Dimorfismo sexual Véase también: Dimorfismo sexual Los faisanes son sexualmente dimórficos tanto en el tamaño como en la apariencia. Muchos animales tienen diferencias entre el sexo masculino y el femenino en tamaño y en apariencia, un fenómeno conocido como dimorfismo sexual. Los dimorfismos sexuales son a menudo asociados con la selección sexual – la competencia entre individuos de un sexo para aparearse con el sexo opuesto.28 Las astas de ciervo macho, por ejemplo, se utilizan en el combate entre los machos para ganar la posibilidad para reproducirse con la venado hembra. En muchos casos, el macho de una especie es de mayor tamaño; en los mamíferos las especies con un gran dimorfismo sexual tienden a tener sistemas de apareamiento polígamos— probablemente debido a la selección para poder competir mejor con otros machos. Otros animales, incluyendo la mayoría de los insectos y los peces, las hembras tienen un mayor tamaño. Esto puede estar asociado con el costo de la producción de óvulos, lo que requiere más nutrientes que la producción de espermatozoides— las hembras más grandes son capaces de producir más huevos.29 En ocasiones, este dimorfismo es extremo, y los machos se ven obligados a vivir como parásitos dependientes de la hembra. En aves, los machos suelen tener un aspecto más colorido y pueden tener características (como la larga cola del pavo real macho) que parecen poner al organismo en situación de desventaja (por ejemplo, los colores brillantes de un pájaro lo hace más visibles a los depredadores). Una explicación propuesta para esto es el principio de handicap.30 Esta hipótesis dice que, al demostrar el macho que puede sobrevivir a tales dificultades, este demuestra su aptitud genética ante las hembras—los rasgos beneficiarán a sus hijas, así estas no serán agravadas con las desventajas.