INTRODUCCIÓN: MODERNO, POSMODERNO Y CONTEMPORÁNEO Por Jessica Viscaya Rodríguez y Carolina Medina Murillo. El arte, su significado, su relato y la manera en que se percibe ha cambiado sin duda a través del tiempo. En esta historia, el arte se puede ver como el arte antes de la era del arte, la era del arte y el arte después de la era del arte. De esta manera hablamos de lo que se conoce como el fin del arte, pero no entendemos este como el final del arte en sí, lo entendemos como el final de un relato, como un final necesario para el comienzo de un nuevo relato, o muchos. Finalizó la manera en que entendíamos el arte para cambiar a una completamente diferente, al estilo contemporáneo. Para entender bien el cambio en el arte, debemos hablar primero del arte moderno, arte que, según Greenberg, empezó con Manet en el impresionismo y continuó con las vanguardias. El arte moderno movió a segundo plano la representación, la mimesis, lo cual había sido el enfoque principal del arte hasta entonces, así, la concepción de la pintura correspondiente no debía representar la apariencia de las cosas, sino, responder a la pregunta de cómo fue posible la pintura en sí. El arte moderno está marcado por un nuevo nivel de conciencia, el cual reflexiona sobre los sentidos y los métodos de representación. Este era arte puro aplicado al arte mismo, jugaba con los límites, exploraba posibilidades y añadía siempre algo a las técnicas ya conocidas. Decía Greenberg que la esencia del modernismo descansaba en el uso de métodos característicos de una disciplina para la autocrítica. En este sentido el surrealismo es una vanguardia agregada, algo que sucedió pero que no aportó nada, si, como Kant, vemos el arte moderno como la “etapa madura” entonces el surrealismo vuelvo a lo infantil, a lo inconsciente, a lo misterioso. Críticos de la época afirmaban que el arte vanguardista mostraba todos los signos de agotamiento interno o un limite del cual no era posible avanzar, de aquí el fin del arte. Pero no era el fin del arte como tema, era el fin del relato. La historia del modernismo acabó. Terminó porque el modernismo fue demasiado local y materialista, interesado por la forma, la superficie, la pigmentación y el gusto que definían la pintura en su pureza. Pero el cambio del arte moderno al arte contemporáneo no fue un cambio inmediato y notorio, en aquel entonces el arte contemporáneo era todavía arte moderno, fue luego mirando en retrospectiva que notamos un cambio importante en la manera en que el arte cambió. Ya en esta época, el mundo del arte estaba lleno de artistas cuyos objetivos no tenían nada que ver con mover limites o ampliar la historia del arte, bases del arte moderno, y sí con poner a éste al servicio de metas personales o políticas, esta, búsqueda del arte contemporáneo. Dentro del arte contemporáneo podemos encontrar también una pequeña parte de artistas que pertenecen al arte posmoderno, se puede hablar de ambos como lo mismo, pero son conscientemente y estéticamente diferentes. En este cambio, llega el arte posmoderno, donde los artistas decidieron que todo el pasado del arte no había llegado a nada, era fútil e inútil, algo que había que desechar, y aunque su arte es contemporáneo, en n sentido de libertad expresiva y artística, no sigue sus manifiestos o los valores estético que plantea. El arte contemporáneo dispone del arte del pasado para el uso que los artistas le quieran dar, lo acoge y se apropia de él cambiando su sentido, sus valores para hacerlo suyo. La percepción básica del espíritu contemporáneo se formó sobre el principio de un museo donde todo el arte tiene un lugar, no hay un criterio o conocimientos posteriores sobre como debe verse el arte o que esperar o la manera en que lo que allí hay se deba admirar o entender, los museos no se ajustan a un solo relato. El arte contemporáneo es, desde cierta perspectiva, un periodo de información desordenada, un perdido de casi perfecta libertad. Porque el arte contemporáneo está marcado por una libertad artística, demostrando incluso que no necesariamente debe haber un objeto visual palpable para que algo sea una obra de arte. Lo cual nos indica que no ahora no se puede enseñar el significado del arte a través de ejemplos, que también implica que en la medida en que las apariencias fueran importantes, cualquier cosa podría ser una obra de arte, y que cualquiera que quisiese empezar una investigación sobre que es arte debe realizar un giro a la filosofía. En el arte contemporáneo los artistas se liberaron, se liberaron de la historia, del relato, de los límites del lienzo, de las estructuras y de los conceptos. Fueron libres para hacer arte en cualquier sentido que desearan, con cualquier propósito que desearan, con cualquier propósito que desearan, o sin ninguno.