FIBROMIALGIA: Tu incomprensión me duele El ser humano evoluciona, las enfermedades también. Vivimos en un mundo donde lo humano se quedó rezagado, dando lugar al avance de la tecnología. Pero mi cuerpo duele, la tecnología no lo percibe, no mide el grado de dolor que siento, muestras de sangre analizadas no marcan la gravedad de mi dolor, sólo yo sé y lo percibo, el médico me mira con su cara de frustración, no hay nada, menos mal que me conoce y sabe que si le digo que duele es porque realmente duele y mucho. Fibromialgia, enfermedad reconocida por la OMS en enero de 1993, y la define como una condición dolorosa, no articular, que envuelve los músculos y es la causa más común de dolor musculoesqueletal crónico y generalizado. (Declaración de Copenhagen). El dolor ocasionado por la fibromialgia, afecta a distintas partes del cuerpo, puede venir de golpe o puede aparecer primero en ciertas zonas como hombros, antebrazos, pantorrillas, muslos, glúteos, etc. Llegando en muchas ocasiones a aparecer crisis de dolor, dolor en todo el cuerpo siendo estos limitantes para el desarrollo normal de actividades de la persona que la padece. La fibromialgia (FM) tarda en ser diagnosticada, no es artritis, pero suele ser confundida con tal, ante un examen físico la persona presenta un estado de salud normal, sin embargo un examen minucioso de los músculos del cuerpo, revelará la existencia de zonas sensibles al tacto, estas zonas son llamados puntos hipersensibles, las que resultan dolorosas cuando se ejerce presión sobre ellas, son estas zonas las que diferencian a la fibromialgia de otras afecciones. Entre otros síntomas aparte del dolor, encontramos, dificultad con el sueño, fatiga general o laxitud, ansiedad, cefalea crónica, síndrome de colon irritable, entumecimiento, agravamiento de todos estos síntomas en situaciones de estrés o cambios de temperatura. Uno de los síntomas y consecuencias de la enfermedad es la depresión, subsecuente también de los otros síntomas, por relación, anotamos; si hay dolor, hay dificultad para dormir y por ello también hay depresión, no estamos hablando de una depresión de “no sé por qué estoy así”, es, sé por qué estoy deprimida, es porque no pude dormir por tanto dolor. A esta respuesta podemos sumar otras como me deprime no ser la de antes, no poder hacer la vida que hacía antes que aparezcan los dolores, causar preocupación y ansiedad a mis seres queridos, etc, una lista enorme de motivos para deprimirse que van apareciendo de la mano con los dolores que van en aumento. La incomprensión, el escuchar una y otra vez, “todo está en la mente”, como si hubiese alguna persono que ponga en su mente “quiero que me duela”. Para el tratamiento de la fibromialgia, hace poco se aprobó el uso de ciertos medicamentos, como pregablin, milnacipran, duloxetine, etc, antidepresivos y anticonvulsivos que han demostrado efectividad en algunos pacientes. Sin embargo hago hincapié que este no es un espacio para difundir su uso, menos aún sin prescripción médica. Buscar en la espiritualidad el camino a vivir mejor Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, indica que la espiritualidad puede ayudar si se padece un dolor crónico reduciendo molestias. La investigación revela que los pacientes que sienten el deseo de acercarse a Dios son más propensos a mostrar un buen estado de ánimo. “Las personas que controlan el dolor con estrategias religiosas son menos propensas a sufrirlo”. (Diario Médico, 20 de abril del año 2001). …Unas clases de yoga, para que estires los músculos y eso alivie el dolor, un consejo hasta de un conejo, un amigo médico homeópata, si te duele más al menos ahora pensarás si fue por el yoga o por la fibromialgia, tu cerebro se descomputará…. Clases de yoga que vienen acompañadas de meditación, ese silenciar la mente para dejar que mi alma hable, suena bien, y todo lo que tenga esa palabra “bien” me interesa. Un libro, en clases de raja yoga, “El hombre en busca del sentido”, de Viktor Frankl, una frase: “A un hombre le pueden robar todo menos una cosa, la elección de su actitud ante cualquier tipo de circunstancia” Un camino largo pero lleno de aprendizaje, placentero. Aceptar primero que la enfermedad es parte de un camino que debo transitar para aprender algo. Aceptarme tal cual soy, sin buscar agradar a los demás, primero me agrado a mí misma, sin ser egoísta. Mirarme con ojos compasivos, no con lástima, sino con amor, Agradecer por ello su presencia en mi cuerpo, no seguir guardando rencor ni más preguntas de porqué a mí, en lugar de ello, me pregunto y ¿por qué no a mí?, entonces me respondo, ¿a quién quieres que le pase?. Es hora de coger el mundo en mis manos, aceptando la enfermedad como compañera de viaje, no me estanco con ella, el dolor existe, está ahí y yo menos que nadie lo puedo negar, pero también yo elijo que hago con él, yo elijo si transito este viaje con amor, aprendizaje, gratitud y compasión y me hago consciente o me quedo allí adolorida, lamiéndome los puntos de dolor, poniendo una coraza llamada sufrimiento sobre ellos. Cuando hablamos de compasión inmediatamente pensamos en lástima, pero no es así, es mirar con amor; si puedo mirar con amor a los demás con mucha más razón puedo mirarme yo misma con amor, la compasión no busca sanar mi dolor, pero sí comprenderme, aceptarme, valorarme, los dolores no me definen, sigo siendo yo, sin limitaciones, la enfermedad no me limita, puedo seguir adelante con dolores o sin ellos. Dios, a mi modo de ver, un Ser superior, un Padre amoroso, que no castiga por ende mis dolores no son producto de un castigo divino, son una herramienta que me ayuda a ser más humana, compasiva y amorosa. Este no es un manual para mis pares, es con toda humildad, mi experiencia personal con mi amiga fibromialgia. “EL DOLOR ES INEVITABLE, EL SUFRIMIENTO ES OPCIONAL” Fuentes: http://www.arthritis.org/ http://www.actosdeamor.com/espiritudolor.htm https://www.segundomedico.com/fibromialgia-causas-sintomas-diagnostico-y-tratamiento/ http://espanol.arthritis.org/espanol/tratamientos/medicamentos/medicamentos-porenfermedad/medicamentos-fibromialgia/ Miriam Vega Vilca Tanatóloga Karuna Yoga Studio