Subido por Ramiro Lamelas

El Movimiento y la Sustancia.

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El Movimiento
1- Introducción
En nuestro estudio sobre la Filosofía de la Naturaleza procederemos de la siguiente manera. En
primer lugar, estudiaremos el problema del movimiento, problema primario para quien se dedica a
observar la naturaleza, del movimiento deduciremos dos nociones de aplicación universal a toda
la filosofía: el acto y la potencia. De aquí nos dedicaremos a estudiar un tipo especial de
movimiento el de los cambios accidentales, los que postulan la existencia de una composición
primera en todos los seres materiales: la sustancia y los accidentes. Una vez deducidas estas
realidades, nos dedicaremos a estudiar cuáles son los primeros principios a nivel natural, más allá
de los cuales no se puede ir, y que son la explicación de toda sustancia material, eso nos llevará a
descubrir la Materia y la Forma; luego pasaremos a estudiar lo que entendemos por compuestos y
elementos y buscaremos saber si a nivel físico es posible que exista un elemento último material,
físico no metafísico, en las sustancias y si eso repugna o no a la filosofía. Después nos
introduciremos en el estudio detallado de los accidentes, pasando por la cantidad, primero y
principal de ellos, la cualidad, el lugar, donde dedicaremos un capítulo especial al estudio de la
impenetrabilidad de los cuerpos. La acción y la pasión, y terminaremos con el estudio del tiempo.
Vista pues el esquema general de nuestro estudio, comenzamos por el problema del movimiento.
2- El devenir
Desde los comienzos del pensamiento griego, un hecho había impresionado a los primeros
observadores de la naturaleza, el del devenir cósmico, el movimiento del cielo, la variedad de las
estaciones, el nacimiento y la muerte de los seres vivientes, sometidos a la vez a incesantes
transformaciones a lo largo de su existencia.
¿Cómo explicar esta mutación universal? Pues la ciencia sólo es posible si se refiere a algo
estable, universalmente comprensible, realidad permanente y comunicable por el lenguaje. El
mundo material es esencialmente mudable, ninguna de las cosas de este mundo permanece
siempre igual, ni dura para siempre, todo se corrompe, todo se desgasta, mientras innumerables
seres están naciendo en todos lados, otros están corrompiendose. En el período más o menos
largo que dura cada cosa a la vez la vemos sometidas a numerosos cambios. Por eso Aristóteles
señalaba que la característica principal de las cosas de nuestro universo es su mutabilidad, el Ente
es móvil, cambiante, mudable.
Este problema como ya vimos llevó a dos soluciones opuestas: Heráclito, para quien el cambio
era la única realidad, las cosas no existían sino solo un torbellino de cambio, que no nos deja ver
ninguna cosa constante en este mundo. Por otro lado Parménides quien solucionaba todo
diciendo que el movimiento era solo una cuestión aparente. Aristóteles, como veremos enseguida,
dirá que en el movimiento hay algo que cambia y hay algo que permanece.
Para tener la respuesta adecuada vamos a hacer un análisis filosófico del movimiento.
3- Análisis filosófico del movimiento
Tipos de movimientos
Las palabras usadas por los griegos para indicar la realidad que estamos estudiando han sido las
siguientes:
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Metabolé, en latín mutatio, traducida en general al castellano como cambio. Señala toda
alteración, mutación, transformación, modificación. Se suele reservar primariamente a los cambios
específicos, sean accidentales, por Ej. un cambio de color, o sustanciales, por Ej. la lechuga que
me como deja de ser lechuga para transformarse en mí.
Kinesis, en latín motus, se traduce al castellano por movimiento: se puede tomar como sinónimo
de cambio, aunque este normalmente no se aplica al cambio sustancial, connota sucesión
paulatina en el cambio, cosa que no se da en los cambios sustanciales, que se dan
instantáneamente, por Ej. muerte o generación de cualquier viviente es instantánea. En un
sentido aún más estricto a veces solo señala al cambio de lugar.
Veamos la clasificación que da Gredt1 a los cambios:
Extrínseco
Derecha o izquierda de la columna
Intrínseco
Metafísico
(todo el
ente)
Cambios
Físico
(solo la
Forma)
.Creación
.Aniquilación
.Transubstanciación
Sustancial
(instantáneo)
.Generación
.Corrupción
Accidental
Instantáneo
.Generación y
corrupción de
los accidentes
Sucesivo
.Alteración,
traslación,
aumento y
disminución
Según esta división el cambio puede ser:
Extrínseco: Es decir, no afecta a la cosa en sí misma. Así la izquierda o derecha de una columna
depende del hombre.
Intrínseco: Es decir, que afecta al ente dentro suyo.
Este puede ser Metafísico: afecta a todo el ente, así cuando es producido: la creación, o
quitado: la aniquilación, o desde otro ente, como en el caso de la transubstanciación en el Milagro
Eucarístico; o físico, cuando hay un sujeto real que permanece bajo el cambio, este puede ser
sustancial o accidental. El cambio físico sustancial es doble: la generación y la corrupción, en
cuanto el término ad-quem es la forma o su privación, así de tener agua paso a tener hidrógeno y
oxígeno, hay un paso de no-hidrógeno a hidrógeno, el cual es instantáneo pues no hay medio ni
distancia que separe. El cambio físico accidental, puede ser instantáneo, la generación y
corrupción de un accidente, por Ej. la naranja que pasa de verde a naranja en su color, o
sucesivo, ya sea en su ubicación, traslación, en su cualidad, alteración o en su cantidad, aumento
y disminución.
Visto la división del cambio podemos pasar a estudiar los principios y elementos del movimiento o
cambio.
1Gredt
J, Elementa Philosophiae Aristotelico-Thomisticae, Herder, Friburgo 1937, Tomo I, págs. 231-232.
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Principios y elementos del cambio
Analicemos cualquier cambio para rescatar de eso los elementos y principios que intervienen en
el mismo.
A- en todo cambio hay un sujeto que sufre una modificación: Supongamos que la hoja de un
árbol cambia en otoño del color verde al amarillo, cambió el color de la hoja, ella es el sujeto que
sufre la modificación, y lo que cambió fue el color, entonces tenemos un primer elemento del
movimiento, existe un móvil, algo que se mueve, y que es el sujeto del cambio.
B- en todo cambio hay un punto de partida y un punto de llegada: llamaremos al punto de partida
termino a-quo, es decir, desde el cual se parte, en el caso de la hoja el término a- quo es el color
verde. Al punto de llegada lo llamaremos termino ad-quem, hacia el cual, en el casi del ejemplo
es el color amarillo.
El punto de llegada es una perfección que el sujeto no tenía, así el color amarillo en la hoja es
una perfección que la hoja no tenía. Eso que se adquiere, esa perfección es lo que llamamos acto.
El punto de partida para poder adquirir ese acto, es una privación: evidentemente, para que la
hoja pueda adquirir el color amarillo, no debe poseerlo de ante mano, pero, además, debe tener la
capacidad, la potencia de adquirirlo. Es decir, que para que se dé movimiento necesitamos un
sujeto, como vimos en el punto anterior, y, además, una privación, es decir, no poseer algo, pero
a la vez la capacidad o potencia de adquirir ese algo.
Hay que recalcar algo que es muy importante, el movimiento se da entre el punto de partida y el
de llegada, pero no hay movimiento en esos puntos. Así la hoja mientras es verde o cuando ya es
amarilla no tiene movimiento, el movimiento se daría entre el verde y el amarillo, entre el punto aquo y ad-quem, entre la capacidad o potencia de poseer una perfección o acto y la posesión de
ese acto.
Otra cosa para tener en cuenta es que cuando se posee la perfección, no se ha perdido la
capacidad de poseerla, la hoja puede ser amarilla porque posee la capacidad para ser amarilla, la
cual no la pierde mientras lo es. Un vaso de agua tiene la capacidad de tener agua, tanto cuando
está vacío como cuando está lleno, aunque cuando está lleno esa capacidad está colmada, está
poseyendo la perfección en el más alto grado: está lleno.
Definición de movimiento
Estos elementos que hemos visto nos permiten dar una definición de movimiento: El movimiento
es el acto del ente en potencia, en cuanto está en potencia.2
Así vemos que el movimiento es un acto peculiar, un acto inconcluso, intermedio entre la potencia
y el acto perfecto. Por eso Santo Tomás lo definía como:
Acto imperfecto y de lo imperfecto.3
Expliquemos las definiciones.
Acto: El movimiento es un cierto acto, supongamos que tenemos una estatua, el movimiento se
da entre el pedazo de mármol, punto de partida, y la estatua terminada, punto de llegada, el
movimiento no es la estatua terminada, acto perfecto, ni tampoco el pedazo de mármol, solo
potencia de ser estatua, sino algo intermedio, es ya un cierto acto, pero no es el acto perfecto, que
sería la estatua terminada, por eso Santo Tomás dirá que el movimiento es un acto imperfecto.
2Aristóteles,
3Santo
Physica, III, 1.
Tomás, In Metaphysica, XI, 9.
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Del ente en potencia: El movimiento solo puede afectar a un ente que carece de una perfección,
así para que el mármol sea una estatua, no debe ser esa estatua, porque puedo usar una estatua
ya hecha para hacer otra, pero para poder hacerla debe tener esa capacidad, esa potencia, por
eso decimos que el movimiento es de un ente en potencia. Es también lo que expresa Santo
Tomás al decir que es un acto imperfecto y de lo imperfecto, es decir, de lo que no tiene una
perfección, y, por tanto, está en potencia o está imperfecto.
En cuanto está en potencia: es decir, en cuanto no ha llegado aún a esa perfección, es decir, la
estatua está a medio terminar, es decir, sigue aun siendo potencia de ser una estatua
perfectamente terminada.
Visto esto podemos dar otra definición de movimiento: Es el tránsito de la potencia al acto.
4- El acto y la potencia
Como análisis filosófico del movimiento hemos llegado a descubrir dos modos de ser que no
conocíamos: el acto y la potencia. Su estudio profundo corresponde a la metafísica, pero veamos
algunas nociones de los mismos pues lo utilizaremos a lo largo de todo nuestro estudio.
El acto
Ordinariamente llamamos acto a las acciones u operaciones que ejecuta un agente: acto de
hablar, de correr, etc. expresado gramaticalmente por un verbo.
En filosofía acto es cualquier perfección de un sujeto, el color de una hoja, la forma de una
estatua, la esencia de algo, o el ser de las cosas, son perfecciones y, por tanto, actos. Acto, no es
una entidad subsistente, sino un modo de ser de los entes, no existe el acto, sino algo que está
en acto.
Es propio del acto la posesión presente, si un hombre es sabio en acto, significa que lo es ahora,
actualmente, no ayer ni mañana.
Acto no implica simplemente un modo de ser, sino el ser en sentido más propio, así yo soy
verdaderamente sabio, cuando soy sabio en acto, no mientras estoy estudiando para ser sabio.
El acto como perfección estable se lo llama Acto primero, diverso del acto segundo que es la
operación. Acto primero es ser, acto segundo es actuar. Acto primero por Ej. es ser albañil, acto
segundo es construir una casa. No soy albañil porque construyo una casa, sino que porque soy
albañil, construyo una casa, de allí que se los llame acto primero y segundo respectivamente.
Potencia
En el lenguaje corriente, potencia designa un poder, una capacidad de actuar, así digo que un
auto es muy potente, o una luz es potente.
En filosofía potencia es la capacidad real de recibir un acto, el vaso tiene la capacidad real de
ser llenado de agua, decimos que está en potencia de estar lleno de agua. La potencia veamos
que incide siempre en un sujeto, es decir, que ella es un modo de ser, no una entidad subsistente,
en este caso incide en el vaso, que es capaz de estar lleno de agua.
La potencia supone que el sujeto carece de un acto, el vaso está vacío, carece de agua, y que a
la vez puede adquirirlo, puede llegar a estar lleno de agua.
Vemos que la potencia se concibe siempre en relación con algún acto, es siempre potencia de un
acto, es intrínsecamente dependiente al acto.
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La potencia es también un modo de ser, aunque derivado o deficiente, así ser arquitecto en
potencia es un modo real de ser, totalmente distinto de la carencia de esa potencialidad, el gato no
está en potencia de ser arquitecto, carece de un modo de ser que es real, y que cualquier hombre
lo puede tener, pero solo será plenamente arquitecto, aquel que lo es actualmente o en acto,
modo de ser pleno.
Además, la potencia una vez actualizada no desaparece, sino que permanece y me es posible
distinguirla del acto aun poseyendolo, me es posible distinguir en un vaso lleno de agua, su acto de
estar lleno, de su capacidad de estarlo. Por eso en las cosas es posible lo que llamamos la
composición de acto y potencia. Un hombre es filósofo en acto, y se distingue perfectamente en
él la posesión en acto de la ciencia filosófica de su capacidad de poseerlo, que aun estando
actualizada permanece en el sujeto, haciéndolo capaz de sustentar ese acto.
Este tipo de potencia que hemos visto hasta aquí es lo que llamamos potencia pasiva o
capacidad de recibir un acto que la perfeccione; pero existe otra potencia que es la que llamamos
activa, y que es la capacidad de realizar una acción. El hacha tiene potencia activa de cortar.
La potencia pasiva se ordena al acto primero o acto de ser, la potencia activa se ordena al acto
segundo u operación, así el hombre tiene potencia pasiva de ser arquitecto, y tiene potencia
activa de hablar, porque es hombre, acto primero, puede hablar, acto segundo u operación. El
hablar supone el ser hombre, es decir, primero debo ser hombre para poder hablar, no puedo
primero hablar y después ser hombre.
Conclusión
El movimiento es posible porque las cosas están en potencia con respecto a algunos actos. Así
queda solucionado el problema entre Parménides y Heráclito, el movimiento se debe a las
potencialidades de las cosas, y su permanencia al acto. Como vemos Aristóteles da la solución a
la aparente contradicción del movimiento.
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La Sustancia Corpórea
1- Introducción
Al analizar el movimiento, vimos al pasar, otra complejidad en el mundo real que vamos a estudiar
en este capítulo. En el mundo vemos cosas que son independientes, distintas unas de otras, así
puedo distinguir entre este álamo y aquel perro, esta piedra, etc. A la vez en esas realidades
independientes encontramos aspectos de ellas que cambian, pero que no hacen que ellas dejen
de ser lo que son. Así un árbol, cambia mucho desde que nace hasta que muere, pero en ningún
momento deja de ser un árbol. Esas unidades que permanecen, cambiando en ellas algo, las
llamaremos sustancias corpóreas, o simplemente sustancia, sabiendo que nos referimos a ellas;
las realidades que cambian, como el color en el árbol, su tamaño, las llamaremos accidentes.
Las observaciones entonces de los cambios en las cosas nos manifiestan esta distinción de
sustancia y accidente. Hay cambios más profundos, en la que se cambia completamente su
forma de ser, es decir, cambiaron esas unidades independientes, por Ej. una unidad
independiente tigre, que es una sustancia, persigue a otra unidad independiente, gacela, al
matarla la gacela deja de ser gacela, se corrompe, el cambio aquí es total, por eso llamamos a ese
cambio, sustancial, diferente del anterior que llamamos accidental.
Las determinaciones que hemos llamados accidentales, se llaman actos o forma accidental, y lo
diferenciamos completamente del acto o forma sustancial. Por Ej. el acto o forma sustancial de
perro es el que lo hace ser perro y no loro, mientras que el acto o la forma accidental de color es
lo que lo hace ser marrón y no gris.
Así descubrimos en la realidad como dos grandes reinos, uno de naturaleza precaria, que no
puede existir en sí mismo sino que necesita un soporte, un sostén, al que llamamos accidente, el
otro más estable, que es capaz de subsistir por sí mismo, al que llamamos sustancia.
Aun nuestra experiencia interna nos atestigua la existencia de esas dos realidades en nosotros
mismos. Vemos en nosotros un continuo fluir de pensamientos, quereres, afectos, aun nuestro
tamaño, color, pelo, se ve afectado, sin embargo, a pesar de esos continuos cambios, seguimos
siendo nosotros, permanecemos en nuestro propio yo.
Así planteada la existencia de estos dos modos de ser que encontramos en las cosas reales,
estudiemos la naturaleza de cada uno de ellos.
2- La Noción de Sustancia
Existen tres sentidos principales de sustancia que normalmente van unidos:
1- Sustancia es la esencia: Lo que hace que algo sea lo que es y no otra cosa, lo que hace que el
perro sea perro y no gato, o yo hombre y no tigre.
La sustancia en este sentido responde a la pregunta ¿qué es esto? ¿Quid id est?, por lo que se lo
denomina la quididad de la cosa.
El lenguaje común nos pone en esta realidad cuando expresamos lo central de un asunto,
lo que lo hace tal, o sea, su esencia, decimos “lo sustancial del problema”.
2- Sustancia es el sustrato de los accidentes: Cuando vimos en el punto anterior la división de
sustancia y accidente, lo distinguimos por ser una realidad estable mientras otra cambiaba. Por
tanto, podemos decir que la sustancia es donde se apoyan los accidentes, así la sustancia tigre
es donde se apoyan los accidentes del tigre: su color rayado, su tamaño, etc. No hay un color
aislado, sino el color del tigre, por eso el termino sustancia etimológicamente sub-stare, estar
debajo, hace alusión primaria a esto que decimos: la sustancia es lo que está debajo, haciendo de
apoyo de los accidentes.
3- Sustancia es lo que subsiste: Ser subsistente significa que no se necesita de otro para existir.
La idea que más expresa lo que es la sustancia es la de independencia y suficiencia, contrario al
accidente que necesita de otro y es efímero.
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Tal independencia hace referencia al ser en cuanto existe solo, o que no quiere decir en absoluto
que no necesite de otro para nacer o para explicar su origen. Así el tigrecito, unidad
independiente y suficiente en su existencia, necesitó de papá y mamá tigre para existir, y aun
necesita de las gacelitas que caza para seguir subsistiendo, pero aun así tiene una autonomía
propia que no tienen los accidentes.
Por eso decimos que lo accidentes se apoyan en la sustancia para existir, mientras que la
sustancia no, es independiente, así los accidentes en su ser son “in alio”, en otro, mientras que la
sustancia es “subsistens”, subsistente.
Así definimos a la sustancia como lo que es en sí, y al accidente como lo que es en otro. La
sustancia no es el ser que no depende de ningún otro para existir, repitámoslo, sino lo que es en
sí mismo, es decir, que no es en otro.
De esto resulta una importante característica en el ámbito del ser: La sustancia es el ente en
sentido más pleno y completo, o lo que propiamente es. No que el accidente no sea,
evidentemente las manchas del tigre son algo real, pero como tal, por sí mismo no es, no existe la
risa sola, o la blancura, existe un hombre que se ríe, una pared que es blanca, es decir, el
accidente por sí mismo no es un ente, solo lo es en cuanto es en otro.
La sustancia término análogo
No debemos olvidar en nuestro estudio que la noción de sustancia es analógica, es decir,
aplicable a muchos entes, aunque no a todos en el mismo sentido, en parte igual, y en parte
distinto.
La noción de sustancia es aplicable tanto a Dios como a un mosquito, pero evidentemente no es lo
mismo decir Dios es sustancia, el hombre es sustancia y el mosquito es sustancia, nos referimos,
por tanto, a una realidad que es análoga, es decir, en parte igual y en parte distinta.
Ya vimos los tres significados primarios de sustancia, la esencia, lo que está debajo de los
accidentes y lo que subsiste.
Así en Dios el termino sustancia hará referencia a algo esencial que subsiste eminente por sí
mismo, pero no como sustrato de accidentes. La subsistencia en el hombre, por su misma
esencia es mayor que en un mosquito, por tanto, el término sustancia, que primariamente hace
relación a lo que subsiste por sí mismo, tiene gran relación con el modo de ser o esencia. Por eso
es que a nivel animal o vegetal es fácil distinguir sustancias, mientras que a nivel mineral o
microscópico se hace muy difícil por el estado de mezcla en que se hayan los elementos.
Al hablar de Dios nos excedimos del tema de sustancia corpórea, pues en Dios no hay cuerpo,
pero lo que descubrimos a nivel material en la Filosofía de la Naturaleza es aplicable después a
toda la realidad, por eso la sustancia se estudia profundamente en metafísica.
Sustancia no es una realidad oculta bajo las apariencias
La tercera acepción de sustancia, la realidad que sustenta a los accidentes y que, por tanto, está
debajo como oculta por ellos, puede llevarnos a pensar en la sustancia como algo que se esconde
debajo de la sustancia, como el carozo en un durazno o en una ciruela. Así muchos pensarían que
el científico por Ej. estudiaría las apariencias de las cosas sus accidentes, mientras que el filósofo
a la sustancia, pero no es así, tanto el científico como el filósofo, alcanzan a la sustancia en su
totalidad, no es que la manzana en su cáscara
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sea accidente y en su interior sustancia, sino que toda ella en su cáscara y en su interior es
sustancia, y al tocarla no es que toque el color de la manzana sino la sustancia manzana.
Esto nos pone en un nuevo tema a tratar, veremos cómo es posible el conocimiento de la
sustancia corpórea.
3- El conocimiento de la sustancia corpórea
La sustancia es descubierta solamente por un esfuerzo intelectual, visto que no constituye una
nueva realidad por descubrir encima o debajo de la realidad que entregan los sentidos, sino que la
sustancia es una nueva formalidad de lo real, una inteligibilidad más profunda, que el pensamiento
discierne en el seno de los fenómenos.
Cuando veo a Pedro y lo entendemos como una persona, estamos captando su sustancialidad de
un modo aparentemente muy sencillo, pero estrictamente intelectual: la sustancialidad de Pedro,
su carácter personal, no lo puedo ver con los ojos o tocarlo, con los sentidos externos solo capto
luces, sonidos, colores, formas, etc., pero no puedo captar con ellos la sustancialidad. Por eso es
que no podemos imaginar lo que es la sustancia, la misma es una realidad netamente inteligible.
Pero, aunque la sustancia escape al conocimiento sensible, es, sin embargo, descubierta en la
realidad percibida por nuestros sentidos, en esa realidad sensible, la sustancia es inteligible en
potencia, y se actualiza en el seno de mi inteligencia. Por eso decimos que la sustancia corpórea
es sensible per accidens, sensible accidentalmente, en cuanto solo podemos percibir la
sustancia que precisamente ha pasado por nuestros sentidos, pues el conocimiento sensible va
acompañado del conocimiento intelectual, es decir, al mismo tiempo que veo esos colores,
intelectualmente distingo que se tratan de un hombre, y que es Pedro, es decir, distingo una
sustancia concreta y específica: se trata de mi amigo Pedro.
Captar la sustancia es fruto de un conocimiento intelectual inmediato, no fruto de un razocinio, no
debo razonar cada vez que veo una manzana que eso que veo es una forma de color rojizo,
redondeada, y que, por tanto, es una manzana, al verla ya distingo intelectualmente, repetimos
no por los sentidos, que eso es una sustancia, a la que denominamos manzana.
4- Conceptos inadecuados de la sustancia corpórea
La noción de sustancia que utilizamos en filosofía no coincide con la noción de sustancia que
emplean las ciencias experimentales en sus distintos campos, ya sea físico, químico, etc. Por eso
es conveniente que veamos algunas concepciones falsas o inadecuadas de sustancia.
A- En química la noción de sustancia es algo más restringida, se llama así a un
compuesto homogéneo, unitario y de características invariables4 (Ej. azufre, hierro), que se
diferencian de las mezclas y los compuestos heterogéneos y variables constituídos por diferentes
sustancias. Así para la química el hombre no es una sustancia, pero sí lo es para la filosofía.
B- En física suele llamarse sustancia a la cantidad de materia observable y mensurable, la masa,
que permanece invariable en medio de las transformaciones. Así no estudia la sustancia en
cuanto tal sino en uno de sus aspectos particulares, por tal motivo no enfoca directamente el
problema de la sustancialidad en el mundo material. Las ciencias
4Artigas
M, Sanguinetti J, op. cit., pág. 58.
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experimentales y en particular la física emplea el par sustancia-accidente sin nombrarlos
expresamente, por Ej. al hablar de las propiedades de las cosas, señalan el par sustanciaaccidente, pero no como fruto de la reflexión filosófica. La observación de las ciencias físicas es
una ayuda inestimable para la filosofía que comienza su estudio a partir de la experiencia. No
debemos, por tanto, confundir la experiencia de los marcos teóricos físicos que los explican, los
cuales como son interpretaciones matemáticas de la realidad observada no siempre coinciden con
la realidad y en muchos casos emplean conceptos que no coinciden con la misma, por eso dichos
modelos no pueden ser usados por la filosofía como punto de partida, sí los hechos
comprobados. Los valores de estas teorías matemáticas son siempre hipotéticos y tendrán valor
en la medida en que expliquen coherentemente los hechos y sirvan para prever los mismos
mediante las leyes que observan. Su carácter hipotético radica en que puede obtenerse otro
modelo matemático que explique mejor el hecho físico.
Algunos físicos dan valor de sustancia a la energía, (también los filósofos dando lugar a lo que
se llama dinamismo) porque es lo que permanece inalterable a través de los cambios físicos.
Tanto lo que la física llama masa, energía, etc. son propiedades de lo que la filosofía llama
sustancia, por tanto, no podemos identificar las propiedades con la sustancia, como veremos más
adelante, son accidentes que acompañan siempre a la sustancia, aunque no se identifiquen con
ella, evidentemente por la unión entre sustancia y accidente, conocer la masa o energía de las
sustancias nos ayudan a conocerlas mejor, pero no debemos confundirlas. Por eso es que
cuando se dice hoy que la masa se cambia en energía y viceversa, debemos entenderlo
formalmente en filosofía como un cambio cualitativo profundo en las cosas, que en muchos casos
conlleva por su intensidad a cambios sustanciales. Así por Ej. si estoy en una explosión atómica la
radiación del uranio influirá de tal manera en mi masa corpórea que evidentemente conllevará mi
muerte, por lo que producirá el cambio sustancial. Esto no hace que se confunda la radiación
con el hombre, pues una cosa será la propiedad radiación, accidente de la sustancia hombre.
C- Para la corriente filosófica llamada atomismo: la sustancia es lo que queda cuando
descomponemos a los cuerpos en sus componentes materiales (átomos, partículas elementales,
etc.).
D- Para el Kantismo: la sustancia es una categoría mental en la que agrupamos fenómenos, por
lo cual la sustancia propiamente tal no existe fuera de nuestra mente, por lo que en la realidad es
incognoscible.
Esta interpretación, evidentemente errónea, es contradicha por la íntima relación en la realidad
entre sustancia y accidente, pues el accidente por ser de la sustancia y por la sustancia,
manifiesta a la misma. Así por Ej. la blancura de la nieve y de la lana son distintas porque
manifiestan a la sustancia.
5- Los accidentes
Terminado el estudio general acerca de la sustancia entremos a conocer que son los accidentes.
Ya dijimos que los accidentes se caracterizan por que son en otro: in alio. O sea, que
inhieren en otra realidad que posee propiamente el ser y es su sujeto: la sustancia.
¿Cuántos y cuáles son los accidentes?
La clasificación que da Aristóteles es la siguiente. 5
En primer lugar, tenemos el accidente cantidad, primero y fundamental en las sustancias
corpóreas y condición básica de asiento o inhesión del resto de los accidentes, pues por la
cantidad un cuerpo tiene determinada extensión, y los demás accidentes afectan a la sustancia a
través de sus dimensiones. La cantidad afecta intrínsecamente a la sustancia corpórea.
Luego tenemos el accidente cualidad, toda sustancia material además de la cantidad se
encuentra afectada por diversas cualidades o modos de ser accidentales que se encuentran
relacionados con su naturaleza específica: por ejemplo, la temperatura, la densidad,
conductividad eléctrica, etc.
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Los cuerpos a la vez son capaces de hacer y padecer acciones de otros cuerpos, esos accidentes
se lo llaman acción y pasión.
Además, los cuerpos ocupan un lugar propio que no puede ser ocupado por otro cuerpo, ese
accidente se llama ubi o lugar.
La disposición de las partes cuantitativas del cuerpo es el accidente llamado situs,
situación, así decimos que el hombre está de pie o sentado.
La duración en el ser de las cosas abre el planteamiento del accidente tiempo o quando, es la
situación temporal de la cosa.
Los cuerpos se relacionan entre sí, formando un cierto orden tomadas en conjunto, o unas
proceden de otras, etc., ese accidente lo llamamos relación.
Por último, queda un accidente que se da propiamente en los hombres y que llamamos
habitus en latín, y es la posesión externa de cosas, por Ej. un vestido, un anillo, etc.
Clasificación según el grado de pertenencia a la sustancia
1- Propiedades necesarias o inseparables a una determinada naturaleza, aunque no se
confunden con la sustancia, siempre la acompañan, son las propiedades físico-químicas de la
sustancia, su punto de congelación o de fusión, la valencia química, etc.
2- Propiedades separables: convienen a una sustancia específica, pero podrían perderse por un
proceso corruptivo, por Ej. tener vista es propio del hombre, pero puede haber algunos hombres
ciegos.
3- Accidentes que son separables de la sustancia y que, por tanto, no podemos llamar
propiedades: Así por Ej. es irrelevante para un perro ser chiguagua o San Bernardo, es accidental
para él, seguirá siendo perro lo mismo. Esto es lo que connota en el lenguaje común la expresión
“es accidental”.
Los accidentes llamados propiedades son científicamente relevantes, porque constituyen una
manifestación relevante de la esencia, por eso cuando no podemos definir rigurosamente una
cosa lo que hacemos es describir sus propiedades, así procede la ciencia cuando define los entes
corpóreos por su peso específico, forma cristalina, dureza, color, afinidad química, etc.
6- Unidad entre sustancia y accidente
Distinción y unidad real
Si bien existe una distinción real entre sustancia y accidente, no debemos olvidar su íntima
unidad. El ente es único y está compuesto de sustancia y accidente. Si bien el principio unificador
es la sustancia, pues ella es lo que es por sí y no en otro, ambos, sustancia y accidente forman
un único compuesto.
5Aristóteles,
Metaphysica, V, 7; Santo Tomás, In Metaphysica, V, 9.
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Sustancia y accidente son inseparables, en cuanto la sustancia nunca está desprovista al menos
de los accidentes que le son propios, que brotan de la misma naturaleza, por ejemplo, es
imposible que se dé la sustancia hombre sin el accidente extensión, aunque pueda carecer de los
accidentes separables. Por eso es que el conocimiento de los accidentes implica a la vez el
conocimiento de la sustancia, pues los accidentes son modificaciones de la sustancia, por lo cual
la manifiestan.
Unidos como acto y potencia
La sustancia y los accidentes se unen en un solo acto de ser: el de la sustancia, por lo tanto,
desde el punto de vista del acto de ser, la sustancia es el acto y los accidentes la potencia,
pues los accidentes están en potencia de ser y solo son en la sustancia. Por Ej. el color de la
sustancia tigre solo se da en acto en el tigre, mientras solo es en potencia. Desde el punto de
vista de posteriores perfeccionamientos los accidentes son acto con
respecto a la sustancia que es potencia. Así el hombre, sustancia en acto, está en potencia
de adquirir el saber filosófico, accidente de la sustancia, y acto para la misma de la que
estaba en potencia.
Esto no es contradictorio pues son acto y potencia con respectos diferentes, pues la sustancia
siempre es acto con respecto al acto primero o de ser, aunque puede ser potencia con respecto a
actos segundos o de perfeccionamiento de la misma.
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