SIN EL SEÑOR, FRUSTACIÓN LA PROSPERIDAD VIENE DE JEHOVÁ [Cántico gradual; para Salomón.] 127 Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia. 2 En vano es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, Y que comáis pan de dolores; Pues Dios dará el descanso a su amado. I.- INTRODUCCIÓN Según la mitología griega, Sísifo fue fundador y rey de la antigua ciudad de Corinto. Tenía fama de viajero, pero también de avaro y asesino. Cuenta Homero en La Odisea que Sísifo engaña al dios de la muerte, Tánatos, y se las arregla para salir del Hades y volver a su casa. Como castigo, los dioses lo condenan a empujar una piedra enorme cuesta arriba hasta que, cerca de la cima, la piedra se le escapa y cae rodando hasta el valle. Así sucede una y otra vez, por toda la eternidad. Tomando como base este mito, el filósofo francés del Absurdo, Albert Camus, en su ensayo “El mito de Sísifo” señala que los dioses griegos no se equivocaron con este castigo, ya que no hay castigo más terrible que el trabajo inútil, sin fruto y sin esperanza. Y este pensamiento es el que hoy gobierna nuestra sociedad. El pesimismo, la inseguridad y el sin sentido de vida. Sin embargo, frente al pesimismo que hoy reina, frente a la inseguridad que azota a nuestra sociedad, este Salmo se levanta como un faro en medio de la tormenta para orientarnos. Para todos quienes en algún momento se han preguntado: ¿Cómo construir una vida de bendición? ¿Cómo evitar vivir una vida bajo el “castigo de Sísifo”? ¿Cómo alcanzar la verdadera Prosperidad? ¿Cómo vivir una vida familiar en victoria? Este Salmo nos entrega algunos principios para aplicarlos en nuestras vidas. II.- DESARROLLO 1. DEBEMOS PERMITIR QUE DIOS CONSTRUYA PRIMERO QUE NOSOTROS (VERS. 1) Note el sentido primario del trabajo de Dios: “Si Jehová no edifica la casa…” Sin la aprobación, la ayuda y CONSTRUCCIÓN del Señor, ningún proyecto humano puede tener un buen final. Sin duda es posible construir una vida a espaldas de Dios, que A NUESTRO PARECER ha alcanzado los “estándares” de éxito y prosperidad de la sociedad, ya que el mismo Salmo se encarga de enseñarnos que se puede “construir” y “guardar” una casa sin Dios, pero un cosa es segura y es que si Dios está fuera de ese proyecto, si Dios está fuera de esa “construcción”, TODO SERÁ EN VANO, en algún momento se derrumbará. Dios nos enseña que debemos aprender a hacernos un lado y CEDER ESPACIO para que Él se comprometa con nuestra construcción. Para fines ilustrativos, veo a Dios diciéndonos “¿me permites construir tu vida, tu proyecto, tu propósito de vida? Ok. Entonces toma ese ladrillo de resentimiento y rencor y pone en ese lugar mi PERDÓN. Toma ese ladrillo de chisme y de discordia que vives sembrando entre tus hermanos y pone este ladrillo de UNIDAD. Toma ese ladrillo de adulterio y fornicación que hay en tu corazón y pone en su lugar este ladrillo de SANTIDAD e INTEGRIDAD; Toma ese ladrillo de rebelión y pone en su lugar este ladrillo de OBEDIENCIA”. En otras palabras, déjame construir tu vida hasta que Cristo sea formado en ti.” Jesús dijo en Lucas 6: 47-48 “Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os indicaré a quién es semejante. Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca.” 2. DEBEMOS ESFORZARNOS POR CONSTRUIR BIEN LO QUE NOS CORRESPONDE. El salmista no pide que el constructor deje de laborar, ni tampoco sugiere que los guardas abandonen sus obligaciones, ni tampoco que los hombres muestren su confianza en Dios al no hacer nada: No! él supone que ellos harán todo lo que puedan, prohibiéndoles solamente que fijen su confianza en lo que hacen. Esto nos enseña que los esfuerzos que hacemos son NECESARIOS para vivir una vida de bendición, pero en el entendido que ES DIOS LA RAZÓN DE NUESTRO ÉXITO y no nosotros mismos y nuestros esfuerzos. En otras palabras en este salmo se nos hace RESPONSABLES DE CONSTRUIR, Y DE CONSTRUIR BIEN nuestra vida, nuestra familia, nuestro futuro, en Dios. Nosotros construimos y guardamos nuestra vida, pero con Dios como centro de esto. ILUSTRACIÓN: “Un carpintero decidió retirarse. Le comunicó a su jefe que, aunque iba a extrañar su salario, necesitaba retirarse y estar con su familia. El jefe se entristeció mucho con la noticia porque aquel hombre era su mejor carpintero. Decidió pedirle de favor que le construyera una última casa antes de retirarse. El carpintero aceptó la proposición. El jefe, que confiaba en él, le entregó una gran suma de dinero y le dijo que le construyera una casa con los mejores materiales porque era un proyecto muy importante. El constructor empezó la construcción, pero pensó que sería bueno “ahorrarse” algunos costos comprando lo más barato. Fue a la ferretería y le dijo al vendedor cuanto cuesta esa puerta y el vendedor le dijo $500.00 (Lenga), y el le dijo dame la de pino más barata, pero hazme un recibo por la más cara. Cuando el carpintero terminó la casa, el jefe vino muy contento y le preguntó si había construido con los mejores materiales ese proyecto y el constructor le dijo que así lo había hecho. Entonces el jefe le entregó la llave de aquella casa diciéndole: "Esta es tu casa. Es mi regalo para ti y tu familia por tanto años de buen servicio". CONSTRUYE BIEN TU VIDA. HAZLO CON LOS MEJORES MATERIALES. NO ABARATES COSTOS. SE TRATA DE TU VIDA, DE TU FAMILIA, DE TU LLAMADO, PROPÓSITO. El apóstol Pablo nos dice en 1 Corintios 3: 10-13 “Yo fui el maestro albañil al cual Dios en su bondad encargó poner los fundamentos, y otro está construyendo sobre ellos. Pero cada uno debe tener cuidado de cómo construye, pues nadie puede poner otro fundamento que el que ya está puesto, que es Jesucristo. Sobre este fundamento, uno puede construir con oro, plata y piedras preciosas, o con madera, paja y cañas; pero el trabajo de cada cual se verá claramente en el día del juicio; porque ese día vendrá con fuego, y el fuego probará la clase de trabajo que cada uno haya hecho.” 3. ¿QUÉ OCURRE SI NO CONSTRUIMOS NUESTRA VIDA CON DIOS EN EL CENTRO DE ELLA? A. SE TRABAJA EN VANO. En vano trabajan los que la edifican, en vano vela la guardia, en vano se levantan de madrugada a trabajar. El salmista deja claro que todo trabajo hecho sin Dios tendrá el mismo resultado del mito de Sísifo, será desgastante, pero en vano. En algún momento cuando menos lo esperemos, nuestro proyecto rodará por la colina nuevamente. B. COSECHAREMOS RUINA: Mateo 7: 26-27 declara “Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que CONSTRUYÓ su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina. La lluvia, los ríos y los vientos impetuosos de la vida siempre llegarán. En los momentos que menos los esperamos, recibiremos los embates de la vida. La DIFERENCIA la marcará cómo hemos construido. Si construyes sobre la religión, la casa se caerá. Venir y estar aquí un día a la semana no es suficiente. Cumplir con liturgias y ritos no es el llamado de Dios. Si construyes sobre amistades y compañerismo, aunque sea cristiano, tampoco te asegura que tu casa se mantenga firme. La respuesta está en construir tu vida, sueños y proyectos en una relación íntima con Dios, con su Palabra como centro de nuestro peregrinaje. C. NUESTRAS GENERACIONES PAGARÁN LAS CONSECUENCIAS. Deuteronomio 22:6-7 declara “Cuando encuentres por el camino algún nido de ave en cualquier árbol, o sobre la tierra, con pollos o huevos, y la madre echada sobre los pollos o sobre los huevos, no tomarás la madre con los hijos. Dejarás ir a la madre, y tomarás los pollos para ti, para que te vaya bien, y prolongues tus días.” Si una persona lograba encontrar un nido en un lugar BAJO o en el SUELO era indicativo de una sola cosa: NO SE HABÍA CONSTRUIDO BIEN EL NIDO. Por esta causa la Ley Levítica permitía TOMAR esos huevos o a las crías para comérselas, pero siempre dejando libre a la madre. En otras palabras, era un “castigo” para esa ave que había construido mal el nido. Esta Ley, por sencilla o sin importancia que parezca, encierra una verdad importante: CADA VEZ QUE CONSTRUIMOS MAL NUESTRA CASA, NUESTROS HIJOS SE VERÁN AFECTADOS INDEFECTIBLEMENTE POR LAS CONSECUENCIAS DE ELLO. En Job 39:27-28 Dios le pregunta “¿Acaso a tu mandato se remonta el águila y hace EN LAS ALTURAS SU NIDO? En la peña mora y se aloja, sobre la cima del despeñadero, lugar inaccesible.” Dios nos compara con AGUILAS en Isaías 40:31, donde declara “pero los que esperan en el SEÑOR tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán.” LAS ÁGUILAS CONSTRUYEN NIDOS ENORMES. Se ha documentado el hallazgo de nidos de águila de hasta 4 metros de profundidad y 8 metros de ancho, los que pueden llegar a pesar hasta 1 tonelada. Por esta razón, esta Ley Levítica de Deuteronomio 22 jamás podría haberse aplicado a un águila, porque tal como Dios le dijo a Job, ellas CONSTRUYEN SUS NIDOS EN LAS ALTURAS. DEBEMOS ENTENDER LO SIGUIENTE: ES NECESARIO CONSTRUIR NUESTRA CASA, NUESTRA VIDA FAMILIAR EN LAS ALTURAS; ASÍ, QUIEN QUIERA ACERCASE A TU CASA TENDRÁ QUE HACERLO A DIOS MISMO. III.- CIERRE Las escrituras nos relatan la historia de una mujer que estaba sola, desprovista de toda ayuda familiar, viuda y en una situación económica muy desmejorada. En ese contexto ella DECIDIÓ buscar a Dios. Sin ser parte de la línea de la promesa dada a Abraham, siendo una moabita, escogió acercarse a Jehová, ponerle en primer lugar y depender fielmente de Él. Esta mujer fue humilde para entender que sin Jehová no tendría nada bueno. Decidió que era mejor recoger sobras (espigar) cerca de Dios, que vivir en abundancia lejos de Él. Ella era Rut y el Booz. Cuando Booz se enteró del trabajo que estaba haciendo, lejos de la casa de sus padres, de su pueblo, el le declaró las siguientes palabras “Jehová recompense la obra de tus manos, y tu remuneración sea cumplida de parte de Jehová Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte.” Dios le miró y le REDIMIÓ a través de un hombre de Dios PORQUE LO PUSO A ÉL PRIMERO. DEPENDENCIA A DIOS ES IGUAL A BENDICIÓN Y VICTORIA. Moisés ora en el SALMOS 90:17 lo siguiente “Que el favor del Señor nuestro Dios esté sobre nosotros. Confirma en nosotros la obra de nuestras manos; sí, confirma la obra de nuestras manos.” NISI DOMINUS FRUSTRA, “SIN DIOS, FRUSTRACIÓN” es el comienzo de el Salmo 127 en latín y es el lema de la ciudad de Edimburgo, Escocia. Se encuentra en todos los lugares públicos de la ciudad y en documentos públicos. Debemos hacer de este lema nuestra carta de vuelo, nuestro leit motiv, nuestro principio de vida. debemos vivir una vida entendiendo que “sin Dios, solo hay frustración”. SALMO 37: 5 “Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y ÉL HARÁ.