoces, pero vamos a ponerlo así, tu amas a Dios porque no tienes opción, ellos la tienen y aún hay quien decide amarlo, ¿Qué amor podría ser más real y puro? – Ilena asintió con la cabeza y se fue meditando en las palabras de su maestro, realmente estaba sorprendida de que el considerara tan importante la vida de esos diminutos y débiles seres, quizá debía de poner más atención“. - Nuestra historia no puede continuar sin la de ellos – se dijo para sus adentros Vio entonces como ese simple hombre estaba cuidando de Primo mientras ella seguía emocionalmente inestable para seguir intentando y ahora con el libre albedrio en ella, ciertamente le era difícil saber cómo aquellos seres insignificantes y mortales podían aguantar los duros pasos que la vida les presentaba, como la pérdida de un ser querido, fue entonces que dejo de culpar a los humanos por las resurrecciones, pues ella misma lo hubiera hecho por Primo de ser necesario. Por su parte No Mercy tenía sus propios problemas tratando a primo, pues no podía usar muchos de los medicamentos de su kit, la piel de Primo era tan fuerte como la de un golem de roca, así que se limitó a cambiar los vendajes y monitorear sus signos vitales, dentro del kit de supervivencia se encontraba un aparato de comunicación que le permitía mandar mensajes cifrados, sin que los demás se dieran cuenta envió un mensaje a su cuartel en el cual les avisaba de la existencia de los ángeles y demonios, pero a su vez les dijo que estaba viendo morir a uno. Tenía una gran afinidad por Ilena, pero también pensaba en su familia y su nación, si estos demonios o ángeles trataban de venir por ellos, era mejor estar preparados para la supervivencia, esa había sido la razón por la cual guardo la daga entre sus ropas, esto le garantizaba poder tener incluso con que defenderse en caso de que las cosas se pusieran feas para él. Había visto el resto de los ángeles en la azotea, tenía que haber cerca de quince más, y solo se requería de uno de ellos para acabar con miles de humanos si estos no tenían como defenderse, pero antes de tomar cualquier postura o determinación iba a haber su trabajo completo, averiguaría de qué lado estaba cada uno de los bandos, pues si decidía mal el suyo, podría lograr la extinción de su raza, lo cual no quería causar. Intento comunicarse con Ilena para tener un poco más de información, por supuesto lo hizo de la manera más sutil que le fue posible. - Hasta hace unos días no creí en ángeles o demonios, hoy estoy rodeado de ellos y hasta estoy atendiendo a uno, no sé si mi mente pueda manejar toda esta información en este momento – Ilena levanto la cara, su mirada apuntaba directamente al piso, estaba ensimismada en la preocupación y la tristeza luego de que Virtus les informara que incluso el cielo se encontraba bajo ataque y que los arcángeles habían tenido la dolorosa perdida de algunos secretos, todo estaba saliendo mal y no habían sido un factor importante para detener a los demonios. - Te entiendo, hasta el día de ayer no creí que los humanos pudieran ser realmente útiles y hoy estás aquí conmigo ayudando a mi hermano a ponerse bien, yo tampoco creo que pueda simplemente olvidar que por miles de años ignore a los humanos y hoy estoy aquí hablando con uno – respondió ella - No te castigues Ilena, si te soy sincero, si fuera un ángel tampoco me fijaría mucho en nosotros, y te lo digo de la manera más sincera posible, no pretendo hacerte sentir mejor con mis palabras, pero incluso yo estoy sorprendido de que seres tan poderosos como ustedes nos dediquen su apoyo en contra de los demonios, después de todo no podemos defendernos y seguro que les costaremos más de lo que podemos hacer ¿Por qué lo hacen Ilena? – pregunto curioso - Debo confesar que no lo hacemos todos por gusto, ustedes son una creación de Dios al igual que nosotros y hemos sido designados a protegerlos tanto como nos sea posible, debimos actuar antes y nada de esto hubiera pasado, fue hasta que las resurrecciones comenzaron que tomamos la decisión de formar parte de esto, quizá demasiado tarde, después de tantas muertes – - Tu honestidad es bien recibida Ilena, yo soy un soldado, justo como tu pero no tan fuerte, en ocasiones sigo las ordenes de mis superiores a través de misiones que no estoy convencido de realizar, en mi traje ceremonial cargo medallas de reconocimiento por algunas veces que mate gente que no estoy seguro de que fuera mala, o por salvar aliados que no considero buenos, pero al final se trata solo de nuestros actos, cada acción conlleva una reacción y me gusta penar que mis acciones generan un cambio, trato de corregir mis errores, pero no dejo de cumplir con ellas, pues al final, puede ser que estemos salvando al mundo – Ilena miro a los ojos de No Mercy y sonrió, aquel soldado era sabio, y en su manera precaria y limitada, había tratado de explicarle como sentirse bien, no cambia duda de que ahora podía ver el brillo en la existencia de estos seres y no se detendría hasta no ponerlos a salvo, sino a todos, por lo menos aseguraría que la humanidad prevaleciera por sobre todas las cosas. Ambos se encontraban en un intercambio de miradas, escuchaban algo de ruido en los cuartos aledaños, sabían que un nuevo grupo de ángeles había llegado, al parecer los lideres los estaban esperando, así que no se preocuparon mucho por ello, si algo surgía, se los harían saber, siguieron hablando sobre algunas cosas, No Mercy le preguntaba por los cielos y en la medida que ella podía le respondía para calamar sus dudas, de igual manera ella le preguntaba por su misión con el ejército y el sin revelarlo todo le contaba sobre todo lo que había pasado en los últimos dos meses. Eriel entro a cuarto acompañado por Malakiel para informarles que harían una reunión en cuanto los líderes se desocuparan, que era mejor que bajaran a la sala principal a esperar, pero ellos declinaron de inmediato y dijeron que solo bajaría ella pero sería un momento antes de comenzar ya que no quería despegarse de Primo. Se disponían a cruzar la puerta para salir de la habitación y reunirse con el resto de sus compañeros, sin embargo algo los detuvo, Primo emitió un sonido gutural desde la cama donde se encontraba. Por un momento todos se emocionaron al ver que lentamente se incorporaba con los brazos hasta quedar sentado, de inmediato Ilena y No Mercy se acercaron a él esperando ver como seguía, pero el ángel se tomó la cabeza con una mano e hizo otra señal para que se detuviera, esto hizo que ambos quedaran a medio camino. - Hace tanto tiempo que no venía a este lugar que estaba comenzando a creer que solo existía en uno de mis sueños, pero esta vez he caído en el momento correcto – dijo Primo - ¿Ilena que es lo que sucede? ¿A qué se refiere con que no había venido por acá? – pregunto el soldado - Manténganse alejados, ese ya no es Primo, conozco perfectamente es voz, y ese semblante – dijo Malakiel Primo soltó su rostro y volteo su cuello en forma sobre natural hasta donde se encontraban Eriel y Malakiel, los ojos del ángel habían cambiado, no tenían ningún color, quedaron en un blanco completamente muerto, su sonrisa se veía forzada y su cara se veía completamente corrupta, resquebrajada por sombras negras que comenzaban a ir hacia sus alas las cuales cambiaron lentamente a un gris sin vida. - Me alegra saber que me extrañaste Malakiel, si mal no recuerdo la última vez que nos vimos estaba por cortarte la cabeza ¿Recuerdas cual cuerpo pude obtener aquel día? – La cara de Malakiel cambio por completo lamento no contar con sus armas, busco en su cinturón encontrando vacía las fundas y es que las había dejado en la azotea, ya que el resto del grupo lo hizo de esa manera, sin embargo informo a todos lo que debían de saber. - Él es Tarot el demonio de los mil cuerpos, le llaman así porque no posee uno propio, simplemente toma el de las personas cerca de la muerte, los corrompe hasta que les succiona el resto de su vida y después cambia de cuerpo nuevamente – - Bueno hay cuerpos que me gustan más que otros, por ejemplo el de Ariel fue uno de mis favoritos, tenía una fuerza descomunal, desgraciadamente me gustó tanto que no pude evitar succionar su vida cuando me pedía con su voz interna que no te lastimara – dijo el demonio Ilena sabía bien la historia de la que hablaban, Ariel había sido la compañera de Malakiel por cientos de años, cuando fue herida en la rebelión por uno de los demonios Tarot la poseyó, estuvo a punto de matar a Malakiel pues este no tenía la fuerza de atacar su cuerpo y dejo que lo golpearan repetidas veces, sin embargo fue salvado por Kandstar, el demonio peleo tanto con ese cuerpo que finalmente quedo inutilizable, lo peor era que la única manera de detener a Tarot es por medio de un ritual mientras aún está dentro de un cuerpo con vida, si llega a ser asesinado o el agota por completo todas las energías antes del ritual, simplemente buscara un nuevo lugar a donde cambiar, este era uno de los príncipes más poderosos de todos, ni siquiera lo derrotaron la primera vez, este opto irse con el resto de los derrotados al infierno, pues por sí solo no podría lograr absolutamente nada, estaban en problemas. El demonio se puso en pie y comenzó a probar su nuevo cuerpo, saltaba y lanzaba golpes rápidos enfrente de ellos, lo hacía más por ganar una guerra psicológica al ver a su amigo ser poseído que por cualquier otra cosa. - Este cuerpo es joven, no es el mejor que he tenido, pero definitivamente es uno de mis favoritos, ahora quiero saber quién será el primero en golpear a su amigo – dijo el demonio extendiendo sus manos - Si no dejas el cuerpo de Primo en este momento me asegurare de que tu alma se desvanezca, conozco como detenerte y no voy a pensarlo dos veces si lastimas ese cuerpo – dijo Ilena - ¿Es que no me has entendido? No seré yo quien lo lastime sino ustedes, yo no puedo abandonarlo a no ser que lo maten o que esté a punto de morir, así que para matarme tienes que sellarme primero y tienes que lograrlo sin lastimarme o t pobre amigo también morirá, por supuesto que yo no dudare en hacerte daño y quedarme con tu cuerpo una vez que acabe con este. - ¿Qué dices Primo? Ohh ya veo, la voz interna de tu amigo dice que quiere vivir, pero también quiere que te diga que si no lo logra quiere que me detenga a como dé lugar. - No cabe duda que este chico es un valiente, está bien entrenado, ahhhhh ya quiero matarlo, tanto heroísmo me da asco – dijo Tarot Todos los ángeles se sentían provocados por aquel demonio, pues sabían los alcances de su poder y además de salvar a Primo, algo que era primordial para ellos era no ser poseídos por él, pues era casi una muerte garantizada, no se rendirían hasta intentarlo pero ninguno estaba seguro de lograrlo. No Mercy se mantenía expectante de lo que sucedía, a duras penas lograba entender que lo que se encontraba delante de el en el cuerpo del ángel que estuvo cuidando era un demonio que conocían todos los presentes y que al parecer tenía el poder de poseer cuerpos que no le pertenecían. - Que es lo que puedo hacer Ilena, no quiero dejarte sola en esto – dijo el soldado casi susurrando - Mantente atrás y no dejes que el demonio te lastime, pase lo que pase no hagas nada en contra o a favor de él, todo esto podría terminar muy mal – respondió No Mercy metió la mano en su bolsillo acariciando la punta de la lanza que le había extraído al ángel cuando comenzó a cuidarle, podría usarla para causarle daño al demonio, pero esto revelaría que había ocultado cosas a Ilena desde el principio y eso le preocupa de sobre manera, no, tendría que esperar aunque estuvieran todos en un peligro mayor. - ¿Conoces el ritual de sellado de almas Ilena? – Pregunto Eriel - Si, lo conozco y puedo ejecutarlo, pero voy a necesitar de su ayuda, no debemos de lastimarlo demasiado, y al mismo tiempo no debemos dejar que nos lastime mucho o seremos los siguientes en su lista – - Bueno, si ustedes no quieren comenzar, yo lo hare – dijo el demonio Se lanzó en contra de Malakiel y Eriel con las alas extendidas, algo similar a como si lo que levantara fueran sus brazos, las puntas casi se tocaban sobre si cabeza, después las cerro justo cuando estaban cerca de ellos para poder lanzarlos a los lados con ese movimiento. Ilena se lanzó en un grito de guerra lanzando un golpe que le asesto en la sien izquierda, este golpe le causo un mareo muy fuerte pues lo saco de balance, No Mercy entendió de inmediato que lo que quería lograr la ángel era dejarlo noqueado, bajo esas circunstancias podría realizar el ritual que necesitaban, pero noquear a un demonio no podía ser algo sencillo. De la misma manera que el soldado, Malakiel y Eriel lo entendieron de inmediato, así que se concentraron en lograr pegarle en los puntos de presión del cuerpo que ahora poseía para sin causar daño de muerte lograr causar un daños que lo dejara inconsciente y a disposición de Ilena. Eriel lanzo una barrida hacia las piernas del demonio llevándolo al suelo donde nuevamente Ilena asesto un duro golpe, esta vez una patada en la otra sien, esto dejo muy mal parado a Tarot, hasta se podría pensar que sería vencido fácilmente, pero aún tenía una o dos movidas bajo la manga. Al verse rodeado entre los tres ángeles, pensó en un plan para revertir su desventaja numérica, noto que el humano que estaba de pie en la habitación era constantemente visto por Ilena, esto obviamente era un síntoma de preocupación autentica por él, por lo que supuso que había una oportunidad que podría salvarle. De acuerdo con el plan que habían puesto en marcha con Lilith, en ese momento se encontrarían atacando a los demás en otra habitación, Deon y el Gyam eran los objetivos reales, pero el ego de Samael interferiría al momento de darse cuenta que no se trataba de él, aun así estarán muy ocupados en esa pelea, por lo que él podría llevar la suya a otro terreno que le conviniera más, necesitaban armas. - Me gusta tu nueva mascota Ilena, ¿Cómo es que se llama? – se burló el demonio - No es de tu incumbencia, regresa el cuerpo de Primo en este momento – le respondió Eriel - Ohh sí, eso es complicado, este cuerpo me gusta pero desgraciadamente necesito uno más fuerte, con mayores habilidades Tomo la cama por una pata y la arranco usando su fuerza, dirigió el lanzamiento directo a No Mercy, eso logro distraerlos a todos, evaluó la situación y se do cuenta que ninguno portaba un arma, y que en la habitación existía solo una, la cual se encontraba recargada en la pared, seguramente le pertenecía a Primo y se la quitaron cuando lo atendieron por eso el resto que había decidido entregar sus armas estaba con las manos vacías – Se deslizo y la tomo frente a todos ellos, desenfundo la espada y el tomo con las dos manos, era bastante larga así que debía ser tomada de esa manera. La pata de la cama fue detenida por Malakiel quien utilizo un ala para desviar la trayectoria del proyectil lanzado por Tarot, aun así no pudieron evitar que el demonio tomara la espada de Primo. Tarot se lanzó sobre Malakiel pero Eriel lo quiso interceptar antes con otro golpe en la sien, sin embargo el demonio detuvo su ataque y giro hacia su atacante, dio un giro de trescientos sesenta grados y corto seriamente al ángel. Malakiel tacleo a Tarot justo antes de que este terminara con la vida de su compañero. Esto dio tiempo a que el ángel herido se pusiera en pie. Eriel comenzó a juntar sus manos de manera extraña y recito unas palabras, sus manos se iluminaron en un color azul que brillaba mucho, Ilena y Malakiel hicieron lo mismo. - Ya veo, los arcángeles les han devuelto la bendición y es por eso que puede usar energía otra vez, bueno, a decir verdad esta pelea se pondría aburrida si no se vuelve complicada – Se lanzó nuevamente sobre el soldado, pero esta vez con la espada, No Mercy lo vio venir directamente, el hecho de ser débil lo había convertido en alguien vulnerable, así que sería constantemente atacado y de eso no le cabía la menor duda, debía estar muy listo para lo que pasara. Esta vez Eriel intercepto al demonio dándole un golpe en el estómago con la energía azul, esto hizo que doblara su cuerpo que había quedado sin aire, el brazo con el que asesto el golpe se apagó, pero inmediatamente vinieron dos puñetazos más de la nada Ilena lo impacto hasta el punto que soltó la espada y apoyo ambas manos en el suelo, comenzó a toser pero llego Malakiel juntando los puños en un gran maso poderoso que lo llevo hasta el suelo quedando casi inconsciente. Tarot estaba vencido y aun se aproximaba el golpe restante en el brazo de Eriel, quien se acercó para hacer impacto en su cabeza, tomo impulso y lo lanzo…se detuvo a media trayectoria, Eriel cayo de rodillas, Tarot se había recuperado rápidamente y acostado tomo la espada clavándola en el pecho de su agresor. Malakiel e Ilena corrieron hacia el pero era demasiado tarde, lo sostuvieron de los brazos pero este los lanzo a los lados y remato golpeándolos con las alas, ambos cayeron rebotados sobre los muros del cuarto mientras No Mercy observaba todo lo que estaba sucediendo sin poder ayudar. Cuando ambos recuperaron la compostura vieron que el demonio había cortado no solo a Eriel sino a el mismo para quedar el punto de la muerte, Primo estaba pálido, en un charco de sangre, y ahora Eriel era el poseído, habían sido vencidos en una pelea de tres a uno, ahora estaban a su merced, no podrían vencer a Tarot con el cuerpo y el poder que poseía su antiguo compañero, por lo menos no sin intentar matarlo, fuera como fuera, Eriel ya estaba muerto. El demonio saco la espada de su cuerpo y la giro, esta vez con una mano pues ahora poseía una fuerza mayor y la asunto hacia Malakiel. - ¿Quién salvara tu cabeza esta vez Malakiel? Todos ustedes están perdidos y no tienen oportunidad contra nosotros, pero les daré un adelanto el siguiente en atacarlos será Galeón – dijo levantando la espada Malakiel acepto su destino, cerró los ojos y apretó los dientes esperando no sentir mucho dolor, no era la primera vez que se enfrentaría a la muerte real pero esta vez parecía no haber salida, pero la hubo. El descenso de la espada se detuvo de manera abrupta, la cara del demonio era de dolor, detrás de él se encontraba No Mercy clavando la punta de lanza que tenía escondida entre sus ropas, un humo negro salió del cuerpo del ángel, era el demonio abandonando el cuerpo, cuando el cuerpo de Eriel cayó al suelo, lo último que sus labios alcanzaron a repetir fue. - Todos estamos muertos – La Mirada de Malakiel e Ilena se clavaron en No Mercy, ¿Por qué oculto la lanza? CAPITULO IX CIELO EN LLAMAS Nadie hubiera podido ver venir lo que había sucedido fueron atacados en el palacio del cielo, ni siquiera en la primera rebelión habían llegado tan lejos, estaban tan concentrados en no alertar el resto de los ángeles que no se dieron cuenta que debieron tomar las precauciones de sellar todas las entradas al cielo. ZADQUIEL… Caminaba por los pasillos del cielo, no podía parar de imaginarse lo que pasaría si todo fracasara y al final los demonios se apoderaban de todo lo que fue creado por Dios, tenía su creencia acerca del traidor y estaba seguro de que no pasaría mucho tiempo antes de que este se revelara, quiso imaginar que habría una razón para todo esto, que habría una forma de revertir todo lo sucedido, pero no la encontraba, y aunque el amara a sus hermanos no podían dejar que las cosas quedaran sin uno de los mayores castigos que los seres divinos hubieran visto. Tras la primera rebelión Dios se había reunido con el resto de sus arcángeles y sus ejércitos para anunciar lo que haría con Samael y sus seguidores, el lugar seria el estadio de los gladiadores, el cual era un lugar de entrenamiento similar a los primeros coliseos romanos, Samael se encontraba encadenado y derrotado en el centro del lugar, tenía la mirada clavada en el piso del lugar y sus alas habían sido encadenadas también, Dios estaba frente a él listo para juzgar como lo dicta su palabra. Como en la mayoría de los casos todos tenían su opinión acerca de lo que debía hacerse, esta vez sin embargo el unísono de las voces era mismo, MUERTE. Los argumentos eran muchos, nadie aceptaba que fuera exiliado luego de las miles de muertes que causo, lo que era peor, muchos habían seguido sus pasos envenenados por sus palabras y habían perdido la gracia, los había hipnotizado con sus falacias, mentiras y blasfemias, y todo por obtener el reino de su padre, que ya estaba a sus pies al ser el hijo favorito, pero ni siquiera eso le fue suficiente, disfrazo de razones y motivos su traición pero no fue suficiente para convencer al resto de sus hermanos y al mismo Dios. Sin embargo la sentencia los dejo a todos incrédulos, pues no asimilaban que se le diera una tarea como castigo, quizá Dios intento hacer algo de justicia poética, pero no parecía muy justo, de ahí que los desertores y los errantes se separaran del cielo algún tiempo después. - Tu sentencia será el exilio, tu condena será la eternidad, tu castigo será no poder volver a escuchar mi voz ni a sentir mi amor, se te dará un trono, pero será de hielo, gobernaras libremente el infierno a donde enviare las almas de os humanos y tu responsabilidad será atormentarlos por siempre, en vista de que no eres feliz con la felicidad tendrás que convivir todos los días en manos de la muerte y el dolor, no tendrás descanso de los gritos constantes y siempre que pelees o levantes la mano nuevamente en batalla, veras las caras de tus hermanos muriendo y sonreirás como recordatorio de tu traición abominable, nunca más podrás ver tu rostro, siempre que tu reflejo aparezca delante de ti veras el monstruo dentro de ti y no el arcángel que alguna vez fuiste. Para todos los que te siguieron habrá un castigo diferente, la mitad perderá el alma y será arrojado al infierno convirtiéndolo en un ser maligno como tú, la otra mitad será borrada de la existencia y de los recuerdos de todos los seres que conocieron y para finalizar serás tu quien les arrebate el alma y quien los borre de la existencia, así cada que pelees nuevamente estos recuerdos te perseguirán. Detuvo sus pensamientos por un momento y fue directo a la entrada del salón ceremonial que era donde se llevaban a cabo los decretos y deseos de Dios, muchas cosas habían pasado en ese lugar, al principio la creación de los seres se realizaban desde ahí, así mismo cuando los arcángeles decidían reasignar las tareas entre sus ejércitos los concilios de las poblaciones divinas ocupaban el lugar en su sala. Había quedado de reunirse ahí con Gabriel para tener una plática sobre cerrar por completo la entrada de las almas al cielo, y aunque eso generaría un problema en el tráfico de las almas que mueren, sería una medida que restringiría en buena forma el acceso a dicho lugar y podrían proteger al resto de las que ya se encontraban dentro, además discutirían la idea que había tenido Miguel, la de transformar a algunas de las almas humanas en ángeles guerreros para poder dar frente a lo que acontecía, esto a pesar de ser peligroso no era una solución definitiva, ya que al haber nacido con libre albedrio estos nuevos ángeles siempre la tendrían y nunca podrían ser regidos por completo, como sucedió cuando se desterró a los errantes o a los desertores que ya no podrían perder su nuevo don, de igual manera con sus propios asistentes, los ahora denominados, enviados. Se quedó parado en medio del salón viendo hacia el altar pensando en la mejor manera en la que Dios simplemente movería un par de piezas y utilizaría su poder para poner todo en su lugar, deseo tener ese poder, deseo que regresara Dios y les ayudara así tuviera que admitir su fracaso. Fingió no darse cuenta cuando una armadura rojiza se posó unos metros por detrás de su persona, era una figura imponente, ninguno de sus hermanos aparecería de esa manera, por lo que fue más que obvio que se trataba de un ataque, se preparó para recibir un golpe a traición, pero algo en su cabeza lo hizo adelantarse. - Por fin te revelas tal cual eres frente a alguno de nosotros, no entiendo tus motivos para traicionar no solo a Dios o a los seis arcángeles restantes, sino a los tres reinos que existen en la existencia de esta tierra, ni siquiera Samael fue así de cruel y ambicioso – dijo Zadquiel de espalda - Zadquiel, el arcángel de los propósitos, el que siempre vela por los demás, ¿no te cansas de ser una farsa? Tu más que nadie estas molesto por la partida de Dios, nos abandonó sin escoger un sucesor, dejo a la mesa de los arcángeles con poderes limitados y divididos, ahora he demostrado que cometió un error – dijo el caballero de la armadura roja - ¿Por qué si has tenido el valor de aparecerte aquí ante mí, no usas tu voz real? quítate el casco y déjame ver tu rostro, déjame ver la cara de quien va a intentar matarme – - Yo no quiero matarte, quiero que te unas a mí, quiero que voluntariamente uses tu secreto a mi causa, te ofrezco ser mi segundo cuando hayamos restaurado lo que Dios abandono – le ofreció - Nada me gustaría tanto como creer que la utopía que seguramente ofreces es perfecta, sin embargo no puedo confiar en quien organizo este enredado plan y acabo con la vida de otros de su especie además de varios humanos – respondió - ¿No puedo creer que pienses en verdad lo que me recriminas? Creo que has olvidado la maldición que Dios arrojo sobre nosotros cuando la humanidad era más joven, además pareciera que no te das cuenta de lo que nos está haciendo ¿Por qué crees que no dejo un sucesor? Seguramente ira a crear más vida, hasta que se aburra de ellos y desee regresar a su trono, después nos enviara a cuidar a sus nuevas mascotas y hará lo mismo hasta que nos separe a todos por completo o finamente borre el universo y comience de cero y no quiero que ese sea mi final – sonaba realmente furioso - ¿Así que basas tu rebeldía en suposiciones, celos y envidia? No puedo unirme a alguien con esas convicciones tan estúpidas y banales, terminemos con esto, pelea, así no tendrás más remedio que revelar tu identidad – Zadquiel se puso en guardia - No tienes oportunidad frente a mí, de hecho esto será demasiado rápido – El guerrero de la armadura roja se lanzó buscando golpear a Zadquiel pero este fue cubierto por un aura verde en la cual rebotaron todos y cada uno de los ataques de su enemigo, parecía una coraza impenetrable, pero esto obviamente no intimido en lo más mínimo a su rival el cual conocía como funcionaba el secreto de la protección, este brindaba al usuario la posibilidad de no salir herido con ningún ataque físico. El caballero de la armadura roja puso sus manos en el piso y de su sombra comenzaron a salir muchas otras figuras de ojos rojos, eran las sombras de tres demonios. - No importa cuántas sombras uses hermano, ninguno de sus ataques podrá vencer mi secreto de protección tú lo debes de saber mejor que nadie – dijo Zadquiel tranquilo - ¿Quién te dijo que te atacarían a ti? Estamos a un templo de la ciudad de las almas, las sombras de los demonios irán hacia allá y van a tomar posesión de algunos de los recién llegados, ahora los demonios estarán en tu cielo y no podrás detenerlos, a menos que logres destruirlos antes de que salgan – respondió Zadquiel no dudo en destruir a una de las sombras de un poderoso golpe, golpeo a la segunda sin problemas, finalmente con una patada desapareció a la última salvando a la ciudad de las almas del ataque de las sombras, sin embargo ya sabía cuál sería el costo que esto representaría. El golpe que recibió en la cabeza lo casi sin consciencia, estaba completamente mareado y no podía pelear más. - Si Zadquiel conozco la debilidad de tu secreto, no puedes defenderte si estas atacando, cuando despiertes si es que decido dejarte vivir será un nuevo comienzo – Un nuevo golpe de su victimario hizo que las luces se apagaran, no se sabía si seria para siempre… Jofiel… Se encontraba camino a la antesala del infierno a buscar a Gabriel, sentía e deber de confrontar a cada uno de sus hermanos para descubrir quién era el traidor, él era uno de los mejores estrategas en el cielo, si bien desde el inicio de los tiempo solo tuvieron cuatro eventos que requirieron una movilización del ejercito de los cielos, también es verdad que tenían que estar listos, pues los humanos tenían un potencial increíble, la magia o brujería que estos utilizaron desde el tiempo de los primeros hombres comenzó a evolucionar junto con su tecnología, aun se encontraban en los primeros pasos, pero en algún momento en la conjunción de estas dos armas, aunado a la constante invocación de las sombras de los demonios que los humanos realizaban por medio de los sacrificios, los rituales, magia negra y encantamientos podría representar un problema en el futuro. Jofiel recordaba aquella tarde en la ciudad de las almas cuando caminaba con Miguel hablando sobre la rebelión que acababa de terminar, se supone que este se encargaría al ser el mejor de los guerreros de preparar a sus mejores alumnos Kandstar y Royal para que formaran escuadrones que identificaran si no había más ángeles infiltrados entre las filas que aún quedaban en los cielos y esto era porque no todos revelaron sus intenciones desde el comienzo, muchos los habían traicionado en batalla, obviamente al ver a Miguel derrotar a Samael alguno pudo no llevar a cabo su parte, pero aun así sería un traidor que merecía ser castigado. - ¿Has hablado con el Miguel? Debes de convencerlo de hacer el interrogatorio utilizando su poder para descubrir las mentiras de quien resulte sospechoso – dijo Jofiel - Lo he hecho, pero se niega, no está de acuerdo en asaltar a sus propios hijos solo porque otros lo hayan traicionado, dice que eso sería el equivalente a renegar de ellos, y no está dispuesto a hacerlo, así que por ese lado podemos rendirnos – respondió - ¿Pero al menos acepto la idea de Kandstar y Royal como encargados de los ejercito de la ciudad de las almas y de la puerta del cielo cierto? – - Dijo que esa decisión era mía completamente, pero hizo hincapié en que yo debía prepararme para lidiar con ello, pues eran ángeles híbridos y si el mismo Samael que nació de su pureza pudo corromperse, la mitad humana de… mis hijos podrían ser un factor de riesgo – respondió - Sabes que lo dijo por la nueva profecía de Chamuel, después de la batalla el cayo en trance y dijo ver un nuevo enemigo que se alzaría contra nosotros, pero menciono que sería un hibrido, pero no dijo otra cosa a respecto, al parecer esta vez no pudo ver todo con claridad – le dijo Jofiel con tono amigable - No culpo a Dios o a Chamuel, ellos hacen solo lo que les corresponde, sin embargo fue el mismo quien me mando engendrarlos, incluso hizo un “recipiente” humano para esa tarea al cual después mando a la ciudad de las almas, ¿Cómo sería posible que uno de ellos resultara corrupto? Eso es tanto como haber creado al nuevo enemigo del cielo solo para derrotar al antiguo – - Tu sabes bien que las cosas en el cielo distan mucho de lo que sus demás creaciones creen, sin embargo hay una sola cosa que sabemos que es segura, Dios tiene un plan para todo, y te aseguro que lo de Kan y Roy están dentro de, además no podemos saber si habrá híbridos nuevamente en el futuro, encárgate de tus muchachos todo saldrá bien – le tranquilizo Jofiel No paso demasiado tiempo hasta que los gemelos tuvieron diferencias entre ellos, y lo que fue todavía una peor sorpresa es que tuvieron la voluntad de abandonar el cielo por estar en desacuerdo con Dios, y no conforme formaron un grupo de ángeles que los veían como sus líderes, a diferencia de Samael, ellos le pusieron la cara al creador perdiendo algunas habilidades y la bendición que les dejaba utilizar su potencial divino. Royal fue más listo pues antes de bajar volteo a ver a Dios a la cara y le dijo. - Sé que piensas que no te entiendo, sé que pienso que no me entiendes, seguiré haciendo tu voluntad en la tierra y protegeré a tus creaciones pase lo que pase, como si fueran mis hijos – A pesar de que muchos lo tomaron como un desafío, Dios lo tomo con mucha calma y le dijo a Miguel. - Royal es tu viva imagen, su honor y lealtad son fuertes, sus convicciones son tan divinas como las de tus hermanos, pero ese lado humano le está costando trabajo controlar sus decisiones, no le pierdas la vista porque estoy seguro que va a sorprendernos de alguna manera – Miguel fue el encargad de tomar de sus hijos sus habilidades y encaminarlos a la salida del cielo, también quito su habilidad de cruzar entre planos, a pesar de su inmortalidad y fuerza, se convertirían en criaturas terrestres, pues el cielo y el infierno les habían sido prohibidos, y es que nuevamente la justicia poética se imponía, “Si están en desacuerdo con como trato a los humanos, que vivan entre ellos” Dios no se tomaba ninguna medida en aplicar con ironía sus castigos y condenas. Esperaba que no fuera demasiado tarde para darse cuenta que lo que había fallado entonces era su falta de memoria, se habían confiado en que todo lo referente a la rebelión hubiese llegado a su término y que podrían controlar la nueva profecía, pero en realidad no se prepararon en lo más esencial para afrontarla. Un ruido que venía delante del pasillo llamo su atención, se escuchó como el acero desenvainado, los campos de entrenamiento estaban muy lejos, así que no le quedo más que suponer lo peor que podría pasar, saco un báculo con dos puntas de cristal transparente que colgaba a su espalda y comenzó a agitarlo en círculos esperando el ataque frontal. No tardó mucho en ver una gran amenaza viniendo hacia él, un caballero en armadura roja que tenía su rostro completamente oculto, se sentía una fuerza formidable, pero era una combinación entre bien y mal lo que le daba esa presencia, el caballero que se encontraba delante de él, estaba perdiendo su divinidad, su hermano había alcanzado un nivel de corrupción en su alma tal que ya no era posible distinguir su presencia por medio de ella, su físico no se parecía a el de ninguno del resto de los arcángeles, muestra de que la maldad estaba ahora cambiándolo también físicamente, ya no había marcha atrás, seguro tuvo que revelarse porque no podría esconder más lo que le estaba sucediendo. - Se por qué estás aquí, pero no lo obtendrás, seas quien seas no te será fácil, - le grito Jofiel El caballero siguió caminando sin decir una sola palabra y se enfilo hacia él, Jofiel se puso en posición de combate con su arma en mano y un pequeño escudo hecho de energía azul, si el enemigo utilizaba su habilidad, se daría cuenta de quién era y así podría buscar la manera de hacerle frente utilizando sus habilidades en la estrategia, él había sido seleccionado para portar el secreto de la luz, el cual le permitía invocar cualquier cosa que deseara hecha de energía, por lo que se sentía seguro pero no confiado. El caballero rojo finalmente le embistió usando su espada con fuerza, el arcángel lo bloqueo con el báculo y girando logro cortarlo un poco por el costado, solo había sido un pequeño rozón. - Desiste, no sé si podamos salvar tu alma pero te garantizo que tu destino será peor si insistes en atacarnos, de no ser así conocerás la muerte definitiva – Jofiel buscaba obtener algo de información El caballero no hacía más que producir gritos de batalla pero eran demasiado rasposos, era obvio que la maldad en él era tan grande que si no estaba completamente controlada por ella, seguro que podía usarlo a su voluntad para cambiar de forma, Jofiel no tenía otro remedio, separo su báculo de dos puntas en dos pequeñas lanzas, al hacer esto comenzaron a brillar, el cabello castaño del arcángel se elevó con un aura azul que comenzaba a cubrir todo su cuerpo. - Sabes lo que puedo hacerte ¿no? pues bien si no quieres usar palabras usemos lo mejor que nos de la batalla – - ¡Hecho! – respondió el caballero con una voz casi ininteligible Jofiel puso sus manos en el suelo convocando dos réplicas de él pero hechos completamente de energía, se pusieron en guardia poniendo la pelea tres a uno, sus réplicas atacaron directamente al enemigo pero este las boqueaba una a una, eso sí, no era para nada sencillo, el caballero partía a una y después a otra pero seguian siendo invocadas por su hermano arcángel, parecía no tener fin hasta que finalmente puso sus manos en el suelo. Jofiel vio la oportunidad perfecta para derrotarlo pues no tenía defensa, mando a sus marionetas a dar el golpe final, las tres atacaron con sus báculos de energía al mismo tiempo los tres acertaron, parecía que Jofiel había vencido al enemigo, por lo que se puso de pie para remover su máscara, haciendo que sus réplicas desaparecieran pero no fue así, el caballero seguía de rodillas cuando recibió el ataque, sin embargo una pequeña aura verde fue emergiendo con él, las armas jamás lo tocaron, el secreto de la defensa de Zadquiel, de pronto el pasillo se llenó de obscuridad, fue muy tarde para cuando el arcángel se dio cuenta de que la obscuridad no era otra cosa que cientos de sombras de demonios de ojos rojos, todas se abalanzaron de inmediato sobre Jofiel sin darle espacio a reacción. Un arcángel más había sido derrotado y otro secreto fue tomado de las manos de su dueño, poco quedaba para que el traidor cumpliera con su objetivo, el caballero de la armadura roja levanto el libro y todas las sombras lo miraron absorber el poder. Chamuel… Se encontraba orando en su cuarto pidiendo a los cielos no tomar la decisión equivocada, él nunca había dejado de tener fe en Dios, pero sobre todo no podía odiar a sus hermanos, y era complicado para el ser quien cargara con uno de los secretos más interesantes de los cielos, por lo que sabía sin necesidad de usarlo que vendrían por el en cualquier momento, pero aun con eso prefirió utilizarlo una vez más antes de tomas su decisión, entro en un trance momentáneo, pero inmediatamente estuvo de regreso, pudo ver dentro de sus pensamientos unas ideas cercanas a lo que estaba por pasar, realmente no había mucho que se pudiera hacer, pues los designios y la voluntad del destino eran inamovibles, sin embargo lo que podría variar era la forma en la que se llegaba al objetivo y en esa pequeña toma de decisiones se podría dar el cambio que tanto necesitaban. Le quedaban solo unos minutos, así que siguió orando hasta que lo asalto un recuerdo muy antiguo. El salón de las profecías estaba impecable como siempre, la representación del libro de la historia de los ángeles flotaba en el cielo mientras se seguía escribiendo, pasando páginas y escribiendo nuevas líneas, todo estaba ahí a solicitud de quien necesitara saber cualquier cosa en específico, pero al igual que los humanos habían creado la biblia con un formato no siempre conciso y lleno de metáforas, la historia de los ángeles estaba abierta a la interpretación de muchos de quienes se habían atrevido a leerla, sobre todo el apartado de las profecías, que era el más complicado de todos. Recordó haber pensado en la responsabilidad que tenía en su manos, como arcángel y siendo una de las primeras criaturas en la creación, era mucho más parecido a Dios que el resto de los ángeles, su estatus le permitía tener voluntad de decisión y por supuesto, el paquete emocional que venía con ello, en ese momento preocupación era lo que lo asaltaba, pero la paz llego pronto a él con un pequeño toque en el hombro y unas palabras. - Lo harás bien Chamuel, que yo te haya elegido no es una cosa al azar, eres muy capaz e inteligente, no tienes nada que temer – dijo Dios en persona - Señor, discúlpame por dudar, pero no es de tu decisión sino de mí mismo al no querer decepcionarte por nada del mundo, nada sería más triste para mí que no cumplir con las expectativas, o lo que es peor, fallarte – respondió - Fallar es parte de nosotros, por eso somos perfectos, lo que siempre funciona no tiene un uso real, la perfección en todo le quita el sentido a la existencia – le dijo nuevamente - ¿Es por eso que nos diste libre albedrio a nosotros y a los humanos? Porque a los ángeles de las tropas y de la guarda no les diste lo mismo, ¿Es que acaso son seres diferentes o es que no los amas? – - Al contrario los amo tanto que les de equilibrio, sus líderes que son ustedes son los que los van a llevar al triunfo o a la derrota, yo soy su creador pero… ¿Qué clase de creador seria si construyera una máquina que me alabara? ¿Qué sentido tiene ser un Dios que solo busca ser amado ciegamente por seres sin voluntad? – le cuestiono a su arcángel - Supongo que pasara lo que pasara nadie te cuestionaría, cualquier ser que hayas creado debería de estar agradecido contigo por el simple hecho de estar ahí, ¿Qué importa si es egoísmo o egolatría? – - Bueno, lo que pasa es que me gusta ver a cualquier ser vivo pasar su vida siendo feliz, muchos encuentran la felicidad sin alabarme, pero eso no es un problema, ese mismo don se lo he dado a las mujeres al tener la capacidad de ser madres, ¿No has visto como dejan de comer y sufren por alimentar a sus hijos? O cuando dicen cosas como ¿Me voy a matar trabajando para que tengan todo lo que yo no tuve? Pues es algo así, yo existí desde siempre siendo todo y siendo nada, cuando cree la vida en ustedes estaba seguro de lo que funcionaria perfectamente pero no estaba seguro de querer hacerlo Lo que yo realmente deseaba era ver voluntad, y sacrificio, sentir orgullo de una creación por más pequeña que ella fuera que se sobrepone a cualquier cosa que pasa en su existencia para lograr una meta importante para él, si yo fuese humano, esa es la clase de humano que hubiese querido ser – respondió a su duda - ¿Cómo es que afrontabas las profecías señor? Me refiero a las que no traían buenos augurios, esas que marcaban un peligro o un futuro que conllevaría muerte o desgracias – - Con tranquilidad, he visto tantas cosas, la traición de Samael fue una de ellas, si yo lo hubiese afrontado en ese momento hubiese juzgado a un ángel que no había hecho nada aun, es decir que habría castigado a un inocente, pero trate de que cambiara de idea con sutileza, me acerque a él, hable tanto como pude sobre todos sus miedos y dudas, pero al final Samael tenía que hacer lo que tenía que hacer para que las cosas tomaran el rumbo que se necesitaba en a existencia, así que tú debes de tener la fortaleza tomar lo que en tu cabeza suceda y no volverte un tirano ni un juez en solitario, recuerda que hasta la maldad tiene un por que, solo confía – Fue entonces que entendió el mensaje que Dios le quiso dar desde aquel momento, miles de años atrás le había dejado encriptado en un recuerdo cuál era su voluntad o como actuaria el en este tipo de situaciones, como siempre, había pensado en todo, espero su momento, llego demasiado pronto. Su puerta se abrió descubriendo tras el a un caballero de armadura roja, Chamuel no tardó en dar la vuelta y aunque se sorprendió un poco por su aspecto, también se calmó muy pronto pues sabía que era exactamente lo que iba a pasar. - No tienes que utilizar tu maldad para impresionarme o causarme terror, se quién eres, se lo que buscas y también sé que haga lo que haga no te detendrás hasta obtener el secreto de la visión, te lo entregare si lo deseas, sin trucos ni trampas – le dijo el arcángel a su visitante El caballero de la armadura roja pronto dejo de lucir tan intimidante, su cuerpo volvió a la normalidad y su presencia lo hizo de igual manera, se acercó a su hermano extendiendo la mano. - ¿Sabes que he visto que vendrías cierto? ¿Por qué crees que estoy aquí esperándote y no revelando tu identidad frente al resto de nosotros?, de los que has dejado en pie por lo menos – le cuestiono - Porque sabes que no podrás hacer nada para detenerme, ni tu ni ellos, este plan que trace desde hace miles de años no se puede parar con una solución de un minuto, aunque me gusta pensar que sabes que tengo la razón en mi búsqueda y que has decidido unirte – le respondió removiéndose el casco - Sabes que no es eso, yo soy fiel al cielo y a lo que representamos desde el principio, pero debo decir que te entiendo, no pienso que seas un monstruo o un loco, pero me preocupa que si ves lo que he visto termines por serlo, a mi casi me cuesta mi capacidad cuando comencé a usar la visión. Recuerdo la del enemigo hibrido, esa me costó demasiado pues recayó en Kandstar y Royal, yo he amado ese par de ángeles desde que eran pequeños niños con alas flotando por todo este lugar, siempre tan voluntariosos y fuertes, su inocencia humana llenándolos de preguntas, siempre se tuvieron el uno al otro y nada más. - Yo también los amo, de la misma manera que los he amado a ustedes siempre, sin embargo estos tiempos nos han llevado por caminos diferentes, pues resulto que tu profecía no era tan errónea aunque no se ha cumplido al cien por ciento, se separaron de nosotros apenas algunos años después exiliándose en la tierra, así que lo más probable es que estén realmente cerca, tienen todo ese tiempo peleando, en este momento están cerca pero creemos que uno matara al otro, tengo que estar ahí para detenerlo o para ayudarlo según convenga a la existencia – le dijo - Si lo detienes tu harás algo mucho peor después al querer ser el monarca, el Dios de todo y si lo apoyas estarás haciendo que la profecía que hemos temido se cumpla, entiendo tu confusión pero no estas actuando con la inteligencia divina de siempre – - Es momento hermano, entrégalo para poder marcharme, tengo una tarea que cumplir, tengo que buscar a los otros tres restantes – le dio con voz firme - Se lo que harás después de que te lo de, lo he visto y no tengo miedo, no importa, pero no quiero que lo hagas a traición saca tu espada frente a mí y después toma mi secreto, así sentiré que aunque me hiciste daño no lo hiciste cobardemente – lo miro a los ojos El caballero se colocó el casco nuevamente y saco su espada sin una gran convicción, la extendió frente a su hermano quien se puso de pie mirándolo a los ojos, Chamuel lo tomo el como con una mano y del cuello con la otra acercándose a él en un abrazo casi mortal, la sangre broto de la boca del arcángel que seguía apretando con toda su fuerza hasta llegar a su oído, no tengo miedo a la muerte, no tengo miedo de mi hermano, tengo miedo de lo que mi muerte hará con él, tengo miedo de lo que a ti te espera en la tuya. Justo antes de caer en el piso el caballero lo vio a los ojos por última vez, por un momento quiso lanzar todo el plan por l ventana y hacer algo para ayudarle, pensó en sanarle pero no quería que transmitiera su identidad a los arcángeles restantes, tenía que moverse rápido y tenía fe en que algún otro ángel le ayudara a recuperarse, si moría sería una tristeza, pero estaba dispuesto a pagar ese precio por su reino, por el nuevo cielo y la nueva paz. El siguiente en su lista se encontraba en camino a la reunión de los ángeles, lo detendría a toda costa… CAPITULO X DECISIONES DE MUERTE Los demonios habían abandonado el refugio de los ángeles, todos se sentían vulnerados y culpables, nuevamente los habían tomado por sorpresa, se habían llevado la vida de tres de ellos en su cara, nadie podía creer que les hubiera resultado tan fácil don enviados y uno de los más importantes desertores habían muerto impotentes bajo los planes de Lilith y ni siquiera Samael que se encontraba con ellos pudo hacer algo al respecto, la fuerza que habían cobrado los príncipes debía estar al nivel de la de los arcángeles, no estaban preparados para lo que venía, así que tenían que moverse rápido de manera ofensiva o perderían la lucha muncho antes de poder hacerle frente. Los chicos no podían creer que habían perdido a lucia nuevamente, ahora seguro estaba a merced de la mujer demonio, asustada y sin saber qué hacer, nadie la podía proteger y se sentían culpables por no haberse podido defender, bajaron con sus padres y sus amigos y le explicaron cada cosa que había sucedido, no lo entendieron inmediatamente hasta que llego alguien inesperado, a simple vista parecía otro de los ángeles pero noto como el resto de ellos hacia una semi reverencia y lo trataban con mucho respeto, se acercó a ellos y les dijo: - Mi nombre es Miguel y esto aquí para ayudar, ¿Qué es lo que ha pasado chico?, dime todo lo que haya pasado palabra por palabra – pregunto el arcángel de cabello blanco Carlos y su hermano no se ahorraron detalles de la lucha entre el príncipe y Kandstar y como había tomado primero a Carlos para su ritual, sin embargo al aparecer Lilith las cosas cambiaron de enfoque pues los objetivos reales eran Deon y Lucia, pero habían hecho creer en principio que Samael tenía algo que ver en aquel ataque o por lo menos que iba por él. Mientras llevaban a cabo la historia alguien bajaba hasta llegar hasta ellos. - Lo que ha pasado es que Lilith ha cumplido con su palabra, no pude detenerla, me ha engañado y se ha llevado al último de los Gyam – dijo Samael viendo a Miguel La tensión entre estos parecía bastante grande, se sabía en la biblia de las batallas que se habían llevado a cabo entre estos dos personajes y por lo que los chicos sabían todo resultaba ser cierto. - No es tu culpa Samael, nadie pudo haberlo sabido, ellos mismos no tiene idea de lo que les ha pegado mientras dormían, me da gusto verte aquí ayudándonos, nos harás mucha falta – le dijo Miguel tratando de romper la tención - Esto ya no es solo por ayudarlos a ustedes, tenemos que salvar a la chica antes de que… no creo que tengamos mucho tiempo, pero no puedo ir solo, necesito al resto de ustedes conmigo, por primera vez del mismo lado – respondió Mientras los arcángeles hablaban con los chicos, Kandstar acompañaba a su hermano con el cuerpo de Deon, los errantes y los desertores estaban unidos en un solo grupo, los enviados esperaban al resto de los arcángeles para que pudieran despedir a su ayudante. Aprilis y Elizabeth estaban lado a lado, Malakiel estaba junto a Sage, Xandre Gladius y Dominatus se encontraban delante de Devine que observaba a la distancia, este último no perdía de vista la conversación entre Miguel y Samael a su vez que volteaba hacia una ventana encima de ellos donde Uriel tampoco despegaba sus ojos de ellos, pero alguien llamo su atención. - ¿Por qué no estas cerca de tu amigo? – pregunto Eclipse - Ellos está bien, no me necesitan – respondió - No me refiero a los errantes, me refiero a Deon, ¿él era tu amigo no es cierto? – insistió - Nunca fuimos nada más que parte del mismo sistema, como mucho de la misma especie – - No puedes engañarme, te he visto antes cuando has sabido de su muerte, tu mirada cambio de ese momento hasta el presente, no sé qué clase de relaciones tengan los ángeles, pero por lo que veo se parecen a los humanos en ese sentido – sonrió un poco - Precisamente por eso debes saber que no se necesita ser muy unidos para tenerse respeto, Deon era mi contraparte, cuando estuvimos en el cielo fuimos guardias de la ciudad de las almas, siempre que volteábamos a la tierra veíamos a los humanos en motocicletas y chamarras de cuero, aunque no decíamos nada eso nos generaba gusto, era como una afición – - Ya veo, debió ser difícil cuando seleccionaron bandos diferentes, ¿Fue ese el problema? – pregunto - Los bandos no existen hechicero, solo existen los motivos, nosotros somos ángeles y ustedes son humanos y sin importar la diferencia de especies seguimos en mismo fin por los mismos motivos, Deon entendía eso, a pesar de decir lo contrario creo que él amaba la humanidad más de lo que amaba a los ángeles, hoy ustedes perdieron a un gran aliado, al mejor de sus amigos y yo perdi otro hermano – termino de decir y se retiró hacia el funeral Eclipse se quedó pensando en las palabras de Devine, los conocía a todos, pero tenía que admitir que de aquellos tiempos en los que les infiltraba información de la secta al momento que estaban viviendo actualmente parecía que todos habían pasado por una metamorfosis, esperaba que todo cambiara para bien. Eclipse no podía despegar su vista de Royal, parecía estar más afectado que nadie, no debe ser fácil ver a tu amigo morir delante de tus ojos y no poder hacer nada, ya no se parezca nada a aquel ángel siempre serio, con seguridad y siempre tan solemne que parecía no tener un ápice de temor o duda, se le notaba deshecho, triste, preocupado, podrían pensar que incluso lucia incierto como si tuviera miedo de lo que estaba por venir. El hechicero pudo ver como Kandstar se acercaba hacia el lentamente, era obvio que tenía algo que decirle, pero estaba cansado, últimamente todo lo que decía Kan no hacia sentido, en cambio las acciones de Royal eran otra cosa, le había salvado la vida en diferentes ocasiones, además de defenderlo de los demás ángeles, y no olvidaría que le dio la oportunidad de demostrar que existía algo bueno dentro de él, sin quererlo en ese corto tiempo se convirtió en algo más que un padre para, un maestro y un guía. - ¿Esto e pone triste chico? No tienes idea de lo que nos espera dentro de muy poco, tu imaginación no está al alcance del sufrimiento y la pena que embargaran este mundo, el dolor no conocerá un fin y la humanidad no tendrá descanso – - Me has repetido tantas veces ese sermón que ya o sé si es verdad todo lo que estás diciendo, o como siempre tratas de utilizarme para alguna otra de tus trampas, ya no creo en nada de lo que me dices incluso lo que Royal mato a mis padres me parece una mentira, creo que solo quieres que haga tu trabajo sucio, si quiere a tu hermano muerto ¿Por qué no lo matas tú? – le pregunto Kandstar lo jalo discretamente por un brazo y lo llevo tras un árbol que se encontraba cerca de ahí, se le quedo mirando fijamente a los ojos y lo tomo por el cuello levantándolo en el aire. - ¿Tú crees que yo tengo miedo de matarlo? Ni siquiera sé si quiero que el muera, pero la profecía está ahí escrita por alguna razón, no me interesan los humanos en su mayoría y si no fuera porque no me quiero convertir nuevamente en el sirviente de un genocida no haría nada al respecto para detenerlo, pero si no me crees está bien, hay algo que no has notado, del otro lado se está llevando una conversación entre Miguel y Samael, la representación de la lucha contra el bien y la lucha contra el mal, no estamos para creer que los buenos son malos ni que los malos son buenos, así que piénsalo. Kandstar lo soltó y se fue del lugar dejando a Eclipse tosiendo en el suelo, se quedó ahí por unos minutos pensando en las palabras de Kan, no parecían una locura después de todo, pero aun así, no sabía que era lo correcto, esperaba que toda esa situación cambiara muy pronto pues el sentía sin necesidad de que nadie se lo dijera que lo que estaba por venir era algo grande. La conversación entre Samael y Miguel seguía su curso, obviamente el primero estaba verdaderamente molesto consigo mismo y todo lo que deseaba era ir en busca de Lilith y de Lucia, sin embargo sabía que no podría vencerlos a todos el solo, y mucho menos con la aparente ayuda que estaban recibiendo, los príncipes del infierno eran realmente fuertes, alguien estaba usando un hechizo, o quizá el traidor estaba haciendo algo al respecto. Los chicos seguian sin entender nada, ¿cuál era el papel de Lucia en todo esto? Pensaron que probablemente ella también era una Gyam y que no lo sabía, al ser un poco más joven que ellos esto la convertiría en la última sangre como habían mencionado, si ese era el caso, tenían muy poco tiempo para actuar y todos parecían estarlo tomando con mucha calma, sin embargo ellos mismo habían visto las peleas de sus rivales y entendían que si se precipitaban no solo moriría Lucia sino que perderían toda la guerra. Miguel miro la confusión del chico y decidió hablar. - ¿No has entendido porque se han llevado a Lucia? Mucho me temo que la cosa es peor de lo que te imaginas, pero tienes derecho de saberlo – dijo Miguel - No creo que lo que estas por hacer sea algo muy inteligente Miguel, guarda tus palabras – dijo Uriel que había bajado de pronto Al ver la confrontación los restantes se aglomeraron en torno a ellos, los papas de los chicos, Armando y Julio, el resto de los enviados y No Mercy también pusieron atención. - Si no se lo decimos y algo sale mal no va a perdonártelo Uriel, se supone que estas a cargo de estos chicos ¿Dónde estabas cuando se llevaron a la chica? – respondió molesto - Fui yo quien trajo a Samael con nosotros, eres tu quien ha estado desaparecido todo este tiempo, me pregunto ¿Por qué de pronto has venido hacia aquí? – - El arcángel Miguel nos ha entrenado y le hemos servido fielmente, él nos envió a rescatar a Santiago y a su esposa, sé que no debemos alzarnos contra un arcángel pero no nos parece justo que se cuestione la lealtad de Miguel – dijo Julio desde atrás - ¿Podrían decirme de una maldita vez de que están hablando? No estoy para un juego de egos entre ángeles, déjense de misterios y vamos por ella, no quiero perderla – dijo triste - Lucia está embarazada hijo – respondió Alma que se encontraba al fondo - Lo supe desde el primer momento que la vi, una madre sabe de esas cosas, y eso convierte al bebé en el último de los Gyam, seas lo que sea que eso signifique, ahora te pido que no pierdas la cabeza, que te controles, que seas fuerte y que no actúes impulsivamente, escucha cuales son nuestras opciones y dejemos que los ángeles nos ayuden – lo consoló su madre El chico se tumbó recargado en la pared con las manos en la cabeza mientras que su hermano se ponía de rodillas tratando de calmarlo, pero él sabía lo que eso significaba, la sangre que necesitaban se encontraba dentro de Lucia, y eso le costaría la vida a ambos, tanto al bebé como a ella y no podía permitirlo. - Debemos de ir por Lucia, debemos derrotar a Lilith y vengar la muerte de nuestros amigos – dijo una voz algo rota Con el semblante destruido y en aparente estado entre el shock y el colapso, se interpuso Royal que no buscaba otra cosa que la venganza por la muerte de su amigo, los desertores y errantes se encontraban detrás indicando el respaldo del ángel. - Tomémoslo con calma, en este momento hay un asunto que se atraviesa primero y que es de vital importancia resolver – dijo Uriel Y así sin más cayeron del cielo los únicos que faltaban, Gabriel y Rafael, los cuatro arcángeles restantes estaban haciéndose frente, entre ellos estaba el enemigo, quien por tanto tiempo había fingido ser su hermano y ahora se había revelado como el traidor de los cielos, lo que estaba por acontecer tendría proporciones épicas, todos estaban esperando ese enfrentamiento, pero no sabían que esperar. CAPITULO XI ANTES DE MORIR Lilith coloco a la chica en una silla cómoda dentro de su habitación, los demonios se encontraban custodiando el lugar en caso que los ángeles fueran tan estúpidos de querer atacarle sin previo aviso, sabía perfectamente lo que tenía que hacer y aunque su lado humano no estaba completamente de acuerdo con lo que estaba por pasar, Lilith bien podría suprimirla un momento cuando el tiempo llegara a su punto clímax. Lucia miro a aquella mujer que cambiaba de rostro constantemente frente al espejo, se dio cuenta que no tendría manera de escapar ante seres de ese calibre que no tardarían nada en encontrarla, así que lo único que se le ocurrió fue tratar de alargar el tiempo que le quedaba tanto como para dar oportunidad a que vinieran a rescatarle. - Matarme no te va a servir de nada Lilith, yo no tengo importancia y de hecho estoy condenad desde hace buen rato, lo que debería de preocuparte es lo que van a hacerte Samael y Devine cuando te encuentren, pero sobre todo yo temería por Royal, no sé si viste su mirada cuando tu demonio rompió el cuello de su amigo, de verdad no quisiera ser tu – le dijo - No me asusta ninguno de ellos niña, estoy aquí para derribar todo lo que fue construido por Dios, quien quiera que desee ser mi enemigo está comprándose un boleto con la muerte garantizada, a quienes sean listos y se unan a mi causa todavía les queda la oportunidad de salvarse – respondió Lilith - ¿Y para eso debes de matarme? Valiente forma de derrotar a todos, utilizando la sangre de una chica para obtener más poder porque el suyo es demasiado bajo para competir con él te los verdaderos seres divinos, debe ser muy triste para ti – siguió presionándola - Ja, ja, ja debo admitir que tienes mucho valor para hablarle así a la persona que tiene tu vida al alcance de sus manos, de haber podido seleccionar otro cuerpo que habitar, el tuyo hubiera sido una buena opción – - Bien, si vas a hacerlo por lo menos dime por qué o en nombre de quien moriré – le pidió resignada - Es mejor que no sepas ciertas cosas, pero te diré de que va todo, necesitamos romper las dimensiones entre el cielo y el infierno, y no solo eso, necesito de la sangre que corre por tu vientre para poder absorber las almas de los guerreros más fuertes que haya, ángeles o demonios ya no importa – - Esos son los mismos planes que Samael me dijo que el arcángel enemigo tenia, no creo que sea una bella casualidad ¿cierto? A no ser que… - - Sus planes ahora son parte de los míos, yo jamás he querido reinar como tal, lo que deseo es ver todo destruido y si para eso tengo que apoyar a un rey nuevo o a un ser superior que traerá beneficios no tengo problemas – En ese momento la cara de Lilith cambio, ya no era más el demonio de antes y volvía a ser esa chica de nobles ojos y carácter fuerte que antes había visto cambiar en la primera mujer. - Tranquila Lucia, todo va a ser rápido, cumplirás una voluntad que destruirá una guerra que ha durado miles de años y que de otra manera no conocería su fin, ¿No te gustaría que este mundo fuera mejor para tu novio y su familia? Si, se todo sobre ustedes, quizá tu no lo sepas pero mucha gente en tu hogar esta de nuestro lado – le dijo Lucero - No me parece esperanzador ser el instrumento de la felicidad de los demás, y no creo que sea ningún consuelo saber que van a derramar la sangre de mi vientre, si te soy sincera no tengo ganas de vivir hace un tiempo, i madre ya no estaba, mi padre era un monstruo que tuve que eliminar, crecí con esa obscuridad en mi vida tratando de dar con esa respuesta ¿Dónde estaba mi mama? ¿Qué pasaba después de la muerte? Mientras más pasaba el tiempo yo me ponía cada vez más obscura y me alejaba a grandes pasos de la gente que me rodeaba, pero todo cambio en un instante, cuando supe de la tragedia que había sucedido con los Gonzales no pude resistir acercarme a ellos, para aquel entonces el hombre aquel me había entregado el libro, pensé que podría apoyarlos moralmente, pero en cuanto sus hermosos ojos violetas se posaron sobre mi supe que todo estaría bien – dijo triste - La historia que me cuentas es hermosa Lucia, es una lástima que no puedan ver el fruto de su amor realizado, pero como te dije todos tenemos un lugar en este mundo y cumplimos con el de la mejor manera – dijo Lucero - No parece que tú te hayas conformado con el tuyo, no pareces una mujer tonta ¿Lucero? Creo haber escuchado que Lilith te llama así, parece más bien que fue tu deseo de cambiar las cosas o que atrajo a tu compañera y eso cambio el destino que tenías, me parece que las cosas pueden ser diferentes – Lucero se quedó pensando en las palabras de la chica, incluso se puso a dudar un poco acerca de lo que estaba por suceder, lo peor es que la chica no parecía saber que estaba embarazada y era mejor de esa manera pues la haría sufrir innecesariamente, sin embargo no quiso dejar las cosas así y se paró de su asiento, le dijo a Lucia que volvería con algo de comer y de beber, pero ese no era el motivo de su repentina salida. Encargo a dos demonios el cuidado y la seguridad de la chica mientras ella caminaba por los pasillos, se proponía a preguntárselo a Lilith cuando ella apareció. - No Lucero, no podemos liberarla ni tampoco hay otra forma de hacer las cosas, la chica morirá y con ella su hijo esa es el único camino de recuperar lo que perdimos – - No me interesa cortar las manos de ángeles o sus cabezas, son seres con miles de años, tampoco veo problema en tomar sangre de los chicos o de la misma Lucia, pero no creo tener lo que se necesita para matar a un no nato y me sorprende mucho de ti, pues tu misma perdiste uno, tú me lo contaste, no entiendo ahora que no te importe matarlos – Lucero se puso seria La voz de Lilith cambio, sus ojos se humedecieron, se tomó un par de segundos para seguir con su relato hasta que finalmente pudo hacerlo sin sentirse débil. - No estoy feliz con el hecho de tomar la vida del niño, si por mi fuera lo evitaría a toda costa, pero sabes que son las condiciones que nos puso para poder seguir adelante y cobrar tu venganza, además que me prometió que tendría lo único que siempre he deseado de vuelta y no puedo tentarme el corazón por nadie si mi mayor deseo está de por medio – - ¿Te refieres a volver a tu hijo? Sé que no debía estar presente en esa conversación, pero lo escuche mientras trataba de esconderme en los laberintos de tu mente, lo siento Lilith y te entiendo, tú también estas tratando de proteger a tu hijo pero… tú me ayudaste cobrar mi venganza sobre el ángel que me hizo cortarle las manos a mi padre así que yo te ayudare a recuperar a tu hijo aunque eso signifique matar a otro, pero en mi corazón aun deseo que haya otra manera – Lilith asintió con tristeza, trato de pensar en otra cosa pues a su mente habían venido esos recuerdos de su hijo, de su perdida y de lo que estaba a punto de hacer para recuperarlo, también era cierto que no quería someterse ante el arcángel traidor en particular pero ya no le importaba nada si al final lograba obtener lo que sentía que la vida y el cielo le debían. No podía negar que estaba sorprendida, de alguna forma Lucero esa como un contrapeso para ella, al principio considero suprimir su personalidad por completo, pero luego de algunas conversaciones se dio cuenta que realmente podía serle de utilidad y que de todas maneras ella no le podría resistencia a sus deseos. Recogió algunos alimentos y un par de bebidas, pero en el trascurso de vuelta antes de llegar al cuarto tuvo un recuerdo de la fugaz conversación que tuvo con aquel arcángel. Había sucedido justo después de haber hablado con Aamon, ella cerro el portal y le dio la espalda, pero un ruido como de electricidad la hizo voltear, un portal nuevo se había abierto y de él salió un caballero con armadura roja sus alas lo delataron, era un ángel o un arcángel, Lilith pensó que habían venido por ella, quizá para detenerla así que jugo a la ofensiva y comenzó a lanzarle un hechizo para inmovilizarlo, pero este no sirvió de nada, el guerrero saco su espada y la alzo en el aire pero en lugar de atacar como era de pensarse la lanzo lejos de ellos, con esto quería dar a entender que no estaba ahí buscando pelea, tenía una misión que nada tenía que ver con la violencia, al parecer tenía algo que decir y si tenía algo que decir, seguramente era porque tenía también que ofrecer y eso me interesaba mucho, pues a pesar de su gran poder y lo que los demonios podían representar, el saber que había una nueva rebelión en el cielo significaría que le vendría bien un aliado con alas. - Nada tiene que hacer un ser de los cielos en este lugar, ¿Quién eres y que es lo que quieres? – pregunto - He venido a ofrecerte un acuerdo de amistad, más que eso, una alianza que nos lleve a la nueva era que necesitamos Lilith, tu aparición no es coincidencia – le dijo el caballero - No necesito ningún trato contigo ni con nadie, yo puedo crear la nueva era que tanto necesito, así que por mi puedes desaparecer y mientras más rápido lo hagas mejor, porque no importa lo que digas no dejaras de ser mi enemigo, aunque por lo que veo eres aquel que está organizando esta guerra, debes estar muy solo traicionando a todos para quedarte con el trono, pero si lo que buscas es compañía estas en el lugar incorrecto – dijo molesta - Tengo a los demonios y a sus sombras, tengo mucha más gente a mi alrededor de la que hubiera imaginado, no es tu compañía lo que busco sino tu firme lealtad, quiero que el filo de tu guadaña y tu magia este de mi lado, pues una vez que hayamos vencido, poder gobernar en el mundo que soñamos y tú siempre tendrás todos los beneficios que habrá – - No necesito las promesas de un ser que es capaz de traicionar a los suyos, ya confié una vez en un arcángel así y las cosas terminaron algo mal para mí – - Yo no soy Samael, él te enveneno desde el principio y te mintió convirtiéndote en su mujer para hacer enojar a Dios, lo que yo te ofrezco es algo que de verdad te hará feliz, algo que hará que tu regreso haya valido la pena – le prometió - Muy bien ¿Qué es lo que tienes para ofrecer? Luces convencido de lo que dices y no voy a negar que la curiosidad está tentándome – - ¿Y si te dijera que puedo devolverte a tu hijo? ¿Te gustaría eso? Apuesto a que es el verdadero motivo de tu rencor – se cruzó de brazos La cara de Lilith se vino abajo, sus ojos y boca mostraban una expresión más parecida a la sorpresa, pero a su vez demostraban enojo y tristeza - No te atrevas a ofrecerme algo que no me puedes dar, estas entrando en un camino muy peligroso y lo que hay ahí no es otra cosa que la muerte – Los ojos de Lilith brillaban, eran completamente negros, no había otro color en ellos una energía negra lo cubría por completo su sombra creció atrapando al arcángel, de pronto este se quedó impactado al sentir el gran odio de aquella mujer, sintió como algo subía por sus piernas y lo asfixiaba a la altura de la garganta, la cara de Lilith cada vez era más increíble, su aura no dejaba de crecer y era más desoladora en cada segundo. El arcángel no tuvo de otra que pedirle con las manos que parara y al ver que esta no lo hacía se sacó el casco de la cara, esto alivio la presión en su cuello, el aura de Lilith comenzó a reducir, su aura era notable que se había sorprendido de ver aquel rostro, Lilith fue recobrando su tranquilidad de a poco, aquel coraje paso a ser sorpresa y después se convirtió en algo de felicidad, el arcángel se recuperó gradualmente de la asfixia a la que estaba siendo sometido, quedo impresionado por el poder que Lilith había obtenido en combinación con la magia de la secta, era peligrosa y eso le venía bien. - ¡Parece que las cosas si pueden cambiar después de todo! Me sorprende un poco, pero no mucho realmente, tú y el siempre fueron muy similares, y a la vez tan diferentes – dijo Lilith - No soy para nada como el, yo tengo verdaderos motivos para desear el cambio, Samael solo era un niño queriendo la herencia de su padre antes de que muriera, así que tomo un grupo de ángeles idiotas y decidió que sería buena idea luchar contra un ejército, ese no es mi caso – respondió con desdén - Nunca conociste los verdaderos motivos de Samael porque nunca le preguntaste directamente, nunca fuiste capaz de ver en el todo lo que hizo por ustedes, pero bien, eso ya no importa – - Samael jamás haría algo por nadie que no fuera el mismo, es incapaz de sentir amor por cualquier otro ser, te abandono incluso a ti después de usarte y hacer que te expulsaran del primer Edén, abandono al resto de sus rebeldes al no desear morir con ellos, él no es ningún héroe ni ningún mártir, no merecía ser un arcángel – le grito a Lilith - No hay nadie en toda la existencia que guarde más rencor a Samael de lo que yo lo hago, no existe quien con toda su fuerza desee desaparecerlo y vengarse de todo lo que le hizo y sin embargo admito su bondad, es algo que en este momento no reconozco en ti, pero supongo que eso no me beneficia ni me afecta, lo único que deseo saber es… - ¿Dónde está? ¿Qué ha sido de él? Esas son las preguntas más obvias que una madre podría hacer al respecto – respondió el arcángel - ¿Y bien? ¿Qué puedes decirme al respecto? – pregunto nuevamente Lilith - Que se encuentra bien, todos estos años ha estado en la ciudad de las almas, él sabe que no pertenece ahí pues él está vivo, pero debimos llevarlo ahí pues la parte no divina que le heredaste hace que el envejezca como un humano, así que solo en un lugar como ese podría vivir por siempre, en este momento a pesar de tener mas de 2000 años, tiene la apariencia y la inocencia de un pequeño de 3 años, es amado por todos y no hay nadie que no se divierta con sus travesuras y ocurrencias, mis hermanos y yo pasamos gran tiempo con él, Dios no quiso eliminarlo, pero en principio pesamos que se quedaría en la tierra y moriría como humano, pero pudimos disuadirlo de que su lugar era con nosotros – El relato del arcángel conmovió el corazón de Lilith de inmediato, metafóricamente Lilith estaba de rodillas, pues su futuro se encontraba en manos del nuevo enemigo de los cielos, no le quedaba otra que ser su aliada y llegado a este punto, sabía que haría cualquier cosa que este le pidiera sin importar que fuera, pero había tres puntos importantes en lo que el arcángel quería a cambio. - Quiero la Sangre de los Gyám, los secretos de mis hermanos y el alma de Samael – - No me interesa nada de lo que me estas pidiendo, así que por mi está bien mientras me garantices la supervivencia de los míos y por supuesto la extinción de las especies y clanes, si pretendes ser mejor que tu padre comienza por no hacer lo mismo que el – - Por supuesto que no seré como el, y claro que no habrá mas segregación entre las creaciones que haya, todos tendrán valor y serán escuchados – respondió el - Espera, ¿Cómo sé que lo que me dices sobre mi hijo es verdad? ¿Cómo sé que está vivo? – - Te tardaste demasiado en hacer esa pregunta – sonrió El arcángel utilizo una de sus habilidades para generar un reflejo en la pared donde apareció un pequeño niño de cabello blanco igual que el de ella y Samael, los ojos rojos más brillantes que jamás hubiera visto, sus labios eran tan iguales a los suyos que se los toco con la mano mientras los veía. - ¿Entonces, ahora me crees? – pregunto muy confiado - Si… - respondió sorprendida, con los ojos vidriosos - Pues entonces ayúdame crear un mundo en el que valga la pena vivir, se tiene que hacer lo que se requiere para obtener lo mejor, ya basta de ser indiferentes y tibios ante una realidad que nos golpea en la cara, los humanos son idiotas y egoístas, los ángeles son indiferentes y fríos, los demonios solo conocen la maldad porque Samael no les dio nada más que eso, pero la vida de todos puede cambiar para bien, y lo único que pido es ser quien se encargue de mantener el orden, es un pequeño precio a pagar por lo que tendremos en nuestras manos – - No tienes que convencerme más, solo entrégame a mi hijo en cuanto hayas vencido – seguía impresionada El arcángel volvió a colocarse su casco, asintió con la cabeza y se marchó de inmediato, se prometió que pasara lo que pasara recuperaría a su hijo, no importa si eso significaba cometer la atrocidad de acabar con todos los demás seres. De regreso de sus recuerdos Lilith sabía que tenía que preparar todo para el ritual, era momento de que su aliado se revelara al resto de sus hermanos y todo podría pasar, ella solo tenía que esperar atenta y mientras lo hacía intentaría calmar a la chica tanto como pudiera, era una lástima lo del bebé, originalmente iba por el hermano menor le hubiera sido mucho más fácil saber que moriría el en lugar de un inocente. Entro en la habitación y alimento a la chica, ella se veía contenta de poder comer, sabía que no podría escapar, así que la dejo andar libre por la habitación, se quedó mirándola por horas pensando en cómo convencer al arcángel de causarle el menor dolor posible, pero moriría y eso era seguro, no importaba si tenía que hacerlo ella misma esa noche con tal de tener nuevamente a su hijo entre sus brazos. Desgraciadamente no presto atención por completo en los sentimientos de su lado humano, a pesar de su promesa, precia que Lucero no estaba muy convencida… CAPITULO XII LA MUERTE EN TRES TIEMPOS Los ángeles no entendían mucho de lo que estaba sucediendo, sin embargo se unieron en torno a los cuatro arcángeles que estaban reunidos, los humanos se encontraban ahí de igual manera resguardados por quienes pertenecían a la orden de Miguel, la conversación era muy tensa, nadie parecía saber quién era el traidor del que tanto hablaban, Samael tenía los ojos cerrados y escuchaba cada cosa que decir, como si estuviera evaluando las múltiples posibilidades y recreando los escenarios en su mente. - Revélate de una buena vez, dinos porque nos has traicionado y prometemos tener consideraciones por todo el tiempo que has estado con nosotros – apunto Miguel a Gabriel - ¿Por qué acusas a Gabriel? ¿Qué pruebas tienes? – pregunto Rafael - Me acusa injustamente y de manera equivocada porque no estamos de acuerdo en la forma en la que las almas han sido juzgadas últimamente, pero es mentira, no soy yo quien ha traicionado a todos – - Tu Gabriel has odiado a los humanos desde el principio, nunca te pareció que esa creación fuera más importante que nosotros – le dijo Uriel - Es verdad nunca he sido un fiel seguidor de la humanidad, sin embargo están siendo muy hipócritas, ninguno de ustedes los ama ni los quiere y todos sienten el mismo abandono que yo desde que ellos existen, solamente que yo tengo el valor de admitirlo – respondió Gabriel - Eso es verdad y ninguno de ustedes puede negarlo de ninguna manera, yo conozco sus corazones – interrumpió Samael - ¿Y si el enemigo no está entre nosotros cuatro? ¿Y si es alguno de los otros? – dijo Rafael - Vengo del cielo, Zadquiel y Jofiel están heridos, no pueden despertar, pero están bien, sin embargo Chamuel tiene los minutos contados, fue atravesado con una espada – - Tu eres quien viene del cielo, mucho me temo que no hay nadie de quien sospechar sino de ti, admite tus culpas y revela porque lo has hecho – le dijo Rafael - Lucia nos contó que quien le entrego los libros fue un hombre alto de ojos amarillos o dorados, tú eres el único que los tiene de ese color – dijo Uriel - Están cometiendo un error, no sé quién de ustedes tres sea quien quiere culparme de esto pero no te lo permitiré, buscare la manera de probar que yo no he sido – dijo Gabriel amagando con volar Una mano lo tomo del hombro y detuvo que huyera, el arcángel evidentemente molesto removió su mano de un golpe. - Lo lamento pero nadie puede irse de aquí, nos guste o no la única manera de probar que ninguno de ustedes es el traidor es no alejándose y quedarse hasta el final – dijo Samael La tensión entre el resto de los ángeles era evidente, muchos querían estar del lado de Gabriel y algunos otros del resto de los arcángeles, parecía que antes de ir por la Lucia tendrían que pasar por una guerra interna, donde todos estaban tomando bandos, Royal y Kandstar, junto con sus grupos ya estaban en guardia, este último aprovecho para acercarse a Eclipse. - Pon mucha atención a esto niño, ya que no confías en mí, esto es una pequeña muestra de lo que está por pasarle a tu especie a manos de los ángeles que de verdad son malos – Eclipse repetía ciertos hechizos de ataque y protección solo por si acaso, pero las palabras que Kan le dijo estaban poniendo en duda su voluntad de no hacer nada que él le dijera. Gabriel no soporto más las constantes acusaciones de su hermano y se lanzó en contra de Miguel en un ataque frontal, Miguel los esquivaba con pocas dificultades mientras que su hermano le reclamaba. - No puedo creer que nos hayas convencido de darte nuevamente la armadura de Dios, tú debes de ser el traidor, ¿Por qué otro motivo estarías acusándome con esa seguridad? – gritaba Gabriel Ninguno del resto de los arcángeles se involucró, mientras que los ángeles y los humanos eran espectadores que en cualquier momento podrían pasar a formar parte de la batalla, todos tenían la impresión de que las muertes no habían hecho más que comenzar y si el enemigo de los cielos triunfaba, no habría fin. Miguel seguía defendiéndose una y otra vez hasta que decidió pasar a la ofensiva usando solo sus puños, esquivo un golpe de espada de Gabriel y lo impacto en la boca con la mano derecha, esto saco de balance a su hermano a quien inmediatamente conecto con una patada mandándolo al piso. - Basta Gabriel, no podrás vencerme y lo sabes bien, además sin tu secreto en tus manos podrás morir si decido ir en serio – le grito Miguel Nadie tenía a intención de para la batalla, era momento de que a base de lo que fuera se supiera la verdad, pero algo que nadie esperaba estaba a punto de suceder. Uriel quien miraba la pelea cayó desplomado al suelo atravesado por el ataque de Rafael, directo en el abdomen, Gabriel se fue inmediatamente en ataque contra él, mientras el resto de los ángeles se acercaron a tratar de atender a Uriel quien yacía en el piso lleno de sangre apenas consciente. Gabriel golpea a Rafael dejándolo en el suelo, Miguel se paró a su lado y lleno su mano con una energía azul, ese momento fue crítico para todos, pero aun lo fue más para Samael quien abrió sus ojos y sonrió. - Nos has mentido y nos has dividido, tu castigo es la muerte Rafael, no tendré contemplaciones contigo como tú no las has tenido con los dos arcángeles de los cuales tomaste su vida a pesar de ser tus hermanos, esto es por Uriel y Chamuel – alzo su mano Miguel Nadie intento hacer nada para rescatarlo, a excepción de uno solo de los que se encontraban ahí, no era otro que Samael, corrió a toda velocidad pero en determinado momento se detuvo sin poder moverse, tuvo que quedarse mirando como la mano de Miguel descendió tomando la vida de Rafael al instante, se dio cuenta entonces que su teoría desde un principio era correcta. Miro en todas las direcciones tratando de buscar a quien lo había detenido, pero no podía distinguirlo. - Alguien está usando el secreto de Rafael, alguien me ha detenido, el traidor es Miguel, él es a quien deben detener no a mí – grito con fuerza Daniel recordó que lo último que vio de Deon era como le entregaba los secretos a Royal, por lo que si alguien estaba usándolos debía ser él, quizá Kandstar tenía razón, podría ser que finalmente Royal fuera el de la profecía y se hubiera aliado con Miguel si es que realmente era el traidor. Eclipse preparo su energía estaba listo para matarlo. Todos los ángeles comenzaron a buscar a quien estaba deteniendo a Samael, se armó un alboroto pues no sabían a quién debían de creer Royal se fue de inmediato contra Kandstar, golpeándolo sin piedad una y otra vez, Devine fue de inmediato al lado de los chicos e Ilena trato de poner a salvo a No Mercy. Aprilis intento detener a Royal pero Elizabeth la intercepto de inmediato, Sage y Xandre hicieron lo propio con Dominatus Gladius y Malakiel, estos dos grupos no paraban de acusarse y atacarse, pero lo que ocupaba la preocupación de todos fue la manera en la que Samael comenzó a luchar con Miguel, una pele épica y pareja por demás decir. - ¿Por qué Miguel, por qué tú? – pregunto Samael a su hermano - ¿Cómo lo has sabido Samael? Se supone que he sido muy cuidadoso en todo lo que he hecho – respondió Miguel - Lo supe casi desde el principio, pero no quise encararte hasta no tener las pruebas, cuando escuche lo de los ojos amarillos descarte a Gabriel, él no es un gran guerrero pero no era ningún tonto, el dejar ver nuestros ojos es una revelación de identidad pues físicamente todos nos parecemos, después te vi acusándolo personalmente, y escuche lo de la armadura de Dios que hora esta en tu poder me di cuenta que tenías todo a tu favor, igual que los manipuladores, pero además de todo usaste la energía del secreto de Jofiel – - Supongo que me lo dices de un manipulador a otro, ¿sabes una cosa Samael? Cuando mande a Leviatán a reclutarte pensé que verías la oportunidad tu sobre todo de levantarte de la humillación que mi padre te hizo, casi estaba seguro que tú me entenderías, pero tu negativa me dejo en claro que te habías sometido y que Dios logro lo que quería contigo - le reprendió Miguel Gabriel se había quedado en shock con la muerte de Rafael, él lo había permitido, si bien había sido engañado el ver el cadáver de su hermano frente a él reviviendo el momento de Miguel cortándolo que pasaba una y otra y otra vez, y es que tenía que admitir que por un momento cuando la culpa recayó en alguien más se sintió aliviado y con el desdén de quien está molesto, dejo que su hermano dictara la sentencia y la ejecutara demostrando así que en el fondo lo que Gabriel más quería era que dejaran de acusarlo sin importar que otro recibiera la culpa. - Y dime Miguel ahora que has asesinado a tantos ángeles y arcángeles ¿Qué te hace pensar que el resto te seguirán? Y sobre todo, ¿Qué te hace pensar que no te detendré? – - El poder, eso es todo lo que necesito para que hagan lo que necesito, pronto todos en la ciudad de las almas no tendrán otra opción que seguirme, quizá tome a tu pequeño hijo bajo mi manto y lo convierta en el nuevo rey del infierno después de por supuesto haberte eliminado, ya te he vencido antes y puedo hacerlo nuevamente – le reto - Yo también te he vencido, pero aquella vez decidí no matarte porque aun guardaba un poco de respeto por ti, esta vez no tendré piedad – Los dos arcángeles se prepararon para pelear mientras todos veían a la distancia lo que sucedía, no todos querían tomar partido pero ante el estado de Gabriel y las heridas de Uriel tenían que tomar partido por alguno de los dos bandos, pero no solo esa pelea se estaba llevando acabo, en la distancia otros guerreros chocaban en una guerra sin cuartel. - ¿Cómo es que puedes tener tan poco respeto por la vida de los demás Kandstar? – grito Royal mientras lo golpeaba - Al contrario Roy, soy yo quien ayudara a Miguel a destruir las clases que tanto defiendes en nombre de Dios, pronto todos seremos uno y este lugar será gobernado por seres capaces, pudiste ser parte de esto pero tu honor de basura y tu lealtad a un Dios que dejo de mirarte a los ojos es más grande que la que tienes por tus hermanos, eres patético y no sirves para el nuevo mundo - respondió - Mi lealtad es con el respeto a cada ser individual como fue creado, no las abominaciones que pretendes crear a un lado de Miguel, ambos están atentando contra las leyes con las que son regidos todos los seres de la creación, pero no voy a permitirlo – Kandstar y Royal se entrelazaron en una pelea en la que no estaban usando armas, los golpes eran constantes entre ellos, pero quizá por el momento de rabia, era Royal quien estaba venciendo, la sangre de su hermano rodaba por sus mejillas y boca, además de que ya la tenía en sus nudillos también. El errante sin embargo al verse superado fue quien desenvaino la espada y la alzo en contra de su hermano esperando acertar un golpe que a la postre fuera mortal y lo declarara como el vencedor, pero tenía un as bajo la manga o quizá dos, comenzó a moverse alrededor del espacio donde luchaban en una especia de baile defensivo, Royal trataba de identificar los patrones para sortear a su hermano, saco su espada y trato de ir en contra de él, sin embargo este le atrapo en un campo de energía, pues con el filo de su espada había dibujado un hechizo a base de runas que lo detuvo por completo. - Siempre tan predecible Roy, tu derrota el día de hoy se basara en tu estilo olvidado y poco atrevido, nunca vas a estar a mi altura, mi astucia está por encima de ti – le grito confiado - Eso es lo que tú crees Kan, pero a diferencia de ti yo nunca lucho por mí, siempre lo hago por los demás y e retribución, jamás lucho solo – sonrió El errante comprendió muy tarde a lo que se refería su hermano, lo único que sintió fue un golpe que lo mandaba directo al piso casi noqueado, cuando volteo la vista en búsqueda de su atacante, pudo ver a Uriel parado frente a él. - Nosotros tendimos la trampa desde el principio, sabíamos que no resistirías robar el secreto de Rafael, así que hicimos una apuesta y me quede con el secreto de Gabriel, lo cual me permitió no morir por el ataque de quien fueras a utilizar una vez que usaras el control mental. Uriel se acercó a Kan queriendo extraer el secreto de su armadura pero no contaba con que Gabriel en un ataque de inestabilidad emocional se lanzaría en su contra tratando de recuperar su libro para utilizarlo con su hermano fallecido y resarcir su error. - Dame ese libro Uriel, ¿Cómo es que has dejado que pasara todo esto? Tenemos que traerlo de vuelta no podemos dejarle así – le dijo histérico -Teníamos que hacerlo Gabriel, tu debiste detener a Miguel y dejaste que lo liquidara mientras yo aún me recuperaba, sabes perfectamente lo que pasara si usas el secreto en un ser inmortal – - No me interesa nada de lo que tengas que decir, no voy a vivir sabiendo que el murió porque no fuimos capaces de protegerlo, prefiero mil veces la muerte definitiva – respondió - Es tu decisión, pero no tomare partido en ello y ahora aléjate de aquí ya que no tienes la fuerza de luchar por lo que es correcto – Uriel le arrojo el libro Gabriel lo tomo de inmediato y corrió directamente hacia el cuerpo de Rafael, Uriel quiso ir de nuevo por Kandstar pero fue interceptado por Julio y Armando que no lo dejarían avanzar. Kandstar se recuperó del golpe de Uriel y se dio cuenta que tenía un poco de tiempo ya que Royal seguía atrapado, Gabriel estaba concentrado en revivir a Rafael y Samael se batía en un duelo con Samael. Era por todos bien sabido que el secreto solo se podía usar de una manera en seres inmortales, al no tener edad para intercambiar un tercio de tu vida, el pago seria el total de la eternidad por lo que lo único que sucedería es que Gabriel moriría en pro de que su hermano volviera, los enviados trataron de persuadirle pero este no los tomo en cuenta y los alejo. Reik seguía en shock, este no podía creer que su maestro fuera el traidor que se había encargado de eliminar a tantos de los seres que habían sido creados, no sabía cómo sentirse al respecto o si debería de apoyarlo, así que fue hacia donde se encontraba para cuestionarle. Samael luchaba utilizando su tridente en contra de Miguel quien finalmente había mostrado su verdadero ser, su cara se había resquebrajado y llenado de corrupción, desprendía un aura obscura y sus alas ya no eran blancas, usaba la armadura de Dios que había utilizado la primera vez que derroto a su hermano, además de todo esto contaba con el secreto del guerrero el cual te convertía en el ser más poderoso en destreza en la batalla, no solo el más fuerte sino el mejor para la estrategia, Samael estaba en problemas ya que la ventaja favorecía a quien más artículos celestiales tenía en su poder, sin embargo el también poseía su poder y esperaba poder hacerle frente de alguna manera. Miguel agito su espada queriendo herir a Samael quien bloque el ataque con su tridente, uso su mirada para tratar de paralizar a su hermano pero este esquivo sus ojos y lanzo un golpe más esperando alejarlo lo suficiente. - No vas a dañarme con algo tan sencillo, conozco todos los trucos del arcángel caído, y pase lo que pase serás derrotado y eliminado bajo mi espada – le dijo - Cuento con que eso creas Miguel, pero de la manera más dura te darás cuenta de que el mejor truco que hice alguna vez en mi existencia, fue hacerlos creer que sabían todo de mí – Samael encajo su arma en el suelo haciendo que la tierra temblara y logrando que de las grietas emergieran cadenas de hielo que atraparon a su hermano, cosa que por supuesto dejo sorprendidos a todos los presentes. Muchos habían visto o por lo menos conocían de oídas del poder místico del rey del infierno pero al parecer este aún tenía mucho que demostrar. Estaba por asestar un golpe a Miguel utilizando su arma, pero tuvo que detenerse en cuanto Reik se interpuso, evitando así que la pelea continuara su curso. - Espera, no puedes hacerle daño Samael, no hasta que me haya explicado por qué está haciendo todo esto, y el por qué me engaño de esa manera – le dijo el ángel - Siempre has sido un ayudante listo Reik, tu sabes que yo te tome bajo mi manto cuando nadie más se fijaba en ti, sin embargo la razón por la que no te dije mis planes tiene un trasfondo importante, la primera es que no quería que tuvieras esa disyuntiva hasta no tener el libre albedrio, de lo contrario no tendrías a fuerza de ver más allá del bien o el mal, la segunda y más importante es que necesitaba protegerte, de los demás y de ti mismo, lo que estaba por hacer podría representar una carga demasiado pesada que no quería que estuviera en tus hombros – dijo Miguel quien estaba atrapado - No dejes que sus palabras te engañen Reik, obviamente no solo te mintió a ti, sino a todos los demás que juro proteger, mato hermanos inocentes, hermanos que tu conocías y amabas y que te amaban a ti, si es capaz de eso para guardar un secreto entonces nada bueno puedes esperar de el – dijo Samael - No le escuches Reik, después de todo estás hablando con el rey de los engaños y las mentiras, nadie nos consto tantas vidas como el, en el cielo aún tenemos el memorial de los que amamos y fueron eliminados por los ejércitos de la rebelión de Samael, mis motivos están basados en un régimen que tiene un Dios ausente, su pelea fue por motivos egoístas y rencores personales además de su hambre de poder – respondió Miguel - Puede haber un poco de cierto e sus palabras Reik, pero tu mejor que nadie sabes que no hay diferencia entre asesinar por el bien de uno o por el bien de todos, pues los muertos no recibieron la supuesta justicia por la que dice estar peleando, no dejes que te venda la idea del bien de todos cuando demuestra que incluso sus hermanos son solo criaturas desechables si no están de acuerdo con el o si ponen en peligro sus deseos de ser el nuevo Dios – apunto Samael Mientras todo este momento se llevaba a cabo, del otro lado Uriel luchaba contra dos humanos que se hacían llamar la orden de Miguel, trato de disuadirlos para no tener un enfrentamiento pues al ser humanos no quería tener que eliminarlos, sin embargo no tenía idea de que tan fuertes podrían llegar a ser este par en batalla, ellos no obedecieron ni tomaron consejo y se prepararon para la pelea contra uno de los arcángeles. Fue entonces que todos escucharon el quejido de Gabriel, quien acababa de entregar su alma en intercambio de la de Rafael y quien parecía estar vivo ahora pero seguía desmayado y sin fuerza. El cuerpo de Gabriel fue recogido por los enviados quienes también ayudaron a Rafael a sentarse recargado en un árbol mientras intentaban reanimarle. No era lo único que sucedía en ese instante, pues habían cometido el error de no tomar de manera rápida el secreto que Kandstar poseía, este busco rápido con la mirada y encontró a su objetivo, Eclipse. El hechicero levanto sus manos haciendo una cantidad de energía esférica que dejaba sentir un poder devastador, el gritaba mientras su cuerpo se movía sin que él pudiera evitarlo. - Detente Kandstar, no me obligues a hacer esto, suéltame – - Escúchame bien Eclipse haya algo que debo decirte, tú no eres como el resto de los humanos de la secta, tu potencial tiene una razón de ser, tus padres no murieron a manos de Royal como te dije en un principio, tus padres están vivos tu madre está bajo protección y tu padre, bueno él es quien ha estado más cerca de ti que ningún otro, soy yo – revelo Kandstar Eclipse se quedó en una especie que quiebre emocional al recibir la noticia, toda su vida fue engañado por el ángel con el que juro por medio de un trato, se convirtió en parte de una secta asesina para ayudar alguien que le había mentido desde la primera vez y ¿para qué? Para obtener el conocimiento de la secta y servir como un topo infiltrado, pudiendo buscar a su madre y saber porque le abandonaron. Estaba tan metido en sus pensamientos que no se dio cuenta que la energía que había credo apuntaba directamente a Royal que seguía sin poder salir del campo de runas. - ¡Daniel! Escúchame, pon mucha atención – dijo Royal El hecho de que le hubiera llamado Daniel cuando le grito parecía haberle hecho regresar un poco la atención en lo que estaba sucediendo, trato con toda su fuerza de eliminar la energía que había creado pero no le era posible. - No puedo pararla Royal, no sé qué hacer, dime que hacer por favor, no quiero matarte, detente Kandstar hare lo que quieras – grito - Pon mucha atención muchacho, eres lo más cercano que he tenido a un hijo, no importa lo que hagas, no importa a donde vaya siempre voy a recordarte justo como al resto del grupo, pero con cariño especial, por mostrarme lo mejor que la humanidad puede dar – Royal lo miraba a los ojos Eclipse se deshacía en lágrimas y esfuerzos mientras que veía a aquel ángel que lo salvo una enorme cantidad de veces y que creía en él, gritaba sin cesar esperando que alguien le ayudara pero todos estaban e batallas personales, los errantes frenaban a los desertores, los enviados se encontraban demasiado lejos y Devine se encontraba protegiendo a los chicos además de que Samael luchaba con Miguel y Uriel con la orden de miguel, no parecía que nada pudiera detener lo que estaba por pasar. - Dentro de ti hay una gran fuerza, algo que no puede ser borrado, desde el momento en que te vi supe que eras especial, no seas como tu padre y no te dejes engañar por la obscuridad que el poder ofrece, se mejor que él y se mejor que yo y por favor, detenlos, detenlos a todos en mi nombre – dijo Royal - Kandstar, basta, basta, hare lo que sea, despareceré, no te molestare más, no usare magia contra ti pero por favor no lo hagas, no me obligues te lo suplico, no le hagas esto a tu propio hijo, ya me has mentido y abandonado, no me conviertas en tu asesino personal – le suplico - Ya estás haciendo exactamente lo que quiero, ya entenderás el porqué de todo esto y lo arreglaremos, naciste para ser grande a mi lado y no un llorón como mi hermano, juntos gobernaremos este lugar y nunca más sufrirás tu ni nadie, te prometo que así será, pero en este momento debes de pasar por esto para obtener tu verdadero poder y sobre todo tu verdadera lealtad – La energía se desprendió de sus manos y fue lanzada directamente hacia Royal, todo pareció suceder en cámara lenta, las miradas de todos miraron al chico que con lágrimas en los ojos suplicaba detener la energía, Kandstar reía con una mirada que impresiono al mismo Samael, todos los desertores y el mismo Uriel trataron de hacer algo al respecto, pero ni siquiera Samael pudo llegar. Justo antes del impacto, la sonrisa de Royal era serena, parecía que estaba resignado, se despidió viendo a su sobrino queriéndole hacer saber que no lo odiaba. El impacto fue brutal, el cuerpo de royal quedo atrapado en la prisión de energía, inerte, desangrado y sin vida, pero a lo lejos todos pudieron ver que aún conservaba esa sonrisa serena, llena de paz que les regalo hasta la muerte. - ¡Royaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaal! – el grito provino de todos lados Todos vieron con tristeza como no pudieron salvar a su amigo, a su líder, pero no tuvieron tiempo para llorar, las batallas seguían y las cosas parecían no mejorar sino al contrario, pues después de todas las pérdidas que se venían encima, los ángeles parecían seguirse dividiendo en grupos. Reik cargaba con una de las responsabilidades más grandes, al no haber más figura de poder que la de Miguel y que además era a quien más respetaba en toda la existencia debía de decidir de qué lado estarían el resto de los enviados Virtus, Ilena y Jos se encontraban ahí, todos deseaban detener a Miguel, pero no querían volverse a equivocar, Radial sin embargo trataba de convencerlos de que no debían esperar ningún veredicto, tendrían que estar del lado de Uriel y los otros. - Lo siento Samael, no puedo seguirte ni a los que te ayudan, pase lo que pase seguirás siendo el arcángel caído, he tomado mi decisión – Dijo Reik Se quitó del centro de la lucha, tomo a Rafael y ordeno a los demás subir al cielo con el resto de los arcángeles , tomaron el cuerpo de Gabriel, Ilena se lanzó a prisa mientras Kandstar seguía débil y tomo el secreto de Rafael, se acercó a No Mercy y se despidió de él diciéndole que huyera con los suyos tan lejos como le fuera posible y abandonaron el campo de batalla con Rafael y su secreto, sellarían las entradas del cielo, la ciudad de las almas y prepararían las tropas, aun sin saber quién sería quien invadiría primero. Samael vio cómo su ayuda mermaba pero por lo menos Miguel seguía detenido gracias a sus cadenas de hielo, sin embargo también sabía que no podrían dañarlo pues contaba con el secreto de la protección de Zadquiel, el del guerrero que le pertenecía, el de la visión de Chamuel y el de la energía de Jofiel, así que lo único que se le ocurría era mantenerlo cautivo e inhabilitado para usar sus habilidades, quizá el pudiera ser la moneda de cambio para ir por Lucia, no lo sabía pero por lo pronto no había mucho que hacer. Uriel seguía recibiendo ataques de los dos humanos que al ver en problemas a Miguel lo olvidaron y fueron en camino de su ayuda, Kandstar estaba casi recuperado, se puso en pie y miro como Eclipse estaba tratando de llegar al cuerpo de Royal. Uriel fue en busca de Kandstar para hacerlo pagar, pero los errantes se reagruparon en torno a él abandonando los combates, el resto de los desertores fue en búsqueda del cuerpo de su líder Royal. - Sellaste tu destino Kandstar, tú y tu grupo son enemigos y no serán vistos como nada más que un grupo de asesinos, mataste a tu hermano y me encargare de que te cueste una eternidad de tormento, no solo eso, no veras descanso, te lo prometo – dijo Uriel Devine que se encontraba con Alma y Santiago además de No Mercy y los hermanos, vio llegar a la orden de Miguel a la pelea con Samael, a pesar de no habérselo solicitado, comenzó a luchar a su lado en acto de franca rebeldía contra los errantes, parecía que su lealtad había cambiado. No Mercy y los humanos trataron de ponerse a salvo, pero en cierta forma quizá alejarse era aún más peligroso, Radial se quedó con ellos mientras que todo pasaba. Eclipse no se sentía bien, estaba sufriendo una especie de dolor agudo en el cuerpo, pero trataba de ignorarlo pues quería ver a Royal, Kandstar por su parte comenzó a cambiar de aspecto, se parecía cada vez más a Miguel, sus alas se opacaron, un aura negra lo recubría y su piel comenzó a quebrantarse como la de los seres corruptos. Se estaba cumpliendo la profecía, pero no era el único que estaba cambiando. El dolor de Eclipse se intensifico al punto de dejarlo tirado en el piso boca abajo, su espalda se contorsionaba de maneras inhumanas y formando bultos en ella que daban un aspecto grotesco, trataron de ayudarlo pero este los alejaba con las manos, gritaba con mucho dolor, todos se miraban sin saber que hacer solo hasta que Uriel dijo algo todos entendieron. - Es un hibrido creado por Kandstar como tal posee nuestra sangre y ha despertado después de lo de hoy, sin embargo ha tenido la mala suerte de haber usado sus poderes por la fuerza en contra de un ángel, así que no sabemos qué clase de sangre despertara en el – Kandstar observaba maravillado lo que había conseguido, tenía la esperanza de que su hijo despertara como un ángel obscuro poderoso y hechicero que sirviera a sus propósitos, todos pensaron por tanto tiempo que solo había dos opciones, que él o que Royal fuera el nuevo enemigo, pero no vieron que existía la tercera opción de crear a alguien más. Finalmente el proceso de cambio termino, un destello de luz los cegó por un momento. Eclipse había renacido, su habito rojo había sido perforado por dos alas enormes de color dorado, nunca se había visto un color de esos, sus ojos eran negros en su totalidad, sin otro ápice de color en ellos, su cabello era plateado y una armadura de energía lo cubría, era blanca con toques rojos como su habito, parecía que había nacido un hibrido perfecto, pero ¿de qué lado estaría su voluntad? - Por fin llegó el momento, y no hay tiempo para juegos ni para mentiras es momento de que todo termine y todo acabe – dijo Kandstar entre carcajadas El nuevo ser no emitía palabra alguna, ni siquiera se movía, pero cuando finamente lo hizo fue demasiado rápido para que los ángeles presentes pudieran hacer algo, con un movimiento de su ano destruyo las runas creadas por Kandstar, tomo el cuerpo de Royal y se elevó un poco del suelo. - ¿A dónde vas Eclipse? No puede irte aun – le grito Kandstar a lo lejos Pero lo que recibió fue una mirada fría que comenzó a causarle daño y a hacer que se retorciera como un gusano en el piso, Dominatus quiso detenerlo lanzando su espada pero el nuevo ángel la detuvo atrapándola en el aire, al parecer poseía más habilidades de las que se esperaba, fue finalmente Aprilis quien intervino. - Detente chico, no sé cuáles sean tus deseos, pero entiendo que tienes motivos, fue la primer persona que te cargo cuando naciste, fui yo quien te adopto como hijo y te cuido los primeros días de tu vida, eso hasta que Kan decidió que debías de ser cuidado por otra familia y me alejo de ti, he deseado volver a encontrarte por tantos años y por fin doy contigo, sé que tu poder es nuevo, pero debes calmarte – intento Aprilis El ángel volteo a verla y solo le dedico una sonrisa pero no se fue sin antes hacerle saber con unas palabras frías - Nada de eso me importa más, voy a castigar a todos y cada uno de ustedes, todos los renacidos volverán al infierno, todos los demonios serán destruidos y todos los ángeles serán sometidos, no me interesan los sentimientos de nadie, ya pueden despedirse de sus alas y de su poder. Dicho eso voló con el cuerpo de él ser que más había querido en toda su vida y el que el mismo había sido obligado a eliminar, nadie entendía si lucharía en pro de los ideales de Royal o si se vengaría de todos los que lo habían utilizado. Samael y Devine luchaban con Julio y con Armando, pero a pesar de que estos últimos poseían una fuerza sobre humana no tenían la destreza de Samael quien los inmovilizo y los atrapo con más cadenas de hielo. Al terminar la batalla los que quedaban eran muy pocos Uriel, Samael, Devine Elizabeth, Xandre, Sage, Radial y los humanos, que a la postre serian más una carga en una batalla contra seres poderosos. Los errantes estaban frente a ellos, y ahora tenían a un Kandstar corrupto con más poder quizá a la altura de un arcángel posiblemente mayor, no solo eso, en caso de derrotarlos los príncipes del infierno y Lilith estarían ahí para salvar a Miguel y sus seguidores, se encontraban en una situación complicada, en este momento no sabían si podrían ganar pero de igual manera tenían que intentarlo pues de completarse el ritual de la última sangre de los Gyám la fusión entre los ángeles demonios y humanos podrían aun peor las cosas y Samael sabía que Kandstar o Miguel, estaban esperando quedarse con el poder de Galeón. - Devine, regresa al lado de tu grupo y quizá te perdone que no hayas ayudado y que hayas defendido a los humanos – dijo Kandstar - Yo no le pertenezco a nadie y no sigo ordenes de un cobarde como tu Kandstar, lo que le has hecho a Royal y a tu hijo por obedecer a un arcángel que llego aún más lejos que Samael te convierte para mí en mi enemigo así que te sugiero que no intentes nada en contra de nosotros porque voy a vencerte y voy a disfrutarlo – le respondió Devine - Eres tu quien esta con Uriel, parece que no hay mucha diferencia entre nosotros, con la única diferencia de que tu defiendes los viejos valores que nos llevaron al desastre mientras que yo creare un nuevo futuro a un lado de Miguel y Lilith, ¿Quién es el traidor ahora? – le pregunto - ¿En verdad esta destrucción te parece un avance? Tienes que estar loco para creerlo, esta guerra no me pertenecía y no me importaba, pero no voy a cargar con el estigma de quien piense que mi rebelión creo a seres como ustedes, no importa que tan fuerte creas que eres, no podrás vencerme y ya deberías saber que no voy a detenerme hasta terminarte – se metió Samael en la discusión - ¿Y qué planeabas tu Samael?, fuiste el primero en atacar a tus hermanos, usaste a Lilith y no creo que lo hayas hecho por la paz de todos nosotros, no vas a ser perdonado solo por querer ser un héroe en esta batalla – dijo Miguel desde atrás Samael apretó su puño y las cadenas que tenían atrapado a Miguel apretaron aún más jalándolo hacia el piso, el dolor fue evidente pues este soltó un grito de dolor que logro que por un momento el arcángel traidor a quien por tanto habían temido se viera como un debilucho. Sin embargo o había mucho de que confiarse ya no tenían muchos aliados y un nueva pelea estaba por comenzar, era hora de ganar y regresar al infierno.