¿Cómo es el temor al deseo desde Edipo Rey? Ivan Cid Trejo El papel de la sexualidad en la infancia es para Freud de suma importancia para la constitución psíquica. Ya desde sus primeros escritos, creía como la etiología de los síntomas neuróticos los factores inconscientes de la sexualidad infantil, aunque en un principio lo atribuía a un trauma causado por la seducción de algún mayor. Después descubre que algunos pacientes mienten, y que algunas vivencias fueron producto de fantasía, desarrolla el concepto de sexualidad y en “tres ensayos de una teoria sexual” lo muestra ampliado y demostrando que en la infancia hay sexualidad y que se vivencia en todo el cuerpo, proponiendo que el infante es un perverso polimorfo, perverso que aun no adquiere los diques de la pulsión que ayudaran a frenar estas pulsiones parciales y que ayudaran a orientar estas pulsiones a una meta mas adecuada en la vida adula (siendo estas el asco, la vergüenza, la compasión y las construcciones sociales de la moral y la autoridad. Estos ensayos parten del supuesto de que podemos encontrar dos factores en la pulsión sexual; la meta y el objeto. Sobre la elección de objeto de la sexualidad adulta nos dice que “Finalmente, hallamos que la elección de objeto es guiada por los indicios infantiles, renovados en la pubertad, de inclinación sexual del niño hacia sus padres y los encargados de cuidarlo, y, desviada de estas personas por la barrera del incesto erigida entretanto, se orienta hacia otras semejantes a ellas” (pp 214 – 215, Freud 1905) esto es lo que va a ser uno de los conceptos fundamentales en su obra y el psicoanálisis en general, el complejo de Edipo. Aun que ya había sido mencionado en La interpretación de los sueños de manera breve, Freud toma el mito de Sófocles de Edipo Rey, y elabora una teoría en la que el niño se enamora de su madre y tiene sentimientos de odio y amor hacia el padre. En la niña las cosas suceden de una manera diferente. Siendo la madre el primer objeto de amor para el niño y para la niña, sucede que desde las teorías sexuales infantiles destaca, entre otras teorías, la teoría de la castración. Para el niño, cuando descubre que la niña no tiene pene, siente un temor a ser castrado por tener el deseo de la madre y se resigna a no poder tenerla. Para la niña, al sentirse castrada, culpa a la madre de haberla traído al mundo así y hace de su objeto de amor al padre, que no está castrado, y se siente con la esperanza de algún día poder tener el falo, que va a desplazar con la necesidad de tener un hijo, que será el símbolo de ese falo que nunca tuvo. En su obra “Tótem y tabú” Freud intenta encontrar un fundamento sociológico a la prohibición del incesto, y tomando fundamentos antropológicos, explica como en la mayoría de las tribus es el incesto la ley fundamental, y tomando el mito de la horda primordial, da las bases de la moral social, teniendo como las leyes principales no matar al padre, y no tener coito con la madre y hermanas. Estos cuatro ensayos muestran la importancia que tiene para Freud el respetar estas dos leyes a un nivel cultural, y que está dado con un valor filogenético en los seres humanos. A pesar de que estas leyes están en la mayoría de las culturas, la tragedia griega de Edipo Rey narra como Edipo comete transgresión a estas dos leyes fundamentales. Y es de interés ver como suceden las cosas. Es de notar que Edipo libera a la ciudad de Tebas de la esfinge, que había estado atormentándola, y la libera respondiendo el enigma de la esfinge. Edipo parece tener un conocimiento que solo tiene él. La ciudad esta sufriendo y no saben por qué, por palabras del oráculo, se entera que para que la ciudad sea liberada de ese castigo, deben dar muerte a quien mató al antiguo rey de Tebas, Layo. Edipo promete encontrar y dar muerte o destierro a quien mató a Layo, el antiguo rey de Tebas. Tiresias es quien comienza a decirle que es el quien ha dado muerte a Layo, y que aparte de eso, está durmiendo con su propia madre. Edipo no cree lo que Tiresias le está diciendo, ya que el cree ser hijo de Pólibo y Mérope. Edipo, en su intento por demostrar su inocencia explica que él realmente no es de Tebas, si no que su linaje pertenece a otra ciudad. Edipo huye de la ciudad porque teme que se cumpla lo que el oráculo ha dicho, que él matará a su padre y se casara a su madre. Huye de, quienes cree son sus padres, porque el oráculo profetiza un destino fatal para él, y cuando los dioses le dicen por medio de Tiresias que es él no puede creerlo. Desde aquí se empieza a notar como Edipo intenta no ver y renunciar a ese destino que tenía desde su nacimiento, lo destacable de este primero momento es como Edipo huye de la ciudad que, el cree, están sus padres biológicos, y se va a la dirección más alejada que puede. Edipo huye de su propio deseo, aunque el oráculo predijo que mataría a su padre y se casaría con su madre, es el quien decide huir, como si creyera que dentro de él podría estar ese deseo tan fuerte que no pudiera controlar, como si temiera que algo de él, le haría cumplir ese mandato, ese deseo y no sería capaz de controlarlo y detenerlo. Freud nos muestra a lo largo de su obra, como lo inconsciente es eso de lo que no podemos dar cuenta, y que nos hace actuar, ya desde su teoría de la formación de síntomas histéricos, muestra como son una formación de compromiso, formación en donde se cumplen deseos inconscientes que son inaccesibles por la represión a la consciencia, pero que siempre buscan ser cumplidos. En la obra titulada “psicopatología de la vida cotidiana” hay muchos ejemplos claros de como los deseos son realizados, como si lo hicieran de una manera independiente, como si no necesitaran de nuestra consciencia, como Edipo creía se podía cumplir lo dicho por el oráculo. Cuando se da cuenta que es él quien realmente ha matado a Layo, aun no puede reconocerse como hijo de Layo y de Yocasta, a pesar de que se le están dando pruebas de que todo se está cumpliendo, es ese momento de mayor tragedia. El complejo de Edipo y el complejo de castración, son elementos esenciales en la conformación psíquica del sujeto, y así como Edipo, aun que intenta huir de su deseo, lo cumple, así nuestro deseo nos hace cumplir con lo que nos tiene determinado. El mito de Edipo Rey nos ejemplifica algunos elementos esenciales de la teoría psicoanalítica. En los tres ensayos de teoría sexual, nos dice que la perversión es la disposición originaria de las y mas universal de las pulsiones sexuales, es por la censura y por el trabajo de la represión que quedan olvidadas algunas mociones pulsionales y que quedan al servicio de la sexualidad genital. Sin embargo, los deseos y fantasías infantiles quedan en lo inconsciente. En la interpretación de los sueños, Freud dice que los sueños son un cumplimento de deseo, dado que se duerme, la resistencia y la censura disminuye, por apagarse la motilidad del cuerpo, entonces es mas claro ver lo que está en lo inconsciente, cuando una moción inconsciente se deja ver demasiada clara, la censura, que no se duerme por completo, despierta a la persona con un sueño de angustia. Siendo lo más prohibido y lo más angustiante el cumplimiento de deseo del complejo de Edipo, deseos reprimidos y sepultados desde la primera infancia, pero que dejan en su relevo la formación del Super Yo. Y que, con el complejo de castración, nos permite ser constituidos como sujetos. Referencias Freud S., “Estudios sobre la histeria” de [1893], en Obras Completas, vol. II, Buenos Aires, Amorrortu. 1976. Freud S., “La interpretación de los sueños” de [1900], en Obras Completas, vol. V, Buenos Aires, Amorrortu. 1976. Freud S., “Tres ensayos de teoría sexual” de [1905], en Obras Completas, vol. VII, Buenos Aires, Amorrortu. 1976. Freud S., “Tótem y Tabú” de [1913], en Obras Completas, vol. XIII, Buenos Aires, Amorrortu. 1976. Freud S., “El Yo y el Ello” de [1923], en Obras Completas, vol. XIX, Buenos Aires, Amorrortu. 1976. Freud S., “Sobre las teorías sexuales infantiles” de [1908], en Obras Completas, vol. IX, Buenos Aires, Amorrortu. 1976.